Capitulo #3
- Aprende Islam
- 5 abr
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Actualizado: 7 abr
Quiero que primero imagines. Imagina a este hombre, un personaje que, a través del ejemplo de su persona, superará las afiliaciones tribales de su época. Haciendo que los quraichitas y no quraichitas lo siguieran, como también a través del ejemplo de su comportamiento, de su carácter, fue seguido y amado por personas libres y esclavos.
Dame un ejemplo de un ser humano que haya vivido una vida plena, porque una vida plena es difícil de obtener y todos sabemos que mientras más viven los seres humanos, más complicadas se vuelven sus vidas. Quiero decir, si mueres muy joven, no hay mucho registro, pero dame un ejemplo de una persona que vivió una vida plena, logró lo que este hombre logró y murió sin que nadie tuviera un resentimiento contra él.
Quiero decir, uno esperaría que, con la cantidad de personas que sabemos que se convirtieron al Islam porque era lo políticamente correcto, que se convirtieron bastante tarde y se involucraron en la circulación de tradiciones (hadith), y sin embargo, a pesar de ese esfuerzo, ese esfuerzo subversivo en esa tradición, no pudieron desacreditar su carácter diciendo que aquella persona o aquella otra persona tenía un resentimiento, porque sabían que no sería creíble.
Es verdaderamente una cosa asombrosa. Y es verdaderamente asombroso cuando te das cuenta de que aquí hay un hombre que vivió la vida plena, logró lo que logró y, sin embargo, no tenemos ejemplos de él reprendiendo o siquiera culpando a las personas por hacer o no hacer algo.
Nosotros estamos desconectados, desafortunadamente, como personas modernas, estamos desconectados de la magnitud de la naturaleza de quienes vivieron con él, quienes literalmente escribieron canciones de amor sobre él después de su muerte, en forma de poesía árabe. Y nuevamente, porque somos un pueblo colonizado, somos ajenos a esto, pero ningún personaje en la historia humana ha tenido tanta literatura de amor escrita sobre él como el profeta Muhammad. Así que su impacto no es solo en su generación, sino generación tras generación tras generación.
Ahora bien, quiero que imagines a un hombre que está haciendo tanto dhikr (recuerdo de Dios) que se vuelve realmente desafiante para cualquier ser humano normal intentar memorizar y simplemente imitar la cantidad de dhikr en la que el profeta hacía. Y pregúntate: ¿qué te dice eso sobre su psicología?
Alguien que está viviendo en la plena presencia de Dios desde el momento en que se despierta, así que tomemos solo unos pocos ejemplos.
Entonces, al momento que se despierta, hay numerosos informes de que lo primero que se le escuchaba decir es “Oh Allah, me despierto. Cualquiera sea la bendición que tenga, o cualquier bendición que tenga cualquier ser humano, proviene de ti, y solamente de Ti…” Así que lo primero que dice es a ti es toda la gratitud y a ti es todo el agradecimiento. Y este es solo el ejemplo más corto, porque hay muchos otros ejemplos en los que se le escucha decir mucho más.
O, por ejemplo, tomemos este en el que dice… se despierta y después de agradecer, después de decirle a Allah: “Me despierto, y todo lo que tengo proviene de ti”, dice “Tú eres mi Dios, tú me creaste y yo soy tu esclavo, y afirmo tu pacto y tu promesa en todo lo que pueda. Busco refugio en Ti de toda mala acción y reconozco todas las bendiciones que me has otorgado. Y reconozco cada error, cada mala acción que pueda haber cometido. Así que Dios, perdóname, porque nadie puede perdonar los pecados más que tú.”
Por otro lado cuando se va a la cama, hay numerosas narraciones de personas que lo escucharon decir lo siguiente “Ahora, esta es la noche, y en esta noche reconozco que todo el poder es de Allah y que toda la gratitud pertenece solo a Allah. Allah es capaz de hacer todas las cosas. Dios, te pido todo lo que es bueno en esta noche y todo lo que es bueno después de ella. Y busco refugio en ti de todo lo que es malo en esta noche y de todo mal que venga después de ella. Busco refugio de la pereza y de la arrogancia y busco refugio en ti del tormento del Infierno y del tormento en la tumba.”
Esta es su conciencia al irse a dormir, y su conciencia al estar despierto.
Entonces ahora se pone de pie para orar. Va a orar. ¿Qué dice?
Una vez más, esto no es algo que alguien le haya enseñado. Esto viene de su psicología, de su conciencia. Así que dice: “Dirijo mi rostro hacia el creador de los cielos y la Tierra, y no asocio a nada con Allah. Mi oración, mi adoración, mi vida, mi muerte, todo pertenece a Allah, quien no tiene socios. Y afirmo que estoy entre los musulmanes. Tú eres el Señor, no hay otro dios más que tú. Tú eres el Señor, tú eres Dios, tú eres el Dios. Reconozco que he sido injusto conmigo mismo. Así que reconozco mis pecados. Entonces perdona todos mis pecados, porque nadie perdona sino tú. Y enséñame la mejor de las virtudes, la mejor de las conductas, porque nadie puede enseñar la mejor conducta sino tú. Y enséñame a alejarme de lo peor, porque nadie puede enseñar a evitar los malos modales como tú. A ti afirmo mi compromiso y mi lealtad, porque todo el bien te pertenece. Y ningún daño viene de ti. Yo afirmo plenamente que estoy contigo, y a ti busco tu perdón”
Esa humildad ante Dios de estar siempre listo para admitir tus errores y tus pecados, no los errores ni los pecados de los demás, sino los tuyos propios. Esto es justo cuando se pone de pie para orar. ¿Quién le enseñó a hablar de esta manera? ¿Quién le enseñó a decir estas cosas?
Ahora, él comienza a orar ¿se detiene el dúa y el dhikr ahí? No.
Mientras hace su reverencia (ruku’), escucha… escucha la dulzura ¿qué tipo de ser interior está siendo expresado aquí? Él dice “Oh Allah, estoy en un estado de reverencia a ti, en ti creo, y a ti me someto. Mis ojos, mi vista, mi cerebro, mi intelecto, mis huesos, mis nervios, todo de mí se ha sometido a ti.”
No es alguien que solo dice, como todos decimos, tres veces “Glorificado sea mi Señor, el Grandioso” Es alguien que está expresando una intensa sumisión a Dios y diciendo: “Mira, todo en mí está en un estado de reverencia. No solo me estoy inclinando, no solo estoy diciendo que toda la alabanza pertenece a ti, estoy diciendo que cada parte de mí—mis huesos, mis nervios, mi cerebro—todo está en un estado de sumisión a ti.”
Luego hace su prosternación (sujud). ¿Dice simplemente ““Glorificado sea mi Señor, el Altísimo” como todos fuimos enseñados? No, él dice: “Oh Allah, estoy en un estado de prosternación ante ti. Creo en ti, y nuevamente, a ti me someto. Y mi rostro se rinde ante ti y se somete a ti, ante aquel que lo ha formado, y que ha creado mi vista, y que ha creado mis ojos y mi visión. Y tú eres el más grandioso de los creadores.”
Una vez más, este es alguien que su corazón está desbordado de emociones y está diciendo y expresando palabras que cuando hace la prosternación, cada parte de su cuerpo y conciencia está en un estado de prosternación (sujud). Y cuando hace la reverencia a Dios (ruku´) en la oración , nuevamente está diciendo que cada parte de mí está en un estado de reverencia a Dios.
¿Se detiene ahí? No, no se detiene.
Así que mira nuevamente, cuando está en oración, y esto ha sido ampliamente reportado en versiones ligeramente diferentes, que cuando está haciendo Salat Ibrahimiya se le escucha añadir este dúa “Reconozco que Tú sabes todo y yo no sé nada, así que dame vida si sabes que la vida es lo mejor para mí, y si sabes que la muerte es lo mejor para mí, dame la muerte. Oh Allah, te pido tener plena conciencia de ti, ya sea en el mundo visible o en el invisible. Y te pido que me des el poder para decir la palabra de la Verdad, ya sea que esté calmado o enojado (porque él es consciente de que cuando las personas se enojan, dicen cosas que no quieren decir) y que me mantenga en el camino correcto sea pobre o adinerado (de modo que no esté entre aquellos que se desesperan cuando son pobres y que son mezquinos cuando son ricos. Que sea firme) Y te pido tus bendiciones que nunca terminan. Y te pido la sabiduría de aceptar cualquier juicio que me otorgues, para aceptar que sea que me des y te pido especialmente esa aceptación, pero no solo aceptación, sino estar en paz con cualquier decreto tuyo. Y bendiciones después de la muerte, y el gozo de ver Tu rostro, y tener pasión por encontrarte, pasión por verte. Y dame la belleza, la virtud de Iman (creencia verdadera), y haznos guías y fuente de guía para otros.”
Entonces, ahora imagina las suplicas que dice después de despertarse, lo que dice al comenzar la oración, en su ruku’, en su sujud, cuando llega a la parte del Salat Ibrahimiya ¿Terminó de suplicar? No
Al terminar la oración, escucha el dúa que hacía, y nuevamente, esto ha sido reportado muy ampliamente, en muchas versiones ligeramente diferentes. Suplicaba “Yo doy testimonio de que tú eres Allah el único Dios. No tienes socios. Y doy testimonio de que Muhammad es tu profeta.” - Es como si estuviera afirmando que, a pesar de toda la oposición, a pesar de toda la insistencia de Quraish y en La Meca de que estás mintiendo, dice “No. Yo afirmo que Muhammad es tu profeta. Yo soy tu profeta” Luego continúa “Tú eres el testigo de sobre todas las cosas, afirmo que todos los seres humanos son hermanos y tú eres mi Dios y el Dios de todo, hazme sincero y leal contigo y con mi familia en cada hora en esta tierra y en el más allá.”
En árabe, el profeta en esta suplica en vez de decir solamente “Allahu Akbar”, dice ““Allahu Akbar el Akbar” es como estar desbordado con esta pasión que no puedes evitar repetir. En lugar de decir “Allahu Akbar”, estás usando esta forma enfática como “Allah es el más grande, el más grande”. Dice “Allah es el más grande, el más grande, la luz del cielo y de la tierra, Allah es el más grande, el más grande, en quien yo encuentro descanso, en quien yo confío, mi único apoyo es Allah.”
Todo lo que hemos visto es sólo una pequeña muestra de sus suplicas, ni siquiera hemos visto sus súplicas al comer algo, sus súplicas al lavarse, sus súplicas al descansar, sus súplicas al salir de casa, o al entrar a una casa, o al entrar a una mezquita, o al salir de una mezquita.
Entonces, no estamos hablando del ejemplo de un ser humano normal. Estamos hablando del ejemplo de un ser humano que existe completamente en la conciencia de Dios. En otras palabras, ejemplificando lo que significa estar plenamente consciente de Dios.
Ahora bien, ¿es importante que memorices estas mismas palabras y repitas estas mismas palabras? No. Pero lo que es importante es que, al recordar tu propósito en esta vida de adorar a Dios y tu obligación de representarlo justamente en la tierra, es que tú moldees esta forma de conciencia en tus propias palabras.
Así que cuando oras, ¿cuál es tu pasión al orar? Cuando haces tu ruku’, ¿estás apasionadamente en un estado de ruku’? ¿Estás apasionadamente en un estado de sujud ¿Estás apasionadamente suplicando a Dios en la oración y después de la oración?
Puede ser en tus propias palabras, pero el ejemplo del Profeta es de lo que se trata todo esto. Y ese ejemplo es fundamental. Te lo recuerdo a ti y me lo recuerdo a mí mismo: para una relación viva y continua con el Profeta. Una relación viva.
De modo que, si amas al profeta, empiezas a darte cuenta de algo asombroso. Y es lo más dulce para quienes lo sienten, porque empiezan a sentir que el profeta está correspondiendo ese amor. Y es un sentimiento asombroso y extraordinario, porque te das cuenta de que este amor es, en efecto, algo de dos vías. No es solo que estás amando una idea abstracta o un ejemplo escrito en libros, sino una verdadera relación viva que da forma a tu vida y la guía.
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