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Capítulo #2

  • Aprende Islam
  • 15 mar
  • 13 Min. de lectura

Actualizado: 6 abr

Demos un paso atrás porque, nuevamente, todo esto está en el corazón de la metodología que adoptamos al revisar los hadices y al evaluar qué narraciones son confiables y cuáles no lo son.


De acuerdo, déjame ponerlo de esta manera: es posible que tengas un bolígrafo que no escribe. ¿Está cumpliendo ese bolígrafo con su propósito de existencia? O tienes un televisor que no tiene transmisión, lo enciendes y solo hay interferencia, sin imagen. ¿Está ese televisor cumpliendo con su propósito? O un automóvil que tiene un motor, pero no funciona. ¿Está ese automóvil cumpliendo con su propósito? Lo mismo ocurre con los seres humanos. No es solo el hecho de que seas un ser humano lo que necesariamente significa que estás cumpliendo tu propósito. Pero, como ser humano, si eres como ese automóvil, necesitas un motor que funcione. Como ese televisor, necesitas una conexión operativa para la transmisión. Como ese bolígrafo, necesitas tinta para escribir. Lo mismo ocurre con un ser humano. No es solo que existas, sino que es la conciencia, la conciencia de por qué existes. Y para entender por qué existes y qué papel jugará el Profeta (PB) en esto, debes retroceder hasta los mismos comienzos, hasta los mismos orígenes.


Así que sabemos, por la narrativa, que Allah nos dice en el Corán la historia de la creación y el honor concedido a Adán, y toda la narrativa de Adán y Eva. Ahora, veamos lo que dice Allah en este punto. Allah dice: “Estoy creando, a alguien que heredará de Mí, que tomará el relevo como un representante en la Tierra”. Observa que, desde el principio, antes incluso de que Adán peque, Él le dice a los ángeles: “Estoy creando un representante en la Tierra”.


Entonces, ¿cómo es eso consistente con la idea de “la caída”, de que Adán y Eva estaban primero en el paraíso y luego pecaron, y porque pecaron fueron enviados a la tierra, siendo que Allah dice desde el principio: “Estoy creando a alguien para heredar la Tierra”? No soy el primero en sugerir que toda la narrativa es una anécdota, que la misma idea de que estás en la Tierra es porque Yo, el Creador, conozco tu propensión a cometer lo altamente irracional. Y lo irracional es rebelarte contra tu propio Creador, aunque no tienes poder para rebelarte. Sin embargo, te rebelarás. Y al saber esto, debes ser plenamente consciente de tu papel como representante en la tierra, porque tu rebeldía es una fuente constante de amenaza para ti, esta es la puerta por la que shaytán entra en tu vida.


Ahora, sabemos que Allah nos dice en el Corán que nos creó para para la ‘ibadah (adoración), ese es tu propósito. Entonces, la razón por la que fuiste creado es, en efecto, para reconocer a tu Creador, para adorar a tu Creador. Allah nos dice en el Corán “He creado a los humanos y a los yinn con qué propósito? Para adorarme”. Pero además de tu propósito, tienes una obligación, tus instrucciones, lo que debes hacer, y eso es ser el representantes de Allah en la tierra.


Entonces ‘ibadah (adoración), es cualquier cosa que afecte tu relación con Allah directamente, todo esto está bajo el marco de ‘ibadah. Entonces, ‘ibadah no es solo la oración (Salah), o el ayuno (Sawm), o el zakat. Por ejemplo, la gratitud o la ingratitud es parte de tu ‘ibadah. El dhikr (recuerdo de Dios) es parte de un ‘ibadah ¿Por qué es parte de tu ‘ibadah? Porque es una expresión de tu intencionalidad. Dónde está tu intención. Si no recuerdas a Allah, esa es tu intención. Si recuerdas a Allah, esa es tu intención.


Así que todo lo que tiene que ver con tu relación directa con Allah está bajo el marco de ‘ibadah. Y todo lo que tiene que ver con tu relación con la creación está bajo el marco de ser representante de Dios en la tierra.


Entonces, cuando llegas a esa pregunta existencial: “Fui creado para colocar mi intención en reconocer plenamente a mi Creador, para estar plenamente consciente y agradecido de mi Creador”. En otros términos, reconocer plenamente tu propia divinidad. Cuanto más estás con tu Creador, más consciente eres de que provienes de lo Divino y que regresarás a lo Divino. Porque así es como los seres humanos caen en la banalidad y en la temporalidad, cuando ya no recuerdan que provienen del aliento de lo Divino. Yo no soy este cuerpo, no soy un cuerpo. El cuerpo es simplemente una cubierta para la Divinidad.


Si tu dhikr alcanza un punto muy avanzado, llegas a un nivel en el que ya no te reconoces a ti mismo, en el que el “yo” se evapora por completo y todo lo que existe allí es lo Divino. En otras palabras, ya no tienes un yo del que preocuparte, todo lo que te importa es tu origen, tu verdad, tu haqiqah. Ahora bien, muy pocas personas llegan al punto en el que realmente se disuelven, en el que eliminan completamente el “yo” y ya no tienen un “yo” que deseen proteger o por el que quieran luchar. Pero eso no es un fracaso si no llegas allí. ¿Por qué? Porque la ’ibadah siempre es una cuestión de grado. Algunos de nosotros alcanzaremos un nivel de ’ibadah mucho mayor que otros, pero tu intencionalidad siempre debe ser la de esforzarte.


Ahora por otro lado, repito, todo lo que se refiere a tu relación con la creación, todo lo que ha sido creado y que está bajo tu responsabilidad como representante de Dios en la tierra, entra en el ámbito de tu tarea, de tu obligación, no de tu propósito. Esto incluye, por ejemplo, tu relación con tu propio cuerpo, porque parte de la tarea que te fue encomendada como representante, es cuidar el cuerpo que Dios te dio, cuidar la casa que Dios te confió, la familia que Dios te encomendó, el vecindario, la sociedad, y así sucesivamente.


En la teología islámica, existen tres categorías o tres tipos de personas. Están aquellos que viven para sí mismos, aquellos que viven para los demás y aquellos que viven para Dios. Existencialmente, tu propósito no es vivir para ti mismo ni vivir para los demás, sino vivir para Dios. Todo se define en términos de tu relación con Allah subhanahu wa ta’ala.

Pero esta dinámica, de si estás viviendo para ti mismo, para otros o para Dios, implica que incluso si te sirves a ti mismo, el propósito debe ser: “Estoy cuidando mi cuerpo, por ejemplo, porque estoy cumpliendo con mi obligación de representante”. Todo pasa a través de Dios. El parámetro que define la legitimidad o ilegitimidad, lo que es correcto o incorrecto, es Dios. Esa es la diferencia entre vivir en los deseos mundanales o de vivir en Dios.


Ahora, observa que toda esta dinámica, como mencioné, depende de tu intencionalidad. Es la intención lo que define la calidad de una acción. Por ejemplo, si bebo agua, el acto de beber agua puede ser un acto de ’ibadah, dependiendo de mi intención. Si bebo agua porque quiero cuidar el cuerpo que Dios me confió, entonces mi acción de beber agua es un acto de ’ibadah porque estoy cumpliendo con mi obligación de representante. Pero si bebo agua simplemente porque tengo sed o porque quiero verme bien, y Dios ni siquiera es una consideración en mi mente, entonces no es un acto de ’ibadah. Tu intencionalidad siempre definirá si estás realmente cumpliendo con tu ’ibadah o no.


Sabemos que la intencionalidad en sí misma, la intención, es lo que se siente en el corazón, como dijo el Profeta y que se confirma a través de tus actos. Entonces, no puedes tener una intencionalidad defectuosa en la que, lo que está en tu corazón no se refleje en tus acciones. Eso es una indicación de que tu intencionalidad es errónea o está fallando. Por ejemplo, si dices: “Mi intención es ser misericordioso”, pero tus acciones no son misericordiosas, entonces tenemos un problema. La intencionalidad, como decían los teólogos musulmanes, es lo que realmente sientes y el cómo lo expresas.


Ahora, el enfoque del Corán es afectar tu entendimiento, tu conciencia, tu nivel de conciencia. Cuanto más comprendes el Corán, más se ve afectada tu conciencia y tu percepción. Pero el Corán no trata, o al menos en la mayoría de los casos, no se enfoca en la metodología, en el cómo hacerlo. Así que cuando el Corán dice que es una instrucción, un despertar, una revelación para todo, ¿qué significa esto? Significa que el Corán es un registro completo, una exposición completa de todo lo que necesitas para que tu conciencia se encuentre donde debería estar.


Entonces, cuando el Corán dice, por ejemplo, que cuides de los huérfanos, habría algo realmente mal si estudias el Corán y tu conciencia no está completamente despierta a la importancia de cuidar a los huérfanos. Pero el Corán no explica los detalles de cómo debes cuidar a los huérfanos. Ese método necesita ser modelado para ti por otro.


O cuando el Corán, por ejemplo, habla sobre el establecimiento de la justicia. O incluso si tomas ejemplos más cercanos a nosotros, cuando el Corán dice que debes ser puro, o cuando el Corán habla sobre la naturaleza de los hogares y los describe como una fuente de paz. Todo esto es para ayudar a desarrollar y madurar tu conciencia, pero el modelo de cómo hacerlo proviene del Profeta (PB), y ahí es donde la Sunnah se vuelve crucial porque cuando hablamos del Profeta, hablamos de un ejemplo vivo. Cuando el Imán Alí (P), por ejemplo, en una de sus descripciones del Profeta (PB), dice “que él era uno de nosotros, completamente de entre nosotros, conocíamos su linaje, sabíamos exactamente quién era su familia, sabíamos exactamente quién era. Era alguien completamente familiar para nosotros. Y lo que él era, en cómo se desempeñó y la razón por la que era amado es porque fue una fuente constante de misericordia para nosotros”.


Cada musulmán que alcanza la salvación se ve directamente afectado por la misericordia y la compasión del Profeta (PB) Y cuando comprendes el carácter del Profeta, lo que te impacta es que, como modelo, lo que él ejemplificó no es solo un “cómo hacerlo”, sino que modeló a una persona cuya “niyyah” (intención) es verdaderamente extraordinaria. ¿Cómo es eso? A menudo ignoramos el hecho de que una de las cosas que se transmiten más que cualquier otra sobre el Profeta, en términos de la cantidad absoluta de transmisiones, más que cualquier narración sobre un matrimonio, sobre una batalla o sobre cualquier otra cosa, son las narraciones de lo que la gente escuchó de él. Lo que la gente transmitió sobre el Profeta constantemente haciendo súplicas antes de la oración, en la oración y después de la oración. Y te diría que no hay manera de que puedas entender la personalidad del Profeta y quién era él a menos que comprendas y te enfoques en sus suplicas y dikhr (recuerdo de Dios). Y esto es algo para que los psicólogos estudien ya que hay tantas transmisiones sobre la forma en que él hablaba con Dios todo el tiempo que son tan numerosas y acumulativas como el propio Corán. Entonces, ¿qué decir de un hombre cuya dinámica constante es hablar con su Señor? Desde el minuto en que se despierta, desde el momento en que toma su primer sorbo de agua, si come algo, si va al baño, si se lava, si se pone de pie en la oración, en la oración, tras la oración, al entrar en un lugar, al salir de un lugar… la gente está constantemente escuchando a este hombre hablar con su Creador. De hecho, más importante que hablarles a ellos, lo que se nos dice es que en su mayoría era un hombre silencioso cuando se trataba de otros seres humanos. Y, aun cuando se unía a la gente mientras reían y bromeaban, simplemente sonreía. No tendía a hablar en exceso ni a dominar las conversaciones. En realidad, era mayormente una persona silenciosa, a menos que estuviera transmitiendo algo de parte de Dios.


Pero la verdad más prevalente sobre él es que constantemente hablaba con Dios. Entonces, ¿cuál es la psicología de este hombre? Si estás considerándolo a él como un modelo ¿no es eso mucho más importante que si bebía agua en tres sorbos por ejemplo? Quiero decir, es significativo que nunca eructara o hiciera un ruido molesto cuando bebía, eso es significativo. Pero mucho más significativo es lo que le está diciendo a Dios mientras participa en cualquier comportamiento y en cualquier conducta, porque eso es fundamental para comprender la psicología de este hombre. Y tenemos numerosos informes de que este dhikr no era revelación, era una expresión de su ser interior. Nadie le enseñó a hacer estas suplicas y dhikr, esto es lo que leemos y olvidamos, que él fue su inventor. No hay ninguna figura en la historia humana, nunca he leído acerca de nadie en la historia humana que suplique y hable con Dios tan hermosamente como Muhammad (PB).


Estamos hablando de este hombre que ha sido elegido como mensajero de Dios, su papel en la ummah es servir de modelo al resto. Y este modelo es una fuente de misericordia. En otras palabras, mira este modelo y, si sigues este modelo, esto será una fuente de misericordia para ti. Y la misericordia es que lo amarás y él te amará. No tenemos acceso al estado del profeta (PB) después de la muerte, no lo sabemos. Pero Allah dice que los mártires no están muertos, sino vivos. Ahora bien, si este es el estado de los mártires, ¿cuál es el estado de los profetas? Es una pregunta justa, ¿verdad? Si los mártires no están muertos sino vivos, ¿qué pasa con los profetas? ¿Y qué pasa con el Profeta Muhammad en particular? El rol que tiene el profeta de testificar a favor o en contra de su ummah ¿terminó con su muerte? No lo creo.


Ahora bien, no llevamos esto tan lejos como lo han hecho algunos teólogos sufíes. Por ejemplo, hay un teólogo sufí extremista de la orden Tijani en Egipto, en realidad que afirma ser tijani, aunque los tijanis lo han expulsado, que dice que el Profeta es la luz de Dios, una extensión de la luz de Dios, y que por lo tanto no fue creado. Afirma que el Profeta es increado. Eso es ir demasiado lejos. Ahí es donde deificas al Profeta, y nosotros no hacemos eso. Pero, al mismo tiempo, tomar al Profeta como lo hicieron muchos wahabíes, simplemente como un hombre más, como cualquier otro hombre, y decir: “Oh, bueno, no hay un modelo en términos de virtud”, eso es igualmente problemático. Ya que el modelado de la virtud es lo más importante, porque sin el modelado de la virtud, puedes tener las mejores intenciones, pero no tienes el modelo “cómo hacerlo”, porque no tienes un ejemplo vivo. Y los seres humanos aprenden a través de ejemplos. Todo el aprendizaje humano es demostrativo. Piensa en cualquier cosa que sepamos: la sabemos de manera demostrativa. No puedes llegar al conocimiento religioso y excluir lo demostrativo.


Recibo bastantes mensajes de conversos que dicen cosas como: “Oh, bueno, ¿acaso el Corán no dice que es una explicación de todo? Entonces, ¿por qué necesitamos la Sunnah? ¿Por qué necesitamos aprender algo sobre el Profeta?”. Yo sospecho que estas preguntas vienen de islamófobos realmente, pero, Subhanallah, recibo todos estos mensajes en estos días— en el que dicen: “Oh, nos perturba mucho el hecho de mencionar al Profeta en la oración. ¿Por qué mencionamos al Profeta?”. Algunos dicen: “Estoy tan perturbado por esto que he empezado a excluir el nombre del Profeta en mis oraciones".


Por supuesto, la ignorancia aquí es asombrosa, porque cuando hacemos el Tashahhud (ver notas al final número 1) y Ṣalāt al-Ibrāhīmīyah (ver notas al final número 2), lo que estamos repitiendo es algo que, simbólicamente y de manera demostrativa, es un evento muy importante en la historia humana que es el Isrā’ wal-Mi‘rāj (viaje nocturno y ascención del Profeta (PB), ver notas al final número 3) estamos memorizando la relación entre los cielos y la Tierra. La estamos memorizando al repetir lo que dijeron los ángeles cuando recibieron al Profeta. Me asombra que tantos musulmanes estén confundidos acerca de esto. Cuando decimos esto, estamos repitiendo lo que los ángeles dijeron al Profeta: “La paz sea contigo”, y “La paz sea con nosotros, los ángeles, y con todos los verdaderos seguidores”. No estamos adorando al Profeta, estamos memorizando un evento crucial en el que se afirma el pacto entre los cielos y la Tierra.


Y, de hecho, el Profeta (PB) no necesita nuestras oraciones, toda la dinámica de esto, cuando haces súplicas por el Profeta, en realidad te estás bendiciendo a ti mismo, recuerda que Dios dice en el Corán: ‘Quien obedece al Profeta, me ha obedecido a Mí, y quien desobedece al Profeta, me ha desobedecido a Mí’ .Así que le estamos diciendo a Allah que estamos afirmando esta relación, entendiendo el papel del Profeta como fuente de misericordia.


De hecho, así como hubo una ummah que perteneció a Ibrahim, una ummah que perteneció a Musa y una ummah que perteneció a Isa, nosotros somos la ummah de Muhammad. Y al decir que somos la ummah de Muhammad, estamos diciendo que somos la ummah que creyó en el mensaje final de los profetas abrahámicos, no puedes sacar ese modelo crítico, ese ejemplo fundamental, es el centro de todo.






Notas


1)El Tashahhud (التشهد) es una parte fundamental de la oración islámica (Ṣalāh), recitada en la posición sentada después de la segunda raka’ah (unidad de oración) y en la última raka’ah antes de finalizar la oración. Es un testimonio de fe y una salutación a Allah y al Profeta Muhammad (ﷺ).

 

Texto del Tashahhud en árabe:

 

التحيات لله والصلوات والطيبات، السلام عليك أيها النبي ورحمة الله وبركاته، السلام علينا وعلى عباد الله الصالحين، أشهد أن لا إله إلا الله وأشهد أن محمدًا عبده ورسوله.


Traducción al español:

 

“Todas las salutaciones, oraciones y cosas buenas son para Allah. La paz sea contigo, oh Profeta, así como la misericordia y las bendiciones de Allah. La paz sea con nosotros y con todos los siervos piadosos de Allah. Doy testimonio de que no hay dios excepto Allah y doy testimonio de que Muhammad es Su siervo y Su Mensajero.”


2)El Ṣalāt al-Ibrāhīmīyah (الصلاة الإبراهيمية) es una súplica especial que los musulmanes recitan en la oración (Ṣalāh), específicamente en la última parte de la oración, después del Tashahhud y antes del Salam. Se trata de una bendición enviada sobre el Profeta Muhammad (ﷺ) y la familia del Profeta Ibrahim (Abraham, عليه السلام).

 

Texto del Ṣalāt al-Ibrāhīmīyah en árabe:

 

اللَّهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّدٍ وَعَلَى آلِ مُحَمَّدٍ، كَمَا صَلَّيْتَ عَلَى إِبْرَاهِيمَ وَعَلَى آلِ إِبْرَاهِيمَ، إِنَّكَ حَمِيدٌ مَجِيدٌ.

اللَّهُمَّ بَارِكْ عَلَى مُحَمَّدٍ وَعَلَى آلِ مُحَمَّدٍ، كَمَا بَارَكْتَ عَلَى إِبْرَاهِيمَ وَعَلَى آلِ إِبْرَاهِيمَ، إِنَّكَ حَمِيدٌ مَجِيدٌ.


Traducción al español:

 

“Oh Allah, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, como bendijiste a Ibrahim y a la familia de Ibrahim. Tú eres realmente Digno de alabanza, Glorioso.

Oh Allah, otorga bendiciones a Muhammad y a la familia de Muhammad, como otorgaste bendiciones a Ibrahim y a la familia de Ibrahim. Tú eres realmente Digno de alabanza, Glorioso.”


2)1. Al-Isrā’ (الإسراء) - El Viaje Nocturno

• Ocurrió en una sola noche y está mencionado en el Corán (17:1).

• El Profeta Muhammad (ﷺ) fue transportado desde la Kaaba en La Meca hasta Masjid Al-Aqsa en Jerusalén.

 

2. Al-Mi‘rāj (المعراج) - La Ascensión al Cielo

• Desde Jerusalén, el Profeta (ﷺ) ascendió a los cielos acompañado por el ángel Yibril (Gabriel, عليه السلام).

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