Sura 2 La-Vaca (Parte 4: Hasta versículo 225)
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:
(172) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Comed de las cosas buenas de que os hemos proveído como sustento y dad gracias a Dios, si es a Él [verdaderamente] a quien adoráis.
(173) Os ha prohibido sólo la carne del animal hallado muerto, la sangre, la carne de cerdo y aquello sobre lo que se ha invocado un nombre distinto al de Dios; pero si alguien se ve empujado por la necesidad --no por deseo ni excediendo su necesidad inmediata-- no incurrirá en falta: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(174) EN VERDAD, quienes suprimen en lo más mínimo la revelación que Dios ha hecho descender y lo malvenden por un provecho insignificante --sólo se están llenando el vientre de fuego. Dios no les hablará en el Día de la Resurrección, ni les purificará [de sus faltas]; y les aguarda un doloroso castigo. (175) Esos son los que canjean la guía por el extravío, y el perdón por el castigo: ¡qué poco parecen temer al fuego!
(176) Así es: puesto que Dios ha hecho descender la escritura divina como exposición de la verdad, todos los que se enfrentan con sus opiniones a la escritura divina están, ciertamente, en un profundo error.
(177) La piedad verdadera no consiste en volver el rostro hacia el este o hacia el oeste - piadoso, en verdad, es quien cree en Dios, en el Último Día, en los ángeles, en la revelación y en los profetas; y gasta de lo que tiene --a pesar de su apego a ello-- en sus parientes, en los huérfanos, los necesitados, los viajeros, los mendigos y en rescatar a otros del sometimiento; es constante en la oración y paga el impuesto de purificación; y [piadosos en verdad son] los que, cuando prometen, cumplen sus promesas, y son pacientes en la desgracia, en la adversidad y en los momentos de peligro: esos son los que han sido fieles a su palabra, y esos son los que han sido conscientes de Dios.
(178) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito la justa retribución para los [culpables en] casos de homicidio: el libre como libre, el esclavo como esclavo y la mujer como mujer. Y si le es perdonada al culpable una parte [de su culpa] por su hermano, esta [remisión] deberá cumplirse en forma honorable y la restitución a su prójimo se hará de buenas maneras.
Esto es un alivio de vuestro Sustentador y una misericordia. Y a aquel que, a pesar de ello, exceda intencionalmente los límites de los correcto, le aguarda un castigo doloroso: (179) porque en [la ley de] la justa retribución tenéis vida, ¡Oh vosotros dotados de perspicacia!, para que así os mantengáis conscientes de Dios.
(180) SE OS ha prescrito que, cuando uno de vosotros sienta cercana la muerte y deja una gran riqueza, haga testamento a favor de sus padres y [otros] parientes cercanos en forma honorable: esto es un deber para quienes son conscientes de Dios. (181) Y si alguien altera lo dispuesto después de haberlo sabido, el mal derivado de tal acción recaerá sólo sobre quienes lo hayan alterado. Ciertamente, Dios todo lo oye, es omnisciente.
(182) Pero si alguien teme que el testador haya cometido un error o una injusticia [deliberada] y consigue un arreglo entre los herederos, no incurrirá [por ello] en falta. Ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(183) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a los que os precedieron, para que os mantengáis conscientes de Dios: (184) [habréis de ayunar] durante un número determinado de días. Pero, si alguno de vosotros está enfermo o de viaje, [ayunará igual] número de otros días; y [en tales casos] aquellos que se lo puedan permitir, que alimenten a un pobre como rescate.
Y quien hace un bien mayor del que debe a sí mismo se lo hace; porque ayunar es bueno para vosotros --si supierais.
(185) El mes de Ramadán, en el que se hizo descender [por vez primera] el Qur’an como guía para la humanidad y una prueba evidente de esa guía, y el criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso. Así pues, quien de vosotros presencie la llegada de este mes, deberá ayunarlo todo; pero el que esté enfermo o de viaje, [ayunará igual] número de otros días. Dios quiere para vosotros la facilidad y no quiere la dificultad; pero [quiere] que completéis el número [requerido de días] y que ensalcéis a Dios por haberos guiado rectamente, y que [Le] deis gracias.
(186) Y SI Mis siervos te preguntan acerca de Mí --ciertamente, Yo estoy cerca; respondo a la invocación de quien Me invoca, cuando Me invoca: que Me escuchen y crean en Mí, para que puedan seguir el camino recto.
(187) OS ESTÁ permitido uniros con vuestras mujeres la noche del [día del] ayuno: ellas son una vestimenta para vosotros y vosotros sois una vestimenta para ellas. Dios sabe que os habríais privado de este derecho y se ha vuelto a vosotros en Su misericordia y os ha suprimido esa dificultad. Así pues, yaced con ellas y aprovechad lo que Dios os ha prescrito, y comed y bebed hasta que distingáis la raya del alba contra la oscuridad de la noche, y entonces seguid ayunando hasta la caída de la noche; pero absteneos de yacer con ellas si estáis de retiro en casas de adoración.
Estos son los límites fijados por Dios: no os acerquéis a ellos --[pues] así aclara Dios Sus mensajes a la humanidad, para que se mantengan conscientes de Él.
(188) NO OS DEVORÉIS la hacienda injustamente unos a otros, ni empleéis artimañas legales tratando de devorar injusta y deliberadamente lo que por derecho pertenece a otros.
(189) TE PREGUNTARÁN acerca de las lunas nuevas. Di: "Indican a la humanidad las fechas [de diversos acontecimientos], incluida la peregrinación."
Sin embargo, la piedad no consiste en que entréis en las casas por detrás, [por así decirlo,] sino que el verdaderamente piadoso es quien es consciente de Dios. Por tanto, entrad en las casas por la puerta y manteneos conscientes de Dios, para que así alcancéis la felicidad.
(190) Y COMBATID por la causa de Dios a aquellos que os combatan, pero no cometáis agresión --pues, ciertamente, Dios no ama a los agresores. (191) Matadles dondequiera que los encontréis y expulsadles de donde os hayan expulsado --pues la opresión es aún peor que matar. Y no luchéis con ellos junto a la Casa Inviolable de Adoración si ellos no os combaten antes allí; pero si os combaten, matadles: esta es la recompensa de los que niegan la verdad.
(192) Pero si cesan --ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(193) Por tanto, combatidles hasta que cese la opresión y la adoración esté consagrada por entero a Dios; pero si cesan, deben acabar todas las hostilidades, salvo contra aquellos que [deliberadamente] hacen el mal.
(194) Combatid en los meses sagrados si sois atacados: porque la violación de lo sagrado está [sujeta a la ley de] la justa retribución. Si alguien comete una agresión contra vosotros, atacadle como os ha atacado --y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios está con los que son conscientes de Él.
(195) Y gastad [de buen grado] en la causa de Dios, y que vuestras manos no os arrojen a la destrucción; y perseverad en hacer el bien: ciertamente, Dios ama a quienes hacen el bien.
(196) Y REALIZAD la peregrinación y la visita ritual [a Mecca] en honor a Dios; y si os veis impedidos, haced una ofrenda conforme a vuestros medios. Y no os afeitéis la cabeza hasta que la ofrenda haya sido sacrificada; pero quien de vosotros esté enfermo o esté afectado de una dolencia en la cabeza, deberá redimirse ayunando o dando limosna, o [cualquier otro] acto de adoración. Y cuando os encontréis sanos y salvos, entonces, quien aproveche para hacer la visita ritual mientras llega [el tiempo de] la peregrinación, deberá hacer un ofrecimiento conforme a sus medios; pero si carece de los medios, deberá ayunar tres días durante la peregrinación y siete a su regreso: esto es, diez [días] completos. Esto atañe a aquel que no vive en las cercanías de la Casa Inviolable de Adoración.
Y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios es severo en el castigo.
(197) La peregrinación deberá realizarse en los meses señalados. Quien emprenda la peregrinación en esos [meses] deberá abstenerse, mientras dure la peregrinación, del lenguaje obsceno, de toda conducta reprobable y de disputar; y todo el bien que hagáis, Dios lo conoce.
Y llevad provisiones --aunque, ciertamente, la mejor de las provisiones es la consciencia de Dios: ¡manteneos, pues, conscientes de Mí, Oh vosotros dotados de perspicacia! (198) [Sin embargo,] no incurrís en falta si buscáis [durante la peregrinación] el favor de vuestro Sustentador.
Y cuando salgáis en multitudes de Arafat, recordad a Dios junto al lugar sagrado, y recordadle como Quien os guio cuando estabais perdidos en vuestro camino; (199) y avanzad con la multitud de gentes que avanzan, y pedid a Dios que os perdone vuestras faltas: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(200) Y cuando hayáis cumplido vuestros ritos de adoración, [seguid] teniendo a Dios presente como tenéis presentes a vuestros padres --¡no!, con un recuerdo aún más vivo. Pues hay gentes que [solamente] ruegan: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Danos en esta vida!" --esos no tendrán parte en las bendiciones de la Otra Vida. (201) Pero entre ellos hay quienes ruegan: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Danos lo bueno en esta vida y lo bueno en la Otra Vida, y líbranos del castigo del fuego!": (202) esos tendrán su parte [de felicidad] en pago a lo que se han ganado. Y Dios es rápido en ajustar cuentas.
(203) Y tened presente a Dios en los días señalados; pero quien se apresure [haciéndolo] en dos días, no incurrirá en falta, y el que permanezca más tiempo no incurrirá en falta, siempre que sea consciente de Dios. Manteneos, por tanto, conscientes de Dios y sabed que ante Él seréis congregados.
(204) HAY UNA clase de hombre cuya conversación sobre la vida de este mundo te complace y [aún más] cuando pone a Dios por testigo de lo que hay en su corazón, y que es, además, sumamente hábil en la discusión. (205) Pero una vez que logra imponerse, va por la tierra extendiendo la corrupción y destruyendo las cosechas y la descendencia [del hombre]: y Dios no ama la corrupción. (206) Y cuando se le dice: "Se consciente de Dios," su soberbia le impulsa a hacer el mal: el infierno será suficiente para él --¡que mal lugar de reposo!
(207) Pero existe [también] una clase de hombre que se vende a sí mismo de buen grado buscando complacer a Dios: y Dios es muy compasivo con Sus siervos.
(208) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Someteos por entero a Dios, y no sigáis los pasos de Satán: pues, ciertamente, él es enemigo declarado vuestro. (209) Y si caéis en el error después de todas las pruebas evidentes que habéis recibido, sabed que, ciertamente, Dios es todopoderoso, sabio.
(210) ¿Es que están esperando que Dios se les aparezca a la sombra de las nubes, junto con los ángeles --cuando [para entonces] ya todo estará decidido y todos los asuntos habrán sido remitidos a Dios?
(211) Pregunta a los hijos de Israel cuantos mensajes claros les hemos dado. Y quien altera el mensaje bendecido de Dios después de haberle llegado --¡ciertamente, Dios es severo en el castigo!
(212) A quienes se empeñan en negar la verdad [sólo] esta vida les parece grata; por eso se burlan de los que han llegado a creer: pero quienes son conscientes de Dios estarán por encima de ellos en el Día de la Resurrección.
Y Dios provee de sustento a quien Él quiere, sin echar cuentas.
(213) LA HUMANIDAD entera fue antaño una sola comunidad; [luego empezaron a discrepar --] y entonces Dios les suscitó a los profetas como portadores de buenas nuevas y advertidores, y por medio de ellos les transmitió la revelación, como exposición de la verdad, para que juzgara entre los hombres en todo aquello sobre lo que discrepaban. Y precisamente aquellos a quienes había sido dada [esta revelación] empezaron, por envidias mutuas, a discrepar sobre su significado, después de haberles llegado todas las pruebas de la verdad. Pero Dios guio a los creyentes a la verdad sobre la que, con Su venia, discrepaban: pues Dios dirige al camino recto a quien quiere [ser guiado].
(214) ¿O acaso creéis que vais a entrar en el paraíso sin veros antes afligidos como se vieron los [creyentes] que os precedieron? La desgracia y la adversidad se abatieron sobre ellos, y su angustia era tal que el enviado y los que con él creían, exclamaron: "¿Cuándo vendrá el auxilio de Dios?"
¡Ciertamente, el auxilio de Dios está [siempre] cerca!
(215) TE PREGUNTARAN qué deben gastar en los demás. Di: "Lo que gastéis de vuestra riqueza debe ser [primero] para vuestros padres y parientes, para los huérfanos, los necesitados y los viajeros; y todo el bien que hagáis, ciertamente, Dios lo conoce."
(216) SE OS ha prescrito combatir, aunque os sea odioso; pero puede ser que os desagrade algo y sea bueno para vosotros, y puede ser que améis algo y sea malo para vosotros: Dios sabe y vosotros no.
(217) Te preguntarán acerca de combatir en el mes sagrado. Di: "Combatir en él es algo muy grave; pero [que se impida el acceso a] la Casa Inviolable de Adoración y expulsar de ella a su gente es aún más grave a los ojos de Dios, pues la opresión es más grave que matar."
[Vuestros enemigos] no dejarán de combatiros hasta que reneguéis de vuestra fe, si pueden. Pero si alguno de vosotros reniega de su fe y muere siendo infiel a la verdad --sus obras serán inútiles en esta vida y en la Otra; esos están destinados al fuego, y en él permanecerán.
(218) Ciertamente, los que han llegado a creer y los que han abandonado el ámbito del mal y se esfuerzan por la causa de Dios --esos pueden esperar la misericordia de Dios: pues Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(219) TE PREGUNTARAN acerca de los embriagantes y los juegos de azar. Di: "En ambos hay un gran perjuicio y también algunos beneficios para los hombres; pero el perjuicio que causan es mayor que su beneficio."
Y te preguntarán sobre que deben gastar [en la causa de Dios]. Di: "Lo que os podáis permitir".
De esta forma os aclara Dios Sus mensajes, para que reflexionéis (220) sobre esta vida y sobre la Otra.
Y te preguntarán sobre [como tratar a] los huérfanos. Di: "Está bien que mejoréis sus condiciones." Y si compartís su vida, [recordad que] son vuestros hermanos: y Dios distingue al que corrompe las cosas del que las mejora. Y si hubiera querido, Dios os habría impuesto una carga que no podríais soportar: [pero,] ¡ciertamente, Dios es todopoderoso, sabio!
(221) Y NO os caséis con mujeres que atribuyen divinidad a otros junto con Dios hasta que hayan llegado [realmente] a creer: pues cualquier sierva [de Dios] creyente es ciertamente mejor que una mujer que atribuye divinidad a otros junto con Dios, aunque esta os guste más. Y no deis en matrimonio a vuestras mujeres a hombres que atribuyen divinidad a otros junto con Dios hasta que hayan llegado [realmente] a creer: pues cualquier siervo [de Dios] creyente es ciertamente mejor que un hombre que atribuye divinidad a otros junto con Dios, aunque este os guste más. Estos invitan al fuego, mientras que Dios invita al paraíso y a [la obtención del] perdón con Su venia; y hace claros los mensajes a la humanidad para que los tengan presentes.
(222) Y TE preguntarán acerca de la menstruación. Di: "Es un estado de impureza. Así pues, manteneos apartados de las mujeres durante la menstruación, y no os acerquéis a ellas hasta que queden limpias; y cuando queden limpias, id a ellas como Dios os ha ordenado."
Ciertamente, Dios ama a los que se vuelven a Él arrepentidos, y ama a los que se purifican.
(223) Vuestras mujeres son vuestro campo de cultivo; id, pues, a vuestro campo de cultivo como queráis, haciendo preceder algo para vuestras almas, y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Le encontraréis. Y da buenas nuevas a los que creen.
(224) Y NO permitáis que vuestros juramentos por Dios os impidan hacer el bien, ser conscientes de Dios y reconciliar a los hombres: pues Dios todo lo oye, es omnisciente. (225) Dios no os hará rendir cuentas de aquellos juramentos que hayáis hecho sin pensar, sino que os hará rendir cuentas [sólo] de lo que vuestros corazones hayan concebido [en serio]: pues Dios es indulgente, benigno.
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL
En el versículo 168 se nos dice:
(168) ¡OH GENTES! Comed de lo lícito y bueno que hay en la tierra, y no sigáis los pasos de Satán: pues, ciertamente, él es enemigo declarado vuestro,
Y luego en el versículo 172 se nos dice:
(172) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Comed de las cosas buenas de que os hemos proveído como sustento y dad gracias a Dios, si es a Él [verdaderamente] a quien adoráis.
Hay un hadith que fue transmitido por varias personas, entre ellas Abu Huraira, en el cual se indica que el Profeta (BP) indicó que Dios no acepta salvo lo que es “tai-ieb” (que normalmente se traduce como “bueno”).
Nosotros normalmente leemos estos versículos y pasamos rápido sobre ellos, pero los invito a reflexionar sobre estas palabras. Sea cual sea tu brújula, o tu punto de anclaje en la forma en que te relacionas con el disfrute de las dádivas de Dios, o dicho de otro modo, en la forma en que te relacionas con la vida terrenal y con la existencia, hay una restricción moral que dice que siempre debes asegurarte de que, sea cual sea la dinámica, mantengas y preserves lo que es "tai-ieb". La forma más simple de traducir la palabra árabe “tai-ieb” es decir que ella significa lo que es “bueno”, pero por ejemplo la palabra árabe “qiba” que significa “amabilidad” o “benevolencia”, y la palabra árabe “tabib” que significa “curador”, provienen de la misma raíz que la palabra “tai-ieb”.
De la misma manera que conocemos lo demoníaco por sus consecuencias, lo que es "tai-ieb" se conoce por sus significados, y sus significados llevan el concepto de bondad con amabilidad y pureza. Reflexionemos un momento sobre esto, cuando Dios dice que solo acepta lo bueno, lo amable y lo puro, esto se dice en los versículos 168 y 172, claramente esto abarca también al dinero, el cual debe ser entonces “halal” y limpio. Por lo tanto, si lo que comes o consumes es el resultado de ganancias no halal, como el resultado de la usura o la explotación, o el dinero obtenido fraudulentamente, eso claramente no es "tai-ieb". Pero incluso más allá de eso, el dinero o los bienes que consumes obtenidos a través o como resultado de hacer sufrir a otros, o negarles sus derechos, o si consumes algo sin tener en cuenta el sufrimiento ajeno, sin tener en cuenta la necesidad ajena, eso no es "tai-ieb".
"Tai-ieb" es un concepto muy amplio: se refiere a lo bueno, lo amable y lo puro. Si la carne que consumes proviene de animales que han sido hechos sufrir durante su crianza y sacrificio, si la comida que tienes ante ti se obtuvo tras un proceso en el que los animales fueron torturados, eso no es "tai-ieb". Si estás transitando por la tierra, viviendo y existiendo en ella, pero causándole daño a la naturaleza, eso no es "tai-ieb". Si estás explotando las necesidades de otros, eso no es "tai-ieb". Si eres comerciante y sabes que la riqueza que has obtenido se debe a que has creado escasez en el mercado mediante diversas formas de monopolizar el producto, tus ganancias no pueden caracterizarse como "tai-ieb", por lo que violaste ese mandamiento.
De nuevo, a menudo pasamos por alto estos versículos, los recitamos pero no nos detenemos a reflexionar sobre ellos, porque si realmente nos detuviéramos, veríamos las restricciones que nos establece lo que es “tai-ieb”, dado que nos muestra lo pecaminoso.
Dios nos habla de esto justo antes de que dirija nuestra atención a "al-bir", que se refiere a la piedad, la rectitud moral, y la benevolencia.
Entonces Dios antes de hablar de "al bir" nos habla de una metodología de vida, una filosofía de vida que gira en torno a lo que es "tai-ieb", lo que es bueno, lo que es amable, y lo que es puro.
Ahora, piensen en todas las implicaciones de esto. Por ejemplo, si soy un médico y digamos que receto analgésicos, y me gano la vida enganchando a la gente a los analgésicos que los hacen adictos a ellos, sus ganancias no pueden describirse como "tai-ieb".
Esta simple restricción moral podría ser una revolución moral en tu conciencia.
Vamos un paso más allá. Todo lo que disfrutas es un regalo de Dios: tu familia, tus hijos, tus padres, tus hermanos, tu cónyuge, todos son un regalo de Dios. Así que, cuando Dios dice que no acepta nada excepto lo que es "tai-ieb", como dijo el Profeta (BP) en ese famoso hadith que mencionamos, y como el Corán te recuerda lo que es puro, lo que es amable y lo que es bueno, eso se convierte en una regla moral sobre cómo debes tratar a los demás seres humanos que son un regalo para ti. Así que no solo se trata de lo que consumes como comida.
Es una lástima que en la actualidad no enseñemos este material a los musulmanes, ya que forma parte importante de nuestra tradición islámica. La pregunta que a menudo surgía cuando los estudiantes le preguntaban a un sheij era: "¿Cómo debo tratar a mi esposo?" o "¿Cómo debo tratar a mi esposa?", la respuesta del sheij era: “basa tu conducta en lo que es "tai-ieb"”. Esa respuesta es más profunda de lo que crees, porque anclar tu conducta en lo que es "tai-ieb", significa que todo lo bueno, todo lo amable, y todo lo puro, debe estar reflejado en esa conducta. Hay conductas que, innata e intuitivamente, sabes que no son puras.
Cada vez que respondes a un regalo que Dios te ha dado con una conducta opuesta a lo que es "tai-ieb", opuesta a lo que es bueno, amable, y puro, estás violando esta restricción de hacer lo que es “tai-ieb”.
Sigue la sura,
(173) Os ha prohibido sólo la carne del animal hallado muerto, la sangre, la carne de cerdo y aquello sobre lo que se ha invocado un nombre distinto al de Dios; pero si alguien se ve empujado por la necesidad --no por deseo ni excediendo su necesidad inmediata-- no incurrirá en falta: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(174) EN VERDAD, quienes suprimen en lo más mínimo la revelación que Dios ha hecho descender y lo malvenden por un provecho insignificante --sólo se están llenando el vientre de fuego. Dios no les hablará en el Día de la Resurrección, ni les purificará [de sus faltas]; y les aguarda un doloroso castigo. (175) Esos son los que canjean la guía por el extravío, y el perdón por el castigo: ¡qué poco parecen temer al fuego!
Ya hablamos de lo que se indica en el versículo 174, en cuanto a que el Corán aborda ese relevante tema de mantener oculto de las revelaciones anteriores el asunto de la llegada del Profeta Muhammad (BP). Hay algunos estudios sobre este tema, pero no son sustanciales.
Lo que emerge de la tradición bíblica es la negación del linaje de Abraham (BP) proveniente de Agar e Ismael (BP), hay un claro sesgo en la tradición bíblica en favor de Sara e Isaac (BP), y una suerte de repudio hacia Agar e Ismael (BP) como si hubiesen generado una progenie ilegítima desde la perspectiva moral.
Sigue la sura,
(176) Así es: puesto que Dios ha hecho descender la escritura divina como exposición de la verdad, todos los que se enfrentan con sus opiniones a la escritura divina están, ciertamente, en un profundo error.
(177) La piedad verdadera no consiste en volver el rostro hacia el este o hacia el oeste - piadoso, en verdad, es quien cree en Dios, en el Último Día, en los ángeles, en la revelación y en los profetas; y gasta de lo que tiene --a pesar de su apego a ello-- en sus parientes, en los huérfanos, los necesitados, los viajeros, los mendigos y en rescatar a otros del sometimiento; es constante en la oración y paga el impuesto de purificación; y [piadosos en verdad son] los que, cuando prometen, cumplen sus promesas, y son pacientes en la desgracia, en la adversidad y en los momentos de peligro: esos son los que han sido fieles a su palabra, y esos son los que han sido conscientes de Dios.
Llegamos al versículo 177. Como hemos dicho, en esta sura hay un constante llamado a los conceptos reflejados por las siguientes palabras árabes: “taq-ua”, “al-ádl”, “al-bir”, y a menudo se agrega “al-fadl”.
Al inicio de este versículo se nos habla de “al-bir”, que normalmente se traduce como “piedad”, pero la palabra árabe refleja mucho más que la idea de piedad.
Este concepto de “al-bir” es crítico, refleja el concepto de piedad, pero asociada a ella establece un conjunto de significados morales, sin los cuales no puedes decir que existe la idea de “al-bir”. Entonces Dios viene a indicar precisamente ese punto de la ley, y dice que “al-bir”, esa estatura moral, no es el resultado de saber hacia dónde hay que dirigirse en oración, es decir, no tiene que ver con asuntos técnicos asociados a la dirección de tus oraciones, eso no es lo que constituye “al-bir”, y por lo tanto nos indica que las tecnicidades de la ley no es lo que constituye “al-bir”, sino que las tecnicidades de la ley son elementos para perseguir el logro del “bir”, pero ellas nunca aseguran el cumplimiento de “al-bir”.
Entonces, dado lo anterior: ¿Qué es “bir”? El versículo nos dice que primero es la creencia, la creencia en el Día del Juicio, en los ángeles, en las revelaciones de Dios, en todos los profetas. Luego nos indica que el logro de “al-bir” es imposible a menos que se vea impactada en forma directa tu relación con el dinero y lo material, y debe ser con la parte del dinero y de las cosas materiales que más aprecias, no con lo que es fácil desprenderse, como son esas ropas viejas que regalas de buena voluntad, o esas cosas que no te generan un impacto emocional cuando te desprendes de ellas. Estamos hablando del dinero y cosas materiales que tú necesitas y deseas. Se los digo en una palabra: Sacrificio.
Para lograr “al-bir” tú te debes sacrificar, es decir, debes poner a otra persona por delante de tu propio ser, por delante de tus propias necesidades, por delante de tus propios deseos. Es cuando dices: “siento que deseo esto, pero me voy a negar a mí mismo el tener esto para beneficiar a otra persona”. Entonces “al-bir” ya es piedad con el necesario elemento del sacrificio. Como lo indica la tradición sufí, es derrotar al ego.
Ese dinero y cosas materiales debe ser dado a los familiares que están en necesidad, a los huérfanos, que es algo que el Corán a menudo enfatiza, a los necesitados, a los refugiados o a cualquier ser humano que ha sido desplazado de su hogar y está en necesidad, a los esclavos para que logren su libertad, y a personas que se encuentran en servidumbre por deudas.
Vean lo amplio que es el concepto, tú no puedes tener “bir” a menos que con tu dinero ayudes a estas categorías de personas.
Imam al Ghazalli y otros eruditos escribieron sobre las obligaciones morales que deben ser conocidas por las personas, porque un posible truco en el cual mucha gente cae inconscientemente es aislarse en sus vidas para no darse cuenta de la necesidad de sus familiares, de los huérfanos, de los necesitados, o de los refugiados. Así que no saben de ellos porque en realidad se encargan de que la realidad de estas personas no les llegue. Pues bien, el Corán te obliga a saber, porque para cumplir con el deber de ser una Umma intermedia, ello te cualifica moral y éticamente para testificar y dar testimonio. Así que no es excusa que en el Día del Juicio le digas a Dios: "Bueno, no sabía que había huérfanos en Siria, ni en Yemen, ni que existía una organización que cuidaba de huérfanos y que necesitaba urgentemente dinero".
Mi señora me comentaba hace poco que en Afganistán algunas familias han llegado a vender a sus hijas para lograr conseguir dinero para comida, porque han llegado a una situación de hambruna. Permítanme decir esto de una manera bastante fuerte, para que esto llegue a suceder en una tierra islámica, ninguna afectación pietista, ninguna pretensión de andar diciendo "Gloria a Dios y Dios es el más grande", ninguna pretensión de discurso sobre pañuelos y hiyabs, compensará el hecho de que en la Umma musulmana existan personas, ya sea en Afganistán, Yemen, Siria o donde sea, que se encuentran en una situación tan desesperada que se ven obligadas a vender a sus hijos para comer.
Lo que se requiere de tu conciencia moral para calificar para esa categoría de "bir" es aprender a cuidar a los demás.
Muchas veces, las personas se aíslan inconscientemente para no tener que sacrificarse económicamente para ayudar a quienes lo necesitan. Como ya he mencionado, trabajo en el campo de la trata de personas, y uno de los campos más horribles es el del tráfico de órganos. Esto me ha asombrado. Entre las categorías más altas de personas que son víctimas del tráfico de órganos se encuentran los musulmanes, no solo refugiados de Yemen, Siria o de China, a quienes se les extraen sus órganos, sino también, notablemente, musulmanes de Somalia y Etiopía que intentan llegar, la mayoría de las veces, a través de Libia o Egipto, a Israel o embarcarse para intentar cruzar a Europa. Un buen porcentaje de estas personas terminan siendo capturadas por los extirpadores de órganos, y un porcentaje muy alto son musulmanes. En otra ocasiones ya les he mencionado ese ridículo comercio llamado "órganos halal", que en realidad quienes venden los órganos en el mercado negro los comercializan como "órganos halal", lo que significa que fueron extraídos de un musulmán. Así que puedes tener el riñón, el hígado o lo que sea, de un musulmán. La mayoría de la gente no quiere oír hablar de este tipo de cosas, porque una vez que lo oyen se sienten obligados a hacer algo al respecto. Han pasado 30 años desde que los centros islámicos me prohibieron dar conferencias sobre este tema, me han dicho que querían invitarme a dar conferencias sobre la historia del Profeta (BP), o sobre esto o aquello, pero no a hablar de temas como el tráfico de órganos o personas. Esto es absurdo, porque Dios nos obliga moralmente a saber sobre ello. Somos musulmanes y deberíamos estar a la vanguardia de la supervisión ética, pero no se puede dar testimonio desde la inmoral posición de sentarse en un sofá y no hacer nada al respecto.
Si no se está por delante de otros en hacer lo bueno, ¿con qué derecho se va a dar testimonio y testificar sobre lo bueno? La obligación moral de dar testimonio es una obligación moral de hacer, porque un testigo que dice: "Bueno, adelante, haz tú algo al respecto", entonces cae en el otro error moral de quienes dicen pero no hacen.
En muchos países musulmanes existe frustración entre la gente, se supone que somos estudiantes del Corán, pero esta amargura existe en nuestras sociedades. Reflexionen sobre ello, reflexionen sobre cada sociedad. ¿En cuántas de estas sociedades han experimentado un verdadero "bir"?
En muchos países musulmanes mandan a prisión a las personas que no pueden pagar sus deudas. Esto proviene de la ley francesa, no de la ley islámica, pero debido a que muchos países musulmanes trasplantaron la ley islámica por la ley francesa, encarcelan a quienes no pueden pagar sus deudas.
¿Cuántas instituciones musulmanas existen hoy en día que estén comprometidas con la lucha contra la trata de personas, el trabajo forzado, o contra las grotescas condiciones de los trabajadores en muchas partes del mundo? Lamentablemente, algunos de los peores países con tráfico de personas son musulmanes.
De nuevo, es realmente notable que recitemos este Corán constantemente y vivamos con estas realidades, siendo que Dios nos dice que no hay testimonio sin “bir".
Ahora, fíjense que en los versículos después de indicarnos la necesidad de la creencia, y después de indicarnos la necesidad de que nos sacrifiquemos por elevar y mejorar las condiciones de otros, viene la mención de la oración y la caridad, y luego se nos habla del cumplimiento de las promesas.
Noten como nuevamente, porque el Corán lo repite una y otra vez, que una parte esencial del carácter moral de una persona es que la gente pueda confiar en su palabra. Si tú dices “haré tal cosa” entonces tú realmente debes hacer tal cosa, y esto abarca desde el cumplimiento de un contrato que has firmado, o el cumplimiento de una promesa que has realizado, o el llegar a una cita a la que te has comprometido asistir. Si tú le dices a alguien que llegarás a la cita a las 6 de la tarde, tú no puedes liberarte a ti mismo de esa obligación sin comunicación con la otra persona. Cuando tú haces una promesa, ¡es una promesa!, y no puedes ignorarla, esto es un tema moral.
Enseñar a las personas a respetar su palabra es algo que se debe enseñar desde la niñez, y es algo que los niños deben aprender de sus padres. Nuevamente, ¿cómo ha sido posible que el valor de la palabra se haya perdido entre los musulmanes?
Les puedo contar que muchos colegas míos de profesión, que son abogados, me dicen que evitan prestar sus servicios y hacer negocios con musulmanes. Yo mismo, cuando trabajaba prestando servicios como abogado, si tenía un cliente musulmán, les requería un pago por adelantado de mis servicios, porque durante mi carrera profesional quienes me dieron siempre el mayor problema para el pago de sus deudas fueron clientes musulmanes. Esto realmente es sorprendente, ¿cómo es posible que hayamos llegado a este tipo de situaciones?
Entonces, no es posible llegar al “bir” sin la creencia, sin el sacrificarse por mejorar las condiciones de otros, sin la oración, sin hacer caridad, sin honrar las obligaciones comprometidas, sin perseverar cuando se es probado con situaciones que traen dificultades y daño, y sin ser paciente y perseverante ante la adversidad y los momentos de peligro.
El versículo hace una diferencia entre las situaciones que generan dificultad y daño día tras día, y las situaciones que son calamidades que te golpean en un instante fuertemente. Hay personas que al ser golpeadas por una calamidad pierden el control por completo, y ello se convierte en su perdición.
Hay una gran virtud en poder recurrir a Dios al ser golpeado por una calamidad, y hay una gran diferencia en que, en lugar de que tu primera reacción sea "¿Por qué Dios?", "¿Por qué yo?", tu primera reacción sea: "Dios, acepto lo que has decretado". Al final de estos versículos se nos dice que estas personas son quienes merecen el estatus de ser “los verdaderos” y “los conscientes de Dios”.
El versículo 177 es fundamental en todo lo que moldea nuestra comprensión de la ley, ya que, como veremos a continuación, la sura nos presentará diversos comandos legales positivos sobre diversos temas. Sin embargo, ha cimentado nuestra actitud hacia la ley en lo que es "tai-ieb" y en "al-bir", lo cual, repito, es necesario para la testificación y el testimonio, como hemos dicho repetidamente.
¿Por qué esto es tan crucial? Porque cualquier norma jurídica que no se ajuste a lo que es "tai-ieb" y en "al-bir", ha perdido su curso.
Por ejemplo, esas familias que venden a sus hijos en Afganistán, lo que significa que “los venden” en matrimonio a personas normalmente mucho mayores que ellos a cambio de pagar “la dote” a la familia. Sin embargo, muchas de estas niñas son pequeñas niñas, y según el artículo que leí, las personas que realizan dichas prácticas citan el matrimonio del Profeta (BP) con Aisha como prueba legal de que lo que hacen es lícito. Se requiere mucho autoengaño para citar el ejemplo del matrimonio del Profeta (BP) con Aisha para justificar su práctica. El matrimonio del Profeta (BP) con Aisha no fue un matrimonio forzado, y además el significado de lo que es ser niña o mujer cambia a lo largo de la historia. Por ejemplo, en el pueblo egipcio de donde proviene mi familia era bastante común ver mujeres adultas a los 12 o 14 años. En esos pueblos donde las personas crecían alimentándose con sus comidas, crecían con las experiencias adquiridas, crecían trabajando en el campo, la edad adulta se alcanzaba tempranamente. Pero aun así, con todo lo que sabemos sobre cómo la modernidad ha moldeado la conciencia humana, no cabe duda de que la conciencia de los seres humanos hoy en día es tal que incluso una niña pequeña en Afganistán sueña con el mundo al que la han expuesto: educación, amor, comprensión, respeto, etc., y no se puede ignorar todo eso y decir: "Bueno, estoy citando este precedente legal", y entonces seguir adelante con esa práctica. Yo respetaría mucho más a esa persona si dijera: "Sabes, sé que está mal lo que estoy haciendo, pero necesito comer y alimentar a mis otros niños". Al menos así esa persona estaría enfrentando el problema, pero el invocar la ley para hacer algo contrario a lo que es "tai-ieb", es algo que no se puede aceptar. Esa práctica implica que una niña será violada en su primera noche, inevitablemente llorará, y entrará a una casa donde habrá otras esposas de ese hombre que serán mucho mayores que ella y que la usarán como esclava al servicio de la familia, porque eso es lo que siempre sucede. Esto no se puede describir como "tai-ieb".
Mi punto es que la definición misma de "tai-ieb" es moralidad aplicada, es ética aplicada, no es simplemente un recurso retórico. Lamentablemente muchos musulmanes han ignorado toda la tradición islámica y piensan que lo que es "tai-ieb" es simplemente comer carne halal, que es la periferia de lo que podría constituir lo que es "tai-ieb".
La responsabilidad moral nos pesa a todos, porque Dios nos ha ordenado alcanzar el "bir", y si ese es el mandato, y tú vives tu vida sin preocuparte por lo que les sucede a los huérfanos en Siria, y podría contarles muchas historias horribles sobre lo que les sucede a los huérfanos en Siria, o en Yemen, o a los musulmanes en China, y si tú vives tu vida sin que tu corazón te hable, sin que tu corazón te interrogue sobre tu "bir", entonces tienes un problema muy serio, entonces estás anclado en algo que no es el islam.
No es una coincidencia que Dios introduzca el concepto del “bir” justo antes de comenzar a hablarnos sobre varios comandos positivos legales.
Sigue la sura,
(178) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito la justa retribución para los [culpables en] casos de homicidio: el libre como libre, el esclavo como esclavo y la mujer como mujer. Y si le es perdonada al culpable una parte [de su culpa] por su hermano, esta [remisión] deberá cumplirse en forma honorable y la restitución a su prójimo se hará de buenas maneras.
Esto es un alivio de vuestro Sustentador y una misericordia. Y a aquel que, a pesar de ello, exceda intencionalmente los límites de los correcto, le aguarda un castigo doloroso: (179) porque en [la ley de] la justa retribución tenéis vida, ¡Oh vosotros dotados de perspicacia!, para que así os mantengáis conscientes de Dios.
Entonces, el primer aspecto legal es el tema de los castigos en caso de un homicidio.
En la última parte se habla sobre la remisión, si alguien perdona y dice: "perdono, no hay necesidad de castigar", esto se toma en consideración a la luz de diversos factores. Sin embargo, en la primera parte, existe un debate en la tradición jurídica centrado en este versículo, y parte del debate se genera porque algunos han realizado una lectura bastante literal y mecánica de este versículo: una persona libre por otra persona libre, un esclavo por otro esclavo, o una mujer por otra mujer. ¿Significa esto que si un esclavo mata a una persona libre no hay castigo? La pregunta es válida en caso de una interpretación literal del versículo, porque lo que se ha decretado entonces es el castigo en estas situaciones mencionadas. Entonces, si lo leen literalmente, ¿significa esto que si un esclavo mata a un hombre libre no hay castigo?, ¿O si un hombre libre mata a un esclavo no hay castigo?, ¿O si una mujer mata a un hombre no hay castigo? En otras palabras, quienes insistieron en leerlo en sentido literal no pudieron responder a la pregunta sobre qué sucede si un hombre mata a una mujer o si una mujer mata a un hombre, etcétera. Luego, quienes han interpretado esto literalmente, dicen que si una mujer mata a un hombre se trata de un castigo reducido, es decir, no del castigo completo, pero eso contradice la idea de interpretación literal del versículo. Los literalistas también insisten en que si un hombre libre mata a un esclavo, el castigo es la mitad del que se recibiría si un hombre libre mata a otro hombre libre. Pero en este caso se topan con otro problema: ¿qué pasa si un esclavo mata a un hombre libre? En esta situación, argumentan que no debería ser reducido a la mitad, sino que debería ser un castigo completo. Sin embargo, esto nuevamente contradice la interpretación literal del versículo. Pero ¿por qué esas interpretaciones?, si en efecto ellas contradicen la interpretación literal del versículo.
Bueno, precisamente por eso todos los jueces han interpretado este versículo contextualmente en cuanto a lo que decía.
Era muy común, tanto en La Meca como en Medina, la idea que no existían castigos fijos para ningún delito, el castigo se definía considerando la clase social y el linaje. Esto a menudo se traducía en que la vida de un hombre o una mujer de élite podía valer la de varias personas de clases inferiores. Por ejemplo, si un hombre de elite mataba a otro hombre de elite, podría ser una vida por otra vida, pero si alguien de una tribu de menor estatus mataba a un hombre de una tribu de mayor estatus, esta última exigía la muerte de diez hombres a cambio. Esto a menudo derivaba en disputas que se prolongaban durante mucho tiempo.
Este versículo coránico se centró en el castigo justo; esto es lo que expresa: ya no se permite quitar varias vidas por una, ni variar el precio de la compensación según el estatus social, o el linaje, o la posición tribal de la persona. Así se entendió este versículo en la época del Profeta (BP).
El versículo indica que hay igualdad en cuanto a las vidas, y no se centra en si la compensación debiese ser menor si un hombre libre mata a un esclavo.
La idea del versículo es subrayar el principio de igualdad de valor ante el castigo, o que los castigos no varían según el estatus tribal, o diferencias de clase, o cualquier otro aspecto.
Es por esto por lo que el versículo 179 nos dice que aquellos quienes tienen sabiduría, capacidad de razonar, que tienen conocimiento, que tienen intelecto, deben comprender que el principio de la aplicación justa del castigo permite honrar y proteger la vida. Lo contrario también es cierto: la aplicación injusta del castigo degrada y menosprecia la vida.
Entonces estos dos versículos, antecedidos por el tema del “bir”, es un establecimiento y una afirmación del principio mismo de la justicia.
Estos versículos no deben ser leídos con esa óptica miope de querer interpretarlos literalmente, como algunos han tratado de hacer.
Estos versículos nos están indicando que hay una relación de igualdad y equidad, y que la justicia es obligatoria para que la vida pueda ser sostenida y preservada.
Sheij Muhammad Al-Ghazzali solía decir que es una contradicción pensar en un musulmán que no cree en la justicia o que no vive al servicio de ella. Que un musulmán diga: "Oh, no, si hablas constantemente de justicia, entonces eres un musulmán enojado, y eso significa que eres un mal musulmán porque simplemente estás enojado", es alucinante escuchar eso de un musulmán.
Cuando Dios te enseña qué es el "bir", te enseña qué es la justicia; cuando Dios te enseña que toda tu vida debe basarse en el servicio de los principios del "bir", y del principio de la justicia, ¿cómo puede haber musulmanes que sean inconscientes de esto?
Sheij Muhammad Al-Ghazzali solía decir que es simplemente una situación teológicamente incoherente que en nuestros tiempos, entre las sociedades más injustas del planeta, estén las sociedades musulmanas. Eso inmediatamente muestra que los musulmanes hemos abandonado el camino, que no estamos en el camino correcto, que hemos sido abandonados por Dios, y que se necesita un drástico y revolucionario cambio que permita recalibrar el curso del todo el sistema de pensamiento y de aprendizaje que siguen nuestras sociedades hoy en día, porque no puede ser que digamos que tenemos piedad si el “bir” no existe en nuestras sociedades, no puede ser que digamos que tenemos piedad en nuestras sociedades si la justicia no existe en ellas.
Sigue la sura,
(180) SE OS ha prescrito que, cuando uno de vosotros sienta cercana la muerte y deja una gran riqueza, haga testamento a favor de sus padres y [otros] parientes cercanos en forma honorable: esto es un deber para quienes son conscientes de Dios. (181) Y si alguien altera lo dispuesto después de haberlo sabido, el mal derivado de tal acción recaerá sólo sobre quienes lo hayan alterado. Ciertamente, Dios todo lo oye, es omnisciente.
(182) Pero si alguien teme que el testador haya cometido un error o una injusticia [deliberada] y consigue un arreglo entre los herederos, no incurrirá [por ello] en falta. Ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
En los tiempos en que estos versículos fueron revelados la práctica asociada a dejar un testamento escrito en relación a los legados, no era una práctica común. Había muchas peleas y disputas debido a testimonios que se conflictuaban entre ellos sobre lo que una persona había dicho, antes de su muerte, con relación a lo que se debía hacer con sus bienes.
No recuerdo el nombre de las personas involucradas, pero entre las narraciones se encuentra que una persona dijo que el fallecido le había prometido su caballo, y otra persona dijo que su espada le había sido prometida a él, y otro indicó que la casa del fallecido se le había prometido a él, y otras cosas, y la pelea entre ellos se generó debido a esto.
El Corán viene y básicamente dice que se debe dejar un testamento, porque ello es un principio de organización, y que ese testamento debe quedar por escrito, y debe tener testigos.
Otra cosa que sucedía en los tiempos en que estos versículos fueron revelados es que si una persona era acusada por dar falso testimonio de lo que el fallecido había indicado como testamento, quienes se sentían perjudicados intentaban castigar a esa persona, pero si no lo lograban, intentaban entonces castigar a sus hijos, o a sus parientes. Entonces viene el versículo 181 y aplica el principio del castigo, pero estableciendo que dicho principio debe ser particular y proporcional, y que su mecánica debe establecer la justicia.
Entonces hasta el momento hemos visto el principio del castigo, y el principio organizador asociado a dejar un testamento, porque tú debes pensar en lo que sucederá después de tu muerte, y tienes la responsabilidad de organizar este asunto lo más posible. Ahora, nosotros sabemos que sobre el tema de la herencia después el Corán nos indicará específicas reglas de participación en ella, pero el principio de dejar testamente permanece. Si la persona cree que se puede producir un problema después de su muerte, es un acto islámico y una obligación moral dejar el testamento por escrito.
Sigue la sura,
(183) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a los que os precedieron, para que os mantengáis conscientes de Dios: (184) [habréis de ayunar] durante un número determinado de días. Pero, si alguno de vosotros está enfermo o de viaje, [ayunará igual] número de otros días; y [en tales casos] aquellos que se lo puedan permitir, que alimenten a un pobre como rescate.
Y quien hace un bien mayor del que debe a sí mismo se lo hace; porque ayunar es bueno para vosotros --si supierais.
(185) El mes de Ramadán, en el que se hizo descender [por vez primera] el Qur’an como guía para la humanidad y una prueba evidente de esa guía, y el criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso. Así pues, quien de vosotros presencie la llegada de este mes, deberá ayunarlo todo; pero el que esté enfermo o de viaje, [ayunará igual] número de otros días. Dios quiere para vosotros la facilidad y no quiere la dificultad; pero [quiere] que completéis el número [requerido de días] y que ensalcéis a Dios por haberos guiado rectamente, y que [Le] deis gracias.
Estos versículos nos hablan de la prescripción del ayuno, que se aborda en esta sura en dos partes diferentes. Primero están los versículos que prescriben el ayuno, y más adelante menciona aspectos sobre la duración del ayuno y otros detalles sobre lo que está permitido hacer mientras se está ayunando, temas que se abordan en esta sura a su debido tiempo.
Esta es la primera vez que aparece en la revelación el requerimiento de ayunar durante el mes de Ramadán.
El ayuno era practicado por los musulmanes antes de la revelación de estos versículos. Sobre esto hay discusiones en las tradiciones islámicas sobre si esos ayunos eran o no durante el mes de Ramadán, y sobre otros aspectos. Estos versículos llegaron para regularizar y sistematizar esa práctica de ayuno.
Ahora, noten que en sura La-Vaca cada vez que Dios decreta leyes prescritas, ustedes invariablemente encontrarán que Dios te recuerda ciertos temas para que nunca llegues a perder de vista para qué sirven estas leyes. Veamos el versículo siguiente,
(186) Y SI Mis siervos te preguntan acerca de Mí --ciertamente, Yo estoy cerca; respondo a la invocación de quien Me invoca, cuando Me invoca: que Me escuchen y crean en Mí, para que puedan seguir el camino recto.
Justo después de esas pocas leyes mencionadas asociadas al castigo, a los testamentos de herencia, y sobre el ayuno, Dios nos trae este versículo.
Dios nos recuerda que Él en realidad está cerca nuestro. Es como si estuvieras condicionado a no pensar en la ley sin pensar en la relación que se supone que esta ley debe servir, y ya sea que estés hablando de castigo, testamento escrito o ayuno, la cuestión central es la cercanía a Dios, si Dios está presente en tu vida. Esto es como si Dios te estuviera diciendo que no es la ley, no es solo la práctica lo que de hecho te sostendrá, sino seguir la práctica junto con una cercanía real a Dios para que esta práctica de hecho sirva a ese propósito.
La sura vuelve al tema del ayuno y nos trae el versículo 187,
(187) OS ESTÁ permitido uniros con vuestras mujeres la noche del [día del] ayuno: ellas son una vestimenta para vosotros y vosotros sois una vestimenta para ellas. Dios sabe que os habríais privado de este derecho y se ha vuelto a vosotros en Su misericordia y os ha suprimido esa dificultad. Así pues, yaced con ellas y aprovechad lo que Dios os ha prescrito, y comed y bebed hasta que distingáis la raya del alba contra la oscuridad de la noche, y entonces seguid ayunando hasta la caída de la noche; pero absteneos de yacer con ellas si estáis de retiro en casas de adoración.
Estos son los límites fijados por Dios: no os acerquéis a ellos --[pues] así aclara Dios Sus mensajes a la humanidad, para que se mantengan conscientes de Él.
Los árabes tenían una práctica que probablemente provenía de la cultura del cercano oriente y que existía en la época del islam en general. La idea era que el ayuno no era solo abstenerse de alimentos, sino también de todas las relaciones sexuales. En cualquier período de la cultura preislámica existió la idea de que cada período en que se decretaba el ayuno también implicaba abstenerse de cosas como las relaciones sexuales.
Cuando llegó la prescripción coránica de ayunar durante el mes de Ramadán, la reacción automática o la suposición de muchos musulmanes fue que las relaciones sexuales no estaban permitidas durante este mes. Con respecto a esto se produjeron varios incidentes en los que las personas acudieron al Profeta (BP) y le hablaban como si hubieran fallado, como si hubieran cometido un pecado al tener relaciones sexuales con sus esposas durante la noche, y entonces le preguntaban: ¿Qué arrepentimiento debo hacer por haber tenido relaciones sexuales con mi esposa durante la noche? Entonces la revelación coránica llegó para decir que básicamente no había pecado en ello.
En este versículo tenemos una bella expresión, un recordatorio muy tierno que indica que es como si el marido y la esposa estuviesen en una misma prenda. Es como si Dios te estuviera diciendo que ÉL no espera una alienación de este acto de reposo, de esta búsqueda de tranquilidad, como si todo eso tuviera que estar acompañado por el acto sexual.
En el versículo una de las palabras árabes que se usa para referirse a las relaciones sexuales es “rafas”, y ella se refiere desde el coito hasta cualquier cosa que no sea coito. Luego se usa otra palabra árabe, "mubashara", y muchos comentaristas afirman que es indistinguible de "rafas", ya que "mubashara" también se refiere a cualquier relación sexual que incluye el coito y cualquier otra relación que no sea coito. Sin embargo, otros comentaristas coránicos y lingüistas afirman que "mubashara" es el acto de contacto de piel contra piel sin coito. (Es por ello por lo que en la traducción en uso al final del versículo se habla de “absteneos de yacer con ellas”).
Esto es interesante porque algunos eruditos en sus tafsir tuvieron un problema con la idea de la razón por la cual tú te podrías recostar cerca de tu esposa desnudo, completa o parcialmente, y por ello generaron la idea de que eso es censurable, y entonces indicaron que “mubashara” debía indicar un acto sexual. Otros intérpretes indicaron que “mubashara” significa aferrarse a otra persona en una expresión de intimidad que no llega a la relación sexual.
La forma en que nos acercamos al lenguaje a menudo puede decirnos mucho sobre nuestras suposiciones culturales y nuestra actitud hacia la vida.
¿Por qué Dios usó las palabras “rafas” y luego uso la palabra “mubashara”?
Hay un reporte que dice algo que a mí se me hace difícil imaginar. El reporte indica que un compañero del Profeta (BP) decidió permanecer en la mezquita durante todo el mes de Ramadán, y que en la mezquita del Profeta (BP) se acostó con su esposa, ambos desnudos y cubiertos por una frazada. Entonces algunos indican que la ocasión en la cual fue revelado el versículo fue después de esta situación. En lo personal no estoy seguro sobre la confiabilidad de ese reporte.
Con respecto al tema de los tiempos de ayuno, hay un reporte interesante que indica que cuando esto fue revelado había un hombre que fue donde el Profeta (BP) y dijo: “yo tengo esta cuerda y tengo mucha dificultad en determinar cuando debería comenzar mi ayuno usando la indicación del versículo de distinguir el color de la cuerda”. El reporte indica que el Profeta (BP) le respondió diciéndole: “¿Cómo pudiste entender este versículo de esta manera? El hilo del que habla Dios es el que diferencia el día de la noche”. En otras palabras, se puede comer en la noche hasta que veas en el horizonte la línea blanca del amanecer contra la negrura de la noche. Así que el hilo del que habla el versículo no es, como algunos lo entienden, una cuerda y luego dices: "¿Puedo distinguir el color de la cuerda?", sino que la palabra árabe que se usa en el versículo se refiere a la línea que diferencia el amanecer del final de la noche.
Sigue la sura,
(188) NO OS DEVORÉIS la hacienda injustamente unos a otros, ni empleéis artimañas legales tratando de devorar injusta y deliberadamente lo que por derecho pertenece a otros.
Este versículo nos trae otra prescripción que tiene que ver con un comportamiento moral asociado a los temas financieros. El versículo nos indica que no se debe usar el dinero para corromper gente que está en el poder, de tal forma de corromper la administración de la justicia con el objetivo de obtener un beneficio financiero.
Un ejemplo de esto es si tú pagas un soborno a un juez o a un político. Pero no sólo eso, sino incluso cosas que supondrían cualquier uso de recursos financieros de forma que te puedan posicionar en una ventaja injusta.
Hubo entre los estudiosos del Corán algunos que se preguntaron sobre la ocasión en que este versículo fue revelado, porque se preguntaron: ¿En los tiempos del Profeta (BP) quién estaba usando el dinero de esa manera y que podría ser el contexto de la revelación de este versículo? Nadie ha podido dar una respuesta a esto, no hay reportes sobre ello.
Independientemente de lo anterior, la prescripción es bastante amplia. Si vives en una sociedad donde quienes ostentan el poder pueden servir a quienes los enriquecen, lo cual constituye corrupción, entonces vives en una sociedad donde se viola esta prescripción coránica. Es una declaración muy contundente contra los abusos de poder y los corruptos.
Incluso más allá de lo indicado, en lo personal entiendo que este versículo nos exige organizar los sistemas de poder en nuestra sociedad de modo que la capacidad de quienes ostentan el poder para enriquecerse sea, por definición, limitada. En otras palabras, el versículo impone la obligación de determinar cómo organizar eficazmente la ley, la estructura de poder, y los sistemas financieros para prevenir la tendencia natural de los poderosos a enriquecerse y volverse más poderosos a expensas de los débiles. Entonces tú no puedes llegar y tan solo decir: “bueno, ¿qué puedo hacer?, si la corrupción existe”. Así como la sura La-Vaca te obliga a ser testigo, te obliga a ser un ejemplo de la moral, te obliga a encarnar el “bir” en tu ser, con este versículo te obliga a organizar tu sociedad de tal forma que se elimine la habilidad de los poderosos para extraer el dinero de los oprimidos o sin poder.
Sigue la sura,
(189) TE PREGUNTARÁN acerca de las lunas nuevas. Di: "Indican a la humanidad las fechas [de diversos acontecimientos], incluida la peregrinación."
Sin embargo, la piedad no consiste en que entréis en las casas por detrás, [por así decirlo,] sino que el verdaderamente piadoso es quien es consciente de Dios. Por tanto, entrad en las casas por la puerta y manteneos conscientes de Dios, para que así alcancéis la felicidad.
Hay un reporte que indica que un grupo de personas fueron donde el Profeta (BP) y le preguntaron sobre la luna creciente, entonces algunos estudiosos del Corán se preguntaron: ¿Por qué ese grupo de personas fue donde el Profeta (BP) a preguntarle sobre la luna creciente y los fenómenos de la luna, y por qué no fueron donde un astrónomo?
Esas personas le preguntaron al Profeta (BP) sobre la luna, y yo creo que el contexto es que ellos esperaban que el Profeta (BP) repitiera muchas de las supersticiones y mitologías de la época sobre los significados de la luna creciente. Entonces el Corán instruye al Profeta (BP) a darles una respuesta bastante directa y obvia. De esta manera, y además de la respuesta obvia, Dios le indicó al Profeta (BP) que se anclara en lo que la luna representa islámicamente, y que no les dé una respuesta científica, y tampoco una respuesta que se acomodara a lo que aparentemente ellos esperaban escuchar del Profeta (BP).
De la misma forma en que había creencias supersticiosas sobre la luna creciente, también había otras, que eran creencias particularmente existentes entre los nativos de Medina, que indicaba que si tú ibas a La Meca a peregrinar generaba mala suerte si a tu regreso a casa entrabas por la puerta de enfrente, y entonces lo que hacían era entrar a sus casas por una puerta trasera. El concepto era que si entrabas por una puerta donde tuvieras un techo sobre tu cabeza, eso era lo que generaba mala suerte, y entonces entraban por la puerta trasera que daba acceso al patio, el cual no tenía un techo. Entonces llega esta revelación coránica y les indica que esa creencia no tiene sentido.
Muchos estudiosos del Corán indicaron que efectivamente ese era el contexto del versículo, pero indicaron que el significado es más amplio, y entonces indicaron que este mandato también cubre el hecho que cuando tú te aproximas a preguntas sobre la religión, o a preguntas sobre la ley, no te debes aproximar al tema por la puerta trasera, significando esto que tú debes entender el objetivo, la prioridad y el propósito del asunto. Si tú fallas en comprender el objetivo, la prioridad, y el propósito, entonces tú te estarías aproximando a ese aspecto legal o teológico, desde sus partes marginales. Al hacer esto estarías de alguna forma corrompiendo el asunto. Esto es consistente con todo el tema general que aborda sura La-Vaca, efectivamente tú tienes leyes, por primera vez para los musulmanes Dios les estaba dando leyes, pero una y otra vez Dios nos recuerda que no debemos repetir el error cometido por los israelitas, quiénes adoraron la ley para lograr un beneficio a su favor.
De la misma manera que Dios indica que el “bir” no es orientar la faz hacia el oeste o hacia el este, aquí nuevamente Dios nos dice que “bir” no tiene relación con la mecánica de por qué puerta entras a tu casa.
Sigue la sura,
(190) Y COMBATID por la causa de Dios a aquellos que os combatan, pero no cometáis agresión --pues, ciertamente, Dios no ama a los agresores. (191) Matadles dondequiera que los encontréis y expulsadles de donde os hayan expulsado --pues la opresión es aún peor que matar. Y no luchéis con ellos junto a la Casa Inviolable de Adoración si ellos no os combaten antes allí; pero si os combaten, matadles: esta es la recompensa de los que niegan la verdad.
(192) Pero si cesan --ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
(193) Por tanto, combatidles hasta que cese la opresión y la adoración esté consagrada por entero a Dios; pero si cesan, deben acabar todas las hostilidades, salvo contra aquellos que [deliberadamente] hacen el mal.
(194) Combatid en los meses sagrados si sois atacados: porque la violación de lo sagrado está [sujeta a la ley de] la justa retribución. Si alguien comete una agresión contra vosotros, atacadle como os ha atacado --y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios está con los que son conscientes de Él.
(195) Y gastad [de buen grado] en la causa de Dios, y que vuestras manos no os arrojen a la destrucción; y perseverad en hacer el bien: ciertamente, Dios ama a quienes hacen el bien.
En la mayoría de los reportes se indica que el versículo 190 fue revelado después de las batallas de Badr y Uhud, mientras que algunos estudiosos del Corán indican que la batalla de Badr había sucedido pero que la de Uhud aún no se producía. Mi opinión es que ambas se habían producido.
Estos versículos son la primera revelación coránica relacionadas con prescripciones sistemáticas sobre la guerra.
En el versículo 190 se indica que se debe combatir a quienes te combaten primero, y que no debemos ser transgresores porque Dios no ama a los transgresores.
Luego tenemos los versículos 191 a 193 que nos establecen el principio de la proporcionalidad en la autodefensa. Si ellos luchan contra ustedes, ustedes deben luchar contra ellos; si ellos los expulsan de sus casas, ustedes deben luchar para corregir esa injusticia.
Luego se nos indica que “fitna” (que en la traducción en uso se interpreta como opresión) es peor que matar, y debemos comprender que “fitna” efectivamente incluye el concepto de opresión, pero también tiene la implicancia de una derrota moral que resulta de una injusticia no abordada. Entonces, si hay una injusticia y nosotros no abordamos esa injusticia, eso es “fitna”.
Ahora, la mayoría de los musulmanes en nuestra época moderna entienden que “fitna” es seducción sexual, y hay razones por las cuales este concepto llegó a ser llamado “fitna”, y es que al violar el espacio de otra persona hay aspectos de injusticia, pero el concepto original de “fitna” en el Corán no tiene nada que ver con aspectos sexuales, sino que tiene que ver con injusticias no abordadas.
Es un tema de principio que la gente que viva sin abordar las injusticias, en otras palabras, si las injusticias ocurren y la gente no las remedia, esa actitud es un gran peligro. Eruditos como Al-Ghazzali, Ibn Arabi, Razi, Mataridi, indicaron que la razón por la cual esta actitud es un gran peligro es porque ella termina generando un decaimiento moral. Las personas que han sufrido una injusticia y se han acostumbrado a la idea de que una injusticia no se repara, pierden la creencia en la justicia, por lo que pierden la creencia en la moralidad misma.
Tener una sociedad que se ha desilusionado con la idea de la moralidad porque ha llegado a estar acostumbrada a sufrir injusticias, es una situación mucho peor que el daño y la miseria que produce una guerra. Así que luchas contra quienes luchan contra ti no porque ames luchar, sino por el principio mismo.
Observen como todo en esta sura nos orienta hacia esa comprensión moral, hacia esa trayectoria moral. De la misma forma en que debemos vivir anclados en el “bir”, en la misma forma que debemos ser testigos, en la misma forma en que no podemos permitir que los poderosos generen corrupción para lograr ganancias, aquí se nos indica que el propósito de ir a una batalla o guerra es enfrentar y abordar una injusticia.
Luego, en el contexto de que Dios constantemente nos indica que habrá gente que nunca creerá o que nunca se harán musulmanes independiente del deseo de los musulmanes, se nos dice que se debe combatir a los agresores hasta que el principio de la creencia, la potencialidad de la creencia esté preservada. En otras palabras, si ustedes no luchan contra quienes los agreden, y como resultado de ello la gente sufre el impacto de la influencia corrupta de no abordar y enfrentar la injusticia, la amargura, la miseria, el miedo, la hipocresía, entonces ustedes harán imposible para la gente acceder a la religión de Dios. Pero si la gente observa que ustedes son personas que se levantan por la justicia, que luchan y se sacrifican por la justicia, esa dinámica generará la posibilidad que la gente comprenda lo que representa una religión de Dios no corrupta, y esa potencialidad de creencia entonces es preservada. En los versículos no se nos está diciendo que debemos luchar para que luego todos se hagan musulmanes, y prueba de esto es que se nos indica que si ellos dejan de luchar, si ellos dejan de transgredirlos, entonces ya no hay injusticia a enfrentar, y entonces deben detener la lucha.
Luego se nos habla del concepto de los santuarios. La Kaaba es un santuario, y en la cultura preislámica había unos meses particulares del año que eran considerados meses de santuario: Dhul Qadaj, Dhul Jiyyaj, Muharram, y Rajab. Estos cuatro meses eran meses en los cuales se hacían afirmativos esfuerzos para no cometer violencia y para no tener guerras. El islam honró esto y los mantuvo, pero el Corán viene y nuevamente afirma la idea de las prioridades, estableciendo que esto no significa que si ustedes sufren una injusticia en el santuario o en esos meses, ustedes no pueden responder.
Una injusticia que no se enfrenta o aborda es un mal mayor que la violación de la santidad del santuario o de los meses sagrados.
Luego se nos vuelve a indicar el tema de la proporcionalidad en la respuesta. Esto es destacable porque cuando tiempo después los juristas musulmanes escribieron lo que nosotros llamamos las leyes de una nación, ellos llegaron al principio de la proporcionalidad en las guerras, llegaron a que la respuesta a un acto de agresión debe ser proporcional, y que por lo tanto tú no puedes generar más daño que el que sufriste. Pero ellos incluso fueron más allá y dijeron que hay ciertas cosas que definitivamente no se pueden hacer, por ejemplo, si el enemigo destruye mezquitas tú no puedes destruir iglesias como represalia.
Mucho tiempo después, en el contexto en que emergió el colonialismo, emergieron teorías occidentales coma las de Rochester, Suarez, y Prufendorf, en las cuales se observa que empezaron a pensar sobre una especie de ley natural en el ámbito de la ley de las naciones. Ahora, cuando esta gente pensó sobre la ley de las naciones ellos hablaban sobre esas leyes en el marco de naciones civilizadas, básicamente sobre gente de piel blanca. Luego, eventualmente en los siglos XVI y XVII se llegó a la idea de la proporcionalidad cuando una nación civilizada se enfrentó a otra nación civilizada, y no había regla de proporcionalidad cuando una nación civilizada luchaba contra una nación considerada como no civilizada, y es por ello por lo que en el colonialismo se consideraba aceptable generar masivas matanzas en aquellas naciones que se consideraban como bárbaras o no civilizadas.
En lo personal no soy de esas personas que encuentran satisfacción en decir que a los musulmanes se les ocurrió todo sobre este concepto, pero como legalista realmente me sorprendió que en el siglo X D.C. gente como Shaibani escribiera sobre la idea de proporcionalidad en la guerra, eso era algo completamente inaudito para esa época, y este concepto está anclado en estos versículos coránicos.
Entonces, tan solo porque tú has sufrido una injusticia, eso no te da licencia para hacer todo lo que desees.
Luego el Corán nos trae el versículo 195, que nos indica que debemos gastar en el camino de Dios para que ello no nos lleve a la ruina. En este caso, lo que esto significa, es que la ruina se produce al no gastar para apoyar causas justas.
En nuestra época existe una derrota moral entre los musulmanes, y ello se debe precisamente a que hemos permitido que no se enfrenten y aborden las injusticias. Permítanme decirles esto claramente, el hablar sobre la injusticia sufrida por aquellos que la sufren nunca es “fitna”, pero la opresión de un gobernante sí es “fitna”. Obviamente durante la época del islam quienes estaban en el poder intentaron corromper este concepto, e intentaron hacerlo introduciendo hadith que cambiaban la trayectoria coránica sobre este tema, porque para quienes estaban en el poder era un concepto muy peligroso que las personas pensaran que era el gobernante quién cometía la “fitna” y no el gobernado que criticaba al gobernante. La “fitna” viene del poderoso y no del desempoderado. En el islam moderno si tú tratas de criticar a un gobernante injusto la primera cosa que las personas te dicen es que tú estás causando “fitna” entre los musulmanes. Esta manera de pensar no es una comprensión correcta del Corán, sino que es un concepto teológico que surgió durante la época de islam imperial. El concepto Coránico es que la “fitna” es la injusticia cometida. Esto es realmente muy importante, ¿por qué?, porque cuando el Corán viene y nos indica que no debemos arrojarnos a nosotros mismos a la ruina, en la época del decaimiento moral, la forma en que esto se entendió fue que no resistieras las injusticias porque serías aplastado, que no te levantaras por lo que es correcto porque eso te arruinará a ti mismo. Mientras que en la perspectiva coránica el arruinarse a sí mismo es el fallar en levantarse contra la opresión y la injusticia. Es decir, muchos musulmanes generaron un completo giro en la interpretación de este versículo.
El islam imperial no fue un islam coránico. El islam imperial fue un producto de un proceso histórico en el cual las personas que estaban posicionadas en el poder trataron de diseñar creencias teológicas que le servían a su poder.
El estudiar el islam del Profeta (BP) es un proceso de liberación, porque puedes descubrir que cuando tú fallas en levantarte contra la injusticia es lo que hace que te arruines a ti mismo.
Fíjense en lo que el Corán resalta al principio de este versículo 195, todo comienza con cómo nosotros circulamos el dinero en la sociedad, porque la circulación del dinero es a menudo muy importante. Hay mucha gente que son pobres, que viven en situaciones miserables, y que no tienen oportunidades, y entonces ellos están dispuestos a sacrificarse a sí mismos, pero ese no es el verdadero desafío de una sociedad en la lucha contra la opresión, el real desafío se trata de conseguir que aquellos que tienen todas las razones para vivir, es decir, quienes tienen riquezas, dirijan realmente los recursos en el curso correcto, es decir, para defender la justicia, para luchar contra la transgresión, para luchar contra la opresión.
Luego, lo anterior es seguido nuevamente con una referencia coránica a lo que es el “bir”, a lo que es “tai-ieb”, y nos indica que debemos hacer lo que es bueno, lo que es hermoso, porque Dios ama a quienes hacen lo bueno y lo hermoso.
Los seres humanos todo el tiempo dicen cosas como: “Bueno, shaitán me está susurrando esto y esto otro, pero bueno, yo igual lo hago”. Si las personas fueran realmente honestas consigo mismas admitirían que esto es muchas veces realmente así. En cuanto a hacer el bien muy a menudo las personas reconocen lo que es bellamente bueno pero igualmente lo ignoran, y dicen: “Bueno, sí, tú sabes, me gustaría ser bellamente bueno, pero…”.
El versículo usa la forma gramatical imperativa para indicar que se debe hacer el bien, es tan imperativa como cuando el Corán nos indica que debemos realizar la oración, o dar el zakat, ¡hay que hacerlo!
Ahora, noten que la sura ya te indicó que para lograr la posición de ser amado por Dios tú debes hacer lo que Dios ama. Esto es tan obvio, pero necesita ser dicho. De la misma manera en que Dios dice que si tú lo recuerdas, ÉL te recordará, debes entender que no hay posibilidad real de que alguna vez entiendas lo que es amar a Dios, porque Dios no permitirá que tu corazón comprenda lo que es su amor, a menos que hagas lo que Dios ama. Si haces lo que Dios ama, Dios te amará, y porque Dios te ama, Dios te colocará entre aquellos a los cuales ÉL abrió sus corazones a la comprensión de lo que es amar a Dios.
Hay gente que viene y dice: “bueno, tú sabes, pero yo no entiendo lo que significa eso de amar a Dios”, pero esa gente debe comprender que no es un tema intelectual, no es un tema de razonamiento, tampoco es un tema de ponerse a realizar dikr, puedes hacer dikr todos los días y todas las noches por el resto de tu vida, y aun así podrías no llegar a entender lo que es el amor de Dios.
Para comenzar el proceso de amar a Dios y sentir el amor de Dios, tienes que amar lo que Dios ama.
Si Dios nos dice que ÉL ama lo bueno y lo bello, ¡entonces eso es lo que nosotros debemos hacer!
Es la ejecución de lo bueno lo que ablanda y enternece tu corazón, y es lo que hace que ese toque mágico de Dios suceda, y esta magia del toque de Dios llega y transforma tu relación con tu Creador.
Un hombre, cuya familia no era adinerada, me preguntó hace unos años atrás: ¿estás tú diciendo que yo no puedo llegar a estar enamorado de Dios a menos que yo constantemente esté ayudando a la gente necesitada de mi familia, y gastar mi salario cuidando de ellos? Mi respuesta fue: “Sí, así es, eso es lo que te estoy diciendo”.
Este asunto no se trata de tus oraciones, ni de tu dikr, ni de tu sunna, ni de tu ayuno, todo eso no te enseñará lo que es el amor de Dios. Lo que te enseñará lo que es el amor de Dios es estar junto a aquellos que te necesitan, siendo una persona que ha internalizado en su ser el “bir”, eso es lo que te enseñará lo que es amar a Dios.
Si tan solo los musulmanes comprendieran esto, tantas cosas cambiarían.
Sigue la sura,
(196) Y REALIZAD la peregrinación y la visita ritual [a Mecca] en honor a Dios; y si os veis impedidos, haced una ofrenda conforme a vuestros medios. Y no os afeitéis la cabeza hasta que la ofrenda haya sido sacrificada; pero quien de vosotros esté enfermo o esté afectado de una dolencia en la cabeza, deberá redimirse ayunando o dando limosna, o [cualquier otro] acto de adoración. Y cuando os encontréis sanos y salvos, entonces, quien aproveche para hacer la visita ritual mientras llega [el tiempo de] la peregrinación, deberá hacer un ofrecimiento conforme a sus medios; pero si carece de los medios, deberá ayunar tres días durante la peregrinación y siete a su regreso: esto es, diez [días] completos. Esto atañe a aquel que no vive en las cercanías de la Casa Inviolable de Adoración.
Y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios es severo en el castigo.
(197) La peregrinación deberá realizarse en los meses señalados. Quien emprenda la peregrinación en esos [meses] deberá abstenerse, mientras dure la peregrinación, del lenguaje obsceno, de toda conducta reprobable y de disputar; y todo el bien que hagáis, Dios lo conoce.
Y llevad provisiones --aunque, ciertamente, la mejor de las provisiones es la consciencia de Dios: ¡manteneos, pues, conscientes de Mí, Oh vosotros dotados de perspicacia! (198) [Sin embargo,] no incurrís en falta si buscáis [durante la peregrinación] el favor de vuestro Sustentador.
Y cuando salgáis en multitudes de Arafat, recordad a Dios junto al lugar sagrado, y recordadle como Quien os guio cuando estabais perdidos en vuestro camino; (199) y avanzad con la multitud de gentes que avanzan, y pedid a Dios que os perdone vuestras faltas: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
El versículo 196 nos entrega unas prescripciones legales bastantes específicas relacionadas con la peregrinación, el sacrificio que se hace durante ella, el momento en el cual debes cortar tu pelo, lo que se debe hacer si una persona está enferma y por ello incapaz de hacerla, y otras cosas. El versículo aborda las preguntas específicas que surgieron sobre cómo completar el "Haj", y las preguntas que surgieron sobre la relación entre el "Haj" y la "Umra", y sobre completar la “Umra”, y cómo esta última es substancialmente diferente en sus rituales en relación al “Haj”.
Luego tenemos el versículo 199. Hay una ocasión para este versículo, porque decirle a la gente que proceda en lo que la gente normalmente procede, o que surja desde donde la gente normalmente surge, genera la siguiente pregunta: ¿Por qué necesitamos que se nos diga que vayamos a donde la gente normalmente va? La razón de esto es que en la sociedad de La Meca, la aristocracia de ella, cuando se indica que se debe permanecer en Arafat, ellos rehusaron hacerlo junto a la gente común, y entonces ellos insistieron en acordonar un área, pero el Corán viene y prohíbe esa práctica.
Ahora, esto es interesante porque si ustedes han estado en La Meca cuando un integrante de la familia real está ahí, este versículo se viene a la mente porque la práctica que realizan recuerda exactamente lo que el Corán condena, dado que la realeza evita mezclarse con la gente común y para ello acordonan áreas completas.
Este versículo en definitiva nos indica que no son aceptables los tratos especiales, o las acomodaciones especiales, entre las personas que hacen la peregrinación.
Sigue la sura,
(200) Y cuando hayáis cumplido vuestros ritos de adoración, [seguid] teniendo a Dios presente como tenéis presentes a vuestros padres --¡no!, con un recuerdo aún más vivo. Pues hay gentes que [solamente] ruegan: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Danos en esta vida!" --esos no tendrán parte en las bendiciones de la Otra Vida. (201) Pero entre ellos hay quienes ruegan: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Danos lo bueno en esta vida y lo bueno en la Otra Vida, y líbranos del castigo del fuego!": (202) esos tendrán su parte [de felicidad] en pago a lo que se han ganado. Y Dios es rápido en ajustar cuentas.
(203) Y tened presente a Dios en los días señalados; pero quien se apresure [haciéndolo] en dos días, no incurrirá en falta, y el que permanezca más tiempo no incurrirá en falta, siempre que sea consciente de Dios. Manteneos, por tanto, conscientes de Dios y sabed que ante Él seréis congregados.
Tenemos el versículo 200 y también hay una razón para este versículo. La práctica preislámica era que se lanzaban piedras hacia los “jamarat”, donde estos últimos representan los lugares donde shaitán se manifestó de diferentes maneras. Hay distintos reportes que difieren en cuanto a quién se le manifestó shaitán y sobre el significado de cada uno de esos lugares, sin embargo esos reportes tienen bajos niveles de credibilidad. El lanzamiento de piedras contra esos “jamarat” representaba, al igual que en la antigua tradición bíblica, un símbolo de condenación. El lanzar una piedra a los pies de alguien, no para golpearlo, tenía como significado que tú repudiabas y condenabas a esa persona. Entonces el lanzamiento de esas siete piedras en los lugares asociados a los “jamarat” tenía como significado simbólico el repudio a shaitán, y la disociación con shaitán en todo aspecto todos los días, y por ello eran 7 piedras. Esta práctica existía antes del islam y luego el islam la adoptó.
En la cultura preislámica no es del todo claro si los árabes creían que con esa práctica estaban repudiando a shaitán, pero si hay evidencias que indican que ellos creían que era una práctica que les traería buena suerte, lo que se opone a la postura islámica que incorporó esta práctica pero con el concepto que ella es simbólicamente una acción de repudio hacia shaitán.
Otra práctica preislámica de la peregrinación era que, especialmente los poetas, se juntaban y recitaban poesías que básicamente consistían en fanfarronear con relación a su linaje y a los logros de sus ancestros. Ellos básicamente usaban la poesía para decir que sus ancestros eran los más destacados. Entonces todo esto era una práctica extraña bastante intrigante, pero bastante bien establecida, tú ibas a la peregrinación, lanzabas las piedras, y luego te juntabas con la gente para alardear sobre tu tribu, tus ancestros, tu linaje, y otras cosas. Todas estas poesías tenían una estructura determinada, con secciones que hablaban de diferentes cosas. Entonces en este versículo el Corán repudia estas prácticas y les indica a los musulmanes que no deben participar en esas ceremonias donde se alardeaba. El Corán les indica a los musulmanes que lo que sí deben hacer después de la peregrinación es continuar con la misma intensidad el recuerdo de Dios, y es por ello por lo que se les indica a los musulmanes que deben recordar a Dios aún más que lo que recuerdan a sus familiares y a sus padres.
El mensaje es que la peregrinación, el “haj”, no es un asunto de solamente ir a realizar algunos rituales y luego volver para seguir con la vida que llevabas antes, sino que la peregrinación debe ser una transformación de tu ser que haga de Dios el centro de tu consciencia.
Tú debes preguntarte qué hay en tu consciencia, ¿qué tanto está Dios en tu consciencia? Dios nos dice que nuestros sentimientos hacia ÉL deberían ser más genuino que el amor hacia cualquier otro, incluyendo a nuestros padres, nuestros niños, nuestras esposas y esposos. Esto es un alto estándar por el cual se debe trabajar. Dios nos indicó que será imposible lograr el amor a Dios sin antes haber logrado el “bir”, y también Dios nos indicó que es imposible lograr el “bir” a menos que realicemos las acciones que requiere el “bir, tanto las acciones relacionadas con las cosas materiales como aquellas relacionadas con la adoración y el recuerdo de Dios. El “Haj” está diseñado para que tú reflexiones sobre la razón por la cual estás en la vida terrenal, sobre tu relación con tu creador y con el cosmos, y es por ello por lo que se realizan los giros alrededor de la Kaaba imitando el movimiento de girar en torno a algo, nosotros giramos en torno a Dios como todo gira en torno a un centro. Ibn Arabi escribió bastante sobre esto, lo llamó el secreto de los secretos, e indicó que si entiendes el concepto de “girar en torno a”, si comprendes la verdad de ello, verás cómo todo lo existente es un secreto que a menudo revela otro secreto, y que cada secreto representa un nivel de comprensión del CENTRO y de lo que lo rodea. Este es un tema extenso que no podemos desarrollar en esta instancia.
Entonces todo lo asociado al “Haj” es para reflexionar y comprender nuestra existencia, nuestra relación con nuestro Creador y con la creación, y debería ser una reafirmación dentro de sí mismo de todo lo que el “bir” implica. Por lo tanto el “Haj” debe estar orientado hacia la afirmación de la igualdad, la pérdida de todo estatus, la pérdida de toda diferencia de clases y de linaje. Es por ello por lo que todos deben vestir de la misma manera, es por ello por lo que no se deben usar joyas y cosas de lujo. Lamentablemente los musulmanes hemos corrompido muchas cosas, y así es como se han construido esos hoteles lujosos en La Meca, porque ello es totalmente opuesto al propósito del “Haj”, tú no deberías hospedarte en un hotel lujoso. Todo lo que disfrutes debe poder ser disfrutado por el menos capaz financieramente de los que van al “Haj”, no puedes disfrutar de un alojamiento mejor que el menos capaz financieramente, no puedes disfrutar de alimentos mejores que el menos capaz financieramente. Notablemente esto lo puedes encontrar en todos los libros de jurisprudencia islámica, pero en la actualidad todos esos grandes sheij de todas partes no hablan de esto.
En la parte final del versículo se nos habla de aquellos que tienen sus corazones propensos hacia la vida material, porque incluso cuando se giran hacia Dios para pedirle ayuda, usualmente lo hacen sobre aspectos que tienen que ver con aspectos materiales de esta vida terrenal.
Sigue la sura,
(204) HAY UNA clase de hombre cuya conversación sobre la vida de este mundo te complace y [aún más] cuando pone a Dios por testigo de lo que hay en su corazón, y que es, además, sumamente hábil en la discusión. (205) Pero una vez que logra imponerse, va por la tierra extendiendo la corrupción y destruyendo las cosechas y la descendencia [del hombre]: y Dios no ama la corrupción. (206) Y cuando se le dice: "Se consciente de Dios," su soberbia le impulsa a hacer el mal: el infierno será suficiente para él --¡que mal lugar de reposo!
Dios es quien más sabe. Sobre esto hay dos tipos de reporte, unos dicen que estos versículos se refieren a un hombre llamado Ajlas bin Sakafi, quien era un poeta talentoso, y los otros indican que se refiere a un hombre llamado Sahaib bin Sanana. En lo personal no estoy seguro si en realidad la denominación de estas personas fue una idea tardía que surgió después a lo largo del tiempo, porque los versículos son bastante amplios y aplicables a cualquier tipo de situación de este tipo.
Es bastante evidente el fenómeno de personas que son elocuentes y que reclaman ser bien intencionadas, y que además están permanentemente hablando sobre aspectos piadosos, y mencionan a Dios indicando que ÉL sabe lo que hay en sus corazones, pero cuando ellos están en una posición de poder sus acciones son completamente inconsistentes con todo lo que decían. El versículo nos indica en forma clara el objetivo de las acciones de estas personas, y es que una vez que tienen poder corrompen la tierra, lo que significa que consistentemente realizan injusticias, y entonces usurpan lo que nos les pertenece, cometen injusticias, y buscan el enriquecimiento personal y la satisfacción de sus propios intereses.
Más allá del contexto histórico de estos versículos. ¡Subhana Allah!, los principios morales, a menos que sean recibidos por un agente moral recto y diligente, podrían llegar a nada. Entonces, en estos versículos Dios nos está diciendo que hay personas que hablan de manera carismática y que lo hacen en términos de principios loables y nobles, e incluso también en forma piadosa, y además usan el referirse a Dios para promocionar sus objetivos y su causa, en otras palabras podríamos decir que ellos usan la religión para sus objetivos. Dios nos indica que cuando estas personas llegan a lograr el poder sus acciones concretas son completamente inconsistentes con lo que decían, inconsistentes con los principios de igualdad y justicia, son inconsistentes con la realización de procesos justos, en definitiva son personas que realizan acciones llenas de injusticias.
Esto es destacable. Este es nuestro Corán revelado por Dios, y cuando miramos hoy en día a los musulmanes en muchas partes del mundo no es una exageración decir que en los países musulmanes el mayor problema es la dualidad de lo que se habla, nuestras sociedades musulmanas están plagadas de corrupción y de injusticia. La forma en que sus gobernantes y las personas en el poder usan una forma de discurso islámico refleja exacta y precisamente lo que este versículo describe.
El Corán nos advierte sobre esto, por lo tanto el problema no es que no se nos haya advertido, el problema está en el agente moral, que es el ser humano. Independientemente del principio moral, si este se confía a un agente corrupto dará lugar a acciones corruptas. Los textos no transforman nada mágicamente, el texto contiene los principios, pero estos principios deben aplicarse, entenderse, comprenderse, digerirse, y en última instancia ser aplicados siempre por un agente que sirva al texto.
Por lo que yo sé, el Corán es el único texto religioso que de una forma muy explícita advierte al ser humano sobre esto.
Básicamente el versículo nos indica que debemos tener cuidado con los gobernantes y líderes carismáticos que cuando miras sus acciones observas que son injustos.
En el versículo 206 se nos indica que si llamas a sus consciencias a este tipo de personas, si les dices que teman a Dios, ellos se sienten desafiados.
La razón por la cual quiero resaltar esto es porque no se necesita ser un genio para reflexionar sobre este versículo y darse cuenta de que el Corán está identificando un fenómeno que es problemático y que está asociado a personas carismáticas, que usan la religión cuando hablan, que cuando están en el poder corrompen las cosas, y que cuando son confrontados con críticas, ellos responden con arrogancia y cometiendo injusticias mayores. Por lo tanto no se requiere ser un genio para entender que, si uno identifica que esto es un fenómeno problemático planteado por el Corán, entonces debería llegar a ser un principio organizador de la sociedad el garantizar los derechos de las personas para realizar críticas directas hacia los injustos, sin que deban temer por el sufrimiento de consecuencias. Lamentablemente las sociedades musulmanas han ignorado esto, y han indicado absurdas opiniones indicando que si vas a criticar a un gobernante lo debes hacer en privado pero no públicamente, lo que es una opinión completamente fabricada sin fundamento islámico.
Si queremos que el discurso coránico no sea solo una retórica, que no sea un discurso sin impacto ni efecto, si queremos ser musulmanes significativos, no podemos decirle a la gente que solo sea consciente de este fenómeno, sino que debes actuar para que el principio se aplique. ¿Cuál es la forma de establecer el principio organizativo en este caso? Crear procesos e instituciones que aseguren que la gente pueda indicarle a quienes están ejerciendo el poder lo que están haciendo mal sin que sufran consecuencias por ello. No es justo que una sociedad permita que las personas en forma individual asuman el riesgo de criticar a los gobernantes y que puedan sufrir las consecuencias en forma individual.
Les voy a contar una historia real. Un hombre pobre vio a Mubarak, el expresidente de Egipto, haciendo el “Haj”, y se acercó a Mubarak y le dijo: “Teme a Dios”, eso fue todo lo que pasó, fue algo público y mucha gente estuvo al tanto de que esto sucedió porque salió en algunos diarios. Luego de esta situación ese hombre fue arrestado por las autoridades sauditas y entregado a las autoridades egipcias, él fue encarcelado durante 20 años sin cargos en su contra, y estuvo encarcelado hasta que Mubarak fue sacado del poder. Este hombre fue liberado en el año 2011 y apareció en algunos programas egipcios y contó su historia, e indicó que lo único que le había dicho a Mubarak era que temiera a Dios. En él se veían claros signos que había sido torturado, y él habló sobre eso en esas entrevistas. Cuando Sisi tomó el poder en Egipto este hombre volvió a ser arrestado, y hace pocos años falleció en prisión. Todo esto porque tan solo le dijo a Mubarak que temiera a Dios. Entonces, si alguien viene y dice: “Oh, yo soy un musulmán muy piadoso”, y acepta este tipo de situaciones, yo le diría: “tú has traicionado el Corán”, porque cuando el Corán me dice lo que este versículo indica, no me está diciendo que permita que las personas se sacrifiquen a sí mismas frente a los injustos, sino que el Corán me está diciendo que es mi obligación el trabajar para la creación de instituciones que le permitan a las personas decir lo que ese hombre le dijo a Mubarak, y no tener que enfrentar las consecuencias de que su vida sea destruida.
Esto es tan básico y elemental que llega a ser vergonzoso que no se entienda en muchos círculos islámicos.
Sigue la sura,
(207) Pero existe [también] una clase de hombre que se vende a sí mismo de buen grado buscando complacer a Dios: y Dios es muy compasivo con Sus siervos.
(208) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Someteos por entero a Dios, y no sigáis los pasos de Satán: pues, ciertamente, él es enemigo declarado vuestro. (209) Y si caéis en el error después de todas las pruebas evidentes que habéis recibido, sabed que, ciertamente, Dios es todopoderoso, sabio.
El versículo 208 nos entrega otra articulación extremadamente poderosa. Noten, no es una coincidencia que tengamos un conjunto de prescripciones legales coránicas sobre el “Haj” y enseguida ello es seguido por un retorno a los principios morales. Como ya se los he indicado, el Corán consistentemente hace esto, y en ello hay una filosofía en sí mismo.
Este versículo no es fácil de interpretar. En la primera parte del versículo tenemos la palabra árabe “silm”, y ella puede significar, en un primer nivel de significados: paz, reposo, tranquilidad. En un segundo nivel de significados puede ser interpretada como: rendirse, someterse. La razón por la cual se le ha dado este último significado a esta palabra es porque el rendirse deriva en una situación de reposo y tranquilidad, en otras palabras, el fin de un conflicto genera esto, y esa fue la etimología de esta palabra, o la historia de la evolución del significado de esta palabra. Yo no interpretaría esta palabra como “rendirse” porque contextual y gramáticamente “arrepentirse” no sería el significado más obvio. El significado más obvio sería el que se relaciona con todo el tema que está planteando en general sura La-Vaca, y eso se refiere a cómo el islam es el nuevo pacto que Dios envió como una corrección de lo que había. Por otra parte, este versículo está justo después de un discurso dinámico en evolución que corrige aspectos asociados a creencias supersticiosas asociadas al “Haj”, a prácticas que mantenían las desigualdades, a la forma en que algunas personas mal usan el nombre de Dios para crear corrupción, y otras cosas, y entonces después de ello llega a este punto la sura y nos entrega este versículo.
Literalmente la primera parte del versículo indicaría: “entren en un estado moral que los conducirá hacia un estado moral caracterizado por paz, reposo, tranquilidad, y que les permitirá estar en paz y en una relación significativa con Dios”.
Ahora, noten que este versículo le está hablando a todos los seres humanos, y que después que la sura ha hablado de los castigos, de las leyes que preservan la vida, y otras leyes, ahora nos indica que entremos en un estado moral determinado, pero ¿cuál es ese estado? Es un estado moral que se explica por contradicción, o por lo opuesto, que sería no seguir los pasos de shaitán.
Entonces el versículo nos está diciendo que debemos entrar en un estado moral en el cual sostengamos los principios morales que nos han sido entregados por el Corán en general y por sura La-Vaca en particular, que incluye la comprensión de nuestra relación con Dios. Si nosotros nos relacionamos con la ley en la forma en la que los israelitas lo hicieron, o en la forma en que lo hacen la mayoría de los musulmanes hoy en día, ello sería contrario al logro de paz, tranquilidad y reposo. Si nosotros no entendemos los fundamentos de nuestra relación con Dios no tendremos esos resultados, si nosotros no tenemos esa relación correcta con Dios entonces la ley misma nos producirá una gran cantidad de injusticias y de sufrimiento.
La tiranía de esas personas carismáticas que se benefician de la religión es contraria a la generación de paz, tranquilidad y reposo. El despotismo de aquellos que retienen para ellos privilegios también es contrario al logro de estos estados. Entonces, cuando Dios nos invita a entrar en ese estado moral, la forma más fácil de entenderlo es que no debes seguir los pasos de shaitán, como lo indica el versículo.
Entonces ahora nos deberíamos preguntar: ¿Qué comprende seguir los pasos de shaitán? Es todo aquello que representa lo demoniaco en nuestras vidas. Todo lo que cause inestabilidad, alienación en las familias y en los seres humanos, corrupción sobre la tierra, explotación inadecuada de la tierra, etcétera, todo eso es seguir los pasos de shaitán.
Muchos musulmanes creen que el entrar en ese estado moral es cumplir con las oraciones, el ayuno, el zakat, etc, pero ese no es el estado moral que indica Dios, el cumplir con esas leyes es el medio, una herramienta, para entrar en dicho estado. (Es decir, son necesarios pero no suficientes).
Sigue la sura,
(210) ¿Es que están esperando que Dios se les aparezca a la sombra de las nubes, junto con los ángeles --cuando [para entonces] ya todo estará decidido y todos los asuntos habrán sido remitidos a Dios?
Este versículo generó muchos y extensos debates, tanto en aspectos gramaticales como teológicos. Para algunos la pregunta retóricamente planteada: ¿Esperan que Dios venga en una nube acompañado de ángeles para que sigan el camino recto?, significaría o señalaría la imposibilidad de que ello suceda. Para aquellos, particularmente dentro de diversas orientaciones sufíes, este versículo se entiende de forma más simbólica, y lo que representaría es lo que realmente las personas deben buscar, que es que sus corazones sean invadidos por las nubes que traen a Dios y a los ángeles hacia ellos, que todo ello llegue a estar anidado en sus corazones.
Es una larga discusión.
Sigue la sura,
(211) Pregunta a los hijos de Israel cuantos mensajes claros les hemos dado. Y quien altera el mensaje bendecido de Dios después de haberle llegado --¡ciertamente, Dios es severo en el castigo!
(212) A quienes se empeñan en negar la verdad [sólo] esta vida les parece grata; por eso se burlan de los que han llegado a creer: pero quienes son conscientes de Dios estarán por encima de ellos en el Día de la Resurrección.
Y Dios provee de sustento a quien Él quiere, sin echar cuentas.
(213) LA HUMANIDAD entera fue antaño una sola comunidad; [luego empezaron a discrepar --] y entonces Dios les suscitó a los profetas como portadores de buenas nuevas y advertidores, y por medio de ellos les transmitió la revelación, como exposición de la verdad, para que juzgara entre los hombres en todo aquello sobre lo que discrepaban. Y precisamente aquellos a quienes había sido dada [esta revelación] empezaron, por envidias mutuas, a discrepar sobre su significado, después de haberles llegado todas las pruebas de la verdad. Pero Dios guio a los creyentes a la verdad sobre la que, con Su venia, discrepaban: pues Dios dirige al camino recto a quien quiere [ser guiado].
Veamos el versículo 213. La razón por la cual quiero hacer una pausa en él es debido a que en su inicio se indica que la humanidad entera fue una sola comunidad. En relación a esto hay discusiones muy interesantes en las tradiciones islámicas. ¿Cuándo Dios dice una sola nación o comunidad es una referencia a un origen común, a que todos derivamos de un ser humano original, y desde el cual todo evolucionó y luego los seres humanos divergieron?, o ¿es la expresión “una sola comunidad” un concepto, pero no una concreta realidad empírica?
En el primer caso sería que todas las personas provienen de una pareja, Adán y Eva, y luego cuando su número se incrementó comenzaron a divergir y a desarrollar diferentes creencias, y entonces Dios envió profetas y mensajeros con revelaciones para reafirmar la verdad de Dios, y para que ella fuera el marco de referencia para todos.
En el segundo caso sería un concepto, que sería bastante cercano a la idea desarrollada en occidente en cuanto a la “posición original”. Este concepto indica que hay una verdad común que representa y encarna el estado original de los seres humanos, y que esta verdad es innata en todos ellos, y cuando los seres humanos se desviaron de la verdad natural Dios comenzó a enviar profetas, mensajeros, y revelaciones, con el fin de traerlos de vuelta a la verdad natural.
En la tradición islámica quienes argumentaron más fuerte con relación a que esta frase representa una verdad original común para todos los seres humanos, y que ella es una verdad innata o primordial, fueron eruditos como Ibn Al-Jabbar, quién en sus magna obra “Al-mugni” argumentó de manera muy sistemática y rigurosa sobre esta idea. De manera interesante incluso gente que estaban en una posición diametralmente opuesta a Ibn Al-Jabbar, como Ibn-Taimía, menciona la idea misma de un ancestro común, que todos provenimos de Adán y Eva, y esta idea la interpreta de forma mucho más literal, sin embargo, afirma que existía una única verdad natural unitaria en la conciencia de Adán y Eva. Luego Ibn-Taimía describe cómo la muerte de Abel a manos de Caín simboliza la desviación de la verdad natural contenida en la conciencia de Adán y Eva.
Si bien no puedo probarlo, tendría que revisar todo el texto para hacerlo, creo que alguien como Ibn Al-Jabbar no se basó en el argumento de Ibn-Taimia de que Adán y Eva poseían una verdad innata de la que eran conscientes. Repito, no puedo demostrarlo, pero creo que Ibn Al-Jabbar no interpretó la historia de la creación de Adán y Eva literalmente, sino que la consideró una historia simbólica.
En lo personal nunca he estado interesado en resolver este debate, personalmente estoy más que feliz aceptando que hubo un Adán y Eva que fueron creaciones físicas reales. Si en el Día Final Dios dice que no fue así, que fue solo una historia simbólica, también estaré bien con eso, porque en última instancia no hace una diferencia en mi concepción de los valores divinos.
El versículo también nos indica que una vez recibidas las revelaciones, los seres humanos han tenido desacuerdos sobre ellas a causa de sus posiciones egoístas.
Para mí, cada vez que el Corán indica este tipo de alertas, lo cual lo hace muchas veces, yo entiendo esto no como algo que ocurría en el pasado y que ahora está corregido, sino que lo interpreto como si Dios me está advirtiendo personalmente sobre cómo el ego puede corromperse cuando se trata de doctrinas religiosas. La forma en que yo me relaciono con el Corán cuando me encuentro con versículos como este es cuestionarme sobre mis actuaciones. Cada vez que me siento motivado a estar en desacuerdo con un académico o un colega, siempre me pregunto si estoy en desacuerdo porque mi ego está herido, en otras palabras, ¿estoy en desacuerdo porque otro académico descubrió algo que yo no descubrí?, ¿estoy en desacuerdo porque alguien articuló una teoría brillante en la que yo no había pensado?
Sigue la sura,
(214) ¿O acaso creéis que vais a entrar en el paraíso sin veros antes afligidos como se vieron los [creyentes] que os precedieron? La desgracia y la adversidad se abatieron sobre ellos, y su angustia era tal que el enviado y los que con él creían, exclamaron: "¿Cuándo vendrá el auxilio de Dios?"
¡Ciertamente, el auxilio de Dios está [siempre] cerca!
Los creyentes son infligidos con graves dificultades, dificultades que los sacuden hasta la médula, la dificultad es tan formidable que sacude el alma, y te sacude hasta el punto de que preguntas: ¿Dónde está la victoria de Dios?
En el versículo hay algo que pocos comentaristas del Corán han destacado. El versículo indica que hasta el Profeta (BP) mismo se hizo la pregunta: “¿cuándo vendrá el auxilio de Dios?”, y junto con él quienes eran creyentes, eso incluye personas como Ali ibn Abu Talib, Abu Bakr, Omar, en otras palabras, los más destacados de los compañeros del Profeta (BP).
No es una carencia de fe, sino una respuesta psicológica el hecho que algunas veces, cuando eres probado de una manera muy severa, es casi una reacción inmediata dentro de ti comenzar a pensar: ¿cuándo vendrá Dios en mi ayuda?
Quien sea que haya tenido la indignante experiencia de haber sido torturado, esa es la frase que vendrá a su mente: ¿Cuándo vendrá el alivio?, ¿por qué tanto dolor?, ¿cuándo vendrá Dios en mi ayuda? Esto no es una falta de fe.
La razón por la cual les estoy diciendo esto es porque entre aquellos que son muy conscientes, su respuesta al trauma es la decepción de sí mismos y son muy implacables consigo mismos. Dios no espera que seas un super humano, lo que importa es cómo actúas después de estas reacciones, cuando tienes la oportunidad de recuperar el sentido. Algunas personas que han sido torturadas se odian tanto por lo que pensaron, sintieron, y dijeron, durante la tortura, que al ser liberadas sienten que fracasaron, como si hubieran traicionado a Dios, y entonces su sanación se vuelve mucho más compleja debido a su sentimiento de culpa por haber traicionado a Dios.
Dios no espera que seas un superhombre; en esos casos no has traicionado a Dios, ello es solo una reacción automática al trauma. Tener esos pensamientos y decir esas cosas cuando eres sacudido profundamente es debido a la configuración de nuestro sistema nervioso; lo que importa es cómo actúas después de haber tenido ese tipo de reacción.
Hay varios estudiosos del Corán que dicen que este versículo fue revelado en el contexto de la batalla de la trinchera. En dicha batalla los mecanos habían realizado una alianza con las tribus árabes más poderosas para invadir Medina, ante lo cual los musulmanes cavaron una trinchera alrededor de la ciudad para impedir la invasión. Esa fue una situación muy desesperante para los musulmanes porque Medina estaba rodeada, nada podía salir ni entrar, y por lo tanto el miedo a la hambruna era muy real. La trinchera no rodeaba toda la ciudad porque las tribus judías habían impedido que se cavara en sus territorios, y entonces los mecanos podían entrar a Medina a través de los territorios pertenecientes a dichas tribus. Por otra parte había un territorio rocoso que impedía cavar una trinchera en ese lugar. Todo esto generó una gran ansiedad, y el sufrimiento y la privación fueron extremadamente reales.
Con relación a este versículo, siempre he encontrado un consuelo considerable cuando escucho a Dios ni siquiera reprochar al Profeta (BP) y a los creyentes sobre esto, sino que ÉL señala gentilmente que el Profeta (BP) y la gente que lo acompañaba, que son mucho mejores que yo, como Ahlul Bait y los compañero del Profeta (BP), experimentaron esto y se preguntaron: ¿cuándo llegará la victoria de Dios? Si tú eres duro contigo mismo, esto es algo que te dará un gran consuelo.
Sigue la sura,
(215) TE PREGUNTARAN qué deben gastar en los demás. Di: "Lo que gastéis de vuestra riqueza debe ser [primero] para vuestros padres y parientes, para los huérfanos, los necesitados y los viajeros; y todo el bien que hagáis, ciertamente, Dios lo conoce."
Noten el siguiente tema que es muy consistente en sura La-Vaca. En ella Dios está abordando diversos problemas que surgieron, y para muchos de ellos, en el inicio del versículo se le plantea al Profeta (BP) que le harán una pregunta. Por lo tanto los versículos muestran una pregunta realizada al Profeta (BP) y una respuesta, o un determinado problema y una respuesta. Por lo tanto no se trata de un código de leyes, sino de un conjunto de prescripciones en respuesta a las preguntas y problemas que surgieron.
Cuando ustedes tienen leyes que son elucidadas en respuesta a temas que surgen, hay un proceso anecdótico, un significado anecdótico y un proceso ilustrativo. Sí, existe la prescripción, pero una de las cosas a entender es que Dios te está enseñando, en cuanto a este tipo de asuntos, qué tipo de respuesta se da. No puedes ignorar esa dinámica.
En este versículo la pregunta es: ¿Cuánto deberían gastar? Este tema se aborda en este versículo y luego, más adelante en esta sura el tema persiste y se vuelve a abordar. Es muy interesante que en esas circunstancias Dios haya abordado el tema, pero este persistió, por lo que Dios lo retomó, y como veremos, lo hace con mayor precisión.
Ahora bien, ¿cuál es el tema que surgió? Las preguntas surgieron en un contexto de circunstancias bastante extremas que afectaban a los musulmanes. Habían tenido la batalla de Badr y la de Uhud, también varias otras batallas menores, y luego habían tenido la batalla de la Trinchera, que fue muy traumática dado que incluyó el embargo impuesto a Medina, en el cual toda mercancía no podía entrar ni salir de la ciudad. Tras la batalla de la Trinchera surgió un problema social muy real, algunas personas reaccionaron diciendo: "La situación es peligrosa; miren lo que pasamos durante la batalla de la Trinchera; entonces ahora acumulemos cosas, ahorremos, y asegurémonos de que nuestras familias tengan suficiente trigo y otras cosas". El fenómeno del acaparamiento como respuesta a las condiciones de guerra es uno de los temas que surgieron.
El segundo tema que surgió, especialmente entre los musulmanes jóvenes e impulsivos, es que existió la actitud de que todo el dinero disponible debía destinarse al esfuerzo bélico, y que entonces debían eliminar el cuidado de los pobres, de los huérfanos, y de los desplazados, ya que se encontraban en condiciones de guerra.
El tercer tema que surgió fue el que muchos musulmanes, que solían enviar dinero a familiares no musulmanes, dejaron de hacerlo y dijeron: “Ellos no son musulmanes, además apoyaron las hostilidades contra nosotros o fueron neutrales, entonces no les vamos a enviar dinero”.
Así pues, todos estos temas se presentaron ante el Profeta (BP).
El versículo 215 insiste en no acaparar el dinero y en no olvidar la obligación de proteger a los familiares, los huérfanos, los pobres y los desplazados o refugiados.
Cuando posteriormente se desarrolla la ley islámica efectivamente se dice que primero se debe cuidar a los familiares, luego a los huérfanos, luego a los pobres y finalmente a los refugiados. Sin embargo, como parte del proceso de urbanización y construcción del imperio islámico, de alguna manera la responsabilidad individual se convirtió en responsabilidad del Estado, incluso los huérfanos pasaron a ser responsabilidad del Estado, y por ende solo quedó en el plano individual el preocuparse por los familiares. No obstante, en el islam coránico, la responsabilidad hacia estas categorías es simultánea y concurrente. Por lo tanto no puedes dejar que una persona desplazada de su hogar pase enfrente tuyo, se esté muriendo de hambre, y digas: "Bueno, yo estoy alimentando a mi familia, qué lástima, te vas a morir de hambre". Tampoco puedes ignorar a los huérfanos y permitir que recurran a la prostitución para sobrevivir, y justifiques tu inacción diciendo que estás cuidando de tu familia.
Por lo tanto, el versículo 215 se interpretó claramente como una prohibición, o como una declaración, de que la práctica de acaparamiento debía terminar, y hay muchas consecuencias derivadas de ello.
Otra cosa, se debe recalcar que la fortaleza de una sociedad no reside —y este es mi lenguaje— en el tipo de armas que compra, sino en cuidar de las personas más débiles. Así es como se construyen sociedades que pueden ganar guerras. Las personas que sienten que pertenecen a la sociedad de su nación están dispuestas a crear milagros, a obrar milagros, porque tienen sentido de pertenencia, y por lo tanto no guardan resentimientos por haber sido excluidos o haber sufrido injusticias. Por eso el versículo también nos enseña que las condiciones de la guerra no son excusa para ignorar a los huérfanos, a los necesitados, ni siquiera a los refugiados.
Ese tercer tema que surgió es interesante porque aunque se reveló la ley en este versículo el problema no se resolvió en la sociedad de Medina. Esto demuestra el poder de las emociones humanas. Incluso después de la entrada de la ley asociada a este versículo, que claramente contenía una instrucción sobre el dinero que se debe dar a los familiares necesitados y pobres, y que se debe seguir dando incluso si se está enojado con ellos por la razón que sea, el problema continuó persistiendo, y como veremos, esta sura volverá a ello, pero volverá a ello de una forma más enfática.
Sigue la sura,
(216) SE OS ha prescrito combatir, aunque os sea odioso; pero puede ser que os desagrade algo y sea bueno para vosotros, y puede ser que améis algo y sea malo para vosotros: Dios sabe y vosotros no.
Después del trauma asociado a la batalla de la Trinchera que generó muchas dificultades económicas, financieras, y que dejó una marca en la psicología de los musulmanes, surgieron en la sociedad de Medina personas que comenzaron a reclamar y a preguntarse sobre por cuanto tiempo esa situación de guerra se mantendría, y en la cual se esperaba de ellos que tuvieran sus armas preparadas para la guerra. Entre estas personas estaban los hipócritas, pero no solo ellos, sino también personas con niveles de fe promedio, personas que no tenían el tipo de fe que tenían los compañeros del Profeta (BP) o Ahlul Bait.
En la batalla de Badr el número de musulmanes que se involucró en ella fue limitado, y además fue una victoria que generó júbilo. En la batalla de Uhud los musulmanes fueron derrotados, pero solo se vieron involucrados en la batalla quienes decidieron tomar sus armas e involucrarse en ella. Pero en la batalla de la Trinchera toda la sociedad de Medina se vio involucrada dado el cerco que se generó sobre la ciudad, y es por ello por lo que comenzaron a surgir las quejas.
Esta fue la ocasión asociada a la revelación de este versículo.
Es destacable como el Corán lidia con la psicología de la gente. Dios sabe que al ser forzada a luchar, porque el versículo lo establece como una prescripción, la gente tendrá la sensación de que eso no les gusta porque implica sacrificio, sufrir, enfrentar el dolor; pero Dios nos recuerda que hay muchas cosas que pueden parecer desagradables porque generan experiencias de dolor y sufrimiento, pero que finalmente son buenas para nosotros. Lo opuesto también es cierto, te pueden suceder cosas que son deseables para ti pero que en definitiva te generarán dolor y sufrimiento.
Si ustedes son creyentes deben aceptar la premisa de que Dios es el que sabe y tiene el conocimiento de las cosas, pero ustedes no.
Ahora, si todo esto lo traducimos a un principio, ¿cuál es el principio? Tenemos el principio de abordar las injusticias, y también tenemos el principio de repeler las agresiones.
El principio que también podrías observar, como más tarde lo indicaron los musulmanes, especialmente aquellos entre los moderados, es que si no repeles las injusticias y las agresiones te estarás arruinando, básicamente te estarás destruyendo. Así que, si tú en algún momento empiezas a pensar que defenderte de las agresiones, defenderte de la justicia, oponerte al mal, es algo desagradable y que requiere de ti sacrificios, este versículo es para ti. El deber de hacerlo no depende de ti, porque si tú crees en Dios entonces debes creer en los principios que Dios te enseña, y entonces debes cumplirlos. Si el seguir alguno de estos principios te implican sacrificios, bueno, es lo que debes hacer, y debes comprender que Dios sabe lo que es bueno y mejor para ti.
Muchas veces los musulmanes leen este versículo y te das cuenta de que lo aplican fuera del ámbito moral. Dicen cosas como: “Bueno, tal vez es bueno para ti, simplemente no te das cuenta, no pienses en eso y tan solo confía en Dios”, y no hablan del ámbito moral. El versículo no es una invitación a ser fatalista, lo que Dios nos está diciendo es que los principios morales que ÉL nos enseña deben guiar nuestras acciones. Cuando el Profeta (BP) estaba vivo él indicaba lo que se debía hacer, pero una vez que él muere todo lo que nos queda son los principios que Dios nos enseñó, y tú debes perseverar en la aplicación de estos principios en tus acciones, incluso en el caso que ellos te generen sacrificios, dolor, sufrimiento, y situaciones que te resulten desagradables.
Noten que esto viene después del versículo que indica que incluso en la guerra hay que ocuparse de la gente pobre, ¿por qué? Porque si tú estás padeciendo dolor y sufrimiento, si estás sufriendo escasez, tu inclinación natural será indicar que no tienes dinero para dar a los pobres o a los huérfanos en ese período, y piensas que dado que en ese período el dinero ha sido escaso para ti, vas a dejar de hacer donaciones. Entonces viene este versículo y te indica que no debes hacer eso, porque el principio te indica que debes cuidar del pobre y del huérfano y del refugiado, y que debes hacerlo aun cuando ello implique sacrificios y sufrimiento, porque es Dios quien sabe lo que es mejor para ti.
Así es como deben aplicarse los principios divinos.
Esto es muy importante, recuérdenlo, porque estoy seguro de que durante sus vidas escucharán gente que aplicarán mal lo que enseña este versículo.
Sigue la sura,
(217) Te preguntarán acerca de combatir en el mes sagrado. Di: "Combatir en él es algo muy grave; pero [que se impida el acceso a] la Casa Inviolable de Adoración y expulsar de ella a su gente es aún más grave a los ojos de Dios, pues la opresión es más grave que matar."
[Vuestros enemigos] no dejarán de combatiros hasta que reneguéis de vuestra fe, si pueden. Pero si alguno de vosotros reniega de su fe y muere siendo infiel a la verdad --sus obras serán inútiles en esta vida y en la Otra; esos están destinados al fuego, y en él permanecerán.
(218) Ciertamente, los que han llegado a creer y los que han abandonado el ámbito del mal y se esfuerzan por la causa de Dios --esos pueden esperar la misericordia de Dios: pues Dios es indulgente, dispensador de gracia.
Este versículo aborda el tema de la lucha en los meses declarados como sagrados. En él se nos indica que efectivamente hay aspectos técnicos en la ley como la definición de los meses sagrados, pero se nos indica que el repeler y responder a las agresiones es un principio superior.
Había personas, especialmente entre los musulmanes mecanos, que decían: ¿Por qué no podemos responder a las agresiones después que pasen los meses sagrados? Solo Dios sabe cuales fueron las motivaciones de estas personas para plantear esto, tal vez simplemente no deseaban ir a la guerra. Por otra parte estaban los compañeros del Profeta (BP) que decían que se debía responder de inmediato, porque opinaban que si demoraban la respuesta se verían como débiles frente a los enemigos que los habían atacado. Entonces fueron donde el Profeta (BP) para preguntarle sobre esto, y el Corán les dio la respuesta. El Corán les recordó que fallar en oponerse a la injusticia es peor que matar, siendo el asesinato el peor de los crímenes en el Corán. Es como si el Corán dijera que es un asesinato el fallar en oponerse a la injusticia.
Sigue la sura,
(219) TE PREGUNTARAN acerca de los embriagantes y los juegos de azar. Di: "En ambos hay un gran perjuicio y también algunos beneficios para los hombres; pero el perjuicio que causan es mayor que su beneficio."
Y te preguntarán sobre que deben gastar [en la causa de Dios]. Di: "Lo que os podáis permitir".
De esta forma os aclara Dios Sus mensajes, para que reflexionéis (220) sobre esta vida y sobre la Otra.
Y te preguntarán sobre [como tratar a] los huérfanos. Di: "Está bien que mejoréis sus condiciones." Y si compartís su vida, [recordad que] son vuestros hermanos: y Dios distingue al que corrompe las cosas del que las mejora. Y si hubiera querido, Dios os habría impuesto una carga que no podríais soportar: [pero,] ¡ciertamente, Dios es todopoderoso, sabio!
En el versículo 219 surgen los temas sobre el Alcohol y el juego de azar.
El Corán reconoce que hay gente que disfruta al beber alcohol, y que genera beneficios a través de los juegos de azar, pero les dice a los musulmanes que esas acciones generan un pecado que es más perjudicial para ellos que el beneficio que esas acciones les puedan otorgar.
El punto crítico aquí es que, efectivamente el alcohol fue gradualmente prohibido, pero esta primera revelación con respecto al alcohol y al juego de azar, para aquellos que eran musulmanes temerosos de Dios, una vez que oyeron a Dios decir esto, se abstuvieron de inmediato. Sería extraño que Dios te dijera una cosa así y tú dijeras: “Está bien, pero yo igual seguiré haciéndolo”.
Hay muchos reportes que indican que una vez revelado este versículos los compañeros del Profeta (BP) lo aplicaron de manera inmediata.
Este versículo también habla sobre los musulmanes más pobres entre los migrantes y los conversos en Medina, y ellos eran tan pobres que no tenían ninguna posibilidad de llegar a tener una casa, y entonces muchos de ellos vivían en la mezquita del Profeta (BP), o en un área techada que estaba próxima a ella. Muchos de ellos le preguntaron al Profeta (BP): ¿Qué tanto el Corán enfatiza en gastar en el camino de Dios?, y "¿En qué gastamos?". Entonces el Corán viene y les responde que gasten lo que puedan dar. Ahora, lo interesante de la expresión árabe usada es que ella también tiene la interpretación de gastar para generar buen ánimo, amabilidad y decencia, por lo tanto dado que ellos eran personas pobres, la respuesta del Corán les indica que no solo es un asunto de gastar dinero, sino en la realización de actos de bondad.
Hay un hadith del Profeta (BP) que indica que el sonreírle a otro creyente es una acción buena. Ese hadith fue pronunciado en este contexto. Es decir, si tú no tienes dinero para dar, a lo menos da una sonrisa. Si no tienes nada que dar, puedes regalar una súplica por alguien, o puedes visitar a alguien, puedes realizar cualquier acto de bondad.
Una de las cosas que me estremece con respecto a la vida del Profeta (BP) tiene que ver con la gran cantidad de reportes que muestran la enorme frecuencia con la cual los compañeros del Profeta (BP) se visitaban entre ellos, y también la gente en Medina, y también el Profeta (BP) visitando a la gente en Medina. Esto es precisamente porque acciones como el visitar a otro, el cuidar al otro, son actos de caridad, porque son actos en los cuales gastas tu tiempo y sales de la comodidad de no desplazarte.
Esto es algo sobre lo cual no se habla mucho.
Luego en el versículo 220 surge la pregunta sobre los huérfanos.
Fíjense cuantas leyes contextuales se nos entregan, hay una pregunta y una respuesta.
El Corán había enfatizado el cuidado de los huérfanos a tal punto que uno de los temas que surgió fue cómo se debería tratar el tema de la herencia de un huérfano en el caso que él tuviese una. Entonces la pregunta era si ese dinero podía ser gastado para el cuidado del mismo huérfano, o si se podía invertir ese dinero para el beneficio del huérfano. También surgieron otras preguntas sobre esto, como si el responsable del huérfano que administraba su dinero podía recibir un salario por ello.
En la respuesta del Corán se indica que sí está permitido gastar de esa herencia para el cuidado del huérfano, y que también se puede invertir ese dinero en la medida que no se ponga en riesgo dicha herencia, dado que la obligación mayor es preservar el derecho del huérfano sobre dicho dinero. Estas respuestas están al nivel de las tecnicidades sobre la administración de la herencia de los huérfanos.
Otra parte de la respuesta coránica es que los huérfanos deben ser integrados a la sociedad. Hay mucho material que ha sido escrito sobre esto y que es muy interesante, como por ejemplo, si tú tienes hijos y además estás a cargo de un huérfano, debes darle al huérfano lo mismo que a tus hijos, te debes asegurar que el huérfano no sienta que es un excluido de la sociedad. Ahora, efectivamente estos temas fueron definidos en el contexto de la sociedad de Medina y de sus dinámicas particulares, pero de esto claramente puedes extraer y extrapolar los principios divinos que hay en ello.
Lamentablemente los musulmanes adoptaron la práctica de los colonialistas de ubicar a los huérfanos en orfanatos. El primer orfanato fue construido en Egipto cuando estaba bajo el poder colonial de los franceses, y desde ahí se expandió hacia otros lugares del mundo islámico. Por supuesto que el orfanato es mejor que tener a los huérfanos viviendo en las calles, pero el orfanato no es lo ideal, los huérfanos tienen que ser integrados en familias.
Sigue la sura,
(221) Y NO os caséis con mujeres que atribuyen divinidad a otros junto con Dios hasta que hayan llegado [realmente] a creer: pues cualquier sierva [de Dios] creyente es ciertamente mejor que una mujer que atribuye divinidad a otros junto con Dios, aunque esta os guste más. Y no deis en matrimonio a vuestras mujeres a hombres que atribuyen divinidad a otros junto con Dios hasta que hayan llegado [realmente] a creer: pues cualquier siervo [de Dios] creyente es ciertamente mejor que un hombre que atribuye divinidad a otros junto con Dios, aunque este os guste más. Estos invitan al fuego, mientras que Dios invita al paraíso y a [la obtención del] perdón con Su venia; y hace claros los mensajes a la humanidad para que los tengan presentes.
El versículo nos entrega una orden bastante directa. Un hombre o una mujer musulmana no deben casarse con una mujer o un hombre “mushrik”. En la medida que la ley islámica se desarrolló se entendió la palabra árabe “mushrik” no como alguien que sigue el cristianismo o el judaísmo, salvo una opinión minoritaria que sí incluyen a los cristianos debido al tema de la creencia en la trinidad. La mayoría opina que “mushrik” se refiere a los politeístas, en la forma en que existían cuando este verso fue revelado. Por lo tanto “mushrik” sería alguien que cree en muchos ídolos, o alguien que cree en Dios pero al mismo tiempo cree que hay otros dioses.
La razón por la cual quise hacer una pausa en este versículo es debido a que hay un reporte que indica que el versículo fue revelado debido a un hombre que se llamaba Murshid Al Ganawi. El reporte indica que él estaba enamorado de una mujer llamada Anak, algunos reportes indican que ella era un esclava mientras otros dicen que ella era una mujer libre. Ella no era una creyente, no era cristiana, ni judía, ni musulmana, y él estando profundamente enamorado de ella fue donde el Profeta (BP) y le pidió permiso para casarse con Anak. Entonces el versículo fue revelado y este no concedió permiso a Murshid para ello.
Sigue la sura,
(222) Y TE preguntarán acerca de la menstruación. Di: "Es un estado de impureza. Así pues, manteneos apartados de las mujeres durante la menstruación, y no os acerquéis a ellas hasta que queden limpias; y cuando queden limpias, id a ellas como Dios os ha ordenado."
Ciertamente, Dios ama a los que se vuelven a Él arrepentidos, y ama a los que se purifican.
(223) Vuestras mujeres son vuestro campo de cultivo; id, pues, a vuestro campo de cultivo como queráis, haciendo preceder algo para vuestras almas, y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Le encontraréis. Y da buenas nuevas a los que creen.
(224) Y NO permitáis que vuestros juramentos por Dios os impidan hacer el bien, ser conscientes de Dios y reconciliar a los hombres: pues Dios todo lo oye, es omnisciente. (225) Dios no os hará rendir cuentas de aquellos juramentos que hayáis hecho sin pensar, sino que os hará rendir cuentas [sólo] de lo que vuestros corazones hayan concebido [en serio]: pues Dios es indulgente, benigno.
El versículo 222 es bastante directo y claro.
Quiero hacer una pausa en el versículo 223, y la razón de ello es porque fue un tema que surgió entre los musulmanes en Medina. Hay reportes que indican que entre las tribus judías había una creencia supersticiosa que indicaba que si tú tenías relaciones sexuales con una mujer por vía vaginal pero por detrás, el niño que naciera de esa relación sería bizco. Entonces en los reportes se indica que este versículo fue revelado para desmitificar esa creencia.
Hay otro conjunto de reportes que indican que un grupo de mujeres se acercaron al Profeta (BP) y le indicaron que estaban preocupadas por la legalidad de que sus maridos se acercaran a ellas vaginalmente por detrás, y entonces los reportes indican que este versículo fue revelado como respuesta a ello, indicando de que no hay nada malo en eso.
Luego el versículo nos da la idea de que si el marido tiene sexo vaginal con su esposa por detrás, él debe hacer algo para demostrar una cercanía emocional. Como el Profeta (BP) lo indicó, el marido no puede tener sexo con su esposa como si ella fuera tan solo un repositorio para satisfacer sus deseos. (Esto es lo que en la traducción en uso se expresa como: haciendo preceder algo para vuestras almas). Este no es un tema menor, porque las mujeres en Medina estaban preocupadas del tema legal, y viene el Corán y les dice que legalmente no hay nada malo en ello, pero les indica que la relación debe tener cercanía emocional, es como si les dijera que deben practicar una conexión previa. Esto es destacable, por la época de la que estamos hablando.
Hay un tema que también se discute en el contexto de este versículo, y es el asunto del sexo anal. La mayoría de las opiniones indican que el sexo anal no está permitido, que está prohibido. Hay una posición minoritaria que finalmente se extinguió, y que decía que está permitido en la medida que no se obligara a la mujer a ello.
Una de las polémicas entre las escuelas sunnitas y chiitas, es la creencia errónea de los sunnitas que los chiitas permiten el sexo anal. Eso no es así, eso fue una invención generada por algunos sunnitas.