Sura 57 Al-Hadid (El Hierro)
- Aprende Islam
- 1 ago 2023
- 43 Min. de lectura
Actualizado: 15 sept 2024
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:
(1) ¡TODO CUANTO HAY en los cielos y en la tierra proclama la infinita gloria de Dios: pues sólo Él es todopoderoso, realmente sabio!
(2) Suyo es el dominio sobre los cielos y la tierra; da la vida y da la muerte; y tiene poder para disponer cualquier cosa.
(3) Él es el Primero y el Último, el Externo y el Interno: y tiene pleno conocimiento de todo.
(4) Él es quien ha creado los cielos y la tierra en seis eras, y está asentado sobre el trono de Su omnipotencia. Conoce todo lo que penetra en la tierra, y todo lo que sale de ella, así como todo lo que desciende del cielo, y todo lo que asciende a él. Y está con vosotros dondequiera que estéis; y Dios ve todo lo que hacéis.
(5) Suyo es el dominio sobre los cielos y la tierra; y todas las cosas retornan a Dios [que es su fuente].
(6) Alarga la noche acortando el día, y alarga el día acortando la noche; y tiene pleno conocimiento de lo que hay en los corazones [de los hombres].
(7) CREED en Dios y en Su Enviado, y gastad en los demás de eso de lo que Él os ha hecho depositarios: pues, los que de vosotros han llegado a creer y gastan generosamente [por la causa de Dios] tendrán una gran recompensa.
(8) ¿Y por qué no habéis de creer en Dios, si el Enviado os llama a creer en [Aquel que es] vuestro Sustentador, y Él ha aceptado vuestro compromiso?, ¿[Por qué no habéis de creer en Él] si sois capaces de creer [en algo]?
(9) Él es quien hace descender mensajes claros sobre [este] Su siervo, para sacaros de las tinieblas a la luz: pues, ciertamente, Dios es sumamente compasivo con vosotros, dispensador de gracia.
(10) ¿Y por qué no habéis de gastar generosamente por la causa de Dios, si a Dios [sólo] pertenece la herencia de los cielos y la tierra? No son iguales los que gastaron y combatieron [por la causa de Dios] antes de la Victoria [que quienes no lo hicieron]: esos tienen un rango superior a los que han gastado y combatido [sólo] después de ella –aunque Dios ha prometido a todos [los que se esfuerzan por Su causa] el supremo bien. Y Dios es consciente de todo lo que hacéis.
(11) ¿QUIÉN hará a Dios un préstamo generoso, que Él le devolverá ampliamente incrementado? Pues, [quien lo haga] obtendrá una espléndida recompensa
(12) el Día en que veas a los creyentes y a las creyentes, con una luz que se extiende rápidamente delante de ellos y a su derecha, y a los que aguarda esta bienvenida:] “¡Vuestra buena nueva en este Día: jardines por los que corren arroyos, en los que moraréis! ¡Este, precisamente, es el supremo triunfo!”
(13) Ese Día los hipócritas y las hipócritas dirán a los que han llegado a creer: “¡Esperadnos, para que tomemos [un rayo de] luz de vuestra luz!” [Pero] se les dirá: “¡Volveos atrás, y buscad [vuestra propia] luz!” Y entonces se erigirá entre ellos [y los creyentes] un muro, provisto de una puerta: en su interior habrá gracia y misericordia, y su parte exterior tendrá enfrente el castigo.
(14) [Los que se quedarán fuera] llamarán a esos [que están dentro]: “¿Acaso no estábamos con vosotros?” –[a lo que] responderán los otros: “¡Si, así fue! ¡Pero sucumbisteis a la tentación, estabais vacilantes [en vuestra fe] y dudabais [de la resurrección]; y vuestras fantasías os tuvieron seducidos hasta que llegó la orden de Dios: pues, [en verdad, vuestras propias] nociones engañosas acerca de Dios os engañaron!
(15) “Y por eso, no será aceptado hoy rescate alguno de vosotros, ni tampoco de los que estaban [abiertamente] empeñados en negar la verdad. ¡Vuestra meta es el fuego: es vuestro [único] refugio -- y qué horrible destino!”
(16) ¿NO ES HORA ya de que los corazones de los que han llegado a creer se sometan por entero al recuerdo de Dios y a toda la verdad que se ha hecho descender [para ellos], no sea que se vuelvan como aquellos que recibieron la revelación con anterioridad, cuyos corazones se han endurecido con el paso del tiempo de forma que muchos de ellos son [ahora] depravados?
(17) ¡[Pero] sabed que Dios da vida a la tierra después de muerta! En verdad, os hemos expuesto con claridad Nuestros mensajes, para que uséis vuestra razón.
(18) Realmente, a aquellos hombres y mujeres que aceptan la verdad como verdadera, y que hacen [así] a Dios un préstamo generoso, este les será devuelto con creces y obtendrán una espléndida recompensa [en la Otra Vida].
(19) Pues, los que han llegado a creer en Dios y en Sus enviados --¡ésos, precisamente, son los que defienden la verdad y los que dan testimonio [de ella] ante su Sustentador: tendrán [por ello] su recompensa y su luz! Pero los que se empeñan en negar la verdad y en desmentir Nuestros mensajes --¡ésos están destinados al fuego abrasador!
(20) ¡SABED [Oh hombres] que esta vida es sólo juego y distracción, y un hermoso espectáculo, y [motivo para] vuestra jactanciosa rivalidad unos con otros, y [vuestro] afán por más riqueza e hijos! Su parábola es la de la lluvia [vivificante]: la vegetación que hace crecer complace a los labradores; pero luego se marchita y la ves amarillear, y al final queda convertida en paja. Pero [la realidad permanente de la condición humana se hará patente] en la Otra Vida: [ya sea] el castigo severo, o el perdón de Dios y Su complacencia: pues esta vida no es más que el disfrute pasajero de un engaño.
(21) [Así pues,] rivalizad entre vosotros por el perdón de vuestro Sustentador, y [con él] un paraíso tan vasto como los cielos y la tierra, que ha sido preparado para los que han llegado a creer en Dios y en Sus enviados: ese es el favor de Dios, que Él concede a quien quiere –pues Dios es de una generosidad infinita.
(22) NO OCURRE calamidad alguna en la tierra, o en vosotros mismos, que no esté [registrada] en Nuestro decreto antes de que la causemos: realmente, todo esto es fácil para Dios.
(23) ¡[Recordad esto,] para que no desesperéis por lo [bueno] que se os ha escapado ni os alegréis [en exceso] por lo [bueno] que os ha llegado: pues Dios no ama a los que, por vanidad, actúan de forma jactanciosa --
(24) esos que son avaros [con el favor de Dios] e incitan a los demás a la avaricia! ¡Y quien da la espalda [a esta verdad debiera saber que], ciertamente, sólo Dios es autosuficiente, digno de toda alabanza!
(25) En verdad, [ya antes] hicimos llegar a Nuestros enviados con todas las pruebas de la verdad [de esto]; e hicimos descender por medio de ellos la revelación y [os dimos así] una balanza [con la que sopesar el bien y el mal], para que los hombres se conduzcan con equidad; e hicimos descender [para vosotros la habilidad de utilizar] el hierro, que encierra un tremendo poder y también [es fuente de] beneficios para el hombre: y [os fue dado todo esto] para que Dios distinga a los que Le defienden a Él y a Su Enviado, aun estando Él fuera del alcance de la percepción humana. ¡Realmente, Dios es fuerte, todopoderoso!
(26) Y, en verdad, enviamos [con igual propósito] a Noé y a Abraham [como mensajeros Nuestros], e instauramos entre sus descendientes la Profecía y la revelación; y algunos de ellos siguieron la vía recta, pero muchos fueron perversos.
(27) Y luego hicimos que [otros] enviados Nuestros siguieran sus pasos; y [pasado un tiempo] hicimos que les siguiera Jesús, hijo de María, a quien dimos el Evangelio; y pusimos en los corazones de los que [realmente] le seguían compasión y misericordia. En cuanto al monacato –no se lo ordenamos Nosotros: lo inventaron ellos buscando la complacencia de Dios. Pero no [siempre] lo observaron como debían: recompensamos, entonces, a aquellos que [realmente] habían llegado a creer, pero muchos se volvieron perversos.
(28) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Sed conscientes de Dios y creed en el Enviado, [y] Él os dará de Su gracia por partida doble, y os iluminará con una luz en la que caminaréis, y os perdonará [vuestras faltas pasadas]: pues Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(29) Y los seguidores de revelaciones anteriores deben saber que no tienen poder en absoluto sobre el favor de Dios, porque el favor está todo en manos de Dios: lo concede a quien Él quiere –y Dios es de una generosidad infinita.
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED AB0U EL-FADL
Es útil notar que la sura está dividida en cinco secciones principales, siendo esta estructura algo común en muchos de los capítulos del Corán. La primera parte explica la gloria de Dios, la segunda parte explica lo que es Imam, la tercera parte muestra las consecuencias de una fe impura, defectuosa e, imperfecta. La cuarta parte se enfoca en la humildad de los seres humanos y su relación con su creador, y luego la parte final, que corresponde a la quinta parte, tiene un mensaje para los no musulmanes y específicamente para las personas del libro (judíos y cristianos). Encontraremos que muchas suras alternan el orden de estas partes, por lo que podría ser que en otra sura el mensaje para las personas del libro sea la segunda parte, y que las consideraciones de la fe podrían estar en las quinta parte de la sura. La sura El-Hierro es una de las cinco suras del Corán que comienzan con un Tasbih (la proclamación de Dios en y sobre cuanto todo existe), por ejemplo Sabaha lillah o Subhana allah, y hablaremos en un instante sobre el significado de eso.
Según la gran mayoría de las autoridades religiosas, sura El-Hierro se reveló en Medina, indicando algunos informes que algunas partes de la sura fueron reveladas en La Meca mucho antes, sin embargo, estos versos fueron colocados en esta sura por instrucción del Profeta (BP).
Sura El-Hierro estuvo entre las últimos suras que se revelaron en Medina, por lo que es una sura muy tardía, y de hecho es una del grupo de suras, que en mi opinión, prepararon a los musulmanes para la partida del Profeta (BP).
Hay un grupo de suras que ancló a los musulmanes en la fe islámica recordándoles el mensaje de los profetas abrahámicos, y también anclándolos con en el mensaje del Profeta Muhammad (BP). Hay otras suras que se ocupan de los desafíos que la mayoría de los musulmanes enfrentaban, ya sea sus luchas en La Meca o sus luchas en Medina; pero hay un grupo de suras que parecen tener como propósito principal dejar a los musulmanes un legado más allá, un mensaje que los anclaría y les permitiría la fuerza, la resistencia, para permanecer implantados en el mensaje islámico, especialmente después de la muerte del Profeta (BP). Entonces, sabiendo qué tan tarde se reveló esta sura, y conociendo su mensaje, podemos observar que esta sura trae un mensaje que lleva a lo largo de los siglos dirigiéndonos en cuanto a lo que necesitamos para encontrarnos a nosotros mismos y con otros, y tratar con todo lo que vendrá.
Recuerden que no haremos una interpretación de la sura línea por línea, ese no es el propósito de este Tafsir (interpretación del Corán), sino atravesar toda la sura y cubrir el mensaje principal de ella.
La sura comienza con: (1) ¡TODO CUANTO HAY en los cielos y en la tierra proclama la infinita gloria de Dios: pues sólo Él es todopoderoso, realmente sabio!
Cuando tienes una Sura que comienza con Sabbahalil-lah, invocando el tema de tasbih, ¿qué crees que exige el Corán de ti como lector?
Cada vez que ves que una sura comienza con SubhanAllah o Sabahalil-lah, te alerta sobre la entrega de un mensaje que requiere humildad para comprenderlo, pero también te alerta de que va a entregar un mensaje sobre tu lugar en la existencia, así que cuando veo Subhan Allah o Sabahalil-lah me preparo para entender mi lugar, para recibir este mensaje, en el que Dios me va a decir algo sobre mi propia naturaleza, y esto lo veremos a lo largo del Corán con consistencia notable. Luego se indica que todo lo que existe en los cielos y la tierra glorifica a Dios, e indica que Dios es honorable y cercano, incluso la palabra usada en árabe para indicar honorable y cercano también podría ser traducida como alguien querido, alguien muy querido para ti, pero no querido en el sentido de solo intimidad, sino intimidad con honor. Luego nos dice que Dios es omnisciente y consciente de todo lo que sucede, el dueño de los cielos y de la tierra, y el que tiene poder absoluto sobre todo. Ahora bien, esta es una notable expresión sobre Dios, sobre Dios en relación con nuestra existencia. Dios es el primero y el último, lo externo, lo interno. Ahora podrías hacer una pausa para reflexionar sobre estas expresiones. Dios es lo externo porque es el que se manifiesta en todo lo que se ve y se experimenta, pero es el interior porque es el que se manifiesta en todo lo que no se ve ni se experimenta. Todo en la existencia está impregnado de lo divino, todo lo que podemos experimentar en la existencia está impregnado de lo divino, y Dios es Omnisciente. Ahora fíjate cuando llega al final del cuarto verso, Dios no solo existe en todo lo que pertenece al mundo de lo visible, sino también en todo lo que pertenece al mundo de lo invisible.
A continuación viene la Aleya 3: (3) Él es el Primero y el Último, el Externo y el Interno: y tiene pleno conocimiento de todo.
Esta aleya ha tenido un gran impacto en la historia de la teología del islam. Por supuesto que ustedes pueden entender esta aleya en su comprensión más básica que tiene que ver con su sentido literal, pero realmente ello no te servirá para algo. En realidad, no lograrás entender algo de estos aspectos de la divinidad, a menos que ellos, de alguna forma, empiecen a penetrar en tu corazón y, los percibas o sientas, en un sentido espiritual. Esto es como un despertar espiritual. Es recomendable incorporar estas palabras en tus dikr (recuerdos de Dios), lo puedes hacer al término de tus oraciones, repitiendo estas palabras por unos minutos, y con la gracia de Dios te llegará iluminación a tu corazón que permitirá relacionarte de una manera distinta con esas palabras.
Es importante entender que hay una forma de relacionarse con las palabras del Corán, y estoy hablando de algo que va más allá del entendimiento del significado de las palabras y del mensaje de las suras, que no es posible explicar con argumentaciones racionales. Nuestra capacidad racional está limitada a la comprensión de las leyes de naturaleza material por medio de nuestras capacidades de análisis por procedimientos analíticos. Por ello, si dejamos solo a nuestra capacidad de razonamiento, al intentar comprender que Dios es el último, pensaremos que entonces hay un término del proceso con Dios siendo el último, pero no tenemos la posibilidad de entender que hay un último en un proceso que en realidad es continuo y no tiene término. Lo mismo sucede con el concepto del primero, al querer entender qué es el primero, entonces nuestro razonamiento nos lleva automáticamente a preguntarnos que había antes del primero, y de donde viene entonces ese primero. Por ello que la razón no alcanza para relacionarse con Dios, tu relación con Dios debe desarrollarse al mismo tiempo en un conjunto de dimensiones (siendo la racional solo una de ellas), las otras dimensiones son mundos que no siguen las leyes de la naturaleza material, mundos en los cuales lo primero no viene necesariamente de algo previo. Esos mundos no pueden ser entendidos por medio de nuestros procesos analíticos, pero pueden ser alcanzados por medio de nuestro proceso de desarrollo espiritual, y ese es el poder de algunas palabras como las que estamos hablando en este caso particular: Al áual (el primero), Al ájir (el último), Al záhir (El exterior), Al bátin (El interior) te permiten, con la Voluntad de Dios, abrir algunas puertas de posibilidades de desarrollo espiritual. Existen reportes que indican que El Profeta (BP) en parte de sus súplicas a Dios decía: “Tú quién eres el Primero sin comienzo, y el Último sin término”, y esto nos ayuda a darnos cuenta de que en el mundo espiritual el tiempo no es lineal como lo es en nuestro mundo material.
Si me preguntan si estas palabras se pueden decir en inglés durante el dikr, mi opinión es que no. Hay palabras, expresiones que existen en arameo, hebreo y árabe, que tiene un poder especial en si mismas, por alguna razón que no entiendo y que por lo tanto no puedo explicar, pero por alguna razón hay palabras que tienen alguna afinidad con la luz y otras con la oscuridad en estos idiomas. No es coincidencia que quienes practican la magia negra, a menudo dicen cosas usando palabras en arameo, o hebreo, o árabe. Estas lenguas tienen un poder que yo no podría explicar, ni describir, pero que puedes llegar a experimentar.
Si estuviéramos haciendo la interpretación línea por línea, nos detendríamos mucho tiempo repasando todos los diferentes informes sobre estos aspectos y todo lo que dijeron los diferentes eruditos sobre estas cualidades de Dios, pero nuevamente lo indico, nuestro propósito aquí es entender el mensaje que trae para nosotros toda la sura.
Luego viene la aleya 4 que indica algo realmente extraordinario, y es que Dios está contigo dondequiera que estés: (4) Él es quien ha creado los cielos y la tierra en seis eras, y está asentado sobre el trono de Su omnipotencia. Conoce todo lo que penetra en la tierra, y todo lo que sale de ella, así como todo lo que desciende del cielo, y todo lo que asciende a él. Y está con vosotros dondequiera que estéis; y Dios ve todo lo que hacéis.
El indicar que Dios está contigo dondequiera que estés, plantea una pregunta para cualquier ser humano que se comprometa seriamente con el texto, bueno, si Dios está contigo dondequiera que estés, ¿puedo sentir esa existencia? Esa es la pregunta más natural que te deberías llegar a realizar. Tal vez no tengas los medios para comprender la naturaleza de esa existencia, y tampoco entender el cómo Dios está contigo dondequiera que estés, pero tal vez sí puedes tener acceso a la respuesta de la siguiente pregunta: ¿es que puedo sentir su existencia? , ¿ puede mi conciencia experimentar esa existencia divina que me han alertado que lo divino está en todo, en toda la creación, y que no hay nada en la creación que esté vacío de lo divino?, ¿ puedo experimentarlo entonces en mí mismo, como ser humano, que Dios está conmigo dondequiera que esté y donde quiera que vaya?
Luego, este mensaje se reafirma y profundiza aún más dado que Dios no solo existe en todo, Dios no solo está contigo en todas partes, sino que Dios también sabe lo que habita dentro de tu interior, ese interior que nosotros como seres humanos guardamos y ocultamos. Somos seres creados complejos, y como seres complejos tenemos un yo interior, y en una medida u otra tenemos una relación compleja con ese yo interior. A ese yo interior a veces lo confrontamos, a veces somos conscientes de él y a veces no somos conscientes de él, a veces nosotros somos honestos con él, a veces no somos honestos con él, a veces ese yo interior nos lleva a ser honestos con los demás, y a veces no somos honestos con los demás, pero lo que todos hacemos, es proteger ese yo interno nuestro. Es esa parte de nosotros que nos dice cuando nuestros sentimientos son heridos, cuando estamos decepcionados, cuando estamos orgullosos de nosotros mismos, cuando nos sentimos arrogantes, cuando nos sentimos superiores a los demás, cuando nos sentimos inferiores a los demás pero no queremos admitirlo, cuando sentimos celos pero no queremos admitirlo, cuando nos sentimos vengativos pero no lo admitimos, etc., ese yo interior es conocido por Dios en todos su aspectos. Por lo tanto esta primera sección de la sura nos dice que Dios conoces ese yo interior nuestro, que es un libro abierto para Dios, que Dios lee transparentemente a nuestro yo interior.
Luego, la segunda sección que comienza con el verso: (7) CREED en Dios y en Su Enviado, y gastad en los demás de eso de lo que Él os ha hecho depositarios: pues, los que de vosotros han llegado a creer y gastan generosamente [por la causa de Dios] tendrán una gran recompensa.
La instrucción que viene primero es la creencia en Dios y en el Profeta (BP). En el momento en que se revela esta sura, los musulmanes estaban muy familiarizados con esta instrucción, dado que la respuesta clave a muchos temas o muchas narrativas en el Corán es el asunto de la creencia, la creencia en Dios y en el Profeta (BP). Entonces la pregunta que uno debe hacerse es: ¿cuál es la función de esa creencia? Bueno, la sura nos dice que la función de la creencia es permitir que recibas con claridad las señales de Dios, qué si de hecho eres capaz de absorber y digerir el mensaje de Dios, te llevará de la oscuridad a la luz. Es esto de lo que trata la aleya 9: (9) Él es quien hace descender mensajes claros sobre [este] Su siervo, para sacaros de las tinieblas a la luz: pues, ciertamente, Dios es sumamente compasivo con vosotros, dispensador de gracia.
Este tema central de la oscuridad a la luz es un tema muy común en muchas de las suras que comienzan con SubhanAllah o Sabbahalil-lah, y se refiere al concepto de la luz como la iluminación del ser interior. En el Corán está firmemente establecido que el desarrollo del Imam da como resultado la iluminación del ser. Veremos qué dice esta sura sobre esta iluminación y las consecuencias de la falta de iluminación cuando recibes el mensaje. También puedes haber recibido el Imam, pero si por alguna razón tu “bombilla de luz” se apaga, perderás tu estado de iluminación.
La relación de Dios con nosotros, los seres humanos, es una relación de guía en un marco de compasión. amabilidad, y bondad, en que esa guía solo busca nuestro mayor beneficio para sacarnos de la oscuridad y llevarnos a la luz. ¿Qué es la oscuridad?, la oscuridad es cuando una persona está en estado de ansiedad, de depresión, de pérdida del sentido de su vida, de descuido de si mismo, en un estado de sentirse inútil, en un estado de estar perdido en la vida. ¿Qué es la luz?, la luz es precisamente lo contrario.
Cualquiera sea el estado de tu Imam, si el resultado de él en tu vida es inconsistente con ser una persona compasiva y bondadosa, si no eres una persona empática, si no tienes un genuino sentimiento de cuidado sobre todo lo que existe (otras personas, animales, la naturaleza, etc.), entonces es imposible que puedas describirte como una persona que ha sido sacada de la oscuridad para llegar a la luz. Es muy importante que les diga esto, porque esto es una forma muy importante para ustedes para hacer un chequeo y una reflexión de ustedes mismos, para que se autoevalúen en conciencia. Cualquiera sea el estado de tu Imam, debes preguntarte: ¿soy una persona amorosa, bondadosa, cuidadosa con las otras personas, cuidadosa con los animales y la naturaleza?, ¿me relaciono con todo el universo que me rodea de una forma bondadosa y cuidadosa?, si la respuesta es no, entonces tu religiosidad es defectuosa. Cuando escuchas a otras personas calificándose como personas religiosas y observas que luego actúan con crueldad hacia otras personas, o actúan relacionándose con otros sin ocuparse de su cuidado (falta de conciencia con un niño que está pidiendo en la calle, falta de conciencia de aquellos que no tienen un techo, falta de conciencia con el medio ambiente, falta de conciencia por el sufrimiento de animales, etc.), es imposible que esa persona haya ido de la oscuridad hacia la luz. Por eso es fundamental que tu rescates el contenido y el mensaje del Corán, para que ancles fuertemente tus creencias y acciones en sus principios.
¿Como podemos ir intuyendo que estamos anclando nuestras vidas al mensaje del Corán, y que nos estamos relacionando adecuadamente con sus enseñanzas y principios? Una de las cosas más básicas que puedes hacer para entender la relación que logras con el Corán es cuestionarte sobre lo siguiente: ¿Al final de cada sesión en la que lees el Corán, cual debería ser la principal emoción que deberías sentir? Deberías sentir un estado desbordante y fluido de empatía, misericordia, y bondad. Si tu terminas la lectura del Corán y, por ejemplo, lo que sientes es ansiedad sobre el futuro, o confusión sobre el pasado, o rabia hacia otras personas, entonces tu sesión de lectura del Corán ha fallado. Muchos musulmanes leen el Corán deseando que solo su lectura les genere beneficios, leen el Corán y no producen ninguna transformación en su ser, no se vuelven más amables, ni más bondadoso, ni más preocupados por otro. Hay personas que terminan de leer el Corán, cierran el libro, y a lo minutos están hablando mal de otras personas, están calumniando, están mintiendo, o está peleando de mala forma con otros. Esto es insultante y despreciable hacia el libro de Dios.
Entonces cada vez que leas el Corán debes autoevaluarte, y preguntarte si tu conciencia sobre mejorar en bondad, amabilidad, cuidado, se ha incrementado, y deberías tener la convicción de que debes mejorar algo en tu vida. Si luego de leer el Corán no tienes alguna conciencia de qué mejorar, aun cuando sea algo muy pequeño, entonces tu sesión de lectura del Corán ha fallado. Esta es la metodología y la filosofía que debemos implementar para permitirnos ir mejorando como personas. Si ustedes están en un momento sintiendo ansiedad, o se dan cuenta que están siendo mezquinos, o egoístas, o están siendo visitados por sentimientos de envidia y celos, tu tratamiento para dejar esos estados de oscuridad para ir a un estado de luz, debería ser el Corán. Pero si luego de leer el Corán mantienes esos mismos estados, entonces debes tener conciencia que tu conexión con el Corán en esa sesión ha fallado. Por su puesto que peor aún es lo que le pasa a la mayoría de los musulmanes, que frente a esos estados ni siquiera piensan en acercarse al Corán.
Si haces tu rezo o lectura de Corán, y luego de eso ni si quiera tu propia familia siente que eres una personas que ha crecido en esos aspectos, entonces ¿Cuál es el resultado concreto en tu vida de ese rezo y esa lectura? Debes tener presente que en esta vida no puedes ser tú mismo quien testifica sobre ti mismo con relación a que has mejorado como persona, son las otras personas quienes deben dar ese testimonio. Por su puesto que quien nos juzgará es Dios, pero el testimonio de otras personas en esta vida sobre nuestra transformación hacia ser mejores personas es algo que nos debiera mostrar si estamos en el camino correcto.
Finalmente, mi recomendación es que como paso uno, recurras y te dirijas hacia el Corán, como paso dos, haz del Corán un medio activo para desarrollar tu Imam y tu movimiento de la oscuridad hacia la luz, pero para que ello sucede con la voluntad de Dios debes incrementar en tu vida tus niveles de compasión, misericordia, y bondad. De esta forma tendrás resultados concretos en tu vida para transformarte en una personas más amorosa, más cuidadosa, más compasiva.
El siguiente punto que se revela en la sura El-Hierro les recuerda a los musulmanes que su relación con las posesiones materiales, ¿es una de qué tipo?
Tu relación con las posesiones materiales es una relación de fidecomiso, en términos reales tu no posees nada. Recuerden que la sociedad de La Meca era una sociedad comercial, una sociedad que definió que el valor de la persona estaba siempre en relación con la propiedad privada, esas tribus que poseían mucha propiedad privada se jactaban en su poesía, se jactaban en su mitología, se les reclamaba un gran honor, esa era la naturaleza de esas sociedades árabes. En un inicio mientras esa era la realidad en la ciudad de La Meca, en la ciudad donde vivía el Profeta (BP), en Medina, se llevaba a cabo una transformación enorme donde el Profeta (BP) enseñaba que cualquier propiedad que crees que es tuya simplemente es un fidecomiso temporal de Dios. Sería justo decir que el Corán en esta sura nos está alertando que el proyecto de lograr la iluminación del ser, que esa “bombilla de vida” no se apague dentro de usted, es imposible de lograr a menos que usted comprenda que la naturaleza de su relación con la riqueza material es la relación de un fideicomisario, y no de un propietario.
En términos de desarrollo de una sociedad, si las sociedades a través de los valores que anclan y reafirman y enseñan y propagan, definen la propiedad privada de manera inequívoca como propiedad privada en lugar de una relación de confianza, entre el ser humano y Dios, existirán serios obstáculos para que esas sociedades sean propicias para que los individuos alcancen el estado de iluminación.
Luego la sura habla de aquellos que gastaron de su riqueza después de que la ciudad de La Meca fuera derrotada y aquellos que gastaron de sus riquezas antes de que la ciudad de La Meca fuera derrotada. La razón es que aquellos que gastaron de su riqueza antes de que La Meca fuera derrotada estaban gastando de su riqueza en un momento en el que había una gran incertidumbre e inseguridad política, no sabían si los musulmanes iban a salir victoriosos o no, entonces estaban renunciando a sus riquezas sin saber si los musulmanes van a triunfar en sus enfrentamientos. Podrías terminar como Abu Bakr, como Jadiya, como Osman, o como tantos musulmanes que gastaron toda su riqueza por una causa que no estaban seguros si iban a ser victoriosos o no. A diferencia de aquellos que gastaron después de la derrota de la ciudad de La Meca, donde ya no había incertidumbre y su gasto podría tener un elemento de prestigio, donde ya se sabía que el principal enemigo de los musulmanes había sido derrotado. Hay que tener mucho cuidado cuando se hace caridad, no estar queriendo presumir, o queriendo elevar tu prestigio en la sociedad, esa es la razón de ese contraste entre los que gastaron antes y después. Por lo tanto, el Corán te está alertando, sobre las intenciones y las razones por las cuales estás gastando para ayudar a otros o hacer caridad, y en la situación en la cual lo estás haciendo. Recuerda que Dios sabe lo que hay dentro de nuestro yo interior, y conoce los tipos de dolencias que infligen a nuestro yo interior, y los tipos de cosas con las que lucha nuestro yo interior.
Ahora, la aleya 11 nos permitirá empezar a entender el real significado de la primera parte de la sura: (11) ¿QUIÉN hará a Dios un préstamo generoso, que Él le devolverá ampliamente incrementado? Pues, [quien lo haga] obtendrá una espléndida recompensa.
Vamos ahora a entender el real significado de que toda la existencia glorifica a Dios, que Dios está en todas partes, y en todo, y que Dios es interno y externo, y que Dios está con vosotros donde quiera que estén, y que Dios conoce el yo interior, y que el yo interno es transparente ante Dios. Aquellos que son capaces de tener la “bombilla de luz encendida” del Imam dentro de ellos, se darán cuenta que la consecuencia natural de esto es tener determinados resultados concretos en ellos mismos, y los resultados concretos es que su relación con la riqueza material es una en la que tienen plena conciencia que su valor como seres humanos no está definido por el valor material de lo que poseen. Que su lugar como personas en la sociedad no depende de sus éxitos o fracasos, y que ella no depende tampoco de sus logros materiales. En definitiva, son personas que se relacionan con las cosas materiales como si fueran administradores de un fidecomiso (donde es Dios el propietario y es Dios quien les ha confiado y otorgado a las personas los bienes materiales que poseen para que los administren adecuadamente). Esos son los seres humanos que lograrán tener entre sus manos ese flujo de energía luminosa en el más allá.
En contraste con lo anterior, en la sura viene la mención de aquellos que han fallado, y no se refiere a los incrédulos, ni a los idólatras, ni tampoco a los politeístas, pero entonces ¿a quiénes se está refiriendo? Se está refiriendo a los hipócritas. A veces el Corán cuando habla de hipócritas, se refiere a los hipócritas que existían en Medina, que eran esa clase de personas que en el tiempo del Profeta (BP) se convirtieron nominalmente por razones de conveniencias sociales o políticas, o que definitivamente no se convirtieron y permanecieron como un partido de oposición al Profeta (BP) durante toda su vida. Sin embargo, en otras oportunidades cuando el Corán habla de los hipócritas, se refiere a los hipócritas existenciales, y los hipócritas existenciales son aquellos que dicen que son conscientes de que Dios existe y es glorificado, pero no tienen una traducción de esa creencia en forma concreta en sus vidas cotidianas. No traducen esa creencia en una relación hacia los bienes materiales como la de un fideicomisario con un fideicomiso.
En la aleya siguiente nos encontramos con la recompensa prometida por Dios, y es una de las imágenes más bellas del Corán hacia la que somos llamados los seres humanos, es la que se expresa en el verso 12: (12) el Día en que veas a los creyentes y a las creyentes, con una luz que se extiende rápidamente delante de ellos y a su derecha, y a los que aguarda esta bienvenida:] “¡Vuestra buena nueva en este Día: jardines por los que corren arroyos, en los que moraréis! ¡Este, precisamente, es el supremo triunfo!” Para aquellos que han purificado el yo interior en esta vida temporal, y “la bombilla de luz de la iluminación” no se ha apagado, la consecuencia natural es que en el más allá emergerán con sus luces entre las manos. Esto impresionó a los primeros musulmanes, fue una de esas imágenes que en realidad obedece a una expresión eminentemente hermosa. Cuando en un dikr pones en tu mente esa imagen, cuando imaginas la imagen el tiempo suficiente, caerás enamorado de ella, te enamorarás de ella hasta el punto de que sentirás desesperación por ella, sentirás tus nervios, tus músculos te dolerán, desearás que tu luz fluya entre tus manos, y antes de que te des cuenta, te encontrarás orando a Dios para que tu luz nunca deje de fluir de esa manera, en el aquí y ahora, antes del más allá. Una vez que internalices esta imagen, se convertirá en parte de ti. Si alguna vez en la adolescencia te enamoraste de alguien y sentías dolor en ese amor, ya sabes, me refiero a que no podías dormir, no podías concentrarte, ibas caminando solo con la esperanza de toparte con ese amor solo para saludarlo, solo para obtener una pequeña sonrisa, bueno, ese es el tipo de emocionalidad de la que estoy hablando, pero ello no se puede lograr sin el proceso del dikr. Cada sura tiene en su interior un dikr, y puedo decirte que la sura solo abrirá sus secretos para usted y convertirse en parte de usted, si la acompaña con su dikr, y para Sura Al Hadid esto es parte de ese dikr.
Luego, en las siguientes aleyas, Dios nos muestra lo que pasará con aquellas personas cuyos corazones, aun cuando siendo creyentes, no han llegado a un estado de reverencia completa hacia Dios: (13) Ese Día los hipócritas y las hipócritas dirán a los que han llegado a creer: “¡Esperadnos, para que tomemos [un rayo de] luz de vuestra luz!” [Pero] se les dirá: “¡Volveos atrás, y buscad [vuestra propia] luz!” Y entonces se erigirá entre ellos [y los creyentes] un muro, provisto de una puerta: en su interior habrá gracia y misericordia, y su parte exterior tendrá enfrente el castigo.
(14) [Los que se quedarán fuera] llamarán a esos [que están dentro]: “¿Acaso no estábamos con vosotros?” –[a lo que] responderán los otros: “¡Si, así fue! ¡Pero sucumbisteis a la tentación, estabais vacilantes [en vuestra fe] y dudabais [de la resurrección]; y vuestras fantasías os tuvieron seducidos hasta que llegó la orden de Dios: pues, [en verdad, vuestras propias] nociones engañosas acerca de Dios os engañaron!
Acá se nos habla de personas que son creyentes, pero al mismo tiempo ellos son injustos consigo mismos porque sus comportamientos han llegado a ser hipócritas. Acá deberíamos detenernos y reflexionar sobre lo siguiente: ¿Cuál es el elemento que causa la hipocresía, qué es lo que hace que un creyente llegue a ser un hipócrita? Lo que hace que un creyente se vuelva un hipócrita es cuando empieza a tener ilusiones sobre Dios, asumiendo que Dios le perdonará sus pecados, y cae en un estado de complacencia de sí mismo y de complacencia de su ego, y se dice a sí mismo: “bueno, Dios me perdonará”, “OK, estaré bien el día que muera”. Comete pecados, pero no se confronta a él mismo sobre sus pecados, y ni siquiera quiere pensar sobre ellos, y barre esa suciedad bajo la alfombra, y se autoconvence que Dios lo perdonará.
Luego la aleya nos indica que esta gente, en la otra vida, se darán cuenta que ellos no son seres luminosos, que no tienen luz divina, y son capaces de observar que hay otros en los que la luz divina fluye por sus manos y su ser. Entonces ellos se dirigirán a quienes eran parte de su comunidad, a quienes conocían en su vida, que eran otros musulmanes con los cuales vivieron, y verán que algunos de ellos si tienen esa luz en su ser mientras que ellos mismo no la tienen. Entonces se preguntarán por qué, y pedirán estar con quienes son luminosos porque querrán ser parte de ellos. La respuesta que se les dará es que efectivamente eran parte de esa comunidad, que vivieron junto a esas personas, pero que a diferencia de estas personas que generaron una relación valiosa con Dios, ellos fallaron, y fallaron porque no fueron honestos consigo mismos en cuanto a que fueron autocomplacientes con los pecados que cometían, y esa forma de actuar los llevó en un camino de autocomplacencia mayor en sus vidas sin querer corregir lo que debieron haber corregido.
Esta gente, en esta situación en el día del juicio final, querrá remediar su situación, querrá negar sus acciones, querrá negociar su estado, pedirá volver a la vida para arrepentirse y corregir sus acciones. Recuerden que en el día del juicio final ustedes serán el mismo ser humano que fueron al momento de morir, con sus mismas inclinaciones, deseos, pasiones, ética y moral. Si tú mueres arrogante en ese día serás arrogante, si te mueres honesto y con capacidad de reconocer tus errores, el día del juicio te comportarás de la misma forma. Ese día llegaremos a un momento crítico y decisivo, en el cual Dios separará a quienes están en una condición de seres luminosos de quienes no lo están (recuerden que Dios es conocedor de todo, y por lo tanto conoce cada detalle de como llegamos como seres humanos a ese momento). Esa barrera que separará a ambos grupos tendrá una puerta, y la expresión que usa el Corán para hablar de dicha puerta es fascinante. Los intérpretes tradicionales han indicado que el Corán indica que un lado de la puerta es misericordia, y que el otro lado de la puerta es tormento. Si tu miras muchas traducciones del Corán, ellas te indican que por el lado de la puerta que es misericordia se encontrarán quienes han sido salvados, y que por el lado de la puerta que es tormento estarán los hipócritas y quienes no se salvaron. Pero si tú miras con detención las palabras que usa el Corán yo debería mostrarte que eso no es todo lo que el Corán está diciendo, esto es lo que yo creo, y este pensamiento no pretendo imponérselo a nadie. Mi relación con la sura El-Hierro me ha llevado al convencimiento que lo que Dios nos está diciendo es que la puerta que separa a quienes están a salvo de quienes no (entre ellos los hipócritas, que son gente que aunque creyentes, su creencia no fue genuina, no fue verdadera, o cometieron muchos pecados) es una puerta que externa y superficialmente es tormento, pero que la verdad de ese tormento es el conseguir justicia para rehabilitar, y por lo tanto la verdad de ella es Misericordia. Es Misericordia divina porque ese tormento sobre esa gente es por su propio bien, para limpiarlos de sus pecados y sus fallas. El objetivo de ese tormento no es condenarlos internamente en su ser, y estamos hablando solo de ese grupo de gente denominados hipócritas.
Es importante entender que de hecho, el proceso de limpiar los pecados confrontando nuestros errores, es una verdadera manifestación de la Misericordia de Dios, y así incluso tu propio castigo es por tu propio bien.
Ahora la aleya 16 nos muestra ese clásico estilo coránico, que nos mueve en secciones y en cada sección nos genera un estado de ánimo distinto, y que como lectores hace que nuestro corazón cambie con cada uno de esos cambios, y ello es una de las característica de este mensaje notable.
(16) ¿NO ES HORA ya de que los corazones de los que han llegado a creer se sometan por entero al recuerdo de Dios y a toda la verdad que se ha hecho descender [para ellos], no sea que se vuelvan como aquellos que recibieron la revelación con anterioridad, cuyos corazones se han endurecido con el paso del tiempo de forma que muchos de ellos son [ahora] depravados?
El Corán dice, ¿No es hora de que los que han creído, los creyentes, humillen sus corazones ante Dios, y no sean como los que han recibido el mensaje? ¿Qué significa esto? Hay quienes reciben el mensaje, en un momento dado entusiasmados con el mensaje, sus corazones se agitan, sus ojos se emocionan sintiendo algo, pero a medida que se establece la monotonía y se establece el hábito, la emoción y la pasión desaparecen, las cosas se han vuelto rutinarias, ¿qué sucede cuando las cosas se vuelven rituales y habituales?, rezas porque estás acostumbrado a rezar, pero ya casi no te concentras en la oración, tu corazón no se mueve en la oración o se mueve muy poco, y en algunos casos simplemente quitas la oración del camino.
Este mensaje es realmente asombroso, el Corán le está hablando a los creyentes en la época del Profeta (BP), y ¿quiénes son los creyentes en la época del Profeta (BP)?, estaban los Compañeros del Profeta (BP), ¡y les está diciendo a los Compañeros del Profeta (BP), ¿No es hora de que vuestros corazones se humillen ante el Único e Inigualable?! Si estás concentrado leyendo el Corán, entonces deberías parar aquí, reflexionar, y preguntarte a ti mismos: ¿Si el Corán está cuestionando a los Compañeros del Profeta (BP), si eso que está diciendo se lo está diciendo a los Compañeros del Profeta (BP), entonces ¿QUE ME DIRÍA A MÍ? Algunos libros de tradición del Profeta (BP) indican que la razón de la revelación de esta aleya es que algunos creyentes se quejaron de haber perdido la motivación, y fueron donde el Profeta (BP) y le dijeron: estamos poco motivados, ¿podemos hacer algo para remediarlo? Ese informe en cuanto a la ocasión para la revelación no es muy auténtico, por lo que no podemos decir que esa es la ocasión para la revelación de esta aleya. Lo que si podemos decir, es que claramente el Corán está hablando a un pueblo que Dios sabe que va a estar sin el Profeta muy pronto, y estar sin el Profeta les va a presentar un gran desafío.
¿Cuál es ese desafío que se les va a presentar? El desafío es que van a ser como las demás personas del libro, muy pronto los musulmanes van a ser como los cristianos y los judíos en el sentido que su profeta ya no está con ellos, y cuando su profeta ya no está con usted, su motivación, su sistema de incentivos, su energizador ya no está allí. Ahora tienes que confiar en ti mismo para mantener esa energía y motivación, y es por eso por lo que Dios les da ese duro y bellamente sutil recordatorio, es como si Dios les dijera: “Sabes, es hora de crecer!!! “. Aunque Dios no les dice en este momento que el Profeta en uno o dos años ya no estará allí, Dios les dice que es hora de que miren hacia el interior de sus corazones, que calibren su Imam, y que preparen sus corazones para el gran desafío. El gran desafío no es que el demonio venga hacia ti, no es el ataque de los romanos o el Imperio bizantino, el gran desafío es la pérdida de la motivación y la pasión en el corazón, por hacer del recuerdo de Dios algo como un hábito que aburre, es decir, la dolencia del yo interior por lo que has hecho con tu yo interior.
La luz es energía, no puedes decir que una persona que está desmotivada, aburrida, sin pasión, lleva luz, y de hecho, si lees auras, una de las primeras cosas que notas es que el aura del ser humano desmotivado es tenue, sin embargo el aura de un ser humano motivado y apasionado, brilla. Cuando Dios habla de seres humanos en los que la luz fluye entre sus manos, se refiere a aquellos que lideran la lucha para mantener sus corazones y rostros vivos y activos, y que evitan que suceda el surgimiento de la sensación de aburrimiento y hábito en su relación con Dios, porque cuando ya no estás emocionalmente involucrado y comprometido, aunque estés con tu razón convencido, la hipocresía inicia su proceso de instalación, y así es como se forma y se instala lo inapropiado en el corazón.
Luego viene ese recordatorio que Dios nos ha dado en otras partes del Corán, pero que subraya en Surat al-hadid en la Aleya 20: (20) ¡SABED [Oh hombres] que esta vida es sólo juego y distracción, y un hermoso espectáculo, y [motivo para] vuestra jactanciosa rivalidad unos con otros, y [vuestro] afán por más riqueza e hijos! Su parábola es la de la lluvia [vivificante]: la vegetación que hace crecer complace a los labradores; pero luego se marchita y la ves amarillear, y al final queda convertida en paja. Pero [la realidad permanente de la condición humana se hará patente] en la Otra Vida: [ya sea] el castigo severo, o el perdón de Dios y Su complacencia: pues esta vida no es más que el disfrute pasajero de un engaño.
Dios nos recuerda que la vida en esta tierra es esencialmente frívola, que todo el dinero que ganas, que toda tu jactancia, que todo el esfuerzo que hagas por obtener riqueza material, que todo eso no tiene sentido para lo que Dios considera como la verdadera vida. El Corán subraya una y otra vez que esta vida que vivimos no es una vida real, y que la única forma para que nuestra luz no se apague es interiorizando esto. Muchos de nosotros decimos que creemos, creemos en que resucitaremos y tendremos que rendir cuentas, pero realmente no creemos que esta vida no sea la vida real, y no creemos que la única vida real y que realmente importa es la del Más Allá. El Imam que debemos construir, es ese tipo de Imam que puede soportar las trampas del aburrimiento, de la desmotivación, del hábito, de la frivolidad. Ese Imam que puede enfrentar las trampas del ego, las trampas de la arrogancia, y las trampas de la materialidad. Ese Imam que necesita anclarse en la creencia de que la vida real es la del más allá.
Ahora fíjate como se manifiesta hasta acá, nuevamente un aspecto del clásico estilo coránico. Hasta el momento Dios aún no nos ha dicho el mensaje central de la sura El-Hierro, todo esto hasta ahora es como el discurso que está conduciendo al punto principal, todo esto te está preparando para la entrega del mensaje crítico y el punto principal.
Volviendo al contenido, Dios ahora nos anima. Dios sabe que es fácil decir que la vida real es la que vendrá después, que esta vida no es la vida real, pero Dios sabe también que es difícil enfrentarla, porque cuando estamos sufriendo en esta vida es muy duro para nosotros, cuando perdemos un hijo es muy difícil decir: “bueno, realmente no importa porque esta no es lo real vida”, cuando perdemos nuestra riqueza, cuando fallamos en nuestros sueños, cuando perdemos a un ser querido, cuando pasamos por un divorcio. Con cualquiera de los desastres y calamidades que nos acontecen en esta vida, es muy duro para nosotros. Ahora fíjate, y he dicho esto antes muchas veces, pero fíjate cuántos hijos perdió el Profeta (PB), y trata de ponerte en los zapatos del Profeta (BP), ¿podrías perder tantos hijos y seguir siendo el tipo de ser humano que era él? Es importante que pongas las cosas en perspectiva, y que tengas conciencia de que a medida que atraviesas las difíciles dificultades de la vida se te está poniendo a prueba. Pero que es una prueba que está medida con relación a tus capacidades, y una prueba que podría ser aún mucho más difícil.
Luego Dios nos da la siguiente declaración que desafortunadamente muchos musulmanes llegan a interpretar de muchas maneras diferentes. Este es ahora el versículo 22 y 23: (22) NO OCURRE calamidad alguna en la tierra, o en vosotros mismos, que no esté [registrada] en Nuestro decreto antes de que la causemos: realmente, todo esto es fácil para Dios. (23) ¡[Recordad esto,] para que no desesperéis por lo [bueno] que se os ha escapado ni os alegréis [en exceso] por lo [bueno] que os ha llegado: pues Dios no ama a los que, por vanidad, actúan de forma jactanciosa.
Sepan que cualquier calamidad que le suceda en su vida o en el mundo, que fue ordenada por Dios, fue decretada. ¿Por qué Dios quiere que sepamos esto? Si prestas atención al texto, y es fascinante, es para que no experimentes un dolor devastador por lo que pierdes, y que tampoco te sientas lleno de exuberancia y arrogancia en cuanto a lo que ganas y lo que obtienes.
Entonces ya sabes que tanto las pérdidas o la ganancias no están fuera del alcance de lo divino. Tanto en el extremo del dolor, la depresión, la devastación, o en el extremo de la abundancia; a los musulmanes les ha gustado citar este versículo en algún tipo de creencia fatalista o predestinación. Pero esto no es lo que dice este versículo. Lo que dice este versículo es que está ordenado, ¿pero cuándo fue ordenado?, ¿fue ordenado desde el momento de su nacimiento?, no necesariamente fue ordenado en el momento del nacimiento, ¿podría haber sido ordenado como resultado de las consecuencias de tus elecciones?, efectivamente. Imagina uno de estos juegos interactivos, ese tipo de juegos en que tomas una decisión y que debido a ella hay consecuencias asociadas a esa elección. Luego tomas otra decisión, una diferente a la anterior, y tienes consecuencias distintas por esta nueva elección, ¿En este caso el programa está escrito de tal forma que está determinado para cada elección sus consecuencias?, efectivamente así es. ¿Sabe el programador cuáles serán las consecuencias de cada elección que tu hagas?, por supuesto que sí, ¡Pero eres tú el que elige!
Así que, cuando citamos este versículo, que para algunos es como si fuera algo fatalista, no necesariamente es algo así, no ha sido ordenado desde el momento de tu creación. Mi opinión es que la ordenación y el destino es algo continuo, es por eso por lo que Dios está con nosotros siempre, porque Dios está constantemente creando nuestro destino. Mi opinión es que algunas cosas están destinadas desde temprano, como la forma en que vas a morir, o el momento de tu muerte, eso es lo que creo por la evidencia que he estudiado. A algunos teólogos les gusta creer que está predeterminado con quién te vas a casar desde el momento de tu nacimiento, yo no creo eso, supongo que no soy un romántico en ese sentido.
Entonces, es como si Dios te diera una palmadita en la espalda, al mismo tiempo que te advierte, te ayuda a manejar los desafíos de la vida en esta tierra recordándote que nada se desarrolla sin la voluntad de Dios, nada ocurre fuera de la Conciencia de Dios. Dios podría haberte salvado de las consecuencias de tus acciones, pero Dios decidió no hacerlo. Dios podría haber evitado por ejemplo que las infecciones te enfermaran, pero si Dios permite que suceda es porque así lo ha querido. Al mismo tiempo, Dios nos llama a tener mucho cuidado de no convertir el acto de bondad que nos otorga, en arrogancia, arrogancia porque crees que de alguna manera tienes derecho a nacer rico, y ser rico y vivir como rico, o a nacer y vivir como una persona poderosa, o a pertenecer a una familia de élite o a una familia privilegiada, o a cualquier otro privilegio.
Ahora la sura nos lleva a la Aleya 25: (25) En verdad, [ya antes] hicimos llegar a Nuestros enviados con todas las pruebas de la verdad [de esto]; e hicimos descender por medio de ellos la revelación y [os dimos así] una balanza [con la que sopesar el bien y el mal], para que los hombres se conduzcan con equidad; e hicimos descender [para vosotros la habilidad de utilizar] el hierro, que encierra un tremendo poder y también [es fuente de] beneficios para el hombre: y [os fue dado todo esto] para que Dios distinga a los que Le defienden a Él y a Su Enviado, aun estando Él fuera del alcance de la percepción humana. ¡Realmente, Dios es fuerte, todopoderoso!
Ahora llegamos al corazón del tema principal de Sura El-Hierro. Dios te recuerda el papel crítico del mensaje que Dios te ha confiado. Dios nos indica que nos ha enviado a los mensajeros, con los libros sagrados, con el libro y la balanza. ¿Por qué?, ¿para qué?, pues con ellos la gente va a lograr la JUSTICIA.
Luego Dios te dice, que nos envió el hierro que tiene innumerables usos para el ser humano, y que es un material muy fuerte. En este punto debemos parar y reflexionar. Dios nos dice que nos envió a los mensajeros con el libro, y la balanza, ¿Qué es esto de la balanza?, ¿es un balanza material?, ¿es esta un balanza física?, ¿es algo que realmente podamos tocar y sentir? La respuesta es, no. Es algo que es metafísico. Entonces, ¿qué es esa balanza que entrega equilibrio? Bueno, debemos lograr desempaquetar los pliegues de significado que hay acá. El equilibrio es el equilibrio que está dentro de nosotros, es el tipo de equilibrio que es necesario para que un musulmán esté iluminado, fuerte y estable, que será capaz de manejar el desafío del islam después de que el Profeta se haya ido. Ahora, este desafío es enorme, porque la obligación de un musulmán, y el Corán nos lo dice repetidamente, es establecer la JUSTICIA. El problema de la falta de iluminación en una persona está asociado con el problema de la falta de justicia en ella.
El gran problema de las sociedades ha sido la ausencia de justicia. Es la falta de justicia en la sociedad la que promueve la generación de hipocresía en el yo interior. Una sociedad injusta es una sociedad llena de hipocresía. Una de las principales cosas que hace la opresión, el despotismo, y la falta de justicia en una sociedad, es que le enseña al ser humano a ser de dos o de múltiples caras para poder sobrevivir y salir adelante, porque no pueden confiar en las consecuencias de sus acciones, no puedes confiar en que si eres sincero no vas a ser injustamente castigado, no puedes confiar en que si dices lo que piensas no vas a ser oprimido, no puedes confiar en que si gastas en el camino de Dios no vas a ser castigado por ser generoso, no puedes confiar, y cuando no puedes confiar aprendes la hipocresía, aprendes a mentir, y a lo largo del Corán, el Corán nos inculca la relación entre el equilibrio y la justicia. Como creyentes debemos tener claridad que la búsqueda de la justicia no es algo que pueda ser abandonado, ya sea que alcancemos la justicia o no, porque el resultado de nuestras acciones no es asunto nuestro, es asunto de Dios (tema que aborda Dios en otra sura del Corán), pero la búsqueda de la justicia es algo central.
Luego el Corán nos muestra nuevamente una parte de su clásico estilo, nos ofrece una parábola y una metáfora para dejarnos la invitación a la reflexión, y extraer la enseñanza de ella.
Inmediatamente después de la parábola el Corán nos recuerda, sobre el Imam, el equilibrio y la justicia, para luego indicarnos que Dios ha enviado el hierro, y que el hierro es fuerte, y entonces Dios sabrá quién vendrá en ayuda del verdadero mensaje. Una interpretación superficial de esto sería que la mención del hierro se debe a que con este material se fabrican armas, y que el objetivo de ello es que tienes la obligación de establecer el equilibrio y la justicia. El equilibrio debe estar dentro de ti mismo, y por ello tienes la obligación de establecer el equilibrio externo y la justicia. Pero esa interpretación es insatisfactoria e insuficiente en muchos niveles, porque si lo que el Corán quiere es advertir a los musulmanes sobre el objetivo de la guerra, las batallas y las armas, no necesita mencionar el hierro, entonces ¿por qué menciona el hierro?
Ahora les presento sobre lo que esta parte de la sura está hablando, y la razón por la cual esta sura se llama El-Hierro. El hierro como material de la naturaleza es bastante notable porque es un componente esencial en la creación, no solo para construir armas o estructuras, sino que dentro de nosotros como seres humanos es esencial el porcentaje de hierro que existe en nuestro cuerpo. La ausencia del hierro sería desastrosa en nuestra salud, y aumentar dicha cantidad de hierro más allá de los límites aceptables también sería desastroso. El hierro también es notable porque es fluorescente si lo iluminas con la luz adecuada, se vuelve brillante, y ahí es interesante observar cómo a continuación de esto la sura El-Hierro vuelve al tema de la luz. Para decirlo sin rodeos y en forma directa, cuando la sura habla de hierro, está invocando en nosotros a lo que los modernos podríamos llamar Iron Man, pero prefiero llamarlo el ser humano de hierro porque así lo podemos aplicar tanto al hombre como a la mujer.
Para entender qué sería este ser humano de hierro regresemos a todo lo que nos recordó la sura. El núcleo del desafío del ser humano es lograr el equilibrio, el equilibrio que debe ser algo consciente, que no es solo ser un creyente, no es solo alguien que dice que es musulmán, sino que un ser humano que es consciente de lo que significa que Dios esté con él dondequiera que esté, una persona que es consciente de que todas las cosas materiales no le pertenecen a ella ni a ninguna otra persona, sino que solo le pertenecen a Dios y que, sin embargo, esas cosas materiales se le ha confiado para hacer algo con ellas, simplemente es un fideicomisario, ya sea un bosque, un río, las montañas o el dinero, es un fideicomisario, y tendrá que rendir cuentas ante Dios y ante todos nosotros por como las usó. Ese ser humano de hierro, tiene el equilibrio que le exige un estado permanente de vigilancia y de resistencia a que la hipocresía entre en su corazón transformando su ser y su yo interior. Ese ser humano de hierro lucha con esa hipocresía que surge del aburrimiento y la costumbre, del hábito, y la desmotivación en la vida y en las prácticas de adoración a Dios. Ese ser humano de hierro lucha con esa hipocresía que surge de la repetición sin sentido y sin comprensión, y de la pérdida de perspectiva de las cosas. Ese ser humano de hierro que lucha con la hipocresía que nos aleja del estado de iluminación y nos quita nuestra luz.
Cuando Dios dice en la sura, que es hora de que los que han creído humillen sus corazones para protegerse contra la hipocresía, es entonces una advertencia a los creyentes para que estén constantemente atentos y vigilantes de su yo interior, y que necesitan permanentemente ser humildes de corazón ante Dios. Con la ausencia del Profeta (BP) entre nosotros, ya no era el Profeta quien definía las cosas estableciendo justicia en la comunidad. Los musulmanes en aquella época cuando tenían algún problema iban donde el Profeta (BP) con sus problemas, pero una vez que el Profeta (BP) se ha ido, la obligación de la justicia se vuelve sobre todos nosotros, y eso se convierte en el gran desafío individual y colectivo. Algunos teólogos coinciden que este es el gran desafío que plantea la Sura El-Hierro.
Pero hay algo más que siempre me ha llamado la atención de esta sura. El hierro también es asombroso porque además de ser muy fuerte, también es maleable, adaptable, y puedes transformar sus formas si lo calientas lo suficiente, a diferencia de las rocas que si las calientes mucho se quiebran. Entonces, siempre me ha llamado la atención en la sura El-Hierro, su recordatorio sobre las calamidades, y pienso que las calamidades para los seres humanos son como el fuego que permite moldear el hierro. Hay dos tipos de creyentes, están los que están afligidos por la calamidad y no son como el hierro, son como rocas, el calor los rompe, pierden cuando pasan por dificultades y se llenan de cuestionamientos como: ¿por qué Dios me hizo esto?, No sé por qué Dios me ha hecho esto, no sé si ya soy creyente, etc. No son como el hierro, son como rocas que el calor los rompe. Sin embargo, hay creyentes que las dificultades para ellos es como calentar el hierro, son fuertes, y esas dificultades los transforman y les da una mejor forma como creyentes. Pero también me alerta de otra cosa, otra propiedad del hierro habla de la necesidad de adaptabilidad en las personas, si eres creyente y te enfrentas a los retos y no eres capaz de doblegarte, y moldearte, y transformarte, entonces no lograrás el equilibrio y no alcanzarás la justicia. Tantos creyentes cuando se enfrentan a desafíos quieren caer en el dogma con el que se sienten cómodos, no quieren reformar nada de su ser y de su yo interior porque es difícil, porque es difícil confrontar a la gente, es difícil ser impopular, es difícil soportar que la gente te critique, es difícil escuchar que la gente diga que eres un caso atípico, claramente es difícil, pero para ser realmente de hierro, debes ser fuerte pero también debes ser adaptable.
Por último quiero compartir algo que es digno de destacar. El hierro está en todas partes de la tierra como lo hemos visto, incluso es esencial en el funcionamiento de nuestro propio organismo. He leído algunos artículos científicos en los cuales se indica que las investigaciones han determinado que el hierro no se produjo en la tierra durante el propio proceso de formación de nuestro planeta, sino que el hierro que existe en la tierra llegó a ella por el impacto de meteoritos durante su proceso de formación. Es impresionante que en esta sura cuando se habla del hierro en la aleya 25 Dios usa la expresión: “… e hicimos descender [para vosotros la habilidad de utilizar] el hierro,…”, esto es impresionante para mí, y absolutamente consistente con el artículo científico que les mencioné. Cuando Dios habla en el Corán sobre las cosas que existen y que son creadas, y producidas, o crecen por procesos propios de la tierra, siempre usa otro tipos de expresiones, pero nunca utilizada la usada para el hierro.
Luego Dios en la sura, y como suele hacer Dios en el Corán, Dios invoca repetidamente y nos recuerda una y otra vez, que recordemos que este mensaje que nos está dando no debe hacer sentir a los musulmanes superiores, y que todo ese tema del pueblo elegido no funciona. Dios nos recuerda que este mensaje del Corán es el mismo mensaje que le ha dado a los otros profetas, el mensaje de Dios no cambia, es el mensaje que Dios entregó a Noé(BP), Abraham(BP), a Moisés(BP), a Jesús(BP) y a Muhammad (BP); y también nos recuerda nuevamente que no seamos como aquellos que se acostumbraron a una relación con Dios constante pero sólo marcada por el hábito, la repetición sin sentido, y que perdieron la pasión, la motivación, la energía, la emoción, y por lo tanto la luz interior, porque de esa forma te vuelves como las personas que han perdido el camino.
Luego llegamos al verso 28 regresando al tema de la luz:
(28) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Sed conscientes de Dios y creed en el Enviado, [y] Él os dará de Su gracia por partida doble, y os iluminará con una luz en la que caminaréis, y os perdonará [vuestras faltas pasadas]: pues Dios es indulgente, dispensador de gracia.
En relación con el concepto de una recompensa doble que aparece en este verso, les voy a comentar una interpretación que está en los libros de las tradiciones islámicas y que explica la situación histórica en la cual Dios reveló esta aleya, pero que según mi opinión dicha tradición es equivocada. La interpretación indica, que había un grupo de cristianos y judíos que fueron a Medina y que donaron dinero para caridad, y que el Profeta (BP) al saber sobre esto les dijo que tendrían una recompensa por su dinero. Entonces algunos musulmanes habrían reaccionado sintiéndose celosos dado que los cristianos y los judíos obtendrían la misma recompensa que ellos siendo musulmanes; y entonces Dios habría revelado este verso del Corán diciendo que a los musulmanes se les dará el doble de la recompensa, y finalmente los musulmanes estaban felices por esta revelación. Ese informe es completamente falso. Creo que es una fabricación completa. Podría pasar una hora entera discutiendo todos los problemas con ese informe. Pero les mencioné esta interpretación para que sean conscientes de su existencia, porque siempre hay musulmanes cuyos egos se ven amenazados por cualquier otro musulmán que dice algo distinto a lo que ellos saben, y te dicen: “bueno, sabes que eso no es así, todo lo que dijiste está mal, y déjame decirte lo que es correcto”, pero no te entregan fuertes fundamentos que sostengan sus opiniones. Esto sucede porque la comunidad islámica es una comunidad insegura, somos una comunidad que ha sido derrotada, entonces siempre estamos tratando de demostrar que no estamos marginados por la opinión distinta del otro, y hasta que no aprendamos a detener esto, seguiremos estando tan derrotados. Gente, la belleza del Corán no va a apoderarse de nuestros corazones si nuestras interpretaciones del Corán emiten fealdad. El Sagrado Corán no coexiste con la fealdad, cuando la fealdad invade tu corazón, en el minuto que la fealdad entra en tu corazón, es el momento en que la verdadera iluminación del Corán se escapa de tu interior, y te deja abatido y perdido. Es una burla a Dios, y a los cristianos y judíos, decir que los musulmanes obtendrán el doble de lo que ellos obtendrían por hacer caridad, es por ello y por muchas otras razones que hemos rechazado esas narrativas, Gracias a Dios.
Mi opinión en relación con esta aleya es que Dios te dará una misericordia manifestada dos veces. ¿Dónde están las dos misericordias que se manifestarán si en realidad crees y realmente te vuelves como esa metáfora de un ser humano de hierro? La misericordia de Dios se manifestará en este mundo y en el Más Allá. Ahora, ¿cómo se manifiesta esa misericordia en este mundo y en el Más Allá? Como una luz que se manifestará en este mundo y en el Más Allá. En cuanto sura El-Hierro penetra en tu corazón, el estado en que te deja es el de un corazón puro, porque la forma en que vive esta sura en tu corazón es la que te permite mirar a Dios y decirle: Oh Dios mío, ¿soy yo el hierro?, ¿soy un ser humano de hierro?, ¿estoy equilibrado?, ¿soy justo?, ¿tengo la luz?, deseo la luz, quiero la luz, codicio la luz, porque sé que la luz eres Tú, y esa es la forma que TE veo cuando TÚ están conmigo donde quiera que vaya. Así es como viene todo, y cuando tengo la luz fluyendo entre mis manos TE veo donde quiera que vaya.
… y eso mis hermanos y hermanas, es sura Al-Hadid
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