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Sura 69 Al-Haqqa (La Exhibición de la Verdad Desnuda)

  • Aprende Islam
  • 20 oct 2024
  • 36 Min. de lectura

Actualizado: 27 oct 2024

Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org) 


Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.


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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA


(1) ¡AH, LA EXHIBICIÓN de la verdad desnuda! (2) ¡Qué sobrecogedora esa exhibición de la verdad desnuda!

(3) ¿Y qué te hará comprender qué será esa exhibición de la verdad desnuda?


(4) ¡[LAS TRIBUS de] Zamud y Aad desmintieron [los anuncios de] esa calamidad repentina!

(5) En cuanto a los Zamud –fueron destruidos por un violento temblor [de tierra]; (6) y los Aad –fueron destruidos por un rugiente vendaval, (7) que Él desató contra ellos durante siete noches y ocho días sin parar, hasta que al final podía verse a aquella gente tendida [sin vida], como troncos huecos de palmera [arrancados]: (8) ¿y ves ahora rastro alguno de ellos?

(9) Y también Faraón, y [muchos de] los que vinieron antes de él, y las ciudades que fueron vueltas del revés --[todos ellos] incurrieron en pecado tras pecado (10) y se rebelaron contra los enviados de su Sustentador: ¡y entonces Él los agarró con una presa sumamente severa!

(11) [Y] en verdad: cuando las aguas [del diluvio] desbordaron todos los límites, fuimos Nosotros quienes os transportamos [a lugar seguro] en aquel arca flotante, (12) para hacer de todo esto un recordatorio [perdurable] para todos vosotros, y para que todo oído atento lo retuviera conscientemente.

(13) ¡[Tened presente,] pues, [la Última Hora,] cuando se haga sonar la trompeta [del Juicio] con un solo trompetazo, (14) y la tierra y las montañas sean alzadas y pulverizadas de un solo golpe!

(15) Ese Día habrá ocurrido lo que ha de ocurrir; (16) y el cielo se partirá en pedazos - pues ese Día se hará quebradizo--; (17) y los ángeles [aparecerán] en sus extremos, y, sobre ellos, ocho portarán en alto ese Día el trono de la omnipotencia de tu Sustentador....

(18) Ese Día se os hará comparecer: ni [siquiera] el más secreto de vuestros actos quedará oculto.

(19) Aquel cuyo registro le sea entregado en su mano derecha, exclamará: “¡Venid todos! ¡Leed mi registro! (20) ¡En verdad, sabía que tendría que enfrentarme [un día] a mi cuenta!”

(21) Gozará, entonces, de una existencia placentera, (22) en un paraíso elevado, (23) cuyos frutos estarán al alcance de la mano.

(24) [Y se dirá a todos esos bienaventurados:] “¡Comed y bebed complacidos por todo lo [bueno] que adelantasteis en días pasados!”

(25) Pero aquel cuyo registro le sea entregado en su mano izquierda, exclamará: “¡Ojalá no me hubiera sido mostrado mi registro, (26) ni hubiera conocido mi cuenta! (27) ¡Ojalá esta [muerte mía] hubiera sido el fin de mí! (28) ¡De nada me sirve cuanto he poseído, (29) [y] se ha desvanecido mi poder de argumentar!”

(30) [Entonces se dará la orden:] “¡Cogedle y encadenadle, (31) y luego hacedle entrar en el infierno (32) y luego sujetadle a una cadena [de pecadores como él --una cadena] de setenta codos de largo:(33) pues, ciertamente, no creyó en Dios, el Grandioso, (34) ni instó a dar de comer al necesitado: (35) por eso, hoy no tiene amigos aquí, (36) ni más comida que la porquería (37) que nadie come sino los pecadores!”


(38) ¡PUES NO! ¡Juro por todo lo que podéis ver, (39) y también por todo lo que no podéis ver!

(40) Ciertamente, este [Qur’án] es en verdad la palabra [inspirada] de un noble enviado, (41) y no la palabra de un poeta --¡qué poco creéis!--; (42) ni la palabra de un adivino --¡qué poco recapacitáis!: (43) es una revelación del Sustentador de todos los mundos.

(44) ¡Y si [aquel a quien se la hemos encomendado] hubiera osado atribuirnos cualquier dicho [suyo], (45) ciertamente, le habríamos agarrado por su mano derecha, (46) luego le habríamos cortado en verdad su vena yugular, (47) y ninguno de vosotros podría haberle salvado!

(48) Y, realmente, este [Qur’án] es en verdad un recordatorio para quienes son conscientes de Dios.

(49) Y, ciertamente, sabemos bien que entre vosotros hay quienes lo tachan de mentira: (50) pero, ciertamente, ese [rechazo] llegará a ser en verdad una fuente de amargo pesar para quienes niegan la verdad [de la revelación de Dios] –(51) ¡pues, realmente, es sin duda la verdad más cierta!

(52) ¡Glorifica, pues, el grandioso nombre de tu Sustentador!



COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL


Hay varios reportes que indican que esta sura fue revelada inmediatamente después de sura Al-Mulk, y justo antes de sura Al-Ma’arij. Esto haría que en términos del orden de la revelación ella podría ser la 77, o 78 o 79, y por lo tanto sería una sura revelada en forma posterior al evento del viaje nocturno del Profeta (BP), y cerca del fin del período tardío de La Meca.

Lo anterior hace a esta sura interesante en varios aspectos porque temáticamente ella parece comunicar lo que ya ha sido comunicado en las suras de la época temprana de La Meca, hablando sobre la vida del más allá, sobre la responsabilidad de lo que hacemos con nuestras vidas, sobre el castigo, y sobre el destino de pueblos y naciones del pasado, y siendo una sura bastante corta haría que dichos temas sean prácticamente el enfoque principal de la sura. Pero como dijimos anteriormente, hay una serie de suras cortas, que son del orden de seis, que fueron reveladas justo antes de la migración a Medina, y que parecen subrayar los puntos esenciales, o los puntos fundamentales, que se deben tener en cuenta con relación a lo que vendría. Es literalmente como si estuvieras entrenando a unas personas que van a ir a una misión, y tienes un programa de entrenamiento que es matizado y complicado, y justo antes de la salida, justo antes de que se vayan a lanzar a la misión, les vuelves a destacar las instrucciones básicas para que no olviden los aspectos relevantes.

El lenguaje mismo de esta sura, aun cuando es una sura corta y en una primera mirada pareciera que está resaltando temas que ya habían sido resaltados por suras anteriores, es un lenguaje que aborda el intelecto, la psicología, y la consciencia de los receptores de la sura. Dado lo anterior no es sorprendente que encontremos que la sura jugó un papel importante, ya que aparece en muchos aspectos de la teología islámica, y en la trayectoria del pensamiento islámico.


Se inicia la sura,


(1) ¡AH, LA EXHIBICIÓN de la verdad desnuda! (2) ¡Qué sobrecogedora esa exhibición de la verdad desnuda!

(3) ¿Y qué te hará comprender qué será esa exhibición de la verdad desnuda?


La sura comienza con la palabra árabe “al-haqqa” en el versículo 1, en la traducción del Corán al inglés que lleva como nombre “The Study Quran”, interpretan los tres primeros versículos como:


1 La realidad innegable

2 ¿Qué es la realidad innegable?

3 ¿Qué te informará de la realidad innegable?


Estoy seguro de que muchas traducciones del Corán traducen “al-haqqa”, en lugar de “la realidad innegable”, con palabras que connotan la vida en el más allá, y esto es parte de lo que nosotros veremos que es bastante fascinante sobre esta sura.

Por una parte, en lugar de la palabra “al-haqqa” el Corán podría haber usado otro término para referirse al día del juicio final. Sabemos que hay muchas palabras en el Corán que describen el día final, como por ejemplo: al-waaqia, al-qaari'a, iaumul tanad, al-tamma, as-sajja, y otras, y todas estas son palabras que podrían indicar el día final. Todas ellas son palabras asociadas a términos descriptivos, por ejemplo “al-tamma” es una palabra que significa “el día de la gran aflicción”, “as-sajja” es una palabra que significa “el día de la gran tribulación”, “al-waaqia” es una palabra que significa “el día del gran evento”, “al-qaari’a” es una palabra que significa “el día de la gran turbulencia”. Entonces el día final, día que el Corán menciona y resalta una y otra vez, no es solo un día asociado a transformaciones, sino que también es un día sobre el cual Dios, en forma constante y consistente, nos invita a tener presente para vivir nuestras vidas a la luz de la inevitabilidad de que dicho día estará en nuestro futuro.

Todas estas palabras descriptivas que hacen referencia al día del juicio son comprensibles, pero luego llegamos a esta palabra “al-haqqa”, la cual a un primer nivel podemos interpretarla simplemente como una referencia al día del juicio, pero por otra parte, en la misma forma que decimos que “al-qaari’a” es el día de la gran turbulencia porque la palabra significa precisamente eso, llegamos a la palabra ”al-haqqa” y nos encontramos con una referencia al día del juicio que hace uso de una palabra que encarna numerosas sutilezas y capas de significado.


La palabra “al-haqqa” se deriva de la palabra “haq”, que significa “el derecho” o “la verdad”. Entonces, si por ejemplo tú tienes derechos sobre algo puedes decir que tú tienes “haq” sobre eso, y si tú estás hablando la verdad de algo entonces puedes decir que estás hablando “haq”.

Cuando Dios se refiere a aquel día como “al-haqqa”, hay un aspecto gramatical sutil sobre la forma usada. El versículo no dice el día del “haq” sino que dice el día del “haqqa”, y cuando se usa esta segunda forma en lugar de la primera, la importancia de ello es que se está indicando que ese es el día en el cual las cosas se hacen debidamente, o los derechos se establecen debidamente. Es el día de la verdad, es el día en el cual la verdad queda claramente establecida. Es el día en el que la justicia es absoluta, y es el día en que los derechos son reivindicados.

Lo que esto significa es que, por la naturaleza misma de la palabra, podemos decir que dicho día es el día de la claridad y de la resolución. Es el día en el cual habrá resolución y claridad sobre los diversos matices de confusión, las diversas preguntas, los diversos desconciertos, y todo lo que nos atormentaba en la vida por falta de claridad y precisión.

Cuando tú dices la palabra “haq” eso significa “verdad”, “derecho”, “justicia”, pero cuando dices “al-haqqa” es más imperativo, más pertinente, más apremiante.

También podemos decir que cuando el versículo dice “al-haqqa” implica que ese es el día en el cual toda corrupción, todo intento de deformar o corromper algo, todo intento de mentir sobre algo, será señalado.

Podríamos estar hablando sobre las distintas connotaciones de esto por mucho tiempo, porque ella es una extraordinaria expresión.

El primer versículo te entrega esta expresión, y luego el segundo y tercer versículo te cuestionan sobre tú conocimiento sobre ella.

Esto generó una profunda reflexión: Cuando Dios nos dice lo indicado en los tres primeros versículos, ¿Se está ÉL simplemente refiriendo a lo que luego leemos en esta misma sura en el versículo 15?

En el versículo 15 es donde Dios llama a ese día como “al-waaqia”, que significa “el día del gran evento”. ¿Entonces con los tres primeros versículos Dios se está simplemente refiriendo al “al-waaqia” ?, o, ¿está la apertura de la sura alertándonos de algo que está más allá de lo que significa “al-waaqia”?

Lingüísticamente, si lees la sura sin considerar el contexto, dirías que no hay nada en el propio lenguaje que te indique que “al-haqqa” se refiere en forma exclusiva al día del juicio, sino que “al-haqqa” podría referirse a la inevitabilidad o necesidad de un proceso que termine en el sostenimiento de la verdad, de la justicia, y de los derechos.

Entonces por un lado podrías indicar que esto se refiere al día del juicio final, pero por otro lado, lingüísticamente, podría tener una connotación normativa, la cual sería que tú debes establecer la verdad factual, la justicia, y los derechos. Puedes encontrar que se ha escrito mucho sobre esto en la tradición islámica.

En la tradición sufí encuentras dos referencias asociadas al término “al-haqqa”. Una de ellas es una referencia al día del juicio, y la otra está asociada a una tradición que indica que Omar Ibn Al Jattab dijo: “Pídete cuentas a ti mismo antes de que te pidan cuentas “. Entonces, debido a esta tradición, indican que “al-haqqa” es un recordatorio del imperativo de tener un proceso en tu vida que finalice en la iluminación individual. Esa iluminación individual en la cual la falsedad se disuelve, esa iluminación que un día llega y en la cual se disuelven las mentiras, las falsedades, y los engaños con los que has vivido y que han plagado tu vida, y que han provenido de la corrupción de tu ego. Si el ego está corrompido entonces tus percepciones están corrompidas, y si tus percepciones están corrompidas entonces tu conciencia está corrompida, y si tu conciencia está corrompida entonces tu intelecto no funciona como debería, y el corazón no responde como debería.

En mi opinión, mientras los tafsir de orientación sufí claramente ven “al-haqqa” como un término que nos trae una connotación normativa en lo asociado a la transformación e iluminación individual, si ustedes observan el lenguaje y el balance de la sura, como lo veremos, y piensan sobre todo lo que hemos dicho sobre este término, creo que es limitar innecesariamente el alcance de la expresión al entenderla simplemente como una referencia al día del juicio o a la transformación e iluminación individual. Esto porque si vamos a hablar sobre el imperativo de la verdad, la justicia, y los derechos, ellos no se pueden lograr solo desde una perspectiva individual. Si tu contexto y sociedad es corrupta, independientemente de la cantidad de iluminación que puedas alcanzar individualmente, siempre hay un límite a lo que puedes lograr. Dicho sin rodeos, independientemente de lo justo que seas como individuo, si vives en una sociedad injusta, el resultado inevitable es que tu justicia tiene un límite, solo puedes llegar hasta cierto punto. De hecho el límite de cuán lejos puedes llegar a menudo puede ser completamente contraproducente, porque el centro de todos los significados de “al-haqqa” al interior de la interpretación sufí es superar el egoísmo, y la literatura sufí se focaliza en indicar que tú no puedes ser un ser humano egoísta porque el egoísmo derrota cualquier cosa, pero si supero mi egoísmo, ¿qué es lo que se exige de mí desde el punto de vista islámico? Bueno, desear para otros lo que deseo para mí mismo, pero si vivo en una sociedad injusta tendré severas limitaciones en cómo puedo ayudar a otros, tendré severas limitaciones con relación a lo que puedo o no puedo decir sobre la verdad, tendré severas limitaciones con relación a recomendar el bien y oponerme al mal, tendré severas limitaciones con cualquier cosa que pueda chocar, no con las instituciones que sostienen el poder, sino con individuos con poder. Entonces por ejemplo si una mujer se acerca a mí y me dice: “Hay un hombre muy poderoso que está acosándome sexualmente”, yo no podré ayudarla si estamos en un contexto de una sociedad completamente injusta, islámicamente debo ayudarla pero no podré, porque en una sociedad injusta si la ayudo seré destruido por ese hombre poderoso. Si alguien viene a pedirme ayuda, como sucede todo el tiempo desde sociedades injustas, y me dice: “esta persona corrupta me sacó de mi casa y me está persiguiendo”, lo que me sucede es que siempre estoy limitado en ayudar como quisiera. Entonces la aproximación sufí indicando que debes focalizarte en tú mismo de forma individual en el camino de tu iluminación, yo lo entiendo como un proceso hacia algo, pero si ese algo no es hacia una sociedad justa, entonces por definición esa interpretación es defectuosa y deformada. Imagina que eres una persona en estado de iluminación y entonces entiendes la realidad, pero no puedes hablar ni hacer algo, de una forma tal que es como si vivieras en una prisión, ¿Cómo puede ser eso islámico?


Entonces, los tafsir sufís interpretan estos tres versículos como un llamado para la liberación e iluminación individual, y yo respeto esa interpretación, pero creo que ella nos deja solo en la mitad del camino. Por otra parte los tafsir tradicionales entendieron estos tres versículos como una simple referencia a la otra vida.

Creo que ambos son defectuosos, porque creo que esto no solo es una cuestión de liberación e iluminación individual o de la otra vida, sino que es el llamado imperativo de todo lo que tiene que ver con los tres aspectos mencionados: la verdad factual, la justicia, y los derechos; y eso no es posible a menos que vayamos más allá de los individuos, hacia el imperativo social de “al-haqqa”.


En la tradición islámica hay una historia sobre una persona llamada Al-Hayyay, y él era un gobernador horriblemente tirano que arrestaba y torturaba a quien lo criticara. Por otra parte había una persona que era el imam de la mezquita de Damasco, a la cual iba Al-Hayyay, y cada vez que el imam lideraba la oración recitaba esta sura Al-Haqqa. Entonces pareciera que Al-Hayyay entendió el motivo de ello y le preguntó: ¿por qué recitas siempre esta sura?, y el imam le respondió: “porque amo esta sura”, entonces Al-Hayyay le dijo: “lee cualquier otra sura”, y el imam volvió a recitar sura Al-Haqqa. La historia indica que el imam fue arrestado y torturado hasta su muerte, y que durante todo ese proceso el imam una y otra vez repetía los tres primeros versículos de esta sura. Todos quienes han estudiado esta historia han entendido que lo que el imam estaba haciendo era preguntar: ¿Dónde está la verdad de los hechos?, ¿Dónde está la justicia?, ¿Dónde están los derechos de las personas?


Entonces cuando hablas de “al-haqqa” es como estar diciendo: ¿Qué derechos se deben tener?, ¿Han pensado qué derechos deberían tener?, ¿realmente han pensado en qué derechos deberían tener? Frente a estas preguntas la orientación tradicional te responde que sí, pero te indican que Dios está hablando de la otra vida. ¿Pero entonces, hasta que lleguemos al más allá, se supone que simplemente debemos posponer el pensamiento sobre “al-haqqa”?


No recuerdo donde leí que en la época de las rebeliones durante los califatos Abbasidas, los rebeldes en las manifestaciones clamaban gritando una sola palabra: “al-haqqa, al-haqqa”, y lo que significaba era que ellos estaban siendo tratados de forma injusta. Entonces era entendido por los árabes de aquella época que cuando decías “al-haqqa” no estabas hablando sobre la otra vida, sino que estabas hablando sobre los derechos que merecías en esta vida.


Sigue la sura,


(4) ¡[LAS TRIBUS de] Zamud y Aad desmintieron [los anuncios de] esa calamidad repentina!

(5) En cuanto a los Zamud –fueron destruidos por un violento temblor [de tierra]; (6) y los Aad –fueron destruidos por un rugiente vendaval, (7) que Él desató contra ellos durante siete noches y ocho días sin parar, hasta que al final podía verse a aquella gente tendida [sin vida], como troncos huecos de palmera [arrancados]: (8) ¿y ves ahora rastro alguno de ellos?


Sabemos que a la gente de Zamud es a quienes les fue enviado el profeta Salih (BP), y a los Aad les fue enviado el profeta Hud (BP).

A menudo se señala que la gente de Zamud era gente cuyos recursos de agua eran limitados, y el versículo 5 usa la palabra árabe “ta’iia” para indicar por medio de lo cual fueron destruidos. En el caso de los Aad era gente que tenía agua en abundancia, y el versículo 6 usa la palabra árabe “riihin sarsarin” para indicar por medio de lo cual fueron destruidos.

En los tafsir tradicionales no se encuentra mucha variedad en la discusión sobre estos versículos, ellos simplemente indican que ambas tribus fueron destruidas por un cataclismo cuya denominación en árabe tiene los nombres indicados en este contexto.

En otros comentarios del Corán, y no necesariamente solo en los de orientación sufí, sino en algunos que pudiendo ser clasificados como tradicionales tienen una aproximación más profunda sobre estas expresiones usadas para referirse a dichos eventos cataclísmicos, como es el caso del tafsir de Razi, y también por ejemplo el de Mataridi.

En el caso de “al-ta’iia” se refiere a cualquier cosa que es abrumadora debido a que ella es o se produce en exceso, y que al mismo tiempo corrompe. Entonces puedes encontrar en varios tafsir que ellos observan que los Zamud era gente de recursos modestos, y recuerden la prueba a la cual fue puesta esta gente de compartir su agua con la camella aun cuando dicho recurso era extremadamente escaso para ellos, y recuerden que ellos fallaron en dicha prueba y terminaron matando a la camella. Entonces muchos tafsir indicaron que cuando el Corán dice que ellos fueron destruidos por el “al-ta’iia” no solo se está refiriendo a un evento cataclísmico que finalmente los destruyó, sino que también lo que precedió a ese evento fue que ellos sufrieron por su egoísmo, su codicia, su falta de carácter caritativo, que los llevó finalmente a convertirse en un pueblo completamente ignorante, un pueblo que fundamentalmente tenía muy poco uso del pensamiento, del conocimiento, de la investigación, y que los llevó a vivir una oscuridad tras otra. Entonces, Dios podría haber elegido una palabra que manifestara directamente el sentido que la destrucción fue por medio de un evento cataclísmico, sin embargo Dios eligió una palabra como “al-ta’iia”, que podría significar un evento cataclísmico, pero que también podría significar todo un proceso de destrucción por medio de la ignorancia.


Con relación a la tribu de Aad, la expresión “riihin sarsarin” hace referencia a un viento muy ruidoso y helado. Ellos sufrieron este viento por 7 noches y 8 días hasta que todos murieron, y las personas quedaron tendidas como troncos de árboles. Recuerden que el pecado de la gente de Aad fue el exceso, ellos fueron promiscuos, vivían en un exceso de lujo, y todo ello los llevó con el tiempo a generar un exceso de ideas fantásticas sobre Dios. Vivián con la sensación que tenían el derecho de todo lo que poseían, y entonces dieron por garantizado que Dios les daría siempre todo lo que tenían. Como resultado de ello fueron destruidos por un viento, siendo que el viento normalmente se considera como fuente de bendición, pero en este caso fue un viento en exceso, un viento demasiado abundante, y el exceso de ese viento fue la causa de la destrucción de los Aad.

Entonces, podemos entender esto en su significado literal o lo podemos entender alegóricamente. Especialmente en la tradición sufí esta parte asociada a la descripción de la destrucción de los Aad fue entendida tanto literalmente como alegóricamente.

En la tradición sufí se indica que la sura comenzó con “al-haqqa”, y que al-haqqa es la referencia a la verdad que es obvia, y que el vivir en el exceso y en el lujo, especialmente como le sucedió a los Aad, los llevó a no ser capaces de reconocer esa verdad que es obvia. Luego se detienen e indican que es significativo que Dios indique que los Aad fueron expuestos a dicho viento por 7 noches y 8 días, y se preguntaron: ¿Por qué Dios nos está indicando que ellos fueron expuestos a ese viento ruidoso y frío por 7 noches y 8 días hasta que llegaron a quedar tendidos como troncos? Entonces ellos entendieron esto de una forma alegórica. Indican que Dios nos está alertando sobre 7 pecados mortales, tan mortales como dicho viento ruidoso y frío, y los 7 pecados mortales son:


• La ira. La incapacidad de controlar tu temperamento

• La codicia. Es cuando todo lo que consumes lo haces en exceso, ya sea la comida, el sexo, u otras cosas.

• La desesperación.

• La envidia.

• La tacañería.

• La cobardía.

• La arrogancia.


Luego ellos discuten lo asociado a los 8 días, pero no hablaremos de ello porque nos llevaría demasiado tiempo.

Entonces estos siete pecados dejarían a un ser humano hueco o vacío en su interior como un tronco seco de palmera. Sería un ser humano que existe físicamente pero que espiritualmente está muerto.

En los tafsir sufí ven como muy significativo que cuando se habla de la gente de Zamud, Dios simplemente indica que ellos fueron destruidos por su ego e ignorancia, y por algo tan poco sofisticado como no querer compartir y no tener un sentido de caridad. Pero cuando llega a la gente de Aad se nos indica que dicho viento ruidoso y frío es una alegoría de los 7 pecados mencionados, que dejan el interior del ser humano vacío. Entonces, si tienes los pecados como los que tenían los Aad, tu habilidad para ver “al-haqqa”, no solo como una referencia a Dios, sino que también como una referencia a los derechos que merecen las personas, y a la justicia, y a la verdad de los hechos, será nula. Si tú sufres de esos defectos morales no tendrás la capacidad para ver dichas realidades. Para seguir el camino de Dios debes limpiar tu interior de esos pecados.

El versículo 8 les indica a los mecanos que reflexionen sobre si esos pueblos dejaron algún rastro.

En particular en los tafsir sufí indican que esta pregunta está realizada directamente a cada uno de nosotros. Dios te está preguntando a ti: ¿has considerado como esos pecados o defectos morales desvían a las personas?


Sigue la sura,


(9) Y también Faraón, y [muchos de] los que vinieron antes de él, y las ciudades que fueron vueltas del revés --[todos ellos] incurrieron en pecado tras pecado (10) y se rebelaron contra los enviados de su Sustentador: ¡y entonces Él los agarró con una presa sumamente severa!

(11) [Y] en verdad: cuando las aguas [del diluvio] desbordaron todos los límites, fuimos Nosotros quienes os transportamos [a lugar seguro] en aquel arca flotante,


Al final del versículo 9 se usa una expresión árabe que literalmente indica aquello que trae falsedad y corrupción (en la traducción en uso se interpreta como “las ciudades que fueron vueltas del revés”). ¿Por qué el Corán no es más explícito?, ¿Por qué no nos habla directamente de “aquellos que subvierten y traen injusticias y desigualdades? Nuevamente les digo, cuando lees el Corán debes saber que cada palabra en él es usada intencionalmente, no hay usos al azar de cada palabra.


Luego el versículo 10 indica que ellos desobedecieron a los profetas de Dios, sin especificar a que profeta, y finalmente se nos indica que ellos fueron castigados y sufrieron las consecuencias por ello. La expresión asociada a ese castigo tiene la connotación de cuando se desarraiga algo de alguien debido a sus propias debilidades. Entonces se refiere a que ellos fueron destruidos por sus propios medios, sus propios pecados los destruyeron.

En los tafsir tradicionales indican que esto es una clara referencia a quienes desobedecieron al profeta Moisés (BP), al profeta Noé (BP), y a otros profetas. En los tafsir de orientación sufí se indica que la razón por la cual Dios no nombra a ningún profeta en este versículo es porque ÉL te está llevando a reflexionar sobre algo más profundo, y esto es que el profeta que has desobedecido es tu intelecto que guía hacia la verdad, pero ellos no se están refiriendo al intelecto racional, sino a aquel intelecto que guía hacia la sabiduría. Se refieren a esas fuentes internas en tu ser que te hablan y te indican que ser un faraón es algo que está mal, que la hipocresía está mal, y que las decepciones y mentiras con las cuales afectas a otros están mal. Ese es el profeta interno que estás desobedeciendo, y que al hacerlo finalmente te estás guiando hacia tu destrucción.


Luego el versículo 11 pareciera que nos habla del diluvio que vivió Noé (BP) y nos indica que todos nosotros somos descendientes de aquellos que se salvaron en el arca, pero en realidad el versículo no nombra al profeta Noé (BP). El lenguaje suena expansivo y posiblemente ambiguo.

Los tafsir tradicionales lo interpretan como una referencia al profeta Noé (BP), pero en los tafsir sufí se interpreta que el diluvio del que se habla es la inundación en tu ser que te produce pérdida de perspectiva sobre la realidad de este mundo, y que te lleva al apego emocional con las cosas materiales, y que finalmente te hace caer enamorado de tus propios caprichos. Interpretan que el barco que te puede salvar de ese diluvio es la shari’a, pero en este contexto shari’a no la entienden como el aspecto técnico de la ley, sino el aspecto ético y moral de ella.

Si estás plagado de los pecados de la gente de Aad, y si estás plagado de los pecados de faraón, y eso te ha llevado a perder toda perspectiva ética y moral, y has llegado a estar sobrepasado por esa inundación, entonces te queda solamente una esperanza, y esa esperanza es que vuelvas a apegarte al camino de los principios éticos y morales del camino de Dios.

Los tafsir tradicionales nos indican que estos versículos hablan primero de faraón y de aquellos que vivieron antes de faraón, y que todos ellos fueron destruidos por sus falsedades y pecados, y que luego Dios envió a Noé (BP) y sucedió lo del diluvio. Pero lo que no responden los tafsir tradicionales es el por qué el lenguaje es como es en esta sura. Ya hemos encontrado antes el tema del uso del lenguaje, y de cómo lo que pareciendo ser el mismo tema en realidad el lenguaje transmite diferentes matices de significado. Esto ya lo vimos en la sura Al-Mulk, y ahora vemos nuevamente en sura Al-Haqqah la misma dinámica.


Más allá de lo que yo llamo tafsir tradicionales, veamos lo que indican tafsir que se focalizan en el uso del lenguaje. Faraón siempre se ha entendido como un símbolo de la tiranía del ser interior, la tiranía del ego sobre el ser interior. En los tafsir no tradicionales, que son los tafsir que no se basan solamente en los reportes transmitidos, se focalizan en los términos del lenguaje usados en estos versículos en este contexto. Entonces siendo faraón el símbolo de la tiranía, eso es similar para todo faraón anterior a faraón y para todo faraón que existirá hasta el día final. La presencia de faraón ya sea individual o colectivamente, representa ese tipo de tiranía del deseo que deja un ego sin restricciones, y que lo expande y lo lleva a auto considerarse importante. Ese fenómeno sobre el ego impacta sobre el alma, lo que le hace al alma es que en directa proporción a la expansión del ego, ella disminuye. El alma se vuelve cobarde y es como si se quebrara, pero no es solo el alma de la persona la que sufre esto, sino que también lo sufren las almas que están en su entorno.

Mientras más te conviertes en un faraón, en mayor grado tu tiranía produce contracción en el alma de los otros, porque tu ego es tan grande que no deja espacio a los otros, o también puede suceder que los egos de los otros colisionen con el tuyo, y entonces llega a ser un tema sobre quién tiene más poder para imponer sus deseos.

Un ego expandido produce en las personas una consistente y persistente incapacidad para observar y tener consciencia de la verdad. Cuando tienes por una parte un ego extremadamente expandido y por la otra parte tienes egos contraídos, lo que se produce es una dinámica corrupta, y en este tipo de dinámica nunca se podrá perseguir la verdad.

Los tafsir de orientación sufí no enfatizan esto, y yo creo que es obvio que se debe enfatizar, porque no es solo un tema de fallar en obtener los derechos que uno mismo merece, sino como el mismo Corán lo dice, debe ser en el marco de toda la sociedad. Si tú tienes un faraón en la sociedad, o tienes una sociedad plagada de faraones, o una sociedad que no tiene mecanismos para restringir a los faraones, ¿qué es lo que le pasa en ese tipo de sociedad a las personas que están rodeadas por esos faraones?

Estamos hablando de ese tipo de sociedad en la cual si alguien es rico entonces puede hacer lo que se le antoje, o puede poner los términos que desee a los acuerdos que haga, o puede hacer que lo que aplica para los otros no aplica para él, ¿qué es lo que le pasa en ese tipo de sociedad a las personas que están rodeadas por este tipo de personas? Sus ego se contraen, y entonces en esa dinámica no es posible que las personas lleguen a tener consciencia de la verdad. En ese caso en dicha sociedad se vuelve imposible alcanzar la justicia. El efecto más concreto de esto es la hipocresía, los faraones generan hipocresía. La existencia de un faraón implica la existencia de hipocresía, pocos pueden ser verdaderamente veraces en la presencia de un faraón, porque la verdad hiere y se vuelve muy peligrosa, y entonces la gente a su alrededor habla con doble sentido y actúa sin sinceridad, y el lenguaje deja de significar lo que realmente significa, y todos se orientan a apaciguar al faraón.


Demos un paso atrás para revisar lo que hemos dicho.

¿Por qué los tafsir tradicionales entienden esto de una forma y los tafsir de orientación sufí lo entienden de otra forma?

Los tafsir de orientación sufí indican que Dios en esta sura Al-Haqqa utiliza un lenguaje que deja intencionalmente abiertas las posibilidades de distintos significados, dado que cuando Dios quiere ser específico en decir algo lo es, sin embargo en esta sura no lo es. En los tafsir tradicionales se indica que con bastante claridad se entiende a lo que se está refiriendo la sura.

Con relación a esto yo tiendo a estar de acuerdo con lo indicado por los tafsir de orientación sufí, pero tomo esto más allá de lo que ellos lo hacen. Con esto quiero decir que con relación a esta sura, si tú la entiendes especialmente en los tiempos en que fue revelada, y especialmente que fue revelada después de sura Al-Mulk, y considerando los temas que trata sura Al-Mulk, y considerando todos los temas de las suras que fueron reveladas y que llevaron al evento del viaje nocturno del Profeta (BP), y a los revelados justo después de dicho evento, sura Al-Haqqa no transmite nada menos que lo que dice el gran título de la sura Al-Haqqa, que es “al-haqqa”, que es la verdad factual, la justicia, y los derechos.

Es absolutamente correcto, como lo entienden los tafsir de orientación sufí, que la sura para abordar estas cuestiones utiliza un lenguaje que es expansivo, y que abre posibilidades de interpretación y una visión moral más profunda que permite comprender por qué existe este lenguaje en esta sura, pero no puede acotarse al nivel de la iluminación individual.

Sura Al-Haqqa habla claramente, no solo del individuo, sino más allá del individuo. Es requerida una dinámica social para que se generen conjuntamente la verdad factual, la justicia, y los derechos. Ello no sucede con solo una dinámica individual.


Sigue la sura,


(12) para hacer de todo esto un recordatorio [perdurable] para todos vosotros, y para que todo oído atento lo retuviera conscientemente.


Es usual encontrar en varias partes del Corán que cuando se habla de recordatorio algunas veces se refiere al mismo Corán, y otras veces a la práctica de recordar a Dios. Lo que es distinto en esta sura es la referencia a “oídos atentos”. ¿Por qué oídos atentos, qué significa que se diga esto?

Los tafsir tradicionales no hicieron una pausa para reflexionar sobre esta expresión. Ellos a menudo asociaron a este versículo un hadith del Profeta (BP) que indica que él le dijo al Imam Ali (que Dios ilumine su cara), en referencia a esta expresión: “yo le ruego a Dios que esos sean tus oídos Ali”, y entonces Ali ibn Abi Talib luego indicó: “Desde que el Profeta (BP) hizo esa súplica a Dios, todo lo que escuché del Profeta (BP) nunca lo olvidé”. La implicación de esto en los tafsir tradicionales es que esta expresión es equivalente a una persona atenta y con buena memoria. En estos tafsir no encuentras mucha más elaboración que esto.

Lo que encuentras en otros tafsir, y también en los de orientación sufí, es que esta expresión se refiere a los oídos con un instinto innato al interior de las personas. En tafsir con una orientación más racional, como por ejemplo en Razi o Samajshari, ellos indican que esta expresión en este versículo es en primer lugar una referencia a una escucha cuidadosa y atenta, una escucha con consciencia, y en segundo lugar es una referencia al esfuerzo por recordar lo que se ha oído y de reflexionar sobre ello, y finalmente a transformar en acción lo que se ha aprendido de ello. En este contexto ellos a menudo hacen referencia a un hadith atribuido al Profeta (BP), que indica que para una vida con sentido se necesita un erudito que hable y oyentes conscientes de lo que escuchan. Entonces el hadith indica que necesitas la dualidad de buenos eruditos y oyentes, y es por ello por lo que este hadith refuerza esta interpretación de este versículo.

Ahora, noten que esta expresión “oídos atentos” es usada para cerrar o completar toda una sección de esta sura. Recuerden que ella se inició haciendo referencia a “al-haqqa”, luego nos habló de la responsabilidad y de la necesidad de la existencia de responsabilidad, luego nos habló de la verdad factual, de la justicia, y de los derechos, y luego nos muestra el destino de aquellos que fueron afectados por la injusticia y tiranía que cometieron contra ellos mismos, posteriormente nos muestra el destino de esa gente que se corrompió por los excesos que cometían, y luego a la epítome de la tiranía como fue faraón y la decepción y corrupción que genera ese tipo de conducta, y que además genera que las personas actúen en base a mentiras e hipocresía, y luego nos habla del rechazo a los profetas, ya sean estos aquellos que trajeron mensajes divinos o el profeta interno que todo ser humano tiene, y que es la consciencia que todos poseemos dado que Dios la puso en nuestro interior, y que nos indica en forma innata lo que es bueno y lo que es malo. Entonces no es coincidencia que luego de todo esto venga Dios y termine todo este mensaje con la referencia a “oídos atentos”. Porque entonces es exactamente como el Profeta (BP) lo indicó en el hadith que mencionamos, tú puedes tener al mejor erudito del mundo, y ese erudito puede entregar todas las más perfectas teorías sobre todo, pero si él no tiene oyentes conscientes, oyentes que reflexionan sobre lo que escuchan, y oyentes que trasladan a sus acciones lo que aprenden de ello, todo se desmorona, y toda la dinámica de hablar sobre “al-haqqa” llega a ser algo sin sentido.


Sigue la sura,


(13) ¡[Tened presente,] pues, [la Última Hora,] cuando se haga sonar la trompeta [del Juicio] con un solo trompetazo, (14) y la tierra y las montañas sean alzadas y pulverizadas de un solo golpe!

(15) Ese Día habrá ocurrido lo que ha de ocurrir; (16) y el cielo se partirá en pedazos - pues ese Día se hará quebradizo--;


Si tú no fueras un creyente, yo creo que con solo el versículo 16 debieras serlo. Las traducciones de ese versículo normalmente son muy literales, y no expresan que lo que él está diciendo es que este cielo que está sobre nosotros parece estar sólidamente armado, parece que está bien ajustado y minuciosamente creado, parece que está bien medido, y que todo ello permite que se sostenga la vida en la tierra, pero luego, en el día final, las medidas que sostienen el cielo se desharán. Es como si literalmente vinieras y cortaras o deshicieras los hilos que lo sostienen, y entonces la naturaleza del cielo que nos rodea se transformará en algo que no reconoceremos, y que connotará turbulencia.

Solamente quién ha hecho este cielo tan ajustado y tan bien medido es capaz de hacer este tipo de descripción, y solo quién lo creó puede ser capaz de saber cómo se vería el cielo cuando no estuviera tan ajustado.

La expresión usada en lenguaje árabe es notable, y ella no representa la imagen medieval que se tenía del cielo cayendo sobre la Tierra.

Dios sabe lo excepcional que es tener un cielo que envuelve la Tierra, y que permite que se sustente la vida en ella, y ÉL sabe lo que significa que eso se deshaga.


Sigue la sura,


(17) y los ángeles [aparecerán] en sus extremos, y, sobre ellos, ocho portarán en alto ese Día el trono de la omnipotencia de tu Sustentador....


Con relación al tema de los ocho, el Imam Al-Hassan dijo algo que influenció bastante a la mayoría de los tafsir. Él dijo que en esté versículo Dios no nos dice que son esos ocho, ¿son ocho ángeles?, ¿son ocho líneas de ángeles?, ¿son ocho miles de ángeles?, ¿son ocho miles de líneas de ángeles?, ¿o no son ángeles esos ocho?

En los viejos tiempos ocurrió un debate en el cual unas personas que conformaron una corriente de pensamiento teológico dijeron que esto significa que Dios llegará ese día en un trono, y que dicho trono será traído por ocho, siendo lo que sean esos ocho. Pero esto planteó un problema en el islam. En la Biblia este tipo de imaginería no es inusual, especialmente en el antiguo testamento, pero en el islam la idea de que Dios es traído sobre un trono es seriamente problemática, aun cuando he escuchado a algunos musulmanes modernos en algunos centros indicar que efectivamente Dios aparecerá en un trono que será llevado por ocho ángeles.

Con relación a esto les mencionaré lo indicado por Razzi. Lo que él dijo es algo que si los musulmanes modernos lo entendieran, tendría un impacto positivo en ellos. Nos da el ejemplo de que Dios hizo la Kaaba y le dijo al ser humano que la circunvalara, y también creo una roca en el costado de la Kaaba, y luego la gente comenzó a besar la roca. Esta acción de la gente no es porque Dios esté presente físicamente en la Kaaba, o porque besar la roca signifique algo, sino que es Dios el que introduce simbolismos con los que los seres humanos puedan identificarse. De la misma manera que los reyes presentan anillos y la gente besa los anillos del rey como un signo de humildad, Dios presentó a los seres humanos cosas con las que pueden identificarse y comprender.

Si fuera el caso de que hubiera ángeles llevando el trono, y Dios estuviera sentado en el trono, esto sería un gran problema teológico porque significaría que estos ángeles serían lo suficientemente fuertes, o tal vez incluso más fuertes que Dios, para poder llevar a Dios, y significaría que Dios necesita estar sentado en un trono y ser llevado. No se pueden decir cosas así en el islam.

Entonces, si no es posible que digamos que Dios puede limitarse a un trono, y que Dios se sentaría en un trono, y que Dios sería llevado en un trono, entonces ¿cuál es el propósito de este versículo?

Lo que Razzi dijo, y lo que dijo una escuela de pensamiento, es que todo esto es lenguaje que intenta relacionarse con el intelecto humano, con lo que ellos relacionarían, y el intelecto humano se relaciona con el poder en términos de tronos, y tronos que son llevados en andas, y eso es lo que Dios usa para presentar una imagen, pero tomar esa imagen literalmente perdería completamente el aspecto que se quiere lograr.

En esta escuela de pensamiento se dice que cuando Dios habla acerca del trono no tiene nada que ver con todo trono que conozcamos, de la misma manera que cuando Dios habla acerca de la mano divina ella no tiene nada que ver con la mano humana. Es herético imaginarlo como un trono similar al que se sientan los reyes, Dios no se sienta en un trono.


Sigue la sura,


(18) Ese Día se os hará comparecer: ni [siquiera] el más secreto de vuestros actos quedará oculto.

(19) Aquel cuyo registro le sea entregado en su mano derecha, exclamará: “¡Venid todos! ¡Leed mi registro! (20) ¡En verdad, sabía que tendría que enfrentarme [un día] a mi cuenta!”

(21) Gozará, entonces, de una existencia placentera, (22) en un paraíso elevado, (23) cuyos frutos estarán al alcance de la mano.

(24) [Y se dirá a todos esos bienaventurados:] “¡Comed y bebed complacidos por todo lo [bueno] que adelantasteis en días pasados!”

(25) Pero aquel cuyo registro le sea entregado en su mano izquierda, exclamará: “¡Ojalá no me hubiera sido mostrado mi registro, (26) ni hubiera conocido mi cuenta! (27) ¡Ojalá esta [muerte mía] hubiera sido el fin de mí! (28) ¡De nada me sirve cuanto he poseído, (29) [y] se ha desvanecido mi poder de argumentar!”


El asunto del libro en la mano derecha o en la izquierda es algo que hemos encontrado en otras suras. Los tafsir tradicionales entendieron esto de forma literal, lo que implica que cuando se dice que se entregará en la mano derecha es precisamente eso lo que sucederá, y lo mismo con relación a la entrega en la mano izquierda. Sin embargo otros entendieron esto idiomáticamente, interpretando que la entrega por la mano derecha significa buenas noticias, y por la mano izquierda malas noticias, y creo que este es el punto correcto.


Lo indicado en los versículos 23 y 24 también lo hemos encontrado en otras suras anteriores. Los tafsir tradicionales interpretan esto literalmente e indican que efectivamente en el paraíso las personas podrán tomar los frutos de los árboles sin esfuerzo porque ellos estarán al alcance de sus manos. En los tafsir de orientación sufí esto se entiende alegóricamente, en ellos cuando se habla de beber en el paraíso es una referencia para adquirir conocimiento, y cuando se habla de coger la fruta se refiere a coger la iluminación dependiendo de quién fuiste durante tu vida terrenal.


Luego estos versículos nos hablan de quienes tienen malas noticias, y como ellos hubiesen preferido no recibir sus registros y que no hubiese existido resurrección.


El versículo 29 es especialmente importante en esta sura, pero esta expresión es muy importante en la imaginería general del Corán. Lo que este versículo nos indica es que la primera cosa que notas en la otra vida es la verdad de tu propio ser, y la verdad sobre cuán verdaderamente privado de poder eres. En la literatura sufí se dice que nada le generará más terror a quienes fueron unos faraones en la tierra que el darse cuenta de que en realidad no tienen algún poder. Imagínense a esa gente cuando se den cuenta que ya nada pueden controlar, absolutamente nada, y además no tengan alguna esperanza de que su situación cambie en el futuro, y además con una percepción de duración del tiempo que por lejos excede cualquier sensación que hubiesen tenido en sus vidas terrenales. Estarán en una situación realmente desesperante.


Sigue la sura,


(30) [Entonces se dará la orden:] “¡Cogedle y encadenadle, (31) y luego hacedle entrar en el infierno (32) y luego sujetadle a una cadena [de pecadores como él --una cadena] de setenta codos de largo:


Con relación a lo que indica el versículo 32 los tafsir tradicionales interpretan esto literalmente, y por lo tanto indican que se refiere a una cadena de 70 codos de largo. En algunos de estos tafsir tradicionales puedes encontrar que citan un hadith que no es auténtico, y que indica que la cadena entrará por la boca de estas personas y que saldrá por sus anos, pero como les he dicho ese hadith no es auténtico.

Pueden encontrar que en los tafsir de orientación sufí, como también en muchos otros, se indica que esta expresión “70” en árabe no significa el número 70, sino que quiere indicar el sentido de “mucho”, por lo tanto la interpretación sería que es una larga cadena.

Otra cosa importante es preguntarse: ¿qué es esa cadena?

Especialmente en los tafsir de orientación sufí, pero también en otros como por ejemplo en el de Razzi, te indican que son tus propios malos modales, tus propias malas características, y la oscuridad de tu alma, las que se convierten en la cadena que te envuelve, y entonces estarás encadenado por tu propia oscuridad. Particularmente en la tradición sufí ellos se focalizan en como estas cadenas te impiden exponerte a lo divino, de tal forma que quedas impedido de acercarte y de percibir a Dios. Tus pecados serán como la cuerda que enrollará y apretará tu propio cuello.


Hay una historia que escuché cuando era joven, y la verdad es que no sé si ella es verídica o no, y se supone que ocurrió en Marruecos. La historia cuenta que había un imam leyendo sura Al-Haqqa, y que cerca de él había un hombre joven que quería llegar a ser un religioso y que estaba rezando, y que cuando el imam recitó el versículo 32 el hombre joven se desmayó y lo debieron llevar a su casa. Esta es una versión de la historia la cual termina ahí. Hay otra versión de esta historia que dice que cuando al hombre lo llevan a su casa, su madre dijo: “¿qué le hicieron a mi hijo que se desmayó?”, y el imam le respondió:” no le hicimos nada, yo solo estaba recitando sura Al-Haqqa y él se desmayó”, entonces la madre le preguntó: “¿qué parte de la sura?”, y entonces el imam le recitó la sura a la madre, y cuando el hombre joven volvió a escuchar el versículo 32 le dio un ataque al corazón y falleció. Cuando la madre se dio cuenta que su hijo había muerto a ella le dio un ataque al corazón y también falleció. Entonces la historia dice que sura Al-Haqqa mató a la madre y al hijo. No sé cuál es el punto que quisieron hacer quienes contaron esta historia, pero quise compartir con ustedes algo que escuché. Solo Dios sabe si hay algo de verdad en ella o no.


Sigue la sura,


(33) pues, ciertamente, no creyó en Dios, el Grandioso, (34) ni instó a dar de comer al necesitado: (35) por eso, hoy no tiene amigos aquí, (36) ni más comida que la porquería (37) que nadie come sino los pecadores!”


Estos versículos vienen a resaltar algo sobre quienes recibieron su rendición de cuentas en la mano izquierda y que significó su perdición, y sobre quienes estarán envueltos en sus cadenas. Dos cosas son enfatizadas. Primero que ellos no creían en Dios, y en segundo lugar que ellos no instaban a dar de comer a los necesitados.

En una orientación más moralista tú debes hacer una pausa acá. En mi opinión, el hecho que se indique esto en una sura posterior a sura Al-Mulk y Al-‘isra, y revelada antes de la migración a Medina, y como hemos dicho en otras suras, en momentos en los cuales Dios estaba resaltándole a los musulmanes los elementos más importantes y críticos de la ética y la moral, no es un asunto pequeño que la sura luego de habernos mencionado a las tribus de Aad y Zamud, luego de hablarnos de faraón, y de habernos traído por todo este viaje en la sura, Dios termine resaltándonos dos cosas negativas: No creer en Dios, y malas actitudes hacia los pobres.

Una cosa es que tú no ayudes a alimentar a los pobres, pero otra cosa es cuando ni si quiera reconoces eso como algo imperativo, y la referencia no es solo a dar comida a los pobres, sino a cuidar de ellos. ¿Qué pasa con aquellos que, en nuestro lenguaje moderno, son los llamados conservadores de la sociedad que piensan que los pobres deben valerse por sí mismos?, o ¿Qué pasa con aquellos que creen que la sociedad no le debe nada a los pobres?, o ¿Qué pasa con aquellos que gastan en cosas de lujo sabiendo que hay gente necesitada, incluyendo por supuesto a todos los seres humanos desplazados y refugiados que hay alrededor del mundo?


Sigue la sura.


(38) ¡PUES NO! ¡Juro por todo lo que podéis ver, (39) y también por todo lo que no podéis ver!

(40) Ciertamente, este [Qur’án] es en verdad la palabra [inspirada] de un noble enviado, (41) y no la palabra de un poeta --¡qué poco creéis!--; (42) ni la palabra de un adivino --¡qué poco recapacitáis!: (43) es una revelación del Sustentador de todos los mundos.


Dios jura por el mundo material y por todo lo que está más allá del mundo material.

Si tu consciencia está limitada al mundo material, entonces será profundamente defectuosa tu habilidad para entender que esta es una revelación divina enviada a un profeta, y para entender el mensaje de Al-Haqqa,


Sigue la sura,


(44) ¡Y si [aquel a quien se la hemos encomendado] hubiera osado atribuirnos cualquier dicho [suyo], (45) ciertamente, le habríamos agarrado por su mano derecha, (46) luego le habríamos cortado en verdad su vena yugular, (47) y ninguno de vosotros podría haberle salvado!


Estos versículos nuevamente nos traen una expresión idiomática, no es que lo hubiesen tomado por la mano derecha, sino que el sentido es que Dios lo hubiese agarrado y habría exterminado su vida, y nadie lo podría haber salvado de ello.


Luego los versículos finales,


(48) Y, realmente, este [Qur’án] es en verdad un recordatorio para quienes son conscientes de Dios.

(49) Y, ciertamente, sabemos bien que entre vosotros hay quienes lo tachan de mentira: (50) pero, ciertamente, ese [rechazo] llegará a ser en verdad una fuente de amargo pesar para quienes niegan la verdad [de la revelación de Dios] –(51) ¡pues, realmente, es sin duda la verdad más cierta!

(52) ¡Glorifica, pues, el grandioso nombre de tu Sustentador!


La sura termina glorificando al único Dios, el Majestuoso y el Grandioso.



Bien. Entonces la sura comenzó con el tema de al-haqqa, y el tema de la responsabilidad, y dijimos que la responsabilidad implica justicia. Dijimos que al-haqqa es la verdad factual, es la justicia, y son los derechos. Luego la sura nos mostró los pecados de la gente del pueblo del profeta Saleh (BP), que aunque no tenían mucho fueron reacios a compartir, y también nos mostró el pecado del exceso y la corrupción de las personas del pueblo del profeta Hud (BP), y nos mostró la tiranía asociada a faraón y su gente. El resultado de todos ellos es que perdieron la verdadera dinámica que lleva a lograr al-haqqa tanto en esta vida terrenal como en la del más allá. La tradición sufí dice que esa pérdida es individual, pero no hay razón para entenderla solamente en el sentido individual, nosotros debemos entenderla como una pérdida que impacta más allá de lo individual.

Luego nos indica que si tú te aproximas a Dios de la misma forma como te aproximas a la lógica humana, o si piensas en Dios en términos humanos, o si piensas en Dios como si fuera un rey que se ocupa de quien levanta las banderas, o de las apariencias, o de los tecnicismos, en lugar de la moral y la ética sustantiva, terminarás desviado del camino recto de Dios, y finalmente terminarás encadenado a tus propios pecados y oscuridades, y jamás podrás aproximarte a la verdad de tu Señor.

Debes entender lo que realmente significa la grandeza de Dios, ¿pero sabes una cosa?, no podrás llegar a ninguna parte a menos que aprendas a cuidar de aquellos que son débiles, a aquellos que están en necesidad. Esto es completamente consistente con todos esos hadith del Profeta (BP) que indican que tú no puedes llegar a ser un siervo de Dios si no sirves a las criaturas de Dios, si no haces esto olvídate de mirarte como una persona piadosa.

Luego la sura les indica a los musulmanes que se embarcarán en esa próxima y tan importante etapa de construir una sociedad, que nadie tiene el derecho de cambiar lo que Dios ha decretado, que ni siquiera el Profeta (BP) tiene ese derecho. La importancia de esto es que la cuestión de gobernar y dirigir una sociedad no es un asunto de ser un líder carismático, no es un asunto de seguir al Profeta (BP) por su carisma, sino que es un tema de principios, de los principios divinos que estaba enseñando.

Sin importar la etapa de tu vida en la que te encuentres recuerda algo que Dios les ha recordado a los musulmanes de forma persistente y consistente, recuerda que siempre habrá gente que se rehusará a creer, porque siempre habrá gente que te desafíe y diga: "no, eso no significa nada en términos de cuán seguro uno debe estar acerca de su propio camino".

Luego la sura nos dice que esta es la verdad, y que todo está anclado a la glorificación del Grandioso y Majestuoso, que todo está anclado a tu Señor, el Singular, el Esplendoroso.


No es una exageración decir que el camino para toda iluminación, y que el camino para toda moralidad, y que el camino para entender al-haqqa, comienza con la glorificación de Dios, el Grandioso, el Majestuoso, el Singular, el Esplendoroso.

Es por ello por lo que creo que una persona que no defiende la justicia y los derechos de la gente, y que no da a cada uno lo que le corresponde, es una persona que no tiene una comprensión real de lo que significa glorificar a Dios el Grandioso, el Majestuoso, el Singular, el Esplendoroso.

No importa quién sea, o que turbante use, o que insignia de religiosidad tenga, y no importa que haya estudiado, ni tampoco que diga que es una persona piadosa, si esa persona no es capaz de defender la justicia y los derechos de las personas, dando a cada persona lo que le corresponde, no creo que esa persona tenga una comprensión real de lo que significa glorificar a Dios el Grandioso, el Majestuoso, el Singular, el Esplendoroso. Andan por ahí muchos que se dicen sufís, wahabís, salafís, mulas, sheijs, o ayatolas, que se dicen glorificadores de Dios, y rezan, y adoran a Dios, pero no son capaces de defender la justicia y los derechos de las personas, y entonces ellos deben estar glorificando algo, pero no es a Dios.


Gracias a Dios el Señor de los universos, eso es sura Al-Haqqa

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