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Sura 80 Abasa (Frunció el Ceño)

  • Aprende Islam
  • 16 ene 2024
  • 28 Min. de lectura

Actualizado: 15 sept 2024

Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org) 


Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad


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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:


(1) ¡FRUNCIÓ el ceño y volvió la espalda (2) porque el ciego se acercó a él!

(3) Pero, que tú sepas [Oh Muhámmad,] quizá podría haber crecido en pureza, (4) o haber sido advertido [de la verdad], y haberse beneficiado de esta advertencia.

(5) En cambio, a quien se cree autosuficiente --(6) a ése le das toda tu atención, (7) aunque tú no eres responsable si no se purifica; (8) pero al que acudió a ti lleno de fervor

(9) y con temor [de Dios] –(10) ¡a ese no le prestas atención!

(11) ¡NO, EN VERDAD, estos [mensajes] son un recordatorio --(12) que quien quiera, pues, Le recuerde—(13) [contenido] en revelaciones enaltecidas, (14) sublimes y puras, (15) [llevadas] en manos de mensajeros (16) nobles y virtuosos.

(17) [Pero con suma frecuencia] el hombre se destruye a sí mismo: ¡con qué obstinación niega la verdad!

(18) ¿[Considera el hombre] de qué sustancia lo crea [Dios]?

(19) Lo crea de una gota de esperma, y luego determina su naturaleza, (20) luego le facilita su paso por la vida; (21) y al final le hace morir y lo lleva a la tumba; (22) y luego, cuando Él quiera, le hará resucitar.

(23) ¡No, [el hombre] no ha cumplido aún lo que Él le ordenó!

(24) ¡Que considere el hombre [la fuente de] su alimento! (25) [Cómo] derramamos el agua en abundancia; (26) y luego hendimos profundamente la tierra [con nuevos brotes],

(27) tras lo cual hacemos que crezca en ella el grano, (28) vides y hortalizas; (29) y olivos, palmeras (30) y frondosos jardines; (31) y frutas y herbaje, (32) para disfrute vuestro y de vuestro ganado.

(33) Y ASÍ, cuando se escuche el desgarrador estampido [de la resurrección] (34) en un Día en que el hombre huya de su hermano, (35) y de su madre y su padre, (36) y de su cónyuge y de sus hijos: (37) ese Día, a cada uno le bastará su propio estado como preocupación.

(38) Ese Día algunos rostros estarán radiantes de felicidad, (39) riendo, gozosos por el feliz anuncio.

(40) Y algunos rostros estarán ese Día cubiertos de polvo, (41) ensombrecidos por la oscuridad: (42) ¡estos serán los que negaron la verdad y estaban sumidos en la iniquidad!



COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL


Sura Al-Abasa fue revelada tempranamente en La Meca y probablemente está dentro de las 20 primeras suras reveladas. Antes que ella fueron reveladas sura Al-‘Alaq, Al-Kalam, Al-Muzzammil, Al-Muddazzir, Al-Fatiha, Al-Taquir, Al-Layl, Al Fayer, y algunas otras.


Hay reportes que indican que se usaron otros nombres para esta sura. Hay unos pocos que dicen que a ella se le llamó sura Al-Safra, otros dicen que se la llamó sura Al-Agma, pero esas narraciones que indicaban esos nombre nunca ganaron atención, y tempranamente se generó el consenso sobre el nombre por el cual la conocemos.


La palabra árabe “abasa” significa “él frunció el ceño”, y esto es significativo porque es como el símbolo por el cual ustedes van a recordar esta sura.

La sura es recordada por una importante situación histórica, y creo que es muy razonable pensar que fue la razón por la cual ella fue revelada.

La ocasión por la cual fue revelada ha sido reportada ampliamente, y bastante consistentemente. Los reportes indican que había un hombre en La Meca llamado Abdal-lah ibn um al Maktum, quien era ciego de nacimiento. Observen que su nombre es recordado por el nombre de la madre y no del padre, por ello es “um” y no “abu”. La razón de esto es porque hubo individuos en la historia islámica que llegaron a ser famosos o reconocidos por el título dado a su madre más que por el de su padre. En el caso de Abdal-lah fue porque su madre provenía de una tribu muy poderosa y honorable, la tribu Ibn Majsum, y el padre provenía de una tribu más humilde. No era algo inusual que si la madre provenía de una tribu superior, los hijos fueran llamados por el nombre de ella. Aún cuando su madre venía de una tribu poderosa y honorable, Abdal-lah era una persona pobre, y vivía en una situación bastante modesta. En la sociedad de La Meca él no tenía estatus.

En los inicios de la profecía, el Profeta (BP) estaba muy esperanzado de convencer a la elite de la ciudad de La Meca para que aceptaran y reconocieran su mensaje, o a lo menos, ciertas personas entre ellas. Un día particular el Profeta (BP) estaba conversando con esa gente, y estaba teniendo una apasionada discusión con ellos tratando de convencerlos para que se convirtieran al islam. En medio de esa discusión apareció Ibn um al Maktum y la interrumpió con una pregunta hacia el Profeta (BP). Hay diferentes reportes con relación a lo que exactamente preguntó, algunos indican que hizo una pregunta muy abierta, algo así como: “¿me puedes enseñar lo que Dios te ha enseñado?”, otros indican que hizo preguntas específicas sobre suras específicas, pero en realidad ello no es del todo relevante. También sabemos que Ibn um al Maktum era una persona que no reverenciaba a la elite de La Meca, cuando se hizo musulmán él se hizo una persona con mucha auto estima y auto valoración, por lo cual yo creo que el interrumpió esa conversación sabiendo que el Profeta (BP) estaba con la elite de esa ciudad. Cuando el Profeta (BP) fue interrumpido, él no le habló de mala forma a Ibn um al Maktum, pero no le agradó la interrupción, y aun cuando Ibn um al Maktum no lo vio, el Profeta (BP) frunció el ceño. Sobre lo que el Profeta (BP) precisamente le dijo a Ibn um al Maktum hay reportes variados, algunos dicen que cuando hizo la pregunta, el Profeta (BP) le respondió brevemente o trató de no responder. Otros reportes indican que el Profeta (BP) le dijo que no le podía responder en ese momento porque estaba conversando con esas personas.


Razzi en su tafsir indica que si tú aceptas las costumbres de la moral social de la época, y si la discusión del Profeta (BP) estaba en proceso con la gente de la elite de La Meca cuando viene alguien y la interrumpe con una pregunta, no es pecado que el Profeta (BP) se negara a permitir esa interrupción, incluso no es grosero, y tampoco rudo, dado que hasta ese momento esas eran las reglas morales de esa sociedad. Incluso si el Profeta hubiese llegado a irritarse, y le dice a esa persona que espere porque estaba hablando con otras personas, no es un pecado, y tampoco algo descortés, y nuevamente la razón es porque son hasta ese momento las reglas morales de esa sociedad.

Entonces lo que se pregunta Razzi es, ¿Si esa eran las reglas morales de esa sociedad, por qué en esta sura Dios recrimina al Profeta (BP) por su respuesta?


La apertura de la sura está claramente dirigida a esa situación, y Dios critica al Profeta (BP) por su respuesta a Ibn um Maktum. Algunos intérpretes del Corán, especialmente aquellos más tardíos históricamente, que estaban incómodos con la idea de que Dios hubiese recriminado y corregido al Profeta (BP), trataron de interpretar la expresión en árabe del primer verso de una forma que no implicaba una recriminación divina, pero el problema con esa posición es que tenemos muchísimos reportes históricos que corroboran el hecho de la recriminación de Dios al Profeta (BP). Esos reportes indican que en Medina Ibn um Maktum llegó a ser una persona muy querida por el Profeta (BP), y que cuando el Profeta (BP) lo veía, decía: “bienvenida la persona por la cual Dios me reprendió”.


Esto sucedió en el período temprano de la revelación en La Meca, y la posición del Profeta (BP) en esos momentos era muy inestable social y políticamente.

Para que haya una sura que le diga al Profeta (BP) que ha hecho algo mal es, en nuestro lenguaje de hoy día, políticamente problemático, y socialmente un desafío. Además, la sura, al hacer lo que hizo, efectivamente le dijo a la élite de La Meca que, en lo que respecta a Dios, Ibn um Maktum tiene prioridad sobre ellos. Esto enojó a la elite de La Meca, y mientras el Profeta (BP) estaba ansioso de convencerlos, de lograr que al menos ellos no fueran tan hostiles dado que habían empezado a perseguir a los musulmanes, viene esta sura con este verso y es como si les dijera: “No, este hombre tiene más valor a los ojos de Dios que ustedes”. Por supuesto que esto los enojó, lo que hizo el trabajo del Profeta (BP) más difícil dado que esa elite se hizo más obstinada y hostil.


Para decirlo sin rodeos, en esta situación Dios defendió un principio y una ética por encima de toda conveniencia política y social.


Pero no solo lo anterior, no hay duda de que la situación también fue algo embarazosa para el Profeta (BP), porque acá estaba el Corán indicándole que había hecho algo mal. Hay reportes que indican que los hipócritas de Medina, años después, se burlarían del Profeta (BP) recitando esta sura. Tenemos otros reportes que indican que los hipócritas en Medina solo rezaban esta sura en sus oraciones con el objeto de burlarse del Profeta (BP).


Entonces es claro, desde una perspectiva histórica, que esta sura llega en un momento difícil.


Así que analicemos la ética misma y lo que implica esta revelación. Nuevamente y para ser muy claro, la sura se inicia colocando foco en esta situación en forma inmediata, ella no empieza con letras del Corán, o indicando que este es un Corán glorioso, o hablando de tu Señor, nada de eso, ella en el primer verso va directo sobre la situación en cuestión.


La sura se inicia,


(1) ¡FRUNCIÓ el ceño y volvió la espalda (2) porque el ciego se acercó a él!

(3) Pero, que tú sepas [Oh Muhámmad,] quizá podría haber crecido en pureza, (4) o haber sido advertido [de la verdad], y haberse beneficiado de esta advertencia.

(5) En cambio, a quien se cree autosuficiente --(6) a ése le das toda tu atención, (7) aunque tú no eres responsable si no se purifica; (8) pero al que acudió a ti lleno de fervor

(9) y con temor [de Dios] –(10) ¡a ese no le prestas atención!


Entonces estos versos le dicen al Profeta (BP) que él no debería haber fruncido el ceño, y que no debería haberle dado la espalda, porque en realidad ese hombre ciego, que vino a él buscando purificarse para transformarse en un mejor musulmán, debería haber tenido más prioridad que esa elite de La Meca.

Debemos subrayar el punto que esta revelación muestra su rechazo al oportunismo político, y a las funcionalidades sociales.

Es una revelación que en forma muy temprana ya está indicando que hay principios, y que los principios son prioritarios, y que están por sobre las convenciones sociales.


Para explicar la ética que hay en esta sura veamos lo que el mismo Profeta (PB) comentó sobre esta situación años después, dijo: “si alguien valora más a una persona por ser rica que a una pobre, esa persona ha perdido un tercio de su fe”. Ese “valorar más” se refiere a dar algún tipo de preferencia en cualquier aspecto, o contexto, o situación.

También comentando sobre esta sura, años después, el Profeta (BP) dijo: “La consideración de ser una persona honorable a los ojos de Dios está relacionada con el imam de esta persona, y no está relacionada con su riqueza”. En otra parte de esa misma narración él dijo algo así: “entre ustedes hay personas que no son respetadas por ustedes porque no tienen riqueza ni poder, pero ellos son honorables y tienen un alto estatus ante Dios, y entre ustedes hay personas a las que respetan y le otorgan mucho honor, pero ellos no tienen honor a los ojos de Dios”.


Entonces el desafío es que si tú quieres actuar de acuerdo con la virtud y ética islámica, tendrás que moldear tu ética hacia aquella que es la aceptada por Dios. Si de alguna forma la ética que implementan entre ustedes en esta vida es diferente a la ética que acepta Dios, ustedes tendrán problemas.


Es el mismo Profeta (BP) quien nos educa sobre la razón y el por qué de la revelación de esta sura. Esto es una dura y difícil lección moral, entregada en los tiempos muy tempranos de la revelación para el mismo Profeta (BP), pero también para todos esos primeros musulmanes.


La dura y difícil lección que debemos aprender de esto es que, en primer lugar, la verdad debe ser respetada incluso si va en contra del Profeta (BP). Como muchos intérpretes del Corán lo notaron, y desafortunadamente los musulmanes modernos lo han olvidado completamente, ¿pueden ustedes imaginar que si la verdad debe ser dicha incluso en contra de Profeta (BP), que pasa con este deber hacia quienes no tienen la posición del Profeta (BP)?, como por ejemplo un erudito, un rey, un gobernante, o quien sea. El principio es que, aún cuando sea muy incómodo, esta sociedad debe ser construida sobre el principio de la verdad y la honestidad. Así nos muestra la sura donde Dios habla con la verdad aún cuando sea para el Profeta (BP) políticamente inoportuno y socialmente incómodo. En segundo lugar, si muy tempranamente en tu camino a Dios, vas a tratar de jugar el juego del oportunismo político, no habrá un camino hacia Dios delante de ti.


Volviendo a tomar el punto de Razzi que mencionamos antes, que esto en realidad no es un pecado por las razones indicadas, nos podemos preguntar: ¿entonces cual es el punto acá? El punto es que dado que ese hombre es pobre y ciego, que es una persona con discapacidad y desventaja, entonces esa persona requiere una atención especial.

¿Por qué requiere una atención especial? Porque esa persona en su situación puede ser dañada fácilmente.

¡Esto es muy profundo!

Esta es una muy profunda lección moral que Dios envió muy tempranamente en la revelación. Algo que en nuestra época moderna apareció muy recientemente. El islam hace siglos mostró el trato ético y moral que es debido hacia personas con discapacidad, y en situación de desventaja.

Ante los ojos de Dios, esa persona, dado que era una persona piadosa, que deseaba aprender para purificarse, que tenía desventajas, y también discapacidades, esa persona, es alguien que es más importante que la elite de La Meca, que eran arrogantes y ricos, entre otras cosas.


Además veamos la reacción del Profeta (BP). Luego de dicha situación el Profeta (BP) no trató de olvidarla, ni ocultarla, sino que cada vez que veía a Ibn um Maktum lo celebraba como un hombre especial por medio del cual Dios le había dado una lección moral.


Les mencionaré que Ibn um Maktum permaneció pobre, él realizó la migración de La Meca a Medina, y junto a Bilal fueron las dos personas que principalmente hacían el llamado a la oración en Medina. El Profeta (BP) confiaba mucho en él, y llegó a ser muy cercano al Profeta (BP). Muchas veces en las cuales el Profeta (BP) dejó Medina para acompañar al ejército en las batallas, dejó a Ibn um Maktum como su representante en la ciudad para liderar la oración y para gobernar la ciudad.

Es significativo que él siendo una persona que en La Meca era considerada como de un estrato social muy bajo, en Medina se convirtiera, en varias ocasiones, en el representante del Profeta (BP) en su ausencia.

Ibn um Maktum fue aparentemente un hombre de una fe destacable, porque aun cuando era ciego, el se mantuvo deseoso de acompañar a los musulmanes cuando iban a la guerra, y les pedía que lo dejaran ser quien llevara el estandarte en las batallas, y les argumentaba que el sería muy bueno en ese rol porque como era ciego no arrancaría del campo de batalla hacia ninguna parte. Independiente de sus reiteradas solicitudes, el Profeta (BP) nunca lo autorizó a ir a la guerra debido a su ceguera. Después de la muerte del Profeta (BP), durante el período del califato de Omar ibn Al Jattab, participó en la batalla de Kaddesía, que fue una las principales batallas en el año 14 o 15 después de la migración, y fue hecho mártir en esa batalla, siendo su cuerpo encontrado sosteniendo entre sus manos el estandarte de los musulmanes.


Ibn um Maktum es una de las grandes figuras del islam, una persona que inspira por su vida, y que debería ser conocida por los musulmanes.


Otro aspecto que resalta en estos versos, y que se convertirá en un tema repetitivo en el Corán, es que no es responsabilidad del Profeta (BP) quien es guiado y quién no, y por ende no es responsabilidad de ningún ser humano que los otros sean guiados o no. Este concepto asociado a que tú debes actuar de la mejor forma posible, y que el resultado está solo en las manos de Dios, es un mensaje central y repetitivo en el Corán.

Es un principio Coránico que una persona no controla a otra, y que nadie puede ser responsable por la creencia de otra, y que nadie puede obligar a otro a creer en Dios.

Con relación a esto les debo comentar que los islamofóbicos han dicho que el islam por un tiempo respetó la libertad de las personas en sus creencias pero luego ya no lo hizo. Ellos hacen referencia a la famosa revelación denominada como el verso de la espada, donde Dios autoriza a los musulmanes a la lucha. Lamentablemente muchos musulmanes modernos no saben como responder adecuadamente a esto. En primer lugar ese verso en el Corán está en un contexto, y lo que hacen los islamofóbicos es sacarlo de su contexto para mostrarlo con la intención de dañar al islam. En segundo lugar, si uno mira el Corán en su conjunto, puede observar que en muchas y diversas partes de él aparece el principio, de que solo está en las manos de Dios, la creencia o no creencia de las personas, y por ende nadie puede obligar a otro. Este principio se lo dice directamente al Profeta (BP) y por extensión a nosotros. Los islamofóbicos se han aprovechado de una posición minoritaria dentro del islam que indica que ese verso de la espada abrogó todos los otros versos asociados al principio indicado, pero esa posición está equivocada, y además nunca ha tenido una significancia dentro del pensamiento de los musulmanes.


Es importante saber aquí, antes de seguir adelante, que esta sura en conjunto con otras, vuelve a afirmar el concepto que no se trata solamente de realizar acciones buenas, sino que se debe hacer lo que es bellamente bueno.

Mientras que desde una perspectiva técnica tú podrías decir que no es pecado interrumpir a otro, eso no es necesariamente algo bello, la belleza va más allá de lo que es técnica o socialmente aceptable.

Este es un punto crítico, y yo creo que en el islam contemporáneo los musulmanes a menudo olvidan esto.

No es suficiente que hagas lo que encuentras en los libros de leyes, que hagas lo halal y no hagas lo haram, sino que estás llamado a actuar de una forma que va más allá de eso. Estás llamado a hacer lo que un ser humano bellamente haría. Esto es particularmente muy importante, para aquellos que toman una posición de profesores, o líderes, o imams, o cualquier posición que implicará dar guía y liderar en una comunidad islámica.


El Profeta (BP) dijo que cada uno de nosotros es responsable de alguien o de algunos, y que en el día del juicio se nos pedirá cuenta por la responsabilidad que tuvimos en relación con esa o esas personas. Por lo tanto, idealmente un padre o una madre en una familia debería hacer lo que es bello, y no solamente lo que es aceptable o bueno. ¿Cuándo esta responsabilidad se vuelve realmente seria?, esta responsabilidad es realmente seria cuando alguien se auto posiciona como un profesor de islam, o cuando se auto posiciona de cualquier forma que implique una representación de la voluntad divina.

Este es un punto crítico, y he mencionado esto antes, en mi limitada experiencia con movimientos islámicos, mientras crecí en medio oriente, observé que ellos se inclinaban a aceptar el oportunismo político más que un liderazgo guiado por la virtud. Un movimiento islámico no debe ser como otro partido político, no están ahí en la sociedad para competir con otros partidos políticos y hacer lo que todos ellos hacen, ellos debieran estar en medio de las sociedades para ser un ejemplo moral de las virtudes, y para mostrar como la bondad puede ser hermosa.

También puedo indicarles que en mi experiencia limitada con ellos me di cuenta de que tampoco ocupan mucho tiempo en actos de adoración a Dios, pero lo que es aun más problemático a mi parecer es que ellos no gastan tiempo pensando en lo que podrían, o deberían hacer, y que fuese verdaderamente hermoso.

La hermosura y la belleza es a menudo contextual y contingente. La belleza no son simplemente los principios perennes de ella como por ejemplo la justicia, la proporcionalidad, el equilibrio, entre otros. Más allá de los principios perennes de la belleza a menudo hay un contexto del cual ella también depende. Si tu misma alma no es hermosa y bella, ella no puede generar belleza.

Si el Profeta (BP) no hubiese sido un hermoso y bello ser humano, cuando Dios lo recriminó por su forma de actuar en esta situación, él hubiese dicho: “yo en realidad no le di la espalda, y yo no le fruncí el ceño, lo que hice no es realmente fruncir el ceño, y solo le dije que esperara un poquito porque estaba teniendo una conversación muy importante en favor de Dios, y es importante que la gente conozca mis límites porque sino ellos pasarán siempre por encima mío”. Con esto quiero mostrarles esa capacidad sin límite del ser humano de racionalizar las cosas para justificarse.

Un ser humano hermoso responde con belleza, y esa es la lección de esta parte de la sura, no es una lección fácil, es una muy dura y difícil lección.

Es una muy dura y difícil lección porque ella nos dice que debemos embellecer nuestro ser interior, nuestro ser, y superar nuestro egoísmo. No hagan lo que es simplemente correcto y bueno, sino que hagan lo que es realmente hermosamente correcto, y hermosamente bueno.


Las figuras en la historia islámica que han sobrevivido en la memoria como las más grandes, figuras que han sido verdaderamente como luminarias de las enseñanzas islámicas, son personas que cuando estudias sus vidas, te encuentras que ellos fueron seres humanos bellos, bellos con sus familias, y también con la gente en general.

Una de las cosas que me molesta enormemente, es que en el islam moderno tú puedes tener “eruditos” que se dicen expertos en ley islámica, pero que no son bellos seres humanos. No son personas inmorales, pero no son bellos seres humanos. Ellos conocen todas las técnicas de los juristas y los aspectos técnicos de la ley, pero la ley sin los principios rectores de la virtud puede llegar a convertirse en algo muy escabroso y feo.


La sura, después de toda esta apertura, se gira para decirnos algo sobre la naturaleza misma del mensaje,


(11) ¡NO, EN VERDAD, estos [mensajes] son un recordatorio --(12) que quien quiera, pues, Le recuerde—


Verán que esto se repite una y otra vez en el Corán, y es que Dios nos insiste que la creencia es algo que depende de la voluntad del ser humano.


Luego,


(13) [contenido] en revelaciones enaltecidas,


A menudo el Corán se refiere a las revelaciones realizadas a los Profetas (BP) con la palabra árabe “suhuf”, que literalmente puede significar unas páginas escritas o algo más bien simbólico. El Corán por ejemplo habla de “suhuf Musa”, que significa las páginas de Moisés, o la revelación a Moisés. Algunos comentadores dijeron que la interpretación de esto es que existió gente que escribieron las revelaciones usando distintos medios para ello, pero yo creo que esa discusión no es relevante, porque es muy consistente en el Corán la referencia a las revelaciones con la palabra “suhuf”, y entonces si esas páginas son algo etéreo en alguna tabla divina, o es algo materialmente escrito, es algo que no tiene mayor importancia.


Luego,


(14) sublimes y puras,


Entonces la revelación referida como “suhuf” que representa algo tal vez simbólico o algo escrito, es sublime y pura. ¿Qué significa purificada en este contexto?, ¿por qué Dios la describe como purificada? Algunos comentadores dijeron que esto era porque nadie puede manejar la revelación a menos que ellos sean personas puras, o que deben estar siempre en lugares purificados, etcétera, pero yo creo que no hay razón para ser literal en la interpretación.

Que sea una revelación pura significa que ella está purificada de cualquier cosa que sea impura, la inmoralidad es algo impuro, el pecado es algo impuro, las influencias demoniacas son impuras.


Luego,


(15) [llevadas] en manos de mensajeros (16) nobles y virtuosos.


La palabra árabe “safara” que normalmente se traduce como “mensajeros” proviene de la palabra árabe “sif”, que significa “algo escrito”, y la palabra árabe “safer” significa “el que escribe”.

¿Por qué estamos haciendo una pausa en esta palabra?, porque ella es una palabra arabizada. En hebreo la palabra “safara” significa “las personas que realizan material escrito”. En el lenguaje nabateo la palabra “safara” significa “lectores”. Ahora, si esta palabra se movió hacia el lenguaje árabe desde el hebreo o desde el nabateo, es algo que no está claro en la historia. Esta palabra en el árabe se ha usado para referirse a lectores en algunos casos, pero también a quienes escriben en otros casos. Pero cuando Dios habla de estos “safara”, ¿de quien está hablando?, ¿a quienes se está refiriendo?, ¿está Dios hablando de los seres humanos que escribieron el Corán, y que lo escribieron por todo el tiempo de la revelación hasta que todos esos escritos fueran recolectados para transformarlos en un libro?, ¿o Dios está usando esta palabra “safara” con otro de sus significados que está asociado a mensajeros, y en este caso se estaría refiriendo a ángeles?


Entonces estos dos versos podríamos traducirlos como “en manos de ángeles, nobles y piadosos”. Yo creo que en realidad la referencia es a los ángeles y no a los escribas.


Luego,


(17) [Pero con suma frecuencia] el hombre se destruye a sí mismo: ¡con qué obstinación niega la verdad!


En este verso aparece una expresión idiomática que habla de la ingratitud del ser humano. Dios nos está indicando que la tendencia del ser humano es a ser ingrato, y esta ingratitud será lo que le impedirá llegar al mensaje de Dios.

La ingratitud es un defecto moral, y a menudo ella está fuertemente relacionada con el egoísmo, ya sea en la forma de narcisismo o egocentrismo.

El mismo defecto moral que hace a los seres humanos sentirse auto suficientes, es el que a menudo también los hace ser ingratos.


Creo que les dije esto en la explicación de una sura anterior. Piensa que estás en una fábrica en la cual hay varias personas asignadas a diferentes trabajos y tareas, y que ella tiene un dueño con el cual nunca te has reunido en persona. En esa fábrica todo esta meticulosamente ordenado. Ahora imagina que tú naciste en esa fábrica, y en un momento decides disfrutar de todo lo que te ofrezcan en ella, pero además decides ser ingrato porque nadie te preguntó si querías nacer en ella. Entonces decides que vas a comer todo lo que la fábrica te ofrezca, y beberás todo lo que la fábrica te ofrezca, y dormirás en todas las camas que la fábrica te disponga, y te vestirás con todas las ropas que la fábrica te otorgue, pero serás ingrato con todos y jamás darás las gracias a alguien. Incluso te negarás a reconocer que la fábrica tiene un dueño. Si esto pasara en la vida real, diríamos que esa persona es un idiota.


El defecto moral de esa actitud es que si la persona realmente quiere objetar la existencia del dueño de la fábrica, y si realmente rechaza el haber nacido en esa fábrica, entonces debiera suicidarse y dejar esta vida. Pero si la persona decide no hacerlo, y quedarse en esta vida, y disponerse a disfrutar lo que este mundo le ofrece, entonces no debiera ser ingrato.


Luego que Dios nos indica esta tendencia a la ingratitud del ser humano, nos recuerda el origen de nuestra creación,


(18) ¿[Considera el hombre] de qué sustancia lo crea [Dios]?

(19) Lo crea de una gota de esperma, y luego determina su naturaleza, (20) luego le facilita su paso por la vida; (21) y al final le hace morir y lo lleva a la tumba; (22) y luego, cuando Él quiera, le hará resucitar.


Dios nos recuerda que el ser humano ha sido creado prácticamente de la nada, como todo el resto de la creación. Las cosas creadas vienen de otras cosas creadas, y es lo microscópico que florece en múltiples, y diversas, y complejas realidades, y esas realidades complejas requieren códigos complejos.

El creer que desde esa simple estructura inicial, a menudo ni siquiera visible al ojo humano, se generan esas estructuras complejas para ser codificadas en la forma en que ellas lo están, por ejemplo estructuras complejas se codificaron para que fuera un pájaro, otras para que fueran arañas, otras fueron codificadas para que fueran seres humano, y entonces creer que todo este proceso es el resultado de la simple casualidad es algo sin sentido. Es por ello por lo que el Corán nos quiere recordar eso al preguntarnos: ¿De qué has sido creado?


Cuando el Corán nos dice que primero fuimos un embrión, y desde ahí un ser humano, lo que efectivamente nos está pidiendo es que reflexionemos sobre la realidad de estos códigos, y que hay un diseñador de todo esto.


Luego el hombre se desarrolla en la vida y se vuelve capaz de razonar, de argumentar, de objetar, de protestar, o de aceptarse a si mismo, y de muchas otras cosas, pero al final de la misma forma que nació, morirá.


Finalmente Dios nos recuerda que cuando sea SU Voluntad, y de la misma forma como nos trajo a la vida una primera vez, nos resucitará para traernos a la vida en una nueva oportunidad, y eso es algo simple para nuestro Señor.


Luego,


(23) ¡No, [el hombre] no ha cumplido aun lo que Él le ordenó!


Con relación a este verso primero debemos recordar que, dado que esta es una de las primeras suras reveladas, en ese momento aún no hay una ley islámica, no hay leyes que hayan sido establecidas en ese momento, de hecho en ese momento había solo unos pocos mandatos establecidos por Dios a los musulmanes.

Entonces la expresión usada en este verso se debe entender de una forma más idiomática, que significaría que los seres humanos no han cumplido con lo que están obligados a cumplir moralmente. Por ejemplo, la gratitud es un principio, y si tú eres ingrato entonces te aplica esta expresión. Otro ejemplo, si tú eres una persona, que aún no siendo un musulmán, robas lo que un huérfano debiera heredar, entonces esa expresión aplicaría para ti.


Pero hay otra sutileza en esta expresión, y es que los seres humanos no podrán cumplir con todas sus obligaciones morales. Por lo tanto aclara la expectativa que Dios no espera la perfección del ser humano, y como muchos comentaristas lo han notado, lo que Dios espera es tu esfuerzo sincero en el cumplimiento de tus obligaciones morales.


Luego tenemos lo que ha menudo el Corán nos recuerda,


(24) ¡Que considere el hombre [la fuente de] su alimento! (25) [Cómo] derramamos el agua en abundancia; (26) y luego hendimos profundamente la tierra [con nuevos brotes],

(27) tras lo cual hacemos que crezca en ella el grano, (28) vides y hortalizas; (29) y olivos, palmeras (30) y frondosos jardines; (31) y frutas y herbaje, (32) para disfrute vuestro y de vuestro ganado.


Nos recuerda la necesidad de que reflexionemos sobre la naturaleza que nos rodea, y que no es razonable pensar que toda esa variedad de cosas son productos de la simple casualidad.


Pero quiero advertir algo acá por una razón diferente. Algunos interpretes del Corán han interpretado este lenguaje de una manera diferente, y no como una referencia literal a frutas, hierbas, vides y las otras cosas. Solo les quiero dar un ejemplo rápido de esto. Ellos indican que esos alimentos a los que se refiere el verso no son solo alimentos físicos, sino también alimentos espirituales, y esos alimentos espirituales son los que alimentan el corazón y el espíritu. Indican que cuando Dios habla del agua en este contexto se refiere al conocimiento que lleva a un corazón muerto, hacia la vida, y que entonces es una referencia al tipo de conocimiento que Dios envía para sacar al ser humano de su apatía y de una vida sin propósito. Normalmente se referencia a ella como el agua de la misericordia, porque si tú no tienes algún conocimiento sobre tu propósito en esta existencia, tú existirás sin misericordia divina. También indican que, es esta agua de la misericordia, la que a menudo suaviza los corazones duros, y eso sucede cuando esos corazones se dan cuenta que son una extensión de la divinidad, y que deberán retornar a ella, y así su egoísmo y egocentrismo se suavizan y se vuelven menos duros, y también la luz de la creencia comienza a brillar en sus corazones. Indican que cuando Dios habla de las cosas que crecen en la tierra, es porque Dios nos está educando sobre los actos de adoración a ÉL, los cuales influyen sobre la tierra árida de la humanidad para hacerla brotar con un saludable nutriente. En los discursos sufíes se indica que cuando Dios habla de aceitunas está haciendo referencia a la iluminación del conocimiento. Las referencias a las palmeras se interpretan normalmente como el aprendizaje de como tratar con los seres humanos y con los animales de una forma hermosa. Los jardines hacen referencia a cuando los diferentes sistemas de conocimiento guían a la iluminación de una forma interconectada e interactuando, ese es el jardín del conocimiento. Primero tienes la posibilidad de reconocer cosas aisladas, como una fruta, una vid, u otras, pero luego cuando avanzas en conocimiento divino, y te vuelves más cercano a la divinidad, ya no observas frutas aisladas sino todos esos elementos conformando un jardín. Cuando tú logras ver ese jardín, te vuelves más tolerante, porque tienes consciencia de las complejidades del camino a Dios, y también te vuelves más desapegado de los anhelos en esta vida. Luego se nos presenta la imagen de los pastos y hierbas que alimentan al ser humano y a los animales, y esto en la interpretaciones de orientación sufi ha tenido un gran desarrollo. Así como nosotros debemos alimentar nuestros cuerpos y poner atención en como los alimentamos, también debemos alimentar nuestras almas y poner cuidado en que la debemos alimentar con conocimiento y con adoración a Dios. Los seres humanos a menudo ponen foco en la alimentación de sus cuerpos, pero se olvidan de la alimentación de sus almas.

Lo que entra en vuestras almas es todo lo que llega a través de vuestros sentidos.

La tradición islámica es la más rica con relación a enriquecer la espiritualidad y el alma, nada se le compara, ni el yoga, ni el budismo, ni el hinduismo, realmente nada se compara a la riqueza que nos entrega la tradición islámica para nutrir y desarrollar nuestra alma, y nuestra espiritualidad.

Siempre me he preguntado si los maestros, los sabios que escribieron este material, si ellos volvieran a la vida en nuestra época, ¿Qué pensarían?, porque todo lo que tú miras, todo lo que tú escuchas, todo en lo cual ocupas tu mente afecta la forma en la cual tu alma está siendo nutrida, ya sea bien o mal nutrida, y algunas veces verdaderamente envenenada, y lamentablemente en nuestros días normalmente envenenada, porque hay mucha toxicidad que afecta el alma, y si tú no eres cuidadoso puedes estar envenenando tu alma todo el tiempo.

Luego que envenenas tu alma dirás: “buen, yo no sé por qué hice eso, no sé por qué mi creencia no es tan fuerte, yo no sé porque a veces siento mi imam muy fuerte y otras veces no, yo no sé por qué me siento con tanta ansiedad permanentemente, yo no sé por qué siempre me siento inquieto y preocupado”. Bueno, debes saber que dependiendo de lo que pones en tu alma es lo que obtienes después, y esto no es nada sorprendente.


Cada vez que Dios nos dice en el Corán que observemos lo que comemos, los intérpretes de orientación sufí entienden que Dios se está refiriendo a lo que alimenta y nutre a nuestros cuerpos, pero también a lo que alimenta y nutre a nuestras almas.


No recuerdo donde lo leí, ni su autor, pero hay un intérprete del Corán que indica que el verso 32 le establece la responsabilidad al ser humano de ocuparse de la alimentación de los animales, y lo que es muy interesante es que dice que debemos procurar su alimentación física pero también espiritual. Como seres humanos no podemos negar lo necesario para la subsistencia de los animales, y tampoco podemos negarles un buen trato y cuidado.


Sigue la sura,


(33) Y ASÍ, cuando se escuche el desgarrador estampido [de la resurrección] (34) en un Día en que el hombre huya de su hermano, (35) y de su madre y su padre, (36) y de su cónyuge y de sus hijos: (37) ese Día, a cada uno le bastará su propio estado como preocupación.


Todos los tafsir tradicionales entienden este verso como el grito desgarrador que presagia la llegada del día final, y que ese día será tan aterrador que la gente se preocupará solo de sí misma.

Les puedo contar que hay una discusión entre los eruditos, que indica que esto no significa que vamos a carecer de preocupación por nuestros familiares, sino que lo que sucederá es una transformación en nosotros, indican que algo hará Dios en nosotros ese día, que hará que toda nuestra atención solo estará focalizada en nuestra responsabilidad sobre nuestras vidas. Luego del juicio, y ya sea que ganemos el paraíso o el infierno, ese recuerdo por nuestras familias volverá a nosotros.


Ahora les presentaré algo que no es a menudo expuesto a los musulmanes modernos. Ibn Ayiba, al igual que muchos otros intérpretes sufis, dijo que el verso 33 puede significar el grito desgarrador que avisa de la llegada del día del juicio, pero que hay otro significado sobre esto que es fascinante. Lingüísticamente significa un evento transformativo, entonces la interpretación sería sobre cuando llegue el evento transformador. Entonces Ibn Ayiba dice que cuando tú estudias, cuando tú reflexionas sobre como nutres tu alma, y por lo tanto del conocimiento que necesitas, del agua que necesitas, de los dátiles que necesitas, naturalmente todo esto en sentido simbólico de los tipos de conocimientos que tu alma necesita, y entonces llegas a ese punto de conocimiento en el cual observas el jardín de conocimiento que nutre tu alma, en ese momento llega ese evento transformativo que transforma tu alma. Cuando ese evento llega tu entero placer y tu total preocupación llega a ser por Dios. Entonces Ibn Ayiba indica que ese evento transformativo se puede lograr en esta vida, para aquellos que caminen por el camino de Dios, y cuando eso ocurre, esas personas continúan amando a su madre, a su padre, a sus familias, pero su entero ser y sus anhelos y su lealtad, llegan a estar transformadas y dirigidas hacia Dios.


Sigue la sura,


(38) Ese Día algunos rostros estarán radiantes de felicidad, (39) riendo, gozosos por el feliz anuncio.

(40) Y algunos rostros estarán ese Día cubiertos de polvo, (41) ensombrecidos por la oscuridad: (42) ¡estos serán los que negaron la verdad y estaban sumidos en la iniquidad!


La oscuridad de la que se habla en estos versos es la misma que se puede observar en el aura de las personas que están atrapadas en lo demoniaco, cuando esas personas están rodeadas con acciones e ideas muy negativas y oscuras, ellas tienen literalmente como algo oscuro que está sobre ellos, eso es algo real, no es idiomático. En la otra vida esas personas tendrán esa oscuridad por haber cometido ofensas contra su propio ser, y literalmente significa que esos son los que realmente han sido desagradecidos o incrédulos.

Los tafsir de orientación sufi dicen que, o vives tu vida generando en tu entorno lo luminoso y lo bello, o tú vives tu vida luchando con las sombras de la oscuridad, y que de hecho tu aura en esta vida puede ser un muy buen predictor de tu situación en la otra vida. Eso es lo que dicen.


Demos un paso atrás y consideremos esta sura.

Una de las cosas que siempre me han fascinado de sura Al-Abasa es lo siguiente. En el contexto que unos compañeros del Profeta (BP) se estaban burlando unos de otros, el Profeta (BP) les dijo que no lo siguieran haciendo porque eso no era correcto, que eso era una práctica de la época de la ignorancia anterior al islam. Entonces uno de ellos le dice al Profeta (BP) que cuando ellos están con él, sienten una sensación de belleza, de reposo, de paz, y el mundo les hace sentido, y sienten que todo está en su lugar, y que entendían claramente lo que es hermoso. Pero cuando ya no estaban con él, las cosas se volvían confusas. Entonces el Profeta (BP) al escuchar esto les dice: “Si tu forma de ser conmigo es la misma que cuando no estás conmigo, los ángeles caminarían de tu mano”.

Lo que es interesante es, que este hadith, a menudo es mencionado cuando los intérpretes del Corán están comentando que esta sura requiere una conducta moral elevada. Este hadith inspiró muchos escritos sufís asociados a la alimentación de las almas, y asociados a quienes están realmente en posición de tener honor ante Dios, y sobre como las sociedades justas deberían tratar a las personas de acuerdo con el principio de justicia, y muchos otros.


Esta sura viene a decirte que si tú crees que esta vida simplemente se trata de hacer lo que está bien, y dejar de hacer lo que está mal, deberías volver a pensarlo.

Este es el camino de lo bello y de la belleza, es el camino de la luminosidad.

Tú no serás capaz de llegar a un estado de belleza perfecta, pero lo que se requiere de ti es tu esfuerzo y tu voluntad de intentarlo. Se espera del Profeta (BP) el cumplimiento de la belleza, pero para nosotros es un objetivo por el cual siempre debemos estar esforzándonos por lograr. El hecho de que nunca lograremos conseguir ese objetivo completamente nunca nos debe disuadir del intento de lograrlo.

La experiencia humana nos muestra que, de hecho cuando le hablas a la gente sobre la belleza, por ejemplo, el primer comentario que escuchas es que alguien dice: “oh, eso no es práctico”, y cuando les preguntas sobre qué tan frecuente los seres humanos tiene la capacidad de lograr algo que es realmente hermoso, ellos te dicen: “oh, el problema con la virtud y la ética en esta vida es que….”


¿Podemos esperar que los seres humanos sean real y completamente virtuosos?

Sura Al-Abasa, y también otras suras del Corán te dicen que eso no importa, sino que lo que importa es la sincera aspiración para lograr ser completamente virtuoso, y que siempre estés esforzándote por lograrlo. Entonces siempre debes interrogarte a ti mismo: ¿qué es lo que debería hacer que sea verdaderamente hermoso?


Finalmente, si el logro del objetivo que conversamos era esperado en relación con el Profeta (BP), mi opinión es que también es esperado para aquellos que se atreven a colocarse en posiciones que implican enseñar el islam a las personas. Cuando veo a alguien que se dice un imam, o un sheij, lo que yo espero ver es belleza en esa persona. No encontrar belleza lo puedo perdonar para cualquier otra persona, pero no para ellos, porque ellos eligieron posicionarse a ellos mismos en esa posición de representar lo divino.

Creo que las personas que son hermosas deben tener el respeto que se les debe, mientras que a aquellas que son representantes de lo divino y no son hermosas, no son dignas de respeto.


Gracias a Dios el Señor de todos los mundos, eso es sura Al-Abasa

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