La resistencia es inútil: La muerte de Harvard, Columbia y la academia.

Espero que esto sea compacto, pero a la vez crítico; crítico en el sentido de hablar de lo que es importante, no en el sentido de impacto, ya que el impacto no es algo que ni tú ni yo controlamos. Los eventos que todos estamos viviendo se desarrollan a una velocidad vertiginosa, tanto que podrían parecer una casualidad o simplemente cómo se juntan muchos factores no intencionales. Sin embargo, es importante recordar que existe un manual que los dictadores, déspotas y tiranos han seguido y siguen durante mucho tiempo, y es notable cómo ese manual permanece constante, aunque lo que produce a menudo parece ser caótico e incontrolable o casual. Los tiranos y déspotas aprenden muy pronto algo que parece la escuela del despotismo.

La escuela del despotismo existe en la naturaleza de lo demoníaco, de lo malvado y  enseña esta lección crítica y crucial que las personas que no están instruidas en esa escuela a menudo olvidan. Esa lección que los déspotas aprenden muy pronto es que todo es narrativa y psicología; todo es narrativa y psicología. En la “escuela del despotismo", como lo es en la escuela de lo demoníaco y lo diabólico, el lado oscuro, apenas hay una verdad, apenas hay un hecho objetivo, y apenas hay luz versus oscuridad, y apenas hay algo como blanco versus negro. En la “escuela del despotismo" y la escuela de lo demoníaco, todo es grisáceo, todo son matices, el mundo de las sombras, y como todo es relativo y todo es un punto de vista, todo es narrativa y psicología. ¿Qué significa eso? Significa, muy específicamente, que la verdad no importa; la verdad no importa. De hecho, la verdad es a menudo el enemigo; es inconveniente, debe ser vista con mucha hostilidad. Las personas que te dicen que hay bien y hay mal, y hay blanco y hay negro, y hay oscuridad y hay luz, deben ser vistas como enemigas. Cuando todo es narrativa, entonces, en última instancia, lo que sigue lógicamente es que apenas hay bien o mal. Además, como todo es psicología, más importante que las medidas reales y las realidades empíricas del poder, es la percepción del poder y lo que comunicas al otro sobre tu poder relativo y su relativa impotencia. Tanto es así que parece, a aquellos sobre quienes ejerces el poder, que en algún momento u otro les parecerá que su impotencia y su incapacidad para cambiar las cosas están incrustadas en la naturaleza de las cosas. No solo son impotentes, sino que el destino exige que sigan siendo impotentes. Esto es mucho más importante en la” escuela de los déspotas” que cualquier otro desafío: narrativa, todo es narrativa y todo es psicológico.

Lo que sigue de eso, y es con lo que empecé, es que para los déspotas y tiranos, los eventos de tu agresión, donde tomas la iniciativa y flexionas los poderes de tus músculos o los músculos de tu poder, donde presentas tu narrativa como la única verdad aceptable y comunicas la agresiva lección de que solo mi narrativa, y mi narrativa únicamente, será aceptada y nada más al lado de mi narrativa, es algo que debes presentar a un ritmo vertiginoso. ¿Por qué? Porque si tomas la iniciativa, y si la pieza de esta iniciativa es implacable y desafías lo que la gente cree que es la verdad, una verdad que a menudo es inconveniente para el tirano y el déspota, y apenas les das el espacio o el tiempo para formular una respuesta a tu agresión, golpeándolos con un problema tras otro, los mantienes inquietos, los mantienes en un perpetuo estado de ansiedad e inseguridad hasta tal punto que aceptan el estado de ansiedad e inseguridad como la nueva normalidad. No solo eso, sino como inevitable e incrustado en la naturaleza de las cosas.

Así que, mira, mucha gente se pregunta: ¿es cierto que la administración Trump no se da cuenta de que al imponer aranceles se producirán caídas en todo el mundo en el mercado de valores, que esto resultará en la devaluación del dólar, que esto eventualmente resultará en una recesión mundial, que habrá despidos masivos en todas partes, que habrá inseguridad económica? La respuesta es no; son muy conscientes de estas consecuencias, pero eso está sacado del manual de los tiranos. Mantienes a la gente en un estado constante de inseguridad, alta ansiedad e inestabilidad porque tu vida es estable, tus inversiones no se ven afectadas, y si la gente está en un perpetuo estado de inseguridad y alta tensión, mitifican tu poder y mitifican su propia impotencia. Este es el punto crítico: empiezan a hablar de tu poder, como el tirano, en términos mitológicos, en términos casi religiosos, como decir que tu poder es la voluntad de Dios, como escuchas, desafortunadamente, a muchos musulmanes hablar cuando se trata de tiranos. Eso es lo que engendra el "despotismo": mitificas el poder del déspota y mitificas tu propia impotencia como predestinada e inmutable e inamovible. Todo esto es una introducción, pero pausa y piensa para que entiendas el peligro que nosotros, colectivamente como estadounidenses, enfrentamos hoy en este momento de la historia. ¿Has notado que alguien como Netanyahu parece seguir las mismas reglas del mismo manual que Trump? Netanyahu se enfrenta a toda una serie de desafíos y problemas. La solución de Netanyahu es un constante estado de agresión y violencia contra el otro, incluso si eso significa sacrificar las vidas de sus compatriotas e incluso si eso significa sacrificar el bienestar económico de millones de personas desfavorecidas. No importa; ese es el núcleo de cómo piensa un tirano. No hay bien público; solo hay mi bien. No hay interés público; solo hay intereses especiales para personas especiales, y aquellos que son especiales son aquellos que me apoyan, me habilitan y me empoderan.

Así que, en el mundo en que vivimos, no solo hay un genocidio que continúa ahora en Gaza, sino que se ha inventado una situación bélica en Cisjordania y una situación de guerra en efecto, constante agresión contra Siria, la ocupación de nuevo territorio. Estados Unidos bombardea Yemen, continúa bombardeando Yemen, y ahora parece que está escalando hasta el punto de bombardear Irán. ¿Es una coincidencia que esto siga a una serie de órdenes ejecutivas y acciones ejecutivas sin precedentes en el frente interno? Seamos muy claros, no olvidemos, porque, de nuevo, los tiranos son muy buenos no solo en privilegiar la narrativa que quieren privilegiar, sino en crear un estado psicológico en el que la memoria, especialmente la memoria precisa, se convierte en un enemigo del estado. Un estado despótico no quiere una memoria colectiva que recuerde los crímenes del tirano; en realidad, quiere olvido y falta de atención, e incluso mejor, falta de interés, que es una etapa más avanzada en la “escuela del despotismo". Pasas de la falta de memoria al desinterés real. Si quieres entender todo sobre la condición musulmana, entonces presta atención a estas palabras, y si quieres entender todo sobre la amenaza que enfrenta la condición estadounidense, entonces presta atención a estas palabras.

La administración Trump firma una serie de órdenes ejecutivas, y en las que me centraré durante unos minutos son las que se dirigen al banco intelectual de esta nación. ¿Dónde está el banco intelectual de cualquier nación del mundo? ¿Dónde encuentras a aquellos que pasan toda su vida centrándose en los tediosos procesos de leer historia, leer la sociedad, investigación empírica, investigación textual, pensando a través de problemas? ¿Dónde los encuentras? En los "think tanks"? No; los "think tanks" son una cuestión de dinero y política. Los encuentras en las academias; ese es el papel de las academias a lo largo de la historia humana. De hecho, por eso los seres humanos inventaron algo como las universidades, y lo que es verdaderamente notable, y esto es algo que la mayoría de los musulmanes no saben, es que aquellos que realmente dieron a la universidad, incluyendo las universidades occidentales, su forma real, su sistema real, fue la civilización musulmana. Fueron los musulmanes quienes, a pasos agigantados, crearon el sistema universitario, la financiación de las universidades, el sistema de titularidad, el sistema de becas, etc., etc., etc. Pero, por supuesto, los musulmanes han perdido todo eso hace mucho tiempo, y fue el despotismo el que finalmente alcanzó a los musulmanes y les robó su propio banco intelectual. Y cuando el banco intelectual del Islam, de los musulmanes, lo que proporcionaba a la "umma" musulmana su unidad no eran sus fronteras compartidas; había tantos imperios, ni sus fuerzas militares, a menudo en conflicto y luchando; había fuerzas militares para cada dinastía y cada imperio, y a menudo estaban en guerra entre sí, ni el sistema de prisiones que los tiranos construyeron por todo el mundo musulmán. Lo que proporcionaba a la "umma" musulmana su identidad y su unidad, lo que trascendía la división suní y chiíta, lo que trascendía la división sufí y salafí, lo que trascendía cada división conocida en el mundo musulmán, era la academia, las universidades construidas por todas partes que hablaban un lenguaje intelectual común. El vínculo compartido entre la "umma" musulmana era la "sharia"; ese era el lenguaje común compartido. No te engañes: todo eso se perdió, y todo se perdió porque los déspotas robaron a las universidades su autonomía e independencia, porque la decisión de dar la titularidad a un profesor o de promocionar a un profesor tenía que pasar primero por consideraciones de seguridad. Eso es lo que es tan peligroso de lo que ha hecho la administración Trump: ha dado los primeros pasos por el camino abominable.

Déjame darte un ejemplo concreto. Si estás interesado, puedes buscar la Universidad de Columbia y leer la saga de cómo la Universidad de Columbia se vendió. Si estás interesado, puedes buscar las consideraciones de diversidad: cómo el gobierno federal ordenó a las universidades que no pueden usar dinero federal para promover la diversidad en sus programas, y cómo una universidad tras otra cedió y dijo: "Sí, señor, no más diversidad, no más consideraciones especiales para estudiantes no privilegiados". Para ser muy concreto, para que entiendas lo poco islámico que es eso, según esto, si un estudiante solicita entrar en la escuela y ha vivido toda su vida en la calle, no se me permite tener en cuenta el hecho de que tuvo que estudiar mientras vivía en la calle. Si un estudiante solicita entrar y ha tenido padres que fueron drogadictos toda su vida, no se me permite tener en cuenta el hecho de que se superó con muchísima dificultad y sobresalió y logró las calificaciones necesarias. ¿ Se supone que debo dar a ese estudiante la misma consideración que a un estudiante que tuvo una cuchara de oro en la boca toda su vida y fue criado en el lujo y el privilegio?.

Dejemos de lado la diversidad, pero lo triste es que una universidad tras otra, en lugar de defender un principio y decir: "Bueno, si no podemos actuar por principio, no queremos su dinero", una universidad tras otra cedió y continúa cediendo. Pero quiero darte un ejemplo muy específico: Existe un Centro de Estudios de Oriente Medio de Harvard; solo un tirano y un fanático considerarían que el Centro de Estudios de Oriente Medio de Harvard no es imparcial o equilibrado en su tratamiento de lo que Israel está haciendo. De hecho, en mi opinión, son “demasiado justos “porque está muy claro que lo que Israel está haciendo es un genocidio, y las organizaciones de derechos humanos de todo el mundo han dicho que lo que Israel está haciendo es un genocidio, y solo la narrativa de los tiranos puede ver lo que Israel está haciendo y decir: "No, en realidad se trata de antisemitismo, no de genocidio", solo la narrativa de los tiranos. Sin embargo, ese centro, en mi humilde opinión, todavía lleva los vestigios del orientalismo y sigue privilegiando perspectivas que, desde mi punto de vista, no merecen ser privilegiadas, pero, sin embargo, a los ojos de la administración Trump y de gente como Netanyahu, el hecho de que le den al punto de vista palestino cualquier espacio es una ofensa imperdonable. Pero, como cuestión de principio, lo que es aún más importante es que ese centro estaba dirigido por un erudito muy eminente, Cemal Kafadar. Fui estudiante de Cemal Kafadar cuando él era profesor en Princeton, y recuerdo cómo Harvard se desvivió por agasajar, por así decirlo, a Cemal Kafadar, para que dejara Princeton y se fuera a Harvard. ¿Por qué? Porque es un académico sumamente calificado, sumamente calificado, pero la universidad cedió a la presión de la narrativa de los tiranos y déspotas y adoptando la psicología de las víctimas del despotismo, Harvard, de forma resumida, despidió al director de ese centro, Cemal Kafadar. El mensaje que esto envía es muy claro: no es la revisión por pares lo que decide si estás calificado para hacer tu trabajo; de hecho, no es ninguna medida empírica objetiva de lo correcto o lo incorrecto; no son tus calificaciones, no son tus títulos, no son tus logros. Cuando todo está dicho y hecho, es una decisión política debido a las percepciones del poder, y los efectos en cadena de lo que eso hace en la academia es paralizante, porque eso se filtrará en tus decisiones de contratación, eso se filtrará en a quién admites en tus programas de posgrado. Eso significará, si no te has dado cuenta todavía, que se contratan menos musulmanes en general, o si contratas musulmanes, exigirás que demuestren su hostilidad hacia su propia fe y su propia religión. Eso significará que se admiten menos musulmanes en la escuela de posgrado en general, o incluso si admites estudiantes musulmanes, exigirás que realicen la prueba de que han rechazado el Islam. La politización de la academia hasta ese punto está sacada del manual de los tiranos, y son los primeros pasos firmes hacia el mundo alternativo del despotismo, el miedo y la psicología de los seres humanos oprimidos.

Segunda Jutba

Así que puedes visualizar hasta qué punto el despotismo distorsiona y corrompe las cuestiones de la narrativa y la psicología. Considera el siguiente punto: antes, en una jutba anterior, expliqué un punto que no había escuchado articular a un musulmán antes, y es que aceptar la ideología sionista en sí misma es intolerancia religiosa y racismo. ¿Por qué? Porque se basa en una base, y esa base es que  tu narrativa como judío sionista, es la verdad, y mi narrativa como musulmán o cualquier otra narrativa que no sea tu narrativa sobre esta tierra es, por definición, falsa y sin fundamento. No importa lo que digan o no digan los historiadores; lo que importa es ese punto ideológico: mi narrativa es verdadera y tu narrativa es incorrecta, y no hay espacio intermedio. Pero un paso más allá es cuando el colonizado adopta la narrativa del colonizador como la verdad debido a su impotencia percibida, y es por eso que empiezas a escuchar voces en Arabia Saudita, en Egipto, en Túnez y en Marruecos diciendo cosas como: "Bueno, sí, el Corán apoya la narrativa sionista". Esto es un patrón en el manual del despotismo: aquellos que viven bajo el despotismo eventualmente filosofan la narrativa del déspota y la ven como innegable e irrefutable. Es como si no pudieras vencerlos, así que únete a ellos.

Pero hay un punto más: la narrativa de la administración Trump, y este es el punto que quiero subrayar y dejarte con él: la narrativa de la administración Trump, de hecho, la narrativa a la que sucumbió la Universidad de Columbia, a la que sucumbió Harvard, es en sí misma una narrativa profundamente racista y, de hecho, un punto más allá, es una narrativa antisemita. ¿Por qué es así? Bueno, se basa en la nueva definición de antisemitismo que adoptó la administración Trump, por cierto, una definición que fue debatida en las Naciones Unidas y rechazada universalmente por todos los organismos de la ONU y todas las organizaciones de derechos humanos, incluyendo Human Rights Watch y Amnistía Internacional, pero, he aquí, esa es la definición de antisemitismo que la administración Trump no solo aceptó, sino que les dijo a las universidades que esa es la definición de antisemitismo que van a adoptar, y de hecho, las universidades la están adoptando.

Pero esa definición de antisemitismo es en sí misma antisemita porque asume que si criticas a Israel, al mismo tiempo estás criticando a todos los judíos. Ahora escucha lo racista que es esta suposición: Israel ha cometido y está cometiendo un genocidio; lo que esta definición de antisemitismo, escucha esto, o la forma en que esta definición de antisemitismo traduce las palabras que acabo de decir es: Israel ha cometido un genocidio, todos los judíos han cometido genocidio. Solo un ser humano profundamente racista generalizaría e imputaría las acciones de un estado a un pueblo; esa es la naturaleza misma del racismo. Así que, de hecho, al asumir que cuando criticas los actos de un país estás diciendo algo sobre todo un pueblo, un pueblo que tiene una larga, diversa y compleja historia, en realidad has abrazado metodológicamente las herramientas del racismo. Es como si alguien dijera que si criticas a Arabia Saudita, has criticado a todos los musulmanes; esa afirmación en sí misma es una declaración prejuiciosa. Pero todo es cuestión de psicología y narrativa, y la forma en que resistes el despotismo es a través del conocimiento de la psicología y la narrativa y también a través de entender el manual del despotismo, porque es cuando los musulmanes olvidaron que este manual existe y que Dios no va a intervenir para salvarlos de sus propias locuras, de la misma manera que Dios no va a intervenir para salvar a los EE. UU. de sus propias locuras, es cuando todo se derrumba. Pero para entonces es demasiado tarde, y reconstruir una civilización rota es mucho, mucho más difícil que mantener viva una civilización existente.

Allah, perdona nuestros pecados, danos conocimiento y conciencia, danos la capacidad y la atención y la consciencia para entender lo que el lado que es hostil a ti, hostil a lo divino y a lo semejante a Dios en la existencia, le hace a la psicología humana y al conocimiento humano. Danos la conciencia para entenderlo y la voluntad para resistirlo y continuar luchando contra él. ¡Oh, Allah!