Sura 85 Al-Buruj (Las Grandes Constelaciones)
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:
(1) ¡CONSIDERA el firmamento lleno de grandes constelaciones,
(2) y [luego acuérdate de] el Día prometido,
(3) y [de] Aquel que da testimonio [de todo],
y [de] lo que es testimoniado [por Él]!
(4) ¡[SÓLO] SE DESTRUYEN a sí mismos, quienes preparan un foso (5) de fuego que arde intensamente [para todos los que han llegado a creer]!
(6) Cuando contemplan [alegres] ese [fuego], (7) plenamente conscientes de lo que hacen a los creyentes, (8) a los que odian únicamente por creer en Dios, el Todopoderoso, el Digno de toda alabanza, (9) Aquel a quien pertenece el dominio de los cielos y de la tierra. ¡Pero Dios es testigo de todo!
(10) Realmente, a quienes persiguen a los creyentes y a las creyentes, y luego no se arrepienten, les aguarda el castigo del infierno: ¡si, les aguarda el castigo del fuego!
(11) [Pero,] realmente, quienes llegan a creer y hacen buenas obras tendrán [en la Otra Vida] jardines por los que corren arroyos --¡ese es el triunfo supremo!
(12) ¡REALMENTE, el rigor de tu Sustentador es sumamente severo! (13) Él es, ciertamente, quien crea [al hombre] en un principio, y [es quien] lo suscitará de nuevo. (14) Y sólo Él es realmente indulgente, universal en Su amor, (15) entronizado en sublime omnipotencia, (16) hacedor soberano de todo cuanto quiere.
(17) ¿HA LLEGADO a tu conocimiento la historia de los ejércitos [criminales] (18) de Faraón, y [de la tribu] de Zamud?
(19) Y, aún así, los que se empeñan en negar la verdad persisten en desmentirla: (20) pero Dios les cerca [con Su conocimiento y poder] sin que se den cuenta.
(21) ¡Bien al contrario: esta [escritura divina que ellos rechazan] es un discurso sublime, (22) [inscrito] en una tabla imperecedera!
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL
De acuerdo con la opinión bastante unánime entre los eruditos, esta sura fue revelada en el período temprano de La Meca. Fue revelada inmediatamente después de sura Ash-shams, e inmediatamente antes que sura At-tin. Esto significa que ella fue revelada entonces después de sura Al-ijlás, Al-najam, Abbas. En el orden de la revelación ella puede ser la número 26, o 27, o 28.
Como veremos, esta sura habla de la persecución física de los creyentes, y aunque encuentras algunas narraciones que indican que esta sura fue revelada para dar consuelo a los musulmanes que estaban siendo perseguidos por los incrédulos de La Meca, si tú sigues el orden de revelación esto no puede estar completamente acertado, porque eso implicaría que esta sura fue revelada antes que la persecución de los musulmanes se hubiese iniciado. Entonces esto lo hace bastante interesante porque entonces ella está efectivamente prediciendo algo que se producirá en el futuro, y entonces le estaba advirtiendo a los musulmanes que aún no estaban siendo perseguidos físicamente, que en el futuro sí serían perseguidos.
Si queremos ser más precisos entonces, diríamos que no es correcto que fue revelada en la época en que la transmisión del mensaje del Profeta (BP) a sus seguidores se hacía en forma secreta, porque en esos momentos no había persecución a los musulmanes, pero sí podemos decir que ella fue revelada entre el momento en que la transmisión del mensaje por parte del Profeta (BP) empezó a ser pública y el inicio de la persecución de los musulmanes.
Cuando hablamos de persecución no estamos hablando de acoso y discriminación, o insultos y burlas, sino de persecución física con golpes y torturas.
Entonces ella le anticipa a los musulmanes sobre lo que deberán enfrentar, y los fortalece para esa situación.
El lenguaje y el ritmo musical de los versos de la sura es impresionante. Hay reportes que indican que el Profeta (BP) recitaba a menudo esta sura en sus oraciones de la noche, y hay muchas narraciones a lo largo de la historia islámica que indican que los árabes reaccionaban a la elocuencia del lenguaje y la música de la sura.
Se inicia la sura,
(1) ¡CONSIDERA el firmamento lleno de grandes constelaciones,
En la tradición islámica pueden encontrar una enorme cantidad de escritos sobre el significado de la palabra árabe “buruch”, que significa constelaciones. La razón por la cual se escribió tanto sobre esto es porque el término es en realidad bastante intrigante. Es cierto que por una parte puede significar las constelaciones, pero en los tiempos en que esta sura fue revelada las constelaciones no eran comúnmente llamadas con esta palabra. “Buruch” a menudo era usada para describir palacios, o una construcción con diferentes niveles. En mi opinión lo que es realmente fascinante, es que el término usado en el Corán es más pertinente para nuestra época moderna que para la época de la revelación. Dado lo que actualmente sabemos en relación con cómo los cielos están conformadas en términos de galaxias, hoyos negros, y las innumerables y diversas manifestaciones de fenómenos que encuentras en el universo, no hay una mejor palabra en árabe para expresar esto que “buruch”. En los textos de la época premoderna interpretaban este término como una referencia a “los cielos y los palacios que ellos contienen”, y los estudiosos del Corán dejaban notas indicando que en realidad no entendían lo que realmente significaba el que el cielo tuviese palacios. Pero en la época moderna nosotros podemos visualizar mucho mejor lo que esa palabra quiere referir.
A menudo cuando encontramos en el Corán un juramento de Dios, ÉL invoca una realidad que no es del todo accesible para nosotros. Dios nos dice que está jurando por “algo” que es una realidad compleja, sobre la cual nosotros no tenemos el conocimiento de que tan compleja es ella, una realidad extraordinaria y realmente milagrosa, sobre la cual nosotros no sabemos cuan extraordinaria es. Entonces cuando Dios jura por los cielos y por las “buruch”, Dios nos está diciendo que cuando miramos al cielo y lo vemos desde la tierra, vemos una parte de una realidad que no es completamente accesible para nosotros, porque es algo muy complejo con múltiples niveles de realidades.
La tradición sufi fue muy influenciada por una antigua idea filosófica que tiene su génesis en la filosofía griega, y que indica que si hay un arriba entonces existe un abajo. Entonces en los tafsir con orientación sufi cuando se habla de cielos, no solo es una referencia a lo que hay arriba, sino también a lo que hay abajo. Entonces ellos también entendieron la referencia a los cielos como una referencia a nuestro interior, y “buruch” como los diferentes niveles que se pueden transitar para ir incrementando el nivel de iluminación de nuestro ser.
Cuando Dios jura por los cielos, ÉL te recuerda y te está diciendo que mires hacia arriba, que levantes tu mirada, para que puedas entender lo que hay dentro de ti. Tú no levantas tu mirada solo por mirar hacia arriba, sino que también lo debes hacer con el objetivo de ver lo que hay dentro tuyo.
Dios a menudo está llevando nuestra atención hacia los cielos, y ÉL a menudo nos dice que no miremos solamente hacia nuestros pies, sino que también levantemos nuestra cabeza y nuestra mirada hacia el cielo, que hagamos de ello una práctica, ¿por qué?, para entender y comprender que la extensión de nuestro espacio interior es tan extensa como la exterior, y nuestro espacio interior contiene diferentes capas ascendentes de iluminación del alma.
Un comentario típico sobre este verso es que tú no puedes apresurar la iluminación porque no puedes saltarte los niveles de desarrollo espiritual, y debes comprender que si vives tu vida solo mirando hacia abajo, hacia donde diriges tus pies, te perderás todo el propósito de tu vida.
Debes levantar la mirada, sin volverte adicto a ello solo por el entretenimiento de hacerlo, sino que con la intención de abrirte hacia la autoconciencia de tu ser, porque es esa conciencia la que te permitirá entender que no puedes pasar desde la oscuridad hacia la iluminación sin ir pasando por cada uno de los niveles de desarrollo espiritual.
La iluminación del ser es un esfuerzo sistemático de elevación espiritual.
Luego el segundo verso,
(2) y [luego acuérdate de] el Día prometido
Si de las tradiciones lees por ejemplo a Tabari, encontrarás todo tipo de reportes en relación con cuál es el día prometido. Algunos reportes dicen que el día prometido es el viernes, otros el día de Arafat en el Hajj, otros el día final. El tema con estas tradiciones es que ninguna de ellas tiene mucha autoridad, y dada esta situación nosotros entenderemos el significado del día prometido en el contexto interno de la sura, en el contexto del discurso de esta sura. Entenderemos como el día prometido el día en que comienza la vida en la otra vida, y ello fluye adecuadamente con el significado del resto de la sura.
En los tafsir de orientación sufi, ellos indican que el día prometido para el alma que se eleva, es el día en el cual ella alcanza la iluminación, cuando los velos le son removidos.
También tú puedes entender que el día prometido es el día de la resurrección.
Para los estudiantes de la iluminación, antes del día de la resurrección, el sueño del día prometido puede suceder acá, en esta vida sobre la tierra.
Luego,
(3) y [de] Aquel que da testimonio [de todo], y [de] lo que es testimoniado [por Él]!
(4) ¡[SÓLO] SE DESTRUYEN a sí mismos, quienes preparan un foso (5) de fuego que arde intensamente [para todos los que han llegado a creer]!
(6) Cuando contemplan [alegres] ese [fuego], (7) plenamente conscientes de lo que hacen a los creyentes,
El verso 4 al 7 es una condenación a la gente que prepara un foso, y que crea un fuego y lo alimenta, y además ellos son testigos de lo que se les hace a los creyentes.
Entonces la sura indica que hay gente que está siendo quemada en un pozo de fuego, que está siendo torturada, y que hay personas que están llevando a cabo esas acciones, y algunos están presenciando esto, y hay otros que han sido testigos de esas acciones. La sura se está refiriendo a una experiencia horrible y penosa que afecta a unos creyentes que están siendo perseguidos y torturados.
Lo que indican estos versos nos genera la siguiente pregunta: ¿Quiénes son las personas que generan el pozo?, y ¿Quiénes son las víctimas del pozo?
Subhana Allah, tú obtienes bastantes informes en la tradición islámica sobre precisamente donde sucedió esto y quienes fueron. Algunas de esas tradiciones dicen cosas demasiado fantásticas e inverosímiles, por lo cual esas no se las mencionaré. Para la gente de La Meca, el incidente del cual pareciera que ellos supieron, o al menos tuvieron que haber escuchado porque todavía estaba vivo en la tradición de La Meca, fue un incidente en Yemen en el cual estaba involucrado un gobernante llamado Zunawas. En los tiempos de Zunawas la mayor parte de Yemen estaba habitado por judíos debido a que en un momento había sido conquistado por un rey israelita. Zunawas fue conocido porque intentó por la fuerza convertir a los cristianos de Yemen al judaísmo, y entre las historias y mitologías que se narran en relación con Zunawas, es que él cavó un pozo y encendió un fuego en dicho pozo, para luego amenazar a los cristianos a convertirse al judaísmo, y en caso de negarse ser lanzados en dicho pozo.
Pero este no es el único candidato a ser quien el verso se refiere, hubo en Siria un gobernante cristiano llamado Abutamus Arumi, y los reportes indican que él persiguió a la gente que no seguía su versión del cristianismo, y al igual que el gobernante anterior, a quienes se negaban a hacerlo los quemaba.
Hay otra historia, en este caso en Persia, donde se reporta que Bathunos cavó un pozo y quemó en él a los seguidores del Profeta Daniel (BP).
Lo que es interesante es que en todas estas narraciones los perseguidos y los perseguidores eran creyentes, ya fueran cristianos, o judíos, o cristianos que no creían en la trinidad y tampoco en la divinidad de Jesús (BP). El punto principal es que en todos los casos tenemos personas que son creyentes en Dios, que insisten en su forma de creencia cuando son perseguidos, y como resultado de ello son torturados hasta la muerte de una forma bastante horrible.
Hay otra narración que tanto Tabari como Ibn Kathir la consideran como auténtica, la cual proviene de Persia y se refiere a Makun Nasr. El reporte indica que después de la muerte de Omar ibn Al Jattab hubo una discusión entre los musulmanes sobre si los zoroatrianos eran parte de la gente del libro o no. La narración indica que el Imam Ali dijo que ellos sí eran gente del libro, que en realidad ellos solían haber sido gente del libro, pero con el tiempo corrompieron su religión. En este contexto se cuenta la historia que en los tiempos de Makun Nasr, tiempos en que el consumo de alcohol era permitido entre los zoroastrianos, una noche el rey estaba borracho y tuvo relaciones sexuales con su hermana. Al otro día cuando el estado de borrachera había pasado, ellos se dieron cuenta de lo que habían hecho y se atemorizaron por ello, y entonces conversaron sobre qué debían hacer. Luego de esa conversación ellos decidieron que él anunciaría que a partir de ese día sería una ley divina que las personas podían casarse con sus hermanos o hermanas. La narración cuenta que cuando él anunció esto encontró mucha oposición, y por lo tanto primero empezó a perseguir a aquellos que se opusieron, y los arrestaba y golpeaba, y en la medida que la oposición se mantuvo él empezó a sentenciar a la gente a muerte, hasta el punto de quemar a aquellos que se oponían a convertir el incesto como una ley divina.
¿Por qué esto es significativo?
Noten aquí que en las tres primeras narraciones, el tema central es si las personas siguen la religión del gobernante o no, pero en esta última narración, atribuida al Imam Ali, el tema no es si las personas siguen o no la religión del gobernante, sino que es si las personas siguen o no la interpretación que hace el gobernante de un aspecto de la religión.
Si tú tienes una mentalidad legalista, te das cuenta de inmediato de la enorme significancia de esto.
Dios nos está diciendo que observemos a aquellos que persiguen a los creyentes, y estoy seguro de que muchos de los musulmanes modernos dirán: “no, el Corán está hablando de cuando los no creyentes persiguen a los creyentes, y no está hablando de creyentes persiguiendo a creyentes”. Ustedes saben que en muchos países islámicos, unos musulmanes persiguen a otros musulmanes, y los encarcelan y torturan. Si tú le preguntas a muchos sheij de la universidad Al Azhar te dirán que sura Al-Buruj no está hablando de la gente que hoy en día está en las prisiones de Egipto, ni de los cientos de miles de políticos que han sido torturados, sino que ella habla de no creyentes persiguiendo a creyentes. Ahora, por supuesto que esa postura es muy miope, como veremos más adelante. Pero deben notar que la narración atribuida al Imam Ali le saca el piso a este argumento, porque muestra que se trata de un desacuerdo dentro de la misma fe con relación a si algo es legal o no, en relación con la interpretación de un asunto. En mi visión no es una coincidencia que esta narración sea atribuida al Imam Ali, ya sea que él la haya narrado realmente o no, porque esa interpretación no fue favorecida por lo Omeyas, porque ella tiene claras connotaciones políticas.
Ahora, realmente no importa si el verso se refiere al incidente en Yemen, o al de Siria, o al de Persia, y los comentadores del Corán han estado de acuerdo que en realidad no importa, porque el punto relevante es que el verso está hablando de una situación donde unas personas torturan a otras personas por sus creencias, y los lanzan al fuego. Ahora, por supuesto, los intérpretes más pedantes del Corán dijeron: “bueno, tú sabes, Dios está condenando a aquellos que torturan a otros usando fuego, pero Dios no está condenando a aquellos que torturan a otros usando otros elementos”. Esto es lo que yo llamo una aproximación hashawi a los temas, esto es cuando las personas insisten en querer hacer lo que está incorrecto y mal, cuando las personas se esfuerzan por justificar el camino equivocado. Es como aquellos sórdidos y malos abogados cuando se esfuerzan por hacer distinciones y argumentos que quiebran el espíritu de la ley. Quienes sean abogados, no sean abogados sórdidos, sino que sean abogados honorables.
Ahora, noten en sura Al-Buruj que la expresión indicada en el verso 3 es central:”y [de] Aquel que da testimonio [de todo], y [de] lo que es testimoniado [por Él]!”. El verso habla del testigo y de lo que se atestigua, y luego se habla de que ellos son testigos de lo que está siendo hecho a los creyentes. Esto hizo que los teólogos musulmanes hicieran una pausa considerable para reflexionar, y tuvieron que hacerlo porque aun cuando hay reportes de comentarios del Profeta (BP) sobre esto, lamentablemente esos reportes no tienen una alta credibilidad.
Sabemos de revelaciones que llegaron después de sura al-Buruj, que la idea del atestiguamiento llegó a ser un aspecto central de la moralidad Coránica. Un ejemplo de esto es cuando Dios nos dice, más tarde, que el Profeta (BP) fue enviado como un testigo sobre cada uno de nosotros, y que los musulmanes fuimos enviados como testigos de la humanidad. También se muestra la relevancia teológica de esto en el Corán en revelaciones que vendrán después, como cuando Dios dice que tú debes ser testigo por la verdad, incluso en el caso que sea contra ti mismo, o más tarde cuando la descripción moral de los mártires es que ellos son como un testigo.
En el islam llamamos a los mártires un “shahiid”, porque se supone que ellos al sacrificar sus vidas son testigos de la injusticia de otros. Es por ello, por cierto, que si tú mueres cometiendo una injusticia, tú no puedes ser un mártir. Toda la completa idea del martirio se refiere a que la persona está atestiguando una injusticia, y por lo tanto la muerte de esa persona debe ser injusta para que ella sea un mártir. Si la muerte de una persona no es por una injusticia, entonces esa persona no es un mártir, sería una contradicción con las bases teológicas del islam. Si la muerte de alguien se produce en el transcurso de la comisión de una injusticia por parte de esa persona, ella no es un mártir. Toda la idea de “shahada” es que tú pierdes tu vida atestiguando una injusticia. Si mueres cometiendo una injusticia no eres mártir, si mueres no atestiguando una injusticia, no eres un mártir.
Entonces el testigo y lo que atestigua es algo crítico en el corazón de la teología islámica. Siempre que haya persecución, todo el universo es testigo de esa persecución. Dios es testigo de esa persecución, los ángeles también lo son, y se supone que los seres humanos son testigos de esa persecución.
Entonces visualicemos todo esto.
Tú estás levantando tu mirada hacia los cielos que están pletóricos de realidades diversas, y niveles, y dimensiones, y la injusticia ocurre sobre la faz de esta tierra, injusticias como el pozo al cual se lanzan personas para que se quemen y mueran, o cualquier injusticia que genera este tipo de horror. ¿Mientras esto pasa en la tierra, que pasa en los cielos? Lo que pasa es que Dios está siendo testigo, los ángeles están siendo testigos, ¿pero qué tal si los seres humanos no están siendo testigos en una forma que sea consistente con lo que Dios atestigua y los ángeles atestiguan? En ese caso, los seres humanos se alejan de la Misericordia de Dios.
Entonces sura Al-Buruj de inmediato está entregando algo que debería sacudir tu interior. Si hay gente que está sufriendo una injusticia es mejor que estés consciente si la forma en que tú estás atestiguando en relación con esa injusticia es consistente con la forma en que Dios y los ángeles lo hacen.
En este contexto ser testigo no significa que tú ves la injusticia, sino que significa que tú atestiguas sobre la verdad de algo. Si tú eres un testigo y tu testimonio es injusto, o indiferente, o negligente, entonces no estás siendo consistente con el testimonio de Dios, y los ángeles, y los Profetas (BP), y entonces tú estás en un problema.
Esta es una de las razones, entre muchísimas otras, por la cual yo les digo que el islam es la religión de la justicia. ¿Cómo es posible que exista tanta injusticia entre los musulmanes, y que ellos crean que esto es consistente con la teología islámica? No puede ser. No les digo esto livianamente, se los digo porque lo he estudiado durante toda mi vida.
Es por ello por lo que en la tradición islámica se ha escrito una enorme cantidad sobre el completo concepto de ser testigos, de atestiguar, y de la injusticia.
El no testificar y sacrificar la vida, no siempre es la mejor manera de actuar. A veces es más valioso testificar con la verdad, diciendo la verdad, o preservando la verdad, o protegiendo la verdad. Sobre esto nuevamente hay muchos escritos en la tradición islámica. Por ejemplo, en el caso que hay personas que están siendo perseguidas y su persecución está siendo olvidada, y tú decides ir en su ayuda sin testificar sobre la injusticia que está sucediendo, y en esa situación tú entregas tu vida por ello, entonces tú serás solo otra persona asesinada injustamente, lo serás al igual que la gente que está siendo perseguida a quien fuiste a ayudar. A los ojos de Dios es más valioso que tú testifiques públicamente contra esa injusticia que se está cometiendo contra esas personas, que testifiques para decir, preservar, y proteger la verdad, ello es más valioso que sacrificar tú vida sin testificar.
Esta es la razón por la cual el Profeta (BP) dijo que la tinta de los sabios es más valiosa que la sangre de los mártires. Naturalmente el dicho del Profeta (BP) no se refiere a la tinta de algún sabio que escribe sobre como debes hacer crecer tu barba, o como debes usar tu turbante, sino que se refiere a la tinta de un sabio que escribe testificando sobre lo que el mártir testificó con su vida.
La tinta de un sabio que testifica con sus escritos lo que el mártir testificó con su vida. Es en este caso, en el cual la sangre del mártir testifica, y la tinta del erudito testifica, que la tinta del erudito es más valiosa que la sangre del mártir.
Esta advertencia de la sura para los primeros musulmanes fue bastante siniestra, porque como nosotros sabemos en retrospectiva, los musulmanes de La Meca no fueron arrojados en un pozo con fuego, pero sí ellos sufrieron persecuciones como la gente que fue arrojado a uno. Muchos de esos musulmanes fueron torturados en formas muy horribles, y algunos de ellos llegaron a perder su vida en esas torturas. Esto sucedió por varios años antes que a ellos se les permitiera emigrar a Abisinia, o emigrar a Medina. Incluso después de la emigración a Medina algunos de ellos fueron capturados por los incrédulos de La Meca y torturados hasta su muerte, y al igual que lo indicado en el verso, a ellos se les exigía que maldijeran a Dios y al Profeta (BP) o de lo contrario perderían la vida.
Hay una famosa historia sobre un hombre llamado Osama quien fue torturado y amenazado de seguir siéndolo hasta su muerte a no ser que maldijera al Profeta (BP). Osama terminó maldiciendo a Muhammad (BP), y luego de ello se presentó avergonzado donde el Profeta (BP), y este último le dijo que no había cometido ningún pecado al hacer lo que hizo, y que había hecho lo correcto.
Lo que es destacable, es que aquellos primeros musulmanes mientras recibían esto, si tú tratas de poner tus pies en sus zapatos, deberías pensar que se les debió haber generado un sentimiento de mucha ansiedad, pero al mismo tiempo se les generó un sentimiento de calma, y ya veremos por qué se les generó ese sentimiento de calma.
Luego,
(8) a los que odian únicamente por creer en Dios, el Todopoderoso, el Digno de toda alabanza, (9) Aquel a quien pertenece el dominio de los cielos y de la tierra. ¡Pero Dios es testigo de todo!
(10) Realmente, a quienes persiguen a los creyentes y a las creyentes, y luego no se arrepienten, les aguarda el castigo del infierno: ¡si, les aguarda el castigo del fuego!
Noten acá que el verso 10 habla del castigo del infierno, y luego del castigo del fuego. En este punto los comentadores del Corán hicieron una pausa para reflexionar, y les diré el por qué un poco más adelante.
Lo indicado en estos versos se yuxtapone con el verso siguiente,
(11) [Pero,] realmente, quienes llegan a creer y hacen buenas obras tendrán [en la Otra Vida] jardines por los que corren arroyos --¡ese es el triunfo supremo!
Con este verso 11 se completa la imagen sobre la razón por la cual esas personas eran perseguidas, que era una cuestión de convicción en sus creencias, y Dios no solo está afirmando el rol del testigo y del atestiguar, sino también las últimas consecuencias para los opresores, y de forma opuesta la recompensa del paraíso para quienes creyeron en Dios y realizaron buenas acciones.
Revisemos la parte inicial del verso 10 que dice: “Innal ladiina fatanú l mú’minína ual mú’mináti” (que en la traducción en uso se interpreta como: “Realmente, a quienes persiguen a los creyentes y a las creyentes”).
La palabra árabe “fatanú” significa perseguir, pero ¿ustedes recuerdan la palabra “fitna” que está relacionada con la palabra “fatanú”? La palabra árabe “fitna” no solo significa perseguir, sino que también significa el causar que las personas se desvíen. Entonces, ¿cómo se hace fitna sobre hombres y mujeres creyentes? Bueno, una forma es que los quemes en un pozo de fuego, pero otra forma es que sean testigos de injusticias y fallen al no testificar sobre esas injusticias. En otras palabras, lo que está bien y lo que está mal se diluye porque la gente ya no testifica sobre lo que está bien o mal. Esto es “fitna”, es “fitna” porque confunde si el lado de Dios es acerca de la justicia o no, confunde si está bien o mal perseguir a las personas, confunde si está bien o mal torturar a las personas, y desvía a la gente del camino de Dios.
Si quienes hacen esto se arrepienten, es una cosa, y esto es una referencia a las personas de La Meca que persiguieron a los creyentes y que luego se convirtieron al islam, ellos caen en esta categoría que el verso indica. Pero, si tú eres un perseguidor, o alguien que contribuye a realizar “fitna” liderando a creyentes hacia el desvío del camino de Dios, o si tú fallas en la obligación de atestiguar y por ello contribuyes a generar la “fitna”, entonces irás al infierno, y tu castigo será el fuego.
En relación con que se irán al infierno está claro, pero lo que indica el verso es bastante perturbador. Mucha gente dice: “bueno, cuando el verso dice que el castigo es el fuego es algo obvio dado que en el infierno habrá fuego”, pero muchos comentadores del Corán, que fueron en una larga discusión sobre la gramática de esta expresión en árabe, dijeron que esta expresión no es necesariamente solo el fuego mismo, sino que también es como el castigo de un alma agitada. Esta es la mejor forma en la que puedo decirlo, tu misma alma llegará a estar inquieta, temerosa, exhausta, y ansiosa. Si ese es el camino que tú eliges, el camino de perseguir, el camino de observar las persecuciones y fallar en lo que verdaderamente significa atestiguar en relación con esas persecuciones, que significa atestiguar por la verdad y la justicia, y fallar en hacer el esfuerzo para parar esas persecuciones, tú estarás condenado en la otra vida. Pero como muchos comentaristas del Corán lo notaron, tú también lo estarás en esta vida, y tu camino en esta tierra no será placentero, vivirás con temor y ansiedad, y la Bendición de Dios te será quitada en esta vida.
Ahora, cuando se dice que los creyentes que creen y hacen buenas obras tendrán el paraíso en los cuales corren arroyos, en los tafsir de orientación sufi se indica que esto no necesariamente se refiere a un aspecto físico, sino a un estado espiritual y a varios estados de iluminación.
Cuando el verso indica que ese es el gran triunfo, en los tafsir de orientación sufi siempre se indica que el verdadero triunfo es que tú existas sobre esta tierra inafectado por las tribulaciones y las penas en esta vida, porque tú llegas a entender la verdad de las cosas.
Si tú lo tomas al nivel más profundo en la interpretación sufi, quiere decir que este mundo debe ser mirado en su propia perspectiva, y que las calamidades que observas y te afectan no representan el final de las cosas, y no son tan enormes como a menudo la psicología humana las observa. Por supuesto que la interpretación de que quienes llegan a creer y hacen buenas acciones tendrán el paraíso como premio, es una que también está bien soportada por el texto.
Cuando hemos llegado a este punto, la sura nos dice,
(12) ¡REALMENTE, el rigor de tu Sustentador es sumamente severo! (13) Él es, ciertamente, quien crea [al hombre] en un principio, y [es quien] lo suscitará de nuevo. (14) Y sólo Él es realmente indulgente, universal en Su amor, (15) entronizado en sublime omnipotencia, (16) hacedor soberano de todo cuanto quiere.
Nuevamente debo decir que el lenguaje usado en árabe en estos versos es extraordinario.
Debemos entender que aunque el persecutor persigue al oprimido y le genera una enorme injusticia, es Dios quien en definitiva tiene la última palabra, y determina el destino final de cada uno de ellos, y que finalmente será establecida la justicia.
Debes saber que la venganza de Dios es severa. Si tú te permites a ti mismo mirar las injusticias como injusticias que no tendrán consecuencias, entonces tu propia creencia en la justicia se desmoronará. Si tú ves que la gente poderosa comete injusticias a la gente desposeída de poder, y crees que no hay nada más allá de ello, y que no hay un Dios, y que no hay un ajusticiamiento y una venganza, entonces tú ya no creerás en las posibilidades de la justicia, o ni siquiera en el principio mismo de la justicia, porque en última instancia creerás que ella no se sostiene en la narrativa última del universo.
Les debo mencionar que no fue hasta que leí a Ayn Rand, y la forma en que el holocausto en la segunda guerra mundial afectó su filosofía, que realmente comprendí cuan cierto es lo que les indiqué.
Ayn Rand fue en su momento una filósofa moralista. Lo que ella vio durante la segunda guerra mundial la hizo perder completamente su creencia en que el ser humano tenga la capacidad de tan solo generar una idea coherente sobre la justicia, y entonces ella dio rienda suelta a su escepticismo, y escribió todo ese contenido que hoy en día ha llegado a ser los pilares ideológicos del movimiento neocon.
Luego que Dios nos recuerda que no debemos pensar que el final de todo esto es la persecución de los perseguidores sobre los perseguidos, nos entrega un verso extremadamente tierno, y nos dice que Dios no solamente es perdonador, sino que ÉL también es Amoroso. Si tú vas hacia Dios, no solamente ÉL te perdonará, sino que además Dios te amará. Hay un dicho del Profeta (BP) que muchas veces se menciona cuando en el Corán se habla de Dios como “Al-Wadud” (El Más Amoroso), y el dicho dice que el instinto que Dios colocó en el corazón de los seres humanos ama a quien es amable con él, y es repulsivo con quien es cruel con él.
Nosotros sabemos por la experiencia que este dicho efectivamente es cierto, pero luego tenemos la pregunta que resultó ser planteada por el Profeta (BP), ¿Qué pasa con ese instinto humano hacia Dios?, ¿Permitimos que este instinto se lleve a cabo con Dios? La tradición sufi fue incluso más allá, y dijeron que cuando tú realmente entiendes tu relación con Dios, no hay posibilidad de que Dios sea severo y duro contigo, incluso cuando sufres, Dios no está siendo severo contigo. Ellos indican que este es el nivel más alto de comprensión sobre esto. Pero la gran mayoría de los seres humanos aprovechan la bondad de Dios sin orientarse hacia Dios con el mismo grado que ellos lo hacen hacia otro ser humano, cuando ese ser humano les entrega algo bueno.
Dios es amoroso con nosotros en cada instante de nuestras vidas, y nosotros simplemente seguimos en nuestras vidas sin consciencia de ello. Este es el tipo de velos sobre los cuales les he comentado que la tradición sufi habla.
Luego en el verso 15 Dios nos indica que Él es el poseedor del glorioso trono. No tenemos un marco de referencia para entender lo que es el trono de Dios, excepto por un hadith del Profeta (BP) que es mencionado en el contexto de esta sura, y que dice que el trono de Dios es el corazón de un creyente que verdaderamente conoce.
Si tú miras dentro de ti, y si eres capaz de levantar tus velos, tú podrás ver a Dios sobre el trono de tu corazón, y tu misma relación con tu rol como un testigo por la verdad llega a ser muy diferente. Tú ya no vives en el miedo, ni vives tentado por las cosas que corrompen a las personas. Si tú realmente llegas a entender lo que está sobre el trono de tu corazón, las cosas o situaciones nunca te atemorizarán.
En relación con esto mucha gente dice:” oh, no, pero esto nunca llega a pasar, nunca un ser humano se siente así”, pero les recuerdo que hay gente a lo largo de todo el mundo islámico, que mientras nosotros estamos conversando, ellos están en este momento sufriendo en las prisiones de los tiranos, y lo están haciendo porque esas personas creen en lo que precisamente estamos conversando. Ellos conocían los riesgos, ellos tomaron los riesgos, ellos están sufriendo las consecuencias, y todo eso sigue sucediendo porque los musulmanes hemos traicionado a la justicia. Hemos transformado nuestra religión en algo sobre cosas como el hijab, la barba, túnicas, y no se cuantas otras cosas como estas.
Puedes leer una gran cantidad de escritos sobre los niveles de ascensión espiritual, y ellos te indican que puedes llegar al punto de observar a Dios como sentado sobre el trono de tu corazón.
Quiero compartir un escrito que yo he usado como guía en mi vida, no es una tariqa, yo no soy el líder de una tariqa, y tampoco yo soy el fundador de una tariqa, no me atrevería a serlo. Esto que les leeré ha sido un escrito que he usado solo para mí, por lo que he hecho para mi ser. Por supuesto que lo pueden tomar o lo pueden dejar. El escrito dice lo que les indico a continuación.
Lo primero es el imam, la creencia.
El arrepentimiento es lo segundo.
Lo tercero es el auto enseñarse la virtud de la paciencia, la paciencia por todo, no andes a prisa por algo, no renuncies a la paciencia por algo.
Lo cuarto es que te pongas del lado de no enojar a Dios, evita cometer uno de esos pecados serios.
Lo quinto es que entrenes a tu ser para no andar preocupado por esas cosas materiales que más importan, no te adhieras a las posesiones materiales.
Lo sexto es que debes confiar en Dios, aprende a confiar en Dios, y trabaja y pídele a Dios lo mejor para ti, pero luego no pienses que Dios no te ha dado lo mejor para ti.
Lo séptimo es que trates de enseñarte a ti mismo a estar contento por dentro, no codicies si no tienes.
Lo octavo es que aprendas a observarte a ti mismo y a detectar tus propios pecados y faltas antes que lo haga otro.
El noveno y último es que te hagas cargo de tú obligación de ser un testigo, y de testificar. Testificar con tu corazón, testificar con tu lengua, testificar en tus escritos, y testificar sobre todo lo que Dios te podría cuestionar por haber fallado en testificar.
Luego sigue la sura,
(17) ¿HA LLEGADO a tu conocimiento la historia de los ejércitos [criminales] (18) de Faraón, y [de la tribu] de Zamud?
Por supuesto que esta es una pregunta retórica, porque Dios obviamente sabe si el Profeta (BP) había escuchado sobre faraón, y sobre la tribu de Zamud a quienes Dios les había enviado el Profeta Saleh (BP). Lo que es bastante intrigante es que en los tiempos en que esta sura fue revelada, el Corán no ha dicho mucho sobre faraón y tampoco sobre la tribu Zamud, y la pregunta retórica por supuesto que no es solo para el Profeta (BP), sino que también para toda la audiencia del Corán. Entonces cuando tú tienes al Corán colocando este tipo de pregunta, uno se pregunta: ¿Por qué esta pregunta retórica en este punto de la sura?
Antes de este verso Dios juró por quien da testimonio y por lo que es testimoniado, y veremos que esto se irá volviendo cada vez más un tema central en la ética del Corán
Las huestes y los ejércitos de faraón estaban lejos de la posibilidad del acto de testificar. Ellos lo siguieron ciegamente, no solo lo siguieron en su acción criminal, sino también en su acción suicida. Ellos personifican perfectamente a la gente con mentalidad de rebaño.
Lo mismo sucedió con los ejércitos de la tribu de Zamud, porque aun cuando ellos habían observado un milagro impresionante que quebraba completamente las leyes de la naturaleza, cuando los líderes de las fuerzas les ordenaron matar a la camella del Profeta Saleh (BP), ellos siguieron la orden aún cuando tenían certeza de que ella había sido creada en forma milagrosa.
Pero hay una diferencia que conocemos entre la gente de faraón y la gente de Zamud. Los seguidores de faraón lo obedecieron en su reclamo de ser un semidios, y ellos oprimieron brutalmente a los israelitas con una gran cuota de arrogancia. Para ellos los israelitas eran subhumanos, gente sin algún tipo de derecho. Por lo tanto en ellos encontramos la obediencia a faraón y su arrogancia. En el caso del ejército de la tribu de Zamud ellos fueron infames, fueron sórdidos, y oportunistas. Lo que deseaban lo trataban de conseguir de la forma y con los medios que fuesen, sin tener ninguna consideración en ello.
Entonces cuando Dios hace esta pregunta retórica sobre los ejércitos de faraón y sobre la tribu de Zamud, es para que reflexionemos en que ambos carecieron de la estatura ética requerida para atestiguar, ambos siguieron a sus gobernantes en acciones de gran crueldad, con la diferencia que unos actuaron basados en su arrogancia y otros en base al sentido de oportunismo.
Los tafsir con orientación sufi tomaron esto y lo llevaron un paso más adelante. Dijeron que Dios no solo nos está diciendo que a menudo los persecutores tienen una mentalidad rebaño, y siguen a sus gobernantes ya sea por arrogancia o por oportunismo, sino que en este punto Dios está diciendo lo que previene al ser humano para ser alguien que atestigüe la verdad.
Por lo tanto mira hacia adentro de ti, hacia tu interior, para expulsar a las huestes del faraón y a las huestes de zamud de tu ser interior, porque si no lo haces serás un oportunista que solo quiere obtener una solución rápida, o serás en última instancia un arrogante que cree tener el derecho de ser tan egoísta como quieras. Si no lo haces, estarás impedido de atestiguar sobre los actos de injusticia.
Luego esto es sellado con los siguientes versos,
(19) Y, aún así, los que se empeñan en negar la verdad persisten en desmentirla: (20) pero Dios les cerca [con Su conocimiento y poder] sin que se den cuenta.
(21) ¡Bien al contrario: esta [escritura divina que ellos rechazan] es un discurso sublime, (22) [inscrito] en una tabla imperecedera!
Cada vez que el Corán quiere indicarte que lo que está entregando es un mensaje primordial, un mensaje atemporal, un mensaje que aplicará una y otra vez en la humanidad, lo hace por medio de recordar la naturaleza de este Corán, y no lo hace al principio del mensaje, sino que lo hace al final.
Cada vez que el Corán invoca la idea de “una tabla imperecedera”, que no sabemos lo que realmente es, lo hace para recordar que está entregando un mensaje atemporal.
Tenemos reportes sobre musulmanes que le preguntaron al Profeta (BP), después de la revelación de esta sura, si las cosas se pondrían aun peor para ellos, y el Profeta (BP) les contestó que efectivamente las cosas se pondrían más difíciles.
A través de la historia islámica, ya sea que se esté hablando de la rebelión contra el imam Hussein, o las muchas rebeliones alawi en la historia islámica, o incluso la rebelión de la facción de Zubair, o también incluso la rebelión de Zanch quien fuera un esclavo en la historia islámica, esta sura siempre ha sido mencionada en los discursos sobre la justicia.
Hay un libro escrito por un erudito sirio de la época moderna que muestra todos los diferentes métodos de tortura que emplearon los gobernantes en la historia islámica. La parte más interesante en dicho libro son los reportes de los discursos de la gente que fue ejecutada injustamente por diferentes gobernantes en diferentes periodos del tiempo, y normalmente encuentras en esos discursos referencias al acto corrupto de perseguir a los creyentes, y a la falla de las sociedades en atestiguar los actos de injusticias.
Gracias a Dios, eso es sura Al-Buruj