Sura 2 La-Vaca (Parte 2: Versículo 74 - 124)
Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org)
Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.
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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:
(74) Y sin embargo, después de esto, vuestros corazones se endurecieron y se volvieron como piedras, o aún más duros, porque hay piedras de las que brotan arroyos; y otras que cuando son quebradas mana de ellas el agua; y otras que se vienen abajo por temor de Dios. ¡Y Dios no está desatento a lo que hacéis!
(75) ¿ESPERÁIS, pues, que crean en lo que predicáis cuando buena parte de ellos escuchaban la palabra de Dios, y luego de haberla entendido, la alteraban a sabiendas? (76) Y que, cuando se encuentran con los que han llegado a creer, dicen: “Creemos [como creéis vosotros]” --pero cuando se quedan a solas entre ellos, dicen: “¿Vais a informarles de lo que Dios os ha revelado para que puedan usarlo como argumento en contra vuestra, citando las palabras de vuestro Sustentador? ¿Es que no vais a usar vuestra razón?”
(77) ¿No saben acaso que Dios conoce todo lo que ocultan y todo lo que divulgan?
(78) Entre ellos hay gente iletrada sin conocimiento directo de la escritura divina, [que siguen] sólo fantasías y se basan en meras suposiciones. (79) ¡Ay de aquellos que escriben con sus manos [algo que alegan ser] la escritura divina, y luego dicen: “Esto viene de Dios, ”para obtener con ello un provecho insignificante!; ¡Ay de ellos por lo que han escrito sus manos! ¡Ay de ellos por lo que se han ganado!
(80) Dicen: “El fuego solo nos tocará un numero contado de días.” Di: “¿Habéis recibido una promesa de Dios? --pues Dios nunca incumple Su promesa. ¿O es que atribuís a Dios algo que no podéis saber?”
(81) ¡Sin duda! Quienes hayan obrado mal y estén inmersos en sus faltas --están destinados al fuego y en él permanecerán; (82) pero quienes alcancen la fe y hagan buenas obras --están destinados al paraíso y en él permanecerán.
(83) Y, HE AHÍ, que aceptamos este solemne compromiso de [vosotros,] los hijos de Israel: “No adoraréis sino a Dios; haréis el bien a vuestros padres y parientes, a los huérfanos y a los pobres; hablaréis a la gente de buena manera; seréis constantes en la oración; y gastaréis en limosnas.”
Y sin embargo, a excepción de unos pocos, os apartasteis: pues sois gente obstinada.
(84) Y, he ahí, que aceptamos vuestro solemne compromiso de que no derramaríais sangre entre vosotros, ni os expulsaríais de vuestras casas unos a otros --lo convinisteis y de ello dais testimonio [aún ahora]. (85) Y sin embargo, sois vosotros quienes os matáis unos a otros y expulsáis a parte de vuestra gente de sus hogares, haciendo causa común contra ellos en la trasgresión y el odio; pero, si acuden a vosotros como cautivos, los rescatáis --cuando el [acto de] expulsarlos os estaba ya prohibido.
¿Es que creéis, entonces, en ciertas partes de la escritura divina y negáis la verdad de otras? ¿Que merecen quienes de vosotros hacen tales cosas sino la ignominia en esta vida y que en el Día de la Resurrección se les destine al más severo castigo? Y Dios no está desatento a lo que hacéis.
(86) Esos son los que compran esta vida a cambio de la Otra Vida --¡no se les aliviará el castigo ni recibirán auxilio!
(87) Dimos, ciertamente, a Moisés la escritura divina y enviamos a una sucesión de enviados después de él; y dimos a Jesús, hijo de María, las pruebas evidentes de la verdad y le fortalecimos con la sagrada inspiración. [Sin embargo,] ¿no es cierto que cada vez que llegaba a vosotros un enviado con algo que no era de vuestro agrado os mostrabais altivos, desmintiendo a algunos de ellos y a otros dándoles muerte?
(88) Pero dicen: “Nuestros corazones están ya rebosantes de conocimiento.” ¡No!, sino que Dios les ha rechazado por negarse a reconocer la verdad: pues pocas son las cosas en las que creen.
(89) Y siempre que les vino una [nueva] revelación de Dios que confirmaba la verdad de lo que ya tenían --y [tened presente que] antes solían rezar pidiendo la victoria sobre los que se obstinaban en negar la verdad--: siempre que les vino algo que reconocían [como la verdad], lo negaban. El rechazo de Dios es el justo merecido de todos los que niegan la verdad.
(90) ¡Que ruin es esa [soberbia] por la que se han vendido a sí mismos! --al negar la verdad de lo que Dios ha revelado, por envidia de que Dios haya concedido parte de Su favor a quien Él quiso de Sus siervos: y así han incurrido en la condena de Dios, una y otra vez. Y a aquellos que niegan la verdad les espera un castigo humillante.
(91) Porque cuando se les dice: “Creed en lo que Dios ha revelado,” dicen: “Creemos [sólo] en lo que nos ha sido revelado” --pero rechazan el resto de la verdad, aunque sea una verdad que confirma lo que ya tienen.
Di: “¿Por qué, entonces, matasteis [antes] a los profetas de Dios, si [realmente] erais creyentes?”
(92) Y, ciertamente, Moisés os trajo las pruebas claras de la verdad --pero, aún así, en su ausencia, os entregasteis a la adoración del becerro [de oro] y fuisteis malvados.
(93) Y, he ahí, que aceptamos vuestro solemne compromiso y levantamos el monte Sinaí por encima de vuestras cabezas, [y os dijimos]: “¡Tomad con [toda vuestra] fuerza lo que os hemos dado y escuchad!”
[Pero] dicen: “Oímos, pero desobedecemos” --porque sus corazones se han llenado a rebosar de amor al becerro [de oro] por su negativa a aceptar la verdad.
Di: ”¡Que malo es lo que os ordena esta [falsa] creencia vuestra --si en verdad sois creyentes!”
(94) Di: “Si la morada junto a Dios en la Otra Vida es vuestra en exclusiva, deberíais ansiar la muerte --si es verdad lo que decís”.
(95) Pero no la ansiarán, por [que son conscientes de] lo que sus manos han adelantado en este mundo: y Dios conoce bien a los malhechores. (96) Verás que son las gentes con mayor apego a la vida, aún más que aquellos que atribuyen divinidad a otros seres junto con Dios: a todos ellos les gustaría vivir mil años, pero la longevidad no les libraría del castigo [en la Otra Vida]: pues Dios ve todo lo que hacen.
(97) DI [Oh Profeta]: “Quien sea enemigo de Gabriel” --que, ciertamente, ha hecho descender en tu corazón esta [escritura divina], con la venia de Dios, en confirmación de lo que aun queda [de revelaciones anteriores], y como guía y buena nueva para los creyentes: (98) “quien sea enemigo de Dios, de Sus ángeles y de Sus emisarios, incluidos Gabriel y Miguel, [debe saber que,] ciertamente, Dios es enemigo de todos los que niegan la verdad.”
(99) Porque hemos hecho descender sobre ti mensajes ciertamente claros; y sólo los perversos niegan la verdad.
(100) ¿No es acaso cierto que cada vez que hicieron una promesa [a Dios], una parte de ellos la rompieron? ¡No!, ciertamente, la mayoría de ellos no creen.
(101) Y [aún] ahora, que ha venido a ellos un enviado de Dios, que confirma la verdad de lo que tienen, algunos de los que recibieron con anterioridad la revelación arrojan tras de sí la escritura divina, como si no supieran [lo que dice], (102) y [en su lugar] siguen lo que los malvados solían practicar durante el reinado de Salomón --pues no fue Salomón quien negó la verdad, sino que la negaron aquellos malvados que enseñaron a la gente la magia--; y [siguen] lo que fue revelado a través de los ángeles Harut y Marut en Babilonia --si bien, estos no enseñaban a nadie sin antes declarar: “¡Somos sólo una tentación al mal: no neguéis, pues, la verdad [de Dios]!” Y aprenden de esos dos a crear discordia entre un hombre y su esposa; y si bien no dañan con ello a nadie sin la venia de Dios, adquieren un conocimiento que sólo les perjudica y no les aporta beneficio --sabiendo bien que quien adquiere este [conocimiento] no tendrá parte en el bien de la Otra Vida. Pues, bajo es ese [arte] por el que se han vendido --¡si lo hubieran sabido!
(103) Y si hubieran creído y hubieran sido conscientes de Él, la recompensa de Dios habría sido mejor para ellos --¡si lo hubieran sabido!
(104) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No digáis [al Profeta]: “Escúchanos,” decid más bien, “Ten paciencia con nosotros,” y prestad[-le] atención, porque un doloroso castigo les aguarda a quienes rechazan la verdad.
(105) Ni a aquellos seguidores de una revelación anterior que se obstinan en negar la verdad, ni a los que atribuyen divinidad a otros seres junto con Dios, les gustaría que vuestro Sustentador hiciera descender para vosotros bien alguno; pero Dios distingue con Su gracia a quien Él quiere --pues Dios es de una generosidad infinita.
(106) Si anulamos un mensaje o provocamos su olvido, lo sustituimos por otro mejor o semejante. ¿No sabes que Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa? (107) ¿No sabes que de Dios es el dominio sobre los cielos y la tierra y que nadie hay aparte de Dios que pueda protegeros ni prestaros auxilio?
(108) ¿Es que vais a pedir a vuestro Enviado lo que se le pidió antes a Moisés? Quien elige rechazar [la evidencia de] la verdad, en lugar de creer en ella, se ha extraviado ya del camino recto.
(109) A muchos de los seguidores de una revelación anterior les gustaría haceros renegar de la verdad, después de haber creído, por una envidia egoísta --[aún] después de habérseles esclarecido la verdad. No obstante, perdonad y sed tolerantes, hasta que Dios haga manifiesta Su voluntad: ciertamente, Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa.
(110) Y sed constantes en la oración y pagad el impuesto de purificación; pues, todo el bien que hagáis como adelanto para vosotros mismos, lo encontraréis junto a Dios: ciertamente, Dios ve todo lo que hacéis.
(111) Y DICEN: “Nadie entrará jamás en el paraíso a menos que sea judío” --o, “cristiano”.
¡Esas son fantasías suyas! Di: “¡Presentad una prueba, si es verdad lo que decís!”
(112) ¡No!, en verdad: todo aquel que someta su ser por entero a Dios, y además obre rectamente, tendrá su recompensa junto a su Sustentador; esos nada tienen que temer y no se lamentarán.
(113) Y los judíos afirman: “Los cristianos carecen de base para sus creencias,” mientras que los cristianos afirman: “Los judíos carecen de base para sus creencias” --¡y ambos citan la escritura divina! Otro tanto han dicho [siempre] quienes carecen de conocimiento; pero Dios decidirá entre ellos sobre aquello en lo que discrepaban.
(114) ¿Y quién es más malvado que aquel que impide que se mencione el nombre de Dios en [cualquiera de] Sus casas de adoración y se esfuerza por arruinarlas? Esos no deberán entrar en ellas sino con temor. Sufrirán humillación en esta vida; y en la Otra Vida un terrible castigo.
(115) De Dios son el este y el oeste: y allí donde os volváis hallaréis la faz de Dios. Ciertamente, Dios es infinito, omnisciente.
(116) Y, no obstante, algunos afirman: “¡Dios ha tomado para sí un hijo! ¡Infinito es en Su gloria! ¡No!, sino que Suyo es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra: todas las cosas obedecen fielmente Su voluntad. (117) Él es el Originador de los cielos y de la tierra: cuando decreta la existencia de algo, le dice tan sólo: “Sé” --y es.
(118) Y [sólo] quienes carecen de conocimiento dicen: “¿Por qué Dios no nos habla, ni se nos muestra un signo [milagroso]?” Otro tanto dijeron quienes les precedieron: sus corazones se asemejan. Ciertamente, hemos hecho claros los signos para aquellos dotados de certeza interior.
(119) En verdad, te hemos enviado [Oh Profeta] con la verdad, como portador de buenas nuevas y como advertidor: y no se te hará responsable de los condenados al fuego abrasador.
(120) Pues los judíos nunca estarán complacidos contigo, ni tampoco los cristianos, mientras no sigas sus creencias. Di: “Ciertamente, la guía de Dios es la única guía verdadera.”
Y, ciertamente, si siguieras sus erróneas opiniones, después de todo el conocimiento que te ha llegado, no tendrías quien te protegiera de Dios ni quien te auxiliara.
(121) Aquellos a quienes hemos entregado la escritura divina [y que] la siguen como debe ser seguida --son quienes [verdaderamente] creen en ella; pero quienes eligen rechazar su verdad-- ¡esos!, ellos son los perdedores.
(122) ¡OH HIJOS de Israel! Recordad las bendiciones que os dispensé y como os favorecí más que a ningún otro pueblo; (123) y sed conscientes de [la llegada de] un Día en el que ningún ser humano será valedor por otro, ni se aceptará rescate por ninguno de ellos, ni les valdrá intercesión alguna, y no serán auxiliados.
(124) Y [recordad esto:] cuando su Sustentador puso a prueba a Abraham con [Sus] órdenes y este las cumplió, le dijo: “Haré de ti un guía para los hombres.”
Abraham pregunto: “¿Y [harás guías] también a mis descendientes?”
[Dios] respondió: “Mi pacto no incluye a los malhechores.”
COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL
Un aspecto importante en sura La-Vaca es que Dios les habla a los israelitas directamente, que es algo que el Corán hace más de una vez, y también algunas veces les habla en forma directa a los cristianos, en otras ocasiones les habla a los seres humanos en general, y en otras oportunidades lo hace dirigiéndose particularmente a los musulmanes, y también en otras se dirige específicamente al Profeta Muhammad (BP). Cuando tú te diriges en forma específica a un grupo de personas lo que haces es reconocer un valor en esa audiencia, porque si tú deseas marginalizar y desechar a un grupo de personas para hacerlas ver irrelevantes, lo que haces es hablar sobre ellos pero no le hablas directamente a ellos. Es importante notar que entre las cosas que el Corán hace en Medina es hablarles a varias audiencias, y como veremos, fue un mensaje a menudo matizado y estratificado.
Sigue la sura,
(74) Y sin embargo, después de esto, vuestros corazones se endurecieron y se volvieron como piedras, o aún más duros, porque hay piedras de las que brotan arroyos; y otras que cuando son quebradas mana de ellas el agua; y otras que se vienen abajo por temor de Dios. ¡Y Dios no está desatento a lo que hacéis!
En los tafsir tradicionales a menudo encontrarán que la manera en que este versículo fue entendido es que les habla a los israelitas, y les dice que con el paso del tiempo ellos se extraviaron y perdieron el camino, y que por ello sus corazones se endurecieron. La forma en que los tafsir tradicionales entendieron el hecho de que hay rocas por las cuales pueden brotar los arroyos, o rocas que se pueden romper para que el agua fluya por ellas, y otras que caen por temor a Dios, es que el agua representa al mensaje del islam, y que el mensaje del islam llegó para reemplazar los corazones que se habían vuelto duros como las rocas.
Muchos estudiosos tradicionales del Corán indicaron que esta interpretación es algo forzosa, porque si el islam fuera el agua, ¿por qué el versículo hablaría de diferentes dinámicas, como que de algunas rocas brotan arroyos, y otras que se quiebran para que pase el agua, y otras que caen por temor a Dios? ¿Cuál sería la importancia de matizar el tipo de dinámica que se generan en esas duras rocas?
Dios es el que más sabe. En mi opinión la mejor forma de entender el versículo es hacerlo de la forma más directa, es decir, la referencia a las rocas es la referencia a los corazones, dado que el Corán dice que sus corazones se endurecieron, pero acá la tentación es decir: “Sí, sus corazones han llegado a volverse duros como las rocas, esa es una condena rotunda a todos los israelitas en todo tiempo”, pero luego el Corán viene y dice que una generalización tan amplia sería errónea, porque se debe tener en mente que incluso en los corazones endurecidos la bondad puede encontrar un camino a través de ellos.
Recuerden que el tema que critica el Corán es la creencia continua de los israelitas de que son el pueblo elegido de Dios, y que han sido elegidos por sobre todos, y que porque son el pueblo elegido la profecía solo puede estar en los israelitas. Como vimos la Biblia dice que el próximo profeta va a ser un hermano de los israelitas y no uno de ellos, y aunque el Corán acusa a los israelitas de haber alterado el texto de la Torá en muchas áreas, aún hay partes de la Torá que no fueron alteradas y se puede reconocer ese mensaje de un profeta venidero que no es descendiente de los israelitas. Pero entonces, cuando se dice que sus corazones se han endurecido, es porque se han extraviado al olvidar que el mensaje de Dios no era un mensaje para los israelitas en forma exclusiva, sino un mensaje universal de monoteísmo que el profeta Moisés (BP) trajo no solo a los israelitas que sacó de Egipto, sino también para los mismos egipcios que se convirtieron y siguieron al profeta Moisés (BP).
Por lo tanto el endurecimiento de los corazones es la corrupción del mensaje mismo, porque incluso los israelitas más morales aún aceptaban la idea de que eran el pueblo elegido de Dios. Pero entonces el Corán viene y es como dijera: “Pero tengan en cuenta que incluso si sus corazones fueran tan duros como una roca o más, eso no significa que todos sean malos o perversos, porque el agua, que siempre es símbolo de bondad, de hecho tiene una dinámica compleja con estas rocas o corazones endurecidos. El agua tiene el poder de quebrar la roca más dura, partirla y atravesarla a borbotones, o tiene el poder de penetrarla y filtrarla, o tiene el poder de derribarla por completo”.
Este matiz que hace el Corán cobra todo el sentido cuando se observa el contexto de lo que dice esta sura justo después.
Sigue la sura,
(75) ¿ESPERÁIS, pues, que crean en lo que predicáis cuando buena parte de ellos escuchaban la palabra de Dios, y luego de haberla entendido, la alteraban a sabiendas? (76) Y que, cuando se encuentran con los que han llegado a creer, dicen: “Creemos [como creéis vosotros]” --pero cuando se quedan a solas entre ellos, dicen: “¿Vais a informarles de lo que Dios os ha revelado para que puedan usarlo como argumento en contra vuestra, citando las palabras de vuestro Sustentador? ¿Es que no vais a usar vuestra razón?”
(77) ¿No saben acaso que Dios conoce todo lo que ocultan y todo lo que divulgan?
(78) Entre ellos hay gente iletrada sin conocimiento directo de la escritura divina, [que siguen] sólo fantasías y se basan en meras suposiciones. (79) ¡Ay de aquellos que escriben con sus manos [algo que alegan ser] la escritura divina, y luego dicen: “Esto viene de Dios, ”para obtener con ello un provecho insignificante!; ¡Ay de ellos por lo que han escrito sus manos! ¡Ay de ellos por lo que se han ganado!
Como dijimos antes, los musulmanes tenían la pretensión de encontrar en las tribus judías sus aliados naturales por el hecho de ser monoteístas, pero no fue así, y se encontraron que algunos de ellos solo pretendieron mostrarse como sus amigos, mientras otros fingieron convertirse al islam con el objeto de sacar provecho de ello. Así, cuando estos judíos conversaban con los musulmanes se comportaban de una manera pero, cuando conversaban entre ellos o con los hipócritas de Medina, su actitud era totalmente diferente, y aseguraban que Muhammad (BP) no podía ser un profeta dado que no pertenecía a los israelitas.
Pero incluso entre ellos, el Corán llama la atención sobre un enfoque introspectivo y cuidadoso porque había alguno de ellos quienes realmente estaban complicados, porque ellos habían estudiado la Torá y sabían que estaban mintiendo, pero otros judíos eran completamente ignorantes de la Torá, de hecho eran iletrados, y todo lo que sabían era lo que escuchaban de otros.
Nuevamente, fíjense como el Corán nos alerta de que no todos los seguidores de la Torá eran iguales, y por lo tanto nos exige una mirada sofisticada para que seamos capaces de diferenciar entre quienes se han convertido verdaderamente, de quienes dicen que se han convertido pero no es así, o de quienes te dicen claramente que no se han convertido pero que son personas decentes y con moral que pueden llegar a ser verdaderos amigos, o distinguir a quienes pretenden ser tus amigos pero en realidad son tus enemigos, o quienes tienen vidas con una intención y un propósito claro, o quienes dicen que saben pero en realidad son ignorantes.
¡Subhana Allah!, esto sigue siendo así en nuestros días, porque mucha gente que no entiende su religión o malinterpreta su religión es porque en realidad ellos son iletrados en relación a la Biblia, ellos no han sido educados en la Biblia, a ellos no se les ha enseñado la Biblia en sus iglesias. En las iglesias han sido expuestos solo a lo que las iglesias los han querido exponer en relación a la Biblia, pero la mayoría de los cristianos no han realizado un estudio académico de ella, y solo conocen de la Biblia algunas partes de ella.
El versículo 79 nos da la referencia a la corrupción que sufrió el texto de la Biblia. Mucha gente no se da cuenta que, especialmente la corrupción de la Torá no es una acusación realizada por el Corán sin precedentes anteriores. Como sabrán, tras la destrucción del Templo judío, la Torá original, o los escritos originales de los escribas, fueron destruidos completamente y se perdieron. La Torá se volvió a escribir en la diáspora, y se hizo como un proceso de rememoración. Como les he dicho antes, al leer la Torá y analizarla como documento histórico, se puede percibir el dolor, la agonía, y la amargura absoluta de un pueblo oprimido que documentaba, ante todo, su opresión, sus sueños, y sus esperanzas de que Dios, por ser su pueblo elegido, finalmente les concediera la victoria sobre sus opresores. Es por ello por lo que, cuando por ejemplo hablan del momento en que Dios les concede la victoria en Deuteronomio, fantasean con la brutalidad absoluta infligida a su enemigo, pero cuando eso se escribió era solo una fantasía.
Veamos por ejemplo lo que dice la Biblia en Jeremías, en el antiguo testamento, que es la Torá, en el capítulo 23:20-25:
“No cesará la saña del Señor hasta cuando se haya ejecutado y cumplido el decreto de su voluntad; en los últimos días es cuando conoceréis su designio sobre vosotros. Yo no enviaba esos profetas falsos; ellos de suyo corrían por todas partes; no hablaba yo con ellos, sino que ellos profetizaban lo que querían. Si hubiesen asistido a mi consejo y anunciado mis palabras al pueblo mío, yo ciertamente los hubiera desviado de su mala vida y de sus pésimas inclinaciones. ¿Acaso piensas tú, dice el Señor, que yo soy Dios sólo de cerca, y no soy Dios desde lejos?
¿Sí se ocultará acaso un hombre en algún escondrijo sin que yo le vea, dice el Señor? ¿Por ventura no lleno yo, dice el Señor, el cielo y la tierra?
He oído lo que andan diciendo aquellos profetas que en mi Nombre profetizan la mentira: He soñado, dicen, he tenido un sueño profético”.
En este ejemplo, un ejemplo tomado de la misma Torá, tenemos claramente expuesto el tema de la corrupción de los mensajes de Dios por parte de los israelitas.
Nuevamente lo digo porque los musulmanes necesitan entender esto. Si alguien viene y les dice: “El Corán es un libro que promueve el antisemitismo, y él debe ser purgado de su antisemitismo antes de que se permita que se siga imprimiendo”, ustedes a esa persona le pueden responder: “Está bien, pero primero veamos que temas trata el Corán de los israelitas que no son tratados en la misma Biblia”.
Les aseguro que no encontrarán ninguno, porque el Corán corrige muchas cosas que aparecen en la Biblia dado que fueron tergiversadas, y todas las críticas que hace el Corán son críticas que también aparecen en la Biblia, ya sea en la Torá o en el Nuevo Testamento.
Este tema de la tergiversación de la palabra de Dios se menciona muchas veces en el Antiguo Testamento, pero solo les di un ejemplo.
Una de las cosas que quedaron escritas en la Torá, de aquellas personas que tuvieron que vivir el éxodo luego de la destrucción del Templo, fueron sus reflexiones sobre el por qué Dios les infligió el sufrimiento que estaban viviendo. Hay como una dualidad que se puede leer en la Torá, por una parte está la idea de que ellos eran el pueblo elegido de Dios y que por ello prevalecería, mientras que por otra parte se lee que ellos estaban a menudo condenándose a ellos mismos por las fallas que habían cometido, y que les había significado la ira de Dios, como fue la destrucción del Templo. Les daré algunos ejemplos sobre esto. Veamos Deuteronomio capítulo 9:5-6:
“No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.”
En este ejemplo, primero vean que se omite a Ismael (BP), lo que siempre sucede en la Torá, salvo en una ocasión que se las mencionaré más adelante. Ahora, al final del párrafo se indica que los israelitas eran un pueblo “duro de cerviz”, y esta referencia en la versión de la Biblia de King James es una traducción literal del griego, “pueblo de dura cerviz”. Sin embargo, si nos remontamos al hebreo, en contraposición al griego, lo que indica es que son, en efecto, un pueblo obstinado y rebelde. Por lo tanto el término “dura cerviz”, en hebreo se refiere a un pueblo rebelde u obstinado. Les mostraré otro ejemplo. Veamos Deuteronomio capítulo 9:24:
“Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco.”
Como les indiqué, aparece esa dualidad del pueblo elegido, pero al mismo tiempo un pueblo rebelde a Dios. Así hay varios ejemplos similares.
El aspecto relevante con respecto a esto es que tanto la idea de que los israelitas tergiversaron el mensaje de Dios entregado por los profetas, como la idea de que ello se rebelaron contra el mensaje de Dios, no es un tema únicamente coránico, sino que también aparece en la Biblia, con la diferencia que en el Corán el tema es mencionado con coherencia. En la Biblia el tema queda siempre en lo confuso, porque se plantea que los israelitas tergiversaron el mensaje de Dios, también se indica que mataron a algunos profetas de Dios, y que fueron tercos y obstinados al recibir el mensaje del Señor, y entonces obviamente te haces la siguiente pregunta: ¿Por qué los israelitas, mostrando la misma Biblia el extremo enojo de ÉL con ellos al punto de llamar a Jerusalén la ciudad de las rameras y las prostitutas, o a negarse a bendecir a los israelitas en su dinámica con Jacob (BP), dado todo esto, por qué ellos son el pueblo elegido de Dios? Sin embargo, el Corán llega y menciona el tema coherentemente dentro de una dinámica moral de un pueblo que, entre otros, reciben un pacto con Dios, tal como los musulmanes estaban recibiendo un pacto. Pero ese pacto no se trata de que alguien sea “elegido”, o que se le prometa una tierra, sino que ese pacto trata de un trabajo moral.
Estos fracasos han sido parte de la historia, se han repetido, hay otros pueblos antes de los israelitas que recibieron el pacto y fallaron, pero el problema con los israelitas es su insistencia de ser el pueblo elegido de Dios, y de que ellos eran la prueba viviente de que el mensaje de Muhammad (BP) no podía ser verdadero porque él no era un israelita.
Después del versículo 79 en el cual Dios mencionó el tema asociado a tergiversar SU mensaje, ÉL menciona otro reclamo común que hacían los israelitas, y ese es que los israelitas, independiente de lo que ellos hagan, incluso si son condenados, bajo ninguna circunstancias estarán en el castigo del infierno por más de algunos pocos días. Algunas referencias de las tradiciones hablan de 7 días y otras de 14 días. Veamos el versículo siguiente donde Dios habla de esto.
(80) Dicen: “El fuego solo nos tocará un numero contado de días.” Di: “¿Habéis recibido una promesa de Dios? --pues Dios nunca incumple Su promesa. ¿O es que atribuís a Dios algo que no podéis saber?”
(81) ¡Sin duda! Quienes hayan obrado mal y estén inmersos en sus faltas --están destinados al fuego y en él permanecerán; (82) pero quienes alcancen la fe y hagan buenas obras --están destinados al paraíso y en él permanecerán.
En las tradiciones islámicas hay reportes que indican que los judíos de Medina les decían a los musulmanes: “¿Para qué nos vamos a convertir?, si en nuestra religión, si vamos al infierno, estaremos solo unos pocos días, en cambio, si ustedes van al infierno, estarán una eternidad en él”.
La respuesta del Corán es que esto no se trata de privilegios, y tampoco se trata de que un cierto grupo de personas elegidas tiene el privilegio de tener asegurado un tiempo mínimo de castigo en el infierno, sino que el asunto trata de lo que cada persona se merezca.
Sigue la sura,
(83) Y, HE AHÍ, que aceptamos este solemne compromiso de [vosotros,] los hijos de Israel: “No adoraréis sino a Dios; haréis el bien a vuestros padres y parientes, a los huérfanos y a los pobres; hablaréis a la gente de buena manera; seréis constantes en la oración; y gastaréis en limosnas.”
Y sin embargo, a excepción de unos pocos, os apartasteis: pues sois gente obstinada.
¿Cuál fue el pacto que los israelitas hicieron con Dios?
Su compromiso con Dios, su pacto con Dios era que solo debían adorar a Dios, el hacer el bien a sus padres y parientes, el hacer el bien a los huérfanos y a los pobres, y el hablar con justicia y moralidad a la gente. También el ser constantes en sus oraciones y hacer caridad.
Ahora, si ustedes observan estos elementos indicados por el Corán y los buscan dentro del pacto de los israelitas con Dios mencionado en la Biblia, no los encontrarán, porque en ninguna parte de ella son mencionados. Esta es otra muestra de las enormes diferencias que existen entre el Corán y la Biblia.
En la Torá el pacto y los compromisos de los israelitas siempre están asociados a que ellos son descendientes de tal y tal persona, y que tienen derecho a tal tierra, y que por ello Dios golpeará a la gente de tal tierra para entregársela a ellos.
La moralidad de la que habla el Corán sobre dicho pacto es una característica única suya.
Ahora, si ustedes comparan los elementos del pacto de los israelitas con Dios que menciona el Corán, con los elementos morales revelados por el Corán a los musulmanes en las revelaciones tempranas en La Meca, ¿qué observan? ¡Son idénticos! El honrar a los padres, el honrar a los parientes, el cuidar a los desamparados, a los pobres, el cuidar a los huérfanos, la oración y la caridad. ¡Son los mismos elementos esenciales del pacto! Entonces tú puedes darte cuenta muy rápidamente que el asunto no se trata de algún tipo de elección o preferencia de un pueblo o algo así, sino que el pacto con Dios tiene que ver con una posición moral.
Ahora, ¿Cuál es el problema que plantea el Corán especialmente con las tribus judías de Medina?
Veamos los versículos siguientes.
(84) Y, he ahí, que aceptamos vuestro solemne compromiso de que no derramaríais sangre entre vosotros, ni os expulsaríais de vuestras casas unos a otros --lo convinisteis y de ello dais testimonio [aún ahora]. (85) Y sin embargo, sois vosotros quienes os matáis unos a otros y expulsáis a parte de vuestra gente de sus hogares, haciendo causa común contra ellos en la trasgresión y el odio; pero, si acuden a vosotros como cautivos, los rescatáis --cuando el [acto de] expulsarlos os estaba ya prohibido.
¿Es que creéis, entonces, en ciertas partes de la escritura divina y negáis la verdad de otras? ¿Que merecen quienes de vosotros hacen tales cosas sino la ignominia en esta vida y que en el Día de la Resurrección se les destine al más severo castigo? Y Dios no está desatento a lo que hacéis.
Esto es crítico. ¿De qué está hablando el Corán en estos versículos?
Ustedes han notado que en la Biblia Dios les dice a los israelitas que ÉL destruirá a los canaanitas, a los amoritas, y a otras tribus que vivían en Palestina, y sin embargo, el Corán tiene una aproximación completa y diametralmente distinta.
Lamentablemente algunos estudiosos del Corán entendieron estos versículos como si Dios les estaba diciendo a los israelitas que ellos no se debían matar los unos a los otros, entre ellos, y que tampoco se debían expulsar de sus casas entre ellos. No obstante otros, como Razzi, notaron que esa no es la interpretación, notaron que los versículos le están indicando a los israelitas que ellos no debían asesinarse entre ellos y tampoco a otros seres humanos, y que no debían expulsarse entre ellos de sus hogares y tampoco expulsar a otros seres humanos de sus hogares.
¿Por qué les indica el Corán esto a los judíos de Medina? Porque las tribus judías que vivían en Medina estaban profundamente inmersas en profitar de la guerra. La tribu judía Banu Quraiza a menudo era aliada de los Awsitas, y las tribus judías Banu Nadir y Banu Qainuca eran aliados de los Jazraditas, y entonces las tribus judías proveyendo de armas a ambas tribus árabes ganaban mucho dinero mientras la gente se mataba en las guerras, y como consecuencia de ello se usurpaban las casas unos a otros. Adicionalmente a todo esto, cuando había prisioneros de guerra entre las tribus árabes, las tribus judías les proveían dinero a unos y otros para pagar por el rescate de ellos, y de esa forma también generaban ganancias para ellos. Entonces como en nuestros días, la guerra era un gran negocio para las tribus judías de Medina.
Entonces llega la revelación del Corán y les dice que lo que están haciendo era un enorme fracaso moral, porque parte de su pacto con Dios prohibía ese comportamiento.
Ahora, el Corán no solo está hablando de las tribus judías en Medina, sino que está hablando del tema en general. Sin duda que el Corán también se está refiriendo a la actitud bíblica de que los israelitas, creyéndose el pueblo elegido de Dios, podían expulsar a otras personas de sus hogares, tema que encontramos repetidamente en la Biblia, especialmente en el antiguo testamento.
El Corán indica que entre los judíos había una minoría que estaba en contra de lo que se hacía, una minoría que tenía una correcta posición moral, sin embargo, era una minoría.
Ahora bien, por supuesto esto no pasó desapercibido para muchos eruditos musulmanes que criticaron duramente las guerras civiles que estallaron entre los musulmanes, especialmente durante el auge de la dinastía de los amuletos. Pero comparemos lo que el Corán les dijo a los israelitas con la situación de los musulmanes hoy en día. El Corán indica que no hay que matarse unos a otros, que no hay que expulsarse unos a otros de sus hogares, y que les debe importar la distinción entre lo que está bien y lo que está mal, y que no deben preocuparse solamente de sus ganancias materiales.
¿Hacen esto los musulmanes de hoy en día?
Hoy en día, en nuestra época, no vemos a israelitas matándose o expulsándose mutuamente de sus hogares, capturándose mutuamente en guerras y manteniéndose como prisioneros. Pero si miras a los musulmanes hoy, verás que son los musulmanes los que hacen esto en la actualidad, ya sea en la guerra entre Irán e Irak, lo que está sucediendo en Yemen, lo que está sucediendo en Libia, etcétera, los ejemplos son demasiado numerosos.
Dios en el Corán nos subraya que es tu relación moral con el pacto que tienes con ÉL, no un estatus, lo que determina tu posición ante Dios.
Sigue la sura,
(86) Esos son los que compran esta vida a cambio de la Otra Vida --¡no se les aliviará el castigo ni recibirán auxilio!
(87) Dimos, ciertamente, a Moisés la escritura divina y enviamos a una sucesión de enviados después de él; y dimos a Jesús, hijo de María, las pruebas evidentes de la verdad y le fortalecimos con la sagrada inspiración. [Sin embargo,] ¿no es cierto que cada vez que llegaba a vosotros un enviado con algo que no era de vuestro agrado os mostrabais altivos, desmintiendo a algunos de ellos y a otros dándoles muerte?
El tema de los israelitas asesinando profetas no es una acusación que aparece solamente en el Corán, sino que es un tema que también se encuentra en la tradición bíblica. Veamos que dice la Biblia en Tesalonicenses 2:14-15:
“Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres.”
La acusación que hace la Biblia no es solo que asesinaron a Jesús (BP) sino que también a profetas anteriores. Muchos cristianos, por razones de conveniencia, han ignorado esto aun cuando aparece en el Nuevo Testamento. Otro ejemplo lo encontramos en Mateo 23:34-37 donde se nos dice:
“Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!”.
Lo que el Corán hace sorprendió a los judíos de Medina porque al estar ellos involucrados con los nativos de Medina, que en general era una sociedad iletrada, muchas cosas que dice la Torá, el Antiguo Testamento, no lo habían compartido con los árabes nativos de la ciudad. Su principal narrativa era que llegaría un profeta israelita, el mesías, que uniría a las tribus judías y las haría victoriosas sobre los árabes. Entonces cuando el Corán les muestra solo un aspecto específico que estaba en las tradiciones de la Torá, y que ellos no compartían, generó un enorme impacto en los rabinos y escribas judíos de Medina, y ese fue un enorme impacto que sura La-Vaca generó en ellos.
Esta sura expuso a la luz pública un secreto que habían mantenido muy bien guardado, pero además les generó la sensación de que el Autor del Corán sí era conocedor de sus tradiciones, y además les indicaba la forma como deberían comportarse.
Sigue la sura,
(88) Pero dicen: “Nuestros corazones están ya rebosantes de conocimiento.” ¡No!, sino que Dios les ha rechazado por negarse a reconocer la verdad: pues pocas son las cosas en las que creen.
(89) Y siempre que les vino una [nueva] revelación de Dios que confirmaba la verdad de lo que ya tenían --y [tened presente que] antes solían rezar pidiendo la victoria sobre los que se obstinaban en negar la verdad--: siempre que les vino algo que reconocían [como la verdad], lo negaban. El rechazo de Dios es el justo merecido de todos los que niegan la verdad.
Una de las polémicas en Medina era que la clase rabínica, la clase de líderes en Medina entre las tribus judías, respondieron al mensaje comunicado por el Profeta (BP) diciendo que ellos ya habían logrado el conocimiento completo dado por Dios. Indicaron que todo lo que necesitaban saber, ellos ya lo habían aprendido de Dios y que ya dominaban todo ese conocimiento, y entonces decían que no había ningún espacio para lo que estaba comunicando Muhammad (BP).
La razón por la cual quiero resaltar este punto es por el mensaje ético que hay en este tema, y este es que la actitud de mucha gente asociada al conocimiento, hacia el aprendizaje moral, es que ellos saben lo suficiente y que con eso están muy bien. El Corán, no solo en sura La-Vaca, repite y resalta que esa actitud es un gran fracaso moral.
El versículo nos indica que los judíos solían rezar pidiendo a Dios la llegada de la victoria, y antes de eso ellos solían citar sus propias tradiciones en sus polémicas con los árabes, antes del islam, y les decían que ellos, los judíos, eran superiores porque eran el pueblo elegido de Dios y porque llegaría el mesías que los lideraría hacia una victoria sobre los árabes. No se referían a una victoria solo en términos de una guerra, sino en términos más amplios, en términos de una relación de dominancia sobre los árabes.
Dios les indica a los judíos que ÉL sabe que ellos sabían que el profeta que vendría no sería un israelita, sino que sería uno de entre sus hermanos, los árabes. También les indica que ÉL sabe que ellos ocultan de sus tradiciones lo que desean y muestran de ellas a sus enemigos lo que les conviene.
Sigue la sura,
(90) ¡Que ruin es esa [soberbia] por la que se han vendido a sí mismos! --al negar la verdad de lo que Dios ha revelado, por envidia de que Dios haya concedido parte de Su favor a quien Él quiso de Sus siervos: y así han incurrido en la condena de Dios, una y otra vez. Y a aquellos que niegan la verdad les espera un castigo humillante.
(91) Porque cuando se les dice: “Creed en lo que Dios ha revelado,” dicen: “Creemos [sólo] en lo que nos ha sido revelado” --pero rechazan el resto de la verdad, aunque sea una verdad que confirma lo que ya tienen.
Di: “¿Por qué, entonces, matasteis [antes] a los profetas de Dios, si [realmente] erais creyentes?”
(92) Y, ciertamente, Moisés os trajo las pruebas claras de la verdad --pero, aún así, en su ausencia, os entregasteis a la adoración del becerro [de oro] y fuisteis malvados.
(93) Y, he ahí, que aceptamos vuestro solemne compromiso y levantamos el monte Sinaí por encima de vuestras cabezas, [y os dijimos]: “¡Tomad con [toda vuestra] fuerza lo que os hemos dado y escuchad!”
[Pero] dicen: “Oímos, pero desobedecemos” --porque sus corazones se han llenado a rebosar de amor al becerro [de oro] por su negativa a aceptar la verdad.
Di: ”¡Que malo es lo que os ordena esta [falsa] creencia vuestra --si en verdad sois creyentes!”
(94) Di: “Si la morada junto a Dios en la Otra Vida es vuestra en exclusiva, deberíais ansiar la muerte --si es verdad lo que decís”.
(95) Pero no la ansiarán, por [que son conscientes de] lo que sus manos han adelantado en este mundo: y Dios conoce bien a los malhechores. (96) Verás que son las gentes con mayor apego a la vida, aún más que aquellos que atribuyen divinidad a otros seres junto con Dios: a todos ellos les gustaría vivir mil años, pero la longevidad no les libraría del castigo [en la Otra Vida]: pues Dios ve todo lo que hacen.
En los versículos 90 y 91, Dios continúan recriminando a los judíos por la actitud que hemos indicado anteriormente.
En el versículo 93 el Corán vuelve a repetirles temas ya mencionados anteriormente. Cuando ustedes se encuentran que el Corán habla de un tema, luego menciona otras cosas, y después nuevamente vuelve al mismo tema, normalmente es una indicación que dicho tema generaba una polémica que producía gran presión en los momentos en que el Corán fue revelado.
El versículo 94 hace una referencia a un tema que los judíos se reclamaban para sí mismos, y este era que solo ellos podían lograr la salvación del castigo en la otra vida y entrar al paraíso. Ante esto el Corán viene y los desafía, y les indica que si ellos realmente estuviesen tan cercanos a Dios, entonces deberían rezar para pedir la muerte, y luego les indica que si sus conciencias están inquietas, entonces se aferrarán a la vida terrenal y encontrarán que la muerte es aterradora, y que es algo que despierta sus ansiedades y miedos.
En este versículo el Corán plantea este tema en el contexto de esta polémica generada por las tribus judías, pero el tema trae un mensaje para todos los seres humanos de todos los tiempos. Si tu actitud hacia la vida terrenal es que esto es todo lo que tú conoces, y te aferras a ella, de una forma como si quisieras permanecer en ella por siempre, entonces eso debería ser una alarma para ti.
Sigue la sura,
(97) DI [Oh Profeta]: “Quien sea enemigo de Gabriel” --que, ciertamente, ha hecho descender en tu corazón esta [escritura divina], con la venia de Dios, en confirmación de lo que aun queda [de revelaciones anteriores], y como guía y buena nueva para los creyentes: (98) “quien sea enemigo de Dios, de Sus ángeles y de Sus emisarios, incluidos Gabriel y Miguel, [debe saber que,] ciertamente, Dios es enemigo de todos los que niegan la verdad.”
En la tradición judía, en la tradición del Talmud, el Arcángel Miguel (P) es a menudo identificado como un portador de buenas noticias, y el Arcángel Gabriel (P) es a menudo identificado como un portador de presagios y malas noticias. Entonces, los judíos de la época del Profeta Muhammad (BP) reclamarían que Miguel (P) era un amigo de los judíos, un amigo del pueblo elegido, mientras que en relación a Gabriel (P) algunos judíos decían que era un enemigo, otros decían que no era un ángel, otros creyendo que era un ángel decían que es inferior a Miguel (P).
Ahora, los judíos cuando escucharon que Gabriel (P) era quien le estaba revelando el Corán a Muhammad (BP), levantaron esta polémica sobre Miguel (P) y Gabriel (P), y decían que si Muhammad (BP) fuese un verdadero profeta entonces la revelación le hubiese sido enviada por medio de Miguel (P) y no de Gabriel (P).
Sigue la sura,
(99) Porque hemos hecho descender sobre ti mensajes ciertamente claros; y sólo los perversos niegan la verdad.
(100) ¿No es acaso cierto que cada vez que hicieron una promesa [a Dios], una parte de ellos la rompieron? ¡No!, ciertamente, la mayoría de ellos no creen.
(101) Y [aún] ahora, que ha venido a ellos un enviado de Dios, que confirma la verdad de lo que tienen, algunos de los que recibieron con anterioridad la revelación arrojan tras de sí la escritura divina, como si no supieran [lo que dice],
(102) y [en su lugar] siguen lo que los malvados solían practicar durante el reinado de Salomón --pues no fue Salomón quien negó la verdad, sino que la negaron aquellos malvados que enseñaron a la gente la magia--; y [siguen] lo que fue revelado a través de los ángeles Harut y Marut en Babilonia --si bien, estos no enseñaban a nadie sin antes declarar: “¡Somos sólo una tentación al mal: no neguéis, pues, la verdad [de Dios]!” Y aprenden de esos dos a crear discordia entre un hombre y su esposa; y si bien no dañan con ello a nadie sin la venia de Dios, adquieren un conocimiento que sólo les perjudica y no les aporta beneficio --sabiendo bien que quien adquiere este [conocimiento] no tendrá parte en el bien de la Otra Vida. Pues, bajo es ese [arte] por el que se han vendido --¡si lo hubieran sabido!
(103) Y si hubieran creído y hubieran sido conscientes de Él, la recompensa de Dios habría sido mejor para ellos --¡si lo hubieran sabido!
En el versículo 102 el Corán trata un tema, que en parte se refiere al legado de Salomón (BP), y habla de un tema bien específico.
Una buena manera de introducirse en este tema es observar cómo la Biblia habla de Salomón (BP), para ello veamos lo que se dice en Reyes 1 11:1-10:
“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; más él no guardó lo que le mandó Jehová.”
Fíjense que en la Torá siempre se habla del profeta Salomón (BP) como el Rey Salomón (BP). En estos versículos la Torá indica que Dios le dijo al Rey Salomón (BP) que no tomara a ninguna mujer que no fuera del pueblo de Israel, pero se nos indica que él fue atraído por mujeres de todos los pueblos y que ignoró la orden de Dios, al punto que se esposó con 700 mujeres y además 300 concubinas. Dado esto, la Torá indica que el corazón de Salomón (BP) se desvió del camino de Dios, al punto que incluso adoró ídolos. Luego la Torá indica que él construyó un templo para “Moloc”, siendo “Moloc” no solo un ídolo sino que era un demonio, es decir, la Torá indica que Salomón (BP) llegó a ser un adorador de un demonio.
Bueno, ¿Qué entendemos de todo esto? En la Torá el Rey Salomón (BP), que es el hijo de David (BP), que según la Torá había visto a Dios dos veces, que en la tradición bíblica es considerado un profeta, no obstante todo ello, contradijo la orden de Dios y tuvo 700 mujeres y 300 concubinas de muchos pueblos distintos, y luego su corazón se desvió y comenzó a adorar ídolos e incluso a demonios. A pesar de todo esto, en la Torá se indica que la profecía continuó entre los descendientes de Salomón (BP).
En la tradición israelita hay manuscritos que indican que esos demonios le enseñaron a Salomón (BP) el lenguaje secreto de la magia negra, y esos manuscritos, que pretendidamente fueron transmitidos desde los demonios a Salomón (BP), fueron usados por hechiceros desde aquellos tiempos hasta los tiempos de la aparición del islam para hacer todo tipo de cosas.
Algunos eruditos israelitas llegaron al punto de decir que Salomón (BP) nació como profeta pero que murió no siéndolo, que murió solo como rey. Hay otros eruditos que dijeron que, por el simple motivo que él era un israelita y parte del pueblo elegido, él siguió disfrutando del estatus de profeta aun cuando él haya adorado ídolos. Esto no es algo inusual en la Torá, porque en la Torá a menudo se observa que los israelitas se volvían hacia prácticas de adoración de ídolos.
Con respecto a toda esta historia el Corán tiene una perspectiva completamente distinta de Salomón (BP). En el Corán se indica que Salomón (BP) no se reveló contra Dios, que jamás adoró ídolos, y él siempre se mantuvo en el camino de Dios.
En este versículo el Corán trata sobre una realidad que era bastante extendida en el cercano oriente, y muy generalizada en todo el mundo antiguo, y que tiene que ver con el uso de la hechicería. Lo que específicamente dice el Corán en este versículo es que los demonios no fueron quienes le enseñaron a Salomón (BP) el lenguaje de la hechicería, sino que se la enseñaron a algunas personas que vivieron en la época de Salomón (BP). En las tradiciones islámicas hay diferentes narraciones asociadas a algunos hadith atribuidos al Profeta (BP), los cuales tienen una autenticidad sospechosa, en los que básicamente se indica que aun cuando Salomón (BP) tenía poder sobre los demonios, él escondió los pergaminos que contenían las fórmulas más peligrosas del lenguaje de los jins demoníacos, y según esas tradiciones él los escondió bajo su trono, y que después de su fallecimiento esos pergaminos fueron desenterrados, diseminados, y usados para hacer magia negra. Pero el Corán defiende al profeta Salomón (BP) en cuanto a que él no tuvo responsabilidad sobre el dar a conocer ese conocimiento.
Hay un debate en la tradición islámica sobre Harut y Marut. En algunas tradiciones se indica que ellos eran dos ángeles, y que ellos le hablaron a Dios para decirle que los seres humanos eran realmente malos, porque siempre ellos estaban haciendo lo que está mal, derramando sangre sobre la tierra, desobedeciéndolo, y cometiendo pecado. Luego le dijeron a Dios que si ellos estuvieran en el lugar de los seres humanos, ellos no serían tan débiles. Entonces, según esas tradiciones, de las cuales tengo la opinión que no son auténticas, Dios les respondió que los enviaría a la tierra y les daría libre albedrío para ver que hacían con esa capacidad. Las narraciones indican que cuando Harut y Marut fueron enviados a la tierra ellos fracasaron en el uso del libre albedrío, y fracasaron miserablemente cometiendo todo tipo de pecados, pero no solo cometieron pecados sino que fueron a Babilonia, la cual era conocida por sus hechiceros y el uso de la magia negra, y entonces ellos le enseñaron al rey de Babilonia la magia negra, y luego ella se transformó en una plaga para la humanidad que se mantiene hasta nuestros días.
Otras narraciones dicen que Harut y Marut no eran ángeles, sino que ellos eran dos gobernantes en Babilonia, y que esa ciudad era un semillero de hechiceros que usaban la magia negra, y que además en dicha ciudad se adoraban ídolos y se practicaba el sacrificio humano. Entonces Harut y Marut, que eran dos princesas en Babilonia, y que tenían asociaciones con los jins, acogieron el aprendizaje de la magia negra y diseminaron ese conocimiento.
Demos un paso atrás. En las tradiciones islámicas también hay un debate entre los estudiosos del Corán. Hay algunos de ellos que dicen que la magia negra no existe como una realidad. Por ejemplo los seguidores y alumnos de Abu Hanifa dicen que él opinaba que la magia negra no es más que un juego de manos, y que la magia negra no altera la naturaleza de la realidad. Otros han dicho que la magia negra sí altera la naturaleza de la realidad, y que de hecho ella puede alterar las leyes normales de la causalidad al suscitar la participación de los jins que son quienes luego causan el real daño. Este debate lo pueden encontrar hasta el día de hoy en las tradiciones islámicas.
En mi opinión, la magia negra es una realidad que altera las leyes de causalidad al invocar energías y poderes que no comprendemos del todo, salvo que invoca demonios, y que estos participan en estos rituales. La lógica de estos rituales es manipular las energías existentes.
Lo que se conoce comúnmente como magia negra, donde a menudo se hace referencia a los textos salomónicos, es una perspectiva muy judeocristiana. La verdad es que la magia negra no tiene nada que ver con el profeta Salomón (BP). Es una corrupción, o una distorsión de los hechos que se remontan a esa época, pero afirmar que, de alguna manera, este conocimiento se remonta al profeta Salomón (BP), contradice directamente lo que dice el Corán.
Puedo decirles por experiencia que los hechiceros en países musulmanes, ya sea en Irak, Egipto o Marruecos, al practicar magia negra hacen una mezcolanza del nombre de Dios y simbolismos religiosos, pero de alguna forma los distorsionan y corrompen. Cuando el Corán nos dice que los que enseñan magia negra dicen: "No neguéis la verdad de Dios", es porque a menudo la magia negra se presenta como una práctica religiosa, como una práctica de piedad. De hecho, si alguna vez consultan a un hechicero, lo primero que les dirá es que todo lo que hacen es por el poder y el permiso de Dios, y descubrirán que ellos usan el Corán, pero lo distorsionan; por ejemplo, lo escriben al revés, o lo escriben de abajo hacia arriba, es decir, la idea es alterar el orden natural de las cosas y corromperlas.
Luego el Corán nos dice que de hecho la magia negra, tanto en el pasado como hasta nuestros días, es a menudo usada para crear discordia, conflictos, u odio entre los seres humanos, pero en última instancia lo que prevalece es el poder de Dios.
Lamentablemente si visitan ciertos lugares en países como Egipto, o Marruecos, o Iraq, ustedes podrán observar lo extendida que está la práctica de la magia negra, esto aun cuando el Corán nos advierte a todos que el involucrarse con la hechicería y la magia negra es un pecado mayor, es una completa abominación.
En el versículo también se hace una referencia a una realidad que es común en la magia negra, y es que el precio que pagan las personas al involucrarse con hechiceros empieza con un monto de dinero, pero rápidamente dicho precio se intensifica hasta llegar, finalmente, a tu alma misma. Por lo tanto el Corán condena esto porque es algo horrible, es vender la propia alma por algo abominable.
Pongamos esto en contexto. Primero estos versículos defienden el estatus del profeta Salomón (BP), dado que en las tradiciones judías se le muestra como un idólatra y un rebelde contra Dios. En segundo lugar nos hace ver que entre las polémicas que los judíos de Medina generaban era que ellos amenazaban a los árabes con usar la magia negra, que habían aprendido de las tradiciones de Salomón, (BP) contra ellos si seguían a Muhammad (BP). Los árabes en esa época sentían temor de la magia negra, y los judíos incluso los amenazaban con hechizar al Profeta (BP) y con establecer maldiciones sobre sus seguidores.
Entonces, frente a esto, el Corán viene e indica que la magia negra, en todas sus formas, es algo que está estrictamente prohibido, y luego agrega que el poder de Dios es lo que siempre prevalece sobre todo, y obviamente también sobre la magia negra. Además el Corán indica que quienes se involucren en la magia negra terminarán condenándose a sí mismos.
Desafortunadamente, en las tradiciones islámicas se filtraron narraciones que carecen de credibilidad. Tenemos constancia de la amenaza que las tribus judías formularon contra el Profeta (BP): "Derrotaremos a este hombre hechizándolo, le echaremos una maldición". Cuando varios judíos se convirtieron al islam, transmitieron que, de hecho, ellos lograron hechizar al Profeta (BP). Lamentablemente, muchas autoridades musulmanas aceptaron estas tradiciones como auténticas en lugar de comprender que formaban parte de la polémica de una batalla política. Que esto formó parte de dicha batalla política es evidente puesto que justo después de la emigración surgió el asunto de que iban a hechizar al Profeta (BP), y he aquí que ello coincide con que algunos judíos se convirtieron al islam y afirmaron haber logrado hechizarlo. Muchas autoridades musulmanas dijeron: "Bueno, no podemos dudar de la conversión de esos judíos, y el hecho de que fueran judíos es irrelevante". Sí, es irrelevante que fueran judíos, pero lo que no es irrelevante es el contexto político en que se dio esa acusación.
Cuando afirmas que esos judíos lograron hechizar al Profeta (BP), aunque se diga que después de que el Profeta (BP) quedara hechizado durante un día, dos días, tres días o una semana, e incluso algunos relatos hablan de un mes y otros de cuarenta días, Dios vino y lo eliminó, esto cuestiona la credibilidad del Profeta (BP). De hecho, cuando el Corán dice que esta magia negra no puede dañar a nadie sin el permiso de Dios, surge inmediatamente la pregunta: ¿por qué Dios permitiría que el Profeta (BP) quedara hechizado?
Me sorprende que aún hoy en día haya musulmanes que repitan estas narrativas sobre el Profeta (BP) sometido a un hechizo, aun cuando el propósito de esta sura, que aborda este tema directamente, es prohibir la magia negra, defender al profeta Salomón (BP) y, sobre todo, recordarles a los musulmanes que todo esto está bajo la providencia y el control de Dios, y que la idea de ser vulnerable ante los demonios, como solía ser la creencia de antaño, es algo del pasado. Esto fue lo que impulsó a personas como Abu Hanifa y a muchos otros a decir: “La magia negra no existe”.
Sigue la sura,
(104) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No digáis [al Profeta]: “Escúchanos,” decid más bien, “Ten paciencia con nosotros,” y prestad[-le] atención, porque un doloroso castigo les aguarda a quienes rechazan la verdad.
(105) Ni a aquellos seguidores de una revelación anterior que se obstinan en negar la verdad, ni a los que atribuyen divinidad a otros seres junto con Dios, les gustaría que vuestro Sustentador hiciera descender para vosotros bien alguno; pero Dios distingue con Su gracia a quien Él quiere --pues Dios es de una generosidad infinita.
(106) Si anulamos un mensaje o provocamos su olvido, lo sustituimos por otro mejor o semejante. ¿No sabes que Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa? (107) ¿No sabes que de Dios es el dominio sobre los cielos y la tierra y que nadie hay aparte de Dios que pueda protegeros ni prestaros auxilio?
(108) ¿Es que vais a pedir a vuestro Enviado lo que se le pidió antes a Moisés? Quien elige rechazar [la evidencia de] la verdad, en lugar de creer en ella, se ha extraviado ya del camino recto.
(109) A muchos de los seguidores de una revelación anterior les gustaría haceros renegar de la verdad, después de haber creído, por una envidia egoísta --[aún] después de habérseles esclarecido la verdad. No obstante, perdonad y sed tolerantes, hasta que Dios haga manifiesta Su voluntad: ciertamente, Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa.
(110) Y sed constantes en la oración y pagad el impuesto de purificación; pues, todo el bien que hagáis como adelanto para vosotros mismos, lo encontraréis junto a Dios: ciertamente, Dios ve todo lo que hacéis.
(111) Y DICEN: “Nadie entrará jamás en el paraíso a menos que sea judío” --o, “cristiano”.
¡Esas son fantasías suyas! Di: “¡Presentad una prueba, si es verdad lo que decís!”
(112) ¡No!, en verdad: todo aquel que someta su ser por entero a Dios, y además obre rectamente, tendrá su recompensa junto a su Sustentador; esos nada tienen que temer y no se lamentarán.
(113) Y los judíos afirman: “Los cristianos carecen de base para sus creencias,” mientras que los cristianos afirman: “Los judíos carecen de base para sus creencias” --¡y ambos citan la escritura divina! Otro tanto han dicho [siempre] quienes carecen de conocimiento; pero Dios decidirá entre ellos sobre aquello en lo que discrepaban.
(114) ¿Y quién es más malvado que aquel que impide que se mencione el nombre de Dios en [cualquiera de] Sus casas de adoración y se esfuerza por arruinarlas? Esos no deberán entrar en ellas sino con temor. Sufrirán humillación en esta vida; y en la Otra Vida un terrible castigo.
(115) De Dios son el este y el oeste: y allí donde os volváis hallaréis la faz de Dios. Ciertamente, Dios es infinito, omnisciente.
(116) Y, no obstante, algunos afirman: “¡Dios ha tomado para sí un hijo! ¡Infinito es en Su gloria! ¡No!, sino que Suyo es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra: todas las cosas obedecen fielmente Su voluntad. (117) Él es el Originador de los cielos y de la tierra: cuando decreta la existencia de algo, le dice tan sólo: “Sé” --y es.
(118) Y [sólo] quienes carecen de conocimiento dicen: “¿Por qué Dios no nos habla, ni se nos muestra un signo [milagroso]?” Otro tanto dijeron quienes les precedieron: sus corazones se asemejan. Ciertamente, hemos hecho claros los signos para aquellos dotados de certeza interior.
(119) En verdad, te hemos enviado [Oh Profeta] con la verdad, como portador de buenas nuevas y como advertidor: y no se te hará responsable de los condenados al fuego abrasador.
(120) Pues los judíos nunca estarán complacidos contigo, ni tampoco los cristianos, mientras no sigas sus creencias. Di: “Ciertamente, la guía de Dios es la única guía verdadera.”
Y, ciertamente, si siguieras sus erróneas opiniones, después de todo el conocimiento que te ha llegado, no tendrías quien te protegiera de Dios ni quien te auxiliara.
(121) Aquellos a quienes hemos entregado la escritura divina [y que] la siguen como debe ser seguida --son quienes [verdaderamente] creen en ella; pero quienes eligen rechazar su verdad-- ¡esos!, ellos son los perdedores.
(122) ¡OH HIJOS de Israel! Recordad las bendiciones que os dispensé y como os favorecí más que a ningún otro pueblo; (123) y sed conscientes de [la llegada de] un Día en el que ningún ser humano será valedor por otro, ni se aceptará rescate por ninguno de ellos, ni les valdrá intercesión alguna, y no serán auxiliados.
(124) Y [recordad esto:] cuando su Sustentador puso a prueba a Abraham con [Sus] órdenes y este las cumplió, le dijo: “Haré de ti un guía para los hombres.”
Abraham pregunto: “¿Y [harás guías] también a mis descendientes?”
[Dios] respondió: “Mi pacto no incluye a los malhechores.”
En el versículo 111 se nos muestra el reclamo, tanto de los judíos como de los cristianos, de que el paraíso está reservado solo para ellos. Frente a esto Dios les indica que muestren las evidencias de que ello es cierto.
En el versículo 113 se nos indica que los cristianos y los judíos se dicen, unos a otros entre ellos, que no tienen bases para sus creencias. Sobre este versículo es fácil hacer lo que muchos estudiosos del Corán han hecho, y es indicar que lo que el versículo está diciendo es que los judíos están equivocados, que los cristianos están equivocados, y que los musulmanes están en lo correcto. Pero si ustedes se detienen a observar específicamente el lenguaje usado por el Corán, verán que lo que se dice es que esa actitud excluyente es un error que consistentemente cometieron quienes recibieron el mensaje antes de los musulmanes. La conclusión clara de esto es que la actitud excluyente es errónea.
Ahora, observemos el versículo 112. Esto es exactamente después de criticar a los judíos por decir que solo ellos irán al paraíso y que los cristianos no, y de criticar también a los cristianos por decir lo mismo, pero viene este versículo 112 y les dice que quien vuelva su rostro sometido a Dios y haga el bien, tendrá su recompensa junto a su Señor, y nada tiene que temer y de nada se lamentará. El sometimiento a Dios implica llevar una vida de humildad ante Dios, el aceptar a Dios, y el vivir una vida ética y moralmente virtuosa.
El Corán antes de esto ya nos dijo que los cristianos, los judíos y los sabeos, que creen en Dios y hacen el bien, tendrán su recompensa de Dios. Luego el Corán nos trae estos versículos 113 y 112 que mencionan lo indicado.
Entonces acá el mensaje transparente e importante que nos transmite el Corán es que a quienes sean judíos, cristianos, o de cualquier fe, que vivan creyendo en Dios, que se entreguen a Él, que vivan con humildad y sumisión ante Él, y que vivan virtuosamente, no se les puede negar la posibilidad de la recompensa divina. ¡El mensaje es evidente!
Ahora bien, si aún no lo han pensado, les digo que el hecho de que el Corán dijera esto en medio de las polémicas de aquella época, es algo que debiera realmente asombrarles. Porque lo que se esperaría, desde una perspectiva humana, es que el nuevo mensaje dijera: “todos ustedes están equivocados, acá está el nuevo mensaje, o siguen este nuevo mensaje o se van al infierno”. Esa es la forma en que los seres humanos manejan los mensajes: “o me sigues a mi o estás condenado”.
Esta posición del Corán es una posición notablemente sutil y matizada, notablemente sutil y matizada moralmente.
Luego de esto viene el versículo 114. Los estudiosos del Corán de los primeros tiempos no sabían de qué estaba hablando el Corán. Algunos dijeron que se refería a los incrédulos en La Meca, pero los incrédulos de La Meca nunca quisieron destruir la Kaaba. Otros estudiosos dijeron que el Corán estaba hablando de la destrucción del Templo por parte de los romanos. Ambas interpretaciones están de alguna forma tanto correctas como incorrectas.
Es claro que lo que el Corán está diciendo es que efectivamente ha llegado un nuevo mensaje, pero indica que los lugares de adoración a Dios deben ser inmunes de cualquier tipo de daño. Es precisamente por esto que, aunque los musulmanes llegaron a Medina y las tribus judías se enfrentaron con ellos en polémicas, algunas incendiarias, como por ejemplo que maldecirían al Profeta (BP), los lugares de culto fueron inviolables. Ni una sola sinagoga fue tocada en Medina. Esto se convirtió en una práctica fundamental de la ley islámica que, incluso durante la conquista de Siria, Irak y Egipto, los lugares de culto fueron intocables. Tanto es así que los musulmanes se inclinaron por preservar los lugares de culto, como en Palestina, sin estar seguros de si pertenecían a cristianos o judíos.
La extrema cautela de los musulmanes hacia la preservación de los lugares de culto surgió de este versículo, que dio origen a este mandato.
Todos los lugares de culto en el Corán se mencionan con la palabra árabe "mas-sáyid".
Entonces con estos versículos quedó claro que no solo no se permite generalizar sobre si los judíos, los cristianos, o incluso los musulmanes, irán al infierno, sino que además no se puede transgredir un lugar de culto.
Luego tenemos el versículo 115. Este versículo se ha citado repetidamente cuando los musulmanes cambiaron la orientación hacia donde realizan las oraciones desde la Mezquita Al-Aqsa de Jerusalén hacia la Kaaba en La Meca, pero este versículo fue revelado antes de que se produjera ese cambio. No obstante esto, algunos estudiosos del Corán han insistido en que entonces este versículo debió haberse revelado después del cambio de orientación de las oraciones, aun cuando no hay evidencia para sostener esta opinión.
Noten que inmediatamente después de que Dios nos dice que no se deben transgredir los lugares de adoración, nos dice que si creemos que Dios existe en un solo lugar, entonces debemos volver a reflexionar porque Dios no existe en solo un lugar. La tentación para los musulmanes de la época del Profeta (BP) que estaban siendo perseguidos, y que estaban bajo una enorme presión, era el decir que Dios estaba solo en su mezquita de Medina, y entonces la importancia de este versículo es clara.
No podemos asumir que Dios es solo para los musulmanes, no podemos hacer lo que hicieron los judíos y los cristianos, y no podemos decir que Dios existe solo en nuestros espacios y no en los de otros.
Luego tenemos la dosis saludable de realidad. Después de todo lo indicado Dios viene y le dice al Profeta (BP) y a los musulmanes lo mencionado en el versículo 120. Dios le dice al Profeta (BP) que a pesar de su alta moral, a pesar de su perspicaz actitud moral, a pesar de que no condenase a los judíos y sus creencias de un golpe, ni que hiciese lo mismo con los cristianos, no se debe llegar a pensar que esta actitud tolerante, esta apertura mental, significará que ellos estarán contentos con su religión. En otras palabras, Dios indica que el ser tolerante no era para apaciguar a los judíos y cristianos, sino porque eso es lo que Dios indica que es correcto.
Luego le dice que en cuanto a su actitud, la de los judíos y cristianos, será que solo desearán que abandone el camino que Dios le ha indicado.
Les daré un ejemplo concreto sobre esto. Muchas veces los cristianos evangelistas, cuando solía involucrarme con lo que decían, e incluso también en la literatura islamofóbica, entre las cosas que tú encuentras en la literatura de los cristianos evangelistas es que cuando les hablan a los musulmanes le dicen lo siguiente: “Yo como cristiano, yo sé a dónde voy cuando muera, pero tú, como musulmán, no sabes a dónde irás cuando mueras.” ¿Por qué ellos dicen esto? Porque ellos dicen que como cristianos saben que su salvación está en la aceptación de Jesucristo como su señor y salvador, pero que en el caso de los musulmanes el Corán les dice que la aceptación de Muhammad (BP) no les garantiza el paraíso, y que incluso si rezan y ayunan tampoco tienen garantizado el paraíso, porque de acuerdo al Corán la salvación es un asunto de Dios y que nadie lo tiene garantizado. Luego ellos hacen la siguiente pregunta: ¿No te gustaría unirte a la fe que te garantiza el cielo?
Esto aparece en toda la literatura de los cristianos evangelistas, y que usan para intentar evangelizar a los musulmanes, e incluso me lo han dicho directamente.
La tentación de muchos musulmanes es responder diciendo: "No, de hecho yo lo sé, porque Dios les promete el cielo a los musulmanes". No debes responder eso, no puedes cambiar tu postura ética por una polémica. Profundiza en tu ética y entiende por qué tu ética es tu ética. Así que mi respuesta a estos evangelistas es: “Bueno, me alegra que te sientas tan reconfortado; te reconforta dar por sentado que tu Señor te otorgará el paraíso, pero para mí, esa ilusión es un engaño, y no me trae ninguna comodidad ni consuelo. En tu creencia, sí, crees que irás al cielo con seguridad, pero también crees que yo iré al infierno con seguridad. En mi creencia, tengo la convicción razonable de que Dios es justo, y de que si hago todo lo que Dios me pide, iré al cielo, y en mi creencia tengo la convicción razonable de que tú aún podrías ir al cielo. ¿Cuál de nosotros tiene la posición moral más alta? En mi creencia, no me condeno ni me celebro; tú en tu creencia, te celebras y me condenas, ¿cuál posición es mejor?”.
Nosotros dijimos que el Corán sorprendió a los judíos por la familiaridad con que les hablaba sobre lo que ellos decían, y cómo los corregía. Ustedes saben que en las historias que narra la Biblia se menciona a Abraham (BP), a Jacob (BP), a Isaac (BP), pero Ismael (BP) es siempre ignorado. Pero leamos algo que aparece en la Biblia en Génesis 21:9-20:
“Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo. Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia. Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente. Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación. Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho. Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.”
Aquí la Biblia se está refiriendo a Ismael (BP) pero no lo nombra, y según la Biblia, Sara le dijo a Abraham que expulsara a la madre de Ismael (BP), Agar, con su hijo, porque ese hijo no podía ser su heredero. De acuerdo a la Biblia, Abraham (BP) se despertó un día temprano, llamó a Agar, le dio pan y agua, y les dijo: “váyanse, tú y tu hijo váyanse al desierto”. Luego la Biblia indica que cuando Agar estaba desesperada llorando ante la muerte de su hijo Dios le da un pozo de agua. ¿Cuál es el pozo de agua que Dios le dio a Agar? Es el pozo de Zamzam. Entonces el pozo de Zamzam aparece en la Biblia.
Entonces, cuando el Corán viene y dice que Dios les ha enviado una revelación que es una confirmación de lo que los judíos tenían, es porque la Biblia dice que la descendencia de Ismael (BP) llegará a ser una gran nación, y la Biblia también dice, como ya lo vimos, que un profeta vendría de entre los hermanos de los israelitas. Esta narración que leímos recién, que está en el Genesis, es completamente ignorada tanto por los judíos como por los cristianos. La ignoran porque ella confirma exactamente lo que el Corán dice, pero el Corán retoma el tema donde lo deja la Biblia, y dice que la descendencia de Ismael (BP) conformará una gran nación, pero no solo eso, sino que el profeta que surgirá de ella será un gran profeta, y que corregirá lo que esté tergiversado.
Luego veamos el versículo 124. Este versículo es crítico, ¿por qué?
La Biblia indica que la semilla de Abraham (BP) y de Isaac (BP) son los portadores del pacto con Dios, y que lo seguirán siendo ya sea que hagan lo correcto o lo incorrecto. Ellos son el pueblo elegido, e incluso si alguien como Salomón (BP), de quien la Biblia dice que llegó a ser un idólatra, nada de eso importa, y que lo que importa es que los descendientes de Abraham (BP) e Isaac (BP) fueron elegidos por Dios, y entonces siempre serán los portadores del pacto con ÉL. Pero el Corán viene e indica precisamente lo que es relevante. El Corán indica que las semillas de Abraham (BP) fueron profetas, Isaac (BP) e Ismael (BP), y que de su descendencia la profecía no estaba limitada solo a la de Isaac (BP), pero lo que es más crítico es que el Corán indica que el pacto con Dios no le es dado a quienes son injustos, es decir, no hay un tal derecho sobre ello por haber sido elegido, o porque pertenecen a una cierta tribu o descendencia, o porque perteneces a una cierta raza. Si tú eres injusto, entonces tú no tienes derecho a ser portador del pacto con Dios.
Muchos estudiosos del Corán notaron que esto significa que, de acuerdo al Corán, cualquier ser humano injusto, y cualquier ser humano injusto que gobierne un pueblo, no puede decir que está en una buena posición ante Dios. La injusticia es descalificante. No importa si estamos hablando del guardián de los dos lugares sagrados, ¿es justo o injusto? No importa si vas por ahí y te declaras a ti mismo el gran líder del pueblo egipcio que dice que es dirigido por Dios y que Dios le habla, ¿es justo o injusto? De hecho no importa si eres musulmán o no musulmán, ¿eres justo o eres injusto?
Ese es el principal acto revolucionario en Medina. El islam vino y dijo: “No, no tenéis ningún derecho, ningún privilegio, ninguna superioridad; es una cuestión de justicia”.
Veamos lo que Muhammad Abdu dijo sobre este versículo. Él indicó que los gobernantes injustos, actuando en conjunto con clérigos injustos, convencieron a los musulmanes de que a los gobernantes se les debe obedecer solo porque son gobernantes. Luego indica que si tan solo los musulmanes hubiesen entendido el Corán, los gobernantes y clérigos injustos jamás los habrían engañado de esa manera.
Noten la expresión del Corán al inicio del versículo 124 que dice: “Y [recordad esto:] cuando su Sustentador puso a prueba a Abraham con [Sus] órdenes y este las cumplió”. ¿Cuáles son las órdenes con las cuales fue puesto a prueba Abraham (BP), y que al cumplirlas él comprobó su posición moral? Fueron las órdenes de creer en Dios, de adorar solo a Dios, y de establecerse siempre en la justicia.
Hay una tradición en el islam que dice algo que es bastante extraño. Esta tradición indica que en este versículo, de la prueba que Dios está hablando, es de las órdenes dadas a Abraham (BP) asociadas a afeitarse el bigote, enjuagarse la boca adecuadamente, limpiarse la nariz adecuadamente, usar el sewak, cortarse las uñas adecuadamente, afeitarse adecuadamente el pelo púbico, afeitarse adecuadamente el vello en las axilas, y otras cosas. Esta tradición hace del desafío de Abraham (BP) algo altamente ritualista, privándolo de todo contenido moral. Es como si la prueba de Abraham (BP) consistió en un asunto de las uñas y el pelo en diferentes partes del cuerpo, mientras que en las otras tradiciones la prueba de Abraham (BP) fue un asunto de someterse a Dios y apoyar y sostener la justicia. Esta tradición sobre uñas y pelos proviene de orígenes talmúdicos, y fue llevado a la tradición islámica y transmitido en la forma de hadith por judíos convertidos al islam.
Acá está el asunto. ¿Han escuchado en alguna oportunidad a los islamofóbicos acusar al islam de ser una religión altamente ritualista? Lo llaman ortopraxis, y se trata de mostrar una religión que busca una práctica correcta, no una creencia correcta. Esta es una proyección profundamente orientalista, porque el judaísmo, y en particular la tradición rabínica, es altamente ritualista. Fue la tradición rabínica la que redujo el pacto de Abraham (BP) a un tema de cabello y uñas. Eso después fue proyectado al islam por judíos convertidos. El islam no se trata de rituales; sin embargo la aparición del wahabismo fue como la judaización del islam, el wahabismo es la judaización del islam. Pero el islam, desde sus inicios, se ha centrado en volverse a Dios, entregarse a Él, defender la justicia y la liberación humana.
Así pues, en el contexto de la sura La-Vaca, el objetivo de esta sura, en su primera mitad, fue deconstruir la idea de la existencia de un pueblo elegido que llevaba el pacto de Dios, y así la sura allanó el camino para la generación de un nuevo paradigma.
Antes de continuar quiero indicarles que sura La-Vaca menciona muchos detalles específicos, y por ello es muy fácil que el lector quede perdido entre los detalles de ella, y pierda de vista lo que esta sura realiza. Entonces, antes de ir a través de todos esos detalles quiero primero proyectar el contenido de ella, y dar una mirada general de lo que sura La-Vaca realiza. Normalmente esto lo hago al final de las suras, pero dada la extensión de sura La-Vaca, y dado el riesgo de perderse en los detalles de ella, creo que es útil en este caso, y en este punto de la sura, mostrar una mirada general de ella. Entonces realizaremos esto a continuación.
Tal vez más que cualquier otra sura del Corán, esta sura muestra un compromiso sistemático con el papel de los preceptos legales positivos a la luz de los imperativos morales más amplios y fundamentales del mensaje. Ella es la primera sura donde se pueden encontrar aspectos concretos de la legislación coránica, pero al mismo tiempo, toda la legislación coránica en sura La-Vaca está consistentemente empaquetada en un mensaje moral. Si el lector no pone atención a esto, o si solo toma los versículos fuera de su contexto, perderá muy rápidamente el contacto con todo el impulso moral de la sura.
La sura comienza yendo directamente a la cuestión de la conciencia, a la cuestión de lo que hay dentro del ser humano, y al hecho de que no se puede evitar la realidad pragmática de que los seres humanos son un fenómeno complejo. Es por ello por lo que indica que hay personas que dirán que son lo que en realidad no son, como por ejemplo quienes dicen que son creyentes pero en realidad no lo son, pero al hacer esto las personas solo se traicionan a sí mismas, pero desafortunadamente los seres humanos hacen esto todo el tiempo. El Corán identifica esto como una enfermedad en el corazón de esas personas, y es lo que hace que ellas sean hipócritas, tengan dos caras, y otras cosas. Toda ley es situada en esta realidad, y una ley que ignore la realidad de la vida es una ley que muy rápidamente puede llegar a ser un vehículo para la injusticia. La realidad es que hay mucha gente que causa considerables niveles de corrupción en la vida terrenal, y raramente ellos admiten que están generando corrupción, sino que al contrario, indican que están haciendo algo bueno. Eso es parte de la realidad en la que vivimos, y esa realidad te confrontará durante la vida. Pero no solo esto, sino que también es parte de la realidad, ya sea la que confrontaron los musulmanes en los tiempos del Profeta (BP) o en cualquier otro tiempo, es que hay personas que se aprovechan del mensaje de Dios para obtener ganancias, ya sea una posición, un privilegio, o un prestigio; personas que usan el mensaje de Dios para satisfacer su ego por razones egoístas y ególatras. También es parte de la realidad que en la vida terrenal hay muchas personas que se comportan como faraón, personas que son déspotas, que son dictatoriales, y que cometen los peores tipos de atrocidades contra otros seres humanos. La sura nos indica que en esta realidad veremos que habrá seguidores de este tipo de personas, porque hay quienes se sienten atraídos e impresionados por personalidades autoritarias, personas que son impresionadas por el dogma del autoritarismo, personas que por su debilidad y un sentido débil de sí mismos se someten a ese tipo de personalidades autoritarias, y son engañados. La sura también nos indica que en esta realidad encontraremos a quienes son como Moisés (BP) en esta vida terrenal, aquellos que se levantan y se enfrentan a los déspotas, e intentan resistir al despotismo. Moisés (BP) fue, por una parte, un reformador y legislador muy valiente y galante, y por otra parte, enfrentó las dificultades prácticas de lidiar con las debilidades del carácter humano y con la injusticia. Así, aunque Moisés (BP) fue firme, sus seguidores, su audiencia, no lo fue. La audiencia a la que los reformadores suelen dirigirse a menudo está conformada por personas indecisas que se ven tentadas por la comodidad, por su propia adicción al autoritarismo, por un estilo de vida donde se les dice qué hacer, qué comer, qué beber, cuándo levantarse y cuándo acostarse, y por su propio egoísmo, y también son tentados con la aparición de falsos profetas entre ellos. Todo esto es parte del universo en el que esta sura nos sitúa.
Luego sura La-Vaca te lleva al momento del fideicomiso original, la delegación original, que es cuando Dios les indica a los ángeles que ÉL establecería un representante o un viceregente en la tierra, y los ángeles le respondieron con una objeción muy racional y lógicamente convincente. Los ángeles le preguntaron: ¿Por qué estás creando un representante que de hecho puede ejercer la opción equivocada y causar una enorme cantidad de corrupción en la Tierra? Entonces Dios les responde, y la respuesta de Dios contiene un mensaje y una guía que es para todos nosotros, no es para los ángeles, porque los ángeles no necesitaban esa guía de Dios. Como dijimos ese mensaje, esa enseñanza y guía que Dios nos entrega, es que los seres humanos tienen la capacidad del pensamiento conceptual, y que el pensamiento conceptual es necesario para la habilidad de ejercer la capacidad de elección. Entonces esta sura nos dice debidamente que Adán y Eva ejercieron su capacidad de elección, y la ejercieron erróneamente, pero fueron perdonados. Como les dije, creo que toda esta historia podría ser una construcción simbólica, no lo estoy afirmando, pero creo que es, de hecho, una construcción simbólica, pero considero la posibilidad de que no lo sea. Si efectivamente existieron Adán y Eva, o es completamente una metáfora para enseñarnos una lección moral; es algo irrelevante en mi opinión, porque la lección moral sigue siendo la misma. Lo que debemos aprender de esta sura es ir a las lecciones morales, y pasar por alto los detalles, porque los detalles son irrelevantes. Lo relevante es la narrativa misma, y la narrativa es que Adán y Eva pecaron al usar su pensamiento conceptual, y que luego fueron perdonados por Dios. Todos nos presentamos como Adán y Eva; todos ejercitamos nuestro pensamiento conceptual, todos pecamos y, si somos inteligentes, nos arrepentiremos y pediremos perdón a Dios. Sin embargo, nuestro pensamiento conceptual es una bendición tal que, conceptualmente, se nos dijo que pensáramos en los ángeles como algo asombroso, grandioso y más grande que la vida, pero ese intelecto, sea cual sea, fue tan importante, una maravilla de la creación, que Dios consideró apropiado honrarlo haciendo que el universo, o los ángeles, se prosternaran ante él. Pero ese mismo intelecto, que merece tal honor, es el mismo vehículo que causó el error, y también el mismo vehículo que puede atraer el perdón y la gracia de Dios. Así que ese intelecto puede ser tu elevación, tu honor y tu dignidad, y también puede ser tu máxima depreciación, tu humillación y tu absoluta culpa. Es ambas cosas al mismo tiempo, y todo depende de ti, como todo dependió de Adán y Eva.
Otra cosa que se nota cuando se realiza un análisis más detallado es que Dios a menudo nos recuerda que a Moisés (BP) se le dio el libro y el “furqan”, y que a Muhammad (BP) se le dio el libro y el “furqan”, y ha existido un gran debate en la tradición islámica sobre el significado del término “furqan”. Pero en esencia el “furqan” es lo que tiene la habilidad de diferenciar entre la falsedad y la verdad, entre lo que es hermoso y lo que es repugnante, entre lo que es correcto y lo que es incorrecto. También notamos que en esta sura no solo se dice que Dios dio el libro y el “furqan”, sino también la sabiduría. Todo esto se remonta al instrumento mismo, no es que Dios le dio a Adán la revelación y luego hizo que los ángeles se postraran porque Adán era el portador de la revelación, porque incluso antes de que la revelación fuera, el intelecto ya había sido creado. La prosternación, el homenaje, fue debido a lo que Dios le enseñó a Adán a través del intelecto.
Luego la sura nos menciona detalles asociados a las interacciones entre los israelitas y Moisés (BP), y noten que en sura La-Vaca no se menciona a Harún (BP) y tampoco se indica nada sobre las interacciones de Moisés (BP) con el faraón y los magos de Egipto, porque ese aspecto no está alineado con el tema que quiere transmitir esta sura. El tema objetivo a transmitir de sura La-Vaca sobre la interacción de Moisés (BP y los israelitas es que ellos fueron tentados por un carisma falso cuando adoraron al becerro de oro, y que fueron tentados por regresar a sus comodidades materiales porque estaban cansados de una vida dura con poca variedad de alimentos, y que fueron tentados por la mala aplicación de la ley de Dios, y que incluso cuando vino la ley de Dios a darles una enseñanza sobre lo virtuoso, ellos perdieron este aspecto completamente e ignoraron totalmente el fundamento ético de la ley divina, y quedaron atrapados en los tecnicismos de la ley.
Esto quiero volver a recalcarlo porque no está en los tafsir, y es cuando sura La-Vaca te indica que si miras a la gente que pretende seguirte, al observarlos podrás encontrar que sus corazones se han vuelto duros como una piedra, pero al mismo tiempo te recuerda que no olvides que, aún con corazones de piedra, todavía mucho bueno puede venir a través de estos corazones, que aún en corazones como piedra las aguas pueden fluir a través de las fisuras y grietas de esas rocas, el agua puede fluir a través de ellas.
Luego la sura advierte a la gente del camino de Dios, y les recuerda que a las personas les encantan las afirmaciones excluyentes, a la gente le encanta pretender que tiene acceso exclusivo a la misericordia de Dios, acceso exclusivo al conocimiento de Dios, acceso exclusivo a la justicia de Dios, y eso es nuevamente parte del desafío. Normalmente las personas no tienen la sutileza moral y reflexiva para diferenciar entre las reivindicaciones excluyentes y el confiar en lo que saben que es la verdad. En otras palabras, a menudo las personas se sienten tentadas a decir: “Bueno, si no afirmamos que solo nosotros nos salvamos, eso significaría que estamos aceptando el relativismo moral, y como no queremos aceptarlo, solo nosotros nos salvamos y solo nosotros estamos cerca de Dios”. Entonces el rechazo del relativismo moral lo confunden fácilmente con la exigencia, o la necesidad, de rechazar a los demás. Entonces viene sura La-Vaca e indica que no es así, que efectivamente existe el bien y el mal, que existe lo correcto y lo incorrecto, pero creer en esto tiene una gran diferencia con el reclamo proveniente de un requerimiento arrogante como la pretensión de haber sido elegido por Dios por pertenecer a una etnia particular, y que por ello se tiene acceso exclusivo a la misericordia y compasión de Dios.
Al mismo tiempo que la sura advierte a los musulmanes, y a la audiencia del Corán en general, de esa creencia de exclusividad excluyente, al mismo tiempo, unos versículos más adelante, la sura llama a los musulmanes a tener en cuenta que decir que nadie posee exclusivamente la misericordia y la gracia de Dios no significa que su actitud se vuelva inclusiva en términos de sus posturas morales frente a los demás. Por lo tanto, la advertencia que la sura les hace a los musulmanes, es que judíos y cristianos quieren que abandonen su propio camino y que sigan el de ellos, y además les indica que nunca estarán contentos con los musulmanes a menos que abandonen su propio camino. ¿Qué significa esto? Significa que los musulmanes deben creer en su propio camino, el camino del islam, como la verdad objetiva y absoluta. El decir: “Tengo acceso exclusivo a la misericordia de Dios”, es una afirmación falsa, y el decir esto no tiene nada que ver con la negación al relativismo moral. Por lo tanto, es imperativo que tú investigues la verdad de lo que Dios quiere de ti, y que te mantengas firme en tus posiciones, y que no caigas en la tentación de diluir quién eres, o de diluir tu identidad, para apaciguar al otro o ser artificialmente inclusivo con el otro, este es un asunto completamente distinto.
Luego sura La-Vaca nos lleva a otro momento crítico en la vida del mensaje moral del islam. La sura los hace pensar en los hipócritas, en aquellos que negocian con los asuntos de la religión, en aquellos que son pedantes, en aquellos que pierden completamente el sentido de la ley divina, y en todas las cosas que van por mal camino, y luego de hacerlos pensar en todo ello Dios les presenta esa notable imagen de la promesa de un nuevo comienzo.
Esa es la historia, que viene más adelante en la sura, sobre Abraham (BP) e Ismael (BP) que construyen la casa de adoración, y mientras construyen la casa suplican a Dios. Ese es un símbolo de que ellos aceptaron el pacto con Dios, y que Dios también lo aceptó de parte de ellos. Dios aceptó la súplica de que ellos serían quienes se someterían a ÉL, y que serían quienes anclarían su ser en ÉL, y que también lo haría la nación que vendría después de ellos y que seguiría ese camino, y también le suplican a Dios para que les muestre el camino y las leyes.
En medio de todo esto, a menos que ustedes estén perdiendo todo el asunto de la sura, se deberían preguntar: ¿por qué la sura no partió con la historia de Abraham (BP) e Ismael (BP)? ¿Por qué la sura primero nos habló de los hipócritas, y de aquellos que han corrompido la religión, y de aquellos que han generado corrupción en la tierra, y luego de Moisés (BP) y sus problemas con los israelitas, y luego nos habló de Adán, y luego de todo eso nos habla de Abraham (BP) e Ismael (BP)? Porque la sura te quiso llevar de vuelta a la promesa original. Es como si la sura les hubiese dicho a esos musulmanes: "Bien, les recuerdo el nuevo capítulo que se abre con ustedes, los musulmanes, como depositarios de la confianza".
Si bien en lo que queda en la Biblia se observa una referencia muy vaga a Ismael (BP), el hijo de Abraham (BP), y a su madre Agar, y al pozo de Zamzam, el Corán regresa al génesis y es como si les dijera: "Recuerden, ese fue el punto original, donde comenzó el pacto que los israelitas asumieron y en el cual luego fallaron, y el pacto con vuestro padre Abraham (BP) e Ismael (BP), pacto que ahora se les encomienda llevar a ustedes".
Luego noten, y esto es más adelante en la sura, en el versículo 144, que nuevamente sura La-Vaca nos presenta una imagen bastante poderosa: “(144) Te hemos visto [Oh Profeta] mirar al cielo con frecuencia [buscando guía]: y ahora vamos a hacer que te vuelvas en la oración en una dirección que te es querida. Vuelve, pues, tu rostro hacia la Casa Inviolable de Adoración; y dondequiera que estéis, volved vuestros rostros hacia ella [en la oración]. Y, ciertamente, aquellos que han recibido la revelación con anterioridad saben bien que esta [orden] procede en verdad de su Sustentador; y Dios no está desatento a lo que hacen.”
En este versículo Dios le dice al Profeta (BP) que ÉL lo ve levantando su mirada hacia los cielos, y girando su mirada hacia un lado y otro, buscando una guía y una dirección. El lenguaje usado en este versículo da una imagen del Profeta (BP) en un tipo de estado que todos hemos experimentado, un estado en el que decides volver tu rostro hacia Dios, girar tu ser hacia Dios, pero no sabes exactamente cómo ni dónde. Ya hablaremos más sobre esto cuando lleguemos a dicho versículo porque hay que corregir algunos aspectos que el conocimiento popular de los musulmanes tiene sobre el tema de la “quibla”. Pero esa imagen es muy poderosa, donde incluso el Profeta (BP) se cuestiona y le pregunta a Dios sobre qué dirección seguir para volverse completamente hacia ÉL.
Luego la sura nos recuerda que aun cuando hay una ley, y que Dios establecerá una ley, indica que hacia donde te gires tú encontrarás a Dios. En medio de esto la sura viene y dice que debemos recordar que antes de que Dios hable sobre todo tipo de leyes, debemos recordar que ÉL está más cercano a nosotros que cualquier otra cosa. Nuevamente, si ustedes están poniendo atención se deberían dar cuenta de lo que la sura les está diciendo. La sura les está diciendo que la ley, sin estar anclada en la cercanía a Dios, te hace como la gente de la que habló esta sura al principio, como esos hipócritas, como aquellos que terminaron usando la revelación para su propio ego. La ley, sin estar anclada en su propósito moral, te pondrá en una trampa como a los israelitas, y entonces la promesa que hicieron Abraham (BP) e Ismael (BP) al colocar la piedra angular en la Kaaba, no llegará a ninguna parte.
Recuerden que en este punto estoy empacando y resumiendo toda la sura antes de seguir estudiándola en detalle.
Luego de todo esto, la sura comienza a darles leyes positivas. Las leyes positivas que menciona tienen que ver con la peregrinación, y nos entrega detalles y reglas sobre ella. También leyes asociadas a las oraciones, al consumo de carne, sobre el juego de azar, sobre el consumo de alcohol, sobre los castigos penales, sobre la escritura de contratos y las deudas, y sobre el divorcio. Todas estas son leyes con detalles específicos, pero a menos que ustedes fraccionen esta sura, si ustedes están poniendo atención, ustedes deben entender la forma en que el Corán sentó las bases para nosotros antes de revelar las leyes positivas. Primero nos mencionó la historia de la vaca, primero nos habló sobre los hipócritas, primero nos habló de los egoístas y de quienes se promueven a sí mismos, primero nos habló sobre la responsabilidad de usar el intelecto y de tener consciencia moral, primero nos habló de la promesa de Abraham (BP) y de su hijo Ismael (BP), primero nos habló de la justicia, primero nos habló de que no hay un tal pueblo elegido ni derechos adquiridos, y después de todo esto nos entrega las primeras leyes de derecho positivo, las primeras leyes legales positivas para los musulmanes.
Tengan en cuenta que se vuelve bastante típico en el estilo coránico, que siempre que el Corán comienza a entregar una serie de mandamientos legales, Dios intencionalmente viene en medio de sus mandamientos legales y te agarra como si te elevara y te alejara del planeta Tierra y te expusiera a una realidad suprema lejos de los tecnicismos del planeta Tierra. Les mostraré repetidamente cómo lo hace el Corán, pero un ejemplo es que en medio de estos mandamientos legales técnicos Dios viene y establece el versículo “Al Kursí”, esa revelación magnánima que viene y te recuerda la forma en que realmente puedes cumplir y dar efecto a la moralidad de estas leyes. Les mostraré más adelante, por ejemplo, cómo las leyes sobre la herencia, sobre las deudas, sobre el divorcio, etc., sin un objetivo moral, son inútiles. Por ahora es importante que sean conscientes de eso. Dicho de esta manera, Dios siempre te hablará de leyes dándote primero un interludio espiritual. Es como si Dios te dijera: "No quiero que tu conciencia se vuelva tan técnica, así que voy a sacarte de los tecnicismos y llevarte a un claro recordatorio de lo que significa. De lo que se trata es que estas leyes tienen un propósito, pero no olvides que nunca pueden convertirse en un medio para corromper la realidad de que Dios es el sustentador de los cielos y la tierra."
Luego la revelación te lleva a algo que solo los musulmanes entendieron en contexto, y es que, justo cuando se habla de todas estas leyes, muchas de las cuales tienen que ver con la privación de poder, justo después del versículo “Al Kursi”, Dios dice que no hay compulsión en la religión.
Esta asombrosa y notable revelación nos dice que ella está llevando a la gente de la oscuridad a la luz, pero que ese objetivo no se puede lograr mediante la compulsión. Por lo tanto, si no entiendes cómo las leyes superan la privación de poder, estás perdiendo el punto principal del mensaje. Por ejemplo, algunas personas se refieren a las leyes del divorcio y dicen: "Bueno, miren, el Corán dice que una mujer tiene derecho a recibir apoyo financiero durante los dos años que amamanta a su hijo", y se pierden y no consideran la idea principal. La idea principal se relacionaba con las circunstancias que constituían el empoderamiento de quienes no lo eran. Todas las leyes son, por así decirlo, una metáfora; todas las leyes, si se quiere, son un ejemplo moral. La ley nunca persigue un objetivo propio; la ley es una ley para educar sobre su propósito y su alcance. Lo que la ley debe lograr, y lo que podría lograr aún más, es comprender mejor el arco moral de querer cumplir la promesa de Abraham (BP) e Ismael (BP), de asumir el fideicomiso dado por Dios, de cumplir el pacto realizado a Dios, y no terminar como los israelitas.
Estamos en este punto y entonces tú reflexionas y te dices: “Ciertamente este es un asunto difícil, tienes la ley, pero hay un objetivo moral, y hay un fideicomiso con Dios, y un pacto, y todo esto”, y en este punto Dios viene y te lleva a un interludio en el cual tú observas al propio profeta Abraham (BP) pedirle a Dios que le muestre cómo ÉL puede resucitar a los muertos, y Dios le pregunta si acaso él no cree, y entonces Abraham (BP) le contesta que ciertamente él sí cree, pero le indica que le pide eso para que su corazón esté seguro. Debes reflexionar que si el propio Abraham (BP) fue confortado y consolado por Dios en su momento de duda e inseguridad, ese es un mensaje para ti.
Si no hay compulsión en temas de religión, ¿cuál es la medicina para la duda y la inseguridad? La medicina es el entendimiento y la comprensión, no la compulsión. En otras palabras, la ley no es lo que les dará fe a las personas, la ley no es la que hará que las personas no sean hipócritas, la ley no es la que impedirá que las personas estén moralmente enfermas. La moralidad viene de algo que está más allá de la ley, y es tu responsabilidad. Es por ello por lo que, aun cuando el Corán dice que estas son las leyes, cuando los musulmanes de la época del Profeta (BP) tenían un problema con la aplicación de la ley acudían al Profeta (BP) y le decían: "Aquí está el problema". Lo notable es la frecuencia con la que las narraciones nos dicen que el Profeta (BP) tomaba el problema y luego Dios les ofrecía una solución. En otras palabras, el Profeta (BP) podría haber tratado con estas personas diciendo: "Vayan y cumplan con la ley y no hagan preguntas". No fue así, y siempre Dios les ofreció una solución, de la misma manera que ÉL respondió al profeta Abraham (BP) cuando tuvo dudas sobre la resurrección. Así que, nosotros como depositarios del fideicomiso dado por Dios nos corresponde encontrar soluciones, y no decirle a la gente que se callen y hagan lo que literalmente se les ha dicho en la ley; ese no es el camino del Señor, ese es el camino del faraón, ¿lo ven?
Luego nos encontramos con uno de los más tiernos y gentiles cierres de una sura en el Corán, llega el final de la sura La-Vaca y es como si Dios golpeara suavemente tu espalda para confortarte, y te dice que Dios nunca coloca sobre una persona una carga mayor a la que puede soportar, y nos entrega una hermosa y tierna oración de súplica que nos enseña a pedirle a Dios que no nos culpe si caemos en el error, y que no nos imponga una carga mayor de la que podemos soportar.
Esta parte final es como si Dios nos dijera: "Bien, haz lo mejor que puedas con el fideicomiso que te he entregado y el pacto que has asumido. Mientras YO sepa que estás haciendo tu mejor esfuerzo, YO estaré contigo. Si te sientes abrumado, ven a MÍ, pídeme ayuda y recurre a MÍ".
Todo esto se basa en que tú haces tu mejor esfuerzo, porque el mensaje también es muy claro en el otro sentido: si te vuelves como los hipócritas, si te vuelves como los egoístas comerciantes de la religión, o si te conviertes en una persona que pierde toda la moral y se comporta como los israelitas y lo que hicieron con su pacto con Dios, la relación de Dios contigo se asemejará a la de Dios con los israelitas.
La puerta está abierta, porque Dios incluso les dice a los israelitas que si honran su pacto, Él honrará el SUYO. Así que la puerta siempre está abierta, pero si la relación con Dios se distancia, cúlpate solo a ti mismo.
Ese es el mensaje que recorre toda la sura La-Vaca. Así, ella ancló a los musulmanes sobre una base sólida al embarcarse en el legado que dejarían en Medina.
Ahora seguiremos con la sura e iremos paso a paso para entender los detalles y los aspectos específicos. Pero antes de ir a ello, han visto que les he mostrado los contrastes que se observan en cómo la Biblia y el Corán tratan los temas revisados, y quiero terminar con ello con algunos ejemplos más. Hemos visto cómo el Corán hace referencia a varios temas que también aparecen en la Biblia, pero el Corán hace referencia a ellos en formas diametralmente distintas, y con una relevancia moral muy distinta.
Si por ejemplo observan el versículo 133 verán que Dios está hablando de cuando el profeta Jacob (BP) estaba muriendo, y de lo que él les dijo a sus hijos en esos momentos:
“(133) ¡Pero no! Y eso que vosotros [mismos, Oh hijos de Israel,] dais testimonio de que Jacob, estando próxima su muerte, dijo a sus hijos: “¿A quién adoraréis cuando yo ya no esté?”
Ellos respondieron: “Adoraremos a tu Dios, el Dios de tus padres Abraham, Ismail e Isaac, el Dios Único; y a Él nos sometemos.”
Al inicio del versículo Dios usa la expresión árabe “am kuntum shuhadá”, que es una pregunta retórica que significa:” ¿estaban ustedes presentes?”, y la respuesta obvia es que no, la audiencia del Corán no estaba presente cuando sucedió ese hecho, pero Dios sí estaba presente. (En la traducción en uso la expresión árabe indicada se interpreta como: ¡Pero no!, a diferencia de lo indicado por Sheij Khaled Abou El Fadl). Ahora, ¿por qué el Corán hace esta pregunta de esta forma? Les ilustraré la razón de este punto.
Jacob (BP) en la Biblia se muestra con un carácter muy diferente que el mostrado en el Corán, para ello veamos la narrativa en la Biblia donde se indica que Jacob (BP) luchó con Dios, esto es Génesis 32:22:
“Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.”
Observen y contrasten la forma en que se articulan las leyes en la Biblia con lo que veremos de cómo se articulan las leyes en sura La-Vaca.
En la narración se nos dice que Jacob (BP) tomó a sus cuatro esposas y sus 11 hijos y se va, y luego se encuentra con un hombre y comienza a luchar con él. La Biblia no nos dice por qué lucha con el hombre, y lucha con él toda la noche hasta el amanecer, y luego se niega dejarlo ir a menos que el hombre lo bendiga. La mayoría de los comentaristas bíblicos dicen que Jacob (BP) dijo: "no te dejaré ir a menos que me bendigas" porque Jacob (BP) se dio cuenta de que este hombre debía ser Dios. Ahora, aunque el relato dice que en efecto resulta que este hombre es Dios, igualmente le pregunta a Jacob (BP) sobre cuál es su nombre, y Jacob (BP) le dice: "soy Jacob (BP)". Luego el hombre le dice a Jacob (BP) que de ahora en adelante no será conocido como Jacob (BP) sino que será conocido como Israel (BP), que significa “el poderoso”, porque luchó con Dios y venció. El relato nos indica que Dios, al no poder vencer a Jacob (BP), le dio una desventaja que fue herir su muslo, y eso llegó a ser el fundamento de una de las leyes rituales en la ley rabínica.
Este Jacob (BP) que muestra la Biblia es el mismo que vemos en el Corán en el momento de la muerte.
Ahora veamos el relato de la Biblia sobre la muerte de Jacob (BP), esto lo encontramos en Génesis 49: 28-33 y Génesis 50:1-14:
“Todos éstos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendición los bendijo. Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo, en la cueva que está en el campo de Macpela, al oriente de Mamre en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de sepultura. Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer; allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea. La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Het. Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres.
Entonces se echó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó. Y mandó José a sus siervos los médicos que embalsamasen a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel. Y le cumplieron cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y lo lloraron los egipcios setenta días. Y pasados los días de su luto, habló José a los de la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que habléis en oídos de Faraón, diciendo: Mi padre me hizo jurar, diciendo: He aquí que voy a morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás; ruego, pues, que vaya yo ahora y sepulte a mi padre, y volveré. Y Faraón dijo: Ve, y sepulta a tu padre, como él te hizo jurar. Entonces José subió para sepultar a su padre; y subieron con él todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto, y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre; solamente dejaron en la tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas y sus vacas. Subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy grande. Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy triste lamentación; y José hizo a su padre duelo por siete días. Y viendo los moradores de la tierra, los cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los egipcios; por eso fue llamado su nombre Abel-mizraim, que está al otro lado del Jordán. Hicieron, pues, sus hijos con él según les había mandado; pues lo llevaron sus hijos a la tierra de Canaán, y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para heredad de sepultura, de Efrón el heteo, al oriente de Mamre. Y volvió José a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él a sepultar a su padre, después que lo hubo sepultado.”
Contrasten la escena que nos muestra la Biblia sobre la muerte de Jacob (BP) con la mostrada por el Corán. En el Corán Jacob (BP) está preocupado sobre a quién adorarían sus hijos después de su muerte, y los hijos le aseguran que ellos adorarán a su Dios, al Dios de Abraham (BP), al Dios de Isaac (BP) y al Dios de Ismail (BP). En la narrativa bíblica Jacob (BP) está preocupado sobre donde será enterrado, y todo lo que les dice a sus hijos al momento de su muerte tiene que ver con territorios y lugares.
Entonces tú puedes comenzar a entender el por qué el Corán viene y, hablándole a la gente de la Biblia, ya sea a los judíos o a los cristianos, les pregunta: ¿estaban ustedes presentes?, indicando que la narrativa de la Biblia o es irrelevante o completamente equivocada. Pero el Corán no se molesta en decirnos eso; lo que hace el Corán es decirnos lo que importa. La narrativa de la Biblia no indica lo que realmente importa.
No es fácil, o de hecho imposible, comprender la pasión coránica por los profetas del pasado, y por qué a menudo el Corán nos dice que nuestro camino es el de Abraham (BP), Isaac (BP), Ismael (BP), etc., mientras que en la Biblia, el camino de los profetas del pasado no se refiere al monoteísmo, sino a muchas reclamaciones históricas complejas, la mayoría de las cuales nunca podrán verificarse por ser demasiado antiguas.
Esto ayuda a situar gran parte de lo que el Corán dice sobre los profetas del pasado.
Quiero que discutamos otra cosa que encontramos en el Corán. Observemos el versículo 146:
“(146) Quienes han recibido la revelación con anterioridad, la conocen como conocen a sus propios hijos: pero, ciertamente, una parte de ellos oculta la verdad a sabiendas.”
En este versículo se repite ese constante tema que los musulmanes a menudo leen pero ignoran. Esto es que la queja que el Corán tiene con la gente del Libro es que ellos saben cosas que ocultan, y cosas que saben bien, y que de hecho ocultan la verdad.
Les di un ejemplo sobre esto cuando vimos que el mesías vendría de entre los hermanos de los israelitas. Pero veamos ahora una de las cosas que están en el corazón de este reclamo, leamos lo que se indica en Juan 14:15-20, donde se muestra a Jesús (BP) hablando:
“Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.”
Esto suena como si no hubiera ningún problema, excepto cuando Jesús (BP) dice: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”. Esto es normalmente traducido desde el lenguaje griego como “otro consolador” o como “otro defensor”, dependiendo de la versión de la traducción de la Biblia. Ahora, la palabra griega que fue traducida como “consolador” o “defensor, es la palabra “parak li tos”. En diferentes manuscritos lo que uno encuentra es “periklitos” en lugar de “paraklitos”, y la diferencia de significado entre ambas palabras es muy significativa. El nuevo testamento fue hablado en arameo, y en arameo la palabra en cuestión es: “mauhamana”, y “mauhamana” tiene como significado “el muy alabado”. La palabra “periklitos” también tiene como significado “el muy alabado”. Ahora, ¿Qué significado tiene el nombre Muhammad?, el significado de Muhammad es “el muy alabado”. Pero si se indica que la palabra es “paraklitos” en lugar de “periklitos”, entonces se indica que se está hablando de el “defensor” o “consolador”.
Hasta el día de hoy diferentes manuscritos del nuevo testamento muestran la palabra “periklitos” y otros “paraklitos”, pero si van al arameo la palabra es “mauhamana” que tiene el mismo significado que “Muhammad”.
Son sobre este tipo de cosas que el Corán está hablando cuando le dice a la gente del libro que ellos sí conocen su libro, y que ellos saben lo que realmente dice el libro, ya sea la Torá para los israelitas como el nuevo testamento para los cristianos.
Hay muchos más ejemplos sobre esto, se podrían generar seminarios en los cuales se podría hacer una comparación entre lo que dice la Biblia y el Corán. Los cursos que se han ofrecido sobre esto han sido confeccionados por no musulmanes, y si ustedes conocieran el contenido de esos cursos quedarían impresionados por cómo han sido diseñados para ignorar todas las diferencias relevantes entre la Biblia y el Corán, es como si esa gente tuviera anteojeras ideológicas.
Si los musulmanes se tomaran en serio su fe, su religión, y sus tradiciones seriamente, ellos podrían aprender el lenguaje de los otros libros. No es imposible aprender el arameo, no es difícil aprender el hebreo, no es imposible aprender latín; y así los musulmanes podrían ofrecer cursos y seminarios sobre las diferencias entre la Biblia y el Corán. Esto sería de gran ayuda porque los musulmanes comprenderían lo que hace única a su religión.
Esa sería una manera en la que los musulmanes podríamos emerger de la posición de ser un pueblo derrotado, colonizado y roto. La única razón por la cual estamos en ese estado es porque tenemos una enorme deficiencia de conocimiento, y esto es porque los musulmanes modernos hemos abandonado una educación apropiada sobre nuestra historia, sobre nuestros sistemas de pensamiento, y sobre el legado intelectual que hemos entregado a otros, y hemos estado totalmente ocupados con todo tipo de otras cosas. Hemos dejado que el estudio del islam se haga como una afición por parte de personas que ejercen sus profesiones en otras cosas, como a doctores, ingenieros, etcétera. No es posible avanzar de esa manera.
Está bien, ahora volveremos atrás y retomaremos el estudio de lo que resta de la sura, luego de revisar adecuadamente su contexto histórico.
Recordemos que la apertura de sura La-Vaca te direcciona a este libro, y alerta a la audiencia de este libro a poner una cuidadosa atención a lo que este libro les dice.
El Corán se autodescribe en esta sura como una guía para quienes tienen consciencia, pero eso lo hace aquí, porque es una narrativa muy particular, una narrativa asociada al pacto, una narrativa asociada a las leyes, una narrativa asociada al lugar de la moral, siendo que podría haberse descrito, como lo hace en muchas otras partes, como el libro que es una guía para toda la humanidad. Pero en esta sura tiene una actitud diferente, y dice que es guía para quienes ya son conscientes de Dios.
Les indicaré lo que Shirazi indica sobre la apertura de sura La-Vaca. Él indica que ella nos alerta sobre algo que merece hacer una pausa para reflexionar. Shirazi dice que al añadir la palabra "al-muttaqin", los conscientes de Dios, la sura advierte desde su inicio que el mensaje de ella es para quienes ya poseen una actitud moral consciente, para quienes no dan por sentado su lugar ante Dios ni el cumplimiento de su pacto. En otras palabras, "muttaqin" se refiere a quienes ya están en estado de alerta, en un estado de autorreflexión, en un estado de autocrítica introspectiva. La palabra árabe “taqwa” se refiere a cuando una persona se cuestiona constantemente si está en el camino correcto, si está haciendo lo correcto. Entonces, lo que Shirazi decía, Shirazi habla del Corán en general pero me referiré a lo que indica sobre sura La-Vaca en particular, él decía que si tú eres una persona enferma, si tu corazón está enfermo, si tu intelecto está enfermo, dicho de otro modo, si tú no tienes “taqwa”, si estás lleno de arrogancia, si eres de los que siempre se celebran a sí mismos, de aquellos que siempre asumen que están bien y que están en lo correcto, entonces la revelación coránica, si ya estás enfermo, solo aumentará tu maldad, solo empeorará tu condición.
Si lo piensas, esto es devastador, y este es precisamente el tipo de problemas que veremos que esta sura plantea, y el tipo de trampas en las que caen quienes malinterpretan la ley.
De la misma manera, en mi opinión, cuando se le da una ley a un intelecto dogmático, o se le da una ley a una personalidad autoritaria y despótica, solo empeora las cosas. Pero si el yo es consciente de los males de la hipocresía, de los males del egoísmo, de todos los males sobre los que nos advierte esta sura, entonces la ley funcionará y desempeñará un papel muy diferente, y es importante recordar esto porque seguiremos volviendo a ello si Dios quiere.
Ahora, recordemos que en el segundo versículo de la sura el Corán nos hace ver, como lo hace una y otra vez, que tú no podrás derrotar el despotismo de tu ego y su tiranía a menos que puedas desprenderte de las cosas materiales. Si tu relación con las cosas materiales es del tipo que las anhelas y te aferras a ellas, entonces no avanzarás.
El versículo nos habla de quienes creen en lo no visto. Cuando escuchamos esto nuestra mente inmediatamente piensa en la creencia de la otra vida, en el Día del Juicio, en la creencia en los ángeles, en la creencia en los jins, etcétera, pero no estamos acostumbrados a pensar sobre lo que es parte del mayor desafío y el mayor y valioso desafío moral, que es creer en lo que no has visto, y que son los profetas de Dios incluyendo al Profeta Muhammad (BP).
Hay todo un género de hadith sobre los cuales los musulmanes modernos no han sido expuestos, como por ejemplo uno que indica que el Profeta (BP) dijo: “Los mejores de ustedes en la fe son aquellos que creen en mi sin haberme conocido en vida”. Hay otro que indica que el Profeta (BP) les dijo a sus compañeros: “Llegará un día en que habrá gente que ganará mayor favor que ustedes”, y los compañeros le preguntaron: ¿Quiénes son estas personas?, y el Profeta (BP) les respondió: "Aquellos que creerán en mí sin haberme conocido en vida”.
A nosotros, los musulmanes de esta época moderna, siempre nos crían para pensar que todo esto fue cosa de los viejos buenos tiempos, pero el hecho de que tú hayas nacido en esta época, y aceptes el reto de creer en el Profeta (BP), e incluso más aún, de enamorarte de él sin haber vivido en su tiempo, te otorgará un estatus verdaderamente especial ante Dios. No quiero entrar en esas discusiones sobre si pudieses llegar a ser mejor que los compañeros del Profeta (BP) o no, pero la cuestión es que, como musulmanes, no debemos estar mirando siempre hacia atrás, hacia los buenos tiempos, hacia la época dorada.
Quienes miran siempre y solo hacia atrás, se equivocan. Tú, como musulmán, debes mirar hacia adelante, debes aprender del pasado, debes empoderarte con él, para que el pasado sea como un viento que te impulsa hacia adelante. Pero tu mirada siempre debe estar al frente, fortalecida por la moral que te enseña el Corán para afrontar los desafíos que tienes ante ti, en tu momento y en el futuro.
Si siempre solo miras hacia atrás para contar las historias del pasado, y si cada vez que alguien te diga "enséñame algo" solo puedes contarle una historia de hace 1400 años, fracasarás en generar un aprendizaje profundo. Por eso nosotros, como musulmanes, fracasamos constantemente, porque el quedarse solo en la historia es una excusa, es una repetición de la historia y, al ser la historia una respuesta a todo, lo que es intelectualmente cobarde, te permite eximirte de la responsabilidad cuando se trata de tener que afrontar las dificultades y desafíos que te plantea el presente y el futuro. Como veremos, esta sura te enseña a considerar el momento histórico.
Así que, si aprendes las herramientas que esta sura te proporciona, podrás mirar hacia el futuro. Esta sura, de nuevo, te da herramientas, no solo leyes, sino mecanismos para estar a la altura de los desafíos morales que enfrentarás como depositario de la confianza de Dios.
No olvides que esta sura nos dice: "Sois la mejor nación dada a la gente". ¿Por qué? Porque das testimonio, y el Profeta (BP) dará testimonio de ti, pero tú debes dar testimonio de la gente. Pero ¿cómo puedes dar testimonio de un pueblo si miras constantemente al pasado? Dios no nos pidió que diésemos testimonio de si los compañeros del Profeta (BP) eran esto o aquello, o de esas personas que vivieron hace 1400 años; Dios nos pidió que fuéramos portadores del pacto en la época en que vivimos.
Esta sura nos prepara para ello, y si Dios quiere desempacaremos las muchas joyas y diamantes de sura La-Vaca, si Dios quiere.