Sura 2 La-Vaca (Parte 5: Hasta versículo 257)
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:
(224) Y NO permitáis que vuestros juramentos por Dios os impidan hacer el bien, ser conscientes de Dios y reconciliar a los hombres: pues Dios todo lo oye, es omnisciente. (225) Dios no os hará rendir cuentas de aquellos juramentos que hayáis hecho sin pensar, sino que os hará rendir cuentas [sólo] de lo que vuestros corazones hayan concebido [en serio]: pues Dios es indulgente, benigno.
(226) Quienes juren no acercarse a sus mujeres tendrán cuatro meses de gracia; y si se retractan [de su juramento] ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia. (227) Pero si se deciden por el divorcio --ciertamente, Dios todo lo oye, es omnisciente.
(228) Las divorciadas deberán esperar, sin volver a casarse, un período de tres menstruaciones: pues no es lícito que oculten lo que Dios ha creado en su seno, si creen en Dios y en el Último Día. Y sus maridos tienen pleno derecho a tomarlas de nuevo durante ese período, si desean la reconciliación; pero, en justicia, los derechos de las mujeres [con respecto a sus maridos] son iguales que los derechos de estos con respecto a ellas, si bien los hombres tienen prioridad [a este respecto]. Y Dios es poderoso, sabio.
(229) Un divorcio puede ser [revocado] dos veces, después de lo cual, o bien se reanuda el matrimonio en forma honorable, o se disuelve de buenas maneras.
No os es lícito quedaros con nada de lo que hayáis dado a vuestras esposas; a menos que ambos [cónyuges] teman no poder mantenerse dentro de los límites fijados por Dios: así pues, si teméis que no puedan mantenerse dentro de los límites fijados por Dios, no incurrirán en falta ninguno de los dos por aquello a lo que ella renuncie [en favor del marido] a fin de quedar libre.
Estos son los límites que Dios ha fijado; no los violéis: pues quienes violan los límites que Dios ha fijado --¡esos son los malhechores!
(230) Y si él la divorcia [definitivamente], no le estará permitida ya, a menos que ella tome a otro hombre por esposo; entonces, si este la divorcia, ninguno de los dos incurrirá en falta si vuelven a casarse --siempre que ambos crean que serán capaces de mantenerse dentro de los límites que Dios ha fijado: porque estos son los límites de Dios, que Él aclara a gentes de conocimiento [innato].
(231) Así pues, cuando habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera, o bien las retenéis en forma honorable o las dejáis ir de buenas maneras. Pero no las retengáis contra su voluntad por hacer[-les] daño: pues quien tal hace falta contra sí mismo.
Y no toméis [estos] mensajes de Dios con frivolidad; y recordad los favores con que Dios os ha bendecido y toda la revelación y la sabiduría que ha hecho descender para vosotros a fin de amonestaros con ello; y manteneos conscientes de Dios y sabed que Dios tiene pleno conocimiento de todo.
(232) Y cuando, habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera, no les impidáis que se casen con otros hombres si lo han convenido mutuamente en forma honorable. Esta es una amonestación para quienes de vosotros crean en Dios y en el Último Día; este es el [modo] más puro para vosotros, y el más limpio. Dios sabe y vosotros no.
(233) Y las madres [divorciadas] amamantarán a sus hijos dos años enteros, si desean completar la lactancia; y el progenitor deberá sustentarles y vestirles en forma honorable. A nadie se le impone una carga superior a sus fuerzas: no se impondrá un perjuicio a la madre por causa de su hijo ni, por igual causa, a quien lo engendró. Y la misma obligación recaerá sobre el heredero [del padre].
Y si ambos [padres], previo consejo y acuerdo mutuos, deciden la separación [de madre e hijo], no incurrirán [por ello] en falta; y si decidís encomendar a vuestros hijos a una nodriza, no incurriréis en falta siempre que os aseguréis, en forma honorable, del bienestar del niño que entregáis. Y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios ve todo lo que hacéis.
(234) Y si alguno de vosotros muere y deja esposas, estas deberán permanecer, sin casarse, un período de cuatro meses y diez días; luego, una vez cumplido su plazo, no seréis responsables por lo que hagan consigo mismas, en forma honorable. Y Dios está bien informado de todo lo que hacéis.
(235) Y no incurrís en falta si insinuáis a [alguna de] estas mujeres [vuestra intención] de proponerles matrimonio o si concebís tal intención y no lo manifestáis: [pues] Dios sabe que pensáis proponerles matrimonio. Pero no os prometáis a ellas en secreto, sino habladles en forma honorable; y no decidáis el compromiso matrimonial hasta que el [período de espera] prescrito haya expirado. Sabed que Dios conoce lo que hay en vuestras mentes: manteneos, pues, conscientes de Dios; y sabed, también, que Dios es indulgente, benigno.
(236) No incurrís en falta si divorciáis a mujeres a las que no habéis tocado ni asignado una dote; pero [aun en tal caso] gratificadlas con algún bien en forma honorable --el rico según sus medios y el que viva con estrechez según sus medios: esto es un deber para los que eligen hacer el bien.
(237) Y si las divorciáis antes de haberlas tocado, pero habiéndoles asignado ya la dote, [dadles] la mitad de lo asignado --a menos que ellas renuncien a su derecho o aquel en cuya mano está el contrato de matrimonio renuncie a su derecho [a la mitad de la dote]: y la renuncia es más afín a la consciencia de Dios. Y no olvidéis [que debéis actuar] con generosidad entre vosotros: ciertamente, Dios ve todo lo que hacéis.
(238) OBSERVAD las oraciones, y hacedlas en la forma más excelente; y estad presentes ante Dios con devoción. (239) Pero si os veis en peligro, [rezad] de pie o montados; y cuando estéis de nuevo a salvo, recordad a Dios --pues Él os enseñó lo que antes no sabíais.
(240) Y SI alguno de vosotros muere y deja esposas, le corresponde a sus viudas [el derecho] a un año de manutención sin verse obligadas a abandonar [el domicilio conyugal]. Sin embargo, si lo abandonan [voluntariamente], no seréis responsables de lo que ellas hagan consigo mismas, en forma honorable. Y Dios es todopoderoso, sabio.
(241) Y las divorciadas tendrán, también, [derecho] a manutención en forma honorable: esto es un deber para los conscientes de Dios.
(242) Así os aclara Dios Sus mensajes, para que [aprendáis] a usar vuestra razón.
(243) ¿NO HAS SABIDO de aquellos que por millares abandonaron sus hogares por miedo a la muerte --y Dios les dijo: "Morid", y luego les devolvió a la vida?
Ciertamente, Dios muestra Su infinito favor a los hombres --pero la mayoría de ellos son desagradecidos.
(244) ¡Combatid, pues, por la causa de Dios, y sabed que Dios todo lo oye, es omnisciente.
(245) ¿Quién hará a Dios un préstamo generoso, que Él le devolverá ampliamente incrementado? Pues Dios da la estrechez y el desahogo; y a Él seréis devueltos.
(246) ¿No has sabido de aquellos dignatarios de los hijos de Israel, después de Moisés, que dijeron a uno de sus profetas: "Danos un rey, [y] lucharemos por la causa de Dios"?
Dijo: "¿Y no os negaréis a combatir si se os ordena hacerlo?"
Contestaron: "¿Y por qué no íbamos a combatir por la causa de Dios si se nos ha expulsado de nuestros hogares junto con nuestros hijos?"
Sin embargo, cuando se les ordenó combatir, se echaron atrás, salvo unos pocos; pero Dios conoce bien a los malhechores.
(247) Y su profeta dijo a aquellos dignatarios: "En verdad, Dios os da a Saúl por rey." Dijeron: "¿Cómo puede él reinar sobre nosotros, cuando nosotros tenemos más derecho al reino que él, y ni [siquiera] le ha sido dada una abundante riqueza? [El profeta] dijo: "En verdad, Dios le ha enaltecido sobre vosotros y le ha dado en abundancia conocimiento y fuerza corporal. Y Dios otorga de Su dominio a quien Él quiere: pues Dios es inmenso, omnisciente."
(248) Y su profeta les dijo: "En verdad, un signo de su [derecho a la] soberanía será que se os dará un corazón dotado por vuestro Sustentador de paz interior y de cuanto es imperecedero en el legado de la Casa de Moisés y la Casa de Aarón, que portan los ángeles. Ahí, ciertamente, tendréis un signo si sois [realmente] creyentes."
(249) Y cuando Saúl salió con su ejército, dijo: "Dios va a poneros a prueba con un río: quien beba de él no será de los míos, y quien no pruebe su agua --ese, ciertamente, será de los míos; pero será perdonado quien beba una sola vez del cuenco de su mano."
Y aún así, bebieron todos de él [hasta saciarse], salvo unos pocos.
Y cuando él y los que se habían mantenido fieles a él cruzaron el río, los otros dijeron: "¡No tenemos fuerzas hoy [para enfrentarnos] contra Goliat y su ejército!"
[Pero] los que tenían certeza de su encuentro con Dios, dijeron: "¡Cuantas veces una hueste pequeña ha derrotado a un gran ejército con la venia de Dios! Pues Dios está con los que son pacientes en la adversidad."
(250) Y cuando se vieron frente a Goliat y su ejército, dijeron: “¡Oh Sustentador nuestro, danos paciencia en la adversidad, da firmeza a nuestros pasos y auxílianos contra las gentes que niegan la verdad!"
(251) Y les derrotaron con la venia de Dios. Y David mató a Goliat; y Dios le dio el dominio y la sabiduría, y le impartió el conocimiento que Él quiso.
Y si Dios no hubiera permitido que la gente se defendiera a sí misma unos contra otros, la tierra ciertamente se corrompería: pero Dios concede Su infinito favor a todos los seres creados.
(252) ESTOS SON los mensajes de Dios: te los transmitimos, [Oh Profeta,] exponiendo la verdad --pues, ciertamente, tú eres uno de los enviados. (253) A algunos de esos enviados les hemos favorecido más que a otros: entre ellos hubo algunos a los que Dios habló, y otros a los que Él ha elevado en rango. Y dimos a Jesús, el hijo de María, todas las pruebas de la verdad y le fortalecimos con la sagrada inspiración.
Y si Dios hubiera querido, los seguidores de esos [enviados] no se habrían enfrentado unos contra otros después de haberles llegado todas las pruebas de la verdad; pero [de hecho,] adoptaron posiciones divergentes, y algunos llegaron a creer mientras que otros negaron la verdad. No obstante, si Dios hubiera querido, no habrían combatido unos contra otros: pero Dios hace lo que quiere.
(254) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Gastad [en Nuestra causa] de lo que os hemos dado como sustento antes de que llegue un Día en el que no haya comercio ni amistad, ni intercesión. Y los que niegan la verdad --¡esos son los malhechores!
(255) DIOS --no hay deidad sino Él, el Viviente, la Fuente Autosubsistente de Todo Ser.
Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de Él. Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. ¿Quién puede interceder ante Él, si no es con Su venia?
Conoce lo está manifiesto ante los hombres y lo que les está oculto, mientras que ellos no abarcan de Su conocimiento sino aquello que Él quiere [que abarquen].
Su poder eterno se extiende sobre los cielos y sobre la tierra, y el mantenimiento de estos no le fatiga. Y Él es el altísimo, el grandioso.
(256) NO CABE coacción en asuntos de fe.
Ahora la guía recta se distingue claramente del extravío: por eso, quien rechaza a los poderes del mal y cree en Dios, ciertamente se ha aferrado al soporte más firme, al que nunca cede: pues Dios todo lo oye, es omnisciente.
(257) Dios está cerca de los que tienen fe; les saca de las tinieblas a la luz --pero quienes se obstinan en negar la verdad tienen a su lado a los poderes del mal que les sacan de la luz a las tinieblas: esos están destinados al fuego y en él permanecerán.
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL
Sigue la sura,
(224) Y NO permitáis que vuestros juramentos por Dios os impidan hacer el bien, ser conscientes de Dios y reconciliar a los hombres: pues Dios todo lo oye, es omnisciente. (225) Dios no os hará rendir cuentas de aquellos juramentos que hayáis hecho sin pensar, sino que os hará rendir cuentas [sólo] de lo que vuestros corazones hayan concebido [en serio]: pues Dios es indulgente, benigno.
En estos versículos del Corán se trata un problema muy real que enfrentaba la sociedad de Medina. En la época preislámica los árabes hacían juramentos permanentemente, y juraban por muchas cosas distintas. La poesía preislámica está plena de ejemplos sobre las cosas por las cuales solían jurar, juraban por los ídolos, por las épocas, por la muerte, etcétera. En el islam tú no puedes usar el nombre de Dios en vano, y además debes respetar el valor de la palabra como lo vimos en el estudio de las suras reveladas en La Meca. Se nos ha enseñado que si decimos algo debemos honrar nuestra palabra, si hacemos una promesa debemos cumplirla, si haces un pacto debes respetarlo. Entonces lo peor es que el juramento, y especialmente el juramento en el nombre de Dios, sea utilizado como una herramienta, una herramienta para generar confianza dado que hay una señal entre las personas de falta de honestidad, en otras palabras, las personas juran usando el nombre de Dios para convencer al otro pero no tiene la intención real de cumplir. Cuando sucede esto las personas dejan de respetar su palabra, y además aprenden a no respetar a Dios, porque están usando SU nombre para engañar.
En este contexto llega sura La-Vaca y aborda este tema de una manera sistemática y en diferentes niveles.
Con respecto al versículo 224 hay un debate gramatical sobre cómo la gramática afecta su comprensión. Les voy a ahorrar el debate y les diré mi opinión, creo que dado el contexto el significado es del todo evidente. El versículo indica que si tú juras en vano usando el nombre de Dios, si juras para aumentar tu credibilidad, para que la gente confíe en lo que estás diciendo, pero en realidad es una situación en la que no eres digno de confianza ni de credibilidad, lo que Dios dice en este versículo es que eso es completamente inconsistente con ser piadoso o con querer mejorar algo. Tú no puedes tener ese comportamiento y creer que eres piadoso, o que haces el bien a las personas, ¿por qué?, porque en definitiva estás usando a Dios para enseñarle a la gente que no debe confiar en ÉL, porque le estás diciendo a la gente que confíen en ti por Dios, pero luego estás mostrando que tú no eres una persona confiable, que estás mintiendo, que no estás siendo honesto, que no tienes la intención de mantener tus promesas, y entonces como resultado las personas se acostumbran a la invocación del nombre de Dios cuando las personas están siendo deshonestas. De esta forma las personas pierden el sentimiento de reverencia a Dios, y es por ello por lo que Dios nos indica que al actuar de esa manera las personas no tienen piedad, y no mejoran las cosas, ni hacen el bien entre la gente. (Lo explicado por Sheij Khaled Abou el Fadl es lo que en la traducción en uso se interpreta como: “Y NO permitáis que vuestros juramentos por Dios os impidan hacer el bien, ser conscientes de Dios y reconciliar a los hombres”).
¡Subhana-Allah!, esto no es una cosa del pasado en las sociedades musulmanas, lamentablemente en la actualidad esto aplica perfectamente en ellas.
Ahora, con respecto a este versículo el Profeta (BP) nos advierte sobre algo más. ÉL dijo que son los mentirosos quienes regularmente usan el nombre de Dios en sus juramentos.
Esto tiene profundas implicancias. Por ejemplo el presidente de Egipto, Sisi, este hombre no puede hablar sin estar jurando permanentemente en el nombre de Dios, y cada vez que lo hace tú sabes que está mintiendo. Ahora, imaginen si los musulmanes de hoy en día entendieran esta revelación del Corán, y si hubiesen escuchado lo dicho por el Profeta (BP) que les está diciendo que es un mentiroso quien sea que use todo el tiempo el nombre de Dios en sus discursos y sus juramentos, ellos entonces no deberían haber estado confundidos sobre el faraón de nuestros días, porque hay muchos egipcios que dan su soporte a Sisi sin entender que lo más básico de la moral islámica resolvió este asunto desde el inicio.
Luego tenemos el versículo 225 que nos indica que a veces las personas usan el nombre de Dios como costumbre pero sin intención de incorporarlo en sus juramentos, y se nos indica que eso no es un problema, y lo que importa en este tipo de situaciones es lo que realmente hay en tu corazón. No es lo mismo usar el nombre de Dios en tus conversaciones que usar el nombre de Dios en un juramento que tiene una intención falsa.
Sigue la sura,
(226) Quienes juren no acercarse a sus mujeres tendrán cuatro meses de gracia; y si se retractan [de su juramento] ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia. (227) Pero si se deciden por el divorcio --ciertamente, Dios todo lo oye, es omnisciente.
El versículo 226 aborda uno de los mayores problemas que había en la sociedad de Medina asociado al uso injusto del juramento.
Una de las obscenas prácticas entre los árabes en la época preislámica era un tipo particular de juramento que era pronunciado por el hombre para dejar a una mujer en un estado indefinido, de tal forma que ella ya no era la esposa del hombre pero tampoco quedaba técnicamente divorciada de él. La parte que a menudo se quejaba sobre esta situación, si el juramento se consideraba un divorcio, eran las mujeres, y estas quejas se las mencionaban al Profeta (BP). En esa época, para las mujeres el estar dentro de un matrimonio era todo para ellas, para una mujer era un gran problema estar viuda o divorciada dado que ello implicaba volver al cuidado de su familia, y su familia estaría bastante obsesionada con la idea de volver a casarla. Todo ello por la estructura de la sociedad de aquella época, el matrimonio era una forma de ayuda social, un matrimonio era una forma de apoyo social, no solo se trataba de sentimientos y emociones.
Entonces frente a esto llega la revelación coránica e impone un período de tiempo determinado sobre dicho juramento. Ahora, noten lo siguiente porque la ley islámica no se desarrolla a lo largo de estas líneas del versículo, la ley islámica dice que básicamente durante ese período, de cuatro meses, la pareja puede seguir viviendo bajo el mismo techo pero el hombre no puede tener relaciones sexuales con ella. Ahora, creo que la intención del versículo es clara, y es que el tiempo máximo para mantener ese estado de la situación es de 4 meses, momento en el cual ambos, no solo el marido, ambos deben definir si mantendrán el matrimonio o si se divorciarán, esto último mencionado en el versículo 227. Ahora, en la realidad la ley islámica no se desarrolló de esta forma, ella se desarrolló indicando los 4 meses de tiempo pero luego puso el poder de definir la situación más en las manos del hombre, y como justificación de ello se indicó que esto era debido a que él era quien hacía el juramento. (En la traducción en uso es claro que la determinación es de ambos, dado que se habla en plural).
Ahora, quiero indicarles lo siguiente. Esto no se trata de condenar a las generaciones pasadas por sus interpretaciones. Es como si alguien viniera hoy en día y nos dijera: ¿por qué no pensaron en esto que vendría en 10 años más, en 50 años más, en 100 años más? Estoy seguro de que existe ese tipo de personas, del tipo de intelectuales arrogantes que creen que han inventado la rueda y se ponen a criticar a todas las generaciones del pasado sin entender que su generación también será criticada en el futuro. Una mente justa, un estudioso justo, entienden que en este tipo de cosas no se trata de condenar a las generaciones anteriores, sino que se trata de hacer las cosas bien. La gente de generaciones anteriores se aproximó al texto del Corán en el marco de las costumbres prevalecientes de su época, y de las circunstancias históricas de su época, y de la conciencia, la epistemología, y el sistema de pensamiento que existía en su época. Entonces nosotros deberíamos agradecer a quienes hicieron su mejor esfuerzo aun cuando tuvieron sus propios sesgos, así como otras generaciones verán que nosotros también tuvimos los nuestros. Eso es normal, es parte de ser un ser humano. Pero ahora la carga está sobre nosotros para interpretar lo correcto para nuestros tiempos.
Entonces, recuerden esto, el asunto es que se plantean problemas sociales que existían en esa época, y el Corán responde a los problemas que existían en esa época. Esto nos plantea el dilema del momento histórico, porque ¿cómo puede el Corán ser eterno si aborda los problemas de un contexto histórico específico? Eso solo es un problema si no se comprende el sentido de responder a contextos históricos específicos. El objetivo del Corán al responder a contextos históricos específico no se debe a que dichos problemas serán enfrentados por las sociedades por siempre, ni tampoco a que tus pretensiones sean que dichos problemas sean los que el mundo enfrentará por siempre, sino que es para enseñarte sobre cómo debes responder a los problemas, y entonces la naturaleza eterna del Corán se vuelve algo absolutamente sensato.
Por ejemplo, en las escuelas de leyes, no hay forma en que yo pueda enseñar a los estudiantes de leyes todas las leyes que ellos necesitarán, o que confrontarán en la práctica de sus carreras. No es posible, pretenderlo sería una falsedad, hay demasiadas leyes, entonces, ¿qué es lo que les enseño?, les enseño la metodología de pensamiento que se debe tener sobre un problema legal. Cuando surge un problema legal deben ser capaces de entender: ¿cuáles son las preguntas relevantes?, ¿cómo se debe aislar un asunto legalmente relevante?, ¿cómo analizarlo desde todos los ángulos una vez aislado?, ¿cómo investigar la ley existente asociada al problema? Pero el asunto no se detiene ahí, sino también deben saber considerar que si la ley no es satisfactoria deben preguntarse: ¿cómo ampliar los límites de la ley para cambiarla?, ya sea solicitando a un tribunal que adopte una nueva doctrina, una nueva interpretación, o solicitando a una agencia reguladora que adopte una nueva norma, o incluso decidiendo si es necesario trabajar a través del Congreso o de la Legislatura. Si no fuese así la carrera de Derecho duraría 30 años en lugar de tres. A los estudiantes de Derecho les doy casos hipotéticos, ¿por qué?, porque los casos hipotéticos son una ilustración de cómo abordar un problema. El objetivo no es memorizar lo que el libro de derecho dice sobre este o aquel caso, ningún profesor de derecho respetable pide a los estudiantes que memoricen los casos y sus conclusiones, pero lo que sí se les pide a los alumnos, lo que se les exige que hagan, es que cuando se les presente un caso nuevo puedan citar los casos antiguos para mostrar cómo van a abordar el nuevo caso.
Este es precisamente el asunto, ¿por qué les digo todo esto? Porque ustedes pueden hoy en día encontrar musulmanes que les van a indicar que el asunto planteado en estos versículos aun es un problema social, ¿quién usa ese tipo de juramento hoy en día?, y entonces cuando ven que nadie lo usa, dicen que entonces se debe estudiar porque esa es la ley de Dios. Luego indican: ¿Dónde quedaron esos buenos días, y entonces deberíamos volver al uso de ese tipo de juramentos para que el Corán los condene? Es decir, piden que se vuelva a cometer lo que es incorrecto para que el Corán lo condene. La verdad no sé cómo describir esa forma de pensar. No se dan cuenta que el asunto relevante es la metodología.
La pregunta que hay que hacerse es: ¿Cuál era el problema con ese tipo de juramento? El problema era que en esa relación podías tener a un marido que perdía los estribos y luego decía palabrotas de una manera que hería a su pareja. El problema de ese juramento era herir los sentimientos de la esposa, y aunque un día le decía: "Me repugnas, no te tocaré jamás", al otro día volvía a acostarse con ella. Ese era el problema. Entonces llega el Corán y les transmite la siguiente idea: "No, no puedes hacer eso. Si vas a hacer este juramento, la separación es de cuatro meses, y después, o ambos acuerdan volver, o ambos acuerdan divorciarse".
Ahora, sobre cómo este juramento llegó a convertirse en jurisprudencia, si investigas no encontrarás una sola fuente que analice la moralidad del discurso coránico sobre este juramento. A eso es precisamente a lo que me refiero cuando hablo de la metodología Usuli para estudiar el Corán. No me empiecen a hablar a qué escuela de pensamiento corresponde, porque si tengo que ser el primer musulmán, que así sea. Si tú tienes que ser la primera persona correcta del mundo, que así sea. Dios dice: "Proclama que eres el primero de los musulmanes", te está diciendo que te esfuerces por ser la primera y mejor persona con moral. El método Usuli consiste en preguntar: ¿cuál era el objetivo moral de este pasaje?, ¿de qué se trataba?, ¿de qué trataba este juramento? Este juramento se refiere a un privilegio masculino que los hombres usaban para abusar, y con ello además herían los sentimientos de sus esposas. Por lo tanto el Corán viene para dar educación moral a esos hombres.
Este es un punto crítico, escúchenme ustedes, este es un punto muy crítico, porque si me preguntan, la razón por la que hoy en día nadie se toma en serio la ley islámica, aunque pretendamos tomarla en serio, es porque no se trata de las reglas. Debemos volver a los principios, a pensar en la moral que Dios nos enseñó en el Corán, a los principios que nos llevan de la oscuridad a la luz. Así que, por definición, la “sharía” debe sacarte de la oscuridad a la luz. Pero si estudias la “sharía” y parece que no se entiende cómo ella te lleva de la oscuridad a la luz, entonces tenemos un problema.
¿Por qué es tan difícil entender esto?, ¿por qué algunos lo encuentran tan revolucionario? Es solamente sentido común básico.
Sigue la sura,
(228) Las divorciadas deberán esperar, sin volver a casarse, un período de tres menstruaciones: pues no es lícito que oculten lo que Dios ha creado en su seno, si creen en Dios y en el Último Día. Y sus maridos tienen pleno derecho a tomarlas de nuevo durante ese período, si desean la reconciliación; pero, en justicia, los derechos de las mujeres [con respecto a sus maridos] son iguales que los derechos de estos con respecto a ellas, si bien los hombres tienen prioridad [a este respecto]. Y Dios es poderoso, sabio.
El versículo 228 habla sobre la regla de lo que sucede en el caso que se produzca el divorcio.
En la época preislámica cuando el divorcio sucedía y la mujer descubría que posiblemente estaba embarazada, la tendencia era beber algo que le produjera un aborto espontaneo. Ustedes se sorprenderían la efectividad que tenían esas hierbas, ese fue un conocimiento que durante el tiempo, en general, se perdió. Otra cosa que los reportes indican es que algunas veces sucedía que la familia de la mujer la escondía hasta que diera a luz y luego le daban muerte a la criatura recién nacida. Esto lo hacían porque una mujer sin hijos tenía más probabilidad de volver a contraer matrimonio que una mujer con hijos.
Dios en este versículo deja claro que no se debe matar a la criatura que está en el vientre de la madre.
En este versículo se plantea al tema que el hombre tiene un grado por sobre la mujer, y este concepto aparece dos veces en esta sura.
Recuerden lo que hemos dicho sobre la metodología coránica para tratar los temas legales. Hay leyes que responden a un problema social, y hay otras leyes que no responden a un problema social y que son transversales a cualquier situación social, como es el caso de las leyes sobre la oración, el ayuno, y otras. Cada vez que en el Corán se le indica al Profeta (BP): “te preguntarán sobre”, es porque surgió algún tema o asunto que debe ser abordado en dicho contexto y situación. Si tú aprendes solo la disposición legal positiva, creo que pierdes el rumbo, pero si aprendes la metodología para responder a un problema, existe la posibilidad de que seas capaz de alcanzar los objetivos más elevados del Corán.
Sobre esto dimos un ejemplo con el problema del juramento, y vimos cómo la historia puede moldear nuestra comprensión. Vimos cómo una vez realizado el juramento, y aunque el texto mismo dice que la determinación es de ambos, del esposo y la esposa en conjunto, en cuanto a si desean continuar o divorciarse, el contexto histórico, para nada sorprendente, dio preferencia al privilegio masculino y lo puso todo en manos del hombre.
Con lo que diré a continuación socavaré aún más mi popularidad, pero no es importante ser popular, lo importante es que te respetes a ti mismo al dejar este mundo.
El versículo nos dice que quienes se divorcian tienen un período de espera de tres ciclos menstruales para asegurarse de que no haya embarazo, y también un período de reflexión entre esposos, y además es claro que no pueden abortar. Luego del tiempo de espera el Corán nos indica que el marido tiene una prioridad de derecho, no el derecho exclusivo, sino una prioridad de derecho, para reanudar el matrimonio si ambos quieren reconciliarse. Acá, en el lenguaje árabe, existe un aspecto gramatical relevante cuando se dice: “si ambos quieren reconciliarse”, ¿se está refiriendo al hombre que desea reanudar el matrimonio, o está diciendo que la pareja, tanto el marido como la esposa, desean reanudar el matrimonio? En la ley islámica, y nuevamente debido a las circunstancias históricas, y les reitero que no debemos condenar las interpretaciones del pasado sino entenderlas, la preferencia fue indicar que el esposo tenía el privilegio, la gran mayoría de los intérpretes del Corán dijeron que el marido podía reanudar el matrimonio a su voluntad después del período de los tres meses, sin necesidad de generar un nuevo contrato matrimonial ni una nueva dote. Ahora bien, les aseguro que esta no es la interpretación correcta. El marido puede reanudar el matrimonio si ambos desean la reconciliación. ¿Por qué dice "el marido"? Porque si desean la reconciliación no se necesita un nuevo contrato ni dote. El Corán nos enseña sobre la inadmisibilidad de la coerción, y es que aquí donde entra la moral. ¿Cómo podría ser que en unos versículos anteriores el Corán critica la práctica del marido sobre aquel juramento, y justo después de hacerlo le dijera al marido: "Bueno, puedes divorciarte de tu esposa, esperar tres meses y luego simplemente volver con ella, lo quiera o no lo quiera ella"?
Una minoría de las primeras escuelas de jurisprudencia, que desafortunadamente están extintas, señalaron este hecho obvio y afirmaron que, después de esos tres meses, si bien no se necesita un nuevo contrato ni dote, la esposa debe aceptar volver, y si no lo acepta, no se puede producir la reconciliación. Sin embargo, las escuelas de jurisprudencia que han sobrevivido dijeron que el marido podía simplemente recuperar a su esposa a su voluntad, lo cual es extremadamente contrario al principio moral básico de no coerción.
Una relación marital implica el tener relaciones sexuales, y entonces ¿cómo se podría esperar que una esposa se someta a lo más personal que un ser humano puede aceptar?, ¿cómo se podría esperar que una esposa se someta a algo así, a lo que en realidad no ha aceptado?
El versículo también establece el principio básico de reciprocidad en las obligaciones. En cada oportunidad que el principio de reciprocidad es establecido en obligaciones legales implica consentimiento. Tú no puedes tener reciprocidad a menos que exista consentimiento.
De acuerdo al principio de justicia la reanudación del matrimonio no puede ser algo opresivo, lo que subraya que es una presunción voluntaria, no puede ser opresiva ni explotadora.
En relación a la última parte del versículo muchas traducciones del Corán lo han interpretado como: “y el hombre tiene un grado de superioridad sobre ello”, pero esa no es la única traducción posible. Una traducción posible, y más precisa en este contexto, sería: “el hombre tiene precedencia, o prioridad, en relación a ello” (La traducción en uso coincide con la opinión del Sheij Khaled Abou El Fadl sobre la interpretación de esta palabra). Ahora, ¿Por qué dice esto? Porque en los tiempos del Profeta (BP) cuando un marido y una mujer se divorciaban, y luego de ello querían reanudar el matrimonio, la familia podía intervenir y decir: "no, no pueden volver a estar juntos". Hay situaciones que se encuentran en reportes de la época donde la familia de la mujer le decía a ella, aun cuando si ella quería volver con su marido, lo siguiente: “No puedes volver con él, ¡cómo se atrevió a pronunciar el juramento del divorcio!”. Entonces el Corán establece que en esta situación el esposo tiene prioridad o precedencia. Esto significa que este esposo tiene prioridad o precedencia si desea reanudar el matrimonio, sin necesidad de que se genere un nuevo contrato ni se otorgue una nueva dote.
Sin embargo, existe otra cuestión: en caso de divorcio, el esposo tiene la obligación de pagar la manutención y la pensión alimenticia. La prioridad o precedencia, que se explica más adelante en esta misma sura como respuesta a la pregunta sobre qué significa "prioridad o precedencia”, se debe a que los esposos decían: "Si no regresas conmigo, no me haré responsable de los niños". Si la mujer no quiere regresar con el esposo, este sigue teniendo la obligación de pagar la manutención, al menos durante un tiempo, y la pensión alimenticia. Por eso se dice que tienen "precedencia" o "prioridad".
Ahora bien, permítanme poner esto en contexto. En términos de práctica lingüística, si se quiere decir que alguien es superior a otro, no se usa la palabra árabe "daraya" que es la que usa Dios en esta parte del versículo, ni se dice "tiene un grado más". ¿Acaso tener un grado más representa superioridad? Eso suena a una ecuación de ingeniería o matemática. "Daraya" contiene el significado de relación, es como decir: "tienes prioridad o precedencia en relación a otro". Más adelante, como sabemos, esta sura dirá que el marido tiene este "daraya" debido a lo que gasta en manutención de la esposa y los hijos, y esto lo dirá explícitamente.
Como es típico de la metodología coránica, el Corán tomó la práctica social común de la época e intervino en ella introduciendo modificaciones morales. La práctica social establecía que eran los hombres los que tenían el poder del divorcio; eran quienes pronunciaban el juramento. Si era de otra forma, se negociaba el contrato de matrimonio, aunque esto era extremadamente raro en la Arabia preislámica, y a menudo se consideraba causa de derramamiento de sangre entre tribus si una familia declaraba que la esposa podía pedir el divorcio.
El Corán da por sentada esta práctica y luego la interviene sistemáticamente para introducirle los aspectos éticos y morales.
Imaginemos que esto no fuera la ley islámica, e imaginemos que estamos tratando con todo este tema en el contexto de una facultad de derecho, por ejemplo, en una facultad de derecho estadounidense. Una pregunta típica que les haría a los estudiantes después de interrogarlos sobre qué significa un grado superior o una prioridad, sería: ¿por qué superioridad o prioridad? Si los estudiantes hicieran bien su estudio dirían: "Si se habla de superioridad, el contexto no se refiere a superioridad moral ni superioridad innata. Además, si se habla de superioridad, esa no es la palabra que se usaría, porque se estaría hablando de grado. La palabra árabe usada significa “prioridad”, o “a priori”, y su significado tiene la connotación de alguna relación entre las partes, y dado que el Corán aclara su intención más adelante al decir que el esposo tiene prioridad o precedencia por los gastos de manutención, y dado que por el contexto entendemos que se subraya que no se puede eludir la obligación de ser responsable de los hijos, incluso si la esposa insiste en el divorcio, y debido a que todas las obligaciones financieras recaen sobre el hombre, dado todo este contexto social, el Corán permitió que el hombre tuviera una prioridad en el divorcio".
Bien, pero ahora la pregunta obvia es: ¿Y qué pasa si el hombre y la mujer deciden negociar?
Hoy en día vivimos en una época diferente, en una época en la que la mujer se educa, estudia, y trabaja.
¿Y si nos encontramos en una situación en la que el hombre y la mujer acuerdan ser corresponsables de las finanzas y de la manutención de los hijos, de modo que las presunciones de obligación que existen para los hombres ya no existen, sino que se modifican por acuerdo? ¿Sigue estando el poder del divorcio presuntamente en manos de los hombres? Mi respuesta es, y sé que esto producirá grandes críticas de muchos, es: “no”.
Si se entiende el enfoque coránico de la ley, entenderás que no definía prácticas para preservarlas, sino que respondía a una realidad que nos invita a reflexionar y analizar la moralidad de su respuesta. La moralidad de la respuesta coránica me enseña que las relaciones matrimoniales se deben basar en la tranquilidad del marido y la esposa, en el reposo, en el consentimiento, en la misericordia y la compasión, y que esta cuestión de la aprobación de una práctica social existente era en su momento coherente con los principios de tranquilidad, reposo, misericordia, compasión y consentimiento. Pero en una época diferente deberíamos ser libres para variar la práctica logrando mantener los principios, porque no hay nada en el Corán que diga explícitamente que el poder del divorcio debe estar en manos de los hombres, simplemente esto se asumió porque así era la práctica social en dicho contexto.
Quienes, tras escuchar esto, decidan no escucharme más, bien, no estoy para ustedes ni ustedes para mí, pero Dios juzgará entre nosotros en el más allá.
Quiero decirles que este tema es complicado en los países musulmanes debido al colonialismo. La ley islámica ha estado en retirada en todos los países musulmanes, tanto así que cuando uno de esos gobiernos seculares viene y dice: “queremos dar al hombre y a la mujer el mismo poder sobre el divorcio”, la razón por la cual esto se convierte en tema ideológico es porque esto es una indicación de un programa anti-islam, y no lo hacen pensando en un cambio que está asociado a generar algo bueno a la “sharía”, ni tampoco, a lo menos, por el bien de la gente, sino que lo hacen porque ellos afirmativamente están contra el islam, y lo que desean es que la sociedad abandone el islam. Entonces esto corrompe toda la discusión.
La tradición islámica comparada con otras tradiciones humanas ha sido muy vanguardista, y ella es una de las tradiciones humanas. Si ustedes quieren comparar la ley islámica del siglo XIV con la ley cristiana de ese mismo siglo, verán que no hay comparación posible, la ley islámica era mucho más avanzada, pero tú no puedes comparar una ley que se modifica cada año respondiendo a los nuevos y cambiantes problemas sociales con una ley que no ha sido modificada por cientos de años, porque esta última ya no responde al nuevo contexto y problemas de la sociedad. Lo que puedes hacer es entrenar personas para que piensen, comprendan, y estudien los principios éticos y morales del Corán, para que comprendan la moralidad que una ley estaba sirviendo y promoviendo.
Adicionalmente solo quisiera subrayar un punto interpretativo debido a la sutileza de este, y también por el hecho de que no se ha realizado, y es un punto que no he visto, y estoy hablando sobre la expresión coránica que indica que los hombres tienen un grado de prioridad sobre sus esposas.
Todos sabemos que el lenguaje, por definición, es contextual. Cuando tú usas el lenguaje lo que estás haciendo es usar un instrumento, un sistema de signos que poseen significados. Como instrumentalidad se relaciona con la consciencia de los seres humanos, y la consciencia es siempre contextual, somos totalmente producto de nuestro contexto. Entonces el versículo dice: “ellos tienen un “grado” sobre sus esposas”, “un grado”, y yo les dije que la palabra árabe traducida como “grado” podría significar una prioridad, un primer principio, y otros significados, pero aquí hay un aspecto crítico, y este tiene que ver con el intérprete del Corán.
Les voy a dar un ejemplo. Imaginen que hay muchas personas que van a trabajar a los países del golfo pérsico como Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos, Bahrain, u otros. Todos sabemos que en cada uno de esos países, por ley, los negocios deben ser de propiedad de personas que tienen la nacionalidad de dicho país. Tú puedes hacer negocios con ellos, pero si por ejemplo quieres tener una empresa en Arabia Saudita, la mayoría de la propiedad de ella debe pertenecer a personas con la nacionalidad saudita. Lo que esto significa es que la mayoría de las personas que van ahí a trabajar se ven envueltos en una relación de poder en la cual ellos tienen generalmente un nativo del país como su jefe, quien es quien tiene la mayoría de la propiedad del negocio o su totalidad. Entonces imaginemos que en uno de esos casos se produce un desacuerdo entre ellos, y entonces supongamos que el emigrante dice: “bueno, yo voy a ir a trabajar para ti, pero el hecho que yo trabaje para ti ello no significa que tú eres superior, sino que solo significa que yo trabajaré para ti, haré mi trabajo y tú me pagaras mi dinero”, y ahora supongamos que el local le dice: “No, cuando tú vienes a mi país y trabajas en mi país debes saber que yo seré tu superior porque la propiedad del negocio me pertenece”. Ahora, supongamos que estas dos personas vienen a mi y me piden que resuelva ese conflicto entre ellos. La pregunta es: ¿es uno superior al otro? Mi respuesta sería: “Bueno, el local tiene un grado sobre el emigrante”. ¿He confirmado la superioridad del local sobre el emigrante? Bueno, depende de la mentalidad del intérprete.
Antes de seguir con el ejemplo que les estaba indicando, tengamos en cuenta esto. Si tú eres un patriarca o un misógino, tomarás esta declaración coránica de que "los hombres tienen un “grado” sobre las esposas" y dirás: "Bueno, lo que esto significa es que este “grado” se debe a cualidades genéticas, la mente masculina es naturalmente superior a la femenina". El problema que tiene es que decir "grado" no es necesariamente una afirmación de superioridad, y si lo considera así, el que diga "grado" sería como si dijera que es solo un poco superior. Si no eres misógino tomarás lo que les dije antes y dirás: "Bueno, la expresión está indicando y expresando una dinámica de poder, en la cual los hombres ostentan más poder que sus esposas. Porque si se quisiera decir que algo es superior a otro, no se diría que tienen un “grado” superior.”
Bien, volvamos a mi ejemplo, en el cual mi respuesta fue: “Bueno, el local tiene un grado sobre el emigrante”. Si el intérprete es un racista, él dirá que lo que yo dije es que indiqué que el local es por naturaleza superior al emigrante. Si el intérprete no es un racista, entenderá que lo que yo hice es reconocer la realidad de la dinámica de poder entre esas dos personas, porque si el emigrante quiere terminar el negocio que emprendió con su compañero local tendrá que afrontar la ley del país, la cual estará del lado del local. ¿Lo ven?
En la larga tradición de misoginia, y hay una larga tradición de misoginia no solo en la tradición islámica sino en todas las tradiciones, esa expresión, aunque más adelante el Corán confirma que es una cuestión de grado según la dinámica de poder bajo las circunstancias y el contexto, sin embargo, la misoginia se aferró a esa expresión y dijo: "bueno, es un grado, y es debido a que el cerebro de un hombre es inherentemente superior al cerebro de una mujer". Pero si tú, como cuestión moral, renuncias a las interpretaciones misóginas, entonces te comprometes moralmente con una interpretación que no es inmoral y, por lo tanto, entenderías esa expresión como un reconocimiento de la dinámica de poder que existía en ese momento entre los dos.
El poder de la administración del dinero residía en los hombres, ellos controlaban las finanzas, controlaban el flujo de dinero. Esto vuelve a mi punto anterior de que si se renegocian las relaciones de poder, tú deberías reconocer que esta expresión no es una expresión normativa, el versículo no te está diciendo que los hombres siempre deberían tener esa prioridad bajo todo contexto y circunstancia, porque si quisiera decir eso, hay formas mucho más claras, precisas y sencillas de decirlo. Todo esto es muy importante.
Vean ustedes como otros textos religiosos hablan del hombre y la mujer, por ejemplo en la Biblia se indica que la relación entre el marido y su esposa es similar a la relación entre el amo y su esclavo. Es solo debido a que hoy en día somos una comunidad colonizada y derrotada que no hemos aclarado este punto adecuadamente. He leído suficientes escritos de musulmanas feministas, y aunque muchas de ellas creen que son pensadoras profundas y críticas cuando hablan de esta particular expresión coránica, no lo son. Si tú eres una feminista opositora hacia los misóginos, yo estoy de acuerdo con ello, porque es una causa justa, porque en mi opinión es un justo juicio el indicar que durante la historia ha existido una innegable dinámica misógina en la interpretación del Corán. Sin embargo, se debe tener claro que esta expresión coránica no es una expresión misógina, la misoginia está en el intérprete del texto, quien lleva esta expresión a significar algo innato en la relación.
La verdad es que en muchos tafsir, a partir de esta expresión del Corán y de su interpretación misógina, comienzan a realizar comentarios que son realmente embarazosos, porque empiezan a decir que las mujeres son naturalmente deficientes, que la mayoría de las personas en el infierno serán mujeres, que ellas naturalmente son poco confiables y traidoras, y muchas cosas así.
Sigue la sura,
(229) Un divorcio puede ser [revocado] dos veces, después de lo cual, o bien se reanuda el matrimonio en forma honorable, o se disuelve de buenas maneras.
No os es lícito quedaros con nada de lo que hayáis dado a vuestras esposas; a menos que ambos [cónyuges] teman no poder mantenerse dentro de los límites fijados por Dios: así pues, si teméis que no puedan mantenerse dentro de los límites fijados por Dios, no incurrirán en falta ninguno de los dos por aquello a lo que ella renuncie [en favor del marido] a fin de quedar libre.
Estos son los límites que Dios ha fijado; no los violéis: pues quienes violan los límites que Dios ha fijado --¡esos son los malhechores!
Este versículo establece que lo indicado en el versículo anterior se puede realizar dos veces. Noten cómo el versículo indica que si el marido y la esposa deciden continuar el matrimonio, este debe ser en términos honorables, benevolente y bondadoso. En otras palabras, si la relación es una del tipo tóxica, si la relación es un desastre, no puedes arruinar la vida de tus hijos e hijas y decir que en realidad no puedes hacer nada y que ese es tu destino. La instrucción del Corán es que la relación del matrimonio debe ser vivida en un ambiente de bondad y benevolencia, no en un ambiente que traumatice a los hijos, no en un ambiente de peleas y gritos cotidianos, la relación de matrimonio debe ser llevada en un ambiente de reposo, de tranquilidad, de bondad, de amabilidad.
El versículo también nos indica que si el marido y la esposa determinan divorciarse, este debe ser hecho con “ihsan”, ¿se recuerdan lo que significa “ihsan” ?, significa: “bondad hermosa”.
En general los musulmanes no han venido a mi cuando han deseado contraer matrimonio, de hecho no he realizado muchos matrimonios en mi vida, pero he tenido la desgracia de tratar con musulmanes que han querido divorciarse, y les puedo decir que en mis 30 años de carrera no puedo indicarles uno solo en que hayan querido seguir un divorcio con “ihsan”. Cuando les dices: “con “ihsan” gente, con “ihsan””, te miran como si fueras un loco que les está hablando. Luego escuchas que se ponen a hablar como con consciencia de lo que dicen sobre ideales religiosos y comienzan a darte lecciones sobre la sunna del Profeta (BP). Cuando Dios dice que el divorcio debe ser realizado con “ihsan”, ¡eso es lo que se debe hacer!, si tú te vas a separar lo debes hacer de la forma más hermosa posible, debes hacer el esfuerzo de hacerlo de esa manera, y no con odio y aborrecimiento, ni hirientemente.
En este versículo se nos indica que el principio moral es que en un divorcio el hombre no le puede decir a la esposa que le devuelva lo que le había dado. Ahora, en la ley islámica los juristas leyeron esto y lo aplicaron específicamente a la dote, pero la verdad es que aplica a todo, lo que fue dado en el matrimonio, fue dado. En mi opinión esto también aplica a la mujer, la esposa no puede decirle al marido que le devuelva lo que ella le regaló durante el matrimonio.
Luego el versículo trata la situación de cuando se entra en una relación enconada, en una relación hostil, donde la pareja está peleando por las cosas materiales, y debido a la pelea por las cosas materiales el marido dice que no concederá el divorcio. En este versículo es la primera oportunidad en la cual el Corán se pronuncia en lo que más tarde se transformó en el procedimiento islámico asociado a la devolución de la dote. Ahora, si la relación llega al punto que es del tipo tóxica para la pareja, y noten que el versículo indica que la relación del matrimonio es para servir el propósito de Dios, entonces si la relación por ser tóxica no está sirviendo el propósito de Dios, lo que significa que ese tipo de relación no es la adecuada para criar a los hijos, o porque está generando sentimiento de rencor y odio entre la pareja, o porque no hay espacios de tranquilidad, de bondad, o ni siquiera para compartir el islam, pero a pesar de todo ello el marido se niega a conceder el divorcio, entonces en esta situación la mujer puede devolver la dote a cambio de una rápida reclamación del divorcio. Esto posteriormente es indicado en forma más clara en el Corán. En la sunna del Profeta (BP) se puede observar claramente que es la devolución de la dote, y no de otras cosas materiales como algunos juristas han indicado.
La otra cosa es que muchos juristas islámicos indicaron que en esta situación, la devolución de la dote por parte de la mujer como mecanismo de una rápida reclamación del divorcio, no puede obtenerse a menos que el marido esté de acuerdo. En mi opinión lo indicado por estos juristas es inconsistente con la prescripción coránica y con la sunna del Profeta (BP). Todo el asunto de la devolución de la dote por parte de la esposa es que ella está haciendo una reclamación rápida, lo que significa que ella está realizando esta acción para obtener el divorcio ya sea que el marido esté o no esté de acuerdo.
Y Dios es el que sabe más.
Sigue la sura,
(230) Y si él la divorcia [definitivamente], no le estará permitida ya, a menos que ella tome a otro hombre por esposo; entonces, si este la divorcia, ninguno de los dos incurrirá en falta si vuelven a casarse --siempre que ambos crean que serán capaces de mantenerse dentro de los límites que Dios ha fijado: porque estos son los límites de Dios, que Él aclara a gentes de conocimiento [innato].
El versículo indica que luego del límite de divorcios establecidos, para volver a casarse con el exmarido, la mujer debe contraer matrimonio con otro hombre primero. Ahora bien, es claro que en el contexto de la revelación la restricción mencionaba asociada a que la mujer se debía casar con otra persona, para luego volver al matrimonio con quién se había divorciado por tercera vez, tenía el sentido que la mujer debía seguir adelante con su vida luego del último divorcio. Un ejemplo sería que ella estando en esa situación continuó su vida, y luego del divorcio estuvo casada con otra persona durante diez años, y luego este otro esposo fallece, y por alguna razón se vuelve a encontrar con su exesposo y este le dice: “¿Casémonos de nuevo?”. Este es el tipo de situación a la que el versículo se refiere. Claramente el Corán en este versículo no se está refiriendo a que se puede hacer el tipo de acciones burlescas que realizan algunos musulmanes, que luego de divorciarse tres veces van y le pagan a alguien, como sucede en muchos países musulmanes, le pagan a alguien para que se case con la esposa y se divorcie en el mismo acto, para luego volver a casarse con ella. Esa no es la intención del versículo coránico.
El versículo básicamente indica que el marido y esposa divorciados deben seguir adelante con sus vidas, y si sucede que por alguna razón en el futuro sus caminos se cruzan nuevamente, y quieren volver el uno al otro, entonces es un nuevo capítulo.
Nuevamente, deben comprender el aspecto moral detrás de la ley, el aspecto moral detrás de la ley es que si ustedes se divorciaron y volvieron tres veces, ya es suficiente, probablemente no sean buenos el uno para el otro, y entonces deben seguir adelante con sus vidas por separado, ese es el punto.
Sigue la sura,
(231) Así pues, cuando habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera, o bien las retenéis en forma honorable o las dejáis ir de buenas maneras. Pero no las retengáis contra su voluntad por hacer[-les] daño: pues quien tal hace falta contra sí mismo.
Y no toméis [estos] mensajes de Dios con frivolidad; y recordad los favores con que Dios os ha bendecido y toda la revelación y la sabiduría que ha hecho descender para vosotros a fin de amonestaros con ello; y manteneos conscientes de Dios y sabed que Dios tiene pleno conocimiento de todo.
Hay traducciones en la cuales la primera parte del versículo se interpreta como: “cuando habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera”, sin embargo no creo que idiomáticamente la expresión en árabe necesariamente se refiere a cuando está por llegar el final del período de espera. Lo que quiero decir es que el versículo se puede interpretar así, pero también incluye otras situaciones; en otras palabras, el principio mismo es: si hay divorcio, bajo ninguna circunstancia se puede retener a la esposa; no se puede mantener a la esposa en una relación que la perjudique.
Dado lo anterior no se puede decir, como suele suceder, y lo he visto en muchas de las parejas de las que he hablado, que el esposo dice: "¿Sabes qué? Simplemente te voy a retener, no me voy a divorciar de ti y no te voy a tratar como una verdadera esposa".
Les contaré una situación real. Un hombre paquistaní vivía hace muchos años en Estados Unidos, estaba casado con una mujer también paquistaní, vivían juntos, y ella nunca se educó y nunca trabajó. Él tenía una buena situación económica, y en un momento decidió viajar a Paquistán para casarse con una mujer mucho más joven que él, con una mujer de 20 años. Viajó con ella de regreso a Estados Unidos y le dijo a su primera esposa que se quería divorciar de ella. La mujer, asustada y con temor porque su futuro se volvía incierto dado que no tenía estudios y nunca había trabajado, le rogó a su marido para que no la divorciara. Él aceptó no divorciarla pero le indicó que sería como una sombra para él, le prohibió que fuera a la mezquita, que visitara a sus amigos comunes, y que dijera que era su esposa, básicamente porque él deseaba hacer la vida social con su nueva esposa. Cuando este hombre me vino a ver porque en definitiva quería divorciarse, yo le leí este versículo y le indiqué que él estaba transgrediendo lo indicado por Dios en el Corán. Entonces él fue donde el sheij de la mezquita de su barrio, y el sheij le dijo que lo que realmente este versículo decía era: “No te niegues a divorciarla solo para evitar que se case con otro marido”, y entonces le dijo que en su caso, dado que el motivo de ella no era casarse con otro marido sino que le había rogado para que no la divorciara, podía divorciarse sin ningún problema. Luego el sheij le dijo: "Este tipo, Khaled Abou el Fadl, no sabe de lo que habla".
¿Se dan cuenta?, esto es exactamente lo que quiero decir cuando les indico que mucha gente ignora la moralidad del Corán, porque ¿qué nos enseña moralmente el Corán aquí? Moralmente nos enseña que a priori, y ya hablamos del concepto de a priori, a priori, al tratar con seres humanos, la relación no puede construirse sobre la base de causar daño, y tampoco puede construirse sobre la base de cometer una injusticia. Recuerden que el Profeta (BP) dijo: "No puedes causar daño".
Luego fíjense cómo en el mismo versículo Dios nos indica que quién haga esto está actuando en su propia contra dado que está siendo injusto. Noten la elocuencia del Corán, porque lo que menciona es que la persona está siendo injusta consigo misma, se está perjudicando a sí misma. Tal vez ese marido creía que estaba perjudicando a su esposa, pero no, fundamentalmente se estaba perjudicando a sí mismo.
Luego el versículo vuelve a enfatizar el asunto, e indica que no se debe frivolizar con SU mensaje. Este es un mensaje de Dios para que seamos vigilantes de estas acciones, porque Dios sabe que el ser humano tenderá a usar “lagunas legales” para escabullirse del principio moral, como el sheij que les mencioné.
Finalmente un tercer énfasis, porque Dios nos indica que esto es la sabiduría, ¿cuál es la sabiduría en este caso? La sabiduría en este caso es que la relación entre el marido y la esposa no puede basarse en causarse daño e injusticias, porque si tú estás en una relación en la cual a otro ser humano le generas daño e injusticias, lo que estás haciendo es condenarte a ti mismo.
Dios nos está advirtiendo claramente sobre todo esto, ¿cómo podría Dios haberlo dejado más claro?, y a pesar de todo esto nos encontramos con historias como las que les he contado.
Si tú le hablas a un burro, el burro te responderá con los sonidos que hacen los burros. Los burros responden en el lenguaje de los burros. Si tú le hablas a un ser humano inmoral y le indicas que no transgreda la moral del Corán, él te dará su respuesta inmoral. El Corán necesita una audiencia con moralidad, pero además les diré que el Corán necesita una audiencia con educación, una audiencia con inteligencia, una audiencia que use su capacidad de reflexión, porque si no es así, el Corán no producirá ningún efecto en ti.
Hay una ocasión asociada a la revelación de este versículo. Las narraciones indican que una mujer fue donde el Profeta (BP) y le dijo: “mi marido se ha enojado conmigo y me ha dicho que me ha divorciado, pero luego de eso él me dijo que no me divorciaría y que me dejaría en una situación indefinida. Me dijo que se casaría con otra mujer, que no me divorciaría, pero que no me trataría como su esposa, y que no dejaría que me pueda casar con otra persona”. Como respuesta a esta situación este versículo fue revelado. Cuando el versículo fue revelado el Profeta (BP) le ordenó a ese marido a que divorciara a la mujer.
Ahora, con este precedente, tú puedes deducir el principio moral enseñado en esta situación, pero como les he dicho, la forma en que esto ha sido tratado es de una manera extremadamente legalista, porque las consciencias masculinas que han estudiado este versículo han querido responder de forma muy estrecha. Por ejemplo, ante la expresión del versículo: “cuando habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera, o bien las retenéis en forma honorable o las dejáis ir de buenas maneras…”, ¿qué pasa si tú le has dicho a tu esposa que la odias, y que en adelante la considerarás como un mueble de la casa? La respuesta que algunos te darán es que independiente que le digas eso, si tú le otorgas sus derechos legales, no hay problema en que la retengas, porque Dios no pretende controlar lo que hay en tú corazón. Bueno, yo les digo que esa es una respuesta equivocada, porque el asunto relevante no son los derechos legales que le otorgues, sino que el asunto principal es la situación ética y moral.
Sigue la sura,
(232) Y cuando, habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera, no les impidáis que se casen con otros hombres si lo han convenido mutuamente en forma honorable. Esta es una amonestación para quienes de vosotros crean en Dios y en el Último Día; este es el [modo] más puro para vosotros, y el más limpio. Dios sabe y vosotros no.
A este versículo aplica el mismo principio moral que ya vimos, y se nos indica que si tú divorcias a tu esposa, independiente si el tiempo de espera se ha cumplido o no, no impidas que se case con otro hombre. Luego el versículo nos muestra el énfasis que Dios pone en indicarnos la importancia en la pureza en la forma en que actuemos, y que en definitiva esto es en beneficio de nosotros mismos.
La ocasión asociada a la revelación de este versículo está contenida en reportes que indican que había un hombre, que si mal no recuerdo se llamaba Mokkil, que tenía una hermana que se había casado con un hombre que eventualmente la había divorciado. En la mayoría de los reportes que hablan de esto se indica que el período de espera había expirado, y se menciona que ellos querían volver a estar casados. Frente a esto Mokkil, el hermano de la mujer, le prohibió volver con su marido y le dijo a este: “Tú me has insultado y también a mi familia. Casé a mi hermana contigo y luego la divorciaste, y eso fue un insulto que nunca te perdonaré, y por ello jamás permitiré que vuelva contigo”. Frente a esto la mujer se dirigió al Profeta (BP) para quejarse sobre la actitud de su hermano, y entonces, de acuerdo con estos reportes, este versículo fue revelado.
Ahora, nos deberíamos preguntar: ¿qué es lo que quiere subrayar este versículo? Lo que quiere resaltar son ciertos principios rectores que impiden la coerción, la explotación, la injusticia, y esa es la trayectoria moral que se encuentra constantemente en el tratamiento coránico.
Sigue la sura,
(233) Y las madres [divorciadas] amamantarán a sus hijos dos años enteros, si desean completar la lactancia; y el progenitor deberá sustentarles y vestirles en forma honorable. A nadie se le impone una carga superior a sus fuerzas: no se impondrá un perjuicio a la madre por causa de su hijo ni, por igual causa, a quien lo engendró. Y la misma obligación recaerá sobre el heredero [del padre].
Y si ambos [padres], previo consejo y acuerdo mutuos, deciden la separación [de madre e hijo], no incurrirán [por ello] en falta; y si decidís encomendar a vuestros hijos a una nodriza, no incurriréis en falta siempre que os aseguréis, en forma honorable, del bienestar del niño que entregáis. Y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios ve todo lo que hacéis.
Este versículo es bastante directo y se auto explica fácilmente. Lo único que diré es que en la tradición de la jurisprudencia islámica el marido tiene la obligación de la manutención, la que debe ser temporal para la esposa y permanente para los hijos e hijas mientras ellos dejen de ser niños. Un aspecto muy interesante de la ley islámica, y que permite observar las diferencias circunstanciales y de contexto en las sociedades, es que en el caso que el hombre no tenga dinero, y por lo tanto es incapaz de pagar para la manutención de su exesposa, entonces la obligación de ello recae sobre la familia de la mujer, y si la familia de ella no tiene la posibilidad financiera de mantenerla, entonces la responsabilidad recae sobre la comunidad musulmana, es decir, es un derecho público. Ahora, ¿qué sucede en el caso que el marido no pueda dar la manutención a los hijos e hijas? En la ley islámica se indica que en este caso la obligación recae sobre la comunidad musulmana, aunque hay algunos juristas que en este caso opinan que la responsabilidad recae sobre la familia, y si esta no tiene capacidad financiera la responsabilidad se traspasa a la comunidad musulmana.
Ahora, en aquellos tiempos no existía un sistema de seguridad social público, incluso en aquellos tiempos ni siquiera se tenían registros completos sobre la gente que nacía, que moría, o que contraía matrimonio. Todo este tipo de registros, según la mayoría de los estudiosos, fueron perfeccionados durante la dinastía Abasida, aunque su inicio se había generado con anterioridad a ella. En la época de dicha dinastía el estado generaba y administraba los registros asociados a los nacimientos, las muertes, y los matrimonios. Ahora, esos registros eran bien mantenidos en los centros urbanos, pero nunca fueron exitosos en las áreas rurales. Entonces, ¿Cómo se llenaba el espacio para apoyar a las mujeres e hijos cuando el marido no tenía recursos financieros para hacerlo? Culturalmente había círculos concéntricos de apoyo y responsabilidad, y es por ello por lo que el conocer la línea de descendencia era tan importante. Era normal que las personas memorizaran la línea completa de parientes con el objeto de conocer con mucha claridad cual era la tribu a la que pertenecían, cuál era su clan, y cuáles eran los círculos a los que pertenecían. En la época preislámica se consideraba extremadamente vergonzoso para un miembro de una tribu, o de un clan, o de una familia, no tener pertenencia a uno de estos círculos, y entonces la sola idea de que alguien de tu familia estaba padeciendo de hambruna, o que no tuviese un techo para vivir, mientras tú te podías alimentar bien y tenías tu casa, era algo que podía haber sido usado para avergonzarte, y la gente hubiese hablado de ti por generaciones.
En la civilización islámica lo que se introdujo fue una “causa de acción”, según la cual, si de hecho no tenías medios para mantenerte, podías ir y presentar una demanda contra un tío, contra un primo, o contra un pariente lejano, y obligar a ese pariente a cuidar de ti. Ahora, por supuesto que con el tiempos se generó una ley islámica sobre la cual puedes encontrar diferentes reglas asociadas a los medios de verificación del parentesco, de la riqueza, y de otras cosas.
Los centros que administraban los mejores y más completos registros eran las instituciones religiosas, y de hecho los gobiernos cuando querían analizar los registros de muertes, nacimientos, matrimonios, divorcios, y otros, ellos recurrían a las instituciones religiosas para obtener la información. En dichas instituciones había personas expertas en esto, e incluso en aquellos tiempos se indicaba que un jurista debía manejar muy bien la información asociada a las líneas de descendencia y la genealogía que tenían las personas, eso era parte de las competencias necesarias que debía tener. Esto cambió radicalmente con la llegada de la modernidad y especialmente con el colonialismo, dado que con este último las instituciones islámicas fueron marginalizadas y consideradas como irrelevantes, y fue el estado el que monopolizó la autoridad para mantener los registros y adoptó por completo el modelo occidental para esto. La “causa de acción” para dar soporte, que mencionamos anteriormente, desapareció por completo, y aunque técnicamente el derecho de familia siguió siendo islámico, solo lo fue en lo que respecta al matrimonio, el divorcio y la herencia. Sin embargo, se eliminaron todas las causas de acción basadas en el linaje, también en lugares como Malasia o Indonesia, donde la sharia consuetudinaria mantenía la infraestructura de apoyo, cuando Malasia e Indonesia adoptaron la ley inglesa, todo esto se erradicó.
Así, se llegó a una situación completamente caótica, porque solo existían partes de la ley islámica, y cuando esta fallaba, se hacía extremadamente evidente. Al no existir una red social, la idea de la persona moderna sin afiliación, especialmente en los centros urbanos, se convirtió en un fenómeno muy real en los países musulmanes: la persona desarraigada, la persona que se casaba y quedaba desconectada de su familia, la persona que se encontraba sola.
Debido a que la ley islámica se trataba ideológicamente, y no éticamente, no encontrarán escritos al respecto. He consultado muchas publicaciones islámicas, pero no he logrado encontrar ningún escrito sobre esto.
¿Por qué les hablo de esto? Porque, como en el versículo 232 se habla de la obligación de manutención masculina, en las escuelas de jurisprudencia tradicionales se habla de manutención conyugal hasta por dos años, o tres años, o seis meses, según la escuela de jurisprudencia. Ahora, uno se encuentra con las situaciones reales de hoy en día, y me he encontrado con muchas de ellas en las cuales parejas musulmanas acuden a mí y me dicen algo como: "Queremos seguir la sharia en nuestro divorcio, así que díganos qué manda la sharia", y entonces les pregunto: "¿a qué se refieren con sharia?, ¿se están refiriendo a la sharia que se encuentra en los libros de jurisprudencia de las escuelas tradicionales, como Hanafí, o la Shafi, o se están refiriendo a una interpretación contemporánea de la sharia?". La mayoría de las veces lo que recibo como respuesta es: "No, no, no, no queremos una interpretación moderna de la ley, usted aléjese de sus ideas liberales, dennos solo lo que dicen las escuelas tradicionales de jurisprudencia islámica". Entonces les digo lo que ellas indican, y lo que ellas indican, para el contexto social y situación particular, resulta en algo bastante injusto, especialmente para una mujer que no tiene medios de subsistencia. A continuación, lo que sucede con frecuencia es que, en este punto, hay mujeres que dicen: "Bueno, esta es la voluntad de Dios", aunque yo les digo que no creo que esa sea la voluntad de Dios, pero finalmente no quieren mi interpretación, siguen lo que dicen estas escuelas de derecho tradicionales. Otras mujeres, y esto sucede con mucha frecuencia, dicen: "Bueno, olvídense de la sharía entonces, quiero ir a juicio, voy a contratar un abogado y vamos a luchar en los tribunales".
Realmente no sé qué decirles sobre estas situaciones. ¿Se imaginan si Abu Hanifa existiera en nuestra época, o si el imán Shafi existiera en nuestra época? Tengo absoluta confianza en que se reirían de la idea de que lo que dijeron hace siglos, en un contexto social completamente diferente al actual, es lo que se debe emplear y aplicar hoy en día, porque no es consistente con el espíritu de lo que Dios decretó.
Sigue la sura,
(234) Y si alguno de vosotros muere y deja esposas, estas deberán permanecer, sin casarse, un período de cuatro meses y diez días; luego, una vez cumplido su plazo, no seréis responsables por lo que hagan consigo mismas, en forma honorable. Y Dios está bien informado de todo lo que hacéis.
Este versículo es bastante claro en cuanto al tiempo de espera en caso de fallecimiento del marido. Sin embargo, noten que se resalta la libertad de la mujer para llevar adelante su vida. Nuevamente esto responde a un contexto social y cultural, en el cual muchas prácticas preislámicas indicaban que cuando una mujer quedaba viuda, y esto especialmente en las tribus más poderosas, ella debía guardar luto y no se podía casar por, en algunos casos por 1 año, en otras tribus era por 3 años, en otras por 10 años, y en algunas incluso de por vida. Podía llegar a generarse una batalla entre tribus si la mujer no cumplía con ello. Entonces el Corán llegó para cambiar completamente esa práctica.
Sigue la sura,
(235) Y no incurrís en falta si insinuáis a [alguna de] estas mujeres [vuestra intención] de proponerles matrimonio o si concebís tal intención y no lo manifestáis: [pues] Dios sabe que pensáis proponerles matrimonio. Pero no os prometáis a ellas en secreto, sino habladles en forma honorable; y no decidáis el compromiso matrimonial hasta que el [período de espera] prescrito haya expirado. Sabed que Dios conoce lo que hay en vuestras mentes: manteneos, pues, conscientes de Dios; y sabed, también, que Dios es indulgente, benigno.
Durante el período de espera de una mujer el hombre se debe refrenar de hacerle en secreto alguna propuesta de matrimonio, o tentarla con algún tipo de oferta.
La ocasión asociada a este versículo fue que un hombre le envió un mensaje a una mujer que estaba en período de espera, y el mensaje le decía que si ella no volvía donde su marido él le daría muchas más cosas que las que su marido le daba.
En esto nuevamente observemos un principio moral. Este tipo de potencial acuerdo o trato encubierto es indecoroso, así no es como deberían actuar los musulmanes.
Este versículo también nos indica que se deben evitar los tratos furtivos. Había muchos casos en los cuales los hombres se dirigían hacia mujeres jóvenes que nunca se habían casado y comenzaban a cortejarlas, y sus intenciones ocultas al cortejarlas eran poco claras, y hacían todo esto en secreto, y finalmente las desechaban. Este tipo de comportamiento es inaceptable.
Sigue la sura,
(236) No incurrís en falta si divorciáis a mujeres a las que no habéis tocado ni asignado una dote; pero [aun en tal caso] gratificadlas con algún bien en forma honorable --el rico según sus medios y el que viva con estrechez según sus medios: esto es un deber para los que eligen hacer el bien.
(237) Y si las divorciáis antes de haberlas tocado, pero habiéndoles asignado ya la dote, [dadles] la mitad de lo asignado --a menos que ellas renuncien a su derecho o aquel en cuya mano está el contrato de matrimonio renuncie a su derecho [a la mitad de la dote]: y la renuncia es más afín a la consciencia de Dios. Y no olvidéis [que debéis actuar] con generosidad entre vosotros: ciertamente, Dios ve todo lo que hacéis.
Los versículos son bastante claros. Pero quiero resaltar la última parte del versículo 237 donde aparece la frase: “Y no olvidéis (que debéis actuar) con generosidad entre vosotros”. La razón por la cual quiero resaltar esto es porque en innumerables casos de divorcios les he mencionado esta frase a la pareja que se quiere divorciar, pero las personas en general en los procesos de divorcio se vuelven brutales, crueles, y rencorosas, y creen que porque están enojadas por el divorcio entonces no hay límites éticos ni morales para sus comportamientos.
Yo jamás he aceptado trabajar por dinero en un caso de divorcio, y la razón es porque nunca he querido obtener una ganancia material por la continuación de esta actitud entre las personas. Cada caso de divorcio, y cada arbitraje que he realizado, en 30 años, lo he realizado sin un beneficio material debido precisamente a esta frase en este versículo.
También deben tener claro que actuar con generosidad no significa ser la víctima que renuncia a todos sus derechos, no, los derechos son los derechos y deben ser respetados.
Esta sura, después de haber tratado una serie de aspectos relacionados con el matrimonio y el divorcio, se moverá a responder temas que estaban presionando a la sociedad en esos tiempos y que estaban relacionados con las circunstancias asociadas a la guerra, y las presenta en términos de dos realidades, y ambas son presentadas con el mismo sentido de urgencia.
Sigue la sura,
(238) OBSERVAD las oraciones, y hacedlas en la forma más excelente; y estad presentes ante Dios con devoción. (239) Pero si os veis en peligro, [rezad] de pie o montados; y cuando estéis de nuevo a salvo, recordad a Dios --pues Él os enseñó lo que antes no sabíais.
En este versículo Dios nos indican lo relevante y urgente que es la oración.
Piensen ustedes cuando tienen alguna circunstancia muy difícil, ni Dios lo quiera, como una enfermedad muy grave, es fácil bajo estas circunstancias que algunos musulmanes comiencen a pensar en sacrificar sus oraciones, aun cuando lo que ella toma de tiempo diario es una cantidad muy modesta.
La circunstancia particular que surgió en la época del Profeta (BP) fue que entre muchos que se habían convertido al islam en Medina, especialmente aquellos que lo hicieron sin una profunda convicción sino que más bien por seguir a otros, o porque la mayoría se había convertido, algo que sucedió particularmente luego de la batalla de la trinchera, y dada esas circunstancias de hostilidades permanentes, algunas de esas personas comenzaron a realizar algunos reclamos especialmente asociado a las oraciones en las cuales normalmente las personas están más activas, que son las de medio día y la tarde, dado que ellas cortan tus actividades del día. El reclamo que tenían esas personas era que cuando ellos viajaban de un lugar a otro temían que los atacaran, y que no se sentían que era seguro el detenerse para hacer la oración. Entonces el Corán les indica que si están en esa situación pueden hacer sus rezos de pie o sobre sus cabalgaduras mientras siguen viajando.
El versículo habla de hacer las oraciones, pero va más allá e indica que se debe perseverar y hacerlas de la mejor manera, pero luego incluso va más allá y nos indica que debemos girarnos hacia Dios para estar en ellas realmente ante ÉL.
Vean como el Corán va respondiendo a un tema sobre otro tema en la medida que ellos fueron surgiendo, pero noten que cuando habla de la oración siempre se puede observar que se plantea la absoluta necesidad de realizarla.
En este versículo Dios nos indica, sin pelos en la lengua, que no se debe sacrificar la oración, si debes rezar parado o sobre tu camello o caballo, debes hacerlo, pero cuando vueltas a estar en un lugar que te permita estar tranquilo y seguro, debes volver al recuerdo de Dios en la forma establecida.
Nunca es la ley lo principal, sino que lo que es principal es el fundamento y el ancla moral de la ley. La ley sin el espíritu que la anima es la corrupción de la ley.
Es por lo anterior por lo que les he dicho que para el estudio del Corán se requiere tener piedad, no una piedad oculta sino una piedad orgullosa, una piedad ampliamente proclamada. El estudiar la ley islámica sin piedad, en mi opinión, es una completa corrupción. Si alguien viene y me dice: “mira, ese es un gran profesor de la ley islámica”, mi respuesta honesta es: “Antes de estar de acuerdo contigo necesito conocer su piedad”. Esto no significa que alguien que es muy piadoso es entonces una persona preparada en la ley islámica, no es así, de hecho podría no saber nada de la ley islámica. El que una persona sea piadosa no significa que tenga la capacidad para ser un experto en la ley islámica, pero un experto en la ley islámica sin piedad es alguien inútil para ti en el ámbito de la ley islámica, porque no podrá entender el espíritu de la ley. Esa persona podría ser un experto en la historia de la ley islámica, eso sí, el podría tener mucho conocimiento asociado a la historia y la evolución de la ley islámica, pero no tiene la capacidad para comprender los aspectos normativos asociados a la ley islámica, porque para ello es necesario tener conocimiento del Soberano y del Legislador en la ley islámica, y ese es Dios. ¿Cómo podría hacerlo si no tiene una relación con Dios?
Sigue la sura,
(240) Y SI alguno de vosotros muere y deja esposas, le corresponde a sus viudas [el derecho] a un año de manutención sin verse obligadas a abandonar [el domicilio conyugal]. Sin embargo, si lo abandonan [voluntariamente], no seréis responsables de lo que ellas hagan consigo mismas, en forma honorable. Y Dios es todopoderoso, sabio.
(241) Y las divorciadas tendrán, también, [derecho] a manutención en forma honorable: esto es un deber para los conscientes de Dios.
(242) Así os aclara Dios Sus mensajes, para que [aprendáis] a usar vuestra razón.
Normalmente se indica que el versículo 240 fue abrogado por versículos posteriormente revelados que indican la parte heredada por las esposas cuando los maridos fallecen. Pero no es así, y déjenme explicarles la razón.
Como ya lo hemos dicho, en esta sura se plantea un problema que surgió y el Corán responde a él. El problema que existió en ese momento, temporalmente anterior al tema de las leyes de herencia, fue que según la práctica de los árabes en esos tiempos cuando una mujer quedaba viuda no tenía derecho a heredar nada de su difunto marido, pero la costumbre era que venía la familia del fallecido y le decía a la viuda que volviera con su familia y que limpiara el lugar donde vivía con su marido porque ellos necesitaban ese lugar. La dinámica en Medina en esos tiempo asociada a construir una nueva casa era un gran tema dado lo caro que de hacerlo debido a la poca disponibilidad de materias primas, no era como en nuestros tiempos. Las familias ocupaban la misma casa por varias generaciones, por lo cual esas casas eran testigos del nacimiento y muerte de muchas personas de la misma familia. Entonces había una presión por parte de la familia del marido para ocupar esa casa. Esta situación fue eventualmente cambiada cuando llegó el islam.
Dadas las circunstancias, la legislación más justa era rechazar la política de desalojo rápido. Entonces fíjense que en primer lugar se estableció el período de espera, durante el cual no se podía desalojar, y además, el requisito de tener la voluntad para proveer de una pensión alimenticia de al menos un año después del período de espera.
¿Por qué el versículo habla de “tener voluntad” en lugar de simplemente decretar una ley tajante? ¿Por qué el versículo habla de “tener voluntad” que prevea esa pensión alimenticia por al menos un año, en lugar de decir, por ejemplo, que se “debe” entregar por dos años una pensión alimenticia? (En la traducción en uso en lugar de hablar de “tener la voluntad” desde la perspectiva de la familia del fallecido, o desde la perspectiva de la voluntad que el fallecido podría haber dejado establecida antes de su muerte, se habla del “derecho de la mujer”. Por otra parte en la interpretación del Sheij Khaled Abou el Fadl, se indica que el período es de “mínimo un año”, mientras que en la traducción en uso se habla de un año en la manutención, y no es explícito si ese período aplica también al abandono del domicilio conyugal).
La forma en que Dios nos presenta el versículo se debe a la agencia moral; el punto no era un año de pensión alimenticia, sino la lección moral que se está comunicando: no puedes morir sin preocuparte por la dignidad de tu viuda; no puedes simplemente decir: "Bueno, dejaré que las cosas se arreglen después de mí, dejaré que mi familia se encargue".
El período de espera se estableció claramente, fue decretado por Dios: cuatro meses de espera y no se podía sacar a la viuda de la casa de su esposo. Pero luego, en este versículo es como si se dijese: "Si desean la complacencia de Dios, si son buenos musulmanes, si son seres humanos decentes, deberían preocuparse más por sus viudas". Por alguna razón, los intérpretes coránicos lo interpretaron y dijeron: "Bueno, la instrucción es por un año y nada más". Pero esto no es lo que dice el versículo; gramaticalmente, dice: "Un mínimo de un año". De hecho, las tradiciones reportadas y las prácticas de los musulmanes de los primeros tiempos, antes del nacimiento de las "escuelas de pensamiento", entendían que esa era la condición. Hay reportes que indican que muchos musulmanes, después de la revelación de este versículo 240, decían: "Mi esposa no puede ser expulsada de esta casa mientras lo necesite". Es claro que los primeros musulmanes entendieron que esto agradaba al Profeta Muhammad (BP) y que esto era lo que agradaba a Dios.
La práctica en aquella época, la tradición para la gran mayoría de las mujeres era que si sus maridos fallecían, debían volver a casarse. Es decir, la idea de que una mujer viviera simplemente como viuda era muy inusual; no se hacía. Dicha práctica comenzó a cambiar después de la muerte del Profeta (BP), un par de siglos después.
El principio moral establecido fue que lo honorable era permitirles quedarse todo el tiempo que quisieran. Por lo tanto, decir que el versículo está abrogado creo que es erróneo; lo que decimos es que el versículo fue modificado posteriormente por una herencia; sin embargo, la lección moral del versículo permanece. Hay que preocuparse por la dignidad y el bienestar de quienes se dejan atrás cuando uno muere, y no se puede simplemente cargar la responsabilidad sobre las partes técnicas decretadas por el Corán asociadas a la herencia. Hay que preocuparse, especialmente en familias con situaciones complicadas.
Entonces, debes intervenir activamente para prevenir lo que sucede en la vida real, y es que la familia a menudo se aferra a la letra de la ley para hacer cosas desagradables a los miembros de la familia, como decir: "bueno, esta ahora es mi casa, la heredé, salgan". El versículo 240 nos enseña una lección moral, es una educación moral.
Noten luego el versículo 241, el lenguaje usado es un lenguaje que refleja moral: “esto es un deber para los conscientes de Dios”. Es como si el Corán nos dijera: “si tú no provees para la manutención de una mujer divorciada, entonces tú no eres una persona consciente de Dios”. No ser consciente de Dios significa que eres una persona que no está con la verdad, ni con la justicia, ni tampoco eres piadoso. Nuevamente les digo, el rol del intérprete es muy importante. ¿Le dieron muchos intérpretes al versículo 241 la interpretación que se debe? La respuesta es: “No, no lo hicieron”. La mayoría de ellos no hablaron de la manutención de una viuda desde una perspectiva ética y moral.
El texto del Corán es un texto viviente por siempre. El hecho de que la consciencia humana no haya asimilado el texto adecuadamente en ciertos períodos no significa que deba permanecer así para siempre. Cuando Dios nos dice que "la mujer divorciada tiene derecho a manutención", es decir, el derecho a ser cuidada, eso es una obligación moral.
Repito el ejemplo que les di antes sobre el manejo de casos de divorcio. Cuando les cito un versículo como este, los musulmanes modernos se quedan mirando con la mirada perdida y dicen: "Bueno, dígannos qué dice la ley islámica", y les respondo: "Bueno, pero escuchen el lenguaje moral del Corán". Ustedes no pueden simplemente decir: "Me divorciaré y díganme cuáles son mis estrictas obligaciones legales, sin hablarme de obligaciones éticas".
Este es el gran defecto, este es un gran problema, porque podrían cumplir con lo que dijo el imán Shafi, pero aun así estar en una situación poco ética, en una situación no piadosa. La ley no garantiza que cumplan con la exigencia ética.
Sigue la sura,
(243) ¿NO HAS SABIDO de aquellos que por millares abandonaron sus hogares por miedo a la muerte --y Dios les dijo: "Morid", y luego les devolvió a la vida?
Ciertamente, Dios muestra Su infinito favor a los hombres --pero la mayoría de ellos son desagradecidos.
(244) ¡Combatid, pues, por la causa de Dios, y sabed que Dios todo lo oye, es omnisciente.
Hay un debate interesante sobre la interpretación del versículo 243.
¿De qué está hablando este versículo?
El versículo habla de un grupo grande de personas que dejaba sus casas debido a una situación que les generaba temor, y que experimentaron la muerte y luego el volver a la vida.
En las tradiciones islámicas hay muchos que indican que esto se refiere a gente de la antigüedad, y hay muchos debates sobre quienes fueron específicamente. Algunos indican que fueron personas cuyo pueblo fue cubierto por plagas, y debido a esto ellos huyeron de sus casas, y luego como demostración del poder de Dios se les hizo morir por 8 días y luego fueron devueltos a la vida. Esta tradición es parte de las tradiciones llamadas “israelitas”, porque ella es idéntica a una narración que aparece en el Talmud. Este tipo de narraciones fueron traídas al islam por judíos que se hicieron musulmanes, y que cuando leían el Corán asociaban versículos de él a narraciones del Talmud. Luego estas narraciones fueron atribuidas al Profeta (BP), pero cuando se analizan sus cadenas de transmisión se encuentran problemas en todas ellas.
Otros intérpretes del Corán dijeron que esa gente era un grupo de judíos que no arrancaba de las plagas sino que arrancaban porque estaban siendo perseguidos. Esta tradición también está entre las llamadas “israelitas”.
Otros intérpretes rechazaron toda tradición de las denominadas “israelitas” y dijeron que este versículo está interconectado con los versículos que lo siguen, que tienen que ver con el asunto de la guerra, y que era uno de los persistentes problemas que afectaba a la sociedad de Medina. Estos intérpretes indicaron que el asunto de este versículo es bastante más sutil, y que de la gente que habla el versículo corresponde a los mismos musulmanes. El versículo está entonces diciendo que aquellos musulmanes que escaparon de la opresión, por el hecho de haber estado oprimidos, ellos estaban como muertos, y que los que los devolvió a la vida fue el resistir y oponerse a esa opresión. Es por ello por lo que inmediatamente la sura indica en el versículo 244 que los musulmanes deben combatir en la causa de Dios.
En estos versículos el Corán le estaba diciendo a los musulmanes que aquellos que creían que era posible responder a las hostilidades que estaban confrontando por medio de evitar la lucha debían entender que, en efecto, ellos estaban vivos porque ellos habían resistido la opresión, y lo seguían haciendo.
Muhammad Abdu comentó sobre el versículo 243, y él rechazó todas las tradiciones de origen israelitas, y estuvo de acuerdo con la última interpretación que indicamos. Él dijo que si los musulmanes realmente comprendieran este versículo ellos serían verdaderamente un pueblo libre, porque ellos entonces comprenderían que el ser sirviente al opresor es como estar muerto, mientras que la verdadera vida es resistir al opresor.
Sigue la sura,
(245) ¿Quién hará a Dios un préstamo generoso, que Él le devolverá ampliamente incrementado? Pues Dios da la estrechez y el desahogo; y a Él seréis devueltos.
Este versículo nos habla que los sacrificios que hagas por la causa de Dios son como si le dieras a Dios un préstamo ético y moral. Obviamente acá se está refiriendo específicamente a soporte financiero a las causas islámicas, y si tú apoyas estas causas recibirás lo que te corresponde de Dios de forma generosa.
En relación a este versículo y en este contexto, ustedes pueden encontrar que la mayoría de los tafisr citan el famoso hadith que indica que Dios en el Día Final dirá, a modo de parábola, entre otras cosas, que ÉL estaba enfermo y que tú no lo visitaste, y que ÉL estaba hambriento pero tú no lo alimentaste, y que Él estaba necesitado pero tú no lo ayudaste, etcétera. Entonces alguien le preguntó al Profeta (BP) sobre cómo sería eso posible, y entonces la respuesta fue que Dios te dirá que cada musulmán que tú conocías que estaba enfermo y que no visitaste, y que cada musulmán que estaba hambriento y que no alimentaste, y que cada musulmán que estaba necesitado y que no ayudaste, fue una ofensa directa a ÉL. Cuando tú le fallas a un hermano musulmán le estás fallando directamente a Dios. El hadith es bastante más largo y entrega más detalles.
El mensaje principal de este hadith es su lección moral, tú no puedes estar ajeno e inconsciente a las necesidades de tus hermanos musulmanes, porque de hecho tú estás directamente conectado con las exigencias de la divinidad sobre ello, y por ello entonces que fallarle a tus hermanos musulmanes es fallarle directamente a Dios.
Esto es realmente impresionante, porque con estas enseñanzas es realmente impresionante observar la situación en la que los musulmanes estamos hoy en día. Muchos musulmanes en todas partes del mundo saben lo que ha sucedido con los musulmanes Uyghur en China, y con la medida de lo que vimos en este hadith Dios nos dirá: “YO vivía y tú me mataste”, o dado que se trafica con los órganos de esos musulmanes asesinados Dios dirá: “YO vivía y tú me robaste mi hígado, porque tú desconocías que tus hermanos musulmanes estaban siendo asesinados y sus órganos robados”.
Es por esto por lo que, en mi opinión, es un pecado comprar un órgano en el mercado negro de China, porque él, con muy alta probabilidad proviene de un musulmán que fue asesinado para ello, independiente de cuánta necesidad tengas de dicho órgano. ¿Cómo es posible que algunas personas hablen de “órganos halal” provenientes de China si se sabe que es casi seguro que sea de un musulmán asesinado? Tú no puedes sacrificar otro ser humano, sea o no sea musulmán, para obtener un órgano que te permita vivir a ti. Esta es una opinión unánime en la sharía, no puedes obtener un órgano de un ser humano que ha sido asesinado para robarle sus órganos. Es preferible la muerte.
Hoy en día la evidencia es contundente sobre esto, tú no puedes alegar ignorancia sobre esto. Si ustedes tomaran mi clase sobre el tráfico humano conocerían horribles detalles sobre esto, verían que esta actividad ilícita mueve billones y billones de dólares, y lamentablemente hay muchos doctores sin ética que hacen estas operaciones con este tipo de órganos y además cobran enormes cifras de dinero. Es muy difícil generar control e impedir esta actividad, porque por ejemplo, muchos pacientes de Estados Unidos viajan a otros países, como México o Brasil, para operarse, y a donde los órganos llegan directamente desde China. Es algo realmente increíble.
Sigue la sura,
(246) ¿No has sabido de aquellos dignatarios de los hijos de Israel, después de Moisés, que dijeron a uno de sus profetas: "Danos un rey, [y] lucharemos por la causa de Dios"?
Dijo: "¿Y no os negaréis a combatir si se os ordena hacerlo?"
Contestaron: "¿Y por qué no íbamos a combatir por la causa de Dios si se nos ha expulsado de nuestros hogares junto con nuestros hijos?"
Sin embargo, cuando se les ordenó combatir, se echaron atrás, salvo unos pocos; pero Dios conoce bien a los malhechores.
El profeta al cual hace referencia este versículo es Samuel (BP).
La razón por la cual estoy comentándoles este versículo es por la interpretación del versículo 243 que nos indicaba que luchar contra la opresión era como estar con vida, mientras que ser un sirviente de la opresión es como estar muerto. Los intérpretes que apoyaron esta interpretación de 243 indican que este versículo 246 es para insistir en lo indicado en el versículo 243.
Sigue la sura,
(247) Y su profeta dijo a aquellos dignatarios: "En verdad, Dios os da a Saúl por rey." Dijeron: "¿Cómo puede él reinar sobre nosotros, cuando nosotros tenemos más derecho al reino que él, y ni [siquiera] le ha sido dada una abundante riqueza? [El profeta] dijo: "En verdad, Dios le ha enaltecido sobre vosotros y le ha dado en abundancia conocimiento y fuerza corporal. Y Dios otorga de Su dominio a quien Él quiere: pues Dios es inmenso, omnisciente."
(248) Y su profeta les dijo: "En verdad, un signo de su [derecho a la] soberanía será que se os dará un corazón dotado por vuestro Sustentador de paz interior y de cuanto es imperecedero en el legado de la Casa de Moisés y la Casa de Aarón, que portan los ángeles. Ahí, ciertamente, tendréis un signo si sois [realmente] creyentes."
En el versículo 248 aparece la palabra árabe “Taabuut”, que normalmente se traduce como “arca o baúl” (que en la traducción en uso se interpreta como “un corazón”), y sobre ella hay una mitología en la tradición bíblica que indica que en el antiguo templo de Salomón había una “arca o baúl” sobre la cual se había inspirado una considerable cantidad de paz, poder, serenidad, y seguridad. Dicho elemento fue destruido cuando el segundo templo de Salomón lo fue.
Hay intérpretes, como por ejemplo Muhammad Assad, que traducen “Taabuut” como “corazón”. Para esta traducción él va a los orígenes de la palabra árabe “taabuut”, porque una de las antiguas palabras árabes que se usaba para referirse al corazón era “tabata”. No sé si estoy de acuerdo con la interpretación de Muhammad Assad, porque él entendió toda esta narrativa de una forma simbólica, no creía que hubiese existido realmente aquella “arca o baúl” que era llevada por los israelitas a las batallas, y que llegó a ser una suerte de signo de inspiración, seguridad, y poder para ellos en sus batallas, sino que él interpretó que lo que Dios estaba indicando era que ÉL tocaría el corazón de los israelitas para colocarlos en un estado de serenidad y seguridad.
La razón por la cual soy escéptico de la interpretación de la palabra “taabuut” como “corazón”, aunque lingüísticamente hace sentido, es porque históricamente hubiera sido normal en esa época que la gente llevara a la batalla un símbolo, algo que inspirara confianza y fuerza, lo que más tarde, por cierto, es el origen de la idea de ir a la batalla con un estandarte y una bandera, y si la bandera caía, entonces habías perdido la batalla, y la gente sacrificaba sus vidas para mantener ese estandarte en alto. Esta es una tradición humana muy antigua.
Entiendo la razón por la cual Muhammad Assad era escéptico a la existencia de ese “baúl sagrado” de los israelitas, y era porque en la tradición bíblica a ese “baúl” se le daban poderes mágicos, e incluso llegó a ser como un ídolo para los israelitas, y en dichas tradiciones se indica que volvía a los israelitas como súper seres humanos
Quiero resaltar otro asunto sobre esto, y es que el Corán trata la historia de Samuel (BP) y la confrontación de David (BP) contra Goliat, de la cual hablaremos pronto, de una forma en que muchos musulmanes no se dan cuenta, y me refiero a la enorme diferencia sobre estas historias que se observa entre el Corán y la tradición bíblica.
En la Biblia encontramos la misma demanda de los israelitas en cuanto al deseo de tener un rey, y se indica que el profeta Samuel (BP) los había liderado en una serie de batallas anteriores a que Saúl fuese denominado como rey. Es interesante que ambos textos, aunque hablan de la misma tradición, lo hagan desde puntos de vista muy diferentes. Veamos lo que dice la Biblia en Samuel 1, capítulo 10:
“1Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está atento a las palabras de Jehová. 2Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. 3Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.”
Este es un tema consistente, las narraciones coránicas no mencionan muchas de las acciones inhumanas que tú puedes encontrar en las narraciones bíblicas. En estas últimas la instrucción de Dios es clara, debían asesinar a todos: hombres, mujeres, niños, guaguas, e incluso los animales. Entonces la narración bíblica sigue:
4Saúl, pues, convocó al pueblo y les pasó revista en Telaim, doscientos mil de a pie, y diez mil hombres de Judá. 5Y viniendo Saúl a la ciudad de Amalec, puso emboscada en el valle. 6Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec. 7Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. 8Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. 9Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron. 10Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: 11Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. 12Madrugó luego Samuel para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento, y dio la vuelta, y pasó adelante y descendió a Gilgal.
13Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. 14Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? 15Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos. 16Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di. 17Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? 18Y Jehová te envió en misión y dijo: Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. 19¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? 20Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. 21Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal. 22Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey. 24Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25y vuelve conmigo para que adore a Jehová. 26Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la punta de su manto, y éste se rasgó. 28Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú. 29Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. 30Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios. 31Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová. 32Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él alegremente. Y dijo Agag: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte. 33Y Samuel dijo: Como tu espada dejó a las mujeres sin hijos, así tu madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal. 34Se fue luego Samuel a Ramá, y Saúl subió a su casa en Gabaa de Saúl. 35Y nunca después vio Samuel a Saúl en toda su vida; y Samuel lloraba a Saúl; y Jehová se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.”
Entonces en la narración bíblica se indica que Saúl no cumplió la orden de Dios porque no quiso asesinar al rey de los Amalek y a una parte del ganado, y entonces se indica que Samuel (BP) asesinó al rey y sacrificó todo el ganado que Saúl había dejado con vida. De acuerdo a la Biblia, dado que Saúl no aniquiló todo, el Señor se arrepintió de haberlo hecho rey de los israelitas.
Nada de esto lo podrán encontrar en las narraciones coránicas.
Nuevamente les digo, el conocimiento es una cosa maravillosa, incluso te puede llegar a atormentar, porque si sabes lo suficiente y escuchas a los islamofóbicos, y luego ves como los musulmanes en el mundo reaccionan frente a ellos, realmente es algo que te atormenta, porque te dices a ti mismo: “realmente los musulmanes son demasiado ignorantes, solo si supieran lo suficiente podrían reaccionar de mejor forma”. Las mismas personas, judíos y cristianos, que apuntan con su dedo acusador tus tradiciones islámicas, están ocultando una enorme cantidad de atrocidades sobre sus propias tradiciones.
De hecho la narración bíblica no se detiene ahí. Luego muestra como David (BP) emerge como una suerte de héroe cuando mata a Goliat. La forma de relación que muestra la Biblia entre Samuel (BP) y David (BP) obedece a un tipo de conducta impropia para un profeta, porque indica que Samuel (BP) conspiró para asesinar a David (BP), de acuerdo a la Biblia Samuel (BP) estaba tan celoso de David (BP) y por ello lo intentó asesinar, pero no tuvo éxito.
Lo que es destacable desde el punto de vista del texto es cómo el Corán de forma sucinta evita todo eso y te entrega la perspectiva de alguien que está ahí y saca de la narración todas esas extrapolaciones mitológicas que hay en ella.
Noten lo simple y directo de la narración en el versículo 248, además se entrega un mensaje moral, la determinación de Dios de elegir al rey no tenía que ver con linajes ni riqueza, sino con sabiduría, conocimiento, y fortaleza.
Sigue la sura,
(249) Y cuando Saúl salió con su ejército, dijo: "Dios va a poneros a prueba con un río: quien beba de él no será de los míos, y quien no pruebe su agua --ese, ciertamente, será de los míos; pero será perdonado quien beba una sola vez del cuenco de su mano."
Y aún así, bebieron todos de él [hasta saciarse], salvo unos pocos.
Y cuando él y los que se habían mantenido fieles a él cruzaron el río, los otros dijeron: "¡No tenemos fuerzas hoy [para enfrentarnos] contra Goliat y su ejército!"
[Pero] los que tenían certeza de su encuentro con Dios, dijeron: "¡Cuantas veces una hueste pequeña ha derrotado a un gran ejército con la venia de Dios! Pues Dios está con los que son pacientes en la adversidad."
(250) Y cuando se vieron frente a Goliat y su ejército, dijeron: “¡Oh Sustentador nuestro, danos paciencia en la adversidad, da firmeza a nuestros pasos y auxílianos contra las gentes que niegan la verdad!"
(251) Y les derrotaron con la venia de Dios. Y David mató a Goliat; y Dios le dio el dominio y la sabiduría, y le impartió el conocimiento que Él quiso.
Y si Dios no hubiera permitido que la gente se defendiera a sí misma unos contra otros, la tierra ciertamente se corrompería: pero Dios concede Su infinito favor a todos los seres creados.
Luego estos versículos nos muestran el asunto de la batalla. La narrativa coránica muestra básicamente a un pueblo oprimido que lucha contra su opresor. En la narrativa bíblica se muestra a los israelitas arrasando a los filisteos, a los malakitas, y erradicando por completo a estos y otros pueblos.
Primero el Corán nos muestra un incidente que no aparece en la Biblia, y este es que ellos iban a la guerra bajo el liderazgo de Saúl, quien en la narrativa coránica es un hombre piadoso, un carácter distinto al mostrado en la Biblia. Ellos llegan a un río y Saúl les dice a sus soldados que, a lo más, pueden beber de esas aguas la cantidad de ella que entre en el cuenco formado por sus manos. Dado que ellos habían estado marchando por el desierto y estaban sedientos, la mayoría de ellos fallaron en seguir la orden de Saúl.
¿Cuál es el sentido de esta interjección en la narración del Corán? El asunto que el Corán quiere resaltar es que el servir una causa sin disciplina carece de sentido. Si tú vas a servir una causa con una actitud autoindulgente, entonces jamás vas a entender todos los sacrificios que deberías hacer por esa causa. Muchas veces el asunto relevante en una causa es tener la disciplina. La disciplina es ignorar lo que tus impulsos y necesidades materiales te dicen que deberías tener o hacer. Aún cuan sea algo totalmente racional como la historia que nos muestra el Corán, porque un soldado podría decir: “estamos en el desierto, venimos marchando, estamos sedientos, acá hay un rio, ¿por qué no puedo permitirme saciar mi sed?”. Bueno, ¡no podía hacerlo porque esa fue la instrucción y la orden de Saúl!, ¡eso fue lo que Dios indicó por medio de Saúl!
Con esto entonces el mensaje para los musulmanes de Medina fue muy claro, y el mensaje fue que los sacrificios intensos son una necesidad.
Luego los versículos nos muestran cuando ellos ven a Goliat. Noten que en la Biblia se habla de Goliat como un gigante, y se agregan muchas otras mitologías que están completamente ausentes en el Corán, aunque en los hadith aparecen muchas de estas mitologías, nuevamente ellos pertenecen a esa categoría de “hadith israelitas”, que no son confiables, y de los cuales ya hemos hablado.
La narrativa coránica es extremadamente clara, no contiene exageraciones ni aspectos absurdos. Cuando Saúl y sus hombre ven a Goliat y su ejército dijeron que no tenían fuerzas para enfrentarlos, no dijeron que no podían enfrentar al gigante de Goliat. En ese momento, los piadosos entre ellos, dijeron algo que se convirtió en una muy famosa frase en la tradición islámica: "¡Cuantas veces una hueste pequeña ha derrotado a un gran ejército con la venia de Dios! Pues Dios está con los que son pacientes en la adversidad". Por supuesto que los musulmanes de Medina entendieron claramente este mensaje. Dios les estaba diciendo que efectivamente ellos en términos materiales tenían muchas desventajas en relación a sus enemigos, pero que eso no era lo determinante.
Hay un propósito instructivo detrás de la narrativa coránica. A menudo, en la narrativa bíblica, a uno le parece estar leyendo la versión bíblica de la historia, sin un punto moral claro más allá de que los israelitas tienen todos los derechos, y que Dios se preocupa por los israelitas y que no le importa nadie más. En el Antiguo Testamento se muestra a un Dios que no le importan los filisteos, a un Dios que no le importan los malakitas, a un Dios que solo le importan los israelitas; y eso tiene sentido porque la mayor parte del Antiguo Testamento fue escrito en la diáspora, después de la destrucción del segundo templo, cuando quienes escribían la Torá claramente llevaban ese resentimiento, estaban expresando su relación especial con Dios después de sufrir enormemente.
Luego en el versículo 250 nos encontramos con una de las súplicas más famosas que permeó profundamente la cultura islámica: “¡Oh Sustentador nuestro, danos paciencia en la adversidad, da firmeza a nuestros pasos y auxílianos contra las gentes que niegan la verdad!”.
Luego se nos indica que los israelitas derrotaron al ejército enemigo, y que David (BP) dio muerte a Goliat. En la narrativa bíblica no hubo una batalla, sino que todo se resolvió cuando David (BP) mató a Goliat.
El versículo también nos indica que Dios le otorgó a David (BP) poder, sabiduría, y conocimiento.
La mayoría de los tafsir no han capturado el mensaje que Dios nos entrega al final del versículo 251. La mayoría de los intérpretes han indicado que la expresión árabe al final de este versículo significa que: “Si no hubiera sido por el hecho de que Dios usa a las personas para empujar a unos contra otros, la tierra se habría corrompido”. La forma en que esto ha sido entendido por esa mayoría es que Dios ha establecido una especie de balance de poder, que Dios usa a unas gentes contra otras gentes para crear un balance de poder, de tal forma que nadie pueda dominar y corromper. Pero en mi opinión, esto no es lo que el versículo está diciendo, lo que está diciendo es que Dios le dio a la gente el permiso y la fortaleza para luchar contra las agresiones y la opresión, porque si no hubiese sido de esta forma la corrupción en la tierra se hubiese expandido completamente (la traducción en uso es coincidente con la opinión de Sheij Khaled Abou El Fadl).
Toda esta narrativa comenzó en el versículo 243, ¿y cuál era el tema en el versículo 243?, el tema era que si tú no luchas contra la opresión es como si estuvieras muerto, y si luchas contra la opresión es porque entonces estás vivo. Ahora, la narración que comenzó en 243 termina con este mensaje en el versículo 251, es un completo mensaje.
Los musulmanes de Medina necesitaban una completa explicación ideológica sobre la razón por la cual ellos debían mantenerse resistentes contra quienes querían oprimirlos, y Dios los estaba educando, y entonces Dios les hace ver que la injusticia, la opresión, la agresión, son cosas que ocurren en esta vida terrenal, y que Dios no enviará a los ángeles para que luchen por quienes se deben defender de los opresores, lo tienen que hacer las personas, y Dios da soporte a quienes lo hagan.
Así es la vida en esta tierra, y así es como la ética y la moral deben ser protegidas, y todo esto es absolutamente consistente con la idea que se transmite a lo largo de toda esta sura, y es que le ética y la moral deben ser servidas, necesitan ser sostenidas y defendidas con fuerza y determinación, porque de otra forma la lógica y tú propósito de musulmán pierde todo sentido.
¡Si los musulmanes entendieran lo que Dios está diciendo en el versículo 251! Dios estableció que las personas se deben levantar y oponer a la opresión, porque si no lo hacen la corrupción se extenderá en esta tierra.
Noten que cada vez que el Corán habla sobre el tema de la guerra lo relaciona con un aspecto de la ética y la moralidad, algo que no se observa en las narraciones bíblicas. No hay un solo erudito musulmán que haya escrito sobre esto. El que como musulmanes no hayamos hecho esto ha significado un gran fracaso en la comprensión de este aspecto del Corán.
El Corán nunca habla de la guerra sin vincularla con la cuestión de la moralidad y la ética, y este no es un punto menor, ¡si lo supieras!
Sigue la sura,
(252) ESTOS SON los mensajes de Dios: te los transmitimos, [Oh Profeta,] exponiendo la verdad --pues, ciertamente, tú eres uno de los enviados. (253) A algunos de esos enviados les hemos favorecido más que a otros: entre ellos hubo algunos a los que Dios habló, y otros a los que Él ha elevado en rango. Y dimos a Jesús, el hijo de María, todas las pruebas de la verdad y le fortalecimos con la sagrada inspiración.
Y si Dios hubiera querido, los seguidores de esos [enviados] no se habrían enfrentado unos contra otros después de haberles llegado todas las pruebas de la verdad; pero [de hecho,] adoptaron posiciones divergentes, y algunos llegaron a creer mientras que otros negaron la verdad. No obstante, si Dios hubiera querido, no habrían combatido unos contra otros: pero Dios hace lo que quiere.
Estos versículos le recuerdan al Profeta (BP) que siempre ha existido la misma dinámica. Dios ha enviado, una y otra vez, mensajeros con el mismo mensaje en esencia, y la dinámica generada en torno a dichos mensajes siempre ha sido esencialmente la misma.
Veamos un tema lateral. Aun cuando en Medina y en sus alrededores no había tribus cristianas, una de las cosas que la gente sabía con relación al imperio bizantino era que dicho imperio tenía una voluntad de hierro al imponer la creencia cristiana ortodoxa, y por lo tanto iban tras toda creencia que no era consistente con la doctrina oficial. Por ejemplo la iglesia copta en Egipto fue perseguida por algunas diferencias de creencia que parecían menores. En la historia del cristianismo ha habido una considerable cantidad de sangre derramada entre sectores con interpretaciones distintas del cristianismo.
Un reporte interesante, aunque hay algunos problemas con su autenticidad, que no fue realizado en el contexto de estos versículos, es que el Profeta (BP) fue preguntado sobre a cuál de las distintas creencias que existen dentro del cristianismo se refiere Dios cuando se refiere a los cristianos en el Corán. De acuerdo a ese reporte, esencialmente la respuesta del Profeta (BP) fue que se refiere a todos aquellos que recibieron el mensaje de Jesús (BP) hijo de María (BP).
Si ustedes se fijan en el versículo 253 se hace una referencia al hecho de que han existido considerables luchas internas dentro de la tradición cristiana, pero en esto yo veo una advertencia indirecta a todas las personas que reciben un mensaje de un profeta. Cuando la gente comienza a pelear sobre los detalles de la interpretación del mensaje, y llegan al punto en el cual luchan por ello, eso es una corrupción.
Lo que el Corán está diciendo en relación a las luchas internas en la tradición cristiana jugó posteriormente un rol material en la teología sobre la pluralidad de la verdad religiosa en la sharía, y en la aceptación de escuelas con igual legitimidad entre ellas, aun cuando esto no fue suficiente para evitar del todo las luchas que se han dado en la historia islámica entre sunnas, chias, ismailitas, jawariyitas, y otros.
Sigue la sura,
(254) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Gastad [en Nuestra causa] de lo que os hemos dado como sustento antes de que llegue un Día en el que no haya comercio ni amistad, ni intercesión. Y los que niegan la verdad --¡esos son los malhechores!
El Corán nos entrega nuevamente el recuerdo asociado a la necesidad del sacrificio. No es posible resistir la opresión, establecer la justicia, y toda la narrativa que Dios nos ha entregado en esta sura, sin el correspondiente sacrificio de gastar, de lo que Dios nos ha dado, en SU camino.
En este punto de la sura llegamos a uno de los más destacables versículos en el Corán.
Luego de un largo viaje relacionado con temas de la ley, respondiendo a temas legales, y luego de hablar de la guerra, los sacrificios, y otras cosas, llegamos a este versículo,
(255) DIOS --no hay deidad sino Él, el Viviente, la Fuente Autosubsistente de Todo Ser.
Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de Él. Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. ¿Quién puede interceder ante Él, si no es con Su venia?
Conoce lo está manifiesto ante los hombres y lo que les está oculto, mientras que ellos no abarcan de Su conocimiento sino aquello que Él quiere [que abarquen].
Su poder eterno se extiende sobre los cielos y sobre la tierra, y el mantenimiento de estos no le fatiga. Y Él es el altísimo, el grandioso.
Esto es, como ya lo veremos si Dios quiere, el clásico estilo coránico.
El Corán aborda lo que parecen ser cuestiones técnicas de derecho, cuestiones de gran importancia social, cuestiones del destino histórico, por así decirlo, con una intensa atención a los detalles, detalles que cautivarían por completo a un jurista y a un filósofo, pero luego el Corán, invariablemente, te devuelve a los principios básicos. Sí, en medio de tu viaje intelectual, en el cual te enfrentas a grandes cuestiones técnicas, cuestiones que te hacen sentir como si estuvieras lidiando con importantes cuestiones políticas, y cuestiones sobre lo que es lo correcto y lo incorrecto, y entonces el Corán te toma y te recuerda que todo gira en torno a Dios, que todo tiene que ver con Dios.
Todo tiene que ver con tu relación con Dios. No tiene que ver con lo que hicieron los cristianos, ni lo que hicieron los judíos, no tiene que ver con tus temas específicos, no tiene que ver con las leyes sobre el sexo, tampoco tiene que ver con los seguidores de otras religiones, o de lo que los musulmanes hicieron, o de lo que los incrédulos hicieron. Todo tiene que ver con tu relación con Dios.
Los versículos nos plantean la centralidad de Dios en todo.
Tu relación con Dios tiene prioridad por sobre la ley, por sobre la historia, por sobre la filosofía, por sobre tu economía, por sobre las políticas sociales, por sobre tu matrimonio, por sobre tu familia. Tu relación con Dios es prioridad por sobre cualquier cosa que puedas imaginar.
Una y otra vez Dios te dice que la relación más importante en tu vida es tu relación con ÉL.
Este versículo es el dikr de esta sura, pero es mucho más que eso. Muchos de los caminos de purificación de la tradición sufí (“Tariqas”) se apoyan en este versículo, y en algunas de ellas te indican que debes repetirlo muchas veces al día porque en su interior hay poder y luz. Sobre esto primero crees que puedes entender este versículo intelectualmente, pero luego te puedes dar cuenta que no hay forma de entenderlo intelectualmente, sino que solo se puede percibir espiritualmente, y todas tus ilusiones de haberlo comprendido intelectualmente se desvanecen.
Sigue la sura,
(256) NO CABE coacción en asuntos de fe.
Ahora la guía recta se distingue claramente del extravío: por eso, quien rechaza a los poderes del mal y cree en Dios, ciertamente se ha aferrado al soporte más firme, al que nunca cede: pues Dios todo lo oye, es omnisciente.
(257) Dios está cerca de los que tienen fe; les saca de las tinieblas a la luz --pero quienes se obstinan en negar la verdad tienen a su lado a los poderes del mal que les sacan de la luz a las tinieblas: esos están destinados al fuego y en él permanecerán.
Ahora la sura hace una intervención crítica en la narrativa. Deben saber que no hay accidentes ni casualidades en el Corán. El escenario está listo para hacer otra intervención que es relevante y que todos los musulmanes deben entender plenamente.
¡No cabe coacción en asuntos de la fe o la religión!, el camino de la verdad está claro y el camino de la maldad y de lo errado es claro.
Hay muchas narraciones en las tradiciones islámicas sobre la ocasión de la revelación del versículo 256, y les mencionaré algunas de las más famosas de ellas. Se indica que había una mujer que no tuvo hijos y que ella juró que si Dios le daba un hijo, lo criaría para que fuera judío. Este juramento lo hizo porque, como les expliqué anteriormente, los árabes en Medina se veían a sí mismos como gente iletrada y miraban con admiración a las tribus judías porque ellos eran letrados. La narración dice que ella efectivamente tuvo un hijo y lo crio para que fuera judío, pero cuando el Profeta (BP) exilió a la tribu judía de Banu Nadir de Medina por haber violado el trato realizado con los musulmanes, ella intentó forzar a su hijo para que se convirtiera al islam. Entonces esa mujer fue donde el Profeta (BP) y le contó su historia y le indicó que no quería que su hijo se fuera, y entonces le preguntó si podía forzar a su hijo para que se convirtiera al islam. La narración indica que esa fue la ocasión de la revelación de este versículo.
Hay otra narración que es algo diferente a la que les mencioné, y que no se refiere a una mujer y su hijo, sino a un grupo de nativos de Medina que tenían hijos e hijas que se habían convertido al judaísmo y que pertenecían a dicha tribu que había sido exiliada, y entonces ellos fueron donde el Profeta (BP) para preguntarle si los podían forzar a ser musulmanes para que pudieran seguir en Medina.
Otra narración dice que había un hombre que se había convertido al islam y que tenía dos hijos muy jóvenes que se habían convertido al cristianismo, y entonces él fue donde el Profeta (BP) para pedirle autorización para forzar a sus hijos para que se hicieran musulmanes.
Otra narración indica que había un hombre que se había convertido al islam, y que en algún momento él se reunió con unos mercaderes cristianos que habían llegado a Medina desde la ciudad de Damasco, y esos mercaderes les predicaron la fe cristiana a los hijos de ese hombre, y dado ello sus hijos se convirtieron al cristianismo. Cuando los hijos del hombre hicieron esto además le comunicaron a su padre que dejarían Medina y que se irían a vivir a Damasco con sus hermanos cristianos. La narración indica que ante esta situación el hombre fue donde el Profeta (BP) y le indicó si podía impedir que sus hijos se fueran de Medina con esos mercaderes.
El asunto común a todas estas narraciones es que la respuesta de Dios vino e indicó que no cabe coacción en asuntos de la fe.
Es muy probable que en todas estas narraciones haya algo de verdad en ellas.
Nosotros los musulmanes pasamos muy rápido sobre este versículo, pero yo les pido que hagamos una reflexión sobre esto. Estamos hablando que esta revelación es del siglo VII DC, en ese siglo, que se diera una situación en la que se les diga a los padres que no pueden obligar a sus hijos a convertirse a su sistema de creencias, ya sea religioso o de otro tipo, fue algo absolutamente radical. No existe ningún precedente histórico sobre esto. He ocupado una enorme cantidad de tiempo investigando en ello, leyendo fuentes en todas las lenguas idiomáticas que conozco, y definitivamente es algo sin precedentes históricos y algo radical.
En esas épocas el rey era el dueño de su gente, el esposo era dueño de su esposa, los padres eran los dueños de sus hijos, esa era la ética en ese siglo. El esposo definía todo en relación a su esposa: lo que ella tenía que creer, lo que debía tener, lo que tenía que hacer, etc. Los padres definían todo en relación a sus hijos, el rey definía todo en relación a su gente, esa era la moral de esa época. Entonces el hecho que el islam llegara y dijera que el marido, los padres, el rey, no tenían el derecho de definir la creencia de otros, fue absolutamente radical.
Pero ahora noten, porque no es solo lo anterior, realmente esta es una de las increíbles revelaciones coránicas. Después que la sura habló de todas esas leyes, después que la sura vino y te dijo que todo tiene que ver con tu relación con Dios, ella viene y te recuerda sobre otra cosa, te recuerda sobre un principio ético fundacional: ¿Qué camino es este en el que estás? El camino que recorres es nada menos que tu salvavidas. La expresión árabe del versículo 256 se refiere básicamente a quien se aferra a esta cuerda salvavidas, a quien se aferra a esta columna vertebral de la verdad. Entonces, quien se aferra a esta cuerda salvavidas, a este soporte, se aferra a la verdad firme y absoluta.
¿Qué hace esta cuerda salvavidas o este soporte?
No es nada menos que llevarte de la oscuridad a la luz, porque sin ella, cualquier luz que pueda existir en tu vida, siempre irás a la deriva de la luz a la oscuridad.
¿Qué significa esto? Hagamos una pausa acá, pensemos y reflexionemos.
¿Te está diciendo Dios que las leyes que nos dio son esa cuerda salvavidas o soporte? ¿Son todas las reglas la clave? ¡No, en absoluto! La cuerda salvavida, el soporte firme, es aprender a responder moral y éticamente a los problemas de la vida real desde una perspectiva ética. Entonces, si tengo un problema, debo preguntarme: ¿qué es lo ético? ¿Qué es lo moral? ¿Cuáles son las cosas éticas que debo hacer que afirmen la justicia y la verdad de Dios?
Dios también nos dice que debemos entender que Él nos dijo que estamos llamados a ser las mejores personas, porque Él quiere que seamos en relación con cada situación cambiante y evolutiva quienes siempre están en la posición equilibrada. No debemos ser personas que gravitan hacia una u otra dirección, por lo tanto, no somos sexistas, ni clasistas, ni racistas, etcétera; porque somos personas que debemos dar testimonio. De la misma manera que Dios nos dijo esto, Dios viene y nos dice que este camino siempre se trata, siempre, de ser las personas que guiarán a otros de la oscuridad a la luz.
Nuestra conciencia como seres humanos, nuestra neurología, la forma en que funciona nuestro cerebro, son siempre contextuales y subjetivas, lo que significa que las cosas que nos hacen crecer están siempre definidas contextualmente. Cuando yo era un niño y estaba en una villa en Egipto, entre las cosas que los niños hacían era recolectar el excremento del ganado para luego secarlo con el objeto de usarlo como elemento combustible, y eso no nos producía asco en absoluto porque era algo normal. Lleven a un niño de la ciudad a un pueblo y díganle que recolecte el excremento de las vacas y lo seque, ¿qué pasaría?
Tus conexiones neurológicas en tu cerebro son contextuales. Así que lo que te parece maldad y “oscuridad” y lo que te parece bondad y “luz” a menudo se define por la forma en que está conectado tu cerebro. Parte de esto requiere rigor filosófico; en otras palabras, puede que te repugnen ciertas cosas, pero si te explico los hechos, podrías darte cuenta de que lo que te repugna es resultado de una percepción errónea.
Ser unas gentes que llevan a otros de la oscuridad a la luz es realmente un punto crítico, y esto no significa, dado que Dios introdujo el concepto de que no hay compulsión en los asuntos de la fe, no significa que puedas forzar la percepción de las personas, no significa que puedas obtener los resultados avergonzando a la gente, o coaccionándolas, o en forma compulsiva, pero sí significa que debes estar en posición de comprender y educar, pero no puedes educar a menos que comprendas. Educar significa estar en una posición en la cual si el mundo reacciona ante algo y dice: "Oh, esto es oscuridad, esto conmociona mi conciencia", y si el mundo está equivocado, tú deberías estar en posición, como musulmán, de educar al mundo sobre por qué eso no es oscuridad, pero si tu explicación parece forzada, apologética, o poco persuasiva, Dios te enseña que no hay coerción, lo que significa que no puedes simplemente culpar al mundo y decir bueno, es culpa del mundo.
Este es un estándar muy alto que los musulmanes deben cumplir, por eso usted entiende completamente por qué Shaij Gazzali diría que no tiene ningún sentido que en la actualidad los musulmanes estén al final de la curva mundial como pioneros del conocimiento, porque lo que Dios espera de nosotros es exactamente lo que la civilización islámica logró antes, pero esto no es lo que quieren los musulmanes de hoy en día, que es básicamente dejar que "Las Vegas" lidere el mundo definiendo los términos de lo que es correcto o incorrecto, o que sean los mercados financieros que lideren el mundo definiendo los términos de lo que es correcto o incorrecto, y así sucesivamente.