Sura 83 Al-Mutaffifin (Los Defraudadores)
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA
(1) ¡Ay de los defraudadores: (2) esos que cuando reciben su parte de [otra] gente, la exigen completa –(3) pero cuando ellos miden o pesan lo que deben a otros, dan menos de lo debido!
(4) ¿No saben ésos que habrán de ser resucitados (5) [y rendir cuentas] en un Día tremendo
(6) el Día en que todos los hombres comparecerán ante el Sustentador de todos los mundos?
(7) ¡NO! ¡CIERTAMENTE, el registro de los perversos está en verdad [consignado] en forma ineludible!
(8) ¿Y qué puede hacerte concebir lo que será esa forma ineludible?
(9) ¡Un registro inscrito [indeleblemente]!
(10) ¡Ay en ese Día de todos los que desmienten la verdad –(11) esos que desmienten [la llegada de] el Día del Juicio!: (12) pues no lo desmienten sino quienes suelen violar todo derecho [y están] inmersos en el pecado: (13) [por eso,] cuando les son transmitidos Nuestros mensajes, dicen: “¡Fábulas antiguas!”
(14) ¡Que va, sino que todo el [mal] que solían hacer ha cubierto sus corazones de herrumbre!
(15) ¡Que va, realmente ese Día serán apartados [de la gracia] de su Sustentador; (16) y luego, ciertamente, entrarán en el fuego abrasador (17) y se les dirá: “¡Esto es [justo] lo que solíais tachar de mentira!”
(18) ¡NO! ¡CIERTAMENTE, el registro de los realmente virtuosos está en verdad [consignado] en forma sublime!
(19) ¿Y qué puede hacerte concebir lo que será esa forma sublime?
(20) Un registro inscrito [indeleblemente], (21) que contemplarán todos los allegados a Dios.
(22) Ciertamente, [en la Otra Vida] los realmente virtuosos estarán en verdad gozosos: (23) [reclinados] en divanes, contemplando [a Dios]: (24) reconocerás en sus rostros el resplandor de la dicha.
(25) Se les dará de beber un vino puro, estampado con el sello [de Dios], (26) que deja un gusto a almizcle.
Que aspiren, pues, a ese [vino del paraíso] quienes [están dispuestos a] aspirar a cosas de gran trascendencia: (27) pues combina todo cuanto es más elevado --(28) una fuente [de felicidad] de la que beberán los allegados a Dios.
(29) CIERTAMENTE, los que se han abandonado al pecado suelen reírse de los que han llegado a creer; (30) y cuando pasan a su lado, se guiñan el ojo [burlonamente]; (31) y cuando regresan con los de su clase, regresan llenos de bromas; (32) y cuando ven a esos [que creen], dicen: “¡Ciertamente, esta [gente] está en verdad extraviada!”
(33) Y, sin embargo, no les incumbe a ellos velar por [las creencias de] otros....
(34) Pero en el Día [del Juicio], los que llegaron a creer [podrán] reírse ante quienes [antaño] negaban la verdad: (35) [pues, mientras descansan en el paraíso] sobre divanes, contemplarán [a ésos y se dirán]: (36) “¿No están siendo retribuidos estos que negaban la verdad [sino] por lo que solían hacer?”
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL
Algunos reportes indican que esta fue la última sura revelada en el período de La Meca, aunque existen debates si esto fue así o si ella fue la primera sura revelada en Medina. También existen otros reportes que indican que la mitad de ella fue revelada en La Meca y la otra mitad en Medina. Como veremos, los reportes que indican que ella fue revelada en Medina se basan en algunos reportes asociados a las circunstancias de la sura, pero esos argumentos no son fuertes. Mi opinión, y es la opinión de la minoría, es que lo más probable es que esta sura fuese revelada en La Meca, la última sura revelada en La Meca. Tal vez, y Dios es el que sabe más, son ciertos los reportes que indican que ella fue revelada en ambas ciudades, pero por una serie de razones técnicas tengo algunas dudas con respecto a esta opción.
Todo esto hace que esta sura sea contextualmente interesante. Todos sabemos, ahora, que la emigración desde La Meca a Medina implicó muchos sacrificios para los musulmanes, y que con ella un nuevo capítulo se abriría para ellos en Medina, y en esos momentos las intervenciones del Corán fueron críticas, porque orientó todo el impulso normativo de aquella comunidad musulmana en su forma de construir su identidad, identidad que la representó dentro de Medina, y también la representó, en términos de su reputación, en toda la región.
Lo que el Corán dijo en esos momentos fue muy importante, y capturó mucha atención entre la gente de la época. Entre quienes escucharon con mucha detención lo que el Corán estaba indicando estaban los mecanos, aquellos persecutores que veían como los musulmanes eran echados desde sus tierras, y esta gente tenía muchas dudas si los musulmanes llegarían a ser capaces de coordinarse para estar juntos en otro lugar distinto a La Meca. Por otra parte, los receptores del mensaje tenían su foco puesto en Medina.
La sociedad de Medina tenía algunos lazos de relación en el linaje con la gente de La Meca. Familias de ambas sociedades estaban relacionadas por algunos matrimonios, y algunos otros compartían los mismos ancestros. La realidad predominante en Medina era que había una guerra civil entre las dos tribus predominantes de la ciudad, y dicha guerra se había prolongado por un largo tiempo generando muchas muertes. Esta realidad había convertido a Medina en una ciudad insignificante en el contexto de la región de arabia. Cuando el Profeta (BP) y sus seguidores emigraron a Medina, estas dos tribus no eran lo relevante ni poderosas como lo habían sido 100 años antes de la llegada de los musulmanes. En Medina existían varias tribus judías que se habían establecido en la ciudad, y dado que ellas se habían mantenido fuera de la guerra civil generada entre las dos principales tribus, los judíos poseían una situación económica bastante buena, y dado ello tenían la capacidad de vender armas a ambas partes del conflicto, y profitaban del derramamiento de sangre asociado a esa guerra.
Comprender el contexto de esta revelación coránica es muy importante, porque ello nos permite comprender cuál es el mensaje moral de la sura, y qué señales estaba dando el Corán a sus seguidores dentro de dicho contexto.
Entonces se inicia la sura,
(1) ¡Ay de los defraudadores: (2) esos que cuando reciben su parte de [otra] gente, la exigen completa –(3) pero cuando ellos miden o pesan lo que deben a otros, dan menos de lo debido!
El tema y el lenguaje usado son muy importantes.
Se nos habla de forma bastante directa sobre transacciones de negocios fraudulentas, y sobre el ser injusto en la forma de medir las cosas que se comercializan.
En las tradiciones islámicas tenemos reportes que temáticamente le dan a este asunto un aparente significado y un contexto amable y bien cuidado. Los reportes indican que cuando el Profeta (BP) llegó a Medina se encontró con que los mercaderes de esta ciudad eran muy deshonestos, y que ellos engañaban a la gente al medir las cosas que vendían. Los reportes indican que después de la revelación de sura Al-Mutaffifin ellos se transformaron en mercaderes honestos, y se indica que esto es así “hasta nuestros días”. Ahora, cuando lees estos reportes tienes la sensación de que ellos fueron preparados y manipulados, no solo porque los reportes indiquen que milagrosamente esos mercaderes pasaron de ser deshonestos a honestos inmediatamente después de la revelación de la sura, sino que cuando llegas a la parte de los reportes donde se indica “hasta nuestros días”, te preguntas a que se refiere este término si se supone que el reporte corresponde a los tiempos del Profeta (BP). Esta situación genera una clara indicación de una tensión de la gente que generó estos reportes dado que tenían en mente “sus días”, que fueron siglos después de la muerte del Profeta (BP). La selección de palabras que hicieron muestra que ellos no ajustaron lo suficiente la mecánica de estos reportes, porque no tiene sentido que el Profeta (BP), ante esa situación, haya dicho: “y permanecieron honestos hasta nuestros días”.
Por otra parte, hay reportes bastante similares, y que dicen lo mismo, pero sobre la gente de La Meca, y eso hace menos sentido, porque la gente de La Meca eran incrédulos, y no se convirtieron al islam luego de la revelación de esta sura, sino luego de la conquista de La Meca por parte de los musulmanes, algo que sucedió tiempo después.
Ambas versiones, la de los mercaderes de Medina como la de los de La Meca, tienen el sello de las narraciones medievales. En la mente de la gente de esa época la sola palabra generaba un cambio, entonces es normal encontrar narraciones donde se muestra algo malo y debido a la intervención de tan solo unas palabras las cosas cambian y se vuelven buenas, y esta es una mecánica normal de estructuración de narrativas de la época medieval.
Además, la cadena de transmisión de estos reportes no genera un absoluto nivel de confianza.
Ahora, lo que es interesante acá no son las narraciones sobre la ocasión de la revelación, sino que son el lenguaje de esta sura y su impacto normativo.
Demos un paso atrás y pongamos atención a la palabra árabe “taf-fafa” o “taf-fif”, que es desde donde proviene la palabra árabe “mutaffifin”. Si tú sabes árabe sabrás que es la misma palabra desde donde proviene otra palabra árabe que es “tafa”. La palabra “taf-fif” literalmente significa: “aumentando hasta ese punto de demarcación donde se llega cerca del desbordamiento, pero no al desbordamiento”, entonces “Al-taf-fif” es una sumatoria incremental de cosas en las mediciones.
Los eruditos musulmanes hicieron una pausa para reflexionar sobre esta expresión, porque no era algo común el referirse a mercaderes deshonestos con la palabra árabe “mutaffifin”, era una expresión lingüística inusual. Además, se debe poner atención al fraseado de la sura Al-Mutaffifin, viene y primero condena un tipo de mercaderes y los llama con esta palabra “mutaffifin”, y luego profundiza sobre lo que ese tipo de personas hace, y nos indica que esas personas son injustas con las mediciones que hacen. El Corán no dice que ellos cometan actos de fraude ilegales, sino que nos indica que ellos cometen "taf-fif", donde esta palabra literalmente significa, si quisieras una traducción literal, “quitar una parte de algo obteniendo ventajas incrementales para uno mismo y generar desventajas incrementales para los demás”.
Entonces, por supuesto que tendría mucho sentido preguntarse: ¿Por qué Dios usa esta palabra árabe? Dios podría haber usado otras palabras árabes de uso normal para ello, como “tramposos”, o “deshonestos”, o “ladrones”, pero usó esta expresión: “al-mutaffifin”. Esto provocó una exploración considerable que reflejó la forma en que los compañeros interactuaron con esta sura.
Como ejemplo les mencionaré lo que se dice en el tafsir de Razzi. En él se resume bastante bien los considerables discursos que se encuentran en torno a "al-mutaffifin". Se indica que “al mutaffif” es aquella persona que busca ganar, aunque sea una pequeña ventaja, es alguien que busca tomar algo para sí mismo, aunque sea algo muy pequeño. Ahora, obviamente el Corán no está hablando de tomar algo para uno mismo, aunque sea pequeño, de una manera justa, sino que está hablando de hacerlo de manera injusta. Al mismo tiempo, como indica Razzi, Dios resalta el concepto de la medida y la balanza como el corazón y la esencia para nuestra comprensión de la justicia.
Para cuando se reveló esta sura Dios ya había enfatizado a los musulmanes que la justicia, conceptualmente, es una cuestión de medida y balanza. Si entendemos la justicia como una cuestión de escala, de medida y balanza, y Dios ahora aparece en esta sura y nos habla de quienes sufren incluso una pequeña desventaja injustamente, ¿qué resulta de la combinación de ambos conceptos? Bueno, de la combinación de ambos conceptos surgen concepciones de justicia. ¿Cuáles son estas concepciones de justicia? En el nivel más básico, se trata de que las personas dan según lo que desean recibir. El fundamento mismo de la justicia es, como dijo el Profeta (BP), que la justicia es tratar a los demás como te gustaría ser tratado, que la justicia se trata del trato que te gustaría recibir, y que entonces debes tratar a los demás como te gustaría ser tratado, y si no lo haces, eso oscurecerá tu corazón.
Hay una narración que ha sido ampliamente reportada, no está claro si ella es histórica o no, pero en ella se indica que un hombre pobre fue donde el califa de la época, y ese califa era conocido por su poder y su influencia, y ese hombre pobre le dijo al califa: “Dios habla de los mutaffifin, aquellos que toman de manera injusta pequeñas ventajas que los favorecen, ¿y qué hay de ti, cuando no solo tomas injustamente pequeñas ventajas en tu beneficio, sino que además tratas a los musulmanes de una forma injusta, oprimiéndolos y quitándoles su dinero y sus propiedades, y ni siquiera te molestas en hacer algo de justicia, ni siquiera tienes alguna pretensión de justicia”?
Más allá de esto, “al-mutaffif” no es alguien que solo engaña en los negocios, sino que corresponde a un tipo de personalidad. Es un tipo de personalidad que acepta para los seres humanos lo que no aceptaría para sí mismo. Un tipo de personalidad que ve las faltas de los demás, pero no las suyas, y un tipo de personalidad que se da cuenta cuando no se le conceden plenamente sus derechos, pero no se da cuenta cuando se le niegan los derechos a los demás.
Pero hay más sobre esto. Otros eruditos dijeron que lo que se intenta indicar con la expresión “al-mutaffifin” no es, ni exclusiva ni principalmente, a mercaderes defraudando en sus tratos de negocios, sino que se refiere a aquellos que creen que no es gran cosa ignorar los derechos de otros seres humanos, o quitarles los derechos a otros seres humanos, porque piensan que permitirse este privilegio no es una gran cosa. Entonces “al-mutaffif” es alguien que piensa de la siguiente forma: “Cuando te miro, no me interesa cumplir tus derechos, los ignoro, o no tengo preocupación por ellos”.
Algunos eruditos incluyen la usura en el comportamiento de los “mutaffif”.
Ahora, hagamos una pausa y reflexionemos sobre algo que Razzi dijo, y que yo deseo enfatizar debido a cómo sura Al-Mutaffifin fue comprendida en el pasado, y que contrasta con la forma en que hoy en día se la enseñamos a nuestros niños.
El tema es que tú serás un “mutaffif” si aceptas para otras personas lo que no aceptarías para ti mismo o, si te concentras en los defectos de los demás en lugar de concentrarte en los tuyos propios. Entonces, con lo que estamos tratando es con toda una concepción de la justicia, todo resumido en unos pocos versículos que nos entregan toda una filosofía de ella.
Si tú ves masacrar a gente, como sucede en nuestra época, y no te importa, o inventas excusas para justificar aquello, o no te importa ver gente encarcelada a la que se le niegan sus derechos, o si careces de empatía con estas personas porque según tu opinión, mientras te vaya bien, no importa lo que les pase a los demás, entonces tú clasificas entre los "mutaffifin".
Una de las discusiones más interesantes al respecto es que "al taf-fif" es una enfermedad moral, y entonces cuando Dios dice en el versículo 1: "¡Ay de los mutaffifin!", es una advertencia para quienes padecen esa enfermedad moral, esa enfermedad que los hace sensibles a lo que ellos padecen, pero insensibles a lo que padecen los demás. Esa enfermedad moral es la que les permite pensar egocéntricamente sobre sus derechos, e inventan excusas cuando se trata de los derechos de los demás. Esto es como quien hace negocios fraudulentos y se dice: "Bueno, tomo de cada transacción una pequeña cantidad que nadie va a extrañar, pero acumulativamente marcará una diferencia para mí, pero nadie de quienes les vendí va a extrañar lo que tomé, porque es una cantidad pequeña después de todo.”
Entonces, ¿cuál es el problema? Es la actitud moral, y no se trata del negocio en particular, sino de la justicia y los derechos.
Entonces, si comprendes que así fue concebido esto, comprenderás por qué esta sura fue revelada en ese momento tan crítico de la emigración desde La Meca a Medina, porque es como si la sura les hubiese dicho: "Van a construir una sociedad, pero esa sociedad no se construirá si tu actitud es moralmente egocéntrica, si tu actitud es tal que mientras tengas comida no te importe quién pase hambre, o si mientras tengas techo no te importe quién no lo tenga, o si mientras estés bien cuidado no te importe que los demás no lo estén, y pongas excusas de por qué no compartes sus sentimientos e intereses, ¡esa actitud es inaceptable!".
Algo que ampliamente se ha dicho sobre esta expresión: "¡Ay de los mutaffifin!", es que ella te advierte para ser justo y equitativo en todo lo que tomas, y en todo lo que das, de hecho, en todo lo que dices, en todo lo que haces, y en cada estado del ser.
Hay un hadith ampliamente reportado en que se menciona que el Profeta (BP) fue consultado sobre sura Al-Mutaffifin. Hay varias versiones del hadith, los reportes permutan algunas cosas, pero todos ellos coinciden en el aspecto central. En la mayoría de estos reportes se menciona que el Profeta (BP) indicó que debíamos tener cuidado de cinco cosas, y esto en el contexto de la explicación de esta sura:
- Si tú fallas en cumplir tus votos, tus compromisos, y tus promesas, Dios le dará la victoria a tu enemigo sobre ti.
- Si tú fallas en seguir la ley de Dios, serás golpeado por la pobreza.
- Si los mayores pecados, como la fornicación y el adulterio, se propagan en tu sociedad, entonces encontrarás que serán afligidos por enfermedades que causarán muerte.
- Si tú fallas en oponerte a los “mutaffifin” y a la enfermedad moral que ello implica, tú encontrarás que tu sociedad fallará en el desarrollo de sus industrias y agricultura, y se generarán enfermedades y plagas.
- Si tu sociedad falla en dar caridad, entonces Dios hará que sufran sequías.
Bueno, nuevamente en este hadith tenemos esa típica forma de relato medieval, donde se asocia la falta de moral con fenómenos como la sequía, enfermedades, carencia en las cosechas de granos, e invasiones foráneas. Estas son las típicas temáticas medievales que son citadas como signos de que Dios no bendice a una sociedad. Sea que el Profeta (BP) haya articulado esto en la forma que se indica en estos hadith o no, es algo que no impacta el tema central, porque lo relevante es lo que puedes extraer de este hadith, y lo que puedes extraer es una lección moral. La forma en que los seres humanos narran las cosas va cambiando de una época a otra, se producen grandes cambios en las formas de construir las narrativas, pero sí puedes encontrar una destacable consistencia en las ideas que esas narrativas comunican. La idea que se comunica en estos hadith es que cuando al Profeta (BP) se le preguntó sobre el significado de sura Al-Mutaffifin, él la relacionó con una serie de fracasos morales, como el ignorar las órdenes de Dios, el fallar en observar las promesas y los compromisos, el ser promiscuo, el no estar atento a ser justo, y el no dar a quién sufre pobreza. ¿Qué produce estos comportamientos? Generan catástrofes en las sociedades.
Entonces, demos un paso atrás y preguntémonos: ¿Cómo sura Al-Mutaffifin impactó a los musulmanes?
Ellos no la tomaron simplemente como una advertencia a alguien que en sus negocios engañaba en la medida de las cosas que comercializaba, sino que ellos la entendieron de una forma mucho más integral y exhaustiva. Incluso más integral y exhaustiva que la forma en que nosotros hoy en día se la enseñamos a nuestros hijos. Esto lo he visto en muchos lugares que he visitado, y he visto como se enseña esta sura, solo se dice que tiene que ver con el engaño en las transacciones comerciales, y entonces en la mente de los musulmanes queda como un mensaje irrelevante y marginal.
El mensaje de esta sura tiene una muy alta seriedad, Dios al intervenir y decir esto es como si dijera: “¿Necesitan consejos? Están a punto de escapar de la persecución y construir una nueva sociedad, y entonces el consejo que les doy es: no se atrevan a olvidar la justicia. No se atrevan a hacer trampas en lo que respecta a la justicia, ni a ignorar los derechos de los demás, incluso si las infracciones que cometan sean relativamente pequeñas, no se atrevan a justificarlas mentalmente pensando que el impacto de esas infracciones no es grande”
El Corán nos está recalcando que precisamente el problema de los “mutaffifin”, el problema de esa enfermedad moral es esa actitud de decir: “bueno, si es tan pequeñito lo hago para mi provecho a costa del provecho del otro, al otro no le hace un gran daño, pero para mí significa mucho”.
Hay muchos reportes asociados a sura Al-Mutaffifin. Por ejemplo, hay un reporte que habla de un hombre que estaba muriendo en Medina, y que estando en su lecho de muerte él vio el infierno, y en esa situación le admitió a uno de los compañeros del Profeta (BP) que él se había dado cuenta que iría al infierno porque solía defraudar en pequeñas cantidades, aunque eso lo había hecho porque sus niños estaban en necesidad y pasaban hambre. Hay otro reporte que habla de un hombre que tenía dos balanzas, una para cuando el compraba cosas y otra para cuando vendía, y que por ello Dios lo había maldecido para ser castigado en lo más profundo del infierno. Hay otros reportes que hablan de personas que fueron maldecidas como “mutaffifin” porque ellos preparaban su comida y comían de ella sin preocuparse de que había vecinos suyos que no tenían comida. Así, hay muchos reportes de este tipo asociados a la sura.
Sura Al-Mutaffifin también ha sido usada para generar una dialéctica contra la opresión. Así como la historia que les mencioné del hombre pobre que habla con el califa, típicamente se encuentran historias de personas valientes que confrontan a los gobernantes injustos y les dicen cosas como: “Si Dios ha prometido que aquellos que son “mutaffifin”, aquellos que defraudan, aunque sea solo en una pequeña cantidad, serán condenados en el infierno, entonces ¡qué será de ti!, que defraudas y asesinas a muchos”.
En libros de teología la regla sobre “taf-fif”, es que, si tú has sido de aquellos que defraudan en una pequeña cantidad, pero luego te arrepientes de haberlo hecho, entonces Dios te perdonará, pero si tú persistes, entonces eso se traducirá en un gran pecado y Dios borrará todas tus buenas acciones.
El imam Al-Gazzali dijo, e Ibn Arabi también dijo algo bastante similar, que el “taf-fif”, esta enfermedad moral, se puede dar en la forma en que tú manejas el dinero, y en la forma en que llevas a cabo tus acciones.
No es sorprendente lo que dijo sobre el dinero, porque es claro que todo tipo de trampa, engaño, en una transacción con dinero es algo inmoral. Pero lo que dice sobre el tema de las acciones es realmente alucinante, porque él indica que, si tú haces una tarea o un trabajo, y al hacerla tú fallas en hacerla de la mejor manera que tú puedas, entonces tú estás bajo una reprobación moral, es decir, has realizado algo inmoral. El ser perezoso, o el no hacer el trabajo como se debe, es “taf-fif”.
¿Ven cómo nuestros ancestros tomaron este mensaje?
Cuando les digo que este mensaje es una filosofía moral, estoy hablando en serio. Nosotros no enseñamos a nuestros hijos de esta forma, porque como les he indicado nuestra civilización islámica fue derrotada, y hemos dejado solo las cosas superficiales, sobre las cuales nos hemos aferrado.
Cuando Dios dijo: “"¡Ay de los mutaffifin!", eso provocó una revolución intelectual entre los musulmanes, porque no fue solo interpretado como no defraudar con un poco de comida o unos pocos granos de trigo, sino que tenía vastas implicaciones morales.
Sigue la sura,
(4) ¿No saben ésos que habrán de ser resucitados (5) [y rendir cuentas] en un Día tremendo
(6) el Día en que todos los hombres comparecerán ante el Sustentador de todos los mundos?
Estos versículos son bastante claros y directos.
El Corán le habla a los “mutaffifin”, en todas sus categorías, y les pregunta: ¿no creen, no piensan, que deberán presentarse ante Dios y que serán juzgados, y que deberán rendir cuentas por sus acciones?
Un aspecto por mencionar sobre estos versículos es que hay algunas discusiones interesante sobre el por qué Dios en la parte inicial de la pregunta usa una expresión que en idioma árabe manifiesta la idea de una probabilidad de creencia y no una certidumbre de creencia, la pregunta sería del tipo: ¿ellos no sospechan que serán juzgados? (lo que en la traducción en uso se interpreta como: “No saben ésos que…”). No les comentaré en extenso sobre estas discusiones, pero lo que sí les mencionaré es que la mayoría de los comentadores del Corán dijeron que estos versículos no estaban dirigidos hacia los idólatras, sino que estaban dirigidos a los musulmanes, y entonces les estaba diciendo a estos últimos que el “taf-fif” no es consistente con su fe. Otra cosa que indicaron, por ejemplo personas como Ibn Arabi y otros intérpretes de orientación sufí, que estos versículos eran una sutil invocación a la naturaleza del ser humano, porque aunque el ser un “mutaffifin” es algo horrible para un musulmán, porque “taf-fif” para un musulmán es algo completamente inaceptable, también un incrédulo y un idólatra reconocen naturalmente que la práctica del “taf-fif” es algo que está mal, y entienden que en algún momento deberán dar cuenta de esas acciones.
Sigue la sura,
(7) ¡NO! ¡CIERTAMENTE, el registro de los perversos está en verdad [consignado] en forma ineludible!
(8) ¿Y qué puede hacerte concebir lo que será esa forma ineludible?
(9) ¡Un registro inscrito [indeleblemente]!
En el versículo 7 se usa la palabra árabe: “Siyyín” (que en la traducción en uso se interpreta como “consignado en forma ineludible”), y ella fue una palabra que no era común que fuese usada en la forma en que el versículo la usa. En las tradiciones hay una gran discusión sobre si esta es la misma palabra desde donde la palabra árabe “siyna” se deriva, y cuyo significado es “prisión”.
Hay algunas tradiciones, que no son muy confiables, que indican que “siyyín” es un lugar ubicado en lo profundo de la séptima tierra.
Hay algunos intérpretes de las primeras generaciones que dijeron que “siyyín” es una referencia a un estado entre el infierno y la rendición de cuentas.
En otras tradiciones se dice que es el tiempo en que las personas estarán frente a Dios, prisioneras en un lugar muy limitado, y a la espera de ser juzgados. Hay tradiciones que incluso indican que ese tiempo será de 50.000 años y otros dicen que serán 40.000 años.
Dada estas varias interpretaciones, en algunas traducciones encontrarán que la palabra no se traduce, y en el versículo se deja la palabra “siyyín”. En traducciones como la de Muhammad Assad se habla de “consignado en forma ineludible”, y esta es la posición minoritaria entre los intérpretes del Corán. Es decir, indican que la palabra “siyyín” es una referencia al libro de registros de estas personas, y no a un estado o lugar. Dado que se hace referencia a ese registro de acciones, entonces ese es un registro del cual no sería apropiado decir que es un registro que está en “prisión”, pero sí es apropiado decir que es un registro impecable, que no es posible de cambiar, que es incorruptible.
Mi opinión es que la interpretación de Muhammad Assad es apropiada, porque además todos esos reportes que indican que “siyyín” es un lugar o es un tiempo, tienen serios problemas en su cadena de transmisión, y también existen conflictos entre dichos reportes. En muchos de estos reportes se detecta la presencia de los “qusas” en algún punto de ellos. Los “qusas” eran personas que contaban historias de narraciones sobre el Profeta (BP), pero lo hacían con la intención de solo entretener a las personas, ya sea aterrorizándolas con historias del infierno o maravillándolas con las descripciones del paraíso, y es por la presencia de ellos en estas narraciones lo que hace, a mi parecer, que estos reportes sean poco confiables.
También creo que gramaticalmente se ajusta de forma más correcta la interpretación de un registro consignado de una forma impecable, e incorruptible.
Sigue la sura,
(10) ¡Ay en ese Día de todos los que desmienten la verdad –
(11) esos que desmienten [la llegada de] el Día del Juicio!: (12) pues no lo desmienten sino quienes suelen violar todo derecho [y están] inmersos en el pecado: (13) [por eso,] cuando les son transmitidos Nuestros mensajes, dicen: “¡Fábulas antiguas!”
Existe una interesante discusión en relación a estos versículos sobre la siguiente pregunta: ¿esos pecadores que violan y transgreden los derechos, lo hacen debido a que niegan y desmienten el Día del Juicio, o porque además de negar el Día del Juicio cometen otros pecados y actos injustos?
Algunos han indicado que no es que estas personas solo niegan el Día del Juicio, sino que ellos, además, no se abstienen y son indulgentes consigo mismos en la comisión de pecados. La actitud de estas personas hacia los mensajes de Dios es que ellos son solamente mitologías del pasado.
Aquí hay un punto relevante en la comprensión del rol del Corán en aquella sociedad árabe. Como ustedes saben, en aquella época no había muchos árabes que fueran letrados, sin embargo, era una sociedad que había estado en contacto permanente con otras civilizaciones, entre las más destacables de ellas podríamos mencionar la persa, la greco romana, y la de abisinia.
¿Por qué esto es importante? Porque parte de los ídolos que los árabes habían introducido en su cultura había sucedido por la influencia de dichas civilizaciones.
Una de las mitologías que las tribus árabes habían escuchado, en variadas formas y versiones corruptas, y que se puede encontrar en la poesía preislámica en varias formas, fue la de las antiguas enseñanzas de personajes de la antigua Grecia. En forma de mitologías, y con contenidos altamente exagerados y corrompidos, los árabes conocieron desde la filosofía griega aspectos de la ética y la moralidad, particularmente desde sofistas ligados a ideas corruptas, tanto socráticas como aristotélicas.
Cuando llegó el islam, surgió en los musulmanes el real deseo de comprender cuáles habían sido realmente esas ideas de la antigua Grecia.
Los mecanos no tenían mucho interés hacia cualquier discurso sobre virtudes más allá de aquellos asociados a las virtudes de la caballería, con las que se sentían muy cómodos. La caballería se consideraba algo varonil, que tenía una lógica, pero era una mezcla de virtud y brutalidad. Más allá de la caballería, la actitud de los mecanos hacia muchos discursos sobre principios y ética, no solo sobre la unidad de Dios sino también sobre la virtud y la ética, era que los consideraban discursos asociados a mitologías de los antiguos.
Entonces, cuando el Corán en el versículo 13 habla sobre mitologías de los antiguos, en muchos tafsir no se deja claro a qué mitologías de los antiguos se está refiriendo. Por ejemplo, nosotros sabemos que los mecanos creían en Abraham (BP) e Ismael (BP), y que ellos habían construido el templo de la Kaaba en La Meca, entonces el Corán no se está refiriendo a que ellos no creían en este tipo de mitologías de los antepasados, y tampoco se está refiriendo a aquellas asociadas a la existencia de un solo Dios que sí existían en sus tradiciones, sino que el Corán se está refiriendo a las mitologías de los antiguos que hablaban de virtudes y ética, más allá de la caballería. Entonces estamos hablando sobre el cuidado del débil, de principios como cuando el Profeta (BP) dijo que todos los seres humanos son iguales como los peines de una peineta. Estas son las mitologías a las cuales el Corán se está refiriendo en el versículo 13.
Una de las cosas que había llevado a los mecanos a esto fue que la vida en el desierto era realmente dura, y esa vida los había llevado a la creencia que cada uno se debía cuidar a sí mismo, cosa que el islam vino a cambiar. Lamentablemente, tiempo después, eso volvió a surgir cuando el islam se debilitó entre los musulmanes. Pero cuando el islam llegó, les indicó que los asuntos de la virtud, de la ética y de la moral, no eran mitologías, sino que esas virtudes y esa ética eran en realidad ciertas, que ellas eran correctas. Pero muchos mecanos rechazaron el mensaje, y la forma en que lo rechazaron fue indicando que esas ideas eran foráneas a su cultura, que ellos habían escuchado esas ideas en la antigüedad, pero que no las adoptaban porque no las necesitaban, que ellas no les resultaban adecuadas.
Esto es mucho más importante de lo que la mayoría de las personas cree. Los orientalistas han ocupado mucho tiempo preguntándose sobre la razón por la cual los árabes, que habían sido tan influenciados por civilizaciones como la persa y la bizantina, de pronto se volvieron con tanto interés hacia el pensamiento de Aristóteles y de los filósofos griegos, al punto de llegar a traducir al árabe todo ese material, y la verdad es que la respuesta que han esgrimido es bastante torpe e incluso aburrida. Han dicho: “Bueno, fueron todos los conversos al islam los que lo hicieron”, pero no han pensado que esas personas cuando eran cristianos no les interesó ese conocimiento. De hecho, cuando eran cristianos la iglesia les había enseñado que esas cosas eran malas, esa era la antigua creencia de la iglesia, esa era la antigua creencia judeocristiana, decían que las obras de los filósofos griegos eran malas, y ese es precisamente el tipo de actitud que influyó en los árabes preislámicos. Eso era todo lo que sabían los árabes preislámicos sobre la filosofía griega: que era una estupidez de los antiguos, y es por ello por lo que cada vez que el Corán mencionaba los nobles principios éticos, ellos reaccionaban con un: "Ah, esto ya lo sabemos, esto es lo que advierte la iglesia, esto es lo que los judíos condenan como absurdo, esto es lo que aprendimos hace mucho tiempo, y esto no es viable en nuestra vida práctica en el desierto".
Fue un gran paso para la civilización cuando el islam reintrodujo la ética y la virtud.
Cuando el islam se debilitó en esa región, fíjense lo que los viajeros británicos y franceses dijeron de los árabes durante el desmoronamiento del Imperio Otomano. Ellos se encontraron con los árabes en esa región y dijeron:” Todas estas tribus árabes en Arabia se limitan a atacarse, matarse y pelearse”. Esa fue la influencia del debilitamiento del islam y el regreso a los antiguos y reducidos valores beduinos, porque, según ellos, sobrevivir en el desierto no permite el lujo de cuidarse entre todos.
El milagro del islam fue civilizar a esta gente y lograr que pensaran más allá de su entorno vulgar, árido y hostil.
¡Ojalá los musulmanes de hoy en día lo entendieran!
Sigue la sura,
(14) ¡Que va, sino que todo el [mal] que solían hacer ha cubierto sus corazones de herrumbre!
(15) ¡Que va, realmente ese Día serán apartados [de la gracia] de su Sustentador; (16) y luego, ciertamente, entrarán en el fuego abrasador (17) y se les dirá: “¡Esto es [justo] lo que solíais tachar de mentira!”
Veamos la expresión coránica del versículo 14: “raana galá quluu bihim”. La palabra árabe “raana” se refiere a algo que se acumula hasta el punto de derramarse o verterse, entonces cuando el Corán usa esta expresión en este versículo, ella está connotando un proceso activo de acumulación incremental en los corazones de estas personas, al punto que ellos serán apartados de Dios en ese Día.
Ahora, recuerden que los “mutaffifin” son esas personas que en forma incremental aumentan su inmoralidad, ya sea por sus acciones o porque su pensamiento es de esa forma, y ahora se nos habla de gente que tienen una acumulación de cosas hasta el punto de que sus corazones son cubiertos y quedan ahogados en la oscuridad. Hay muchos reportes que hablan del Profeta (BP) sobre este versículo, y todos esos reportes vuelven a un mismo tema básico, y es que el Profeta (BP) dijo que esta expresión significa que cada vez que estas personas cometen un pecado, cada vez que estas personas cometen una mala acción, es como si una mancha oscura se agregara en sus corazones, y que de esa manera hay un proceso incremental de esas manchas hasta que sus corazones llegan a estar completamente llenos con esa oscuridad.
Algunos comentadores del Corán, como Mataridi y Razzi, dijeron algo que debería ser de gran interés para los psicólogos musulmanes, porque indicaron que el Profeta (BP) no estaba hablando sobre una “efectiva y material mancha de tinta oscura”, sino que él estaba hablando sobre el condicionamiento conductual. Indicaron que esto es como aquella gente que aprende a escribir y que se mantiene practicando la escritura hasta que ella se vuelve algo natural para ellos, entonces indican que cuando el Profeta (BP) estaba diciendo que cada vez que una persona comete un pecado una mancha oscura se agrega en su corazón, él estaba hablando sobre un estado psicológico de la persona, un estado como la práctica de la escritura que mencioné, pero en este caso sería la práctica de pecar. La primera vez que tú cometes un pecado es siempre la más dificultosa, pero mientras más lo cometas tu habilidad para arrepentirte se debilitará, y también se irá debilitando tu deseo de arrepentirte. Mientras más cometas ese pecado, menos sensible serás a la maldad de ese pecado.
Mataridi agrega que ese es precisamente el problema con el “taf-fif”, indica que el problema real es que la gente no pasa de no pecar a ser un gran pecador, sino que el real peligro de pecar es que es un proceso incremental. Las personas paso a paso avanzan en el pecado hasta llegar al punto en que se vuelve parte de su naturaleza, ya no se vuelve algo relevante, y ya no encuentran que hacer algo malo sea algo significativo. Entonces estos estudiosos indican que, en base a lo indicado por el Profeta (BP), esta es la única forma de entender lo que Dios está indicando en este versículo. Dios nos está diciendo que lo que estas personas han cometido ha llegado a ahogar sus corazones, aun cuando sus corazones en un determinado momento eran sensibles a lo bueno y lo malo, el mismo proceso de “taf-fif” los llevó paso a paso a no ver lo detestable de lo que hacían.
De la misma forma en que ese velo fue construido por esta gente durante su vida terrenal, entre ellos y su Señor, en la otra vida ese velo persistirá, y es por ello por lo que estarán como velados de su Señor, dado que sus corazones estarán cubiertos por la desensibilización hacia el pecado durante ese proceso de acumulación incremental.
En una de las versiones de un hadith se reporta que el Profeta (BP) dijo que cada vez que una persona comete un pecado es como si una mancha oscura se agregara a su corazón, pero que si la persona se arrepentía entonces su corazón se limpiaba de esa mancha, pero si la persona volvía a cometer ese pecado entonces dicha mancha se agregaba nuevamente a su corazón hasta el punto de cubrirlo completamente, y que a eso se refiere Dios con la expresión indicada en el versículo 14.
En la tradición sufí se habla de cinco categorías de “raana”: i) raana al kufr, ii) raana al gásian , iii) raana al gafla, iv) raana al hawalat tag-gat, v) raana his al kainat. Estas categorías implican la idea misma del incrementalismo, pero cada una de ellas muestra como este fenómeno se desliza en diferentes apariencias o categorías. Entonces:
- raana al kufr, donde la palabra “kufr” en este contexto no significa incredulidad en la existencia de Dios sino indiferencia e ingratitud hacia ÉL, y entonces esta categoría se refiere a un proceso incremental por medio del cual las personas llegan a estar alienadas de la idea sobre su propia significancia, y alienadas de la idea de que permanentemente están bajo la mirada de Dios.
- raana al gásian es el proceso incremental de un pecado, y dado que el pecado se comete una y otra vez, el cometerlo deja de ser algo relevante para la persona, llegando al punto de ni siquiera sentir el deseo de arrepentimiento dado que esta idea le parece algo hipócrita.
- raana al gafla es el proceso por medio del cual una persona se engaña y defrauda a sí misma al considerar el perdón y la misericordia de Dios como algo garantizado, y entonces cree que finalmente Dios perdonará sus pecados porque en realidad no es un ser humano tan malo. No es que la persona necesariamente viva una vida pecaminosa, y tampoco es necesariamente que sea una persona ingrata, aunque siempre hay una mixtura de estas cosas, pero en definitiva es el proceso por el cual la persona da por garantizado el perdón de Dios y no toma su relación con ÉL de una forma tal que ella deba hacer lo que Dios le pide.
- raana al hawalat tag-gat es cuando la obediencia se vuelve el medio del engaño e ilusión de la persona. Es el caso de una persona que reza con fe, que ayuna, y luego llega a estar convencida que ella tiene un estatus especial, y que es una excepción a las leyes de Dios, y entonces la piedad se vuelve el método de su engaño e ilusión.
- raana his al kainat es el proceso incremental de indulgencia sobre el placer asociado a las sensaciones de consumo. Un típico ejemplo de esto es cuando una persona comienza diciendo que disfruta de la buena comida, y luego de manera incremental la buena comida llega a ser un objetivo y propósito en sí mismo, y el ejemplo puede ser con la comida, la ropa, con los perfumes, o lo que sea, y entonces la buena comida la consume sin importarle y sin tener empatía por los derechos de otras personas.
Es fascinante como desde la expresión coránica “raana galá quluu bihim” se generó toda una reflexión intelectual sobre esto.
Sigue la sura,
(18) ¡NO! ¡CIERTAMENTE, el registro de los realmente virtuosos está en verdad [consignado] en forma sublime!
(19) ¿Y qué puede hacerte concebir lo que será esa forma sublime?
(20) Un registro inscrito [indeleblemente], (21) que contemplarán todos los allegados a Dios.
(22) Ciertamente, [en la Otra Vida] los realmente virtuosos estarán en verdad gozosos:
Noten que en sura Al-Insan hablamos sobre los “abraar”, y que esta sura en el versículo 18 vuelve a mencionarnos esa misma categoría de personas, y nos habla de los “abraar” como en una categoría particularmente elevada.
Las personas que tienen “taq-qua”, que son “mut-taqín”, son personas que se abstienen de lo que Dios prohibió y hacen lo que Dios ordenó, pero los “abraar”, como ya lo vimos en sura Al-Insán, están un paso más allá de esto, porque ellos buscan realizar lo que es bellamente bueno, y han llegado a un punto de piedad en el cual no le hacen daño ni siquiera a la criatura más pequeña y desvalida, porque han llegado a un nivel muy alto de consciencia sobre los derechos de los otros.
Noten entonces como en esta sura se contraponen los “mutaffifin” con los “abraar”. Los primeros son quienes desconocen los derechos de los otros, mientras que los segundos son los que han llegado a tener una muy alta consciencia de los derechos de los otros.
Sigue la sura,
(23) [reclinados] en divanes, contemplando [a Dios]: (24) reconocerás en sus rostros el resplandor de la dicha.
(25) Se les dará de beber un vino puro, estampado con el sello [de Dios], (26) que deja un gusto a almizcle.
Que aspiren, pues, a ese [vino del paraíso] quienes [están dispuestos a] aspirar a cosas de gran trascendencia: (27) pues combina todo cuanto es más elevado --(28) una fuente [de felicidad] de la que beberán los allegados a Dios.
La expresión árabe del versículo 23 normalmente se interpreta como que estas personas estarán reclinadas en divanes contemplando a Dios, pero les quiero mostrar algo interesante que se ha dicho sobre esto en este contexto.
Hay reportes, y Dios sabe más porque no hay cadenas de transmisión asociadas a estos reportes, que un compañero del Profeta (BP) dijo que ellos no sabían el significado de esta expresión hasta que alguien llegó de Yemen y le preguntaron a esa persona su significado. Más allá de si esta historia es real o no, lo que se mencionó es que la práctica en Yemen era que, si alguien llegaba a ser parte de la nobleza, o a ser muy rico, o a tener mucho poder, entonces esa persona llegaba a tener un diván, y ese diván era conocido porque era de propiedad de esa persona. Recuerden que nosotros ya sabemos que, dentro de las prácticas de las personas ricas de las civilizaciones persa y bizantina, era que ellos comían recostados en divanes, pero en el caso de Yemen el mismo diván llegó a ser un símbolo de estatus, y entonces solo los más nobles y ricos podían llegar a ser propietarios de un diván. Entonces se indica que esta persona explicó que esa era la razón por la cual Dios indica que los “abraar” estarán inclinados sobre divanes, porque ello se ajustaba al constructo cultural que poseían los árabes en esa época. Pero luego esta persona indicó que esos divanes en el paraíso no son como algo que conozcamos en nuestra vida terrenal, y que Dios simplemente usa esta palabra “diván” para acercar la idea a la capacidad de comprensión de los seres humanos. Creo que esto que les menciono está en el tafsir de Mataridi.
Es típico encontrar en los tafsir de orientación sufí una comprensión metafórica asociada a este tipo de versículos, pero en tafsir como los de Mataridi y Razzi, y algunas veces en tafsir de personas más de orientación tradicional, ellos te indican que Dios usa palabras que invocan un significado para la audiencia del Corán de su tiempo, pero que no se deben tomar dichas palabras en su significado literal.
Esto es particularmente significativo porque noten lo que sigue hasta el versículo 28.
La traducción literal del versículo 25 (que es el caso de la traducción en uso) no nos genera la sensación de necesidad para hacer una pausa y reflexionar, cosa que sí hicieron muchos estudiosos del Corán sobre esta expresión, porque el hablar de un vino con un sello era una expresión muy inusual, y no hacía sentido al querer entenderla literalmente. Menos comprensible es cuando se habla del almizcle, porque literalmente la expresión usada hace referencia que lo que queda en la copa luego de beber el líquido es una capa de almizcle, lo que nuevamente no hace sentido.
Luego en el versículo 27 se usa la palabra árabe “tasním”, la cual era una palabra de uso poco común entre los árabes de esa época, pero el Corán la usa para indicar que aquellos que estarán realmente cerca de Dios beberán de lo que indica esta palabra para extinguir su sed y sus necesidades.
Lo más significante es que aun los tafsir que generalmente no interpretan las descripciones del paraíso que entrega el Corán en forma metafórica, en el caso de estas expresiones particulares indican que la traducción literal de ellas no hace mucho sentido, entonces, en mi opinión, forzaron la interpretación para acomodar las interpretaciones metafóricas. Entonces ellos indican que el beber un brebaje puro es la intoxicación del amor espiritual sin ser corrompido por el amor a sí mismo. Esta es una de las pocas partes del Corán en la cual, incluso los tafsir de orientación tradicional, fueron forzados a una comprensión metafórica de las descripciones del paraíso. Con relación a la palabra “tasním” indican que es el goce de la mirada sobre la faz de Dios, y en este caso la faz de Dios no la entendieron de una forma literal, sino que indican que se refiere a lo que sea que Dios permita ver del SER de Dios.
Todo esto en el contexto de lo que sura Al-Insan dijo sobre los “abraar”, y recordemos que ellos son las personas que en sura Al-Insan se nos indica que son quienes internalizaron en su ser la virtud y la moralidad divina. Ahora, cuando llegamos al punto de la descripción del paraíso de los “abraar” el Corán usa, al igual como lo hizo en sura Al-Insan, expresiones que no son fácilmente interpretables en alguna forma literal.
Veamos por ejemplo la expresión del versículo 25 “rahiiquin majtuum” (que en la traducción en uso se interpreta como un vino puro y sellado). Ahora, los intérpretes tenían un problema con el asunto de un vino sellado porque normalmente el vino se sella con cosas que son baratas, sin mucho valor e impuras, entonces se preguntaron: “bueno, ¿entonces cuál es la significancia que en la otra vida los abraar tengan un vino sellado?”. Pero hay otro significado para esta expresión, la palabra árabe “rahiiq” fue a menudo interpretada como el perfume de algo, entonces esta palabra puede significar “vino” o “perfume”, y el perfume de algo a menudo, en el lenguaje árabe, representaba la esencia de una cosa. Por otra parte, la palabra árabe “majtuum” puede significar, en el caso de un vino, un sello, o en el contexto de una poesía romántica puede ser interpretado como la cosa inconfundible y absolutamente pura. Entonces, en el paraíso, ¿qué podría ser el “rahiiquin majtuum”? Sería la esencia pura, no adulterada e incorruptible de una cosa. Esta es la reflexión que algunos intérpretes de orientación tradicional hicieron para llegar a esta interpretación.
Noten el versículo 24, en él encontramos la palabra árabe “nadrah” que ya hemos encontrado antes, y esta palabra significa algo que está totalmente brillante e iluminado con alegría, pero en sura Al-Waqa’a la expresión que usa esta palabra significa que aquellos que tendrán el atributo de una faz brillante e iluminada con alegría será porque ellos podrán mirar la faz de su Señor, pero dada la expresión árabe usada en este versículo, donde la palabra “nadrah” está acompañada de la palabra árabe “nagiim”, muchos estudiosos del Corán dijeron que “nagiim” en este caso debe ser interpretada como la mirada al Señor. Esto, especialmente, porque en esta misma sura antes se indicó que aquellos que se desviaron del camino de Dios serán velados de la mirada a Dios, ellos no tendrán acceso a mirar a su Señor.
Luego la segunda parte del versículo 26 (que en la traducción en uso se interpreta como: “Que aspiren, pues, a ese [vino del paraíso] quienes [están dispuestos a] aspirar a cosas de gran trascendencia”), que literalmente se podría traducir como: “Eso es por lo que la gente realmente debería competir”, vuelve a lo que se indicaba al inicio de la sura, porque los “mutaffifin” son aquellos que no respetan los derechos de los otros, son aquellos que ponen sus asuntos en forma preferente en relación a los asuntos de los otros. ¿Y por qué lo hacen?, la respuesta es obvia, lo hacen porque dicen que la vida es dura, que la vida es una competencia, y entonces deben ponerse por delante de los otros. Ahora, esa actitud en forma incremental, ¿en qué les resulta?, en estar alejados de Dios. Esa actitud de querer siempre ser el primero, de poner los derechos propios por encima de los de los otros, de satisfacerse primero a sí mismos, incrementalmente, los lleva a un punto en que ya no sienten nada por Dios.
En el lado opuesto están los “abraar”, porque ellos son quienes rechazan esa actitud de los “mutaffifin”. Los “abraar” son personas que viven bajo los principios divinos, incluso en el caso que por seguir esos principios deban quedar en una posición desventajosa. Entonces viene Dios y nos dice que esta gente, los “abraar”, son quienes contemplarán el rostro de su Señor, ellos serán los que tendrán ese sentimiento de estar satisfechos, de estar magnánimamente satisfechos, por amar a Dios y por ser amados por Dios.
Luego viene esta parte del versículo 26 y nos dice: ¿saben qué?, es por esto por lo cual ustedes realmente deberían competir. No podemos llegar a entender esto sin tener en cuenta el contexto de la sura que nos ha hablado del proceso incremental de corrupción y de competencia por las cosas equivocadas, que es exactamente la característica de quienes son “mutaffifin”.
Sigue la sura,
(29) CIERTAMENTE, los que se han abandonado al pecado suelen reírse de los que han llegado a creer; (30) y cuando pasan a su lado, se guiñan el ojo [burlonamente]; (31) y cuando regresan con los de su clase, regresan llenos de bromas; (32) y cuando ven a esos [que creen], dicen: “¡Ciertamente, esta [gente] está en verdad extraviada!”
Estos versículos nos dicen algo sobre la gente de La Meca, y es que ellos sabían que la parte más vulgar de perseguir a otros, y posiblemente la parte más dañina de una persecución, es el ostracismo de las personas perseguidas. Las personas pueden ser arrestadas y perseguidas, y ello es una batalla de voluntades, pero cuando en el ostracismo se da que las personas que persiguen están permanentemente burlándose de los perseguidos, riéndose de ellos, murmurando entre ellos sobre cuán estúpida, ingenua, ignorante está siendo la gente perseguida, eso provoca en los perseguidos una corrosión de sus personalidades.
Estos versículos nos muestran la actitud de esa gente de querer generar en los creyentes, en el Profeta (BP) y en sus seguidores, un estado constante de desmoralización, y se tomaban esa actitud de forma liviana, no les preocupaba generar esa desmoralización. La naturaleza de la burla y la mofa constante que realizaban era de una arrogancia pomposa.
Imagina a esa gente que se reían, se burlaba y se mofaba. Imagínalos ahora en su destino en el más allá. Si tú estuvieras entre ellos, ¿qué pensarías? Dirías: “Bueno, yo no golpeé a alguien, no encarcelé a alguien, no maté a alguien, yo solo hice algunas bromas aquí y allá”. Entonces, ¿por esa actitud cual es la palabra que mejor te describiría? La palabra que mejor te describiría es que eres un “mutaffifin”.
¿Se dan cuenta que tan brillante es la construcción que realiza esta sura?
Si no te tomas en serio el burlarte de la gente, el reírte de ella y menospreciarla, es porque tienes esa falla moral de quienes son “mutaffifin”, esa falla moral de no dar mucha importancia a la forma en que le niegas los derechos a otros y te concedes privilegios a ti mismo.
¿Qué es lo que el Corán comenta sobre esta gente? El comentario es asombroso, y lo encontramos en el siguiente versículo,
(33) Y, sin embargo, no les incumbe a ellos velar por [las creencias de] otros....
Antes, nosotros ya habíamos encontrado la palabra árabe “hafidín”, que se traduce como “guardianes” y que es usada en este versículo. La habíamos encontrado cuando Dios le indica al Profeta (BP) que ÉL no lo envió como un “guardián” sobre las personas. Dios también les indica a los creyentes que ellos no son “guardianes” de los incrédulos, pero en este versículo se voltea el uso, y se indica que quienes se burlan de los creyentes no son sus guardianes. Pero ante esto la pregunta que debemos hacernos es: ¿Es ese el fracaso moral?
Esto dejó perplejo a los estudiosos del Corán, porque ellos dijeron: “bueno, sí, el fallo moral de esa gente es que no eran creyentes, o el fallo moral de esas personas es que dejaron a los creyentes sin sus casas, o que el fallo moral de esas personas fue que dejaron morir de hambre a los creyentes, ¿pero el fallo moral es que ellos se creían los guardianes de los creyentes?” Entonces se preguntaron: “¿entonces cuál es el significado de esto?
Veamos lo que han indicado algunos estudiosos del Corán sobre esto, tratando de entender cuál es la falla moral de esa gente que indica el Corán. Algunos estudiosos indicaron que el fallo moral es que esa gente, aparte de la persecución que realizaban, aparte de su maldad, hay otro fallo moral que es típico entre los “mutaffifin”, y ese fallo moral es que cuando ellos piensan en sí mismos no notan sus propias faltas o las subestiman, y le restan importancia, mientras que se focalizan en las faltas de los otros. Son personas que cuando se comparan con el resto dicen: “Bueno, sí, quizás he cometido algunas faltas y tengo algunos aspectos malos, ¡pero mira a esa persona!”. El problema de estas personas es que ellas están contentas consigo mismas y desean sentirse superiores a los otros seres humanos.
Sobre esto Ibn Arabi dijo que lo que a menudo hace que las personas, que de otro modo podrían notar sus fallas morales no lo hagan, es que no se detienen ni un momento a percibir lo repugnantes que se han vuelto, y la razón es que se vuelven adictas al entretenimiento de menospreciar a los demás.
Ibn Arabi dijo que así es como se comprende mucha incredulidad y mucha inmoralidad: las personas se vuelven adictas al placer de burlarse, mofarse, reírse, y calumniar a los demás. Si se detuvieran un instante y se preguntaran: "¿Qué demonios estamos haciendo?", podrían notar algo y, de hecho, podrían mejorar.
Lo más notable es que muchos comentaristas dijeron: "Bueno, ese fracaso moral, es un fracaso moral de los mutaffifin, pero hay que recordar que comenzamos la sura hablando de los mutaffifin que eran creyentes, pero Dios luego nos lleva a quienes se burlan de los justos". Así que, cuando Ibn Ayiba, por ejemplo, comentó sobre esto, dijo que eso es lo que la gente del mal camino hace a la gente del buen camino en todas las épocas y en todos los tiempos: los desmoralizan, no necesariamente mediante la persecución, sino mediante la burla, la risa, y la falta de respeto. Normalmente la gente no aprecia la gravedad de este pecado porque no le da la importancia debida hasta que estas acciones les corrompe el corazón, y ya no pueden distinguir entre el bien y el mal.
Sigue la sura y llegamos a los versículos finales,
(34) Pero en el Día [del Juicio], los que llegaron a creer [podrán] reírse ante quienes [antaño] negaban la verdad: (35) [pues, mientras descansan en el paraíso] sobre divanes, contemplarán [a ésos y se dirán]: (36) “¿No están siendo retribuidos estos que negaban la verdad [sino] por lo que solían hacer?”
Primero se nos indica que quienes lleguen al paraíso, y estando en un estado de nobleza, porque eso es lo que indicamos que significa el que estarían reclinados sobre divanes, se reirán de aquellos que negaban la verdad.
Luego noten como finaliza la sura. Dos cosas sobre esto. Primero, la sura hace una pregunta retórica, y ella es como si preguntara: “Entonces, ¿valió la pena?”. Segundo, todos los comentaristas que conozco vieron el punto obvio, y es que esta pregunta sobre si valió la pena aplica de igual forma a aquellos que no creen en Dios, como también aplica a quienes no han aprendido la regla básica de la moralidad que es ser agradecido a Dios. Recuerden que en sura Al-Insan dijimos que la gratitud es otorgar todos los derechos que le corresponden a los otros, y esto es precisamente lo que esta sura también dice.
Curiosamente varios eruditos estuvieron complicados con que el Corán dijera que ahora serían los creyentes quienes se reirían de los incrédulos.
¿Por qué les complicó esto?
Porque el Corán nos dice en otras de sus partes que en el paraíso la gente será purificada de cualquier sentimiento indigno, y reírse de la pérdida o del fracaso de alguien es un sentimiento indigno. Así que, como nuestros antepasados se tomaban el Corán mucho más en serio que nosotros, y además tenían mayor valentía moral porque no temían plantear problemas y hablar de ellos, dijeron que reírse aquí no puede entenderse como burlarse de la pérdida o la desgracia de alguien, incluso si la merecía, sino que esto tiene un significado metafórico, y se refiere a la comprensión, de quienes lleguen al paraíso, de su propia buena fortuna, y de la reivindicación de su perseverancia, y del hecho de que se mantuvieron firmes a pesar del sufrimiento.
Sobre esto Mataridi dijo que el asunto de que ellos, en el paraíso, se estén riendo, es que la gente que fue burlada, aquellos a quienes se les faltó el respeto, esos que fueron desmoralizados, ellos perseveraron en condiciones de dolor y sufrimiento, y el hecho que Dios enfatice que ellos al final serán los triunfadores, es para recordar a quienes están viviendo sus vidas terrenales que tienen una obligación para ordenar lo que es el bien, y para resistir la maldad, y que no existe excusa para refrenarse en hacer esto, aun cuando el costo de hacerlo sea el sufrimiento, porque la obligación es perseverar en hacer lo que por obligación hay que hacer.
Bien, demos un paso atrás y demos una mirada completa a la sura.
En la primera parte de ella se les indica a los musulmanes que se establecerían en un nuevo desafío. La sura no les habla ni sobre la caridad ni sobre la oración, sino que les indica que ellos estarán en el más completo camino equivocado, por ello parte indicando “¡Ay de …!”, si ellos no eran fiel y meticulosamente conscientes de la ley moral, que básicamente dice: "trata a los demás como te gustaría que te trataran".
No puedes anteponer tus propios intereses a los de los demás, ni siquiera en la lógica de la ventaja incremental. ¿Por qué? Porque así es precisamente como se infiltran las tinieblas en tu corazón, así es como te alejas de Dios, de ti mismo, y de tu propósito.
La sura les recuerda que la verdadera victoria reside en disfrutar de la cercanía con Dios, estar en la mirada de Dios, y que tan solo deben comprender que por ello es por lo que realmente vale la pena competir. Eso que hacen los “mutaffifin”, de lograr pequeñas ventajas aquí o allá, es precisamente lo que hace que las cosas salgan completamente mal.
Además, la sura nos hace reflexionar sobre, ¿te diste cuenta de cómo viviste la desmoralización y la burla, y de cómo sentiste que tu humanidad te era completamente arrebatada, no solo por las cosas que parecieran ser las más importantes, sino que también por lo que hacían esas personas, que no creían estar haciendo algo realmente malo, que era bromear sobre ti, reírse y burlarse de ti?
Lo que Mataridi resume muy bien, y creo que da en el clavo, es que si tú eres una persona que no tiene la actitud vigilante de luchar por lo correcto y de resistir lo incorrecto y la maldad, si tú consideras que la moral es un lujo y un privilegio, si tú eres del tipo de persona que dice: "bueno, cuida de ti mismo y de tu familia y no te preocupes por el resto de la sociedad", que lamentablemente es exactamente el tipo de actitud que tenemos entre tantos musulmanes hoy en día, entonces estás precisamente en un deslizamiento moral progresivo, en una pendiente resbaladiza, donde te alejas por completo de la mirada de Dios y también, del proyecto islámico.
Cuando se comprende esto, se comprende por qué esta sura fue el regalo dado a los musulmanes como la última revelación en La Meca, antes de comenzar su viaje a Medina.
Gracias a Dios el Señor de todos los universos, eso es sura Al-Mutaffifin