Capitulo #5
- Aprende Islam
- 3 may
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El tema de las fuentes es realmente significativo. El libro que tengo abierto frente a mí podría haber sido cualquier libro, realmente no importa. Este se llama “Basāʾir al-Muḥammadīyah” (بصائر المحمدية) del erudito islámico ʿAbd al-Munʿim al-Ḥafnī (عبد المنعم الحفني). La única razón por la que lo estoy usando es porque cualquier fuente que me ayude a recordar los reportes. Así que no hay una importancia particular en esta fuente en específico, más allá de que es conveniente. La conveniencia de tener algunas de las fuentes que me gustaría compartir o algunas de las citas que me gustaría compartir, algunos de los hadices que me gustaría compartir.
Pero las fuentes de la vida del Profeta(PB) (PB) son tantos textos numerosos… Si quieres una de las mejores fuentes contemporáneas que ha recopilado en un solo conjunto, de hecho, quizás todos ellos, no he notado que haya dejado algo fuera, es Al-Ṣaḥīḥ min Sīrat al-Nabī al-Aʿẓam del erudito Sayyid Jaʿfar Murtaḍā al-ʿĀmilī de 35 volúmenes. Esta es una fuente chiita, pero me gusta porque recopila todos los reportes contradictorios sobre los diversos eventos históricos en la vida del Profeta(PB), desde fuentes sunnitas y chiitas, y de hecho hace un buen trabajo comparando analíticamente los diferentes reportes y planteando preguntas sobre las discrepancias lógicas en estos reportes.
Eso no significa, como con cualquier otra fuente, que estés de acuerdo con todo lo que dice, pero me gusta el hecho de que se esforzó en recopilar reportes contradictorios y pensar analíticamente sobre las discrepancias lógicas que se presentan en las distintas fuentes de la vida del Profeta(PB)(PB).
Ahora bien, el tema de las fuentes es tan importante porque, como verás, sobre una variedad de cuestiones hay numerosos reportes contradictorios. Y aquellos que reportaron cosas, sin lugar a dudas, algunos de ellos circularon reportes que tenían la intención de apoyar causas políticas que surgieron después de la muerte del Profeta(PB) (PB). Y, desde el punto de vista de un historiador, es incuestionable que ciertos reportes fueron diseñados para apoyar causas políticas específicas. Entre estos, quizás el ejemplo más claro son los reportes del despotismo. Los reportes que básicamente enseñan a los musulmanes a aceptar el despotismo y aceptar la injusticia de los gobernantes como voluntad de Dios. Lo cual está en clara tensión con toda la trayectoria de la profecía de Muhammad, que fue una rebelión contra la injusticia, una rebelión contra el despotismo y una rebelión contra la opresión.
Pero encontrarás reportes contradictorios incluso en cosas como, por ejemplo, la edad de Jadiya. Si Jadiya tenía 40 años o 20 años cuando se casó con el Profeta(PB). Encontrarás reportes contradictorios sobre si Jadiya estuvo casada antes del Profeta(PB): ¿se casó dos veces, como dicen muchas fuentes, y el Profeta(PB) fue su tercer esposo? ¿O nunca estuvo casada antes cuando se casó con el Profeta(PB)?
Incluso tenemos reportes contradictorios sobre si ciertos individuos eran hijas del Profeta(PB), como Zainab o Ruqayya: si estas figuras fueron criadas en su casa pero no eran sus hijas, o si de hecho eran sus hijas. Parte del problema es que si dices que eran hijas del Profeta(PB), eso significaría que se casaron cuando tenían alrededor de 10 años, lo cual es problemático. Porque si nacieron después del matrimonio con Jadiya, entonces si eran hijas de Jadiya y Muhammad, eso significaría que se casaron a los 10 años.
Ahora, como veremos —y aquí entra el tema del estructuralismo— el tema de las edades de matrimonio: cualquiera que estudie historia sabrá que el matrimonio con individuos que hoy consideraríamos niños era una característica, no de la sociedad musulmana, sino de todas las sociedades en esa época histórica. Lo vemos en todo el Cercano Oriente, lo vemos en India, en China, en culturas francas. Era extremadamente común.
El hecho de que los sistemas legales, incluyendo la sharía, no vinieron a establecer una nueva edad para el matrimonio —como lo hemos hecho en la era moderna donde muchos tratados internacionales fijan la mayoría de edad en 18 años, algunos en 21— eso es estructural. Lo sustantivo es cuáles eran las consecuencias sociales del matrimonio. Si casarse a tan corta edad llevaba de hecho a resultados sociales positivos o negativos. Eso es un tema sustantivo, es decir, si fue contraproducente o beneficioso.
Hay muchas razones por las que las sociedades —nuevamente, no sólo las musulmanas, sino las sociedades en general— buscaban asegurar matrimonios, especialmente para niñas, a una edad muy temprana. Era la definición de redes sociales y protección social. Parte del riesgo era el miedo a ser conquistado por una fuerza superior. Y si eras conquistado, mientras que los hombres podían o no sobrevivir, muchas sociedades cuando conquistaban a un pueblo simplemente exterminaban a toda la población masculina, los ejecutaban. Pero los niños y mujeres eran vendidos. Parte de tratar de asegurar la seguridad de las mujeres era casarlas a una edad temprana. Y esto lo vemos por todo el mundo. Interrumpir esa institución sin generar cambios globales hubiera tenido consecuencias desastrosas.
Así que, volviendo al tema, encontrarás muchas fuentes en la historia islámica que dicen: “Bueno, ¿sabes?, Zainab y Ruqayya no eran sus hijas, fueron criadas [por él], y por lo tanto, en realidad no se casaron a los 10 años, se casaron cuando tenían 18 años o cuando tenían 14 años.” Y algunos dicen incluso más grandes.
Ahora, ¿cómo abordamos las preguntas en las que tienes tantos reportes contradictorios? Bueno, hay un enfoque estructural. El enfoque estructural es decir: “Bueno, todo lo que provenga de Bujari es preciso y ese es el estándar de oro.” Eso es estructural, eso es formalista. ¿Por qué? Porque estás diciendo: “Yo pongo mi confianza en la estructura de Bujari.” Por eso lo llamamos un enfoque formalista.
Creo que el enfoque formalista es incorrecto, porque es un enfoque perezoso. Básicamente dice: “Cualquier trabajo que haya hecho Bujari, eso funciona para todos.” Bueno, Bujari era humano, un ser humano. Y encontrarás que el propio Bujari incluye muchos reportes contradictorios, incluso en cuestiones como la edad de Jadiya.
Entonces, por un lado, Bujari mismo, como recopilador de hadices, a menudo incluía reportes contradictorios. Y al incluir reportes contradictorios, básicamente le está diciendo a su audiencia: “Vas a tener que hacer el trabajo difícil de analizar lo que consideras confiable y lo que no consideras confiable.”
El enfoque sustantivo no es poner tu confianza en una fuente formalista como Bujari, sino, de hecho, hacer el trabajo duro de analizar por qué hay reportes divergentes. ¿Cuáles fueron las fuentes de estos reportes divergentes? ¿De dónde vinieron?
Y aquí hay un punto metodológico muy importante. Mi intención —y, Inshallah, lo que intentaré demostrar— es que todo lo que Allah quiso que supiéramos con certeza, Allah no dejó ninguna duda sobre la evidencia histórica. Todo lo que fue dejado a debate fue porque, en realidad, no hace ninguna diferencia en el mensaje islámico.
No es una coincidencia que Allah haya dejado muchas preguntas históricas abiertas al debate, simplemente porque no son esenciales para seguir el camino recto (Sirat al mustaqin). No son el núcleo del mensaje. No se trata de eso. Al mismo tiempo, todo lo que es esencial para el camino recto, notamos una y otra vez —lo cual fue una de las cosas más notables que descubrí— que no hay debate histórico sobre estas cuestiones. Una vez más, ese agente divino activo en la historia, como lo hicimos cuando estudiamos el Corán, y, Inshallah, lo veremos cuando estudiemos la vida del Profeta (PB), no es una coincidencia, y es profundo y transformador.
Así que sabemos que el linaje del Profeta(PB) —perdón cuando menciono nombres árabes, esto es solo por precisión y exhaustividad— pero el linaje del Profeta(PB) viene desde ʿAdnān con una serie de nombre entremedios hasta Khuzayma ibn Mudrika. ¿cuál es el significado de esto? Bueno, hay un par de cosas. Es importante darse cuenta de que muchas de las figuras clave en la vida del Profeta(PB) estaban emparentadas, incluso si eran parientes lejanos.
Entre los hijos de Khuzayma ibn Mudrika, hubo uno llamado Mālik. Mālik tuvo un hijo llamado Fihr, Fihr tuvo un hijo llamado Ghalib, Ghalib tuvo un hijo llamado Luʾayy, y Luʾayy tuvo un hijo llamado Kaʿb. Kaʿb tuvo varios hijos, quienes a su vez tuvieron descendencia numerosa. Entre esos descendientes se encuentra ʿUmar ibn al-Khaṭṭāb, lo que significa que ʿUmar desciende de Luʾayy, quien desciende de Kaʿb, un ancestro común con el Profeta Muhammad ﷺ. De esta manera, ʿUmar ibn al-Khaṭṭāb comparte el mismo árbol genealógico general con el Profeta, a partir de Kaʿb. De manera similar, Abū Bakr al-Ṣiddīq es descendiente de ʿUday, quien también desciende de Kaʿb. Por lo tanto, Kaʿb es un ancestro común tanto de Abū Bakr como del Profeta Muhammad ﷺ. Asimismo, Khadījah bint Khuwaylid —la primera esposa del Profeta ﷺ— era descendiente de ʿAbd al-ʿUzzā, quien también pertenece a la misma línea de descendencia desde Kaʿb, que remonta hasta Khuzayma y, más atrás, hasta ʿAdnān. Así que existe una relación de sangre que conectaba a muchas de las sociedades de Quraish, aunque pertenecieran a clanes diferentes. Muchos de estos clanes descendían del mismo linaje.
Es importante reconocer este linaje debido a la genealogía de la profecía en sí misma, y este es uno de los puntos críticos, ya que realmente la historia debe comenzar con el Profeta(PB) Ibrahim (la paz sea con él) y con Ismael—( paz sea con él). Hay un punto adicional —nuevamente, sobre las fuentes históricas discutidas—. Se dice comúnmente, por ejemplo, que Hagar, la esposa de Ibrahim, era egipcia. Esa misma afirmación es una gran interrogante: si realmente era egipcia o no. Pero, bueno, no es importante que entremos en eso. Ibrahim, como sabemos, según la historia, lleva a Hagar siguiendo el mandato de Dios y se dirige a una zona geográfica que puede describirse correctamente como fuera de los límites de la historia y no es una exageración decir que el área donde Ibrahim establece a Hagar y su hijo está fuera de la corriente principal de la historia, esto es bastante significativo e importante. No es una coincidencia que cuando las tribus judías fueron oprimidas por los romanos y muchas de ellas escaparon, huyeron de Palestina y terminaron asentándose en diferentes partes de Arabia —diferentes tribus, aunque esto ocurrió siglos después de que Ibrahim e Ismael se establecieran en La Meca— las tribus judías que se asentaron en Yatrib terminaron por controlar la economía de Yatrib, que luego se convertiría en Medina. Y la mayoría de las tribus árabes, debido a sus disputas tribales que se habían desgastado en guerras prolongadas, básicamente se habían vuelto dependientes laboralmente. Muchas de las tribus árabes que se asentaron en el área de Yatrib se habían convertido en trabajadores contratados por las tribus judías de Yatrib.
Ahora, no necesitamos entrar en la larga historia de lo que ocurre después de que Ibrahim deja a Hagar e Ismael, excepto decir en general que, entre la mitología heredada —si se quiere— de esta región, lo esencial para el asentamiento de esta área fue un manantial de agua en ese momento, que se remonta hasta Ismael: el manantial de agua conocido como Zamzam. Eventualmente, a través de varios descendientes, hay una tribu llamada la tribu de Jurhum, que controla esta área en La Meca. Eventualmente, otra tribu derrota o desplaza a Jurhum. La tribu de Khuza’a, y se dice que ellos enterraron el manantial de Zamzam. La ubicación de Zamzam se convierte en una especie de mito, una mitología, y se pierde, porque tomará mucho tiempo hasta que Zamzam sea redescubierto. Finalmente, la tribu que toma el control —y aquí el linaje de Khuzayma es importante— es la tribu de Quraysh.
Por qué menciono todo esto? ¿Por qué hablo desde Jurhum y Khuza‘a hasta la tribu de Quraysh? Porque en todas estas dinámicas que operan en los márgenes de la historia hay una mitología constante que sostiene a la gente de La Meca: la creencia colectiva de que somos descendientes de Ibrāhīm (la paz sea con él) e Ismāʿīl (la paz sea con él). Entonces, con la introducción del politeísmo y de los ídolos en La Meca —importados desde al-Shām (la región del actual Siria, Líbano y Palestina), desde Irak, e incluso desde Yemen, con fines comerciales—, comenzó a surgir una tensión. Esta práctica nueva se oponía a la mitología fundacional de La Meca, que era el monoteísmo: la adoración de un solo Dios, tal como lo hacían nuestros antepasados Ibrāhīm (la paz sea con él) e Ismāʿīl (la paz sea con él), y ese Dios es Allah. Pero, para los ojos de la gente de la Meca, no podrían permitirse deshacerse de los ídolos, porque sería demasiado costoso, ya que tenían viajeros que iban de Yemen, de Irak, del Shām… y todos ellos gastan grandes sumas de dinero a los pies de estos ídolos, que son vistos como intercesores.
Los ídolos mismos son representantes de deidades simbólicas, ya sean deidades inferiores a Allah o iguales a Allah, eso es un tema muy grande. Hay una colección de 12 volúmenes —olvidé el nombre del autor— sobre la vida de los árabes antes del islam, que entra en gran detalle sobre cada ídolo y cuál era el sistema de creencias para cada ídolo y de dónde provenía el ídolo. Es muy fascinante, pero no es necesario que lo tratemos aquí. Lo esencial es que se había convertido en una institución financiera. Al mismo tiempo, La Meca nunca se deshizo por completo de lo que se conocía como los ḥunafā, aquellos que rechazaban los ídolos porque eran inconsistentes con la mitología fundacional de La Meca.
Esto es significativo a la luz del hecho de que las tribus judías habían escapado de la opresión y se habían asentado en diferentes partes de Arabia. Porque lo que las tribus judías comunicaban constantemente a los árabes era que ellos eran el pueblo del monoteísmo. Y, a menudo, su actitud hacia los árabes era: “Ustedes son incivilizados, bárbaros, y su monoteísmo no es auténtico.” La ironía es que hay mucha evidencia arqueológica de que, al mismo tiempo en que las tribus judías trataban su propio monoteísmo como un fenómeno étnico y racial —es decir, que el monoteísmo solo era válido para los judíos, pero que ustedes, árabes, no debían compartir nuestro monoteísmo—, hay evidencia arqueológica muy interesante de que las tribus judías en realidad tenían idolatría dentro de ellas mismas. Que en realidad nunca se deshicieron de los ídolos.
Ahora bien, al mismo tiempo, existe una mitología presente de que los judíos de Arabia estaban esperando la llegada de un mesías. Ahora bien, evidencia de esta mitología —interesantemente, aunque muchas fuentes musulmanas nos dicen que ese era el caso—, evidencia de esta mitología se encuentra también en fuentes no musulmanas. Por ejemplo, esta es una cita de una fuente no musulmana que fue escrita en el momento de la aparición del Profeta(PB). Estoy leyendo de un libro llamado White and Earth, de un académico alemán, Aon von Altenberg, pero él mismo está citando otras fuentes. Así que, aquí está la cita, por ejemplo:
“Cuando estaba en Cesarea, tomé un barco hacia Sycaminon, un pueblo cerca del mar en la costa de Palestina, y me encontré con personas que dijeron que la guardia real bizantina había sido asesinada. Nosotros —se refiere a los judíos— nos alegramos con esta noticia. También anunciaron que había aparecido el profeta Había llegado a los árabes y anunció la llegada del Mesías. Luego, yo, Abraham, fui a ver a un anciano muy familiarizado con las escrituras sagradas y le llamé la atención sobre el asunto. Le pregunté: ‘¿Qué piensas, maestro y sabio, sobre el profeta que ha aparecido entre los árabes?’ ‘Es un impostor’, respondió. ‘Vienen profetas con espadas y carros de guerra; estos son signos del caos que ha comenzado hoy. Temo que el Cristo que una vez vino, a quien los cristianos adoran, ha sido enviado por Dios. En su lugar, aceptaremos a Harmonius’ —Harmonius fue un sacerdote ejecutado por el emperador romano Maximiano—. ‘Aceptaremos a Harmonius’, añadió, ‘porque Isaías dijo que nosotros, los judíos, tenemos un corazón defectuoso y endurecido hasta que toda la tierra quede desolada. Pero tú, señor Abraham, ve e investiga sobre el profeta que ha aparecido.’ Y así hice mis averiguaciones y aquellos con quienes hablé me dijeron: ‘No hay verdad alguna en el supuesto profeta, solo habrá derramamiento de sangre y cuando la gente diga que él tiene la llave al paraíso, eso no es verdad”
Así que, obviamente esta es una fuente judía que está diciendo que hay rumores de que el profeta esperado ha aparecido, pero luego rechaza a ese profeta y dice: “pero este es un impostor”. Y esto, que se convertirá en un tema común entre los enemigos del Islam, es: “oh, este es el profeta de la sangre, que este hombre derrama sangre.” Ahora, por supuesto, la ironía es que muchos de los profetas de Israel fueron líderes de guerra.. Pero, de todos modos, sabemos por la cultura material que este tema de que algo va a pasar, un Mesías esperado va a venir, es algo que fue planteado por las tribus judías. Pero las tribus judías siempre lo planteaban con la suposición de que el Mesías esperado, ese profeta por venir, o ese Mesías por venir después de Moisés y después de Jesús, necesariamente sería un israelita, un descendiente del linaje de Isaac, no del linaje de Ismael. Lo importante es que los propios árabes, para la época del profeta(PB), hay amplia evidencia de que los árabes mismos habían llegado a aceptar esto como verdadero, a través de la influencia de las tribus judías: que el Profeta(PB) esperado sería un israelita. Aunque los israelitas a menudo decían: “cuando venga nuestro profeta, los conquistaremos y, básicamente, los dominaremos y estaremos a cargo”.
Hay reportes que me resultan muy interesantes. Por ejemplo, se dice que Jadiya, después de comenzar su actividad comercial y antes de casarse con el Profeta (PB), lo envió en un viaje de negocios a al-Sham. Al regresar de ese viaje, ella escuchó de su empleado acerca de la conducta ejemplar del Profeta (PB) durante el trayecto. Existen informes fascinantes que afirman que Jadiya llegó a sospechar que él podría ser el Profeta (PB) esperado, y que cuando se casó con él, lo hizo con la esperanza de que eso fuera cierto. Esto resulta especialmente interesante porque hay abundante evidencia de que, aunque este hombre —y profundizaremos en este punto más adelante; por ahora solo estoy dando contexto— interactuaba activamente con la sociedad en la que vivía, siempre se destacó como alguien único y especial. Muchos de los reportes en los que él supuestamente o presuntamente es visto por un monje o visto por un erudito judío, y entonces dicen: “Oh, este es el Profeta(PB) esperado.” No necesariamente considero esos reportes en sí mismos como confiables, pero hay evidencia acumulativa de que fue repetidamente visto como alguien especial. Hablaremos de su moralidad y su carácter, y qué era lo que lo hacía único. Y de cómo alguien que no era como los demás, que rechazó los ídolos de La Meca e insistió en el monoteísmo o en honrar las enseñanzas de Ibrahim, su moralidad, su carácter, incluso superaba a la de sus compañeros—los que rechazaban la cultura materialista de La Meca y el sistema de rendirse ante la idolatría.
Continuará….
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