Sura 75 Al-Qiyama (La Resurrección)
- Aprende Islam
- 25 feb 2024
- 24 Min. de lectura
Actualizado: 15 sept 2024
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:
(1) ¡NO! ¡Juro por el Día de la Resurrección!
(2) ¡Que no! ¡Juro por la voz acusadora en la conciencia del hombre!
(3) ¿Cree el hombre que no podemos [resucitarle y] reunir de nuevo sus huesos? (4) ¡Claro que sí! ¡Somos capaces de recomponer hasta las puntas de sus dedos!
(5) No obstante, el hombre prefiere negar lo que tiene por delante, (6) [y burlonamente] pregunta: “¿Cuándo será ese Día de la Resurrección?”
(7) Pero [ese Día,] cuando la vista se nuble por el miedo,
(8) y la luna se oscurezca,
(9) y el sol y la luna sean unidos --(10) ese Día exclamará el hombre: “¿Adónde huir?”
(11) ¡Pero no: no habrá refugio [para ti, Oh hombre]!” (12) ¡Junto a tu Sustentador estará ese Día el destino final!
(13) Ese Día será informado el hombre de lo que hizo y de lo que dejó de hacer: (14) es más, el hombre dará testimonio contra sí mismo, (15) aunque se cubra de excusas.
(16) NO MUEVAS tu lengua deprisa, [repitiendo las palabras de la revelación:] (17) pues, ciertamente, Nos corresponde a Nosotros recogerlo [en tu corazón,] y hacer que sea recitado [como es debido].
(18) Así pues, cuando lo recitemos, sigue su recitación [con toda atención]: (19) luego, ciertamente, Nos corresponde a Nosotros hacer claro su significado.
(20) ¡NO, sino que [la mayoría de] vosotros amáis esta vida pasajera, (21) y os desentendéis de la Otra Vida!
(22) Ese Día algunos rostros brillarán de felicidad, (23) contemplando a su Sustentador; (24) y algunos rostros estarán ese Día ensombrecidos por la desesperación, (25) conociendo la terrible calamidad que está a punto de caer sobre ellos.
(26) ¡PERO NO! Cuando llega [el último aliento] a la garganta [del moribundo] (27) y la gente pregunta: “¿Hay algún mago [que pueda salvarle]?” –(28) mientras que él [mismo] sabe que esta es en verdad la partida, (29) y está inmerso en la agonía de la muerte --: (30) ¡en ese momento siente el impulso de volverse a tu Sustentador!
(31) [Pero, inútil será su arrepentimiento:] pues [mientras vivía] no aceptó la verdad, ni rezó,
(32) sino que, al contrario, desmintió la verdad y se apartó [de ella], (33) para luego volverse arrogantemente con los suyos.
(34) [Y sin embargo, ¡Oh hombre, con cada hora tu fin llega] más cerca de ti, y más cerca –(35) y aún más cerca de ti, y más cerca!
(36) ¿PIENSA, acaso, el hombre que se le dejaría hacer a su antojo?
(37) ¿No fue una vez una [simple] gota de esperma eyaculada, (38) y luego se convirtió en una célula embrionaria –y entonces Él [lo] creó y le dio forma con arreglo a su función, (39) e hizo a partir de ello los dos sexos: varón y hembra?
(40) ¿No es, pues, capaz Él de devolver la vida a los muertos?
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL
Sura Al-Qiyama es una de las tempranas revelaciones en La Meca, lo más probable es que sea la sura número 30 o 31 en el orden de la revelación.
Como muchas de las primeras suras ella es una sura fundacional, que ancla muchos de los temas que llegarán a desarrollarse más adelante.
En la tradición islámica hay muchas narraciones con relación a esta sura, en forma colectiva ellas indican la centralidad del rol que ella jugó en la época temprana del mensaje del islam.
Fue revelada después de sura Al-Fatiha, sura Al-ijlás, Al-Najam, Al-Abasa, Al-Buruj, entre otras.
Como veremos, esta sura tiene varios matices, y por ello al estudiarla he tenido que hacer pausas que me han llevado a varias reflexiones, intentando evitar que sus niveles de enseñanza no se deslicen de la mano, y siempre con la preocupación de hacer justicia a su contenido.
Entonces iniciemos la sura,
(1) ¡NO! ¡Juro por el Día de la Resurrección!
Lo que es realmente interesante es que en la tradición islámica hay una discusión con relación a si es, teológicamente hablando, apropiado para Dios jurar por el día de la resurrección. Muchas de esas discusiones tienen la influencia de sistemas filosóficos desarrollados en el mundo musulmán y fuertemente influenciados por la filosofía griega. No entraremos acá en el detalle de esa discusión, pero la pregunta fundamental que surge es, ¿Se está refiriendo Dios al día de la resurrección?, ya sea tu respuesta afirmativa o negativa, ella dependerá si tú piensas que el día de la resurrección es algo por lo cual Dios juraría. La mayoría de los eruditos alcanzó la razonable decisión de que efectivamente es posible que Dios jure por el día de la resurrección, pero debemos entender ese día con todos sus matices y sutilezas.
Por una parte Dios está haciendo notar ese día de la resurrección, y colocándolo en el centro de las cosas y asuntos de tu vida. Por otra parte el día de la resurrección, como muchos argumentaron, y como la idea central de la sura parece indicar, es también el monumental día de la transición. Es el día en el cual, y ya veremos en más detalle por qué, tú transitas de esta vida a la otra vida. Luego se vuelve algo más fascinante porque es descrito como el día en el cual estarás cayendo en una vida, pero estarás surgiendo en otra vida.
Los tafsir de orientación sufi afirmaron que era apropiado entender la expresión árabe de este primer verso como el día de la resurrección, y también como el día de la transición. También indicaron que nosotros en ese día veremos un significado que es impulsado por el mismo texto de la sura. Entonces indican que ese también es el día en que nosotros seamos capaces de levantar nuestros velos y ver la verdad de nuestra existencia. Entendido esto como un valor moral, es algo por lo cual Dios jura.
En muchos tafsir se indica que tú debes elegir una de las interpretaciones indicadas a ese día, yo creo que no, creo que es perfectamente legítimo entender que puede tener varios niveles de interpretación distintos.
Luego,
(2) ¡Que no! ¡Juro por la voz acusadora en la conciencia del hombre!
En esta expresión en árabe hay un tema gramatical que generó una interesante discusión, no discutiré la parte gramatical porque sé que está fuera del interés de la mayoría. Pero al juntar los dos versos, gramaticalmente se puede entender que Dios está diciendo que ÉL jura por el día de la resurrección pero que ÉL no jura por el alma que culpa (lo que en la traducción en uso se interpreta como la voz acusadora en la conciencia del hombre), o que Dios está diciendo que ÉL jura por el día de la resurrección y que ÉL jura por el alma que culpa. Dependiendo como se termine resolviendo este debate gramatical terminas creyendo que Dios jura por el alma que culpa o que no lo hace.
Les puedo decir que yo soy de los que analizando el tema gramatical se ha generado la opinión de que Dios si jura por el alma que culpa.
Otro tema relevante es que normalmente en el Corán Dios jura por cosas que ha creado y que son empíricamente perceptibles para el ser humano, como cuando jura por el sol, la luna, o las estrellas por ejemplo. Sin embargo, acá está jurando por un día que es parte del mundo imperceptible por los sentidos del ser humano, en nuestra vida en esta tierra no se puede alcanzar empíricamente. Lo podremos experimentar cuando suceda en otra situación, pero no durante esta vida. Con relación al alma uno se pregunta, ¿acaso Dios está jurando por un tipo de persona dentro de los seres humanos?, y esta pregunta generó entre los intérpretes del Corán una gran pausa de reflexión.
Naturalmente en esta reflexión surge la pregunta, ¿Qué es el alma que culpa?, o ¿Qué es esa voz acusadora en la conciencia del ser humano?, ¿Qué valor tiene que hace que Dios jure por ella?
Si dices que la traducción es la correcta y que efectivamente se refiere al alma que culpa, eso simplemente plantea otras preguntas, porque un alma que culpa puede ser un alma que culpa a los demás pero no se culpa a sí misma, puede ser un alma que observa las faltas de los demás pero no observa las propias, puede ser un alma que jamás se autoculpa en esta vida pero al llegar el día del juicio final ella debe asumir su responsabilidad y comienza a culparse a sí misma, pero todo esto es producto del miedo, ¿y por qué Dios juraría por eso?. Ahora, también se podría estar refiriendo a un alma que constantemente hace un proceso de introspección y toma conciencia de sus propias faltas, pero si es así, ¿cómo sabemos que esta alma que culpa no llega al punto de la paranoia, donde ya la culpa no es sólo hacia ella misma?
Entonces, y como a menudo les he dicho que nuestros ancestros se tomaban el Corán de una forma mucho más seria que nosotros, ellos generaron extensos debates sobre todo esto, y para desarrollar esos debates analizaron la historia, la gramática, y el aspecto lingüístico en términos del uso del lenguaje, y con ello desarrollaron sus ideas para resolver las preguntas que surgen de esta reflexión con relación a lo que Dios nos quiere decir en estos versos.
La que se convirtió en la posición predominante es que en estos juramentos Dios en realidad no está poniendo el foco a priori en el día de la resurrección, sino que en realidad Dios está poniendo el foco como prioridad en el alma que culpa, y que Dios nos está indicando que estudiemos el proceso por el cual nuestro ser interior se involucra con el hecho de que es un ser con responsabilidad.
Dios nos está diciendo varias cosas al mismo tiempo. Nos indica que algunos de ustedes, la forma en que se involucran con la culpa es, de hecho, que notan la falta o una acción defectuosa cometida por otros, pero son incapaces de verse a sí mismos cuando cometen las mismas acciones. Entonces, puede ser que tú tengas conciencia, pero tu conciencia, de hecho, como conciencia moralista, es una conciencia altamente selectiva que constantemente te arrastra al abismo de la hipocresía.
En nuestra experiencia humana tal vez el colonialismo podría ser el mejor ejemplo de esto. Hablan de democracia, de derechos humanos, pero luego oprimen a las personas en nombre de la democracia y los derechos humanos.
Dios también nos dice que algunos otros de ustedes simplemente no pueden confrontarse a su ser interior, y entonces no juzgan a otros pero tampoco se juzgan a ustedes mismos. Tú vida entera es una vida de escapar y evitar. Evitas la auto confrontación y evitas la confrontación con otros, y entonces tu vida entera la pasas en un estado soso.
Luego Dios nos indica que están los que constantemente están haciendo un inventario moral de su ser interior. Un inventario moral de lo que hacen, de lo que dicen, y de lo que piensan.
Entonces hay varios tipos de almas que culpan, y hay un día de la resurrección. Como dijimos el día de la resurrección podría tener tres matices. Entonces surgen las siguientes tres preguntas que están a continuación.
¿Cómo les irá a las diferentes formas de almas que culpan en el día de la resurrección?
¿Cómo les irá a las diferentes formas de almas que culpan en el día de la transformación, el día en que pasan de esta vida a la otra vida?
¿Cómo les irá a las diferentes formas de almas que culpan frente a la posibilidad de la iluminación, el día que levanten sus velos?
Entonces el primer paso para ti es que debes enfrentar el Corán como un ser pensante, una persona analítica, no como un robot, no como alguien con pensamiento de rebaño. Esto es destacable, porque el Corán te está invitando hacia los conceptos, pero poniendo la responsabilidad en ti para que pienses en lo que necesitas pensar, y esto es algo que el Corán hace a menudo.
Entonces, ¿Qué tipo de alma que culpa tienes tú?
Ahora, los teólogos dicen que algunas personas pueden llegar a no tener un alma que culpa, pero si esa es tu situación, entonces estás en un problema realmente serio. Porque entonces eres un cobarde, un insípido, una persona que nunca toma una posición en algo. Pero si este no es tú caso, te vuelvo a preguntar: ¿Qué tipo de alma que culpa tienes tú?, ¿Tienes una que está dirigida hacia afuera, o hacia tu ser interior?, y dependiendo como tú entiendas el alma que culpa, ¿Cómo te ves a ti mismo en esos tres niveles diferentes (resurrección, transformación, e iluminación)?
Luego la sura sigue con una pregunta retórica,
(3) ¿Cree el hombre que no podemos [resucitarle y] reunir de nuevo sus huesos? (4)
¡Claro que sí! ¡Somos capaces de recomponer hasta las puntas de sus dedos!
Lo interesante es preguntarse si la pregunta retórica está dirigida a la cuestión de la resurrección, y la respuesta es que no necesariamente, la cuestión relevante podría estar referida a las consecuencias. El Corán insiste que una vida sin consecuencias, sin asumir las responsabilidades, no tiene significancia. El único aspecto que le da significancia a nuestras vidas es que hay una consecuencia sobre lo que creemos y hacemos, tenemos responsabilidad.
Hay un debate muy interesante sobre la idea de reunir los huesos que expresa el verso. Algunos teólogos dijeron que la expresión asociada a reunir los huesos es solo un eufemismo asociado al traer de vuelta a los seres humanos para que se hagan responsable de lo que hicieron en sus vidas, y que de hecho no hay razón para creer que realmente los huesos volverán a ensamblarse en la resurrección. Por lo tanto esos teólogos establecen que la expresión se refiere a que Dios recreará quién eres, pero no necesariamente desde tus huesos.
Por supuesto, como me imagino que ya ustedes están suponiendo, los más literalistas como la gente de Ahlul Hadith, dicen que Dios realmente recreará los huesos.
Lo que es más fascinante es la expresión en árabe del verso 4, porque la palabra árabe “banaanah” (que en la traducción en uso se interpreta como la punta de los dedos), no necesariamente significa dedos de manos o pies, también podría significar que Dios nos puede recomponer con extremidades muy diferentes a las que teníamos en vida, y también podría significar que Dios nos puede recomponer desde nuestros más básicos e intrincados elementos. Dada esta tercera posibilidad de interpretación, la gente interesada en los aspectos científicos del Corán indica que esta palabra “banan” está haciendo referencia a los elementos más básicos de nuestro cuerpo, que serían los cromosomas y el código del ADN. Hay muchos escritos con relación a esto, pero dado que yo no soy un experto en estos temas no puedo darles mi opinión en relación con esta interpretación.
Luego,
(5) No obstante, el hombre prefiere negar lo que tiene por delante,
Este verso es como si Dios nos está diciendo que el ser humano tiende a pensar que el futuro está suficientemente lejos, y por lo tanto tienen tiempo para pecar y luego arrepentirse. El ser humano se deja llevar por el camino equivocado debido a su esperanza. Se sienten tentados, quieren divertirse, y así dejan pasar el tiempo y se demoran en pensar sobre las consecuencias.
Esto es realmente muy importante para la forma en que esta sura hablará de la muerte. Si el ser humano realmente pensara en cuan rápido todas las cosas que le llegan pasarán, ellos se darían cuenta que no deberían decir: “bueno, voy a pecar en esto ahora, y después me arrepentiré”. La tendencia del ser humano es a creer que siempre tiene tiempo para arrepentirse, pero como ha sido notado por muchos, mientras por más tiempo te mantengas haciendo algo equivocado, es más difícil que realmente te arrepientas. Mientras por más tiempo mantienes un mal hábito que es un pecado, más duro y difícil se hace el arrepentimiento, incluso llegarás a filosofar que ese hábito pecaminoso en realidad no es malo, y que por lo tanto no necesitas arrepentirte por ello. En la mayoría de los casos sucede así, y escuchas que las personas dicen: “bueno, está bien, pero aún soy tan joven, y eso puedo corregirlo luego durante mi vida”. Pero les puedo decir que las cosas en realidad no funcionan de esa manera.
Subhana Allah, en una sola frase, Dios nos muestra y enseña algo que es central en la psicología del ser humano.
Por un lado Dios nos dice que tenemos un yo consciente, pero luego también nos dice que el mayor desafío que tiene nuestro yo consciente es el indicado, el creer que puede pecar ahora y arrepentirse luego dado que tiene suficiente tiempo para ello.
Sigue la sura,
(6) [y burlonamente] pregunta: “¿Cuándo será ese Día de la Resurrección?”
La tentación cuando se lee este verso es creer que se está refiriendo a los incrédulos, ¡pero no es así!
Efectivamente se está refiriendo a los incrédulos, pero también a los creyentes. Se está refiriendo a esos creyentes que piensan que el día de la resurrección está muy lejos en el tiempo, ellos no piensan en dicho día como algo que puede suceder de forma inmediata, y no piensan en términos concretos que ellos pueden ser inmediatamente confrontados. Entonces esto nos lleva a lo que conversábamos anteriormente, esa forma de pensar de que se puede pecar ahora porque luego habrá tiempo para arrepentirse.
Esta dinámica es como si tu ser interior te dijera: “bueno, tú sabes, el día de la resurrección no sucederá mañana, y tampoco será la próxima semana, entonces puedo salir hoy con mis amigos y hacer de todo de aquello que me gusta hacer”, esto es precisamente sobre lo que estos versos nos advierten.
Luego la sura hace un giro en los siguientes versos,
(7) Pero [ese Día,] cuando la vista se nuble por el miedo,
(8) y la luna se oscurezca,
(9) y el sol y la luna sean unidos --(10) ese Día exclamará el hombre: “¿Adónde huir?”
Al nivel interpretativo más básico uno puede decir que estos versos están hablando del
día final.
Los literalistas por ejemplo indican que efectivamente el sol y la luna serán juntados en el día final, y que Dios los arrojará al fuego del infierno para elevar aún más su temperatura y así aumentar el sufrimiento de los pecadores.
Muchos otros intérpretes han dicho que, dado el lenguaje árabe usado en este verso, se entiende que en realidad el sol y la luna no irán a ninguna parte, sino que será la percepción del ser humano la que será fuertemente afectada. Por ejemplo, con relación a esto, Mataridi dice que si se observa adecuadamente el lenguaje árabe que se usa en el verso, es claro que Dios no está hablando sobre algo que le sucederá al sol y la luna, sino que será la percepción y habilidad del ser humano para observar el sol y la luna la que será muy diferente, y que sea cualquier cosa lo que pase en los cielos y en la tierra, generará una enorme impresión en las personas.
Otros muchos estudiosos del Corán dijeron que realmente el verso no indica que Dios tomará el sol y la luna para juntarlos, sino que ÉL alterará la función del sol y la luna.
Toda la explicación anterior se relaciona bien con la interpretación de que estamos hablando del día de la resurrección. Pero otros intérpretes dijeron que si observas con atención el lenguaje árabe usado, lo que se está diciendo es que habrá un momento en el cual el ser humano perderá la capacidad de observar la luna y el sol en la forma como solían hacerlo. Por lo tanto está hablando de que hay un proceso de transformación en el que mirarás hacia arriba, todavía sintiendo que estás en un espacio físico, pero no verás nada. Estos intérpretes dijeron que esto es exactamente una descripción del proceso de la muerte, esa mirada vacía que la gente tiene cuando están muriendo.
Los tafsir de orientación sufi dijeron que el sol y la luna son símbolos asociados a tu relación con la iluminación. Ellos indican que tu vista, refiriéndose en este caso a tu alma y a tu intelecto, se desarrollarán de manera que puedas ver la realidad de las cosas tal como son, o se atrofiarán. De este modo podrías llegar a ver el sol en medio del cielo pero en realidad no lo verás realmente como deberías llegar a verlo, y esto sucede especialmente porque, como dice el Corán, se ha producido la total desaparición de la luna del cielo. Entonces, para la tradición sufí, la cuestión es si te sumerges en la oscuridad total. Toma la luna de tu corazón y el sol de tu alma, y la cuestión es, ¿hacia dónde vas con tu yo interior?
Entonces, ya sea que te enfrentes al día de la resurrección o al día de la verdad, ese día de tu muerte y transformación, o te enfrentes a la realidad de tu inmersión en la oscuridad de tu existencia como si fuera un cielo sin luna, o tal vez te enfrentes complacido al saber que realmente te has elevado a alguna existencia iluminada, el quid de la cuestión es el momento en que te enfrentes a esta cuestión esencial que indica el verso 10: “¿Adónde huir?”.
Los seres humanos cuando se enfrentan a un punto de inflexión y a unas crisis cruciales, la pregunta que normalmente les surgirá es: ¿a dónde acudir?, ¿qué vías de alivio y escape están disponibles para nosotros?,
El siguiente verso indica,
(11) ¡Pero no: no habrá refugio [para ti, Oh hombre]!” (12) ¡Junto a tu Sustentador estará ese Día el destino final!
(13) Ese Día será informado el hombre de lo que hizo y de lo que dejó de hacer:
La expresión en árabe del verso 11 normalmente se traduce como que no hay refugio, pero en realidad lo que significa es que no hay opciones. No hay opciones, excepto una.
La expresión del verso 12 es extraordinaria, ella no solo indica que tu morada está con tu Señor, sino que tu fin, tu asentamiento y todo. Ella indica que todos los caminos van a una realidad última, y esa es la realidad de tu Señor, no hay forma de evitar eso, sin importar qué tipo de alma tengas.
Cuando estés con tu Señor, tú serás confrontado con tu registro, ese es el tema principal.
Los tafsir de orientación sufi señalaron que es miope creer que el darse cuenta de que todos los caminos van a la realidad de Dios sólo se hace evidente en la resurrección o en la muerte. Ellos indican que esa es precisamente la realidad en nuestra vida actual en la tierra, pero el ser humano a menudo rehúsa reconocerlo.
Luego,
(14) es más, el hombre dará testimonio contra sí mismo, (15) aunque se cubra de excusas.
Es como si Dios te estuviera diciendo: “YO sé que tú estás lleno de excusas, pero YO también sé que tú sabes, si eres o no eres, una buena persona”.
Es realmente extraordinario lo que Dios nos indica. En otras partes del Corán Dios nos indica que el ser humano fue creado con extraordinarias capacidades argumentativas, las personas saben encontrar todo tipo de razones para justificar el por qué no hacen lo correcto, y asignan las culpas de ello de una forma que les satisface. Pero en la mayoría de los casos la verdad es conocida para esas personas.
Luego, en este punto, el Corán introduce algo que podría ser realmente una sorpresa, porque inesperadamente nos mueve a otro tema,
(16) NO MUEVAS tu lengua deprisa, [repitiendo las palabras de la revelación:] (17) pues, ciertamente, Nos corresponde a Nosotros recogerlo [en tu corazón,] y hacer que sea recitado [como es debido].
(18) Así pues, cuando lo recitemos, sigue su recitación [con toda atención]: (19) luego, ciertamente, Nos corresponde a Nosotros hacer claro su significado.
Nos habla sobre el mismo Corán, y nos dice que no nos apresuremos con él, que no lo leamos como corriendo a alta velocidad.
Dios está diciendo que tendremos que recolectar el Corán, y como sabemos esto fue realizado dado que inicialmente el Corán fue escrito en pergaminos y otros elementos. Luego, después de recolectarlo, Dios indica que debe ser recitado sin apresuramiento, para finalmente seguir sus enseñanzas, y comprendiendo e internalizando sus lecciones.
Entonces acá tú deberías parar por un segundo y decir: “Haber, espera, empezamos hablando de ese día, y luego del ser, de esa alma que culpa a otros o que se culpa a si misma, y luego se nos habla de una transición, ya sea una transición hacia un día final o una transición hacia la muerte, y también se nos habla de aquella gran falacia de que puedo pecar ahora porque tengo suficiente tiempo para arrepentirme y arreglar las cosas, y luego también esa advertencia de que si soy una mala persona en realidad yo sé lo que soy, y ¿ahora me indica que debo leer el Corán muy cuidadosamente y no leerlo con prisa?”. Entonces debemos entender la gran importancia que tiene ponderar el valor de leer pausadamente, y comprendiendo lo que nos dice el Corán.
Les debo comentar que en las tradiciones pueden encontrar escritos que indican que estos versos se deben a que el Profeta (BP) cuando recibía la revelación se ponía muy ansioso. Esas tradiciones indican que, antes que el Arcángel Gabriel (P) terminara alguna revelación, el Profeta (BP) se ponía a repetir los versos revelados una y otra vez de forma muy rápida para no olvidarlos. Entonces esas tradiciones dicen que estos versos fueron para enseñarle al Profeta (BP) que debía calmarse al momento de recibir la revelación, esperar que el Arcángel Gabriel (P) la terminara, y que luego de ello la repitiera calmadamente y la comprendiera.
La verdad es que he estudiado todos los antecedentes sobre esos hadith, incluyendo las cadenas de transmisión de ellos, y les puedo decir que no tienen confiabilidad. Lamentablemente se les enseña a los niños en algunos centros islámicos. Les menciono esto porque puede ser que se encuentren en algún libro con esta interpretación.
Con relación al verso 19 quiero compartir con ustedes algo que podemos encontrar en nuestra tradición islámica, y lo hago para que también se den cuenta de cuan exuberante es ella.
El pasaje del escrito dice que en todo hay algo del mulk y del malakut, yo se que algunos de ustedes saben a lo que refiere el mulk y el malakut, y por lo tanto el Corán mismo también tiene algo del mulk y del malakut. Las partes del Corán que tienen que ver con el mulk son todas aquellas narraciones que encuentras en él que tienen que ver con leyes, lo que se debe hacer y lo que no. La parte del Corán que tiene que ver con el malakut son los significados profundos que regulan nuestra relación con la divinidad, y de hecho también la relación con nuestro propio ser interior, con nosotros mismos.
Los métodos para tratar con el mulk del Corán son diferentes a los requeridos para tratar con el malakut del Corán.
Luego de decirnos que debemos internalizar el significado del Corán, Dios nuevamente hace un giro y nos dice,
(20) ¡NO, sino que [la mayoría de] vosotros amáis esta vida pasajera, (21) y os desentendéis de la Otra Vida!
En estos versos Dios nos indica que los seres humanos tenemos un mal hábito, y que este mal hábito es que nos vemos atraídos por lo inmediato en esta vida, y es por ello por lo que tendemos a ignorar el largo plazo, en este caso la otra vida.
Luego,
(22) Ese Día algunos rostros brillarán de felicidad, (23) contemplando a su Sustentador; (24) y algunos rostros estarán ese Día ensombrecidos por la desesperación, (25) conociendo la terrible calamidad que está a punto de caer sobre ellos.
Luego de que fuimos advertidos de leer el Corán cuidadosamente, y que ponderemos adecuadamente su contenido y que lo internalicemos, y luego que nos dijera que tenemos la tendencia de focalizarnos en lo inmediato de este mundo y por ello no poner foco en la próxima vida, vienen estos versos a recalcarnos que tengamos presente que llegará ese día donde habrá rostros radiantes que llevarán sus miradas hacia su Señor, y también habrán rostros estresados y desesperados, porque se darán cuenta que un gran desastre les espera.
Luego,
(26) ¡PERO NO! Cuando llega [el último aliento] a la garganta [del moribundo] (27) y la gente pregunta: “¿Hay algún mago [que pueda salvarle]?” –(28) mientras que él [mismo] sabe que esta es en verdad la partida, (29) y está inmerso en la agonía de la muerte --: (30) ¡en ese momento siente el impulso de volverse a tu Sustentador!
Esta es una de las descripciones Coránicas más poderosas sobre la muerte.
Les leeré una parte de un escrito relacionado al verso 30. El escrito indica que idiomáticamente la expresión en árabe se refiere al momento en que una dificultad se entrelaza con otra, ¿y cuáles son esas dificultades?, la dificultad de darse cuenta en ese momento que estás dejando a tu familia, que estás dejando todas las posesiones materiales, que estás confrontando lo desconocido, que ya no puedes hacer algo sobre cualquier temor o ansiedad que pueda sobrevenirte en ese último momento, o lo que sea que veas en esos últimos momentos.
La expresión también tiene el significado que aquello que llega a estar entrelazado es que tienes un pie en esta vida, y el otro pie en la próxima, y por lo tanto estás en el proceso de estar entre ambas vidas.
Los versos siguientes nos muestran el dilema de quién está muriendo,
(31) [Pero, inútil será su arrepentimiento:] pues [mientras vivía] no aceptó la verdad, ni rezó,
(32) sino que, al contrario, desmintió la verdad y se apartó [de ella], (33) para luego volverse arrogantemente con los suyos.
¿Cuál es el dilema?
Tú no hiciste las oraciones, no hiciste caridad, en realidad tú viviste en la duda y diste a menudo la espalda al mensaje de Dios, y fuiste permanentemente a tus sistemas y modelos mentales para encontrar sustento, y así te sentiste con todos los derechos de estar en tus grupos donde encontrabas comodidad.
Hay muchos interpretes que el verso 33 lo traducen como ser arrogantes con los suyos, pero no es necesariamente eso lo que está diciendo el verso, sino más bien que tú te llegas a sentir con el derecho de algo.
Entonces, no hacías tus oraciones, no dabas caridad, tú a menudo dabas la espalda al camino de Dios, pero además de todo eso tú tenías una actitud de vida, ¿qué actitud de vida?, esa actitud de sentirse con derecho. Decías: “yo estoy bien, tengo tiempo, no me hables ahora de este tipo de cosas sobre el camino de Dios. Sí, sí, sí, yo sé, yo sé, debería rezar, debería hacer otras cosas, lo sé, muchas gracias”
Luego sigue la sura,
(34) [Y sin embargo, ¡Oh hombre, con cada hora tu fin llega] más cerca de ti, y más cerca –(35) y aún más cerca de ti, y más cerca!
Idiomáticamente estos versos son como si Dios nos dijera: “ahora ya lo has hecho, ahora ya lo has hecho”.
No necesariamente significa que algo está más cerca, sino que es como si nos dijera: “¡ya está!, ¡se acabó!, ahora tú ya lo has hecho”.
Te está dando la idea de que ya no hay escapatoria, realmente te has jodido.
Luego,
(36) ¿PIENSA, acaso, el hombre que se le dejaría hacer a su antojo?
El verso nos dice: ¿ustedes realmente creen que hay un Creador que crearía, y que luego no habría ningún tipo de consecuencias?
Luego los versos finales,
(37) ¿No fue una vez una [simple] gota de esperma eyaculada, (38) y luego se convirtió en una célula embrionaria –y entonces Él [lo] creó y le dio forma con arreglo a su función, (39) e hizo a partir de ello los dos sexos: varón y hembra?
(40) ¿No es, pues, capaz Él de devolver la vida a los muertos?
Con estos versos termina la sura.
En mi personal mirada, esta sura tuvo un enorme efecto en el desarrollo espiritual de esas primeras comunidades de musulmanes.
Entonces ahora volvamos atrás y te darás cuenta de que ahora entiendes por qué la sura al principio puede estar hablando del día de la resurrección o del día de la muerte, porque ella habló del día en que las personas mueren.
La sura también tiene esa referencia a leer el Corán cuidadosamente y a reflexionar sobre esa lectura, y si leemos cuidadosamente y reflexionamos sobre ello encontrarás que esta sura, aun cuando es breve, te muestra los distintos niveles y los principales obstáculos psicológicos de las personas.
Tú podrías tener un yo consciente que mira sus propios defectos, y entonces estarías en una buena trayectoria para tener un tipo diferente de qiyamah (lo que en el verso 1 se traduce como día de la resurrección), probablemente podrías llegar a tener tu día de iluminación en esta vida. La clave para la iluminación antes de la muerte es la capacidad de ver tus propios defectos, excluyendo el poner foco en los defectos de los demás. Si ves tus propios defectos, pero también estás atento a los de los demás de una manera que digas: "oh, sí, tengo estos defectos como los demás, eso me reconforta", entonces no habrá iluminación. La iluminación requiere un alma que ve sus propios pensamientos excluyendo los de los demás, no le importa quién es peor o mejor, sino que se compromete completamente en comprender su relación con Dios, y tiene un cierto sentimiento de vergüenza por su relación con ÉL.
La sura nos mostró otro problema psicológico en el ser humano. Si tú crees que tienes tiempo y vives diciendo: “bueno, hoy estoy cansado y entonces lo haré mañana”, o “bueno, este año no fue bueno para mí, y entonces aquello lo intentaré el próximo año”, o “este Ramadán no funcionó bien, y gasté el tiempo mirando la televisión, y bueno, el próximo Ramadán haré oraciones y recordaré más a Dios durante el ayuno”, ¡todo esto es un enorme error!
Si ponderas el Corán realmente, te darás cuenta de que él te está diciendo que si no tienes el día de tu iluminación en esta vida, cuando llegue aquel día de tu muerte, ese día será uno lleno de ansiedad, porque tú no sabrás adonde irás, ni las consecuencias que tendrás que enfrentar por lo que hiciste.
Fíjense que en esta sura Dios no nos habla del paraíso y del infierno, sino que nos habla que debemos volver a ÉL, y es por ello por lo que entonces debemos hacernos seres humanos maduros y reflexionar sobre esto.
Ahora, recuerden lo que les expliqué sobre su relación con la divinidad. Les daré un ejemplo de lo que dice un texto sobre exactamente el tipo de cosas que les estoy describiendo. El texto dice que esta sura quiere que entiendas lo que tú deberías hacer en tu vida.
Ella quiere que tu corazón se aleje de la falsedad, pero eso no puede suceder a menos que realmente sientas felicidad por encontrarte con Dios, pero eso a su vez no puede suceder a menos que seas capaz de amar a Dios y sentir la compañía de Dios en tu vida en la tierra. Pero no puedes enamorarte de Dios y sentir SU compañía en tu vida terrenal excepto con la obtención del conocimiento, pero el conocimiento en sí no puede tener lugar excepto cuando piensas en Dios durante largos períodos de tiempo, y en sí mismo no puede ocurrir sin involucrarse en largos dikr. Pero no puedes dedicarte a un dikr prolongado a menos que seas capaz de desapegar tu corazón de muchos de los placeres de la vida. Pero no podrás desconectarte de los placeres de la vida a menos que aprendas a controlar tus impulsos y deseos, y no podrás controlar tus impulsos y deseos a menos que aprendas a temer el castigo de Dios.
Es un escrito extraordinario, y todo asociado a sura Al-Qiyamah, y es fielmente representativo de su contenido.
Recuerda que el uso que haces del tiempo siempre es tú elección, y es más fácil dedicar tu tiempo a hacer algo divertido que recordar a Dios por medio del dikr.
Una última cosa.
Dado que nuestros ancestros siguieron la recomendación de esta sura, y la leyeron cuidadosamente, y ponderaron su contenido, y reflexionaron sobre ello, indicaron que hay cuatro gradaciones del alma relacionadas al alma que culpa. Estas son: Al nafs Al-Ammaria, Al nafs Al-Lawwamia, Al nafs Al-Al Murhima, y Al nafs Al-Mu’maimma.
Al nafs Al-Ammaria es la forma más primitiva de tu alma. Es el alma que te ordena satisfacer completamente tus deseos sin ninguna preocupación.
Tú debes trabajarte a ti mismo para lograr transformar esa alma en Al nafs Al-Lawwamia. Al nafs Al-Lawwamia es aquella que te ordena satisfacer tus deseos pero al menos tiene conciencia de ello, por lo que a menudo volverá y te hará responsable y te dirá: ¿por qué hiciste esto o aquello?
Luego debes trabajar para transformar tu alma y que llegue a ser Al nafs Al-Murhima. Esta es el alma que en lugar de impulsarte a querer y cumplir tu deseo, te inspira a elevarte a través del amor. No amor físico, sino amor real. Te invita a decir: "la verdadera realización está en el amor". Los teólogos dicen que está incluido el amor a los niños, el amor a tu familia, el amor a los vecinos, el amor a los amigos, pero por sobre todos ellos el amor a Dios.
Si tú trabajas y eres capaz de llenar completamente tu vida con el entendimiento del amor, a todas las cosas saludables que tú deberías amar, entonces tu habrás elevado tu alma al nivel de Al nafs Al-Mu’maimma, el alma que está en un estado sereno y tranquilo.
Todo este discurso de nuestros antepasados, que es mucho más profundo y con muchas sutilezas, y que se los he resumido en estas pocas palabras, fue completamente inspirado por sura Al-Qiyamah.
Debemos tomar el Corán con la seriedad que nuestros antepasados lo hicieron, ellos construyeron una civilización, y nosotros en nuestra época no hemos construido algo. Si Dios quiere, si lo hacemos en el futuro, es porque hemos de tomar el Corán con la seriedad que ellos lo hicieron, y podríamos construir una nueva civilización, ¡que Dios así lo quiera!
Gracias a Dios el Señor de todos los universos, esto es sura Al-Qiyama
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