Sura 4 Al-Nisa' (Las Mujeres) - Parte 1
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:
(1) ¡OH GENTES! Sed conscientes de vuestro Sustentador, que os ha creado de un sólo ente vivo, del cual creó a su pareja y de esos dos hizo surgir a multitud de hombres y de mujeres. Y manteneos conscientes de Dios, en cuyo nombre os reclamáis mutuamente [vuestros derechos], y de estos lazos de parentesco. ¡En verdad, Dios os observa continuamente!
(2) Así pues, dad a los huérfanos sus bienes y no sustituyáis lo malo [vuestro] por lo bueno [que les pertenece], y no consumáis sus bienes junto con los vuestros: esto es, en verdad, un grave delito.
(3) Y si teméis no ser equitativos con los huérfanos, entonces casaos con [otras] mujeres que os sean lícitas: dos, tres o cuatro; pero si teméis no ser capaces de tratarlas con equidad, entonces [sólo] una --o [con] aquellas esclavas que sean de vuestra propiedad. Esto hará más probable que no os desviéis de la rectitud.
(4) Y dad a las mujeres su dote como un regalo; pero si, voluntariamente, renuncian a una parte en vuestro favor, disfrutadlo complacidos y con buen ánimo.
(5) Y no confiéis a los faltos de juicio los bienes que Dios os ha encomendado para [su] manutención; alimentadles de ellos y vestidles, y habladles con amabilidad. (6) Y examinad a los huérfanos [a vuestro cargo] hasta que alcancen edad de casarse; entonces, si les consideráis sensatos, entregadles sus bienes; y no los consumáis pródiga y apresuradamente, adelantándoos a su mayoría de edad. Y que el rico se abstenga por completo [de tocar los bienes de su pupilo]; y que el pobre los comparta en forma honorable. Y cuando les entreguéis sus bienes, que haya testigos por su parte --aunque nadie lleva las cuentas tan bien como Dios.
(7) A LOS HOMBRES les pertenece una parte de lo que dejen los padres y los parientes, y a las mujeres les pertenece una parte de lo que dejen los padres y los parientes, sea poco o mucho - es una parte prescrita [por Dios].
(8) Y si en la distribución [de la herencia] están presentes [otros] parientes, huérfanos y pobres, dadles algo de ello como sustento, y habladles con amabilidad. (9) Y que teman [a Dios] aquellos [herederos legales] que si dejaran una descendencia débil temerían por ellos --y que sean conscientes de Dios y hablen [a los pobres] de forma correcta.
(10) Ciertamente, quienes consumen los bienes de los huérfanos injustamente, sólo están llenando sus vientres de fuego: pues [en la Otra Vida] sufrirán un fuego abrasador.
(11) CON RELACION a [la herencia de] vuestros hijos, Dios os prescribe [lo siguiente]: al varón le corresponde el equivalente a la porción de dos hembras; pero si hay más de dos mujeres, les corresponden dos tercios de lo que [sus padres] dejen; y si sólo hay una, recibirá la mitad.
Y a los padres [del difunto], les corresponde a cada uno un sexto de lo que deje, si tiene algún hijo; pero si no tiene ninguno y sus padres son los [únicos] herederos, entonces a su madre le corresponde un tercio; y si tiene hermanos y hermanas, entonces a su madre le corresponde un sexto una vez descontados los legados que haya hecho, o las deudas [pendientes].
No sabéis quienes son más merecedores de vuestro favor, si vuestros padres o vuestros hijos: [de ahí esta] prescripción de Dios. Ciertamente, Dios es omnisciente, sabio.
(12) A vosotros os corresponde la mitad de lo que dejen vuestras esposas, si no tienen hijos; pero si dejan algún hijo, os corresponde un cuarto de lo que dejen una vez descontados los legados que hayan hecho, o las deudas [pendientes]. A vuestras viudas les corresponde un cuarto de lo que dejéis, si no tenéis hijos; pero si dejáis algún hijo, entonces les corresponde un octavo de lo que dejéis una vez descontados los legados que hayáis hecho, o las deudas [pendientes].
Y si un hombre, o una mujer, no tiene herederos en línea directa, pero sí un hermano o una hermana, entonces a cada uno le corresponde un sexto; pero si son más de dos, entonces compartirán un tercio [de la herencia], una vez descontados los legados que hayan sido hechos, o las deudas [pendientes], en ambos casos sin intención de perjudicar [a los herederos].
[Esto es] un mandamiento de Dios; y Dios es omnisciente, benigno.
(13) Estos son los límites fijados por Dios. Y a quien obedezca a Dios y a Su Enviado, Él le hará entrar en jardines por los que corren arroyos, en los que permanecerán: ese es el triunfo supremo. (14) Y a quien se rebele contra Dios y Su Enviado, e infrinja Sus límites, Él le hará entrar en el fuego, en el que permanecerá; y le aguarda un castigo humillante.
(15) Y PARA AQUELLAS de vuestras mujeres que cometan una indecencia, buscad a cuatro testigos presenciales; y si dan testimonio de ello, recluidlas en sus casas hasta que les llegue la muerte o Dios les procure una salida [por su arrepentimiento]. (16) Y castigad [de igual modo] a ambos culpables; pero si se arrepienten y se enmiendan, dejadles en paz: pues, ciertamente, Dios acepta el arrepentimiento y es dispensador de gracia.
(17) En verdad, Dios sólo acepta el arrepentimiento de aquellos que habiendo hecho el mal por ignorancia, se arrepienten antes de que se les pase su plazo: a estos se vuelve Dios en Su misericordia --pues Dios es omnisciente, sabio; (18) pero no será aceptado el arrepentimiento de aquellos que hacen el mal hasta que, viendo próxima su muerte, dicen: “En verdad, ahora me arrepiento”; ni el de aquellos que mueren mientras [siguen aún] negando la verdad: para esos hemos preparado un castigo doloroso.
(19) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No os es lícito [tratar de] heredar de vuestras mujeres [reteniéndolas] contra su voluntad; ni ponerles impedimentos para así quitarles parte de lo que les habéis dado, a menos que hayan cometido un acto probado de indecencia. Y convivid con vuestras esposas en forma honorable; pues si os desagradan, puede ser que os desagrade algo que Dios vaya a hacer fuente de mucho bien.
(20) Pero si queréis separaros de una esposa y casaros con otra en su lugar, no toméis nada de lo que disteis a la primera, aunque haya sido mucho. ¿Ibais, acaso, a tomarlo calumniándola y cometiendo así un delito evidente? (21) ¿Y cómo ibais a tomarlo después de haberos entregado el uno al otro, y de que ella haya recibido una solemne promesa vuestra?
(22) Y NO os caséis con aquellas mujeres con las que vuestros padres han estado casados-- aunque lo pasado, pasado está: esto es, en verdad, algo indecente y aborrecible, y un mal camino.
(23) Os están prohibidas vuestras hermanas, vuestras hijas, vuestras tías paternas y maternas, las hijas de vuestro hermano y las de vuestra hermana; y vuestras madres de leche, vuestras hermanas de leche; y las madres de vuestras esposas; y vuestras hijastras que están bajo vuestra custodia, nacidas de esposas con las que habéis consumado vuestro matrimonio; pero si no habéis consumado vuestro matrimonio, no incurriréis en falta [casándoos con sus hijas]; y [os están prohibidas] las esposas de vuestros hijos consanguíneos; y tener a dos hermanas [por esposas] a un tiempo --aunque lo pasado, pasado está: pues, ciertamente, Dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia.
(24) Y [os están prohibidas] todas las mujeres casadas a excepción de las que posea vuestra diestra [y mediante matrimonio]: esta es una prescripción de Dios, vinculante para vosotros. Os están permitidas todas las demás [mujeres], para que las busquéis, ofreciéndoles de vuestros bienes, con intención de contraer matrimonio, no para fornicar.
Y a aquellas con quienes deseáis disfrutar en matrimonio, dadles la dote obligatoria; pero no incurriréis en falta si, después de [haber acordado] esta obligación legal, decidís de mutuo acuerdo algo [distinto]: ciertamente, Dios es en verdad omnisciente, sabio.
(25) Y quienes de vosotros, por sus circunstancias, no estén en posición de casarse con mujeres libres creyentes, [que se casen] con jóvenes creyentes de las que vuestras diestras posean. Y Dios conoce bien vuestra fe; procedéis los unos de los otros. Casaos, pues, con ellas con el permiso de su gente y dadles su dote en forma honorable --pues son mujeres que se entregan en matrimonio, no en fornicación ni como amantes secretas. Y si estando ya casadas, cometieran un acto de indecencia, se les impondrá la mitad del castigo que [se impone] a las mujeres libres.
Este [permiso para casarse con esclavas] es para aquellos de vosotros que teman sucumbir al mal. Pero lo mejor para vosotros es que perseveréis en la paciencia [y os abstengáis de tales matrimonios]: y Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(26) Dios quiere aclararos [todo esto], guiaros a los modelos [rectos] de conducta de quienes os precedieron, y volverse a vosotros en Su misericordia: pues Dios es omnisciente, sabio. (27) Y Dios quiere volverse a vosotros en Su misericordia, mientras que los que [sólo] siguen sus pasiones quieren que os extraviéis lejos del camino recto.
(28) Dios quiere haceros ligera vuestra carga: porque el hombre ha sido creado débil.
(29) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No os arrebatéis los bienes injustamente unos a otros --ni siquiera mediante transacciones basadas en acuerdo mutuo y no os destruyáis unos a otros: pues, ciertamente, Dios es en verdad un dispensador de gracia para vosotros.
(30) A quien obre así por malicia y siendo injusto --le haremos sufrir [el castigo de] el fuego: y, ciertamente, eso es fácil para Dios.
(31) Si evitáis las ofensas graves que os han sido prohibidas, os perdonaremos vuestras ofensas [leves], y os haremos entrar en una morada de gloria.
(32) Así pues, no codiciéis aquello que Dios ha concedido en mayor abundancia a unos que a otros. Los hombres obtendrán una recompensa conforme a sus méritos y la mujeres obtendrán una recompensa conforme a sus méritos. Pedid, pues, a Dios [que os dé] de Su favor: ciertamente, Dios tiene en verdad conocimiento de todas las cosas.
(33) Hemos designado para cada uno herederos de lo que deje: los padres, los parientes cercanos y aquellos unidos a vosotros por juramento. Dadles, pues, su parte. Ciertamente, Dios es en verdad testigo de todas las cosas.
(34) LOS HOMBRES son responsables del cuidado de las mujeres en virtud de lo que Dios les ha concedido en mayor abundancia a ellos que a ellas, y de lo que ellos gastan de sus bienes. Y las mujeres virtuosas son las verdaderamente devotas, que guardan la intimidad que Dios ha [ordenado] que se guarde.
Pero a aquellas cuya animadversión temáis, amonestadlas [primero]; luego dejadlas solas en el lecho; luego pegadles; pero si entonces os obedecen, no tratéis de hacerles daño. ¡Ciertamente, Dios es en verdad excelso, grande!
(35) Y si teméis que se produzca una ruptura entre ambos [esposos], nombrad un árbitro de la familia de él y otro de la familia de ella; si ambos desean un arreglo, Dios propiciará su reconciliación. Ciertamente, Dios es en verdad omnisciente, está bien informado.
(36) Y ADORAD [sólo] a Dios y no atribuyáis divinidad, en modo alguno, a nada junto con Él. Y haced el bien a vuestros padres, a los parientes, a los huérfanos, a los pobres, al vecino que es de vuestra gente y al vecino que es un extraño, al compañero que tenéis al lado, al viajero y a aquellos que vuestras diestras poseen.
En verdad, Dios no ama a quienes, llenos de engreimiento, actúan de forma jactanciosa; (37) [ni] a los que son avaros e incitan a los demás a la avaricia, y ocultan lo que Dios les ha dado de Su favor; y para los que así niegan la verdad hemos preparado un castigo humillante.
(38) Y [Dios no ama] a quienes gastan de sus bienes en los demás [sólo] para ser vistos y elogiados por la gente, pero no creen en Dios ni en el Último Día; y quien tenga a Satán por amigo íntimo, ¡que mal amigo íntimo tiene!
(39) ¿Y qué habrían de temer si tan sólo creyeran en Dios y en el Último Día, y gastaran [en Su causa] de lo que Dios les ha proveído como sustento --cuando en verdad Dios sabe todo acerca de ellos?
(40) Ciertamente, Dios no es injusto [con nadie], ni siquiera en lo más mínimo; y multiplicará toda buena acción, otorgando de Su gracia una magnífica recompensa.
(41) Así pues, ¿qué [será de los malhechores en el Día del Juicio] cuando presentemos testigos de cada comunidad y te presentemos a ti [Oh Profeta] como testigo contra estos? (42) Aquellos que se empeñaron en negar la verdad y desobedecieron al Enviado desearán ese Día que la tierra se los trague: pero no [podrán] ocultar a Dios nada de lo ocurrido.
(43) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No os acerquéis a la oración en estado de embriaguez, [sino esperad] hasta que sepáis lo que decís; ni tampoco en un estado que requiera la ablución mayor, hasta haberos bañado --a menos que estéis de viaje [y no podáis hacerlo].
Pero si estáis enfermos o de viaje, o acabáis de hacer vuestras necesidades, o habéis cohabitado con una mujer y no encontráis agua, recurrid a tierra limpia y pasáosla ligeramente por el rostro y las manos. Ciertamente, Dios es en verdad perdonador, indulgente.
(44) ¿NO HAS VISTO a aquellos que, habiendo recibido su parte de la escritura divina, la canjean por el extravío y quieren que vosotros [también] os extraviéis? (45) Pero Dios conoce mejor a vuestros enemigos: y nadie es mejor aliado que Dios, y nadie presta auxilio como Dios.
(46) Algunos de los que practican el judaísmo tergiversan el significado de las palabras [reveladas], sacándolas de su contexto y diciendo [cosas como]: “Oímos, pero desobedecemos”; “Oye, pero no te des por enterado,” y “Préstanos atención tú [Oh Muhammad]” --haciendo un juego de palabras para dar a entender que la [verdadera] Religión es falsa. Si hubieran dicho: “Oímos y obedecemos,” y “Escucha[-nos] y ten paciencia con nosotros,” hubiera sido mejor para ellos y más correcto: pero Dios les ha rechazado por negarse a reconocer la verdad --porque poco es aquello en lo que creen.
(47) ¡Oh vosotros a quienes fue dada la revelación [con anterioridad]! Creed en lo que hemos hecho descender [ahora] en confirmación de lo que ya teníais [de la verdad], no sea que extirpemos vuestras esperanzas y les demos fin --o les rechacemos como rechazamos a las gentes que profanaron el Sábado: pues la voluntad de Dios se cumple siempre.
(48) EN VERDAD, Dios no perdona que se atribuya divinidad a nada excepto a Él, pero perdona lo que es más leve a quien Él quiere: pues quien atribuye divinidad a algo junto con Dios ha urdido en verdad un enorme delito.
(49) ¿No has visto a aquellos que se consideran a sí mismos puros? ¡No!, Dios es quien ayuda a crecer en pureza a quien Él quiere; y nadie será tratado injustamente en lo más mínimo.
(50) Mira cómo atribuyen sus falsas invenciones a Dios --no hay delito más evidente que este.
(51) ¿No has visto a aquellos que después de haberles sido dada su parte de la revelación, creen en misterios infundados y en los poderes del mal, y afirman que los que se obstinan en negar la verdad están mejor guiados que los que han llegado a creer? (52) Ellos son a quienes Dios ha rechazado: y a quien Dios rechaza no encontrará quien le auxilie.
(53) ¿Es que tienen, acaso, parte en la soberanía [de Dios]? Aunque [si así fuera] no darían a otra gente ni siquiera [lo que llenaría] la estría de un dátil.
(54) ¿O es que envidian a otra gente por lo que Dios les ha concedido de Su favor? Pues dimos a la Casa de Abraham la revelación y la sabiduría, y les concedimos un dominio inmenso: (55) de ellos, algunos creen [verdaderamente] en él, y otros se han apartado de él.
Y nada hay tan abrasador como el [fuego del] infierno: (56) y, ciertamente, a los que se empeñan en negar la verdad de Nuestros mensajes les haremos sufrir el fuego: [y] cada vez que se les consuma la piel, se la cambiaremos por una piel nueva, para que puedan gustar el castigo [completo]. Ciertamente, Dios es poderoso, sabio.
(57) Pero a quienes alcanzan la fe y hacen el bien, les haremos entrar en jardines por los que corren arroyos, en donde permanecerán más allá del cómputo del tiempo; tendrán allí esposas puras: y les haremos [así] partícipes de una felicidad pletórica.
(58) CIERTAMENTE, Dios os ordena restituir a sus dueños todo lo que os fue encomendado y que cuando juzguéis entre la gente lo hagáis con equidad. En verdad, Dios os exhorta a algo excelente: ciertamente, Dios en verdad todo lo oye, todo lo ve.
(59) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Obedeced a Dios, obedeced al Enviado y a aquellos de vosotros a quienes se ha dado autoridad; y si discrepáis en algo, referidlo a Dios y al Enviado, si [en verdad] creéis en Dios y en el Último Día. Esto es lo mejor [para vosotros], y lo mejor en definitiva.
(60) ¿NO HAS VISTO a aquellos que dicen creer en lo que se ha hecho descender sobre ti, [Oh Profeta,] y en lo que se hizo descender antes de ti, [y sin embargo] quieren recurrir al arbitraje de los poderes del mal --a pesar de que se les ha ordenado rechazarlo, ya que Satán sólo busca que se extravíen irremediablemente? (61) Y cuando se les dice: “Venid a lo que Dios ha hecho descender, y al Enviado,” ves a los hipócritas apartarse de ti con aversión.
(62) Pero, ¿qué [será de ellos] cuando les sobrevenga la desgracia [en el Día del Juicio] por lo que han cometido en este mundo --y entonces vendrán a ti, jurando por Dios: “Sólo queríamos hacer el bien y buscar la concordia”?
(63) De esos, Dios conoce todo lo que hay en sus corazones; mantente apartado de ellos, amonéstales y háblales de sí mismos de forma grave e incisiva: (64) pues nunca hemos mandado a un enviado sino para que fuera obedecido con la venia de Dios. Si entonces, después de haber sido injustos consigo mismos, hubieran venido a ti y hubieran pedido el perdón de Dios --y el Enviado hubiera pedido también que fueran perdonados-- habrían hallado con toda certeza que Dios acepta el arrepentimiento y es dispensador de gracia.
(65) ¡Pero no! ¡Por tu Sustentador! No creen [en realidad] hasta que no te hagan [Oh Profeta] juez de todo aquello en lo que discrepan, y no encuentren en sus corazones obstáculo alguno para aceptar tu decisión y se sometan [a ella] por entero.
(66) Pero si les hubiéramos ordenado que sacrificaran sus vidas o que abandonaran sus hogares, sólo unos pocos lo habrían hecho, --aunque, si hicieran aquello a lo que se les llama, ciertamente, hubiera sido mejor para ellos y les habría fortalecido [en su fe], (67) y les habríamos dado, de Nuestra gracia, una magnífica recompensa, (68) y ciertamente, les habríamos guiado por un camino recto.
(69) Pues quienes obedecen a Dios y al Enviado estarán, junto a aquellos sobre los que Dios ha derramado Sus bendiciones: los profetas; aquellos que nunca se desviaron de la verdad; aquellos que dieron testimonio de la verdad [con sus vidas] y los justos: ¡que excelente compañía!
(70) Esa es la generosidad de Dios --y nadie posee el conocimiento que Dios tiene.
(71) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Estad siempre prevenidos contra el peligro, tanto si salís a combatir en pequeños grupos o todos juntos.
(72) Y, ciertamente, entre vosotros hay quien se queda rezagado, y si luego os ocurre una desgracia, dice: “¡Dios me ha agraciado, pues no estaba allí con ellos!” (73) Pero si recibís un favor de Dios, ese seguro que dirá --como si nunca hubiera existido afecto entre vosotros y él --: “¡Ojalá hubiera estado con ellos y hubiera tenido [parte en su] magnífico triunfo!”
(74) Así pues, que combatan por la causa de Dios quienes están dispuestos a dar la vida de este mundo a cambio de la Otra Vida: pues a quien combata por la causa de Dios, tanto si muere como si sale victorioso, le daremos una magnífica recompensa.
(75) ¿Y cómo podéis negaros a combatir por la causa de Dios y la de aquellos hombres, mujeres y niños oprimidos que imploran: “¡Sustentador nuestro! ¡Sácanos de esta tierra de gente opresora! ¡Danos, de Tu gracia, un protector! ¡Danos, de Tu gracia, un auxiliador!”
(76) Quienes han llegado a creer combaten por la causa de Dios, mientras que los que se obstinan en negar la verdad combaten por la causa de los poderes del mal. Combatid, pues, contra esos amigos de Satán: ¡ciertamente, el engaño de Satán es en verdad débil!
(77) ¿NO HAS VISTO a los que se les dijo: “Refrenad vuestras manos, sed constantes en la oración, y pagad el impuesto de purificación”? Tan pronto como se les ordena combatir [por la causa de Dios], algunos de ellos temen a los hombres como se debe temer a Dios --o aún más-- y dicen: “¡Oh Sustentador nuestro! ¿Por qué nos has ordenado combatir? ¡Si tan sólo lo hubieras pospuesto un corto plazo!”
Di: “Breve es el disfrute en este mundo; mientras que la Otra Vida es mejor para los que son conscientes de Dios --ya que ninguno de vosotros será tratado injustamente en lo más mínimo.
(78) Dondequiera que os halléis, la muerte os alcanzará --aunque estéis en torres elevadas.”
Sin embargo, cuando les ocurre algo bueno, dicen algunos: “Esto viene de Dios”; pero cuando les ocurre algo malo, dicen: “Esto viene de ti [Oh prójimo]”
Di: “Todo viene de Dios.”
¿Qué le pasa a esta gente que no alcanzan a comprender la verdad de lo que se les dice?
(79) Todo lo bueno que te ocurre viene de Dios; y todo lo malo que te ocurre viene de ti mismo.
Y TE HEMOS enviado [Oh Muhammad] como emisario a toda la humanidad: y nadie es mejor testigo [de ello] que Dios. (80) Quien obedece al Enviado, está obedeciendo con ello a Dios; y en cuanto a los que se apartan --no te hemos enviado para que seas su guardián.
(81) Y dicen: “Te obedecemos” --pero cuando dejan tu presencia, algunos de ellos traman en la noche [creencias] contrarias a lo que tú expresas; y Dios anota lo que traman en la noche. Mantente, pues, apartado de ellos y pon tu confianza en Dios: pues nadie es tan digno de confianza como Dios.
(82) ¿Es que no van a reflexionar sobre este Qur’an? Si procediera de alguien distinto de Dios, ciertamente habrían hallado en él muchas contradicciones.
(83) Y SI LLEGA a sus oídos algún asunto [secreto] relativo a la paz o a la guerra, lo divulgan - mientras que si lo hubieran remitido al Enviado y a aquellos de los creyentes a quienes se ha dado autoridad, los que se ocupan de investigar la información ciertamente sabrían [que hacer con] ello.
Y si no fuera por el favor que recibís de Dios y por Su misericordia, habríais seguido a Satán, excepto unos pocos.
(84) Combate, pues, por la causa de Dios --ya que sólo eres responsable de ti mismo-- y alienta a los creyentes para que venzan todo miedo a la muerte. Puede ser que Dios contenga el poderío de los que se empeñan en negar la verdad: pues Dios tiene mayor poderío y más fuerza disuasoria.
(85) Quien acuda en apoyo de una buena causa tendrá parte en sus bendiciones; y quien acuda en apoyo de una causa injusta tendrá que responder de ello: pues, ciertamente, Dios vela por todo.
(86) Si os saludan con un saludo [de paz], corresponded con un saludo aún mejor, o [al menos] con otro igual. Ciertamente, Dios lleva cuenta en verdad de todas las cosas.
(87) Dios --no hay deidad sino Él-- ciertamente os reunirá a todos el Día de la Resurrección, [de cuya venida] no hay duda: y ¿quién es más veraz hablando que Dios?
(88) ¿Cómo, pues, podéis estar indecisos acerca de los hipócritas, cuando Dios les ha repudiado por su conducta culpable? ¿Queréis acaso guiar a quienes Dios ha dejado en el extravío -- siendo así que a quien Dios deja que se extravíe no podrás tú encontrarle camino? (89) Querrían que negarais la verdad como ellos la han negado, para que fuerais iguales. Por tanto, no les toméis por aliados vuestros mientras no abandonen el ámbito del mal por la causa de Dios; y si se vuelven [abiertamente] hostiles, cogedles y matadles allí donde los encontréis.
Y no toméis a ninguno de ellos por aliado o protector, (90) salvo a quienes [de ellos] sean aliados de gentes a las que os una un pacto, o que vengan a vosotros porque sus corazones rechazan [la idea de] combatir contra vosotros o contra su propia gente --aunque si Dios hubiera querido hacerles más fuertes que vosotros, ciertamente os habrían combatido. Así pues, si os dejan tranquilos y no os combaten, y os ofrecen la paz, Dios no os permite que les hagáis daño.
(91) Hallaréis a otros que desean vivir en paz con vosotros y con su propia gente, [pero que,] cada vez que son tentados de nuevo a la discordia, caen precipitadamente en ella. Así pues, si no os dejan tranquilos y no os ofrecen la paz, y no refrenan sus manos, cogedles y matadles allí donde deis con ellos: porque contra estos sí os hemos dado plena autorización [para combatir].
(92) Y RESULTA inconcebible que un creyente mate a otro creyente, salvo que sea por error.
Y quien mate por error a un creyente deberá liberar a un esclavo creyente y pagar una compensación a la familia de la víctima, a menos que esta renuncie a la misma como limosna.
Si la víctima, aun siendo creyente, pertenecía a una gente que está en guerra con vosotros, [la expiación se reducirá a] liberar a un esclavo creyente; mientras que si pertenecía a una gente con la que os une un pacto, [consistirá en] el pago de una compensación a la familia de la víctima además de liberar a un esclavo creyente. Y quien no disponga de medios, deberá [en su lugar] ayunar dos meses consecutivos.
[Esta es] la expiación prescrita por Dios: y ciertamente Dios es omnisciente, sabio.
(93) Pero quien mate intencionadamente a otro creyente tendrá por retribución el infierno y en él permanecerá; sufrirá la condena y el rechazo de Dios y Dios le preparará un castigo terrible.
(94) [Así pues,] Oh vosotros que habéis llegado a creer, cuando salgáis [a combatir] por la causa de Dios, usad vuestro discernimiento y no digáis a quien os ofrece el saludo de paz: “Tú no eres creyente”, --movidos por el deseo de los beneficios de esta vida: pues junto a Dios hay grandes botines. También vosotros erais antes de su condición --pero Dios os ha favorecido.
Usad, pues, vuestro discernimiento: ciertamente, Dios está siempre bien informado de lo que hacéis.
(95) LOS CREYENTES que permanecen pasivos --a excepción de los inválidos-- no pueden ser considerados iguales que aquellos que se esfuerzan por la causa de Dios con sus bienes y sus vidas: Dios ha enaltecido a los que se esfuerzan con sus bienes y sus vidas muy por encima de los que permanecen pasivos. Aunque Dios ha prometido un buen fin a todos [los creyentes], ha enaltecido a los que se esfuerzan por encima de aquellos que permanecen pasivos [prometiéndoles] una magnífica recompensa --(96) [muchos] grados superior--, el perdón de los pecados y Su misericordia; pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(97) Ciertamente, a aquellos a quienes los ángeles se llevan a su muerte mientras seguían siendo injustos consigo mismos, les preguntarán [los ángeles]: “¿Que os pasaba?”
Dirán: “Estábamos oprimidos en la tierra.”
[Los ángeles] dirán: “¿No era acaso la tierra de Dios suficientemente ancha para que abandonarais el ámbito del mal?”
Esos tendrán por morada el infierno --¡que horrible destino! (98) A excepción de aquellos realmente incapacitados --hombres, mujeres o niños-- que carezcan de fuerzas y a quienes no se ha mostrado el camino recto: (99) a estos, Dios puede que les perdone --pues, ciertamente, Dios es perdonador, indulgente.
(100) Y quien abandone el ámbito del mal por la causa de Dios hallará en la tierra muchos caminos de soledad, pero también abundante vida. Y al que deje su casa huyendo del mal hacia Dios y Su Enviado, y entonces le sorprenda la muerte --Dios le tiene preparada su recompensa: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(101) Y CUANDO salgáis por la tierra [a combatir] no incurriréis en falta si acortáis vuestras oraciones si teméis que los que se empeñan en negar la verdad os ataquen por sorpresa: pues, ciertamente, quienes niegan la verdad son vuestros enemigos declarados. (102) Así pues, cuando estés con los creyentes y vayas a dirigirles en la oración, que [sólo] una parte de ellos permanezca de pie contigo, con sus armas a mano. Luego, una vez que hayan terminado su oración, que os cubran mientras que otro grupo, que no haya rezado aún, reza contigo, prevenidos contra el peligro y con sus armas a mano: [pues] a los que se empeñan en negar la verdad les gustaría que os descuidarais de vuestras armas y pertrechos para así caer sobre vosotros en un ataque por sorpresa. Pero no incurrís en falta si dejáis a un lado vuestras armas [mientras rezáis] porque os moleste la lluvia o estéis enfermos; pero estad [siempre] prevenidos contra el peligro.
¡Ciertamente, Dios ha preparado para todos los que niegan la verdad un castigo humillante!
(103) Y cuando hayáis acabado la oración, recordad a Dios --de pie, sentados y acostados; y cuando de nuevo os sintáis seguros, cumplid [plenamente] con vuestras oraciones. Ciertamente, para los creyentes la oración es en verdad un deber sagrado ligado a tiempos concretos [del día].
(104) Y no flaqueéis en vuestra persecución de las tropas [enemigas]. Si sufrís penalidades, ciertamente también ellos las sufren: pero vosotros esperáis [recibir] de Dios lo que ellos no pueden esperar. Y Dios es en verdad omnisciente, sabio.
(105) CIERTAMENTE, hemos hecho descender sobre ti esta escritura divina que expone la verdad, para que juzgues entre los hombres según lo que Dios te ha enseñado. Así pues, no disputes con los que traicionan su responsabilidad, (106) sino pide perdón a Dios [por ellos]: ciertamente, Dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia.
(107) Ni tampoco defiendas a los que se traicionan a sí mismos: ciertamente, Dios no ama a quienes traicionan su responsabilidad y persisten en la maldad. (108) Quieren esconder sus actos de la gente; pero no pueden esconderlos de Dios --porque Él está con ellos cuando conciben en la noche toda clase de opiniones que Él no aprueba. Y en verdad Dios abarca [con Su conocimiento] todo lo que hacen. (109) ¿Queréis vosotros abogar en su favor en esta vida? ¿Y quién abogará en su favor ante Dios en el Día de la Resurrección, o quien será su defensor?
(110) Sin embargo, quien obre mal o sea injusto consigo mismo y luego pida perdón a Dios, hallará que Dios es indulgente, dispensador de gracia: (111) pues quien comete una falta, la comete sólo en detrimento propio; y Dios es ciertamente omnisciente, sabio. (112) Pero quien comete una falta o un delito y acusa de ello a un inocente, carga con una calumnia y [además otro] delito manifiesto.
(113) Si no fuera por el favor de Dios para contigo y por Su misericordia, algunos de esos [que se traicionan a sí mismos] ciertamente intentarían extraviarte; sin embargo, sólo se extravían a sí mismos. Y tampoco podrán hacerte ningún daño, ya que Dios ha hecho descender sobre ti esta escritura divina y [te ha dado] la sabiduría, y te ha enseñado lo que no sabías. Y el favor de Dios para contigo es ciertamente inmenso.
(114) NADA BUENO sale, por lo general, de los conciliábulos secretos --salvo aquellos convocados para promover la caridad, la conducta honorable, o la reconciliación entre la gente: y a quien así actúe buscando la complacencia de Dios, le daremos en su momento una magnífica recompensa.
(115) Pero a aquel que, después de habérsele concedido la guía, se aparta del Enviado y sigue un camino distinto al de los creyentes --le dejaremos con lo que ha elegido, y le haremos sufrir el infierno: ¡que horrible destino!
(116) EN VERDAD, Dios no perdona que se atribuya divinidad a otros junto con Él, si bien perdona lo que es más leve a quien Él quiere: pues quienes atribuyen divinidad a otros junto con Dios se han perdido en un lejano extravío. (117) En vez de a Él, invocan sólo a símbolos sin vida --con lo que no invocan sino a un Satán rebelde (118) a quien Dios ha rechazado, y que dijo: “¡Ciertamente, he de tomar a un número designado de Tus siervos, (119) y he de extraviarles, y he de llenarles de vanos deseos; y he de instigarles --y cortarán las orejas al ganado [como sacrificio a los ídolos]: y he de instigarles-- y corromperán la creación de Dios!”
Pero quienes toman a Satán por patrón en vez de a Dios, ciertamente han incurrido en una pérdida total: (120) les promete y les llena de vanos deseos: pero cuanto Satán les promete es sólo para engañarles. (121) Esos tendrán por morada el infierno: y no hallarán forma de salir de él.
(122) Pero a quienes llegan a creer y hacen buenas obras, les haremos entrar en jardines por los que corren arroyos y allí permanecerán más allá del cómputo del tiempo: esta es, en verdad, la promesa de Dios-- ¿y quién es más veraz hablando que Dios?
(123) Puede no coincidir con vuestras ilusiones --ni con las ilusiones de los seguidores de revelaciones anteriores --[que] quien obra mal será retribuido por ello y no hallará quien le proteja de Dios, ni nadie que le auxilie, (124) mientras que quien haga [cuantas] buenas obras [pueda] -- sea hombre o mujer-- y además sea creyente, entrará en el paraíso y no se le hará ni la más mínima injusticia.
(125) ¿Y quién tiene mejor fe que quien somete su ser por entero a Dios y además obra rectamente, siguiendo la tradición de Abraham, que se apartó de todo lo falso --cuando Dios ensalzó a Abraham con Su amor?
(126) De Dios es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra; y, ciertamente, Dios abarca todas las cosas.
(127) Y TE PIDEN un dictamen sobre las leyes relativas a las mujeres. Di: “Dios os dictamina las leyes relativas a ellas” --pues [Su voluntad está expresada] en lo que se os transmite por medio de esta escritura divina acerca de las huérfanas [en vuestra tutela], a las que --porque deseáis casaros con ellas-- no dais lo que les corresponde; y acerca de los niños indefensos; y acerca de vuestro deber de tratar a los huérfanos con equidad. Y todo el bien que hagáis -- ciertamente, Dios tiene pleno conocimiento de ello.
(128) Y si una mujer teme ser maltratada o abandonada por su marido, no incurrirán en falta si ambos se avienen a reconciliarse pacíficamente: pues lo mejor es la reconciliación y el ánimo es siempre propenso al egoísmo. Pero si hacéis el bien y sois conscientes de Él --ciertamente, Dios está en verdad bien informado de todo lo que hacéis.
(129) Y no seréis capaces de tratar a vuestras mujeres con ecuanimidad, por mucho que lo de seéis; así pues, no os inclinéis tanto a una que la otra quede como que tiene y no tiene marido. Pero si rectificáis y sois conscientes de Él --ciertamente, Dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia. (130) Y si el marido y la mujer se separan, Dios les proveerá a cada uno de Su abundancia: pues Dios es en verdad inmenso, sabio, (131) y de Dios es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra.
Y, CIERTAMENTE, hemos exhortado a quienes se dio la revelación antes de vosotros, y también a vosotros, a que os mantengáis conscientes de Dios. Y si le negáis --ciertamente, de Dios es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra, y Dios es en verdad autosuficiente, digno de toda alabanza.
(132) Y de Dios es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra; y nadie es tan digno de confianza como Dios. (133) Si quiere, ¡Oh gentes!, os eliminará y pondrá [en vuestro lugar] a otros seres: pues Dios tiene en verdad poder para hacerlo.
(134) Si alguien desea las recompensas de este mundo [que recuerde que] de Dios son [tanto] las recompensas de este mundo [como] las de la Otra Vida: y Dios en verdad todo lo oye, todo lo ve.
(135) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Sed firmes en establecer la justicia, dando testimonio de la verdad por Dios, aunque sea en contra vuestra o de vuestros padres y parientes. Tanto si la persona es rica o pobre, el derecho de Dios está por encima de los [derechos] de ambos. No sigáis, pues, vuestros propios deseos, no sea que os apartéis de la justicia: porque si alteráis [la verdad], u os evadís, ¡ciertamente, Dios está bien informado de todo cuanto hacéis!
(136) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Aferráos a vuestra creencia en Dios y en Su Enviado, y en la escritura divina que Él ha hecho descender gradualmente sobre Su Enviado y también en la revelación que hizo descender con anterioridad: pues quien niega a Dios, a Sus ángeles, a Sus enviados y el Último Día, en verdad se ha perdido en un lejano extravío.
(137) Ciertamente, a aquellos que llegan a creer y luego niegan la verdad, y de nuevo creen, y de nuevo niegan la verdad, para luego obstinarse tercamente en su rechazo de la verdad --Dios no les perdonará, ni les guiará a un camino. (138) Anuncia a tales hipócritas que les aguarda un castigo doloroso.
(139) Quienes toman por aliados a quienes niegan la verdad prefiriéndoles a los creyentes -- ¿Es que esperan de ellos honra, cuando en verdad todo el honor es [sólo] de Dios?
(140) Y, en verdad, Él os ha ordenado en esta escritura divina que cuando oigáis a la gente negar la verdad de los mensajes de Dios o burlarse de ellos, evitéis su compañía mientras no cambien de conversación --pues si no, ciertamente, os haréis como ellos.
Ciertamente, junto a los que niegan la verdad, Dios reunirá en el infierno a los hipócritas, (141) que sólo están a ver que os acontece: si os llega de Dios un triunfo, dicen: “¿Acaso no estábamos a vuestro lado?” --pero si los que niegan la verdad tienen suerte, les dicen: “¿No hemos acaso merecido vuestro afecto al defenderos de esos creyentes?”
Pero Dios juzgará entre vosotros el Día de la Resurrección; y Dios nunca permitirá que quienes niegan la verdad prevalezcan sobre los creyentes.
(142) Ciertamente, los hipócritas quieren engañar a Dios --pero es Él quien hace que se engañen [a sí mismos]. Y cuando se disponen a hacer la oración, lo hacen con desgana y sólo para ser vistos y elogiados por la gente, sin apenas acordarse de Dios, (143) vacilantes entre esto y lo otro, [sin pertenecer] ni a unos ni a otros. A quien Dios deja que se extravíe no encontrarás forma de encaminarle.
(144) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! ¡No toméis a quienes niegan la verdad por aliados prefiriéndoles a los creyentes! ¿Queréis presentar a Dios una prueba clara de vuestra culpabilidad?
(145) Verdaderamente, los hipócritas estarán en lo más profundo del fuego y no encontrarás quien les auxilie. (146) Excepto los que se arrepientan, rectifiquen, se aferren a Dios y se vuelvan sinceros en su fe en Dios: pues estos estarán junto a los creyentes --y en su momento Dios dará a todos los creyentes una magnífica recompensa.
(147) ¿Por qué va Dios a castigaros [por vuestras ofensas pasadas] si sois agradecidos y llegáis a creer --cuando Dios responde siempre al agradecimiento y es omnisciente?
(148) A Dios no le agrada que se mencione un mal públicamente, excepto por aquel que sufre injusticia [como consecuencia] Y Dios en verdad todo lo oye, es omnisciente, (149) tanto si hacéis el bien públicamente o en secreto, como si perdonáis el mal [que os han hecho]: pues, ciertamente, Dios es en verdad perdonador, todopoderoso.
(150) VERDADERAMENTE, quienes niegan a Dios y a Sus enviados tratando de hacer distinción entre [la fe en] Dios y [la fe en] Sus enviados, y que dicen: “Creemos en esto pero no en lo otro”, y quieren seguir un camino intermedio --(151) esos, precisamente, son los que deveras niegan la verdad: y para quienes niegan la verdad hemos preparado un castigo humillante.
(152) Pero quienes creen en Dios y en Sus enviados sin hacer distinciones entre ninguno de ellos --a esos Él les concederá, en su momento, su recompensa [completa]. Y Dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia.
(153) LOS QUE SIGUEN el Antiguo Testamento --te piden [Oh Profeta] que hagas descender del cielo una revelación para ellos. Cosas más graves pidieron ya a Moisés, cuando dijeron: “¡Haz que veamos a Dios cara a cara!” --y entonces les fulminó el rayo del castigo por esta maldad suya. Luego se entregaron a la adoración del becerro [de oro] --y eso después de haber recibido pruebas claras de la verdad. Aun así, les perdonamos esa [falta suya] y dimos a Moisés una prueba clara [de la verdad], (154) elevando el monte Sinaí por encima de ellos con ocasión de su solemne compromiso. Y les dijimos: “Entrad por la puerta con humildad”; y les dijimos: “No violéis la ley del Sábado”; y aceptamos su solemne compromiso.
(155) Y [les castigamos] por violar su compromiso, por negarse a aceptar los mensajes de Dios, por matar a los profetas contra todo derecho y por alardear diciendo: “Nuestros corazones están ya rebosantes de conocimiento” --¡No!, sino que Dios ha sellado sus corazones por haber negado la verdad, y [ahora] creen sólo en unas pocas cosas--; (156) y por negarse a aceptar la verdad y por la enorme calumnia que profieren contra María, (157) y por alardear diciendo: “¡Ciertamente, hemos matado al Ungido Jesús, hijo de María, [que decía ser] el enviado de Dios!”
Sin embargo, no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció [que había ocurrido] así; y, en verdad, quienes discrepan acerca de esto están ciertamente confusos, carecen de [verdadero] conocimiento de ello y siguen meras conjeturas. Pues, con toda certeza, no le mataron: (158) sino al contrario, Dios lo exaltó hacia Sí --y Dios es en verdad poderoso, sabio. (159) Sin embargo, ninguno de los seguidores de anteriores revelaciones dejará de comprender, en el momento de su muerte, la verdad acerca de Jesús; y el Día de la Resurrección, él dará testimonio de la verdad en contra de ellos.
(160) Así pues, por las perversidades cometidas por los seguidores del judaísmo, les privamos de muchas cosas buenas que [antes] les estaban permitidas; y [lo hicimos] por haberse apartado tantas veces del camino de Dios, (161) y [por] haber practicado la usura a pesar de habérseles prohibido y haber devorado los bienes de otra gente con falsedad. Y para quienes de ellos [siguen] negando la verdad hemos preparado un castigo doloroso.
(162) Pero a quienes de ellos están firmemente arraigados en el conocimiento y los creyentes que creen en lo que se ha hecho descender sobre ti y en lo que se hizo descender antes de ti, y a aquellos que son [especialmente] constantes en la oración, y gastan en limosnas, y todos los que creen en Dios y en el Último Día --a esos les daremos una magnífica recompensa.
(163) CIERTAMENTE, te hemos inspirado [Oh Profeta] como inspiramos a Noé y a todos los profetas después de él --e inspiramos a Abraham, a Ismail, a Isaac, a Jacob y a sus descendientes, incluyendo a Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón; y dimos a David un libro de sabiduría divina; (164) e [inspiramos a otros] enviados que ya te hemos mencionado; así como a enviados que no te hemos mencionado; y Dios habló a Moisés directamente: (165) [hemos comisionado a todos estos] enviados como anunciadores de buenas nuevas y como advertidores, para que la gente no tenga excusa ante Dios después [de la venida] de estos enviados: y Dios es en verdad poderoso, sabio.
(166) Pero [aun así], Dios da fe de la verdad de lo que ha hecho descender sobre ti: lo ha hecho descender sobre ti con Su sabiduría y los ángeles dan fe de ello --aunque nadie puede dar fe como Dios.
(167) Ciertamente, quienes se empeñan en negar la verdad y apartan a otros del camino de Dios, en verdad se han perdido en un lejano extravío.
(168) Ciertamente, a quienes se empeñan en negar la verdad y en hacer el mal --Dios no les perdonará ni les guiará a ningún camino (169) excepto al camino del infierno, en donde permanecerán más allá del cómputo del tiempo: y esto en verdad es fácil para Dios.
(170) ¡Oh gentes! El Enviado ha llegado a vosotros con la verdad procedente de vuestro Sustentador: ¡Creed, pues, por vuestro bien! y si negáis la verdad --¡ciertamente, de Dios es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra, y Dios es en verdad omnisciente, sabio!
(171) ¡OH SEGUIDORES del Evangelio! No excedáis los límites [de la verdad] en vuestras creencias religiosas, y no digáis acerca de Dios sino la verdad. El Ungido Jesús, hijo de María, fue sólo un enviado de Dios --[el cumplimiento de] Su promesa, que Él había hecho llegar a María-- y un espíritu creado por Él. Creed, pues, en Dios y en Sus enviados, y no digáis: “[Dios es] una trinidad”. Desistid [de esa afirmación] por vuestro propio bien. Dios es sólo un Dios Único; muy distante está, en Su gloria, de tener un hijo: Suyo es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra; y nadie es tan digno de confianza como Dios.
(172) El Ungido nunca tuvo a menos ser siervo de Dios, ni tampoco los ángeles que están próximos a Él. Y aquellos que desdeñan servirle y se muestran altivos [deberían saber que en el Día del Juicio] Él les reunirá ante Sí: (173) entonces a aquellos que alcanzaron la fe e hicieron buenas obras, Él les dará sus justas recompensas y aún más de Su favor; pero a aquellos que se mostraron altivos y se vanagloriaban en su arrogancia, les castigará con un doloroso castigo; y no hallarán quien les proteja de Dios, ni quien les auxilie.
(174) ¡OH GENTES! Ha llegado a vosotros una manifestación de la verdad venida de vuestro Sustentador y os hemos hecho descender una luz clara. (175) A quienes hayan llegado a creer en Dios y se aferren a Él --Él les envolverá en Su misericordia y favor, y les guiará hacia Sí por un camino recto.
(176) TE PIDEN un dictamen. Di: “[Así] os dictamina Dios las leyes relativas a la [herencia de] aquellos que no dejen herederos directos: Si un hombre muere sin dejar hijos pero tiene una hermana, esta heredará la mitad de lo que deje, y él será su heredero si ella muere sin dejar hijos. Pero si tiene dos hermanas, estas heredarán [conjuntamente] dos tercios de lo que deje; y si tiene hermanos y hermanas, entonces a cada varón le corresponderá la parte de dos hembras.”
Dios os aclara [todo esto] para que no os extraviéis; y Dios conoce todas las cosas.
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL
Esta sura es una de esas suras que dan un cierto sentido de presión al presentarla, y tal vez algo de ansiedad, esto debido a que es una sura sofisticada que trata muchos temas y asuntos. Le ruego a Dios que pueda hacerle justicia al presentárselas, y le pido a Dios que me ayude a comunicarles lo que necesito comunicarles.
La gran mayoría de las fuentes coinciden en que sura Al-Nisa’ fue revelada en Medina, aunque hay unas narraciones que indican que algunos versículos fueron revelados en La Meca, pero esto no hace mucho sentido y esa opinión no tiene muchos fundamentos.
Como muchas otras suras, hay reportes que indican que tales versículos fueron revelados en un determinado momento y que otros versículos fueron revelados años después. En lo personal no excluyo la posibilidad que algún versículo de sura Al-Nisa’ puedan haber sido revelado años después del cuerpo principal de la sura, y que luego al Profeta (BP) se le hubiese dado la instrucción que dicho versículo lo incluyera en la sura, es posible, pero frente a ello nos debería surgir la pregunta: ¿por qué ese versículo es parte de la sura Al-Nisa’? Con respecto a esto en mis escritos me he referido a la “iniciativa autoral”, y me he realizado la pregunta: ¿por qué la “iniciativa autoral” identifica dicho versículo como una unidad cohesiva a sura Al-Nisa’?
Hay evidencia acumulativa y convincente que sura Al-Nisa’ fue revelada después de sura La-Vaca, de sura Al-Anfal, y de sura Al-‘Imran. Tenemos una buena cantidad de reportes que indican que ella fue revelada inmediatamente después de sura Al-‘Imran, pero curiosamente tenemos reportes que indican que esta sura fue revelada después de sura Al-‘Imran, y también después de sura Al-Ahzab y sura Al-Mumtahina. Si Dios quiere, cuando estudiemos las suras Al-Ahzab y Al-Mumtahina, veremos que esta opinión es bastante poco probable. Sura Al-Ahzab es probable que fuese revelada en torno al año 5 después de la emigración, y Al-Mumtahina alrededor del año 6, mientras que lo más probable es que sura Al-Nisa’ fuese revelada en el año 4.
Hay reportes que indican que existen tres suras que fueron reveladas entre sura Al-‘Imran y sura Al-Nisa’, estas serían: sura Al-Munafikun, As-Saff, Al-Hajj. Esto podría ser una larga conversación si uno estudia reporte a reporte, pero podríamos decir que es bastante probable que las dos primeras lo hayan sido. Sin embargo, lo fuesen o no, ello no tiene un impacto en la comprensión de sura Al-Nisa’. Lo que sí es significativo para la comprensión de esta sura es que ella fue, muy probablemente, revelada después de sura La-Vaca y sura Al-‘Imran.
Lo fundamental para estudiar la narrativa coránica de esta sura es que el corazón de ella trata contextualmente sobre aquellos que se habían convertido al islam pero que habían fallado en emigrar a Medina. Ella habla de ellos y también les habla a ellos directamente. Sabemos que algunos conversos permanecieron en La Meca, incluso durante los tiempos de las batallas de Badr y Uhud ocurridos en los años tres y cuatro después de la emigración, pero eventualmente sobre este asunto el Corán no vuelve a hablar, y luego cambia su foco hacia temas que eran más presentes y generadores de presión en la sociedad musulmana, como el asunto de los hipócritas en Medina. Esto nos ayuda en la comprensión de la progresión de la misma narrativa coránica.
Tal vez en términos de estilo esta sura se asemeja más a sura La-Vaca, aunque lo que hace es diferente. Por una parte sura Al-Nisa’ tiene una determinada cantidad de leyes positivas, al igual que sura La-Vaca, y al igual que ella estas regulaciones legales están interrelacionadas y entremezcladas en una especie de discurso que fluye y refluye en relación a temas como la creencia, la hipocresía, la respuesta a judíos y cristiano rechazando la idea de un pueblo elegido y la idea de que Dios hubiese enviado a alguien que sacrificándose personalmente liberara los pecados de otros.
El propósito de la creación es que lleguemos a conocer a nuestro creador, y Dios nos creó y nos dotó de cualidades divinas, y en última instancia, un componente esencial de las cualidades divinas otorgadas es la voluntad o la elección; y la prueba es que Dios verá qué haremos con lo que nos ha dotado. La idea de que Dios envió a un hijo, o algo así, para que se sacrificara y reivindicara a la gente, para que cargara con el pecado de la gente, contradice fundamentalmente esta noción del propósito de la creación.
Si el propósito es la prueba, para ponerte a prueba, entonces ¿qué sentido tiene enviar a alguien a que la haga por ti? Entonces veremos que esta sura, al igual que sura La-Vaca, se involucra en estos temas como también entrega leyes positivas.
Sura Al-Nisa’ tiene un giro en sus objetivos y propósito, y es consistente con el estado de la sociedad musulmana en Medina, y ejemplifica lecciones éticas que ya veremos si Dios quiere.
Veremos un tema que es consistente en esta sura, y dicho tema es el del empoderamiento de los débiles e indefensos. El Corán nos indica que cuando se deja a alguien débil e indefenso, es decir, sin empoderamiento, hay otros que pueden cometer abuso contra ellos en una variedad de formas distintas.
Como veremos, si Dios quiere, el espíritu de sura Al-Nisa’ es que ser un creyente, y al mismo tiempo estar sin empoderamiento, débil, y oprimido, es una condición que es éticamente detestable para el propósito islámico.
En cualquier sociedad, país, o estado, que esté bajo acoso y cercado, los privilegios de las personas son desafiados, y uno de los privilegios más desafiados en una naciente y joven sociedad que está bajo acoso y cerco, son los de los hombres, y mientras la sociedad se establece en sus nuevas formas hay muy pocas ocasiones en que dicha sociedad desafíe los nuevos privilegios que se van estableciendo.
Lo que ocurrió en la sociedad de Medina luego de todo el desafío de la migración desde La Meca, y la hostilidad de los mecanos y también la de otras tribus, y los problemas con las tribus judías de Medina, y los desafíos que planteaba el grupo de hipócritas, es que vivió un proceso dinámico en el cual todos los privilegios tradicionales fueron cuestionados. En ese proceso lo que podemos apreciar es un claro incremento y aumento del rol de las mujeres en la sociedad de Medina. Las mujeres estaban resistiéndose a que se mantuvieran muchos de los privilegios tradicionales de los hombres, y podemos ver evidencia de ello en las tradiciones mismas.
Podemos ver que en todos estos temas controvertidos y candentes, la forma en que las tradiciones nos narran y comunican sobre ellos, la forma en que fueron preservadas en la historia, no es una forma ni directa, ni objetiva. ¿Qué significa esto? Significa que existen tradiciones que ofrecen una imagen a menudo contradictoria y compleja de la realidad histórica, y por lo tanto la forma de analizar estas tradiciones implica también examinar las tensiones que existen dentro y entre ellas.
En diversos temas, como por ejemplo en lo que respecta a la esclavitud, existen tensiones entre quienes intentaban aferrarse al antiguo orden y quienes aceptaron los cambios; en lo que respecta al tema de las mujeres, existen tensiones entre quienes intentaban aferrarse a las instituciones misóginas tradicionales y quienes admitieron que las viejas costumbres ya no iban a funcionar. Siempre que nos encontramos con temas históricamente muy controvertidos, especialmente relacionados con el sectarismo, por ejemplo: facciones a favor de Alí ibn Abu Talib versus facciones en contra de Alí, cuestiones relacionadas con la esclavitud, cuestiones relacionadas con la mujer, la narrativa histórica, y esto no es sorprendente, no es clara ni transparente; suele ser compleja.
Por lo tanto, presten atención no a un versículo aislado, sino a toda la narrativa de la sura, esto es fundamental, ya que, de lo contrario, se estancarán en el juego de las citas. Esto significa que alguien encontrará una tradición que favorezca sus sesgos subjetivos y la citará, mientras que otro citará una tradición contradictoria, y se quedarán estancados en esta contradicción, y nunca podrán ir más allá. Se debe intentar analizar en forma coherente el panorama ético normativo.
Sura Al-Nisa’ es un ejemplo muy poderoso de esta problemática, y si Dios quiere ya lo veremos.
Al igual que en el estudio de sura La-Vaca, en esta sura uno debe ir casi versículo a versículo, porque para entender adecuadamente el mensaje moral de ella es importante seguir los detalles de su discurso, y por lo tanto es importante poner atención a los aspectos específicos de lo que Dios dice, el cuándo lo dice, y el por qué.
Es bastante significativo que la sura comience con una afirmación que anticipa el cierre o conclusión de la sura, lo cual captura nuestra atención y de alguna manera nos prepara para todo lo que sigue.
Se inicia la sura,
(1) ¡OH GENTES! Sed conscientes de vuestro Sustentador, que os ha creado de un sólo ente vivo, del cual creó a su pareja y de esos dos hizo surgir a multitud de hombres y de mujeres. Y manteneos conscientes de Dios, en cuyo nombre os reclamáis mutuamente [vuestros derechos], y de estos lazos de parentesco. ¡En verdad, Dios os observa continuamente!
Como veremos en esta sura más adelante, es que no hay duda, a partir de la evidencia del texto mismo, que este era un período de considerable tensión y demandas dentro de la joven nación musulmana.
Después de la batalla de Uhud, que como máximo había ocurrido algunos pocos meses antes de la revelación de esta sura, existía un grupo significativo de personas opositoras a las cuales esta sura las llama los “hipócritas”, y otro grupo significativo de personas opositoras que eran las tribus judías y algunos cristianos en Medina, y también estaban los grupos externos a Medina que generaban amenazas, y sin embargo, a pesar de todo ello, el comienzo de esta sura no se inicia haciendo un llamado a los creyentes, como por ejemplo: “Oh vosotros que habéis llegado a creer”, sino que se dirige a toda la humanidad.
La sura llama a toda la humanidad a tener “taqwua”. Hemos hablado sobra el concepto de “taqwua”, de ser siempre consciente de Dios, tu Señor. Dijimos que “taqwua” es lograr que Dios esté siempre presente en tu mente, que en todo momento tengas consciencia de Dios.
Luego debemos hacer una pausa porque hay un debate interesante en las tradiciones islámicas. La mayoría de los tafsir tradicionalistas dijeron que toda la humanidad proviene de un alma, y que ella es la de Adam, y que desde el alma de él Dios creó a su pareja Eva.
En los tafsir de Razi y de Zamakshari ustedes encuentran un antiguo debate que especialmente se generó entre los teólogos Muttazilitas. Debo decirles que la discusión también tiene mucho que ver con la gramática usada en el versículo. Ellos indican que aquella alma no es la de Adam, sino que lo que Dios está diciendo es que ambas almas, la de Adam y Eva, fueron creadas desde un mismo origen, desde un solo espíritu, ya sea que ese espíritu fuese el Aliento de Dios o cualesquiera que sean los secretos del alma.
La apertura de sura Al-Nisa’ es impresionantemente igualitaria dado que nos indica que toda la humanidad proviene de un solo espíritu. Toda esa diversidad que ustedes pueden observar, incluido el aspecto de lo masculino y lo femenino, debe ponderar el hecho que proviene de esta única, pura, y no adulterada fuente original.
Hay otro debate interesante que se generó sobre la parte siguiente del versículo. Es como si Dios nos estuviera hablando hacia nuestro sentido intuitivo. Dios nos está recordando que nuestro sentido intuitivo innato, a menos que nosotros, con intencionalidad y propósito, intervengamos para neutralizarlo y bloquearlo, nos haría gravitar hacia la divinidad para pedirle ayuda. El ejemplo más común de esto es cuando una persona está en problemas, hay un sentido innato en nosotros que busca la ayuda de un poder mayor. Ahora, por supuesto que los seres humanos son capaces de enormes niveles de creatividad, y entonces puedes escuchar a personas que hablan de llamar a su ángel protector, o a sus ancestros para que lo protejan, o a su karma, etcétera, pero la idea de la búsqueda de algo que tenga un poder más elevado es un asunto que está codificado en los seres humanos.
Sobre la expresión árabe en este versículo: “tasaa’-á-lúna bihi ual-arhaam”, hay dos escuelas principales de pensamiento, y este es un debate gramatical. Una de ellas indica que la expresión se refiere a la manera en la cual a menudo apelaban a Dios las personas en la época de la revelación, ellos decían: “apelo a TI en nombre de Dios y en nombre de todo aquello que es querido para TI”, entonces la primera escuela de pensamiento entendió este primer versículo como si Dios estuviera diciendo: “sean conscientes de Dios porque todos vosotros vienen de un mismo y único origen, y todos vosotros finalmente apelan referenciando a Dios y, a menudo, también a quienes identificáis como vuestros vínculos de intimidad” (normalmente madre y padre pero podrían ser linaje, tribu, clan, etcétera).
La segunda escuela de pensamiento establece que esta expresión indica: “sean conscientes de Dios quien es a quien ustedes siempre retornan para apelar, y sean conscientes de los derechos de aquellos que identificáis como vuestros vínculos de intimidad”.
Aunque desde una perspectiva gramatical probablemente hace más sentido la interpretación de la primera escuela de pensamiento, desde una perspectiva sustantiva la interpretación de la segunda escuela de pensamiento hace más sentido. Aunque se expresa en una estructura gramatical inusual, lo que Dios está diciendo es que debemos ser conscientes de los derechos de Dios, y que también debemos ser conscientes de los derechos que le debemos a nuestras familias.
Sura Al-Nisa’ a menudo traerá el asunto de los derechos hacia la familia, y desafiará y reformará un número de prácticas que dominaban en la cultura árabe de la época de la revelación.
Si tú estás realmente comprometido con el mensaje del islam, si tú realmente estás abrazando el mensaje del islam, tú deberás comprender completamente las implicancias del hecho que todos los seres humanos provenimos de un mismo y común origen único, y que lo que realmente importa es tú relación con Dios.
La mención en el primer versículo de aquellos que son vuestros vínculos de intimidad es un preludio para colocar a los seres humanos justo en frente de su responsabilidad hacia quienes han perdido sus vínculos de intimidad. Sean conscientes en entender que primero está Dios, pero después de Dios están tus obligaciones hacia las relaciones que Dios te ha otorgado en términos de tus relaciones de sangre. Dios te ha situado ya sea como un padre, una madre, un hijo, una hija, un hermano, una hermana, etcétera. Pero Dios también nos recuerda y nos pone en frente de nuestra responsabilidad con quienes han perdido la más importante relación en sus vidas, y esos son, en mi opinión, quienes han perdido al padre, o a la madre, o ambos. Debido al pensamiento misógino, a menudo puedes leer en libros de leyes islámicas que un huérfano es alguien que ha perdido a su padre, y que quien ha perdido a su madre no es un huérfano.
El término usado por el Corán se refiere a cualquier persona que termina estando a tu cargo y que debes cuidar porque ella no tiene a sus más cercanos parientes, normalmente un padre o una madre, para que la cuiden.
Entonces la sura irá inmediatamente al tema de los huérfanos.
(Toda esta interpretación realizada por Sheij Khaled Abou el Fadl, en la traducción en uso, se ha interpretado de la siguiente forma: “en cuyo nombre os reclamáis mutuamente [vuestros derechos], y de estos lazos de parentesco”).
He leído e investigado la situación en la sociedad de Medina en esos momentos, y les recuerdo que esta sura fue revelada poco después de la batalla de Uhud, y es muy posible que en esos momentos hubiese muchos niños en dicha sociedad que eran huérfanos. Ahora, es interesante notar que, por una parte la cantidad de musulmanes martirizados en las batallas de Badr y Uhud, como en las pequeñas escaramuzas que se habían producido, no era de una magnitud que permitiera indicar que había generado un problema social, pero por otra parte es como si Dios en el texto del Corán estuviese resaltando las responsabilidades y obligaciones hacia los huérfanos.
Antes del islam, debido a las altas tasas de mortalidad, y particularmente en Medina, la cantidad de huérfanos no se debía necesariamente a las batallas, sino a las hambrunas, algo que afectó incluso a los hijos del propio Profeta (BP). Medina pareciera haber sufrido bastantes hambrunas que habían matado a un buen número de la población adulta.
Lo que ocurría si tus padres morían, como sucedió con el propio Profeta (BP), era que normalmente tus tíos asumían la responsabilidad de cuidarte. Pero al estudiar la historia de la época te das cuenta de que esto era parte integral de la cultura árabe, al igual que heredar a las mujeres tras la muerte de un ser querido. Si tu hermano moría, tú heredabas a su esposa y podías conservarla, y luego podías optar por casarte con ella o liberarla para que se casara con otra persona. Sin embargo, hasta que ejercieras tu opción, ella debía permanecer en tu hogar. Esta era la práctica preislámica.
Con respecto a los huérfanos la cultura árabe preislámica no tenía reparos en que un tío usurpara, se apropiara, de toda la herencia de un huérfano a su cargo, y absorbiera ese dinero hasta el último centavo. Tenemos numerosos informes de niños que, al alcanzar la mayoría de edad, reclamaban su herencia, y se les decía que su herencia había desaparecido por completo o que no tenían derecho a ella porque su tío, quien los acogió, decidió simplemente confiscarla. Esta era una práctica bastante extendida, y era bien sabido que si alguien quedaba huérfano era muy probable que al llegar a la edad de matrimonio no tuviera riquezas ya que quienes lo criaron se las habrían arrebatado. Como resultado, existía un importante tabú social sobre la importancia de no casar a una hija o un hijo con un huérfano, ya que incluso un huérfano de familia privilegiada carecía de recursos.
Esta sura abordaba nada menos que este tema de los huérfanos. Además, como veremos, se abordan cuestiones relacionadas con la institución de la esclavitud y la posición de la mujer.
Sigue la sura,
(2) Así pues, dad a los huérfanos sus bienes y no sustituyáis lo malo [vuestro] por lo bueno [que les pertenece], y no consumáis sus bienes junto con los vuestros: esto es, en verdad, un grave delito.
En primer lugar, la tradición interpretativa en torno al segundo versículo indica que el Corán describe la usurpación del dinero de un huérfano como un pecado verdaderamente grave, e impone, como veremos, una ética que solo se puede comprender al observar la tradición interpretativa que acompaña a estos versículos. Si por alguna razón no se puede cuidar de un huérfano con el propio dinero y se necesita cubrir gastos, es decir, se necesita cubrirlos con el dinero del huérfano, la tradición profética impuso muchas restricciones sobre cuan mínimo debía ser ese uso de recursos del huérfano, algo que no tenía precedentes en la cultura árabe.
Así, los árabes aprendieron por primera vez que el dinero de un huérfano es intocable, pero como veremos, la narrativa coránica va incluso más allá, y se opone a la idea de que un huérfano es un paria marital, o que las personas honorables o prestigiosas no casaran a sus hijos o hijas con huérfanos. Todo esto fue considerablemente resistido en sus inicios.
Tengan en mente dos cosas. En la sociedad árabe preislámica no se permitía que las mujeres heredaran, y si tú tenías derecho a una parte de la herencia pero en el momento en que la herencia se distribuía no habías alcanzado la mayoría de edad, entonces perdías tu derecho a la herencia y la siguiente línea tomaba tu dinero, lo que por supuesto terminó, una y otra vez, dejando sin herencia a los huérfanos.
Hay un reporte de Said bin Jubair que indica que había un hombre de la tribu gatafan que llegó donde el Profeta (BP), y que cuando lo encontró le dijo que él era un huérfano que cuando llegó a su edad de madurez fue donde su tío y le preguntó por lo que le correspondía de la herencia que habían dejado sus padres. Este hombre le dijo al Profeta (BP) que el tío le había dicho que él no tenía ningún derecho sobre esa herencia y que se la había apropiado por completo. El reporte indica que el Profeta (BP) dio la orden para que ese tío compartiera con el huérfano la parte que le correspondía.
En varias tradiciones ustedes pueden leer que esta fue la ocasión en la cual el versículo se reveló. Nuevamente les digo que soy muy escéptico sobre esto, de hecho en muchos tafsir esta narración ni siquiera se menciona, y en otros se menciona pero no se indica como ocasión de la revelación del versículo. Creo que es altamente probable que esta situación haya ocurrido, pero creo que ocurrió después de la revelación del versículo. Lo anterior porque podemos encontrar muchos reportes de huérfanos que fueron donde el Profeta (BP) reclamando que habían sido despojados de sus herencias, entonces esto significa que ellos se volvieron conscientes de los derechos de herencia que ahora tenían dado que el Corán se los estaba otorgando, y que antes no existían. Antes de la revelación ellos no hubiesen reclamado sobre esto porque de acuerdo a la cultura árabe ellos no tenían derechos de herencia, si por ejemplo, estaban bajo el cuidado de un tío.
El otro aspecto que generó enormes reformas legales fue la idea de que tú no puedes mezclar el dinero que le corresponde al huérfano y que está bajo tu administración, con tu propio dinero. Esto fue algo sin precedentes. Tenemos reportes que indican que muchas personas fueron donde el Profeta (BP) y le preguntaron: “¿acaso se supone que debemos mantener nuestros dineros separados con los del huérfano?”, y la respuesta del Profeta (BP), citando este versículo, fue: “Sí”. Entonces tú debes separar los dineros y crear suficientes barreras legales para mantener los dineros separados, y para que puedas dar cuentas transparentes sobre el dinero del huérfano.
En nuestros días he escuchado historias de muchas familias que no hacen honor a esta indicación de Dios, y he escuchado que a un huérfano se le dicen cosas como: “Bueno, tu dinero es parte de los negocios de la familia, y ahora no se pueden dividir”, y esto es algo que va contra los preceptos islámicos. El dinero de un huérfano, dada la intervención del Corán, es sacrosanto e intocable. Tú puedes hacer negocios razonables con él para incrementarlo, y existen debates sobre que sucede si tú pierdes dinero del huérfano en dichos negocios. La mayoría de los eruditos dicen que si hay pérdida de dinero debido a negligencias, entonces la persona debe retornarle la pérdida al huérfano. Lo recomendable es no tomar riesgos con el dinero del huérfano.
Sigue la sura,
(3) Y si teméis no ser equitativos con los huérfanos, entonces casaos con [otras] mujeres que os sean lícitas: dos, tres o cuatro; pero si teméis no ser capaces de tratarlas con equidad, entonces [sólo] una --o [con] aquellas esclavas que sean de vuestra propiedad. Esto hará más probable que no os desviéis de la rectitud.
Hay varias preguntas sobre cómo interpretar este versículo.
Primero veamos una narración de Aisha. En el reporte se indica que ella realizó una interpretación del versículo sobre la práctica que solía existir en sus tiempos. La gente que criaba huérfanos en sus casas solía terminar casándose con ellos porque de esa forma evitaban las preguntas y los cuestionamientos sobre cómo había sido administrada la riqueza de esos huérfanos. Entonces lo que el Corán está diciendo es que un hombre no debe tomar en matrimonio a las huérfanas que cría, y en lugar de eso es mejor que se case con una, o dos, o tres, o cuatro mujeres. Esto es conocido como la “narración de Aisha”, y ha tenido bastante influencia en los tafsir tradicionales.
La interpretación que ustedes pueden encontrar en los siglos más tardíos indica que el casarse con dos, tres, o cuatro mujeres, llega a ser una manera de cuidar a las huérfanas. Esta es la interpretación que se volvió más popular luego de los primeros siglos.
La forma del versículo en árabe efectivamente permite la interpretación de las dos formas indicadas.
Como un tema de metodología interpretativa debemos tener consciencia que existe la posibilidad de observar un versículo y ver que puede tener una forma de interpretación “a” y otra “b”. En este caso el significado “a” solía ser un asunto social, que corresponde a que la gente trataba de casarse con los huérfanos que criaba con el objetivo de evitar el escrutinio y preguntas sobre si había usurpado su riqueza, pero que en nuestra época ya no sucede, ¿cuándo fue la última vez que ustedes escucharon de un caso que alguien crio a un huérfano y que luego se casó con él?, mientras que por otro lado la interpretación “b” podría mantenerse como un tema relevante, esto es que existen huérfanos en la sociedad, y que el casarse con ellos podría ayudar a cuidarlos.
(En la traducción en uso no queda del todo claro que el versículo está hablando de que un hombre se pueda casar con más de una mujer huérfana, con el límite de cuatro.)
Mi opinión, y Dios es quien sabe más y mejor, es que cuando tenemos versículos en el Corán que están fraseados de esta manera, y dado que Dios los reveló con esta forma de fraseado de manera intencional, lo hizo para generar una dinámica interpretativa que pueda desarrollarse en el tiempo.
Si tú realmente crees que el Corán es un texto divino, entonces crees que el AUTOR de este texto divino conoce la trayectoria normativa que existe al interior del texto, y entonces sabe que este versículo se puede leer de esta o de esta otra manera. Esto es parte de la brillantez del texto, un texto que puede dar cuenta sobre un asunto que existía en los tiempos de la revelación y que luego se presenta siglos después.
No he encontrado a muchos musulmanes modernos que sean conscientes de esto. Ellos interpretan este versículo de la forma que lo hacía Tabari o Ibn Kathir, que era que no puedes contraer matrimonio con huérfanos que has criado sino que lo debes hacer con otras mujeres. Pero esa interpretación ya no es pertinente, y ha perdido su fuerza.
La lengua usada en el versículo me indica que lo que Dios está destacando es que el cuidar de los huérfanos es una prioridad. Una sociedad debe cuidar a los huérfanos, y cuidarlos no significa colocarlos en una institución que los acoja, porque ello en definitiva los aparta de la sociedad, los “marca”. Cuidar a los huérfanos es permitir que puedan crecer en familias.
Lo que sucede en los orfanatos es horrible, sabemos lo que ocurre en ellos, y en los países islámicos las autoridades no permiten que se hable de ello. Entre los musulmanes modernos se perdió la ética de que si hay un huérfano en la familia es ella la que cuida de él, sino que la mayoría de ellos hoy en día son enviados a orfanatos. Para aquellas personas que les gusta hablar sobre la descolonización de los países islámicos, ¿por qué no parten con esto?, porque la idea de los orfanatos en los países islámicos partió con el colonialismo, la idea antes de él era que los huérfanos debían ser criados al interior de las familias. El primer orfanato construido en los países islámicos fue en Egipto durante la ocupación de los franceses.
Ahora, toda la narrativa de limitar la poligamia a cuatro mujeres tiene como origen este versículo.
Noten el uso de la palabra árabe “jiftum” en este versículo, en el cual se usa dos veces. Normalmente esta palabra se traduce como: “si tú temes”. En el versículo se está apelando a tu consciencia, te está diciendo a ti, como individuo, que es un asunto de consciencia que tú, de acuerdo a tus circunstancias, y habiendo una falta de justicia o equidad hacia los huérfanos, tomes en matrimonio a dos, tres, o cuatro mujeres huérfanas, pero si tú tienes temor que puedas ser injusto con ellas, entonces deberías casarte solo con una.
Ahora, la pregunta que surge es: ¿el versículo está apelando a ti como un asunto de consciencia individual, o esto está apelando a toda la sociedad en su conjunto? En otras palabras, ¿está delegando la situación de los huérfanos a una cuestión individual, o de política social de toda la sociedad?
Dado que la poligamia fue una institución ampliamente practicada a través de la historia islámica, y dado el rol de los hombres en la interpretación del Corán, que fueron predominantes en su interpretación durante la historia, ellos observaron como algo inconcebible que esta decisión, la de contraer matrimonio con dos, o tres, o cuatro mujeres huérfanas, no quedara bajo la decisión discrecional individual de cada hombre. Entonces la idea de que este versículo estuviese apelando a toda la sociedad en su conjunto, e indicando que como sociedad se debe decidir si se requiere o no se requiere la poligamia para el cuidado de los huérfanos, fue algo inconcebible. Con esta interpretación el tema se sacaría de la decisión discrecional a nivel individual de cada hombre y se traspasaría a un asunto de políticas públicas. Esto no fue imaginado como una posibilidad interpretativa a lo largo de la historia islámica porque la interpretación masculina siempre lo observó como un privilegio individual para el hombre.
Discursos coherentes sobre este tema en la época moderna han sido groseramente interrumpidos por el legado del colonialismo y la occidentalización de las sociedades musulmanas, porque cada vez que se levanta este tema, asociado a lo indicado por el Corán, de forma inmediata esto se ve como parte de una trayectoria para occidentalizar la sociedad, para adoptar los valores occidentales. Ahora, esto último con razón en la mayoría de las situaciones, porque a menudo las personas que levantan su voz contra la poligamia no son solo secularistas, sino que son secularistas que no tienen ninguna aproximación a tener consciencia de Dios y a ser piadosos. En otras palabras, ellos parecieran estar en una cruzada contra el mismo islam.
La gramática del mismo texto no excluye la posibilidad de la poligamia, porque Dios dice: “si tú tienes temor de ser injusto con los huérfanos”, ¿pero está Dios diciendo que cada hombre, sin importar cuan piadoso sea, o cuan sabio sea, o cuan educado sea, es libre de hacer su propio juicio de si él mismo tiene temor a ser injusto, o Dios le está hablando a la sociedad en su conjunto?
Hoy en día los musulmanes no tenemos la capacidad de poner en la mesa de conversación este tema debido a cuan sofocados hemos estado, y seguimos estando, por la presión del colonialismo en nuestras vidas. En el momento que tú colocas en la discusión un tema que parece derrotar al islam más allá de nuestra vida pública, y otorgar más concesiones a occidente, la gente ataca de inmediato. Para aclarar bien este tema les pongo el siguiente ejemplo. Si alguien como Sisi comienza a hablar de prohibir la poligamia en Egipto, yo me opondría a él, pero me opondría no por el tema de la poligamia, sino que me opondría por Sisi, y lo haría sobre cualquier cosa que él dijera, porque cualquier cosa que sale de su boca sé que es altamente probable que está animada por un ánimo anti islámico.
Los musulmanes estamos como atrapados, incapaces de hacer discusiones que puedan ir más allá, y no sé cuándo seremos capaces de hacerlo.
Hay reportes que indican que cuando este versículo fue revelado aquellos hombres que tenían más de cuatro esposas se vieron obligados a limitar el número de sus esposas, solo podían permanecer casados con cuatro mujeres y debían divorciarse del resto. A menudo se argumenta que esto demuestra que la poligamia no tiene nada que ver con los huérfanos. Creo que es lo contrario: el versículo mismo dice: “Si temes la injusticia hacia los huérfanos, cásate con dos, tres o cuatro”, y ella establece el límite. El hecho de que el límite de matrimonios válidos sea de cuatro no responde en absoluto a la pregunta de cuál es la causa inicial de la poligamia.
¿Existen otras situaciones, además de la justicia para los huérfanos, que validarían la poligamia?
Mi respuesta es que necesitamos una conversación honesta, amigable, y que sea fiel al texto coránico, que sea fiel a la moral y la ética, y fiel a una participación plena de la mitad de la población que ha sido excluida de esta conversación durante siglos, y me refiero a las mujeres. Luego veremos lo que surge de esa conversación, no lo sé a priori, pero lo que sí sé es que no podemos simplemente tomar el discurso como lo hemos heredado y decir que él es el fin de toda discusión. También sé que no quiero que alguien que carezca de piedad islámica venga como erudito del Corán y me diga sus teorías descabelladas sobre cómo no necesitamos observar esto en el Corán, y cómo esto debería abolirse en el Corán. Lo siento, no voy a escuchar a todos estos secularistas que están a mi alrededor y que vienen a decirme cuál es la voluntad de Dios, porque cuando los observo veo que no cumplen nada de la ley de Dios, lo siento, no me interesa lo que este tipo de personas tengan que decir sobre el Corán.
Hay otro asunto en este versículo, y es si al final de él, después de decir que si hay temor a la injusticia debe contraer matrimonio con una sola, ¿el versículo está indicando que es con esta “única” o “con aquellas que tu mano derecha posea”, o el versículo está indicando que además de casarse con esa “única “puede también casarse “con aquellas que tu mano derecha posea”? (En la traducción en uso se interpreta como: “o [con] aquellas esclavas que sean de vuestra propiedad”)
Esto ha sido un asunto discutido a lo largo de toda la tradición legal islámica, y se lo resumiré para ustedes.
El mismo Profeta (BP) nunca se dio la licencia de tener sexo con una esclava a menos que él se casara con ella. Los reportes indican que él se casó con María la copta, quién había sido dada al Profeta (BP) como regalo siendo ella una esclava. Lamentablemente muchos musulmanes modernos tratan de negar que él se casó con ella.
El asunto es que en las tradiciones ustedes pueden encontrar reportes que se tensionan unos a otros y compiten en sus inconsistencias. Ustedes pueden encontrar reportes que indican que los compañeros no se dieron la licencia para tener relaciones sexuales con una esclava a menos que se casaran con ella, pero también pueden encontrar reportes contradictorios que entregan la información opuesta, es decir, que si ellos poseían una esclava, entonces tenían sexo con ella.
Ahora, curiosamente ustedes también pueden encontrar reportes alborotadores, reportes que indican que la licencia para tener sexo con las esclavas sin casarse con ellas incluía también a las mujeres que tenían esclavos hombres. Pero a los intérpretes masculinos no les gustaron estos reportes y los declararon a todos ellos como no auténticos. A lo largo del curso del desarrollo del islam imperial, no podemos decir que todos, pero un número significativo de juristas dijeron que la “propiedad” era suficiente, y que no se necesitaba el matrimonio para tener sexo con la esclava.
Parte de la dinámica de esos tiempos, y que está bien documentada, es que los esclavos en la civilización islámica tenían la posibilidad de casarse con cualquier persona más allá de su dueño. La forma que los juristas trataron esta situación fue diciendo que si la esclava estaba casada entonces su dueño no podía tener sexo con ella.
Si ustedes van a permitir a las esclavas casarse con personas distintas a sus dueños, entonces ¿cómo podría ser que ustedes permitieran que el dueño tenga libremente relaciones sexuales con su esclava?, porque obviamente que eso va a afectar la posibilidad de matrimonio de esa esclava con alguien distinto a su dueño.
Las tradiciones pro-matrimonio, aquellas que indican que para tener sexo con la esclava debe haber matrimonio, son tradiciones que están en contra de la tendencia histórica, ¿qué significa esto?, significa que esos reportes son históricamente sorprendentes, reportan algo que uno no hubiese esperado dado el contexto histórico, en otras palabras, el contexto histórico era que las personas compraban una esclava y tenían sexo con ella.
En términos generales, cuando ustedes encuentran reportes que están en contra de la tendencia histórica, reportes en los cuales se informa de algo históricamente sorprendente, se evidencia su validez, salvo que existiera algún grupo de interés que por alguna razón se viera interesado en ir contra dicha tendencia, y que por ello hubiese estado incentivado en introducir reportes falsos.
Veamos un ejemplo donde existió una motivación política detrás de un hecho históricamente sorprendente. Históricamente sorprendente es un reporte que predice que Ali sería asesinado por un grupo injusto. ¿Por qué este reporte es históricamente sorprendente? Porque normalmente no tenemos tradiciones que predijeran el futuro, así que eso sí es históricamente sorprendente. Podría considerarlo un informe válido, pero existió históricamente un sesgo ideológico que podría explicar la invención de este reporte, y entonces el hecho de que un sesgo ideológico pueda explicarlo me hace sospechar que el reporte sea correcto. Por lo tanto, el sesgo ideológico neutraliza cualquier presunción que tenga sobre la validez de este informe.
Entonces cuando llegamos a los reportes pro-matrimonio relacionados con la esclavitud, la pregunta es: ¿Existió un sesgo ideológico que me haría sospechar que hubo un incentivo para inventar informes pro-matrimonio sobre la esclavitud? La respuesta es: “no”, porque todos los prejuicios ideológicos que existían eran, de hecho, los opuestos. Los hombres tenían un sesgo ideológico que los hacía querer comprar esclavas y tener sexo con ellas sin casarse. Mientras más ricos eran estos hombres el incentivo era más grande. De hecho incluso hay reportes, y amplia evidencia histórica, que en su momento el gobierno intentó entrar en este debate en una posición contraria a los reportes pro-matrimonio. Esto se debió a que el estado deseaba proteger el mercado asociado a la compra y venta de esclavos, como también el privilegio de los nobles que por su dinero podían comprar tantas esclavas como quisieran y tener sexo con todas ellas. El estado incluso llegó al punto de llevar a prisión y torturar a los eruditos que emitían dictámenes religiosos (fatwas) que indicaban que para tener sexo con la esclava era obligatorio casarse con ella. Por lo tanto el peso del estado estuvo en contra de estos reportes pro-matrimonio.
Todo esto implica, poniendo todo en la balanza, que en lo personal creo mucho más en los reportes pro-matrimonio que en los reportes a favor de los misóginos, de los licenciosos, y de los con privilegios económicos.
Luego hay otro tema. La mayoría de los juristas dijeron que tú puedes tener sexo con la esclava sin casarte con ella, pero indicaron que tú no puedes obligarla a ello. Pero yo preguntaría: ¿y cómo se supone que eso podría suceder?, ¿voy a creer que las relaciones sexuales de los dueños con sus esclavas, de aquellos que no se casaban con ellas, se producían sin coerción?, ¿voy a creer que la esclava aceptaba voluntariamente tener sexo?
La regla misma de no coerción, el contexto mismo de la preferencia limitándose a una sola esposa, la estructura misma de este versículo, lo indicado en el versículo 25 de esta sura, y el propio Corán en lo indicado en sura 24 versículo 32, parece indicar que es necesario casarse con la esclava antes de tener sexo con ella.
Quiero transmitirles que durante mucho tiempo la esclavitud estuvo profundamente arraigada en las instituciones imperiales. Los privilegios masculinos, así como los privilegios económicos, incentivaban la propagación del libre acceso sexual a la esclavitud. La mayoría de los juristas musulmanes no podían ir más allá de este punto, por lo que siempre decían que no se podía coaccionar a una mujer, y preferían vivir en esta ficción. Mientras tanto, el propio Corán parece indicarnos, así como muchos relatos sobre la práctica del Profeta (BP) y la de sus compañeros, que al menos en el islam de los primeros tiempos, en el islam pre-imperial, no se podía tener relaciones sexuales con esclavas sin matrimonio, y que el matrimonio con esclavas contaba como matrimonio completo. Por lo tanto en el máximo de cuatro esposas estaban incluidos aquellos matrimonios con esclavas. Existen muchos reportes de personas que estaban casadas con esclavas.
Entonces la pregunta para ti es: ¿consideras el islam imperial como la interpretación válida del Corán o, el islam pre-imperial como la interpretación válida del Corán?
Esto lo deben reflexionar los intérpretes musulmanes modernos. Por eso me frustran los musulmanes que se suben al carro del orientalismo y escriben libros para afirmar que el islam nunca tuvo problemas con que existiera la esclavitud.
Si tú deseas jugar el juego del relativismo entonces dirás que tienes reportes de un tipo y de otro tipo, y que debido a ello entonces ya no puedes decidir qué es correcto y qué es incorrecto, y que entonces no se puede hacer un juicio moral sobre este tema, y después dices que el islam es neutral en relación a esto. Si esta es tú posición, entonces ¿cuál es tú rol como agente moral interpretativo?, ¿estás involucrado con el texto del Corán desde la perspectiva de un agente que lo interpreta de una manera inmoral y hedonística, o que lo interpreta como un texto comprometido con la moral?
Cuando ves que la sura comienza diciendo que todos somos seres humanos que provenimos de la misma fuente original, y luego nos indica que debemos cuidar a los huérfanos, y después nos limita el tema de la cantidad de esposas para ser justos con los huérfanos, y nos dice que si hay temor de no ser justos entonces debiera ser solo una esposa, y luego de todo ello llega el tema del matrimonio con las esclavas, ¿habrá un planteamiento del texto sobre este tema con base inmoral o con base moral?
Luego, cuando en el versículo se habla de una mujer libre, muchos intérpretes indicaron que se refiere a que cuando un hombre se casa con una esclava lo que debiera hacer es liberarla, hacerla una mujer libre, que ya no sea esclava. Los juristas indicaron esto porque, que la mujer sea la esposa y además sea la esclava, es una situación legalmente compleja cuando llega el momento de balancear los derechos entre el marido y la esposa.
Creo que nada es una coincidencia en el Corán. Les mencionaré una idea muy interesante, no es una idea mía, sino que personas como Muhammad Abdu la mencionó en su tafsir. Muhammad Abdu indicó un argumento que creo que es muy persuasivo, y es asombroso para mí que en lugar de construir sobre lo que Muhammad Abdu hizo, los eruditos musulmanes modernos regresen hacia siglos atrás en lugar de intentar avanzar. Muhammad Abdu indicó que si la esclavitud, como institución, se hubiera abolido en la época del Profeta (BP), habría generado innumerables injusticias, no solo porque existían enemigos que en las guerras podían esclavizar musulmanes y por lo tanto no se hubiese podido negociar con ellos, sino porque gran parte de la economía y las finanzas dependían de la actividad esclavista. La esclavitud era parte integral de la dinámica laboral; su simple abolición habría dejado a una gran población sin ningún tipo de atención, sin asistencia o redes sociales que la apoyara y protegiera. Por ejemplo, hasta hoy en día en el sur de Egipto, donde la esclavitud se abolió hace mucho tiempo, he conocido a familias que tienen hijos de esclavos que viven con ellas. Saben que su estatus es el de esclavos y se dirigen a sus dueños a menudo como "abuja" o "umi". En entrevistas que he visto durante mi trabajo con Human Rights Watch, donde se les pregunta: "¿Sabes que tienes derecho a ser libre? ¿Quieres dejar a tu familia aquí?" Sus respuesta es que no, que no quieren ir a ningún lado, que están satisfechos. Ellos son tan parte de la red que los sostiene, y ven la ley que les otorga la libertad como una intervención de una estructura social profundamente arraigada que no están dispuestos a alterar; y es muy difícil convencerlos de que deben rebelarse contra su estatus. Para ellos, este tipo al que llaman "abuya" o "umi" es el único protector que han conocido, el único protector que los cuida, y este protector es responsable de sus empleos, de su sustento; este protector eventualmente se casa con ellas y les paga su dote, y les proporciona un lugar donde vivir; y así han vivido durante generaciones. Pero el texto mismo del Corán, dentro de su lenguaje, presenta el potencial para el fin de la institución de la esclavitud, y eso es lo que personas como Muhammad Abdu señalaron hace mucho tiempo. Es decir, si se lee el texto coránico, este establece consistentemente un sistema normativo de valores morales positivos para la liberación de los esclavos.
Consistentemente desde las revelaciones tempranas del Corán se indica que la liberación de un esclavo es algo que te libera del castigo de la otra vida, por lo tanto esa ética de liberación está tempranamente establecida en el Corán como un valor moral positivo.
Ustedes verán que el mismo texto, dentro de él, está el poder moral de lograr el proyecto coránico definitivo de liberar a las personas de la esclavitud. ¿Quién desata el poder del texto? Es el intérprete quien actúa como agente moral al abordarlo. Les daré un ejemplo: el petróleo es energía, Dios creó el petróleo bajo tierra, ¿pero quién desata el poder que está embebido bajo tierra e incorporado en el mismo petróleo? Bueno, son los ingenieros que desarrollaron las formas de extraerlo, moverlo, y procesarlo para que podamos hacer todo lo que hacemos con el petróleo. En el caso del texto Coránico, el intérprete del texto es como el ingeniero en el caso del petróleo, si el intérprete es un mal ingeniero, él no podrá extraer el poder moral que está en el texto, si el intérprete es un mal ingeniero, creará un desastre.
Este es un punto que hace cientos de años la gente inmediatamente se daba cuenta. Por medio del esfuerzo de gente como Muhammad Abdu esto llegó a ser algo aceptado, que hay un poder moral en el texto y que es el intérprete quien debe desatar ese poder moral. Dios colocó e incrustó la moralidad en el texto de la misma forma en que Dios puso petróleo bajo la superficie de la tierra. Muchos años después, y debido a esa ya conocida historia del colonialismo, el secularismo, el occidentalismo, el salafismo, el wahabismo, y todas estas cosas, nos llevaron a que existan musulmanes modernos que se preguntan: ¿necesitamos realmente la moralidad?, ¿el texto tiene en realidad valores morales incorporados?
¿Cuál es la tradición de Dios en la creación? Bueno, la medicina estudia las enfermedades, mira luego la naturaleza e investiga que hay en la naturaleza para tratar esa enfermedad, desarrolla remedios y tratamientos, y luego le ofrece a la sociedad el valor de todo esto. Los ingenieros se enfrentan a necesidades de desarrollar cosas en beneficio de la gente, para ello investigan el problema, luego diseñan y planifican soluciones, colocan todos los elementos necesarios y construyen lo requerido, y luego ofrecen el valor de todo eso a la sociedad; ¿y qué pasa con el texto del Corán?, ¿no se necesitan intérpretes adecuados para rescatar el valor moral del texto, como la medicina necesita los doctores y la ingeniería a los ingenieros? Muchos musulmanes dicen que no necesitan intérpretes calificados, que solo necesitan leer el texto y aplicarlo mecánica y ciegamente. ¿Acaso no han aprendido de la tradición de Dios en la creación? Dios constantemente nos dice que ÉL creó la bondad pero SU voluntad es que el ser humano se esfuerce por lograr esa bondad en la vida, de forma similar Dios creó la bondad en el Corán y la puso en él, pero si tú no eres inteligente, y eres ignorante y flojo, entonces el Corán no te dará sus frutos.
El mismo asunto sucede con el tema de las mujeres y el de la esclavitud, y para el caso, también con los huérfanos, porque no lo hemos llevado al nivel de la moralidad, y que sí está embebido moralmente en esta sura. Nosotros hemos repetidamente fallado en las enseñanzas morales que nos entrega sura Al-Nisa’, en otras palabras, a menudo leemos sura Al-Nisa’ pero no rescatamos la moralidad que hay en ella.
Un último punto. El Corán no usa la expresión “esclavos”, sino que usa la expresión “a quién posee tu mano derecha”, y sabemos que el Profeta (BP) prohibió que se usara la palabra “esclavo” para referirse a las personas que estaban en dicha situación, e indicó que se les llamara con la palabra árabe “fatati”, que se puede traducir como “mi niño” o “mi niña”.
Como veremos en esta sura, esta frase en algunas oportunidades se puede referir a los esclavos y en otras oportunidades claramente no se refiere a ellos. Entonces, ¿quiénes son las personas que tu mano derecha posee? Bueno, puede ser un esclavo, o podría ser alguien a quién tú has jurado o prometido matrimonio, quedando esto contingente al consentimiento de ambos cuando llegue la edad para contraer el matrimonio. En este último caso la familia podría decir: “prometemos nuestro hijo a ustedes y ustedes prometen vuestra hija a nosotros, pero esa promesa debe ser aceptada y consentida por ellos cuando alcancen su edad madura”.
La expresión “a quién posee tu mano derecha” también fue usualmente usada para referirse a personas con las que estás comprometido, o a personas con las que has firmado el contrato de matrimonio pero este no se ha consumado.
Por lo tanto, cuando veo que el Corán evita sistemáticamente usar la expresión "esclavos" y, en cambio, Dios usa sistemáticamente la expresión indicada, lo veo como una potencialidad en el texto. En otras palabras, es como si el texto tuviera un potencial de validez y relevancia constante, pero lamentablemente los musulmanes no nos preguntamos: ¿qué tipo de relaciones encajarían en esta categoría en una época en la que no hay esclavitud? Creo que si hiciéramos esto, entonces podríamos desarrollar una relación mucho más matizada y profunda con el texto de lo que normalmente hacemos, que es simplemente discutir si se refiere a la esclavitud o no.
Sigue la sura,
(4) Y dad a las mujeres su dote como un regalo; pero si, voluntariamente, renuncian a una parte en vuestro favor, disfrutadlo complacidos y con buen ánimo.
La relación de matrimonio no es una relación de intercambios, de permutas, por ello Dios nos indica en este versículo que cuando se le da algo a la mujer, el esposo no debe tener la expectativa de algo que ella le deba dar en retorno.
Luego el versículo indica que no existe algún problema en que el marido acepte cualquier cosa que su esposa quiera compartir de sus bienes con él.
Pero hay otra interpretación de este versículo que es muy significativa. En la época preislámica, cuando la mujer contraía matrimonio, era bastante raro que el tutor de la mujer permitiera que ella se quedara con la dote, entonces casi siempre ocurría que la dote era entregada al tutor de la mujer y este tomaba dicha dote y se la dejaba para él. Entonces este versículo prohíbe esa práctica, porque indica que la dote debe ser dada a la mujer, y es ella quien debe mantenerla en su poder. Bajo esta interpretación la segunda parte del versículo indica que el tutor se puede quedar con una parte en la medida que la mujer esté de acuerdo en otorgársela.
La razón por la cual les indico esto es porque si ustedes leen el versículo sin considerar el contexto, su significado literal es el indicado en la primera interpretación, pero por otra parte sabemos, dado el contexto de este versículo, que él prohibió la práctica indicada de los tutores. Lamentablemente esta práctica no ha sido seguida por muchos musulmanes, hasta el día de hoy pueden ver familias en las cuales la dote no es entregada a la mujer que se casa, ellos no han entendido que esta prohibición proviene desde el Corán.
Sigue la sura,
(5) Y no confiéis a los faltos de juicio los bienes que Dios os ha encomendado para [su] manutención; alimentadles de ellos y vestidles, y habladles con amabilidad.
En la tradición islámica hay un debate sobre las características de las personas a las cuales se refiere el versículo. La palabra árabe que usa el versículo es normalmente un expresión que se usa para indicar a alguien que carece de capacidad mental. Entonces se nos dice que si estamos a cargo de alguien que tiene carencia de capacidad mental no deberíamos simplemente entregarles el dinero. El asunto es si el versículo se está refiriendo a las personas menores de edad, a las cuales el dinero se les debe entregar una vez que alcancen su edad de madurez, o si el versículo se está refiriendo a gente adulta que carece de capacidad mental.
Se pueden sostener las dos interpretaciones. Muchos eruditos del Corán han pensado que se está hablando de menores y no de adultos carentes de capacidades mentales, pero sin embargo, este versículo ha tenido un gran impacto en el discurso legal sobre qué hacer cuando una persona tiene a su cargo a alguien adulto con las características indicadas.
Noten que la obligación no es solo de administrar los recursos adecuadamente, sino que además se habla de un trato amable.
Sigue la sura,
(6) Y examinad a los huérfanos [a vuestro cargo] hasta que alcancen edad de casarse; entonces, si les consideráis sensatos, entregadles sus bienes; y no los consumáis pródiga y apresuradamente, adelantándoos a su mayoría de edad. Y que el rico se abstenga por completo [de tocar los bienes de su pupilo]; y que el pobre los comparta en forma honorable. Y cuando les entreguéis sus bienes, que haya testigos por su parte --aunque nadie lleva las cuentas tan bien como Dios.
Todo lo indicado en este versículo generó un cambio radical en las prácticas asociadas a los huérfanos que existían antes de esta sura.
Es interesante que cuando se abordó el tema de la poligamia los musulmanes se resistieron a la idea de crear una intervención institucional sobre la práctica de ella, sin embargo, su actitud fue muy distinta en relación al tema de los huérfanos. Los musulmanes crearon una infraestructura administrativa que tenía el poder de vigilar y supervisar la forma en que las personas gastaban el dinero de los huérfanos, e incluso los huérfanos podían demandar a sus cuidadores si estos habían realizado gastos innecesarios con su dinero. De hecho tenemos registros históricos de juicios legales sobre esto, y en los cuales se muestra que el dictamen fue que la gente debía devolver al huérfano el dinero mal gastado.
Sigue la sura,
(7) A LOS HOMBRES les pertenece una parte de lo que dejen los padres y los parientes, y a las mujeres les pertenece una parte de lo que dejen los padres y los parientes, sea poco o mucho - es una parte prescrita [por Dios].
(8) Y si en la distribución [de la herencia] están presentes [otros] parientes, huérfanos y pobres, dadles algo de ello como sustento, y habladles con amabilidad. (9) Y que teman [a Dios] aquellos [herederos legales] que si dejaran una descendencia débil temerían por ellos --y que sean conscientes de Dios y hablen [a los pobres] de forma correcta.
(10) Ciertamente, quienes consumen los bienes de los huérfanos injustamente, sólo están llenando sus vientres de fuego: pues [en la Otra Vida] sufrirán un fuego abrasador.
El versículo 10 completa el discurso sobre los huérfanos en cuanto indica que quién consuma sus posesiones estará cometiendo un pecado imperdonable.
Es impresionante ver cómo mucha gente trata a los huérfanos siendo que el Corán enfatiza enormemente nuestra colectiva responsabilidad moral en relación a ellos.
Desde mi perspectiva, incluso hemos llegado tan lejos que hemos modificado la licencia que da Dios para casarse con dos o tres, o cuatro mujeres huérfanas, y hemos ignorado por completo lo que el Corán dice sobre los huérfanos. Si Dios dice que, por el bien de los huérfanos, está dispuesto a crear excepciones extremas, hemos tomado esas excepciones extremas y hemos olvidado que ellas eran por el bien de los huérfanos.
El versículo 7 es el comienzo de la demanda coránica, en el período de Medina, que no es solo el hombre quien tiene derechos para reclamar su parte en la herencia, sino que las mujeres también tienen ese derecho. Es por ello por lo que el versículo habla específicamente de los hombres y de las mujeres, porque dada la cultura preexistente, era necesario decir esto explícitamente. Estos derechos se aplican ya sea una herencia pequeña o grande, que sea pequeña no implica que se deban restringir los derechos de las mujeres a su parte.
Noten el versículo 8. El lenguaje parece ser bastante claro. Se nos indica que cuando llega el momento de distribuir la herencia debemos recordar que existen familiares que son pobres y que no tienen derecho a la herencia, y que también existen otras personas que son pobres. Luego el versículo para referirse a otro grupo de personas que deberíamos recordar al momento de distribuir la herencia usa la palabra árabe: “Al-masaakiin”, que algunos intérpretes han indicado que se refiere a los sirvientes que trabajan en la casa de la persona que deja herencia y que obviamente no tienen derecho a la herencia. Dios nos llama a no olvidar la presencia de estos grupos de personas, y a no ignorar sus sentimientos cuando ellos ven que otros pueden heredar algo pero ellos no.
Hay un reporte de Aisha en el cual se indica que ella dijo que este versículo nunca fue abrogado, pero que la gente nunca lo implementó.
Este es otro ejemplo de aquellos en que el Corán desafía a las personas a hacer lo que es moral, pero ellas fallan en hacerlo.
El versículo está literalmente indicando que si se está distribuyendo el dinero entre aquellos que tienen derechos legales, se debe pensar en aquellos que no tienen derechos legales y que no se ignoren sus sentimientos.
¿Cuál es la dinámica ética a la cual el Corán nos está invitando?
Nuevamente, piensen en los huérfanos, piensen en las mujeres sin derecho a heredar, piensen en aquella gente que tiene capacidades mentales deficientes, piensen en aquellos que trabajan en tu casa y no tienen derecho legal a la herencia. La razón por la cual estoy resaltando esto es debido al tema general de esta sura, y que tiene que ver con tu consciencia moral hacia varias categorías de personas diferentes que están en desventaja en la sociedad.
El versículo 9 nos llama a ser conscientes del hecho que esos parientes pobres, o huérfanos, o sirvientes, con los que tratas, ellos podrían, si Dios lo hubiese querido, haber sido tus propios hijos, y por otra parte también debes ser consciente que tú podrías morir dejando a tus hijos en una estado vulnerable.
Ahora llegamos a los versículos que nos entregan las primeras especificaciones explícitas sobre la división de la herencia.
Sigue la sura,
(11) CON RELACION a [la herencia de] vuestros hijos, Dios os prescribe [lo siguiente]: al varón le corresponde el equivalente a la porción de dos hembras; pero si hay más de dos mujeres, les corresponden dos tercios de lo que [sus padres] dejen; y si sólo hay una, recibirá la mitad.
Y a los padres [del difunto], les corresponde a cada uno un sexto de lo que deje, si tiene algún hijo; pero si no tiene ninguno y sus padres son los [únicos] herederos, entonces a su madre le corresponde un tercio; y si tiene hermanos y hermanas, entonces a su madre le corresponde un sexto una vez descontados los legados que haya hecho, o las deudas [pendientes].
No sabéis quienes son más merecedores de vuestro favor, si vuestros padres o vuestros hijos: [de ahí esta] prescripción de Dios. Ciertamente, Dios es omnisciente, sabio.
(12) A vosotros os corresponde la mitad de lo que dejen vuestras esposas, si no tienen hijos; pero si dejan algún hijo, os corresponde un cuarto de lo que dejen una vez descontados los legados que hayan hecho, o las deudas [pendientes]. A vuestras viudas les corresponde un cuarto de lo que dejéis, si no tenéis hijos; pero si dejáis algún hijo, entonces les corresponde un octavo de lo que dejéis una vez descontados los legados que hayáis hecho, o las deudas [pendientes].
Y si un hombre, o una mujer, no tiene herederos en línea directa, pero sí un hermano o una hermana, entonces a cada uno le corresponde un sexto; pero si son más de dos, entonces compartirán un tercio [de la herencia], una vez descontados los legados que hayan sido hechos, o las deudas [pendientes], en ambos casos sin intención de perjudicar [a los herederos].
[Esto es] un mandamiento de Dios; y Dios es omnisciente, benigno.
(13) Estos son los límites fijados por Dios. Y a quien obedezca a Dios y a Su Enviado, Él le hará entrar en jardines por los que corren arroyos, en los que permanecerán: ese es el triunfo supremo.
Hay una narración que dice que la esposa de Saad ibn Rabiyah, que era uno de los compañeros del Profeta (BP) que fue martirizado en una de las batallas, fue donde el Profeta (BP) y se quejó que el tío de las dos hijas de Saad, después que Saad fue martirizado, había tomado toda la herencia y se rehusaba a dar una parte de ella a las hijas. El reporte indica que el Profeta (BP) dio la orden al tío para que le diera a cada una de las hijas un tercio de la herencia, y que a la esposa de Sad le diera una octava parte del herencia, y que el resto se distribuyera de una forma determinada. En muchos tafsir se indica que esta fue la ocasión en la cual estos versículos fueron revelados.
Por muchas razones diversas dudo que este incidente fuese lo que precipitó la revelación de estos versículos.
La ley de la herencia es bastante compleja, y por ello se transformó en un campo de especialización entre los eruditos.
Dentro de las situaciones posibles hay 11 de ellas en las que hombres y mujeres heredan por igual. Hay 4 situaciones en las cuales el hombre hereda más que la mujer, hay 14 situaciones en las cuales las mujeres heredan más que un hombre, y hay 5 situaciones en las cuales la mujer hereda y el hombre no.
El solo hecho que el Corán estableció que la mujer debía heredar fue algo que generó una alta resistencia, tanto durante la vida del Profeta (BP) como también después de su muerte.
Una de las cosas que generó más controversia fue la existencia de esas 5 situaciones en las cuales la mujer hereda y el hombre no, y aquellas 14 situaciones en las cuales las mujeres heredan más que un hombre.
En una sociedad tribal el que la mujer tenga derecho a herencia es visto como una pérdida, ya sea para toda la familia, o todo el clan, o toda la tribu, porque lo que ella herede lo tomará y se lo llevará a la familia, tribu, o clan, del hombre con el cual se case, y por lo tanto esa riqueza es sacada de una colectividad para llevarla a otra.
En mi opinión el asunto significativo es el hecho de la intervención de Dios demandando que la mujer sea parte beneficiada en la distribución de la herencia.
Dijimos que hay cuatro situaciones en las que una mujer hereda menos que un hombre, y generalmente es la mitad. Un ejemplo claro de esto es cuando hay hermanos hombres y mujeres. En el sistema anterior al Corán se establecía que la responsabilidad financiera del cuidado de una mujer recaía en última instancia en un familiar masculino. Entonces, por ejemplo, en el sistema anterior al Corán una hermana divorciada, o viuda, podía demandar a su hermano y obligarlo a pagar sus cuentas hasta que se volviera a casar.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando ya no existen estas causas de acción legal que existían, y cuando las mujeres forman parte de un sistema de bienestar social que reducía las obligaciones financieras de ellas a las de los hombres? Entonces hace sentido que en el caso de hermanos y hermanas se le dé al hombre más porque la obligación financiera de él es mayor que la de su hermana, incluyendo el hecho que él tenía la responsabilidad de cuidarla. Por supuesto que esto genera algunas preguntas: ¿Construimos un sistema de obligaciones de la red de bienestar social para justificar partes iguales?, ¿somos capaces de construir ese sistema?, ¿en la era moderna cómo se construiría el sentido cultural, el ethos, de ese sistema? La ley no puede crear un ethos, solo puede reforzarlo. Incluso si se les da una causa de acción a las hermanas contra los hermanos, el sistema no funcionará a menos que en la gran mayoría de las situaciones los hermanos tengan una ética social que les diga que tienen que cuidar a su hermana, y si no lo hacen, no debería poder “mirarse al espejo” de vergüenza. Entonces la ley interviene en estos casos excepcionales donde por alguna razón la ética social no funciona, pero si la ética social falta, tener una ley es una receta para el fracaso, porque la ley no puede perseguir a cada hermano que no cumpla con su obligación. La ley refuerza un ethos social, no puede inventarlo.
Entonces, no solo la parte compartida entre hermanas y hermanos, o en esas situaciones en las cuales la mujer hereda la mitad de lo que hereda el hombre, sino que en todas las distribuciones que hace el Corán vienen con una lógica clara y directa.
El versículo también nos indica que antes de distribuir la herencia se deben pagar las deudas que tenía el fallecido, y que se debe hacer cumplir su voluntad. De acuerdo a la mayoría de las escuelas de pensamiento una persona es libre de testar hasta un tercio de sus bienes.
Hoy en día existe una discrepancia entre el funcionamiento de la ley de herencia y la red social de apoyo a padres, hermanastros y hermanastras. Entonces, ¿aplicamos las herencias coránicas de forma literal y mecánica, o intentamos comprender su filosofía para luego aplicar la filosofía moral sustantiva?
De nuevo nos vemos obstaculizados en esta conversación por la oscura sombra del colonialismo, el secularismo y el occidentalismo. Por ejemplo, he escuchado que en Egipto hablan de dar a hombres y mujeres partes iguales en la herencia ,y de no diferenciar la parte de un hermano y una hermana. El problema es que el gobierno que está haciendo esto es un gobierno autoritario y despótico, y que esta reforma en la ley no es producto de un debate libre y abierto, que no es producto de simposios y conferencias en las que los eruditos religiosos y todo tipo de personas, académicos, sociólogos, expertos económicos y antropólogos se reúnen y tienen una discusión abierta y debaten y examinan el tema, para que luego, en última instancia, la sociedad emerja en un consenso. No, no se ha hecho de esta manera, sino que esta reforma surge de la voluntad de un déspota e ignorante, un tirano completamente mal educado, que simplemente se le meten ideas en la cabeza y decide ganar puntos con Occidente forzando la voluntad de la gente, y luego lo llaman el gran reformador. Por supuesto que me indigno y me opongo a la reforma, independientemente de si me gusta o no, simplemente por su origen.
Pero aquí estamos estancados, y por eso considero que cualquiera que siga adoptando un paradigma despótico en las sociedades musulmanas está perjudicando a los musulmanes, porque nos condena a este estancamiento entre las dinámicas del despotismo, donde cada idea se ve con gran sospecha y desconfianza, y nunca llegamos a ninguna parte. Pero lo notable es que, incluso fuera del contexto despótico de las sociedades musulmanas, es complicado intentar iniciar una conversación sobre cualquiera de estos temas entre musulmanes. Si lo haces entre los musulmanes viviendo en Occidente, muchos de ellos te considerarán poco doctrinal, alguien que intenta corromper el islam.
Pero la cosa es tan sencilla: ¿Acaso Dios no decretó compartir la herencia entre distintas partes?, ¿esto lo hizo por razones que solo él conoce, o por razones que los humanos pueden descubrir mediante una investigación razonable? Si realmente estudiamos el asunto, podemos llegar a descubrir y comprender el por qué Dios dijo que en una situación una madre debe recibir una determinada parte, y que en otra situación un padre debe recibir una determinada parte de la herencia, y que en otra situación un tío debe recibir otra determinada parte de la herencia, etcétera. Si entendemos el por qué, podremos analizar la filosofía de las partes en que se distribuye la herencia y preguntarnos si, en una situación particular, la lógica de la ley se puede cumplir mejor ajustando las partes o apegándonos a las partes tradicionales, a las partes establecidas por el Corán.
Al menos deberíamos tener una conversación al respecto. El proyecto coránico consistía en apoyar a las categorías de personas desposeídas y asegurar su empoderamiento. Ahora bien, ¿se ha logrado el proyecto coránico con el nivel de empoderamiento que las personas recibieron hace 1400 años? ¿O decimos que el proyecto coránico debe continuar y ser servido de todas las maneras posibles?
Es muy interesante que en estos primeros versículos de esta sura el Corán nos ha mostrado algunas de las reformas sociales, y es increíble que varias de ellas se mantienen como desafíos sociales en los países islámicos, reformas que nunca han sido rigurosa y exitosamente implementadas.
Todas estas reformas presentadas por la sura apuntan a empoderar a los sin poder, pero al mismo tiempo ella responde a las amenazas que este proyecto moral tiene debido a una serie de elementos externos.
Hoy en día todos los musulmanes conocen los impactos que generan las presiones y desafíos externos sobre cualquier proyecto social interno. Tú puedes tener la mejor de las intenciones para mejorar tu sociedad, pero si las circunstancias externas son extremadamente desafiantes, tu habilidad para realmente implementar los programas de mejora interna se verá dificultada. Nosotros vemos esta dinámica en la sura, ella empuja estas reformas en la sociedad musulmana y al mismo tiempo responde a una realidad muy real y concreta que afectaba a los musulmanes. Se pueden resumir estos desafíos en lo asociado a los enemigos externos y cómo lidiar con ellos, y los desafíos morales que ello planteaba, y el segundo desafío externo principal era el desafío de lo que el Corán llama los hipócritas.
Sigue la sura,
(14) Y a quien se rebele contra Dios y Su Enviado, e infrinja Sus límites, Él le hará entrar en el fuego, en el que permanecerá; y le aguarda un castigo humillante.
Este versículo nos resalta la idea de que quienes se rehúsen a implementar este programa de reformas de Dios son de hecho personas que están fuera del camino de Dios.
Dios, al colocar este versículo justo a continuación de la reforma sobre la herencia, está indicando SU conocimiento sobre toda la resistencia y los obstáculos que se generarían y persistirían en relación a ella.
Sigue la sura,
(15) Y PARA AQUELLAS de vuestras mujeres que cometan una indecencia, buscad a cuatro testigos presenciales; y si dan testimonio de ello, recluidlas en sus casas hasta que les llegue la muerte o Dios les procure una salida [por su arrepentimiento]. (16) Y castigad [de igual modo] a ambos culpables; pero si se arrepienten y se enmiendan, dejadles en paz: pues, ciertamente, Dios acepta el arrepentimiento y es dispensador de gracia.
Muchos intérpretes del Corán indicaron que el versículo 15 está relacionado a mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres. Sin embargo, la evidencia para sostener esta opinión es realmente muy débil.
El versículo habla sobre las mujeres que cometen “faahisha”. Ahora, esta palabra árabe en un sentido amplio se refiere a cualquier conducta inmoral, pero normalmente en el lenguaje ella se usa para referirse a una conducta inmoral de carácter sexual.
Otro tema es que especialmente en los tafsir más tardíos, entre aquellos que interpretaron la palabra árabe “faahisha” como cualquier conducta inmoral de carácter sexual, indicaron que este versículo fue posteriormente abrogado por el versículo que habla de un castigo de 100 azotes para los culpables.
Pero uno primero debe volver hacia atrás en la sura y recordar sobre la temática de la cual ella está hablando, y qué se está estableciendo. Entonces, cuando ustedes miran el contexto de esta revelación se observa la existencia de una práctica cultural en la cual un marido podía acusar a su esposa de haber cometido conductas sexuales inmorales, y entonces él decía cosas como: “yo sospecho de mi esposa, y entonces la acuso de haber hecho esto u esto otro con esta persona”, y una vez que hacían esto, la práctica histórica y cultural le daba el poder a este marido para quitarle a su esposa el dinero y los regalos que le había realizado, y todo esto con la simple declaración del marido. Además podía dejar encerrada a la mujer, la cual quedaba como prisionera en la casa del marido. Además, en esa situación, él podía casarse con otra mujer sin siquiera divorciar o liberar a la mujer que estaba afectada por esta situación. En algunas pocas situaciones la mujer era dejada como prisionera en la casa de su familia.
Entonces, por razones complejas las personas cuando leen este versículo se focalizan en el castigo, en lugar de focalizarse que acá tenemos la primera mención asociada a la necesidad de cuatro testigos, y ese es el tema relevante en este versículo.
Lo que fue completamente inusual fue que ya no era, ni válido ni aceptable, el tomar acciones contra esas mujeres simplemente por la declaración realizada por el marido. Esta fue la primera vez que el Corán viene y establece el requerimiento de cuatro testigos.
Lo que solía suceder es que el marido decía: “bueno, no sé qué exactamente pasó, no sé si se consumaron relaciones sexuales o no, pero sí sé que ella fue vista con otro hombre, que andaban dando vueltas juntos y que tenían sus citas”, y eso era suficiente para afectar a la mujer con las severas consecuencias que mencioné. Entonces llega el Corán y dice que eso ya no es válido, que se requieren cuatro testigos, y los cuatro testigos no presenciando la relación sexual en sí, sino la inmoralidad sexual.
Entonces, se establece un proceso judicial, en el cual se discute el caso, se presentan las pruebas, y si los hechos son evidenciados, se declara a la mujer culpable y entonces se determina si ella debe quedar prisionera en la casa, pero si ella luego de revisitar todos los acontecimientos se arrepiente, ella puede ser liberada. Todo esto es una reforma del proceso, un nuevo proceso que exige evidencia, y también es una reforma post-condena. No es que te condenen y se acabó, sino que te condenan y hay un proceso continuo de revisión para determinar si, de hecho, se ha logrado el arrepentimiento.
Cuando esto se llevó a la aplicación se generó otra reforma, que no está mencionada en el Corán, y es que si hay cuatro testigos y la mujer en definitiva es declarada culpable, entonces el matrimonio se disuelve automáticamente. Los juristas de los primeros tiempos indicaron que al ser disuelto el matrimonio entonces la mujer no podía quedar recluida en la casa de su exmarido, y entonces el estado debía proveer un lugar o, como la gran mayoría indicó, ella debía quedar bajo arresto en una casa propia o en la casa de su familia.
Hay un hadith que tiene una autenticidad problemática pero que encuentras en las tradiciones y sobre el cual se han generado muchas discusiones. El hadith indica que cuando el versículo sobre los 100 azotes fue revelado, el Profeta (BP) comentó sobre dicho versículo y dijo: “en sura Al-Nisa’ se dijo que había que recluirlas en casa hasta la muerte o hasta que Dios les diera una salida, y ahora Dios les ha dado una salida”. El hadith tiene la implicancia que el versículo asociado a los 100 azotes, que fue revelado años después que este versículo, habría abrogado este versículo asociado a recluirlas en casa, pero incluso los juristas tradicionalistas han cuestionado la autenticidad del hadith.
Es muy probable que el versículo de los 100 azotes se esté refiriendo exclusivamente a la concretización de la relación sexual, exigiendo para ello cuatro testigos de la relación sexual misma. Pero el versículo de esta sura está hablando de una dinámica distinta, una dinámica que tiene que ver con que el marido, o la familia del marido, acusa a la esposa de un mal comportamiento sexual, no de haber tenido relaciones sexuales con otra persona.
Es interesante observar que antes de la revelación de este versículo nosotros podemos encontrar reportes históricos en los que se muestra la práctica de maridos acusando a sus mujeres sobre comportamientos sexuales inapropiados, con todas las consecuencias mencionadas, pero después de la revelación de este versículo, si es que hubo casos de acusaciones de maridos a mujeres, no quedaron registrados en la historia porque no es posible encontrar en los registros alguno que hable de ello. Bueno, yo no los pude encontrar, pero lo que sí encontré fueron muchos reportes asociados a la práctica preislámica, y lo que también encuentras son reportes que dicen que esa práctica no se siguió repitiendo después de que sura Al-Nisa’ fuese revelada.
Curiosamente en los reportes más tempranos asociados a la temprana jurisprudencia islámica, dentro de los primeros tres siglos del islam, los juristas hablaron de un proceso en el que si había declaración de culpabilidad luego debía haber un proceso para verificar si la mujer se arrepentía.
En todos los reportes que he revisado en mi vida nunca he encontrado alguno en el cual se indique que alguna mujer fue condenada en un proceso donde cuatro testigos atestiguaron contra ella. Hay casos de registros donde se indica que personas fueron apedreadas o azotadas debido a que confesaron su culpabilidad, pero no hay casos donde la condena se produjese por la testificación de cuatro testigos, pero estos casos están asociados a acusaciones de relaciones sexuales. En el caso de conductas sexuales inapropiadas, no he podido encontrar ni siquiera un reporte donde una mujer haya confesado su culpabilidad. Lo que agrega algo más a la poca claridad de las circunstancias sobre las cuales este versículo habla.
Ahora, fíjense en el versículo 16. Ha existido un muy interesante debate entre los juristas musulmanes sobre este versículo, porque habla de castigar a ambos, y la pregunta es: ¿se refiere a dos mujeres, o se está refiriendo a un hombre o una mujer? Este cuestionamiento surge porque el versículo usa, en idioma árabe, una forma gramatical femenina para referirse a estas dos personas, pero en el árabe aunque uses esta forma gramatical tú podrías no estar refiriéndote necesariamente a dos mujeres, sino que también podrías estar refiriéndote a una mujer y a un hombre. Esta es una de las razones por la cual algunos juristas indicaron que estos dos versículos se estaban refiriendo a situaciones donde una mujer tiene sexo con otra mujer, porque ellos dicen:” bueno, el versículo 16 indica que se debe castigar a ambas mujeres”. Sobre el castigo indicaban que la casada se debe dejar en arresto domiciliario, y sobre la no casada no se especifican castigos específicos.
Cuando investigué y estudié el contexto histórico de estas narraciones lo que emergió es algo que no da fundamentos para sostener la opinión de que estos versículos se refieren al caso de relaciones entre dos mujeres. La práctica preislámica era que si había realmente un comportamiento sexual inadecuado, solo una de las dos personas era castigada, y esa parte era la mujer, porque era considerado algo deshonroso que la mujer se involucrara en este tipo de conductas, pero no era un gran tema que el hombre lo hiciera.
Lo que es fascinante es que los tempranos reportes asociados al versículo 16 no hablan de relaciones entre mujeres, sino que hablan de que esta fue la primera vez en la que el Corán habla de que, si en definitiva hay una declaración de culpabilidad de la mujer, el hombre también debe ser castigado. Hay reportes donde Ibn Massoud o ibn Abbas hablan de que el hombre, en el caso de culpabilidad, debiera ser golpeado con los zapatos de las personas, en otras palabras, un tipo de castigo que lo avergonzara públicamente. Pero luego el versículo nos indica que la declaración de culpabilidad y el castigo posterior no es el fin de la historia, porque si ellos se arrepienten deben ser perdonados.
Hay otro tema interesante asociado a los versículos 15 y 16. Ellos gramaticalmente le están hablando a una colectividad, hablan en plural, ningún estudioso del Corán ha entendido estos versículos como si se dirigieran a la discreción del cónyuge, ni que dijeran básicamente: “A discreción de su esposo, si está convencido de que hay cuatro testigos, haga esto o aquello”. Todos entendieron que esto se refería a un proceso judicial, un proceso con cargos, testigos, condena, castigo, y un proceso de perdón posterior. En otras palabras, se dirigía a la comunidad en general, encargándole la implementación de ciertos principios, y este principio no es el arresto domiciliario, sino los cuatro testigos. Esto fue lo que captó la atención de todos los que recibían la revelación coránica.
Siglos después, los lectores a menudo pasan por alto a los cuatro testigos y se centran en el arresto domiciliario. Esto se debe a que el lector moderno es tan contextual como el lector premoderno; cada persona comprende el texto dentro de lo que afecta a su subjetividad en su propia época. Si quieres ser justo con el AUTOR del Corán, si quieres comprender SU intención, debes analizar a qué se refería. No puedes simplemente decir: "Bueno, impongo mis subjetividades al Corán".
Ahora bien, ten en cuenta este punto sobre dirigirse al público, una acusación pública en lugar de una acusación privada, porque esto será particularmente significativo cuando lleguemos al versículo que los musulmanes modernos conocen como el “versículo de los golpes”.
Sigue la sura,
(17) En verdad, Dios sólo acepta el arrepentimiento de aquellos que habiendo hecho el mal por ignorancia, se arrepienten antes de que se les pase su plazo: a estos se vuelve Dios en Su misericordia --pues Dios es omnisciente, sabio; (18) pero no será aceptado el arrepentimiento de aquellos que hacen el mal hasta que, viendo próxima su muerte, dicen: “En verdad, ahora me arrepiento”; ni el de aquellos que mueren mientras [siguen aún] negando la verdad: para esos hemos preparado un castigo doloroso.
En estos versículos se habla sobre el arrepentimiento, y lo que se dice sobre él no necesariamente se limita a los que han cometido un comportamiento sexual inapropiado, hayan sido encontrados culpables o no, sino que está hablando en términos generales.
El versículo nos indica que el arrepentimiento que más fácilmente accede al perdón es aquel que proviene de haber cometido un error por ignorancia, pero esa ignorancia puede ser debida a desconocimiento de la ley, o puede ser ese tipo de ignorancia que proviene de la necedad o debilidad. Estos recibirán el perdón y la misericordia de Dios. Pero aquellos que persisten obstinadamente en el error no lograrán lo mismo, especialmente aquellos que persisten hasta que la muerte les parece cercana. La diferencia de ambos tipos de persona está en su actitud hacia el error o pecado que cometen.
Entre los estudiosos del Corán hay un debate del tipo gramatical sobre la expresión que habla de aquellos que se arrepienten cuando la muerte la ven próxima. Hay un Hadith atribuido al Profeta (BP), sobre el cual hay muchos debates sobre su autenticidad, que indica que él dijo que esto se refiere a quienes están en las etapas finales de la muerte, etapas en las cuales las puertas del arrepentimiento están cerradas. Aquellos que rechazaron la autenticidad de este Hadith abrieron la discusión sobre qué pasa con aquellas personas que cometen pecados sin preocuparse por ello, y los cometen una y otra vez, y en sus mentes tienen ese pensamiento que cuando sean mayores se arrepentirán de todo lo malo que hicieron, y entonces cuando llegan a los 70 u 80 años se arrepienten de sus malas acciones. Con respecto a esto son dos las posiciones más famosas. La primera de ellas es la de aquellos que están ansiosos por defender una actitud más indulgente, y se enfocan en la idea que este versículo se refiere a quienes están en su lecho de muerte. La otra escuela de pensamiento argumenta que el versículo está hablando sobre una dinámica social, y es que hay gente que se arriesga y apuesta a que vivirá muchos años más, y entonces se dicen que “van a vivir al máximo” hasta que se hagan viejos, y que cuando se hagan viejos se arrepentirán de todo lo que hicieron. La pregunta que esta segunda forma de pensar genera es: ¿esto es realmente un verdadero arrepentimiento? Un ejemplo de esto en nuestra época moderna, y que se expresa de una forma bastante hipócrita en nuestras sociedades modernas, es el de aquellas mujeres que creen que es obligatorio el uso del hijab pero no lo usan hasta que se casan, o no lo usan mientras son jóvenes, pero cuando se casan o llegan a los 50 años deciden comenzar a usarlo.
Sigue la sura,
(19) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No os es lícito [tratar de] heredar de vuestras mujeres [reteniéndolas] contra su voluntad; ni ponerles impedimentos para así quitarles parte de lo que les habéis dado, a menos que hayan cometido un acto probado de indecencia. Y convivid con vuestras esposas en forma honorable; pues si os desagradan, puede ser que os desagrade algo que Dios vaya a hacer fuente de mucho bien.
El versículo diecinueve fue la puerta de entrada para descubrir el significado del versículo 15.
Cuando ustedes investigan en todos los antecedentes y reportes, pueden descubrir que el versículo 19 aún está hablando del mismo tema, y este era que una de las prácticas abusivas que hacían los maridos, tomando ventaja de su posición, era acusar a sus esposas de una conducta sexual inmoral con el motivo de generarse beneficios financieros. Después de acusarlas las mantenían en un estado en que ni se divorciaban con ellas ni las trataban como esposas, y lo hacían para aprovecharse de los bienes de ellas e incluso a menudo de los bienes de la tribu a la cual ella pertenecía. ¿Por qué esto es importante? Observen el lenguaje del versículo, él indica que el esposo no le puede quitar nada de lo que le ha dado a menos que la mujer haya cometido un acto sexual inmoral que fuese testificado por 4 testigos. En muchas traducciones se indica: “a menos que hayan cometido un acto probado de indecencia” (que es el caso de la traducción en uso), ¿pero en este caso quién determina que la mujer lo cometió o no? Entonces este versículo sigue la narrativa de los versículos anteriores, y por lo tanto sigue el concepto que la acusación a la mujer debe contar con cuatro testigos para que se produzca el proceso de justicia correspondiente, y si luego de este proceso ella es condenada, entonces el marido puede tomar los bienes. ¿Pero qué bienes? De acuerdo a la jurisprudencia más temprana, de los primeros tiempos, en estos casos el hombre no podía tomar los bienes personales de ella, ni tampoco podía tomar de vuelta los regalos que le había hecho, sino que lo único que podía tomar era la dote que le había dado, si es que la dote aun existía, y el matrimonio se disolvía automáticamente. Por lo tanto este versículo reguló el comportamiento abusivo que cometían esos hombres contra sus esposas.
En el caso que el hombre estableciera cargos sobre su esposa, y no pudiese traer los cuatro testigos al juicio, el matrimonio también se disuelve, pero el hombre no recibe nada de los bienes de la esposa.
Hay otro tema sobre esto. En el versículo se indica que el hombre no puede ejercer ningún tipo de coerción sobre su esposa para tomar lo que ella ha heredado, que era lo que habitualmente sucedía, pero esta parte del versículo también se puede interpretar que los hombres no pueden heredar a las mismas mujeres. La práctica preislámica era que si tu hermano moría tú heredabas a su esposa, y luego tú tenías la opción de casarte con ella o no, pero ella no era liberada mientras tú no ejercieras tu opción, y la mujer quedaba atrapada en esa situación. Muchas veces los hombres dejaban a las mujeres en esta situación, y normalmente lo hacían cuando la mujer provenía de una tribu prestigiosa y poderosa, porque existía la posibilidad de que ella heredara algo de alguien de esa tribu y entonces se volvía valiosa desde el punto de vista financiero. Cuando la mujer heredaba algo y renunciaba a esos bienes en favor de quien la mantenía retenida, ahí era liberada.
Entonces este versículo prohibió ambos tipos de comportamientos, prohibió el comportamiento de los maridos que imputaban cargos contra las mujeres con el objetivo de apropiarse de sus bienes, y también prohibió la práctica de que la misma mujer fuese objeto de ser heredada.
El versículo 19 tiene otra implicancia, y esto fue reforzado por las enseñanzas del Profeta (BP) sobre este versículo. El Profeta (BP) enfatizó que el casarse por cualquier razón de conveniencia, como puede ser por razones financieras, o por presión social, o porque el hombre no quiere alejarse de la familia de la mujer, o porque trabaja en los negocios de la familia de la mujer; el aferrarse a la esposa por este tipo de razones y al mismo tiempo no tratarla con bondad, benevolencia y generosidad, es un pecado.
Existen reportes que muestran a hombres que fueron donde el Profeta (BP) y le dijeron: “yo no puedo tratar a mi esposa como mi esposa porque mis sentimientos son estos…”. Los reportes indican que la respuesta del Profeta (BP) fue que si ellos querían evitar a sus esposas, que si ellos no querían tratarlas como esposas, entonces debían dejarlas ir. Ahora, esto no se convirtió en una obligación, porque las consecuencias sociales hubiesen sido devastadoras. Imaginen las consecuencias en una sociedad, en la cual el matrimonio es la base de ella, que se convirtiera en una obligación que el hombre que ya no tiene sentimientos por su esposa debiera divorciarse. Pero la idea de mantener a la esposa como tal solo por motivos ocultos o materiales es una de las razones de la revelación de este versículo.
En la vida del Profeta (BP) vemos enfatizado el mensaje que debemos recordar que no es suficiente para romper el vínculo del matrimonio el que los sentimientos y la pasión se han enfriado, y se debe recordar que no se puede sacar a Dios de la ecuación del matrimonio, y entonces se debe recordar que aunque esos sentimientos se hayan ido puede ser que esa relación sea una fuente de bendiciones y de bondad para el hombre. Tenemos muchas narraciones donde esto es aplicado por el Profeta (BP) tanto para hombres como para mujeres. En esas narraciones se habla de mujeres que fueron donde el Profeta (BP) y le dijeron: “ya no me importa mi marido, quiero divorciarme de él”, y los reportes indican que el Profeta (BP) luego de escucharlas les recitó este versículo y después les dijo: “Aun cuando no tengas sentimientos por él, tal vez él es una fuente de bendiciones para ti”. Si las mujeres insistían en su posición, en varios reportes se indica que el Profeta (BP) le indicaba al marido que las dejara ir, y la mujer debía regresar la dote. También tenemos varios reportes donde se muestra la situación contraria, donde hombres iban donde el Profeta (BP) y le decían: “yo ya no tengo sentimientos hacia mi esposa y la quiero dejar ir”, y los reportes indican que el Profeta (BP) luego de escucharlos les recitó este versículo y después les dijo: “Aun cuando no tengas sentimientos por ella, tal vez ella es una fuente de bendiciones para ti, por lo tanto piénsalo bien”.
Lo que me interesa de esto como estudiante del Corán es la introducción por primera vez, en todo el discurso del matrimonio y el divorcio, de la ética de la divinidad, que en todo se debe pensar en Dios, que no es solo un asunto de sentimientos, ni de intereses, ni de aspectos culturales, ni de hábitos.
Es muy fácil decir: “bueno, solo lee el Corán y pone atención a lo que dice su lenguaje”, pero si solo haces eso perderás una considerable parte de su riqueza, porque para todo en el mundo hay un contexto, y el mismo Corán se refiere a ese contexto.
Tú puedes aplicar el lenguaje de manera universal, pero puedes hacer eso luego de haber estudiado previamente el contexto y así comprender la trayectoria universal del lenguaje, luego de haber comprendido esto puedes decirte a ti mismo la forma en que el Corán trata con esos problemas reales de carácter social: combatir las formas fáciles de generar falsas e infundadas acusaciones, combatir las dinámicas explotadoras dentro del matrimonio donde uno toma ventaja del otro para obtener beneficios financieros o de otro tipo, comprender un elemento de moralidad y precaución en cuanto a que el matrimonio no es solo una cuestión de seguir los sentimientos sino que se debe pensar en Dios y en lo que ÉL espera, comprender que la actitud en el matrimonio debe ser de benevolencia y generosidad, y que el matrimonio es una fuente de bendiciones de Dios y no simplemente un medio para la satisfacción de los deseos.
El problema de las personas es que cuando el Corán les da una serie de parámetros éticos para su comportamiento, ellas dicen: “sí, sí, está bien, pero no tengo mucha energía para ponerle mucha atención a eso, por favor solo dime los aspectos básicos y prácticos de esto, solo dame las leyes y reglas que debo implementar”, quieren solo seguir las reglas olvidándose de los principios, pero eso no funciona.
Luego el mensaje de este versículo es reforzado en el versículo siguiente.
Sigue la sura,
(20) Pero si queréis separaros de una esposa y casaros con otra en su lugar, no toméis nada de lo que disteis a la primera, aunque haya sido mucho. ¿Ibais, acaso, a tomarlo calumniándola y cometiendo así un delito evidente? (21) ¿Y cómo ibais a tomarlo después de haberos entregado el uno al otro, y de que ella haya recibido una solemne promesa vuestra?
Si tú estás en un matrimonio por razones materiales, eso es una equivocación, tú no tienes permitido mentirle a alguien y decirle “te amo” si en realidad no es así y lo que estás buscando es beneficiarte de la otra persona. Tú no puedes mentir en esto, el trato debe ser con benevolencia y generosidad, pero sin mentiras.
Si todo falla, y si nadie quiere abusar de nadie, y se escucha el mensaje de Dios, y se responde a la pregunta si se está en el matrimonio por razones materiales o no, si luego de todo ello aún se desea salir del matrimonio, entonces se nos entrega otra reforma contextual.
Era muy común en los divorcios de la época preislámica que todos los asuntos financieros de la mujer divorciada pasaran a ser responsabilidad de su familia o de su nuevo esposo. Por otra parte, el hecho de dejar a la mujer implicaba que el marido tenía derecho a tomar todo lo que le había dado. Esa era la práctica habitual: divorciarse y recuperar todos los bienes. A menudo, los esposos decían: "Tengo la intención de divorciarme de ti, pero no te liberaré a menos que primero me asegure de obtener lo que quiero". El versículo 20 termina con esto porque indica que el hombre no puede recuperar lo que le ha dado a la mujer.
El versículo describe este proceso y la dinámica social en la que los hombres tomaban lo que habían dado, a menudo incluso regalos, y curiosamente incluso ropa, porque los textiles tenían valor, así que también tomaban la ropa y la vendían. El versículo describe esta práctica de los hombres como un gran pecado.
Notable y sorprendentemente, en mi opinión, parece ser que esta reforma coránica tuvo mucho más éxito que las anteriores, porque no tenemos reportes de juristas lamentándose de que la gente no cumplía con lo indicado por el Corán, mientras que asociados a las otras reformas sí encontramos ese tipo de reportes entre los juristas. Por supuesto que esto no significa que no existieran, sino que simplemente significa que los juristas no registraron la resistencia social si es que la hubo. La impresión que me da es que los hombres respetaron esta prescripción de forma justa, pudiendo ser que mi impresión sea correcta o incorrecta.
Lo que también es significativo aquí es que el versículo no solo describe la práctica preislámica como un pecado grave, sino que ella era una forma de agresión y engaño, una deshonestidad, por lo que la califica de altamente inmoral.
Luego el versículo le recuerda a esa sociedad que Dios considera un pacto matrimonial como un pacto muy importante.
En teología y en la ley, si tú rompes un pacto muy importante, cualquiera que sea el propósito de ese importante pacto, sin una causa justa, y es Dios quién decide qué es causa justa o no, eso es considerado un pecado.
Si ustedes buscan el tema de los pactos muy importantes en libros de teología en particular, le dirán que este tipo de pactos no se pueden romper simplemente porque sí, no se pueden romper simplemente porque uno lo desea, porque ellos son efectivamente como una promesa hecha a Dios.
Ahora, ¿es absurdo sugerir que debido a la institución del patriarcado, aun cuando los hombres entendieron que los pactos muy importantes no pueden ser rotos sin una causa justa porque de lo contrario es un pecado, cuando llegan al asunto del matrimonio, y siendo que el Corán se refiere a esto como un pacto muy importante, ellos no pudieron ponerse a pensar que si el hombre divorcia a su esposa sin una razón, están cometiendo un pecado?
Creo que hay que hacer una pausa consciente sobre esto, porque la mayoría de los hombres al pensar en un hombre que divorcia a una mujer sin una causa justa dirá: “bueno, él no debería hacerlo”, pero el Corán mismo está llamando al matrimonio: “un pacto muy importante”, ¿acaso con esto no tienen una prueba clara entonces? Ahora, cuando se trata de si una mujer puede pedir el divorcio sin motivo, este tipo de hombres no tienen problema en recordar que el matrimonio es un importante pacto, y ustedes pueden encontrar muchos libros que les recuerdan a las mujeres que es un pecado grave rebelarse contra un buen esposo (y esta gente entiende por buen esposo aquel que básicamente paga las cuentas). Pero ellos no tienen la misma excusa cuando se trata de hombres que quieren divorciarse.
Hay mucha gente a la que le gusta fingir que ellos pueden leer el Corán de forma objetiva sin que intervengan sus posiciones subjetivas en la dinámica interpretativa. Los seres humanos pueden aspirar a la objetividad, siempre que sean conscientes y honestos al respecto, es decir, que sean deliberados y que se digan a sí mismos: "Sí, soy consciente de mi subjetividad, pero mi objetivo, en la medida de mis posibilidades, no es respetar mi propia objetividad, sino la objetividad del AUTOR del Corán, hasta el punto en que la pueda comprender, y hacer este esfuerzo con gran humildad".
Pero hay ciertas partes del Corán donde se observa, a lo largo del tiempo, una falla sistemática en cuestionar la subjetividad del intérprete del texto coránico, y esta es una de ellas. La mayoría de los juristas no tuvieron problema en afirmar que es un pecado grave tomar algo que se le ha dado a una mujer solo por divorciarse de ella, y la mayoría no tuvo problema en decir que el hombre no puede alegar: "Lo tomo porque cometió una conducta inmoral". La mayoría de los juristas afirmaron que si no se tienen cuatro testigos no se puede tomar algo que se le ha dado a la mujer solo por divorciarse de ella. La mayoría de los juristas afirmaron que no basta con tener cuatro testigos, sino que debe establecerse en un tribunal, por lo que el hombre no puede decir: "Bueno, mis cuatro hermanos fueron testigos, así que me quedo con su propiedad". Sin embargo, donde los juristas sí tuvieron problema fue en afirmar que existen restricciones éticas en los divorcios iniciados por hombres, los juristas no pudieron ni procesar ni aceptar esto. Así que no es inusual en entornos muy tradicionales, e incluso en algunas mezquitas y centros islámicos encontrase con algunos que digan: "Bueno, ya sabes, puedes divorciarte de una mujer sin motivo alguno, puedes hacerlo si te has aburrido de ella". Pero eso es muy incoherente con el lenguaje del Corán sobre el importante pacto que es el matrimonio. Esto es algo importante que ustedes deben recordar.
Sigue la sura,
(22) Y NO os caséis con aquellas mujeres con las que vuestros padres han estado casados-- aunque lo pasado, pasado está: esto es, en verdad, algo indecente y aborrecible, y un mal camino.
(23) Os están prohibidas vuestras hermanas, vuestras hijas, vuestras tías paternas y maternas, las hijas de vuestro hermano y las de vuestra hermana; y vuestras madres de leche, vuestras hermanas de leche; y las madres de vuestras esposas; y vuestras hijastras que están bajo vuestra custodia, nacidas de esposas con las que habéis consumado vuestro matrimonio; pero si no habéis consumado vuestro matrimonio, no incurriréis en falta [casándoos con sus hijas]; y [os están prohibidas] las esposas de vuestros hijos consanguíneos; y tener a dos hermanas [por esposas] a un tiempo --aunque lo pasado, pasado está: pues, ciertamente, Dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia.
Era bastante frecuente en la época preislámica que los hombres heredaran sus madrastras y luego se casaran con ellas. Esta práctica estaba anclada en el mantenimiento de la riqueza y los bienes en la tribu o en el clan. También había alguna forma de celo en cuanto a que la mujer del padre fuera la esposa de otro hombre, entonces quien heredaba a la madrasta o tomaba la elección de casarse con ella, o no le daba la libertad para que no se casara con otro hombre.
El versículo 23 establece claridad en cuanto a las personas con las cuales no se puede contraer matrimonio. En algunas tribus se practicaba el casamiento con la tía materna, o con el sobrino o la sobrina, y era bastante extendida la práctica de casarse con las hijastras.
¿Por qué el versículo indica “aunque lo pasado, pasado está” ?, esto es debido a cuan frecuente era que los hombres se casaran con su madrastra y que se casaran con dos mujeres que fueran hermanas, incluso al mismo tiempo.
Si observamos las relaciones que el Corán prohíbe en este versículo, encontramos por una parte relaciones claramente relacionadas con los vínculos consanguíneos, pero por otra parte encontramos relaciones que no lo son, como es el caso por ejemplo con el casamiento con dos mujeres que sean hermanas, o el casamiento con la hijastra o con la madrastra. En todos los casos que he analizado en los reportes históricos estas relaciones eran de poder desigual, a menudo, la persona que se casaba provenía de una tribu o familia poderosa y dominante, y se casaba con una tribu o familia débil. En lo personal me resulta muy interesante que entre las cosas que el Corán prohibió se encuentren estas relaciones que tenían un tono abrumador de vulnerabilidad.
Sigue la sura,
(24) Y [os están prohibidas] todas las mujeres casadas a excepción de las que posea vuestra diestra [y mediante matrimonio]: esta es una prescripción de Dios, vinculante para vosotros. Os están permitidas todas las demás [mujeres], para que las busquéis, ofreciéndoles de vuestros bienes, con intención de contraer matrimonio, no para fornicar.
Y a aquellas con quienes deseáis disfrutar en matrimonio, dadles la dote obligatoria; pero no incurriréis en falta si, después de [haber acordado] esta obligación legal, decidís de mutuo acuerdo algo [distinto]: ciertamente, Dios es en verdad omnisciente, sabio.
(25) Y quienes de vosotros, por sus circunstancias, no estén en posición de casarse con mujeres libres creyentes, [que se casen] con jóvenes creyentes de las que vuestras diestras posean. Y Dios conoce bien vuestra fe; procedéis los unos de los otros. Casaos, pues, con ellas con el permiso de su gente y dadles su dote en forma honorable --pues son mujeres que se entregan en matrimonio, no en fornicación ni como amantes secretas. Y si estando ya casadas, cometieran un acto de indecencia, se les impondrá la mitad del castigo que [se impone] a las mujeres libres.
Este [permiso para casarse con esclavas] es para aquellos de vosotros que teman sucumbir al mal. Pero lo mejor para vosotros es que perseveréis en la paciencia [y os abstengáis de tales matrimonios]: y Dios es indulgente, dispensador de gracia.
La primera regla de estos versículos es que las relaciones sexuales más allá del matrimonio no están permitidas, y esto aplica ya sea en la relación con una persona libre o con alguien en situación de esclavitud.
(La lectura del versículo 24 corresponde a la prohibición del casamiento con mujeres que ya están casadas, y luego el versículo indica que está permitido el casamiento con mujeres que sean esclavas. El versículo no indica que está permitido el matrimonio con esclavas que estén casadas).
Los versículos establecen una preferencia para que el hombre contraiga matrimonio con una mujer libre, y de hecho la recomendación era que si el hombre se casaba con una esclava la liberara antes del casamiento, esto por el cuestionamiento natural que surge: ¿Cómo sostener una relación de matrimonio con una mujer que es tu esposa y tu esclava a la vez? Frente a esto muchos han respondido: “Bueno, tú sabes, en el islam a los esclavos se les debe tratar como se trata a los miembros de la familia, los debes vestir como tú te vistes, los debes alimentar como tú te alimentas, ellos merecen los mismos derechos financieros”, pero incluso así, es una cuestión de moral, ¿Cómo una mujer puede ser tu esposa y tu esclava al mismo tiempo? Además, si luego del matrimonio la mujer daba a luz, automáticamente se volvía una mujer libre.
¿Existen ejemplos de personas que poseían esclavas a las cuales les propusieron matrimonio y ellas los rechazaron? La respuesta es: “sí”, encontramos en los reportes históricos casos como estos. Sin embargo, ustedes deben saber que dentro de los libros de tradiciones encuentran eruditos que eligieron tomar una posición interpretativa muy patriarcal sobre estos versículos. La interpretaciones que ellos eligieron fue: “cásate con una mujer libre y si no puedes, cásate con una mujer esclava que no sea tuya”. ¿Por qué ellos eligieron esta interpretación? Porque ellos querían mantener el que el hombre pudiera tener relaciones sexuales con las esclavas que poseía aun cuando el hombre no estuviera casado con ella. Pero esto generó algunos problemas para estos eruditos, uno de los principales problemas, y esto fue antes de la tecnología para estudiar el ADN de las personas, era cuando la mujer quedaba embarazada y se deseaba saber quién era el padre, algo requerido en la ley islámica, porque si el dueño de la esclava podía tener relaciones sexuales con ella sin necesidad de casarse, y otro hombre se casaba con esta esclava con la cual también iba a tener relaciones sexuales, ¿cómo iban a saber quién era el padre si ella quedaba embarazada? Frente a esta problemática dichos eruditos no tuvieron respuesta.
Lo que es de mi interés en este punto es: ¿qué podemos aprender de la historia?
Estoy convencido que claramente se observa que era muy rara y poco común la práctica de simplemente comprar una esclava y tener relaciones sexuales sin primero contraer matrimonio con ella. Hay un asunto en la ley islámica en relación a si la mujer esclava con la cual un hombre se casó cuenta o no dentro del máximo de cuatro esposas. Pero esto es un debate y una discusión al margen de este tema. El asunto acá es que los proponentes del sexo libre con las esclavas nunca han tenido una respuesta a las problemáticas de dicha situación. Algunos de estos eruditos dijeron que si la esclava se casaba con alguien distinto a su dueño, el derecho de este a tener relaciones sexuales con ella se terminaba, pero en este caso surge la pregunta: ¿Por qué el dueño de la esclava aceptaría que ella se case con alguien si eso terminaría con su derecho a tener relaciones sexuales con ella?
A pesar de que escuchas a aquellos que hacen la suposición que el acceso a la relación sexual es parte de la esclavitud, e indican esto mencionando que en ello no puede haber coerción, planteamiento que es confuso, el mismo lenguaje da fundamentos y soporte a la forma en que Muhammad Assad interpretó estos versículos, como también, en mi opinión, la práctica que vemos en los reportes históricos que soporta esta interpretación, como también es soportado por lo dicho por el Profeta (BP),en relación a que la esclavitud no implica libre acceso sexual.
Cuando ustedes observan el contexto de esto, el aspecto que muchos musulmanes modernos pierden de vista es la expresión coránica: “mut-tajidaati ajdaan”. El foco ético en esto está sobre la prohibición de las amantes secretas, relaciones secretas que incluyen relaciones sexuales, relaciones en las cuales cuando la persona es abandonada, o la relación se termina, no hay recursos para exigir los derechos de las partes, no hay protección de los derechos y de lo que le corresponde a las partes porque fue una relación secreta en la cual las familias no jugaron ningún rol, y tampoco existieron las restricciones necesarias para evitar cualquier abuso en dicha relación.
El versículo menciona: “Casaos, pues, con ellas con el permiso de su gente”. La pregunta que surge acá es si el consentimiento del tutor es necesario para que el matrimonio sea válido. Desde el aspecto legal, esa es una pregunta diferente, pero desde el aspecto ético, este versículo nos enseña que un hombre no se debe casar con estas mujeres a espaldas de la familia de ellas, que no se debe casar en secreto.
Les estoy hablando de esto para hacer una referencia a lo que sucede bastante en nuestros tiempos, donde tenemos a estos sheij de algunas partes que toman a una esposa en secreto, y luego a otra esposa en secreto, y luego la gente pregunta si esto es permitido o prohibido. La respuesta que a menudo estos sheij les darán es: "Bueno, este jurista dijo que no necesitas testigos, que hay que ofrecer una dote, y si ella es aceptada, eso es todo lo que se necesita". Les debo decir que independientemente de los tecnicismos de la ley, la norma moral que el Corán quiso instituir en la sociedad se refiere, especialmente, a estas relaciones secretas que tienen un alto potencial de abuso, y con mayor frecuencia, este alto potencial de abuso ocurre cuando la familia no es un recurso para una mujer o para quien sufre abuso dentro de una relación. Es como si el Corán nos dijera que toda relación debe ser abierta.
La preferencia con los esclavos es que los liberes, y esa es la clara preferencia moral, así que la preferencia no podría ser que te cases con esclavos, la preferencia siempre es que liberes a un esclavo, pero si por alguna razón no puedes casarte con una mujer libre, entonces la segunda opción es un matrimonio abierto válido con una esclava, y si entiendes lo que es un matrimonio islámico como lo encuentras escrito en cientos de fuentes, no es de buen carácter casarse con alguien que permanece en un estado de esclavitud, así que en otras palabras, si te casas con una esclava y si tienes un carácter moral decente, primero la liberas. Aunque de todos modos si te da un hijo, ella será libre.
Observen que en el versículo 25 todavía estamos en este tema de la mala conducta sexual porque él vuelve y dice: y en el caso de mala conducta sexual cometida por alguien en estado de esclavitud, sea cual sea el castigo, siempre es la mitad. ¿Por qué es la mitad? Porque su circunstancia social mitiga su culpabilidad criminal.
Hay un intenso debate que no podemos resolver en estos momentos sobre lo que se indica, y recuerden que esta revelación es anterior a la revelación que habla de cien latigazos en caso de conductas inmorales que incluyan relaciones sexuales, y el debate es: ¿bajo las mismas restricciones de cuatro testigos, qué significa la mitad del castigo en esta circunstancia? La mayoría de los juristas indicaron que los cuatro testigos es algo siempre exigible. Luego el debate también se genera sobre qué sucede si la esclava no está casada, ¿aplica la misma regla de la mitad del castigo? Esto ha generado una serie de discusiones legales complicadas. Pero en cuanto a la narrativa coránica, siento que a menudo los detalles de la cantidad de discusiones y los detalles esenciales abruman, por lo que siempre intento resumir los puntos fundamentales, ya que el conjunto de interpretaciones que se desarrollan en torno al versículo es mucho más complejo que el versículo mismo. Así que resumamos de nuevo.
Claramente sobre lo cual todos están de acuerdo es que estos versículos vienen a decir que las relaciones sexuales fuera del matrimonios son un pecado.
Hay un desacuerdo si las relaciones sexuales con una esclava es algo ilegítimo. Hay escuelas de pensamiento, con las cuales yo no estoy de acuerdo, que indican que con una mujer libre debes casarte para tener relaciones sexuales, pero que en el caso de una esclava las relaciones sexuales están permitidas sin necesidad de casarte con ella dado que el ser dueño de ella te daría el derecho para ello, por las razones que ya les expliqué yo rechazo esa opinión. Creo que el Corán es bastante claro en decir que en ambos casos se necesita estar casado para tener relaciones sexuales.
Otro asunto es que, si no tienen la capacidad de poder pagar la dote de una mujer libre, entonces no hay problema que se casen con su propia esclava, pero dado que la preferencia es que siempre liberen a un esclavo, lo moral es que la liberen al momento de casarse con ella. Recuerden que en otra parte del Corán se nos indica que la liberación de esclavos es algo que nos librará del infierno. Por otra parte, no hay nada en el Corán que nos entregue alguna indicación que la esposa que era esclava no cuenta dentro del límite máximo de cuatro esposas, de hecho no entiendo de donde han surgido todos esos debates sobre si cuenta o no cuenta dentro de la restricción de cuatro esposas, el Corán es muy claro en esto.
Otro tema crítico es que una relación respetuosa y moral debe ser abierta, no secreta, donde los derechos de las partes están garantizados, y los abusos son prevenidos. Esto no significa que se requiere una gran fiesta de matrimonio para que el matrimonio sea válido, el punto crítico es evitar tipos de relaciones en las cuales el abuso es posible y donde la santidad del matrimonio no sería honrado en la relación matrimonial. Se debe evitar que el matrimonio en lugar de ser un importante pacto entre las dos personas, sea una relación casual como las que vemos a menudo en las sociedades en las que vivimos.
Otro tema crítico es la idea que, al menos en el caso de matrimonio con una mujer que es la esclava, dado que la esclavitud en sí misma es una circunstancia atenuante, cualquier culpabilidad que la mujer pueda tener por algún comportamiento sexual inadecuado, la pena es siempre la mitad de la que recibiría una mujer libre. Mi opinión es que la lección que hay en esto es precisamente esta, que la esclavitud es una circunstancia atenuante. La tendencia en la sociedad de los tiempos del Profeta (BP) fue la de castigar de forma más dura a los más débiles, y entonces el Corán llegó y dio vuelta esto. Luego los desafió a que si eso no les gustaba liberaran a quienes estaban en condición de esclavitud. La respuesta que siempre da el Corán es que lo mejor es liberar a los esclavos.
Sigue la sura,
(26) Dios quiere aclararos [todo esto], guiaros a los modelos [rectos] de conducta de quienes os precedieron, y volverse a vosotros en Su misericordia: pues Dios es omnisciente, sabio. (27) Y Dios quiere volverse a vosotros en Su misericordia, mientras que los que [sólo] siguen sus pasiones quieren que os extraviéis lejos del camino recto.
(28) Dios quiere haceros ligera vuestra carga: porque el hombre ha sido creado débil.
Estos versículos proveen lo que podríamos llamar el matiz interpretativo de estos versículos.
Los versículos nos advierten para que seamos como aquellos que siguieron un modelo de vida basado en principios éticos y morales divinos. Para mí esto nos ancla en la manera en la cual debemos aproximarnos a la ética de los versículos que precedieron a estos.
Entonces, cuando pensamos en la institución del matrimonio, y que Dios nos dijo que la relación entre el marido y la esposa es un importante pacto, y que Dios es parte de la relación entre el marido y la esposa, ¿cuál es el ancla y la directriz interpretativa? Se trata de leer las normas coránicas para reforzar la idea de una vida basada en principios que, si bien responden a las necesidades sexuales de las personas, honran y permiten una relación de pacto seria entre hombre y mujer cuando se comprometen mutuamente.
Todas las relaciones basadas en la simple lujuria sin un compromiso serio, o basadas en otros factores ajenos a la ética coránica, podrían ser un camino que te desviaría.
Por lo tanto, el Corán no establece un código de leyes, sino que ofrece una educación moral.
Después de todas las recomendaciones, las normas, las instrucciones, las regulaciones, que Dios nos ha dado en todos los versículos anteriores, viene y nos recuerda que hay personas que responden al camino de la lujuria y los placeres, y que ese es un camino muy peligroso. También hay otro camino que espera que los seres humanos sean como superhumanos, y que llamaban al ser humano a mantenerse en abstinencia sexual. El islam se ancla en lo que el Corán nos enseñó en todas las revelaciones del período mecano, en el “mizan”, en la “balanza”, en la posición equilibrada. Si ustedes se aproximan a estos versículos como si estuvieran leyendo un código de la ley terminarán haciendo y diciendo exactamente lo que hicieron algunos juristas, y dirán: “bueno, tú sabes, no miremos la moralidad del asunto de la esclavitud, y esas cosas, y centrémonos en las reglas”. Pero si ustedes ignoran la trayectoria moral, si ustedes descartan ver que Dios nos está enseñando una ética y una moral, tendrán una mirada muy distinta de la narrativa coránica.
Finalmente los versículos nos indican que Dios desea alivianar nuestra carga. Entonces, como intérprete del Corán tú deberías preguntarte: ¿Añado cargas a las personas, o por cada carga que considero necesaria, la mido cuidadosamente en función de los objetivos morales de Dios? Porque es una muy seria responsabilidad si Dios quiere alivianar la carga de las personas y tú estás haciendo lo opuesto. ¿Se dan cuenta cómo la cuestión interpretativa es un tema muy importante?
Sigue la sura,
(29) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No os arrebatéis los bienes injustamente unos a otros --ni siquiera mediante transacciones basadas en acuerdo mutuo y no os destruyáis unos a otros: pues, ciertamente, Dios es en verdad un dispensador de gracia para vosotros.
(30) A quien obre así por malicia y siendo injusto --le haremos sufrir [el castigo de] el fuego: y, ciertamente, eso es fácil para Dios.
Nuevamente, estos versículos subrayan que esta sura es como llevar a la sociedad a una inmersión profunda, a una identidad muy ética de la sociedad, y a una consciencia de la naturaleza de todas las relaciones sobre las que se construye esta sociedad.
Los versículos tratan un tema que se plantea de una forma subyacente en gran parte de la narrativa. Nos indica que en todos los casos debemos recordar que no estamos en absoluto autorizados a arrebatarnos injustamente las posesiones entre unos y otros.
Hay un importante debate gramatical en la segunda frase del versículo 29. Muchas traducciones indican que el versículo está diciendo: “No devoréis los bienes de los demás injustamente y la única manera legítima de tener los bienes de los demás es a través del comercio”, pero esto no es lo que el versículo está indicando, sino lo que él está diciendo es: “No se apropien injustamente de las posesiones ajenas, ni siquiera mediante el comercio”. Solo así se puede cuadrar la gramática. En otras palabras, no puede ser que las personas se exploten unas a otras, incluso si entre ellas hay un acuerdo para hacer negocios.
En base a lo anterior la ley islámica prohíbe los contratos de adhesión, en los que se celebra un contrato con alguien que no tiene más opción que adherirse. Tomemos un ejemplo extremo: alguien que se está muriendo de sed y le dices: "Te vendo un vaso de agua por 10.000 dólares". Una interpretación gramatical de este versículo indicará que se trata de un contrato legítimo, pero eso no es correcto, se trata de una interpretación gramatical errónea. La interpretación gramatical correcta te indicará que esa transacción no es correcta, porque incluso si se da el consentimiento ello no la convierte en un intercambio legítimo. Por supuesto, este es un ejemplo extremo, pero debes saber que existen contratos de adhesión que son coercitivos y extorsivos.
La cuestión de qué es consentimiento, puede ser legalmente reconocible o no ser legalmente reconocible. Pero incluso si no se tortura o amenaza a alguien para que dé su consentimiento, existen ciertas relaciones comerciales que siguen siendo una apropiación inmoral e ilícita de la propiedad. El ejemplo más extremo, o el más claro, es la usura. La usura suele ser consensual, pero no está permitida. Otro ejemplo es el siguiente, imaginen una viuda que cría huérfanos y tiene que comprar muebles para su casa. Le dicen que los muebles le costarán 1.000 dólares y que los pagará a plazo, una cuota de 10 dólares al mes, pero si no paga una cuota el vendedor tiene derecho a retirar todos los muebles de la casa de la viuda, y ella no tiene ningún derecho ni sobre ellos ni sobre el dinero que ya pagó. Imaginemos que la mujer paga los muebles hasta alcanzar un valor total pagado de 990 dólares y, al mes siguiente, no puede pagar los últimos 10 dólares, y debido a ello el vendedor le quita todos los muebles. ¿Es esto legal? Aquí es donde entra en juego este versículo coránico. Muchos juristas responden que es una respuesta compleja, porque se trata de un uso legítimo y otras cosas, pero otros juristas indican que esto básicamente no es justo.
Entonces el versículo nos resalta el principio moral, ya sea que el asunto tenga que ver con huérfanos, o si tiene que ver con herencia, o si tiene que ver con personas que no tienen derecho a la herencia pero son parte del hogar, o si tiene que ver con relaciones matrimoniales o los diversos incentivos que han llevado a las personas a abusar de la definición de matrimonio o a negarse a conceder el divorcio, etcétera, en todas estas situaciones, la sura nos recuerda que si el dinero que estás tomando no se obtiene éticamente, si la forma de ganar el dinero no es moral, estás en un mal camino.
La problemática planteada es intencionalmente amplia y expansiva, porque hay muchas situaciones en las que las definiciones no están claras, pero también hay muchas situaciones en las que podríamos decir que deberíamos haberlo sabido, porque en tu corazón sabes cuando estás tomando más de lo que es justo. Incluso si la transacción es consensual eso no cambia el hecho de que exista injusticia hacia el otro o transgresión de los derechos del otro. Si no tienes esa consciencia, entonces deberías saber que lo que realmente estás haciendo es comprar una parte del fuego del infierno, porque deberías saber que Dios lo ve todo.
Hemos llegado al versículo 30 de la sura y hemos hablado de muchas generalidades y también se nos ha dicho que tenemos un serio proyecto moral a implementar, y la sura ahora desafía muchos tipos de relaciones que al momento en que la sura fue revelada ellas guiaban hacia condiciones de abuso. Un buen estudiante del Corán estudiaría cuidadosamente la filosofía de las reformas coránicas y comprendería que ninguna de las reformas propuestas funcionaría sin una conciencia muy despierta, porque si tú no tienes gente que comprenda la importancia de la responsabilidad moral, todo el proyecto coránico fracasa. Si tú no tienes gente que esté acostumbrada a pensar sobre lo que es justo, lo que es equitativo, lo que es decente, lo que es moral, porque sobre eso es lo que consistentemente el Corán nos está desafiando, si no tienes gente que piense en ello, entonces el proyecto coránico fracasará.