Sura 2 La-Vaca (Parte 1: Versículo 1 - 74)

Comentarios de Sheij Khaled Abou El Fadl (USULI INSTITUTE - www.usuli.org) 

Corán en español usado: Traducción al español realizada por Abdurrasak Pérez desde la versión en inglés de Muhammad Assad.

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EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MÁS MISERICORDIOSO, EL DISPENSADOR DE GRACIA:

(1) Alif. Lam. Mim.

 

(2) ESTA ESCRITURA DIVINA --sin lugar a duda-- es una guía para quienes son conscientes de Dios (3) que creen en [la existencia de] lo que está fuera del alcance de la percepción humana, son constantes en la oración, y de lo que les proveemos como sustento gastan en los demás; (4) y que creen en lo que ha descendido sobre ti [Oh Profeta], y en lo que se hizo descender antes de ti: ¡porque ellos son los que, en su interior, tienen certeza de la Otra Vida!

(5) ¡Ellos son los que siguen la guía [que les viene] de su Señor; y ellos, precisamente, son los que conseguirán la felicidad!

 

(6) EN VERDAD, aquellos que insisten en negar la verdad --es igual que les adviertas o que no les adviertas: no creerán. (7) Dios ha sellado sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo: les espera un tremendo castigo.

(8) Y hay gentes que dicen: "Creemos en Dios y en el Último Día", mientras que [en realidad] no creen. (9) Pretenden engañar a Dios y a aquellos que han llegado a creer --pero sólo se engañan a sí mismos, y no se dan cuenta. (10) En sus corazones hay enfermedad, y por eso Dios deja que aumente su enfermedad; y les espera un penoso sufrimiento por sus continuas mentiras.

(11) Y cuando se les dice: "No sembréis la corrupción en la tierra," contestan: "¡Sólo estamos mejorando las cosas!" (12) ¡En verdad, ellos son los corruptores --pero no se dan cuenta!

(13) Y cuando se les dice: "Creed como creen los demás," contestan: "¿Es que vamos a creer como creen los necios?" ¡En verdad, que son ellos los necios --pero no lo saben!

(14) Y cuando se encuentran a aquellos que han llegado a creer, afirman: "Creemos [como vosotros]"; pero cuando están a solas con sus malvados impulsos, dicen: "¡En verdad, estamos con vosotros; sólo estábamos burlándonos!"

(15) Dios les devolverá sus burlas, y les dejará en su desmesurada arrogancia por un tiempo, vagando ciegos de un lado para otro: (16) [porque] han canjeado la guía por el error; y tampoco su negocio les ha dado beneficio, ni han encontrado guía [en otra parte].

(17) Su parábola es la de gentes que encienden un fuego: pero tan pronto como este ilumina todo a su alrededor, Dios se lleva su luz, dejándoles a oscuras, sin que puedan ver: (18) sordos, mudos, ciegos --y no pueden volver.

(19) O [la parábola] de una violenta tormenta, con tinieblas, truenos y relámpagos. Se llevan los dedos a los oídos para no oír el trueno, por miedo a la muerte; pero Dios rodea [con Su poder] a todos los que niegan la verdad. (20) A punto está el relámpago de quitarles la vista; cuando les alumbra, avanzan y cuando quedan sumidos en la oscuridad, se detienen.

Si Dios quisiera, ciertamente podría quitarles su oído y su vista: porque, en verdad, Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa.

 

(21) ¡OH GENTES! Adorad a vuestro Sustentador, que os ha creado a vosotros y a quienes vivieron antes que vosotros, para que os mantengáis conscientes de Él, (22) que ha hecho de la tierra un lecho para vosotros y del cielo una bóveda, y hace caer agua del cielo y mediante ella hace brotar frutos para vuestro sustento: así pues, no digáis que existen poderes capaces de rivalizar con Dios, a sabiendas [de que Él es Uno].

(23) Y si tenéis dudas sobre cualquier porción de lo que hemos hecho descender, gradualmente, sobre Nuestro siervo [Muhammad], presentad un sura comparable en mérito, e invocad a cualquier otro aparte de Dios para que dé testimonio por vosotros --si lo que decís es verdad. (24) Y si no podéis hacerlo --y ciertamente no podéis-- sed conscientes del fuego cuyo combustible son los seres humanos y las piedras, y que aguarda a todos los que niegan la verdad.

(25) Pero a aquellos que han llegado a creer y hacen buenas obras dales buenas nuevas de que tendrán jardines por los que corren arroyos. Siempre que se les den, como sustento, frutos de ellos, dirán: “¡Esto es lo que antes recibíamos como sustento!” --porque se les dará algo que les evocará aquel [pasado]. Tendrán esposas puras y allí permanecerán.

(26) Ciertamente, Dios no desdeña proponer como parábola a un mosquito, o [aún] algo más insignificante. Aquellos que tienen fe, saben que es la verdad venida de su Sustentador - mientras que los que se obstinan en negar la verdad dicen: “¿Qué quiere decir Dios con esta parábola?”

De esta forma hace que muchos se extravíen, al tiempo que guía a muchos: pero no extravía así sino a los perversos, (27) que rompen su pacto con Dios una vez establecido [en su naturaleza], y separan lo que Dios ha ordenado mantener unido, y extienden la corrupción en la tierra: esos serán los perdedores.

(28) ¿Como podéis rechazar a Dios si estabais muertos y os dio vida, luego os hará morir y de nuevo os volverá a la vida y a Él seréis devueltos?

(29) Es ÉL quien ha creado para vosotros todo cuanto hay en la tierra, y volviéndose hacia el cielo lo conformó en siete cielos; y sólo Él tiene pleno conocimiento de todo.

(30) Y HE AHÍ que tu Sustentador dijo a los ángeles: “Voy a poner en la tierra a alguien que ha de heredarla.”

Dijeron: “¿Vas a poner en ella a alguien que extenderá la corrupción en ella y la corromperá - mientras que nosotros proclamamos Tu gloria infinita, Te alabamos y santificamos Tu nombre?”

[Dios] respondió: “Ciertamente, Yo sé lo que vosotros no sabéis.”

(31) Y enseñó a Adán los nombres de todas las cosas; luego se las mostró a los ángeles y les dijo: “Decidme los nombres de estas [cosas], si es verdad lo que decís.”

(32) Dijeron: ”¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tu nos has impartido. Ciertamente, sólo Tú eres omnisciente, sabio.”

(33) Dijo: “¡Oh Adán! Infórmales de los nombres de estas [cosas].”

Y cuando [Adán] les hubo informado de sus nombres, [Dios] dijo: “¿No os dije: ‘Ciertamente, sólo Yo conozco la realidad oculta de los cielos y de la tierra, y conozco todo lo que ponéis de manifiesto y todo lo que ocultáis’?”

(34) Y cuando dijimos a los ángeles: “¡Postraos ante Adán!” --se postraron todos, excepto Iblis, que se negó y se mostró arrogante: y así se convirtió en uno de los que niegan la verdad.

(35) Y dijimos: “¡Oh Adán! Habita con tu esposa en este jardín, y comed con libertad de lo que en él hay; pero no os acerquéis a este árbol, porque seriáis transgresores.”

(36) Pero Satán les hizo caer en eso, y precipitó con ello la pérdida de su estado anterior. Y dijimos: “¡Descended, [y sed en adelante] enemigos unos de otros; y en la tierra tendréis vuestra morada y bienes de que disfrutar por un tiempo!”

(37) Luego Adán recibió palabras [de guía] de su Sustentador, que aceptó su arrepentimiento: pues, en verdad, sólo Él es el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia. (38) [Pues, si bien] dijimos: “Descended todos de este [estado],” ciertamente, os llegará de Mí una guía, y los que sigan Mi guía nada tienen que temer y no se lamentarán; (39) pero los que se obstinen en negar la verdad y desmientan Nuestros mensajes --esos están destinados al fuego y en él permanecerán.

 

(40) ¡OH HIJOS de Israel! Recordad las bendiciones que os dispensé y cumplid vuestro pacto conmigo, [entonces] Yo cumpliré Mi pacto con vosotros; ¡y temedme a Mí, solo a Mí!

(41) Creed en lo que he revelado [ahora], que confirma la verdad de lo que ya tenéis, y no seáis de los primeros en negarlo; y no malvendáis Mis mensajes por un provecho insignificante; ¡y sed conscientes de Mí, solo de Mí!

(42) Y no cubráis la verdad con falsedad, ni ocultéis la verdad a sabiendas; (43) y sed constantes en la oración, y gastad en limosnas, e inclinaos en oración con los que se inclinan.

(44) ¿Ordenáis a otra gente que sean piadosos, olvidándoos de serlo vosotros mismos, que leéis la escritura divina? ¿Es que no vais a usar vuestra razón?

(45) Buscad ayuda en la firme paciencia y en la oración: esto es ciertamente difícil, excepto para los humildes de espíritu, (46) que saben con certeza que encontrarán a su Sustentador y que a Él serán devueltos.

(47) ¡Oh hijos de Israel! Recordad las bendiciones que os dispensé, y como os favorecí sobre todos los demás pueblos; (48) y sed conscientes de [la llegada de] un Día en el que ningún ser humano podrá beneficiar a otro, ni se aceptará intercesión o pago de rescate por ninguno de ellos, y nadie será auxiliado.

(49) Y [recordad] cuando os salvamos de las gentes de Faraón, que os afligían con duros castigos, degollando a vuestros hijos varones y dejando con vida [sólo] a vuestras mujeres --en esto os probó vuestro Sustentador duramente; (50) y cuando separamos a vuestro paso las aguas del mar, salvándoos y ahogando a las gentes de Faraón ante vuestros propios ojos; (51) y cuando emplazamos a Moisés durante cuarenta noches [en el monte Sinaí], y en su ausencia os entregasteis a la adoración del becerro [de oro], y os volvisteis transgresores: (52) luego, aun después de eso, os perdonamos este pecado vuestro, para que os moviera a ser agradecidos.

(53) Y [recordad] cuando dimos a Moisés la escritura divina --y [con ella] el criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso --para que así fuerais rectamente guiados; (54) y cuando Moisés dijo a su pueblo: “¡Oh pueblo mío! Ciertamente, habéis pecado contra vosotros mismos al adorar el becerro; volveos a vuestro Creador arrepentidos y haced penitencia; esto es mejor para vosotros ante vuestro Creador.”

Y Él aceptó vuestro arrepentimiento: pues, en verdad, sólo Él es el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia.

(55) Y [recordad] cuando dijisteis: ”¡Oh Moisés, no hemos de creer en ti hasta que veamos a Dios cara a cara! --entonces os fulminó el rayo del castigo mientras mirabais.

(56) Luego, os resucitamos después de estar como muertos, para que os moviera a ser agradecidos.

(57) E hicimos que las nubes os dieran sombra y os enviamos el maná y las codornices [diciéndoos]: “Comed de las cosas buenas de que os hemos proveído como sustento.”

Y [todas sus transgresiones] no Nos causaron ningún perjuicio --sino que pecaron [sólo] contra sí mismos.

(58) Y [recordad] cuando dijimos: “Entrad en esta tierra, y comed de lo que hay en ella como queráis, con libertad; pero entrad por la puerta con humildad y decid: ‘Alívianos el peso de nuestras faltas’, [entonces] os perdonaremos vuestras faltas y recompensaremos ampliamente a quienes hagan el bien.”

(59) Pero los que estaban empeñados en la perversión cambiaron lo que se les había ordenado decir por otra cosa: e hicimos que cayera sobre esos perversos una plaga del cielo en pago a su maldad.

(60) Y [recordad] cuando Moisés rezó pidiendo agua para su pueblo y respondimos: “¡Golpea la roca con tu vara!”--y brotaron de ella doce manantiales, y cada cual sabía de donde tenía que beber. Y [Moisés dijo:] “¡Comed y bebed del sustento que Dios os da y no obréis mal en la tierra sembrando la corrupción!”

(61) Y [recordad] cuando dijisteis: “!Oh Moisés! Ciertamente, no podremos soportar una sola clase de alimento; pide, pues, a tu Sustentador que haga brotar para nosotros algo de lo que la tierra produce --como hierbas, pepinos, ajos, lentejas y cebollas.”

[Moisés] dijo: “¿Vais a cambiar lo que es mejor por algo [mucho] peor? ¡Volved humillados a Egipto y tendréis lo que pedís!”

Por esto, la miseria y la humillación se abatieron sobre ellos, e incurrieron en la condena de Dios: todo por empeñarse en negar la verdad de los mensajes de Dios y en matar a los profetas contra todo derecho: y todo por rebelarse [contra Dios] y empeñarse en transgredir los límites de lo correcto.

 

(62) CIERTAMENTE, los que creen [en esta escritura divina], los que profesan el judaísmo, los cristianos y los sabeos --todos los que creen en Dios y en el Último Día y obran con rectitud-- tendrán su recompensa junto a su Sustentador; y nada tienen que temer ni se lamentarán.

(63) Y HE AHÍ que aceptamos vuestro solemne compromiso y levantamos el monte Sinaí por encima de vuestras cabezas, [y os dijimos:] “¡Tomad con [toda vuestra] fuerza lo que os hemos dado y tened presente lo que contiene, para que os mantengáis conscientes de Dios!”

(64) Luego, después de eso, os apartasteis. Y de no ser por el favor de Dios hacia vosotros y por Su gracia, ciertamente, habríais estado entre los perdedores; (65) pues ya sabéis lo que les ocurrió a quienes de vosotros profanaron el Sábado, y les dijimos: “¡Convertíos en monos despreciables! --(66) y lo hicimos como castigo ejemplar para sus contemporáneos y sus descendientes, y como advertencia para todos los que son conscientes de Dios.

 

(67) Y HE AHÍ que Moisés dijo a su pueblo: “Dios os ordena que sacrifiquéis una vaca.”

Dijeron: “¿Te burlas de nosotros?”

Él respondió: “¡Dios me libre de ser tan ignorante!”

(68) Dijeron: “Pide de parte nuestra a tu Sustentador que nos aclare como ha de ser.”

[Moisés] respondió: “Dice que sea una vaca ni vieja ni demasiado joven, sino de mediana edad. ¡Haced, pues, lo que se os ordena!”

(69) Dijeron: “Pide de parte nuestra a tu Sustentador que nos aclare de qué color ha de ser.”

[Moisés] respondió: “Dice que sea una vaca amarilla, de color vivo, y agradable a la vista.”

(70) Dijeron: “Pide de parte nuestra a tu Sustentador que nos aclare como ha de ser, pues todas las vacas nos parecen iguales; así, si Dios quiere, seremos, ciertamente, bien dirigidos.”

(71) [Moisés] respondió: “Dice que sea una vaca no uncida para arar la tierra ni para regar los cultivos, intacta y sin manchas de ningún otro color.”

Dijeron: “¡Por fin has traído la verdad!” --y entonces la sacrificaron, aunque poco falto para que no lo hicieran.

(72) Porque cuando matasteis [Oh hijos de Israel,] a un ser humano y os recriminasteis mutuamente [del crimen] --aunque Dios desvelará lo que preferiríais ocultar-- (73) dijimos: “Aplicad este [principio] a algunos de esos [casos de homicidio no resueltos]: así salva Dios vidas de la muerte y os muestra Su voluntad, para que [aprendáis] a usar vuestra razón.”

(74) Y sin embargo, después de esto, vuestros corazones se endurecieron y se volvieron como piedras, o aún más duros, porque hay piedras de las que brotan arroyos; y otras que cuando son quebradas mana de ellas el agua; y otras que se vienen abajo por temor de Dios. ¡Y Dios no está desatento a lo que hacéis!

 

(75) ¿ESPERÁIS, pues, que crean en lo que predicáis cuando buena parte de ellos escuchaban la palabra de Dios, y luego de haberla entendido, la alteraban a sabiendas? (76) Y que, cuando se encuentran con los que han llegado a creer, dicen: “Creemos [como creéis vosotros]” --pero cuando se quedan a solas entre ellos, dicen: “¿Vais a informarles de lo que Dios os ha revelado para que puedan usarlo como argumento en contra vuestra, citando las palabras de vuestro Sustentador? ¿Es que no vais a usar vuestra razón?”

(77) ¿No saben acaso que Dios conoce todo lo que ocultan y todo lo que divulgan?

(78) Entre ellos hay gente iletrada sin conocimiento directo de la escritura divina, [que siguen] sólo fantasías y se basan en meras suposiciones. (79) ¡Ay de aquellos que escriben con sus manos [algo que alegan ser] la escritura divina, y luego dicen: “Esto viene de Dios, ”para obtener con ello un provecho insignificante!; ¡Ay de ellos por lo que han escrito sus manos! ¡Ay de ellos por lo que se han ganado!

(80) Dicen: “El fuego solo nos tocará un numero contado de días.” Di: “¿Habéis recibido una promesa de Dios? --pues Dios nunca incumple Su promesa. ¿O es que atribuís a Dios algo que no podéis saber?”

(81) ¡Sin duda! Quienes hayan obrado mal y estén inmersos en sus faltas --están destinados al fuego y en él permanecerán; (82) pero quienes alcancen la fe y hagan buenas obras --están destinados al paraíso y en él permanecerán.

 

(83) Y, HE AHÍ, que aceptamos este solemne compromiso de [vosotros,] los hijos de Israel: “No adoraréis sino a Dios; haréis el bien a vuestros padres y parientes, a los huérfanos y a los pobres; hablaréis a la gente de buena manera; seréis constantes en la oración; y gastaréis en limosnas.”

Y sin embargo, a excepción de unos pocos, os apartasteis: pues sois gente obstinada.

(84) Y, he ahí, que aceptamos vuestro solemne compromiso de que no derramaríais sangre entre vosotros, ni os expulsaríais de vuestras casas unos a otros --lo convinisteis y de ello dais testimonio [aún ahora]. (85) Y sin embargo, sois vosotros quienes os matáis unos a otros y expulsáis a parte de vuestra gente de sus hogares, haciendo causa común contra ellos en la trasgresión y el odio; pero, si acuden a vosotros como cautivos, los rescatáis --cuando el [acto de] expulsarlos os estaba ya prohibido.

¿Es que creéis, entonces, en ciertas partes de la escritura divina y negáis la verdad de otras? ¿Que merecen quienes de vosotros hacen tales cosas sino la ignominia en esta vida y que en el Día de la Resurrección se les destine al más severo castigo? Y Dios no está desatento a lo que hacéis.

(86) Esos son los que compran esta vida a cambio de la Otra Vida --¡no se les aliviará el castigo ni recibirán auxilio!

(87) Dimos, ciertamente, a Moisés la escritura divina y enviamos a una sucesión de enviados después de él; y dimos a Jesús, hijo de María, las pruebas evidentes de la verdad y le fortalecimos con la sagrada inspiración. [Sin embargo,] ¿no es cierto que cada vez que llegaba a vosotros un enviado con algo que no era de vuestro agrado os mostrabais altivos, desmintiendo a algunos de ellos y a otros dándoles muerte?

(88) Pero dicen: “Nuestros corazones están ya rebosantes de conocimiento.” ¡No!, sino que Dios les ha rechazado por negarse a reconocer la verdad: pues pocas son las cosas en las que creen.

(89) Y siempre que les vino una [nueva] revelación de Dios que confirmaba la verdad de lo que ya tenían --y [tened presente que] antes solían rezar pidiendo la victoria sobre los que se obstinaban en negar la verdad--: siempre que les vino algo que reconocían [como la verdad], lo negaban. El rechazo de Dios es el justo merecido de todos los que niegan la verdad.

(90) ¡Que ruin es esa [soberbia] por la que se han vendido a sí mismos! --al negar la verdad de lo que Dios ha revelado, por envidia de que Dios haya concedido parte de Su favor a quien Él quiso de Sus siervos: y así han incurrido en la condena de Dios, una y otra vez. Y a aquellos que niegan la verdad les espera un castigo humillante.

(91) Porque cuando se les dice: “Creed en lo que Dios ha revelado,” dicen: “Creemos [sólo] en lo que nos ha sido revelado” --pero rechazan el resto de la verdad, aunque sea una verdad que confirma lo que ya tienen.

Di: “¿Por qué, entonces, matasteis [antes] a los profetas de Dios, si [realmente] erais creyentes?”

(92) Y, ciertamente, Moisés os trajo las pruebas claras de la verdad --pero, aún así, en su ausencia, os entregasteis a la adoración del becerro [de oro] y fuisteis malvados.

(93) Y, he ahí, que aceptamos vuestro solemne compromiso y levantamos el monte Sinaí por encima de vuestras cabezas, [y os dijimos]: “¡Tomad con [toda vuestra] fuerza lo que os hemos dado y escuchad!”

[Pero] dicen: “Oímos, pero desobedecemos” --porque sus corazones se han llenado a rebosar de amor al becerro [de oro] por su negativa a aceptar la verdad.

Di: ”¡Que malo es lo que os ordena esta [falsa] creencia vuestra --si en verdad sois creyentes!”

(94) Di: “Si la morada junto a Dios en la Otra Vida es vuestra en exclusiva, deberíais ansiar la muerte --si es verdad lo que decís”.

(95) Pero no la ansiarán, por [que son conscientes de] lo que sus manos han adelantado en es te mundo: y Dios conoce bien a los malhechores. (96) Verás que son las gentes con mayor apego a la vida, aún más que aquellos que atribuyen divinidad a otros seres junto con Dios: a todos ellos les gustaría vivir mil años, pero la longevidad no les libraría del castigo [en la Otra Vida]: pues Dios ve todo lo que hacen.

 

(97) DI [Oh Profeta]: “Quien sea enemigo de Gabriel” --que, ciertamente, ha hecho descender en tu corazón esta [escritura divina], con la venia de Dios, en confirmación de lo que aun que da [de revelaciones anteriores], y como guía y buena nueva para los creyentes: (98) “quien sea enemigo de Dios, de Sus ángeles y de Sus emisarios, incluidos Gabriel y Miguel, [debe saber que,] ciertamente, Dios es enemigo de todos los que niegan la verdad.”

(99) Porque hemos hecho descender sobre ti mensajes ciertamente claros; y sólo los perversos niegan la verdad.

(100) ¿No es acaso cierto que cada vez que hicieron una promesa [a Dios], una parte de ellos la rompieron? ¡No!, ciertamente, la mayoría de ellos no creen.

(101) Y [aún] ahora, que ha venido a ellos un enviado de Dios, que confirma la verdad de lo que tienen, algunos de los que recibieron con anterioridad la revelación arrojan tras de sí la escritura divina, como si no supieran [lo que dice], (102) y [en su lugar] siguen lo que los malvados solían practicar durante el reinado de Salomón --pues no fue Salomón quien negó la verdad, sino que la negaron aquellos malvados que enseñaron a la gente la magia--; y [siguen] lo que fue revelado a través de los ángeles Harut y Marut en Babilonia --si bien, estos no enseñaban a nadie sin antes declarar: “¡Somos sólo una tentación al mal: no neguéis, pues, la verdad [de Dios]!” Y aprenden de esos dos a crear discordia entre un hombre y su esposa; y si bien no dañan con ello a nadie sin la venia de Dios, adquieren un conocimiento que sólo les perjudica y no les aporta beneficio --sabiendo bien que quien adquiere este [conocimiento] no tendrá parte en el bien de la Otra Vida. Pues, bajo es ese [arte] por el que se han vendido --¡si lo hubieran sabido!

(103) Y si hubieran creído y hubieran sido conscientes de Él, la recompensa de Dios habría si do mejor para ellos --¡si lo hubieran sabido!

 

(104) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No digáis [al Profeta]: “Escúchanos,” de cid más bien, “Ten paciencia con nosotros,” y prestad[-le] atención, porque un doloroso castigo les aguarda a quienes rechazan la verdad.

(105) Ni a aquellos seguidores de una revelación anterior que se obstinan en negar la verdad, ni a los que atribuyen divinidad a otros seres junto con Dios, les gustaría que vuestro Sustentador hiciera descender para vosotros bien alguno; pero Dios distingue con Su gracia a quien Él quiere --pues Dios es de una generosidad infinita.

(106) Si anulamos un mensaje o provocamos su olvido, lo sustituimos por otro mejor o semejante. ¿No sabes que Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa? (107) ¿No sabes que de Dios es el dominio sobre los cielos y la tierra y que nadie hay aparte de Dios que pueda protegeros ni prestaros auxilio?

(108) ¿Es que vais a pedir a vuestro Enviado lo que se le pidió antes a Moisés? Quien elige rechazar [la evidencia de] la verdad, en lugar de creer en ella, se ha extraviado ya del camino recto.

(109) A muchos de los seguidores de una revelación anterior les gustaría haceros renegar de la verdad, después de haber creído, por una envidia egoísta --[aún] después de habérseles esclarecido la verdad. No obstante, perdonad y sed tolerantes, hasta que Dios haga manifiesta Su voluntad: ciertamente, Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa.

(110) Y sed constantes en la oración y pagad el impuesto de purificación; pues, todo el bien que hagáis como adelanto para vosotros mismos, lo encontraréis junto a Dios: ciertamente, Dios ve todo lo que hacéis.

 

(111) Y DICEN: “Nadie entrará jamás en el paraíso a menos que sea judío” --o, “cristiano”.

¡Esas son fantasías suyas! Di: “¡Presentad una prueba, si es verdad lo que decís!”

(112) ¡No!, en verdad: todo aquel que someta su ser por entero a Dios, y además obre rectamente, tendrá su recompensa junto a su Sustentador; esos nada tienen que temer y no se lamentarán.

(113) Y los judíos afirman: “Los cristianos carecen de base para sus creencias,” mientras que los cristianos afirman: “Los judíos carecen de base para sus creencias” --¡y ambos citan la escritura divina! Otro tanto han dicho [siempre] quienes carecen de conocimiento; pero Dios decidirá entre ellos sobre aquello en lo que discrepaban.

(114) ¿Y quién es más malvado que aquel que impide que se mencione el nombre de Dios en [cualquiera de] Sus casas de adoración y se esfuerza por arruinarlas? Esos no deberán entrar en ellas sino con temor. Sufrirán humillación en esta vida; y en la Otra Vida un terrible castigo.

(115) De Dios son el este y el oeste: y allí donde os volváis hallaréis la faz de Dios. Ciertamente, Dios es infinito, omnisciente.

(116) Y, no obstante, algunos afirman: “¡Dios ha tomado para sí un hijo! ¡Infinito es en Su gloria! ¡No!, sino que Suyo es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra: todas las cosas obedecen fielmente Su voluntad. (117) Él es el Originador de los cielos y de la tierra: cuando decreta la existencia de algo, le dice tan sólo: “Sé” --y es.

(118) Y [sólo] quienes carecen de conocimiento dicen: “¿Por qué Dios no nos habla, ni se nos muestra un signo [milagroso]?” Otro tanto dijeron quienes les precedieron: sus corazones se asemejan. Ciertamente, hemos hecho claros los signos para aquellos dotados de certeza interior.

(119) En verdad, te hemos enviado [Oh Profeta] con la verdad, como portador de buenas nuevas y como advertidor: y no se te hará responsable de los condenados al fuego abrasador.

(120) Pues los judíos nunca estarán complacidos contigo, ni tampoco los cristianos, mientras no sigas sus creencias. Di: “Ciertamente, la guía de Dios es la única guía verdadera.”

Y, ciertamente, si siguieras sus erróneas opiniones, después de todo el conocimiento que te ha llegado, no tendrías quien te protegiera de Dios ni quien te auxiliara.

(121) Aquellos a quienes hemos entregado la escritura divina [y que] la siguen como debe ser seguida --son quienes [verdaderamente] creen en ella; pero quienes eligen rechazar su verdad-- ¡esos!, ellos son los perdedores.

 

(122) ¡OH HIJOS de Israel! Recordad las bendiciones que os dispensé y como os favorecí más que a ningún otro pueblo; (123) y sed conscientes de [la llegada de] un Día en el que ningún ser humano será valedor por otro, ni se aceptará rescate por ninguno de ellos, ni les valdrá intercesión alguna, y no serán auxiliados.

(124) Y [recordad esto:] cuando su Sustentador puso a prueba a Abraham con [Sus] órdenes y este las cumplió, le dijo: “Haré de ti un guía para los hombres.”

Abraham pregunto: “¿Y [harás guías] también a mis descendientes?”

[Dios] respondió: “Mi pacto no incluye a los malhechores.”

 

(125) Y, HE AHÍ, que hicimos del Templo un centro al que la gente pudiera acudir una y otra vez, y un lugar de refugio: tomad, pues como lugar de oración el lugar en el que Abraham se situaba.

Y encomendamos esto a Abraham e Ismail: “Purificad Mi Templo para los que han de dar vueltas en torno a él, los que permanecerán en retiro junto a él y los que se inclinarán y se postrarán [en oración].”

(126) Y, he ahí, que Abraham imploró: “¡Oh Sustentador mío! Haz de esta una tierra segura y provee de frutos a aquellos de sus habitantes que crean en Dios y en el Último Día.”

[Dios] respondió: “Y a quien rechace la verdad, le dejaré disfrutar por un tiempo breve --pero al final le arrastraré al sufrimiento del fuego: ¡que mal fin!”

(127) Y cuando Abraham e Ismail levantaban los cimientos del Templo, [imploraron]: “¡Oh Sustentador nuestro! ¡Acéptanos esto: pues, ciertamente, sólo Tú eres quien todo lo oye, quien todo lo sabe!

(128) “¡Oh Sustentador nuestro! ¡Haz que estemos sometidos a Ti, haz de nuestra descendencia una comunidad sometida a Ti, muéstranos nuestros ritos de adoración y acepta nuestro arrepentimiento: pues, ciertamente, sólo Tú eres el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia!

(129) “¡Oh Sustentador nuestro! ¡Suscita en nuestra descendencia a un profeta de entre ellos, que les transmita Tus mensajes, les imparta la revelación y la sabiduría, y les haga crecer en pureza: pues, ciertamente, solo Tú eres todopoderoso, sabio!”

(130) ¿Y quién, sino alguien de mente débil, querría abandonar la fe de Abraham a quien, en verdad, favorecimos en esta vida y en la próxima estará, ciertamente, entre los justos?

(131) Cuando su Sustentador le dijo: “¡Sométete a Mí!”--respondió: “Me someto a [Ti,] el Sustentador de todos los mundos.”

(132) Y esto fue lo que Abraham legó a sus hijos, y [lo mismo hizo] Jacob: “¡Oh hijos míos! He aquí, que Dios os ha escogido la fe más pura; no dejéis que os sobrevenga la muerte sin haberos sometido a Él.”

(133) ¡Pero no! Y eso que vosotros [mismos, Oh hijos de Israel,] dais testimonio de que Jacob, estando próxima su muerte, dijo a sus hijos: “¿A quién adoraréis cuando yo ya no esté?”

Ellos respondieron: “Adoraremos a tu Dios, el Dios de tus padres Abraham, Ismail e Isaac, el Dios Único; y a Él nos sometemos.”

(134) Esa es una comunidad ya desaparecida; recibirán lo que se hayan ganado, como recibiréis vosotros lo que os hayáis ganado; y no seréis juzgados por lo que hicieron.

 

(135) Y DICEN: "Sed judíos" o, "cristianos" --"y estaréis en el camino recto." Di: "¡No!, sino [que seguimos] la creencia de Abraham, que se apartó de todo lo falso, y no fue de los que atribuyen divinidad a algo distinto de Dios."

(136) Decid: "Creemos en Dios y en lo que se ha hecho descender sobre nosotros y en lo que descendió sobre Abraham, Ismail, Isaac, Jacob y sus descendientes, y lo que fue entregado a Moisés y a Jesús, y en lo que fue entregado a todos los [demás] profetas por su Sustentador: no hacemos distinciones entre ninguno de ellos. Y es a Él a quien nos sometemos."

(137) Y si [otros] creen igual que vosotros, estarán, ciertamente, en el camino recto; y si se apartan, sólo ellos habrán caído en el error, y Dios te protegerá de ellos: pues sólo Él todo lo oye, todo lo sabe.

(138) [Di: "¡Nuestra vida toma su] tinte de Dios! ¿Y quién puede teñir mejor [la vida] que Dios, si realmente le adoramos a Él?"

(139) Di [a los judíos y a los cristianos]: "¿Vais a discutir con nosotros sobre Dios? Él es nuestro Sustentador y también vuestro Sustentador --nuestro será el fruto de nuestras acciones y vuestro el fruto de las vuestras; y a Él nos consagramos por entero.

(140) "¿O diréis que Abraham, Ismail, Isaac, Jacob y sus descendientes fueron ‘judíos' o ‘cristianos'?" Di: "¿Sabéis más vosotros o Dios? ¿Y quién es más perverso que quien oculta un testimonio que ha recibido de Dios? Pero Dios no está desatento a lo que hacéis.

(141) Esa es una comunidad ya desaparecida; recibirán lo que se hayan ganado, como recibiréis vosotros lo que os hayáis ganado; y no seréis juzgados por lo que hicieron."

 

(142) LOS NECIOS de entre la gente dirán: "¿Que les ha apartado de la dirección en la que oraban hasta ahora?"

Di: "De Dios son el este y el oeste; Él guía a quien Él quiere a un camino recto."

(143) Y hemos hecho así de vosotros una comunidad intermedia, para que [con vuestras vi das] deis testimonio de la verdad ante toda la humanidad, y para que el Enviado de testimonio de ella ante vosotros.

Y sólo pusimos [para esta comunidad] la dirección de la oración a la que antes te volvías [Oh Profeta], para distinguir a aquellos que siguen al Enviado de aquellos que le vuelven la espalda: pues, ciertamente, ha sido una dura prueba, salvo para aquellos a quienes Dios ha guiado rectamente. Pero, en verdad, Dios no va a descuidar vuestra fe --pues, ciertamente, Dios es muy compasivo con los hombres, dispensador de gracia.

(144) Te hemos visto [Oh Profeta] mirar al cielo con frecuencia [buscando guía]: y ahora vamos a hacer que te vuelvas en la oración en una dirección que te es querida. Vuelve, pues, tu rostro hacia la Casa Inviolable de Adoración; y dondequiera que estéis, volved vuestros rostros hacia ella [en la oración].

Y, ciertamente, aquellos que han recibido la revelación con anterioridad saben bien que esta [orden] procede en verdad de su Sustentador; y Dios no está desatento a lo que hacen.

(145) Y, sin embargo, aunque presentaras todas las pruebas ante aquellos que han sido destinatarios de anteriores revelaciones, no seguirían la dirección en la que tu rezas; ni tú puedes seguir su dirección de oración y ni siquiera una parte de ellos sigue la dirección de los otros. Y si siguieras sus erróneas creencias después de todo el conocimiento que te ha llegado, ciertamente serías de los transgresores.

(146) Quienes han recibido la revelación con anterioridad, la conocen como conocen a sus propios hijos: pero, ciertamente, una parte de ellos oculta la verdad a sabiendas --(147) ¡la verdad que viene de tu Sustentador!

No seas, pues, de los que dudan: (148) pues cada comunidad se vuelve en una dirección que le es propia, de la cual Él es el punto focal. Así pues, rivalizad en buenas obras. Dondequiera que estéis, Dios os reunirá a todos ante Él: pues, ciertamente, Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa.

(149) Así, por dondequiera que salgas, vuelve tu rostro [en la oración] hacia la Casa Inviolable de Adoración --porque, ciertamente, esta orden viene en verdad de tu Sustentador; y Dios no está desatento a lo que hacéis. (150) Y, por tanto, por dondequiera que salgas, vuelve tu rostro [en la oración] hacia la Casa Inviolable de Adoración; y dondequiera que estéis, volved vuestros rostros hacia ella, de modo que nadie, salvo los empeñados en la maldad, pueda alegar nada contra vosotros. Pero no les tengáis miedo a ellos, sino temedme a Mí, y [obedecedme,] para que pueda completar Mi bendición sobre vosotros y podáis seguir el camino recto.

(151) Igual que os hemos suscitado a un enviado de entre vosotros mismos para que os transmita Nuestros mensajes, os ayude a crecer en pureza, os imparta la Revelación y la Sabiduría y os enseñe lo que no sabíais: (152) así pues, acordaos de Mí y Yo me acordaré de vosotros; y sed agradecidos conmigo y no Me neguéis.

 

(153) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Buscad ayuda en la paciencia y en la oración: pues, ciertamente, Dios está con los que son pacientes en la adversidad. (154) Y no digáis de los que han caído luchando por la causa de Dios: "Están muertos". Al contrario, están vivos, pero no os dais cuenta.

(155) Y ciertamente os pondremos a prueba por medio del peligro, del hambre, de la perdida de bienes, de vidas y de frutos [del trabajo]. Pero da buenas nuevas a los que son pacientes en la adversidad --(156) que cuando les sucede una desgracia, dicen: "En verdad, de Dios somos y, ciertamente, a Él hemos de volver." (157) ¡Sobre ellos se derraman la gracia y las bendiciones de su Sustentador, y ellos son los que están en el camino recto!

(158) [Por eso,] he aquí, que As-Safa y Al-Marwa están entre los símbolos establecidos por Dios; así pues, no incurrirá en error quien, habiendo acudido al Templo en peregrinación o en visita ritual, haga los recorridos entre ambas: pues, quien hace un bien mayor del que debe - ciertamente, Dios responde a la gratitud, es omnisciente.

 

(159) CIERTAMENTE, a aquellos que supriman la evidencia de la verdad y de la guía que hemos hecho descender, después de que Nosotros la hayamos hecho clara a los hombres por medio de la escritura divina --a esos Dios los rechazará, y todos los que puedan juzgar les rechazarán. (160) Salvo a quienes se arrepientan, se enmienden y den a conocer la verdad: de esos aceptaré su arrepentimiento --pues, sólo Yo soy el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia.

(161) Ciertamente, quienes se obstinen en negar la verdad y mueran mientras [siguen aún] negando la verdad --su merecido es el rechazo de Dios, el de los ángeles y el de todos los hombres [rectos]. (162) En ese estado permanecerán; [y] no se les aliviará el sufrimiento ni se les concederá prorroga.

 

(163) Y VUESTRO DIOS es el Dios Único: no hay deidad sino Él, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia.

(164) Ciertamente, en la creación de los cielos y de la tierra, en la sucesión de la noche y el día: en las naves que surcan el mar con lo que es de provecho para el hombre: y en las aguas que Dios hace descender del cielo, dando vida con ellas a la tierra, antes muerta, y haciendo que se multipliquen en ella toda clase de criaturas: en la variación de los vientos, en las nubes sujetas a su curso entre el cielo y la tierra: [en todo eso] hay mensajes claros para gentes que usan su razón.

(165) Y aún así, hay gentes que eligen creer en seres que supuestamente rivalizan con Dios, y les aman como [sólo] Dios debe ser amado: pero los que han llegado a creer aman a Dios por encima de todo.

¡Si quienes están empeñados en hacer el mal pudieran tan sólo ver --como lo verán cuando se les consigne al castigo [en el Día de la Resurrección]-- que todo el poder pertenece sólo a Dios, y que Dios es severo en [imponer] el castigo!

(166) ¡[En ese Día] los que han sido [falsamente] adorados se desentenderán de sus seguidores y estos verán el castigo [que les aguarda], una vez destruidas todas sus esperanzas! (167) Entonces dirán sus seguidores: ¡Si tuviéramos otra oportunidad [de vivir], nos desentenderíamos de ellos como ellos se han desentendido de nosotros!"

Así les mostrará Dios sus acciones [de forma que les cause] un amargo remordimiento; pero no saldrán del fuego.

 

(168) ¡OH GENTES! Comed de lo lícito y bueno que hay en la tierra, y no sigáis los pasos de Satán: pues, ciertamente, él es enemigo declarado vuestro, (169) y os invita a hacer el mal y a cometer actos indecentes, y a atribuir a Dios aquello de lo que no tenéis conocimiento.

(170) Pero cuando se les dice: "Seguid lo que Dios ha revelado," algunos responden: "¡No!, seguiremos [sólo] lo que hemos hallado que creían y hacían nuestros antepasados." ¡Pero! ¿Aun si sus antepasados no usaban la razón y carecían de toda guía?

(171) Y así, la parábola de aquellos que se empeñan en negar la verdad es la de una bestia que al oír el grito del pastor no percibe sino el sonido de una voz y una llamada. Son sordos, mudos y ciegos: porque no usan su razón.

(172) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Comed de las cosas buenas de que os hemos proveído como sustento y dad gracias a Dios, si es a Él [verdaderamente] a quien adoráis.

(173) Os ha prohibido sólo la carne del animal hallado muerto, la sangre, la carne de cerdo y aquello sobre lo que se ha invocado un nombre distinto al de Dios; pero si alguien se ve empujado por la necesidad --no por deseo ni excediendo su necesidad inmediata-- no incurrirá en falta: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.

 

(174) EN VERDAD, quienes suprimen en lo más mínimo la revelación que Dios ha hecho descender y lo malvenden por un provecho insignificante --sólo se están llenando el vientre de fuego. Dios no les hablará en el Día de la Resurrección, ni les purificará [de sus faltas]; y les aguarda un doloroso castigo. (175) Esos son los que canjean la guía por el extravío, y el perdón por el castigo: ¡qué poco parecen temer al fuego!

(176) Así es: puesto que Dios ha hecho descender la escritura divina como exposición de la verdad, todos los que se enfrentan con sus opiniones a la escritura divina están, ciertamente, en un profundo error.

(177) La piedad verdadera no consiste en volver el rostro hacia el este o hacia el oeste - piadoso, en verdad, es quien cree en Dios, en el Último Día, en los ángeles, en la revelación y en los profetas; y gasta de lo que tiene --a pesar de su apego a ello-- en sus parientes, en los huérfanos, los necesitados, los viajeros, los mendigos y en rescatar a otros del sometimiento; es constante en la oración y paga el impuesto de purificación; y [piadosos en verdad son] los que, cuando prometen, cumplen sus promesas, y son pacientes en la desgracia, en la adversidad y en los momentos de peligro: esos son los que han sido fieles a su palabra, y esos son los que han sido conscientes de Dios.

 

(178) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito la justa retribución para los [culpables en] casos de homicidio: el libre como libre, el esclavo como esclavo y la mujer como mujer. Y si le es perdonada al culpable una parte [de su culpa] por su hermano, esta [remisión] deberá cumplirse en forma honorable y la restitución a su prójimo se hará de buenas maneras.

Esto es un alivio de vuestro Sustentador y una misericordia. Y a aquel que, a pesar de ello, exceda intencionalmente los límites de los correcto, le aguarda un castigo doloroso: (179) porque en [la ley de] la justa retribución tenéis vida, ¡Oh vosotros dotados de perspicacia!, para que así os mantengáis conscientes de Dios.

 

(180) SE OS ha prescrito que, cuando uno de vosotros sienta cercana la muerte y deja una gran riqueza, haga testamento a favor de sus padres y [otros] parientes cercanos en forma honorable: esto es un deber para quienes son conscientes de Dios. (181) Y si alguien altera lo dispuesto después de haberlo sabido, el mal derivado de tal acción recaerá sólo sobre quienes lo hayan alterado. Ciertamente, Dios todo lo oye, es omnisciente.

(182) Pero si alguien teme que el testador haya cometido un error o una injusticia [deliberada] y consigue un arreglo entre los herederos, no incurrirá [por ello] en falta. Ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.

 

(183) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a los que os precedieron, para que os mantengáis conscientes de Dios: (184) [habréis de ayunar] durante un número determinado de días. Pero, si alguno de vosotros está enfermo o de viaje, [ayunará igual] número de otros días; y [en tales casos] aquellos que se lo puedan permitir, que alimenten a un pobre como rescate.

Y quien hace un bien mayor del que debe a sí mismo se lo hace; porque ayunar es bueno para vosotros --si supierais.

(185) El mes de Ramadán, en el que se hizo descender [por vez primera] el Qur’an como guía para la humanidad y una prueba evidente de esa guía, y el criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso. Así pues, quien de vosotros presencie la llegada de este mes, deberá ayunarlo todo; pero el que esté enfermo o de viaje, [ayunará igual] número de otros días. Dios quiere para vosotros la facilidad y no quiere la dificultad; pero [quiere] que completéis el número [requerido de días] y que ensalcéis a Dios por haberos guiado rectamente, y que [Le] deis gracias.

(186) Y SI Mis siervos te preguntan acerca de Mí --ciertamente, Yo estoy cerca; respondo a la invocación de quien Me invoca, cuando Me invoca: que Me escuchen y crean en Mí, para que puedan seguir el camino recto.

 

(187) OS ESTÁ permitido uniros con vuestras mujeres la noche del [día del] ayuno: ellas son una vestimenta para vosotros y vosotros sois una vestimenta para ellas. Dios sabe que os habríais privado de este derecho y se ha vuelto a vosotros en Su misericordia y os ha suprimido esa dificultad. Así pues, yaced con ellas y aprovechad lo que Dios os ha prescrito, y comed y bebed hasta que distingáis la raya del alba contra la oscuridad de la noche, y entonces seguid ayunando hasta la caída de la noche; pero absteneos de yacer con ellas si estáis de retiro en casas de adoración.

Estos son los límites fijados por Dios: no os acerquéis a ellos --[pues] así aclara Dios Sus mensajes a la humanidad, para que se mantengan conscientes de Él.

 

(188) NO OS DEVORÉIS la hacienda injustamente unos a otros, ni empleéis artimañas legales tratando de devorar injusta y deliberadamente lo que por derecho pertenece a otros.

 

(189) TE PREGUNTARÁN acerca de las lunas nuevas. Di: "Indican a la humanidad las fechas [de diversos acontecimientos], incluida la peregrinación."

Sin embargo, la piedad no consiste en que entréis en las casas por detrás, [por así decirlo,] sino que el verdaderamente piadoso es quien es consciente de Dios. Por tanto, entrad en las casas por la puerta y manteneos conscientes de Dios, para que así alcancéis la felicidad.

 

(190) Y COMBATID por la causa de Dios a aquellos que os combatan, pero no cometáis agresión --pues, ciertamente, Dios no ama a los agresores. (191) Matadles dondequiera que los encontréis y expulsadles de donde os hayan expulsado --pues la opresión es aún peor que matar. Y no luchéis con ellos junto a la Casa Inviolable de Adoración si ellos no os combaten antes allí; pero si os combaten, matadles: esta es la recompensa de los que niegan la verdad.

(192) Pero si cesan --ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.

(193) Por tanto, combatidles hasta que cese la opresión y la adoración esté consagrada por entero a Dios; pero si cesan, deben acabar todas las hostilidades, salvo contra aquellos que [deliberadamente] hacen el mal.

(194) Combatid en los meses sagrados si sois atacados: porque la violación de lo sagrado está [sujeta a la ley de] la justa retribución. Si alguien comete una agresión contra vosotros, atacadle como os ha atacado --y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios está con los que son conscientes de Él.

(195) Y gastad [de buen grado] en la causa de Dios, y que vuestras manos no os arrojen a la destrucción; y perseverad en hacer el bien: ciertamente, Dios ama a quienes hacen el bien.

 

(196) Y REALIZAD la peregrinación y la visita ritual [a Mecca] en honor a Dios; y si os veis impedidos, haced una ofrenda conforme a vuestros medios. Y no os afeitéis la cabeza hasta que la ofrenda haya sido sacrificada; pero quien de vosotros esté enfermo o esté afectado de una dolencia en la cabeza, deberá redimirse ayunando o dando limosna, o [cualquier otro] acto de adoración. Y cuando os encontréis sanos y salvos, entonces, quien aproveche para hacer la visita ritual mientras llega [el tiempo de] la peregrinación, deberá hacer un ofrecimiento con forme a sus medios; pero si carece de los medios, deberá ayunar tres días durante la peregrinación y siete a su regreso: esto es, diez [días] completos. Esto atañe a aquel que no vive en las cercanías de la Casa Inviolable de Adoración.

Y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios es severo en el castigo.

(197) La peregrinación deberá realizarse en los meses señalados. Quien emprenda la peregrinación en esos [meses] deberá abstenerse, mientras dure la peregrinación, del lenguaje obsceno, de toda conducta reprobable y de disputar; y todo el bien que hagáis, Dios lo conoce.

Y llevad provisiones --aunque, ciertamente, la mejor de las provisiones es la consciencia de Dios: ¡manteneos, pues, conscientes de Mí, Oh vosotros dotados de perspicacia! (198) [Sin embargo,] no incurrís en falta si buscáis [durante la peregrinación] el favor de vuestro Sustentador.

Y cuando salgáis en multitudes de Arafat, recordad a Dios junto al lugar sagrado, y recordadle como Quien os guio cuando estabais perdidos en vuestro camino; (199) y avanzad con la multitud de gentes que avanzan, y pedid a Dios que os perdone vuestras faltas: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia.

(200) Y cuando hayáis cumplido vuestros ritos de adoración, [seguid] teniendo a Dios presente como tenéis presentes a vuestros padres --¡no!, con un recuerdo aún más vivo. Pues hay gentes que [solamente] ruegan: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Danos en esta vida!" --esos no tendrán parte en las bendiciones de la Otra Vida. (201) Pero entre ellos hay quienes ruegan: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Danos lo bueno en esta vida y lo bueno en la Otra Vida, y líbranos del castigo del fuego!": (202) esos tendrán su parte [de felicidad] en pago a lo que se han ganado. Y Dios es rápido en ajustar cuentas.

(203) Y tened presente a Dios en los días señalados; pero quien se apresure [haciéndolo] en dos días, no incurrirá en falta, y el que permanezca más tiempo no incurrirá en falta, siempre que sea consciente de Dios. Manteneos, por tanto, conscientes de Dios y sabed que ante Él seréis congregados.

 

(204) HAY UNA clase de hombre cuya conversación sobre la vida de este mundo te complace y [aún más] cuando pone a Dios por testigo de lo que hay en su corazón, y que es, además, sumamente hábil en la discusión. (205) Pero una vez que logra imponerse, va por la tierra extendiendo la corrupción y destruyendo las cosechas y la descendencia [del hombre]: y Dios no ama la corrupción. (206) Y cuando se le dice: "Se consciente de Dios," su soberbia le impulsa a hacer el mal: el infierno será suficiente para él --¡que mal lugar de reposo!

 

(207) Pero existe [también] una clase de hombre que se vende a sí mismo de buen grado buscando complacer a Dios: y Dios es muy compasivo con Sus siervos.

(208) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Someteos por entero a Dios, y no sigáis los pasos de Satán: pues, ciertamente, él es enemigo declarado vuestro. (209) Y si caéis en el error después de todas las pruebas evidentes que habéis recibido, sabed que, ciertamente, Dios es todopoderoso, sabio.

(210) ¿Es que están esperando que Dios se les aparezca a la sombra de las nubes, junto con los ángeles --cuando [para entonces] ya todo estará decidido y todos los asuntos habrán sido remitidos a Dios?

(211) Pregunta a los hijos de Israel cuantos mensajes claros les hemos dado. Y quien altera el mensaje bendecido de Dios después de haberle llegado --¡ciertamente, Dios es severo en el castigo!

(212) A quienes se empeñan en negar la verdad [sólo] esta vida les parece grata; por eso se burlan de los que han llegado a creer: pero quienes son conscientes de Dios estarán por encima de ellos en el Día de la Resurrección.

 Y Dios provee de sustento a quien Él quiere, sin echar cuentas.

 

(213) LA HUMANIDAD entera fue antaño una sola comunidad; [luego empezaron a discrepar --] y entonces Dios les suscitó a los profetas como portadores de buenas nuevas y advertidores, y por medio de ellos les transmitió la revelación, como exposición de la verdad, para que juzgara entre los hombres en todo aquello sobre lo que discrepaban. Y precisamente aquellos a quienes había sido dada [esta revelación] empezaron, por envidias mutuas, a discrepar sobre su significado, después de haberles llegado todas las pruebas de la verdad. Pero Dios guio a los creyentes a la verdad sobre la que, con Su venia, discrepaban: pues Dios dirige al camino recto a quien quiere [ser guiado].

(214) ¿O acaso creéis que vais a entrar en el paraíso sin veros antes afligidos como se vieron los [creyentes] que os precedieron? La desgracia y la adversidad se abatieron sobre ellos, y su angustia era tal que el enviado y los que con él creían, exclamaron: "¿Cuándo vendrá el auxilio de Dios?"

¡Ciertamente, el auxilio de Dios está [siempre] cerca!

 

(215) TE PREGUNTARAN qué deben gastar en los demás. Di: "Lo que gastéis de vuestra riqueza debe ser [primero] para vuestros padres y parientes, para los huérfanos, los necesitados y los viajeros; y todo el bien que hagáis, ciertamente, Dios lo conoce."

 

(216) SE OS ha prescrito combatir, aunque os sea odioso; pero puede ser que os desagrade algo y sea bueno para vosotros, y puede ser que améis algo y sea malo para vosotros: Dios sabe y vosotros no.

(217) Te preguntarán acerca de combatir en el mes sagrado. Di: "Combatir en él es algo muy grave; pero [que se impida el acceso a] la Casa Inviolable de Adoración y expulsar de ella a su gente es aún más grave a los ojos de Dios, pues la opresión es más grave que matar."

[Vuestros enemigos] no dejarán de combatiros hasta que reneguéis de vuestra fe, si pueden. Pero si alguno de vosotros reniega de su fe y muere siendo infiel a la verdad --sus obras serán inútiles en esta vida y en la Otra; esos están destinados al fuego, y en él permanecerán.

(218) Ciertamente, los que han llegado a creer y los que han abandonado el ámbito del mal y se esfuerzan por la causa de Dios --esos pueden esperar la misericordia de Dios: pues Dios es indulgente, dispensador de gracia.

 

(219) TE PREGUNTARAN acerca de los embriagantes y los juegos de azar. Di: "En ambos hay un gran perjuicio y también algunos beneficios para los hombres; pero el perjuicio que causan es mayor que su beneficio."

Y te preguntarán sobre que deben gastar [en la causa de Dios]. Di: "Lo que os podáis permitir".

De esta forma os aclara Dios Sus mensajes, para que reflexionéis (220) sobre esta vida y sobre la Otra.

Y te preguntarán sobre [como tratar a] los huérfanos. Di: "Está bien que mejoréis sus condiciones." Y si compartís su vida, [recordad que] son vuestros hermanos: y Dios distingue al que corrompe las cosas del que las mejora. Y si hubiera querido, Dios os habría impuesto una carga que no podríais soportar: [pero,] ¡ciertamente, Dios es todopoderoso, sabio!

 

(221) Y NO os caséis con mujeres que atribuyen divinidad a otros junto con Dios hasta que hayan llegado [realmente] a creer: pues cualquier sierva [de Dios] creyente es ciertamente mejor que una mujer que atribuye divinidad a otros junto con Dios, aunque esta os guste más. Y no deis en matrimonio a vuestras mujeres a hombres que atribuyen divinidad a otros junto con Dios hasta que hayan llegado [realmente] a creer: pues cualquier siervo [de Dios] creyente es ciertamente mejor que un hombre que atribuye divinidad a otros junto con Dios, aunque este os guste más. Estos invitan al fuego, mientras que Dios invita al paraíso y a [la obtención del] perdón con Su venia; y hace claros los mensajes a la humanidad para que los tengan presentes.

 

(222) Y TE preguntarán acerca de la menstruación. Di: "Es un estado de impureza. Así pues, manteneos apartados de las mujeres durante la menstruación, y no os acerquéis a ellas hasta que queden limpias; y cuando queden limpias, id a ellas como Dios os ha ordenado."

Ciertamente, Dios ama a los que se vuelven a Él arrepentidos, y ama a los que se purifican.

(223) Vuestras mujeres son vuestro campo de cultivo; id, pues, a vuestro campo de cultivo como queráis, haciendo preceder algo para vuestras almas, y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Le encontraréis. Y da buenas nuevas a los que creen.

(224) Y NO permitáis que vuestros juramentos por Dios os impidan hacer el bien, ser conscientes de Dios y reconciliar a los hombres: pues Dios todo lo oye, es omnisciente. (225) Dios no os hará rendir cuentas de aquellos juramentos que hayáis hecho sin pensar, sino que os hará rendir cuentas [sólo] de lo que vuestros corazones hayan concebido [en serio]: pues Dios es indulgente, benigno.

(226) Quienes juren no acercarse a sus mujeres tendrán cuatro meses de gracia; y si se retractan [de su juramento] ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia. (227) Pero si se deciden por el divorcio --ciertamente, Dios todo lo oye, es omnisciente.

(228) Las divorciadas deberán esperar, sin volver a casarse, un período de tres menstruaciones: pues no es lícito que oculten lo que Dios ha creado en su seno, si creen en Dios y en el Último Día. Y sus maridos tienen pleno derecho a tomarlas de nuevo durante ese período, si desean la reconciliación; pero, en justicia, los derechos de las mujeres [con respecto a sus maridos] son iguales que los derechos de estos con respecto a ellas, si bien los hombres tienen prioridad [a este respecto]. Y Dios es poderoso, sabio.

(229) Un divorcio puede ser [revocado] dos veces, después de lo cual, o bien se reanuda el matrimonio en forma honorable, o se disuelve de buenas maneras.

No os es lícito quedaros con nada de lo que hayáis dado a vuestras esposas; a menos que ambos [cónyuges] teman no poder mantenerse dentro de los límites fijados por Dios: así pues, si teméis que no puedan mantenerse dentro de los límites fijados por Dios, no incurrirán en falta ninguno de los dos por aquello a lo que ella renuncie [en favor del marido] a fin de quedar libre.

Estos son los límites que Dios ha fijado; no los violéis: pues quienes violan los límites que Dios ha fijado --¡esos son los malhechores!

(230) Y si él la divorcia [definitivamente], no le estará permitida ya, a menos que ella tome a otro hombre por esposo; entonces, si este la divorcia, ninguno de los dos incurrirá en falta si vuelven a casarse --siempre que ambos crean que serán capaces de mantenerse dentro de los límites que Dios ha fijado: porque estos son los límites de Dios, que Él aclara a gentes de conocimiento [innato].

(231) Así pues, cuando habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera, o bien las retenéis en forma honorable o las dejáis ir de buenas maneras. Pero no las retengáis contra su voluntad por hacer[-les] daño: pues quien tal hace falta contra sí mismo.

Y no toméis [estos] mensajes de Dios con frivolidad; y recordad los favores con que Dios os ha bendecido y toda la revelación y la sabiduría que ha hecho descender para vosotros a fin de amonestaros con ello; y manteneos conscientes de Dios y sabed que Dios tiene pleno conocimiento de todo.

(232) Y cuando, habiendo divorciado a vuestras mujeres, se acerque el fin de su período de espera, no les impidáis que se casen con otros hombres si lo han convenido mutuamente en forma honorable. Esta es una amonestación para quienes de vosotros crean en Dios y en el Último Día; este es el [modo] más puro para vosotros, y el más limpio. Dios sabe y vosotros no.

(233) Y las madres [divorciadas] amamantarán a sus hijos dos años enteros, si desean completar la lactancia; y el progenitor deberá sustentarles y vestirles en forma honorable. A nadie se le impone una carga superior a sus fuerzas: no se impondrá un perjuicio a la madre por causa de su hijo ni, por igual causa, a quien lo engendró. Y la misma obligación recaerá sobre el heredero [del padre].

Y si ambos [padres], previo consejo y acuerdo mutuos, deciden la separación [de madre e hijo], no incurrirán [por ello] en falta; y si decidís encomendar a vuestros hijos a una nodriza, no incurriréis en falta siempre que os aseguréis, en forma honorable, del bienestar del niño que entregáis. Y manteneos conscientes de Dios, y sabed que Dios ve todo lo que hacéis.

(234) Y si alguno de vosotros muere y deja esposas, estas deberán permanecer, sin casarse, un período de cuatro meses y diez días; luego, una vez cumplido su plazo, no seréis responsables por lo que hagan consigo mismas, en forma honorable. Y Dios está bien informado de todo lo que hacéis.

(235) Y no incurrís en falta si insinuáis a [alguna de] estas mujeres [vuestra intención] de proponerles matrimonio o si concebís tal intención y no lo manifestáis: [pues] Dios sabe que pensáis proponerles matrimonio. Pero no os prometáis a ellas en secreto, sino habladles en forma honorable; y no decidáis el compromiso matrimonial hasta que el [período de espera] prescrito haya expirado. Sabed que Dios conoce lo que hay en vuestras mentes: manteneos, pues, conscientes de Dios; y sabed, también, que Dios es indulgente, benigno.

(236) No incurrís en falta si divorciáis a mujeres a las que no habéis tocado ni asignado una dote; pero [aun en tal caso] gratificadlas con algún bien en forma honorable --el rico según sus medios y el que viva con estrechez según sus medios: esto es un deber para los que eligen hacer el bien.

(237) Y si las divorciáis antes de haberlas tocado, pero habiéndoles asignado ya la dote, [dadles] la mitad de lo asignado --a menos que ellas renuncien a su derecho o aquel en cuya mano está el contrato de matrimonio renuncie a su derecho [a la mitad de la dote]: y la renuncia es más afín a la consciencia de Dios. Y no olvidéis [que debéis actuar] con generosidad entre vosotros: ciertamente, Dios ve todo lo que hacéis.

 

(238) OBSERVAD las oraciones, y hacedlas en la forma más excelente; y estad presentes ante Dios con devoción. (239) Pero si os veis en peligro, [rezad] de pie o montados; y cuando estéis de nuevo a salvo, recordad a Dios --pues Él os enseñó lo que antes no sabíais.

 

(240) Y SI alguno de vosotros muere y deja esposas, le corresponde a sus viudas [el derecho] a un año de manutención sin verse obligadas a abandonar [el domicilio conyugal]. Sin embargo, si lo abandonan [voluntariamente], no seréis responsables de lo que ellas hagan consigo mismas, en forma honorable. Y Dios es todopoderoso, sabio.

(241) Y las divorciadas tendrán, también, [derecho] a manutención en forma honorable: esto es un deber para los conscientes de Dios.

(242) Así os aclara Dios Sus mensajes, para que [aprendáis] a usar vuestra razón.

 

(243) ¿NO HAS SABIDO de aquellos que por millares abandonaron sus hogares por miedo a la muerte --y Dios les dijo: "Morid", y luego les devolvió a la vida?

Ciertamente, Dios muestra Su infinito favor a los hombres --pero la mayoría de ellos son desagradecidos.

(244) ¡Combatid, pues, por la causa de Dios, y sabed que Dios todo lo oye, es omnisciente.

(245) ¿Quién hará a Dios un préstamo generoso, que Él le devolverá ampliamente incrementado? Pues Dios da la estrechez y el desahogo; y a Él seréis devueltos.

(246) ¿No has sabido de aquellos dignatarios de los hijos de Israel, después de Moisés, que dijeron a uno de sus profetas: "Danos un rey, [y] lucharemos por la causa de Dios"?

Dijo: "¿Y no os negaréis a combatir si se os ordena hacerlo?"

Contestaron: "¿Y por qué no íbamos a combatir por la causa de Dios si se nos ha expulsado de nuestros hogares junto con nuestros hijos?"

Sin embargo, cuando se les ordenó combatir, se echaron atrás, salvo unos pocos; pero Dios conoce bien a los malhechores.

(247) Y su profeta dijo a aquellos dignatarios: "En verdad, Dios os da a Saúl por rey." Dijeron: "¿Cómo puede él reinar sobre nosotros, cuando nosotros tenemos más derecho al reino que él, y ni [siquiera] le ha sido dada una abundante riqueza? [El profeta] dijo: "En verdad, Dios le ha enaltecido sobre vosotros y le ha dado en abundancia conocimiento y fuerza corporal. Y Dios otorga de Su dominio a quien Él quiere: pues Dios es inmenso, omnisciente."

(248) Y su profeta les dijo: "En verdad, un signo de su [derecho a la] soberanía será que se os dará un corazón dotado por vuestro Sustentador de paz interior y de cuanto es imperecedero en el legado de la Casa de Moisés y la Casa de Aarón, que portan los ángeles. Ahí, ciertamente, tendréis un signo si sois [realmente] creyentes."

(249) Y cuando Saúl salió con su ejército, dijo: "Dios va a poneros a prueba con un río: quien beba de él no será de los míos, y quien no pruebe su agua --ese, ciertamente, será de los míos; pero será perdonado quien beba una sola vez del cuenco de su mano."

Y aún así, bebieron todos de él [hasta saciarse], salvo unos pocos.

Y cuando él y los que se habían mantenido fieles a él cruzaron el río, los otros dijeron: "¡No tenemos fuerzas hoy [para enfrentarnos] contra Goliat y su ejército!"

[Pero] los que tenían certeza de su encuentro con Dios, dijeron: "¡Cuantas veces una hueste pequeña ha derrotado a un gran ejército con la venia de Dios! Pues Dios está con los que son pacientes en la adversidad."

(250) Y cuando se vieron frente a Goliat y su ejército, dijeron: “¡Oh Sustentador nuestro, danos paciencia en la adversidad, da firmeza a nuestros pasos y auxílianos contra las gentes que niegan la verdad!"

(251) Y les derrotaron con la venia de Dios. Y David mató a Goliat; y Dios le dio el dominio y la sabiduría, y le impartió el conocimiento que Él quiso.

Y si Dios no hubiera permitido que la gente se defendiera a sí misma unos contra otros, la tierra ciertamente se corrompería: pero Dios concede Su infinito favor a todos los seres creados.

 

(252) ESTOS SON los mensajes de Dios: te los transmitimos, [Oh Profeta,] exponiendo la verdad --pues, ciertamente, tú eres uno de los enviados. (253) A algunos de esos enviados les hemos favorecido más que a otros: entre ellos hubo algunos a los que Dios habló, y otros a los que Él ha elevado en rango. Y dimos a Jesús, el hijo de María, todas las pruebas de la verdad y le fortalecimos con la sagrada inspiración.

Y si Dios hubiera querido, los seguidores de esos [enviados] no se habrían enfrentado unos contra otros después de haberles llegado todas las pruebas de la verdad; pero [de hecho,] adoptaron posiciones divergentes, y algunos llegaron a creer mientras que otros negaron la verdad. No obstante, si Dios hubiera querido, no habrían combatido unos contra otros: pero Dios hace lo que quiere.

 

(254) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Gastad [en Nuestra causa] de lo que os hemos dado como sustento antes de que llegue un Día en el que no haya comercio ni amistad, ni intercesión. Y los que niegan la verdad --¡esos son los malhechores!

 

(255) DIOS --no hay deidad sino Él, el Viviente, la Fuente Autosubsistente de Todo Ser.

Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de Él. Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. ¿Quién puede interceder ante Él, si no es con Su venia?

Conoce lo está manifiesto ante los hombres y lo que les está oculto, mientras que ellos no abarcan de Su conocimiento sino aquello que Él quiere [que abarquen].

Su poder eterno se extiende sobre los cielos y sobre la tierra, y el mantenimiento de estos no le fatiga. Y Él es el altísimo, el grandioso.

 

(256) NO CABE coacción en asuntos de fe.

Ahora la guía recta se distingue claramente del extravío: por eso, quien rechaza a los poderes del mal y cree en Dios, ciertamente se ha aferrado al soporte más firme, al que nunca cede: pues Dios todo lo oye, es omnisciente.

(257) Dios está cerca de los que tienen fe; les saca de las tinieblas a la luz --pero quienes se obstinan en negar la verdad tienen a su lado a los poderes del mal que les sacan de la luz a las tinieblas: esos están destinados al fuego y en él permanecerán.

 

(258) ¿NO HAS SABIDO de aquel [rey] que discutió con Abraham acerca de su Sustentador, [sólo] porque Dios le había dado la realeza?

He ahí, que Abraham dijo: "Mi Sustentador es quien da la vida y da la muerte."

[El rey] respondió: "¡[También] yo doy la vida y doy la muerte!"

Dijo Abraham: "¡En verdad, Dios hace que el sol salga por el este; hazlo tú, pues, salir por el oeste!"

Así fue confundido el que se obstinaba en negar la verdad: pues Dios no guía a gentes que [de liberadamente] hacen el mal.

(259) ¿O [piensas tú, Oh hombre,] como aquel que al pasar por una ciudad en ruinas, abandonada por su gente, dijo: "¿Cómo podría Dios devolver la vida a esta ciudad después de muerta?"

Entonces, Dios le hizo morir y pasados cien años le devolvió la vida [y le] dijo: "¿Cuánto tiempo has permanecido así?”

Respondió: "He permanecido un día, o parte de un día."

Dijo [Dios]: "¡No, has permanecido así cien años! Pero mira a tu comida y a tu bebida --que no se han echado a perder-- y mira a tu asno! E [hicimos esto] para hacer de ti un signo para los hombres. ¡Y mira los huesos [de los animales y de los hombres] --como los componemos y los cubrimos de carne!"

Y cuando vio [todo esto] con claridad, dijo: "¡[Ahora] sé que Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa!"

(260) Y, he ahí, que Abraham dijo: "¡Oh Sustentador mío! ¡Muéstrame cómo devuelves la vida a los muertos!"

Dijo: "¿Es que acaso no crees?"

[Abraham] respondió: "Ciertamente [creo], pero [déjame verlo] para que mi corazón quede tranquilo."

Dijo: "Coge, pues, cuatro pájaros y enséñales a obedecerte; luego, colócalos separados en las colinas [a tu alrededor]; después llámalos: acudirán a ti volando. Y sabe que Dios es poderoso, sabio."

 

(261) LA PARÁBOLA de aquellos que gastan sus bienes por la causa de Dios es la de un grano que produce siete espigas y cada espiga contiene cien granos: pues Dios dobla la ganancia a quien Él quiere; y Dios es infinito, omnisciente.

(262) Aquellos que gastan sus bienes por la causa de Dios y luego no malogran su gasto con reproches y agravios [a los sentimientos de los necesitados], tendrán su recompensa junto a su Sustentador, y nada tienen que temer ni se lamentarán. (263) Una palabra amable y ocultar la indigencia ajena valen más que una limosna seguida de agravio; y Dios es autosuficiente, benigno.

(264) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! No malogréis vuestras limosnas echándolas en cara o hiriendo [los sentimientos de los necesitados], como aquel que gasta su riqueza sólo para ser visto y elogiado por la gente, pero que no cree en Dios ni en el Último Día: su parábola es la de una roca lisa, con [un poco de] tierra encima, sobre la que cae un aguacero dejándola limpia. Esos no obtendrán ganancia alguna por todas sus [buenas] obras: pues Dios no guía a gentes que se niegan a reconocer la verdad.

(265) Y la parábola de aquellos que gastan sus bienes buscando la complacencia de Dios y por su propia certeza interior, es la de un huerto situado en un terreno alto y fértil: si cae sobre él un aguacero da cosecha doble; y si no cae un aguacero, una lluvia fina [cae sobre él]. Y Dios ve todo lo que hacéis.

(266) ¿Le gustaría a alguno de vosotros tener un huerto de palmeras y vides por el que corrieran arroyos y en el que se dieran frutos de todas clases --y que al llegarle la vejez, cuando sus hijos son aún débiles para [cuidarle]-- un torbellino de fuego lo arrasara convirtiéndolo en cenizas?

Así os aclara Dios Sus mensajes, para que reflexionéis.

(267) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Gastad en los demás de las cosas buenas que habéis adquirido y de lo que, para vosotros, hemos hecho brotar de la tierra; y no elijáis para gastar aquellas cosas malas que vosotros no aceptaríais sin apartar la vista con desdén. Y sabed que Dios es autosuficiente, digno de toda alabanza.

(268) Satán os amenaza con la pobreza y os incita a la mezquindad, mientras que Dios os promete Su perdón y munificencia; y Dios es inmenso, omnisciente; (269) da la sabiduría a quien Él quiere: y a quien le es dada la sabiduría, ciertamente le ha sido dada una gran riqueza. Pero sólo los dotados de perspicacia tienen esto presente.

(270) Pues, aquello que gastéis en los demás, o que prometáis [gastar], ciertamente Dios lo conoce; y quienes sean injustos [por negarse a dar limosnas] no tendrán quien les auxilie.

(271) Si dais limosna públicamente, excelente; pero si la entregáis a los pobres en secreto, mejor aún para vosotros, y os servirá como expiación de parte de vuestras faltas. Y Dios está bien informado de todo cuanto hacéis.

(272) No te incumbe a ti [Oh Profeta] hacer que sigan el camino recto, sino que Dios guía a quien quiere.

Cualquier bien que gastéis en los demás será para vosotros mismos, si lo hacéis buscan do sólo la faz de Dios: pues cualquier bien que gastéis os será devuelto cumplidamente, y no se os hará injusticia.

(273) [Y dad] a [aquellos] necesitados que por estar totalmente entregados a la causa de Dios, no pueden ocuparse de buscar su sustento. El que ignora [su situación] pensaría que son ricos, porque se abstienen [de pedir]; [pero] podréis reconocerles por su marca especial: no piden a la gente inoportunamente. Y cualquier bien que gastéis [en ellos], ciertamente, Dios lo conoce.

(274) Aquellos que gastan sus bienes [por Dios] de noche y de día, en secreto y en público, tendrán su recompensa junto a su Sustentador; y nada tienen que temer ni se lamentarán.

 

(275) LOS QUE devoran la usura se comportan como aquel a quien el toque de Satán ha sumido en el desconcierto; porque dicen: "El comercio es una forma de usura" –siendo así que Dios ha hecho lícito el comercio y ha prohibido la usura. Así pues, quien sea consciente de la advertencia de su Sustentador y desista [de la usura], podrá quedarse con sus ganancias pasadas y su caso queda en manos de Dios; pero los que reincidan --¡esos están destinados al fuego y en él permanecerán!

(276) Dios desprovee a las ganancias de la usura de toda bendición, pero bendice los actos de caridad con un incremento multiplicado. Y Dios no ama a quien es pertinazmente ingrato y persiste en el error.

(277) Ciertamente, quienes han llegado a creer, hacen buenas obras, son constantes en la oración y dan limosna --tendrán su recompensa junto a su Sustentador y nada tienen que temer ni se lamentarán.

(278) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Sed conscientes de Dios y renunciad a todas las ganancias de la usura que tengáis pendientes, si sois [verdaderamente] creyentes; (279) porque si no lo hacéis, sabed que estáis en guerra con Dios y Su Enviado. Pero si os arrepentís, tenéis derecho a [la devolución de] vuestro capital: no seréis injustos ni se os hará injusticia. (280) Sin embargo, si [el deudor] está en apuros, [concededle] una prórroga hasta que esté desahogado; y sería mejor para vosotros --si supierais-- condonarle [toda la deuda] considerándola una dádiva.

(281) Y sed conscientes del Día en el que seréis devueltos ante Dios. Entonces, cada ser humano recibirá lo que se haya ganado y nadie será tratado injustamente.

 

(282) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Cuando contratéis un préstamo por un plazo determinado, ponedlo por escrito. Y que un escribano lo redacte con equidad para ambas partes; y que el escribano no se niegue a escribir como Dios le ha enseñado: que escriba pues, y que le dicte quien contrae la deuda; y que sea consciente de Dios, su Sustentador, y no menoscabe en nada su compromiso. Y si quien contrae la deuda fuera débil de mente o cuerpo, o fuera incapaz de dictar, que dicte entonces su tutor con equidad. Y llamad para que sirvan de testigos a dos de vuestros hombres; y si no encontráis dos hombres, entonces, un hombre y dos mujeres que os parezcan aceptables como testigos, de modo que si una yerra, la otra subsane su error. Y los testigos no deberán negarse [a dar testimonio] cuando se les llame.

Y no os mostréis reacios a poner por escrito todas las disposiciones contractuales, sean pequeñas o grandes, junto con la fecha de vencimiento; esto es más equitativo ante Dios, más fiable como testimonio y mejor para evitar que os surjan [luego] dudas. A menos que se trate de una transacción que hagáis en el acto, en cuyo caso no incurriréis en falta si no lo ponéis por escrito.

 Y tomad testigos cuando negociéis entre vosotros, y que no se haga daño a ningún escribano ni a ningún testigo; pues si lo hacéis, ciertamente, sería una falta grave por vuestra parte. Y sed conscientes de Dios, pues es Dios quien [así] os enseña --y Dios tiene pleno conocimiento de todo.

(283) Y si estáis de viaje y no encontráis escribano, [podéis tomar] una fianza: pero si hay confianza entre vosotros, que aquel en quien se confía cumpla lo prometido y sea consciente de Dios, su Sustentador.

Y no ocultéis aquello de lo que habéis sido testigos pues, ciertamente, quien lo oculta tiene un corazón malvado; y Dios tiene pleno conocimiento de todo lo que hacéis.

(284) De Dios es todo cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. Y tanto si manifestáis lo que hay en vuestras mentes como si lo ocultáis, Dios os pedirá cuenta de ello; y luego perdonará a quien Él quiera y castigará a quien Él quiera: pues Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa.

 

(285) El ENVIADO cree en lo que se ha hecho descender sobre él procedente de su Sustentador, y [también] los creyentes: todos creen en Dios, en Sus ángeles, en Sus revelaciones y en Sus enviados, sin hacer distinción entre ninguno de Sus enviados; y dicen: "Oímos y obedecemos. ¡Concédenos Tu perdón, Oh Sustentador nuestro, pues a Ti es el retorno!

(286) "Dios no impone a nadie sino en la medida de su capacidad: a su favor tendrá el bien que haga, y en su contra el mal que haga.

"¡Oh Sustentador nuestro! ¡No nos culpes si olvidamos o erramos, sin querer!

"¡Oh Sustentador nuestro! ¡No nos impongas una carga como la que impusiste sobre los que nos precedieron! ¡Oh Sustentador nuestro! ¡No nos hagas llevar una carga que no podamos soportar!

"¡Y borra nuestras faltas, perdónanos y concédenos Tu misericordia! ¡Tú eres nuestro Supremo Señor: auxílianos, pues, contra las gentes que rechazan la verdad!"

 

  

COMENTARIOS DEL SHEIJ KHALED ABOU EL-FADL

 En los momentos en que sura La-Vaca fue revelada había un grupo de musulmanes, que no era muy numeroso, pero tampoco era despreciable, que había recibido el Corán hasta ese momento, y que consistía en aproximadamente 60 sura reveladas. Mantengan en sus mentes que esas suras habían transformado de manera suficiente a ese grupo de personas, al punto que ellos ya estaban preparados para recibir esta sura y todo lo que ello implicaría.

Una pregunta que me hago es: ¿Puedo decir de alguien, entre las personas que he conocido, que ha sido transformado por esas 60 suras reveladas antes de sura La-Vaca, de la forma en que los compañeros del Profeta (BP) lo fueron?

Teniendo en cuenta las exageraciones en los escritos históricos, y también la tendencia a simplificar la historia después de los hechos, debemos entender que ese momento histórico que estamos considerando fue realmente muy profundo en su impacto, y también fue muy gravoso para las personas.

También me he realizado esa pregunta a mí mismo: ¿Esas suras reveladas en La Meca, realmente me han transformado, me he vuelto un ser humano realmente preparado para recibir todo lo que vendrá en las suras reveladas en el período de Medina?

Esta es una de las preguntas más duras y difíciles que uno se debe hacer, y para entender también el lugar en el cual hemos puesto el Corán en nuestra época moderna. Esto es especialmente importante para entender la relación entre la mente moderna de los musulmanes, y su forma de relacionarse con las palabras, los vocablos, con cómo se relacionan con la forma en que las palabras significan un significado, y de cómo ese significado interactúa con la consciencia, y la forma en que esa consciencia, de una forma muy dinámica, es impactada por el significado. Lo que quiero decirles es que las palabras, los vocablos, no son solo una forma de comunicarse con otros, sino que también es la forma en la que nos comunicamos con nosotros mismos. Muchas veces las palabras dan soporte a nuestro pensamiento, lo pueden empaquetar y definir. Muchas veces no tenemos las palabras y los vocablos para decir algo, e incluso no las tenemos para lograr pensar sobre algo, y muchas veces las sutilezas con las formas en que podemos dar significado por medio de las palabras, cambian y forman nuestra psicología de manera muy significativa.

Para hacer este comentario más concreto les puedo decir que desde cuando comencé este proyecto, “Proyecto Ilumina”, asociado a un tafsir del Corán, he tenido la esperanza que cuando llegáramos a sura La-Vaca, este tafsir llegara a estar soportado sobre una base firme, lo que significa que debería haber una masa crítica de personas en este proyecto. Glorificado sea Dios, porque sobre esto ha habido buenas y malas noticias. Las buenas noticias es que yo, aunque no tengo la tendencia de ser una persona con muchas expectativas, me he sorprendido con el número de mensajes positivos que he recibido sobre este proyecto. Mensajes que dicen cosas como: “gracias porque este proyecto ha salvado mi fe”, “gracias porque había dejado de practicar mi islam, y al estudiar este tafsir he vuelto al camino del islam”, y Glorificado sea Dios, porque he recibido muchos mensajes de este tipo, y me han llegado desde todas partes del mundo, y de partes muy distantes unas de otras, hay mucha dispersión entre los lugares desde donde me han llegado estos mensajes. Lo que también me queda claro con estos mensajes es que este tafsir, para el islam institucional, tanto en oriente como en occidente, está claramente en el margen. Así que, en lugares donde el islam está institucionalizado, existen quienes, incluso nunca habiendo escuchado las palabras que decimos, siguen siendo despectivos con nuestro proyecto. He escuchado de todo, de todo, tanto de quienes se dicen ser muttazili, shia, sufí, racionalista, hermano del islam, de todos; quizás lo único es que no creo que nadie haya dicho que era comunista.

Así que, para quien escuche esto mientras estudiamos sura La-Vaca, y me siento obligado a decir esto porque es un testimonio ante Dios que llevaré conmigo a la tumba, te digo que, si crees que existe algo así, como este tafsir, en algún lugar del mundo musulmán, lamentablemente, estás equivocado. Si escuchas este tafsir y te parece la voz de la verdad, debes aceptar la realidad de que, lamentablemente, es bastante singular; eso no significa que sea correcto, solo significa que es singular; no significa que sea bueno, solo significa que es singular. Si es correcto o bueno, debes decidirlo tú; eso es entre tú y Dios, y debes decidirlo tú.

Así que, creo que, al abordar esta sura, la verás de maneras que quizás no podrías haber imaginado.

 

Sura La-Vaca, de acuerdo a la opinión de la mayoría de los eruditos, es la primera revelación en Medina. Algunos eruditos indican que se revelaron antes que ella, en Medina, alguna de aquellas suras breves en extensión, pero la mayoría de los eruditos indican que la primera sura en revelarse en Medina fue esta sura.

Esta es la sura más extensa. Algunos reportes indican que parte de ella fue revelada en el último año de vida del Profeta (BP), pero en lo personal siempre he sido escéptico sobre ello. Esto resulta poco ortodoxo para muchos eruditos, pero la unidad temática de la sura me hace ser muy escéptico ante la idea de que existieran opiniones, pareceres, y situaciones, que se mantuvieran a lo largo de todos esos años en Medina. No digo que no pudiera suceder, solo digo que soy escéptico.

Sura La-Vaca desempeña muchas funciones, y las iremos descubriendo en la medida que la estudiemos.

 

Primero debemos situar esta sura para entenderla correctamente.

Como ya hemos visto en varias suras del Corán, en ella se habla en fragmentos sobre Moisés (BP), sobre los israelitas, sobre algunos de los profetas israelitas, sobre Jesús (BP), y sobre María (BP). Hemos pasado por esas suras de la Meca que tienen estos segmentos, pero el Corán hasta este punto no había abordado completamente el tema relacionado con los cristianos y los judíos. En esos momentos, lo que los musulmanes sabían sobre los cristianos y sobre los judíos era lo que los árabes sabían por medio de su propia cultura, y por lo que el Corán les había hablado de sus profetas, aunque esto no constituía una comprensión completa sobre los profetas bíblicos o la gente del libro.

Esto hace perfecto sentido, porque el número de cristianos que pertenecían a la sociedad y cultura de La Meca era muy limitado, y no existían tribus judías. Estas últimas solo pasaban por La Meca como mercaderes.

La realidad que se vivía en Medina le presentó a los musulmanes un nuevo desafío debido a la complejidad social que existía en ella. Cómo lo vimos en otra sura, en Medina existía una guerra civil entre dos tribus, los Jazraditas y los Awsitas, que ya se extendía por aproximadamente 100 años, y además cada una de esas tribus estaba dividida en varios clanes. Para hacer las cosas aún peor, Medina era conocida por ser afectada por innumerables plagas que generaban muerte y enfermedad, y que la hacían un lugar no deseado para establecerse. En Medina había tres tribus judías, los Banu Nadir, los Banu Qainuca, y los Banu Quraiza. Las dos primeras estaban aliadas con los Jazraditas, y la tercera lo estaba con los Awsitas. En algunas ocasiones las tribus judías habían luchado entre ellas debido a dichas alianzas, y ellas tres tenían una robusta operación de préstamos de dinero, y una robusta industria de armas.

Por otra parte, ¿cuántos musulmanes había en Medina al momento en que el Profeta (BP) emigró a esa ciudad? No lo sabemos en realidad, pero es probable que no fuese tanto el porcentaje de musulmanes en Medina, como muchas fuentes históricas lo indican. Lo que sí es claro es que los habitantes de Medina veían en el Profeta (BP) una posibilidad de que se terminara la guerra civil que los afectaba, y de esa manera salir de las dificultades y turbulencias que ya habían experimentado por mucho tiempo. Incluso hay reportes donde se observan ciertas supersticiones de algunos medinenses en cuanto a que la llegada de Muhammad (BP) haría que las plagas dejaran de afectar la ciudad. Esto es bastante interesante porque de hecho muchos musulmanes que llegaron a Medina fueron afectados por las plagas, se enfermaron, e incluso algunos de ellos murieron. Más adelante les indicaré por qué esto es importante.

Por otra parte, es importante entender que entre los Jazraditas y los Awsitas había negociaciones para nombrar una persona de entre ellos para que fuera como un rey, y de esa manera se estableciera la paz y se terminara la guerra civil. Sin embargo, ellos abandonaron esa opción y negociaron con el Profeta (BP) para que fuera él quien se convirtiera en la autoridad en Medina.

Cuando el Profeta (BP) llegó a Medina, una de las primeras cosas que realizó fue escribir la primera versión de la constitución de la ciudad, la cual en sus diferentes versiones es bastante fascinante en cuanto a que nos muestra la manera como estableció principios éticos tanto para los emigrantes como para la gente que ya vivía en la ciudad, y también nos muestra cómo se veía a las tribus judías que vivían en la ciudad, y además de cómo se veía a la parte de la población de Medina que no se convirtió al islam.

Entre las cosas que sucedieron en el establecimiento de la constitución de Medina es que el Profeta (BP) definió a todos los musulmanes como una sola “umma”, pero dentro de esa “umma” definió a los emigrantes mecanos como una sola unidad, denominados como “muhay-yirun”, y los integrantes de esa unidad debían compartir cosas como, por ejemplo: responsabilidad y cuidado económico entre ellos de manera jurídicamente vinculante, y tenían un claro representante entre ellos. También se definió otra unidad, los “ansar”, que eran los habitantes de Medina, y en esta unidad los Jazraditas tenían a seis representantes y los Awsitas tenían dos. Luego el Profeta (BP) agregó en la constitución algo que fue muy profundo, y ello fue el establecimiento de una política que trascendía las barreras tribales y creaba una hermandad entre personas de diferentes clases sociales que iba más allá de las alianzas tribales.

La constitución establecida por el Profeta (BP) fue un documento maravilloso y complejo, tanto desde una perspectiva legal como constitucional.

Les he mencionado todo esto para que entiendan el contexto y fundamentos de sura La-Vaca.

 

Entonces todo esto no es tan simple como se lee en muchos libros de la historia del Profeta (BP), en los cuales se indica que llegaron los emigrantes de La Meca a Medina, y que sus habitantes los recibieron con júbilo y los acogieron, y que luego vivieron felices sin problemas. No, fue un proceso mucho más intrincado, pero ese proceso fue claramente diseñado para construir un sentimiento de unidad, una consciencia colectiva común, y un sentido singular de lealtad entre los musulmanes.

La constitución de Medina claramente evidencia una expectativa de afinidad y amistad hacia las tribus judías. Hay bastantes evidencias que muestran que los emigrantes de La Meca, al momento de llegar a Medina y verse enfrentado a medinenses que no se habían convertido al islam, pensaron que sus aliados naturales serían sus compañeros en la creencia monoteísta, y esas eran las tribus judías. Incluso hay reportes que muestran que algunos emigrantes esperaban que las tribus judías celebraran la llegada del Profeta Muhammad (BP) como si fuera la llegada del mesías que esperaban, y ya veremos como esto es tratado en sura La-Vaca.

Los árabes habían escuchado sobre el tema del mesías esperado por parte de los judíos, pero había mucha mitología en lo que conocían. Como ustedes saben, los judíos habían rechazado a Jesús (BP) como el mesías esperado, y ya veremos lo que sura La-Vaca dice sobre esto.

Las tribus judías se habían visto envueltas en una serie de discusiones con los Jazraditas y los Awsitas sobre el tema del mesías antes de la llegada del mensaje al Profeta Muhammad (BP), y sobre el asunto que el mesías uniría a las tribus judías. Esto no aparece en la Biblia, no aparece en la Torah, sino que aparece en el Talmud, y las tribus judías les indicaban a los Jazraditas y los Awsitas que cuando el mesías llegara, dado que uniría a todas las tribus judías, ellas controlarían completamente Medina y toda la región, entonces les decían que era más conveniente para las tribus árabes negociar con ellos en ese momento, porque una vez que llegara el mesías los Jazraditas y los Awsitas no tendrían ningún poder negociador. Entonces, cuando llegó el Profeta (BP) a Medina con los emigrantes, los “muhay-yirun”, se convirtieron en los nuevos interlocutores de esta discusión.

Los “muhay-yirun” se encontraron con un duro despertar, uno con el que los "ansar" ya estaban familiarizados, y fue que las tribus judías, y los judíos en Medina, no tenían forma de aceptar a Muhammad (BP) como el mesías esperado, debido a su firme creencia de que el mesías tenía que ser israelita y entonces no podía ser un árabe. No solo esto, sino que además tenían la firme creencia que ellos eran la gente elegida por Dios, y también tenían la firme creencia que solo la gente elegida por Dios, los judíos, tenían derecho a la salvación, y creían que, si Dios los fuera a castigar en la otra vida, dicho castigo sería modesto y moderado. Esa era la firme creencia de los judíos de las tribus de Medina, y no solo de las tribus de Medina, además ellos tenían la firme convicción que Dios solo le hablaba al pueblo elegido, de hecho, así lo indican en la Torah. Además indicaban que Dios solo cuidaba al pueblo elegido, y que entonces el pueblo elegido era quien tenía el derecho de liderar a la humanidad por medio de la ley mosaica, lo cual en nuestro lenguaje moderno diríamos que sería por medio de la ley natural. Esto porque lo que Maimónides argumentó, quien fue un erudito judío que vivió 600 años después de la aparición del islam, fue que la ley mosaica dada al pueblo elegido no era para liderar a la humanidad, sino que el pueblo elegido debía liderar a la humanidad éticamente. Ese fue uno de los grandes movimientos filosóficos establecidos por Maimónides.

Maimónides también estableció la idea de que el pueblo judío son los vice regentes, los representantes de Dios en la tierra, y por ello muchos judíos modernos indican esto sobre el pueblo elegido, pero esta es una idea tardía, surgida 600 años después de la aparición del islam, y mi opinión es que surgió en Maimónides dada la influencia que el islam tuvo en él.

Dada esta idea que tenían los judíos de ser el pueblo elegido, los musulmanes se vieron así mismos envueltos en, algunas veces en polémicas muy argumentativas y robustas, y en otras oportunidades en polémicas bastante violentas. Estas polémicas no solo las tuvieron con los judíos, sino que también con medinenses que rehusaron aceptar el islam.

En esa época los árabes en general, la gran mayoría, era gente iletrada, mientras que entre los judíos había más gente letrada, y eran vistos como gente con pergaminos dado que entre ellos había rabinos que sabían leer y escribir tanto el árabe como el hebreo, entonces esos árabes que rehusaron convertirse al islam miraban a los judíos con cierta reverencia porque los consideraban más letrados y cultos.

Hubo otro evento o situación que preparó el escenario para la revelación de esta sura. Un nuevo fenómeno comenzó a surgir rápidamente en el primer año después de la emigración, y fue que algunos medinenses nativos comenzaron a decir que eran musulmanes, pero no iban a hacer las oraciones, y algunas veces se involucraban en cosas que eran muy hostiles. Por ejemplo, hay una historia que indica que el Profeta (BP) fue a visitar a Ibn Saud y a su clan, y ellos fueron bastante fríos en la recepción, no fueron ni hospitalarios ni amables, y cuando el Profeta (BP) se sentó con sus compañeros con esta gente comenzó a hablarles del islam y a recitar algunos versos coránicos. Una vez que el Profeta (BP) terminó de hablar, Ibn Saud le dijo que lo que había dicho era algo bueno, pero luego le preguntó: ¿Por qué no te quedas en tu casa esperando a que la gente vaya a ti para que les hables del Corán en lugar de que andes por ahí dando a la gente dolores de cabeza y aburriéndolas con tus recitaciones del Corán?

La actitud de Ibn Saud no solo fue hostil, sino bastante ruda dada las reglas de hospitalidad que manejaban los árabes de esa época.

Entonces se generó ese grupo de personas que tenían como una posición ambigua, decían que eran musulmanes pero no se comportaban como tales, y no era claro cuál era su real estatus.  Algo más serio que esto fue que algunos judíos pertenecientes a las tribus de Medina dijeron que se habían convertido al islam, pero luego les decían a los medinenses nativos que habían rechazado el islam, y que lo habían hecho solo para luchar desde el interior de la comunidad de musulmanes.

 

Entonces imagínense toda esa situación y contexto. Llegó el Profeta (BP) con los mecanos que emigraron a Medina y escribieron su primera constitución, en la cual se reconocía que Muhammad (BP) era quien estaba a cargo, pero no de los judíos, sino de quienes eran musulmanes. Los medinenses que se hicieron musulmanes tenían un acuerdo anterior con las tribus judías, que era un tratado de mutua defensa en el caso que fueran atacados y debieran ir a una guerra. Las reglas y normas establecidas por la constitución aplicaban para toda la comunidad musulmana. Mientras tanto se incrementaban los problemas de salud entre los emigrantes porque muchos caían enfermos por las plagas que afectaban a Medina, había un gran desafío asociado a la falta de trabajo para los emigrantes y con ello la pobreza que sufrían, las tribus árabes de Medina tampoco tenían riqueza porque la habían perdido dado todos esos años de guerra civil, y los mecanos habían dejado y perdido todas sus pertenencias en La Meca. Por otra parte, había un enemigo externo que los preocupaba, y esos eran obviamente la gente de Quraish. Adicional a todo esto ahora debían enfrentar esas polémicas generadas por aquellos que decían que se habían convertido al islam, que se decían musulmanes, pero que generaban muchas sospechas en cuanto a si realmente lo eran. Los judíos sumaban a esto cuando les decían a los árabes que Muhammad (BP) no podía ser un profeta legítimo porque su origen no era israelita, y apoyaban su posición indicándoles que ellos, los judíos, eran gente culta y letrada, y que les podían asegurar que la verdad solemne es que Dios solo enviaría profetas que surgirían del pueblo de Israel. Dado esto posteriormente se formó una alianza entre las tribus judías y los medinenses que rechazaron el islam, y también con aquellos que decían ser musulmanes pero no se comportaban como tales.

En medio de este lio y enredo, Dios revela sura La-Vaca. ¿Lo pueden imaginar?, ¿lo pueden conceptualizar? Estamos acostumbrados a escuchar esta historia de una manera triunfalista, muchos creen que llegaron los emigrantes a Medina, que sus nativos los recibieron con lindas canciones, que todos compartieron sus pertenencias, que fueron muy felices, y que luego vino la batalla de Badr y de Uhud, y todas esas batallas donde los musulmanes lograron maravillosos triunfos, y todo fue una hermosa y fácil historia. Pero esa mirada no tiene nada que ver con la realidad histórica. La realidad histórica nos muestra que todo fue mucho más complejo y desafiante, y el Corán mismo refleja esto.

Si ustedes estudian el Corán y se sumergen a sí mismos en él, entonces verdaderamente entenderán el milagro de sus logros.

 

Sura La-Vaca es un gran desafío para mí, y Dios lo sabe, y me enfocaré solo en mis estudios e investigaciones sobre esta sura. Les haré algunos comentarios sobre los tafsir tradicionales para contrastar algunas cosas y comunicarles algunos aspectos. No cubriré lo indicado por los tafsir de orientación sufí, porque si lo hiciera, estaríamos estudiando esta sura por mucho tiempo.

Otra cosa, esta sura solo puede ser comprendida, en mi opinión, en capas de entendimiento. Sura La- Vaca tiene un significado en términos de sus logros históricos y su acción dentro del contexto histórico en el que fue revelada. Sin embargo, la sura también tiene otros matices en cuanto a su contenido prescriptivo y normativo. Por lo tanto, el análisis histórico, desde la perspectiva del creyente, no se limita a su propósito histórico, sino que busca comunicar lecciones atemporales, y es fundamental comprender estos matices. Me centraré y enfatizaré primero el análisis histórico.

A veces no es posible comprender completamente de qué habla sura La- Vaca, hablo históricamente, no prescriptivamente, a menos que se conozca la Biblia, lo que ella dice y cómo el Corán interviene para redactar una nueva constitución normativa.

 

¿Qué es lo que normalmente hace un grupo de personas cuando enfrenta un contexto con las dificultades y desafíos que enfrentaron esos musulmanes que emigraron a Medina? Lo que hacen normalmente es que van a jugar a hacer política, y las personas normalmente se olvidan de sus principios e ideales éticos y morales, y hacen cualquier cosa para obtener los resultados deseados, ya sea arrestar personas, ponerlos en prisión, e incluso asesinar a algunos.

Tú no podrás entender lo que sura La-Vaca hizo sino entiendes esa situación y contexto.

 

Además, no se trataba solo de conectar las lecciones ya transmitidas en La Meca con la nueva realidad de Medina, sino que la sura también abordó la idea básica de si Dios tiene un pueblo elegido, si Dios eligió a un pueblo para que se convirtiera en el portador de la alianza excluyendo a todos los demás.

Si consideran que esa era una sociedad tribal que pensaba en términos de parentesco de sangre, lo que dijeron los judíos tenía todo el sentido: si aceptamos que Dios eligió a Abraham (BP) como profeta, y después a Isaac (BP) como profeta, entonces la línea de sangre real continúa en su descendencia.

Recuerden que los árabes honraban a Abraham (BP) y sabían que era el padre de Ismael (BP). Ismael (BP) fue hijo de Hajar, ella era una esclava egipcia, y debido a eso, los israelitas tenían todo tipo de temas con el linaje de Ismael (BP). Luego el propio Ismael (BP) se casó con una árabe de la línea Tahtani, por lo que la descendencia de Ismael (BP) es israelita por parte de Abraham (BP), tiene sangre egipcia por parte de Hajar, y tiene sangre árabe por la línea Tahtani. Debido a esta mezcla de sangre, la descendencia de Ismael (BP) se conoce como árabe, pero no como árabe de pura sangre. Por lo tanto, la línea de Ismael (BP) se yuxtapone con quienes se declaran descendientes directos de Sara e Isaac, y especialmente con quienes se declaran descendientes de Jacob (BP), quienes son conocidos como israelitas.

Esa era una sociedad que valoraba el linaje de la sangre, donde ese linaje decidía quién será rey, quién será príncipe, quién será un noble, donde el linaje de la sangre decidía cuál sería tu oficio heredado, donde dicho linaje decidía si eras un constructor de barcos o un herrero o un ovejero, donde el linaje de sangre decidía con quién te podías casar y con quién no, y tantas otras cosas. Entonces, cuando los judíos en ese contexto dijeron que su linaje de sangre era muy especial, porque debido a su puro linaje de sangre ellos eran la gente elegida por Dios, ello poseía una poderosa fuerza ideológicamente convincente, y por eso muchos medinenses que no querían convertirse al islam encontraron en las tribus judías a su mejor aliado ideológico. Por eso, los supuestos hipócritas de Medina, aquellos que fingían convertirse o se convertían nominalmente, encontraron en los judíos sus aliados ideológicos naturales.

En este contexto cabría esperar que sura La-Vaca dijera que los judíos estaban equivocados porque no se trataba solo de la descendencia de Isaac (BP) como pueblo elegido, sino también de Ismael (BP), o que la sura hubiese dicho que los judíos ya no eran el pueblo elegido, sino que ahora lo eran los musulmanes. Para aquellos que aman la historia desde una perspectiva material, eso es lo que cabría esperar, pero el Corán no hizo ninguna de esas dos cosas, y por eso fue un golpe ideológico tan grande.

 

Entonces comencemos con la sura,

 

(1) Alif. Lam. Mim.

(2) ESTA ESCRITURA DIVINA --sin lugar a duda-- es una guía para quienes son conscientes de Dios

 

Ya hemos hablado al estudiar otras suras anteriores sobre estas letras que ocurren al inicio de algunas suras.

Luego, al comienzo la sura lleva nuestra atención sobre lo que este libro, el Corán, nos dirá, y al mismo tiempo se nos indica que él es una guía para quienes son conscientes de Dios.

Desde el mismo comienzo la sura nos sitúa en la autosuficiencia de Dios, y en ÉL como el origen y el fundamento de todo, y al mismo tiempo se nos entrega la idea de guía, y noten que lo que dice el versículo es que es una guía para quienes son conscientes de Dios, entonces la pregunta natural que surge es empezar a preguntarse sobre todo lo que implica la conciencia de Dios para estar entre aquellos que son conscientes de ÉL.

 

Sigue la sura,

 

(3) que creen en [la existencia de] lo que está fuera del alcance de la percepción humana, son constantes en la oración, y de lo que les proveemos como sustento gastan en los demás;

 

Noten que la sura no comienza indicando algo sobre el contexto del que hablamos, a diferencia de otras suras medinenses que sí comienzan planteando directamente un tema legal o político del contexto, pero en sura La-Vaca, la primera sura revelada en Medina, y diría la primera revelación constitucional después de la emigración, inicia su discurso mencionando a aquellos que son conscientes de Dios, y que creen en la existencia de lo que está fuera del alcance de la percepción humana. Por lo tanto, si tu sistema de creencia está basado en un mundo material empírico, no es un adecuado punto de partida para recibir este mensaje. Si tú eres de esas personas que necesita tocar y ver para creer en algo, tendrás problemas.

Luego, como el Corán lo hace una y otra vez, como lo hizo en las suras reveladas en La Meca, pero lo hace aún más en las reveladas en Medina, nos resalta una y otra vez el rol central de la oración.  La oración es un compromiso de tiempo y práctica, en el que renuncias a la idea de que eres libre de controlar cómo se divide y distribuye tu día, para al menos aceptar el principio de que Dios está involucrado en la forma en que lo divides.

Inmediatamente después del tema de la oración se nos indica el elemento de gastar en los demás.

Entonces se nos habla de creencia, tiempo a Dios, y la relación con las cosas materiales, elementos que ya se nos habían mencionado en las revelaciones de La Meca.

 

Sigue la sura,

 

(4) y que creen en lo que ha descendido sobre ti [Oh Profeta], y en lo que se hizo descender antes de ti: ¡porque ellos son los que, en su interior, tienen certeza de la Otra Vida!

 

Se nos habla de aquellos que creen en lo que fue revelado a Muhammad (BP) y en lo que fue revelado antes de él, y que tienen una sólida creencia en la resurrección y en que el ser humano será juzgado.

Como hemos dicho antes, la mayoría de las veces, y tal vez todas las veces, cuando un creyente comete un pecado, cuando se desvía del camino divino, es porque ese creyente no es completamente consciente, es porque la idea de la otra vida y que será responsable de sus creencias y acciones no está plenamente presente en la psicología de ese creyente.

 

Sigue la sura,

 

(5) ¡Ellos son los que siguen la guía [que les viene] de su Señor; y ellos, precisamente, son los que conseguirán la felicidad!

 

El versículo nos indica que ese es el éxito y esa es la guía.

Entonces, si paramos por un instante para reflexionar y nos preguntamos: ¿Qué es lo que el Corán nos ha dicho sobre la guía? Bueno, nos ha hablado de ser conscientes de Dios, no creer que lo material representa toda la realidad existente y aceptar la existencia de lo que está más allá de la percepción humana, lo que necesariamente implica ser intelectualmente humilde. También el Corán nos indicó que debemos aceptar que Dios está involucrado en la forma en que tú divides y gestionas tu tiempo diario, y también en la forma en que tú te manejas con las cosas materiales. Finalmente nos habló de tener la fuerte creencia de la resurrección, y de que seremos juzgados por nuestras creencias y acciones.

Estos son elementos que vimos una y otra vez en las suras reveladas en La Meca, y que sura La-Vaca, en su inicio, viene y los reafirma como el corazón y la esencia de todo.

 

Sigue la sura,

 

(6) EN VERDAD, aquellos que insisten en negar la verdad --es igual que les adviertas o que no les adviertas: no creerán. (7) Dios ha sellado sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo: les espera un tremendo castigo.

 

El versículo nos habla de aquellos que no creerán ya sea que se les advierta o no se les advierta, y esto es algo sobre lo cual el Corán también había advertido en las suras reveladas en La Meca. Hay gente que simplemente es ciega y que está comprometida con su ceguera.

 

Sigue la sura,

 

(8) Y hay gentes que dicen: "Creemos en Dios y en el Último Día", mientras que [en realidad] no creen. (9) Pretenden engañar a Dios y a aquellos que han llegado a creer --pero sólo se engañan a sí mismos, y no se dan cuenta. (10) En sus corazones hay enfermedad, y por eso Dios deja que aumente su enfermedad; y les espera un penoso sufrimiento por sus continuas mentiras.

 

Ahora estos versículos nos hablan de un fenómeno del cual ya hemos hablado, y que fue parte de la nueva realidad que los musulmanes encontraron en Medina, y es el de aquellas personas que decían que eran creyentes pero que en realidad mentían. Entonces debían enfrentar esa situación en la cual no está claro quién es realmente tu amigo y quien no.

 

Sigue la sura,

 

(11) Y cuando se les dice: "No sembréis la corrupción en la tierra," contestan: "¡Sólo estamos mejorando las cosas!" (12) ¡En verdad, ellos son los corruptores --pero no se dan cuenta!

 

Estos versículos nos muestran que si tú le dices a esas personas: ¡no corrompan!, su respuesta será: “hacemos buenas acciones”, pero en realidad no hacen buenas acciones.

Ahora, curiosamente, algunos de los más entusiastas pretendientes al islam hablaban de una forma que los musulmanes confrontaban por primera vez. Hablaban en términos deshonestos. Por ejemplo, solían acercarse a los musulmanes que habían emigrado desde La Meca y les decían cosas como: "Estamos muy contentos de que Dios nos haya bendecido con el islam, el islam es lo mejor que nos ha sucedido". Pero luego la conversación se desviaba hacia lo vergonzoso que era que los mecanos en Medina tuvieran que realizar los trabajos peor pagados, porque ellos a menudo se negaron a aceptar el dinero que les ofrecían, y los emigrantes simplemente decían: "Para lograr nuestro sustento vamos a empezar a comerciar con el mercado".  Comerciar con el mercado significó que los emigrantes de La Meca, muchos de ellos nobles como Omar Ibn Al Jattab, tuvieron que aceptar trabajos considerados deshonrosos para los estándares mecanos. Los medinenses que fingían convertirse al islam solían decirles a los emigrantes de La Meca: "¿Cómo pudo Muhammad (BP) permitirte realizar estos trabajos mal pagados, estos trabajos deshonrosos? Tú pertenecías a la élite de La Meca y eres descendiente de alguna gran tribu o clan, ¿cómo es posible que ahora trabajes de esta manera?".

Al mismo tiempo esas personas le decían a los “ansar” que notaran que desde que habían llegado los emigrantes desde La Meca las cosas en Medina se habían puesto peor, que debido a que había mucha más población en la ciudad las plagas estaban siendo más dañinas, y les decían que el haber construido esa mezquita en la cual se hacían oraciones comunitarias estaba aumentando los contagios entre las personas. Decían eso aun cuando sabemos que el Profeta (BP) dio la instrucción de que la gente contagiada debía aislarse en sus casas. Existen muchos reportes sobre ese tipo de conversaciones de ese grupo de personas, que superficialmente daban la apariencia de una conversación entre amigos. Sin embargo, tenemos reportes del Profeta (BP) y de compañeros como Ali Ibn Abu Talib que muestran su profunda preocupación sobre algunas personas que generaban ese tipo de quejas que fácilmente podían alborotar a las personas. De hecho, hubo ocasiones en las cuales por este tipo de conversaciones se llegó al punto que las tribus de los Jazraditas y los Awsitas se vieran nuevamente envueltas en una guerra. También hubo muchas ocasiones en las cuales se incrementó fuertemente la tensión entre los “muhay-yirun” y los “ansar”.

 

Noten entonces que después de la introducción de la sura, cuyo contenido es parte de su esencia, ella se mueve hacia esa realidad de la existencia de personas que pretenden ser creyentes, y que cuando se les decía que dejaran de generar ese tipo de conversaciones que planteaban quejas, ellos decían que solo estaban preocupados por los intereses de las personas.

 

Sigue la sura,

 

(13) Y cuando se les dice: "Creed como creen los demás," contestan: "¿Es que vamos a creer como creen los necios?" ¡En verdad, que son ellos los necios --pero no lo saben!

(14) Y cuando se encuentran a aquellos que han llegado a creer, afirman: "Creemos [como vosotros]"; pero cuando están a solas con sus malvados impulsos, dicen: "¡En verdad, estamos con vosotros; sólo estábamos burlándonos!"

 

Estos versículos nos indican que algunos de quienes no aceptaban creer en el mensaje que comunicaba Muhammad (BP) lo rechazaban porque no estaban dispuestos a creer como creen los necios, y al mismo tiempo se nos indica que había otras personas que decían que sí creían en el mensaje del Profeta (BP), pero cuando estaban en privado con sus amigos de ideas similares les decían que en realidad no creían y que solo decían creer para burlarse de los creyentes.

 

Sigue la sura,

 

(15) Dios les devolverá sus burlas, y les dejará en su desmesurada arrogancia por un tiempo, vagando ciegos de un lado para otro: (16) [porque] han canjeado la guía por el error; y tampoco su negocio les ha dado beneficio, ni han encontrado guía [en otra parte].

 

En estos versículos Dios nos indica que esa gente que cree que engaña y se burla de los creyentes, y con ello creen que afectan su nobleza, en realidad no se dan cuenta que se están afectando a sí mismos, y que ellos serán los perdedores.

 

Sigue la sura,

 

(17) Su parábola es la de gentes que encienden un fuego: pero tan pronto como este ilumina todo a su alrededor, Dios se lleva su luz, dejándoles a oscuras, sin que puedan ver: (18) sordos, mudos, ciegos --y no pueden volver.

(19) O [la parábola] de una violenta tormenta, con tinieblas, truenos y relámpagos. Se llevan los dedos a los oídos para no oír el trueno, por miedo a la muerte; pero Dios rodea [con Su poder] a todos los que niegan la verdad.

 

Más adelante volveremos a lo indicado por estos versículos, porque nos entregan una imagen muy poderosa y un importante mensaje ético. También es una imagen impactante, personas que prenden un fuego, y cuando ese fuego ilumina sus entornos aparecen sombras que los cubren y que provienen de sus interiores. Esta parábola te hace preguntarte a ti mismo: ¿cuál es el fuego que encendieron?, y ¿qué significa que cuando ellos lo encendieron se iluminó su entorno? Porque si se está hablando sobre personas que son hipócritas, mentirosos, ¿Qué significa que ellos enciendan un fuego que ilumina su entorno y que luego la oscuridad que proviene de su interior los sobrecoge?

Si Dios quiere más adelante volveremos sobre esto.

 

Sigue la sura,

 

(20) A punto está el relámpago de quitarles la vista; cuando les alumbra, avanzan y cuando quedan sumidos en la oscuridad, se detienen.

Si Dios quisiera, ciertamente podría quitarles su oído y su vista: porque, en verdad, Dios tiene el poder para disponer cualquier cosa.

 

Volveremos sobre este versículo más adelante porque tiene una importante mensaje que requiere una reflexión.

 

Sigue la sura,

 

(21) ¡OH GENTES! Adorad a vuestro Sustentador, que os ha creado a vosotros y a quienes vivieron antes que vosotros, para que os mantengáis conscientes de Él, (22) que ha hecho de la tierra un lecho para vosotros y del cielo una bóveda, y hace caer agua del cielo y mediante ella hace brotar frutos para vuestro sustento: así pues, no digáis que existen poderes capaces de rivalizar con Dios, a sabiendas [de que Él es Uno].

(23) Y si tenéis dudas sobre cualquier porción de lo que hemos hecho descender, gradualmente, sobre Nuestro siervo [Muhammad], presentad un sura comparable en mérito, e invocad a cualquier otro aparte de Dios para que dé testimonio por vosotros --si lo que decís es verdad. (24) Y si no podéis hacerlo --y ciertamente no podéis-- sed conscientes del fuego cuyo combustible son los seres humanos y las piedras, y que aguarda a todos los que niegan la verdad.

(25) Pero a aquellos que han llegado a creer y hacen buenas obras dales buenas nuevas de que tendrán jardines por los que corren arroyos. Siempre que se les den, como sustento, frutos de ellos, dirán: “¡Esto es lo que antes recibíamos como sustento!” --porque se les dará algo que les evocará aquel [pasado]. Tendrán esposas puras y allí permanecerán.

(26) Ciertamente, Dios no desdeña proponer como parábola a un mosquito, o [aún] algo más insignificante. Aquellos que tienen fe, saben que es la verdad venida de su Sustentador - mientras que los que se obstinan en negar la verdad dicen: “¿Qué quiere decir Dios con esta parábola?”

De esta forma hace que muchos se extravíen, al tiempo que guía a muchos: pero no extravía así sino a los perversos, (27) que rompen su pacto con Dios una vez establecido [en su naturaleza], y separan lo que Dios ha ordenado mantener unido, y extienden la corrupción en la tierra: esos serán los perdedores.

(28) ¿Como podéis rechazar a Dios si estabais muertos y os dio vida, luego os hará morir y de nuevo os volverá a la vida y a Él seréis devueltos?

(29) Es Él quien ha creado para vosotros todo cuanto hay en la tierra, y volviéndose hacia el cielo lo conformó en siete cielos; y sólo Él tiene pleno conocimiento de todo.

 

Desde los primeros 5 versículos hasta el versículo 29, el Corán trata sobre esa nueva realidad asociada a individuos que se rehusaban a creer, y la de aquellos que decían creer, pero en realidad no creían. Antes de moverse a la siguiente sección la sura nos entrega el versículo 26 que nos muestra una de las polémicas que enfrentaron los musulmanes.

Hay dos tipos de reportes sobre esto, unos asociados a judíos que no se habían convertido al islam, y otro asociado a un judío que, al menos, se había convertido al islam formalmente. Tengan en cuenta que acá el Corán está transitando hacia el tema de los israelitas. Los reportes mencionan la opinión de esos judíos que indicaban que era impropio de Dios usar metáforas que citan a seres de menor grado que el ser humano, y que un verdadero Dios abrahámico usaría ejemplos asociados a reyes, como lo hace la Torá cuando narra historias sobre el ascenso y la caída de reyes y eventos importantes. Entonces una de las críticas que se decían sobre el Corán era que este no narraba historias como lo hace la Biblia, sino que a menudo se refiere a ejemplos de la naturaleza, como las arañas, abejas, lluvia, mares, etcétera, y entonces se preguntaban: ¿Qué tipo de discurso divino es este?

Ahora bien, ¿por qué esto es importante? Bueno, para empezar, hay que recordar que la forma en que el Corán se relaciona con la naturaleza está íntimamente relacionada con lo que hemos descrito como el Corán de la naturaleza. Existe un Corán escrito y existe el Corán de la naturaleza, pero esa idea de un Corán de la naturaleza, o un Corán representado por lo creado, era muy ajena a la comunidad bíblica.

¿Por qué esto es significativo? Recuerden cuando hablamos de la ley natural en el Corán. Mucho tiempo después se desarrolla tanto en el cristianismo como en el judaísmo la idea de la naturaleza como sujeto propio de lo divino, que se trasplantó desde el islam tanto al judaísmo como al cristianismo, y de ahí surgió en ellos la idea de la ley natural.

Lamentablemente, lo que los musulmanes modernos ignoran, desconocen, y nunca abordan, es que esa ideas se originó en el Corán y en el islam. No digo esto con la típica apología triunfalista musulmana, sino que lo digo para enfatizar que parte de la comprensión reside en ser capaz de contar tu propia historia, y de comprender que nadie va a representar tu versión de los hechos, nadie va a hacer tu trabajo por ti y contarle al mundo lo que tuviste que aportar; los únicos que pueden hacerlo son ustedes mismos. Los musulmanes han estado sentados esperando que otros hagan su trabajo por ellos. Por ello encuentras musulmanes cuya reacción es preguntarse: ¿Por qué el Corán habla de cosas como arañas, abejas y hormigas? No lo saben porque desconocen nuestra tradición, porque están preocupados de buscar en las tradiciones detalles sin relevancia.

 

Bueno, entonces teníamos a esa gente que decía que Dios no habla de esa forma, y el Corán viene y es como si les dijera: "No, Dios efectivamente habla así, Dios hablará de cualquier cosa, incluso de algo tan pequeño como un mosquito". La reacción a este versículo por parte de los incrédulos y de los hipócritas fue, por cierto, aún más burlona, y profundizó la idea de que, si este Corán realmente provenía de Dios, hablaría de historias de reyes como lo hace la Biblia.

 

Luego el versículo 27 nos habla de aquellos que rompen su pacto con Dios, ¿cuál es ese pacto con Dios? También nos habla de aquellos que cortan lo que Dios les ordenó no cortar, y que generan corrupción en la tierra. Ahora, todo esto se nos ha indicado en la sura como un preludio que nos va guiando hacia la historia de la creación, para luego hablar de los israelitas.

Algunos estudiosos del Corán indicaron que este versículo se estaba refiriendo a aquellos enemigos que de hecho librarían una guerra contra los musulmanes en aquella época, pero no existe evidencia en los reportes que en esos momentos, de hecho, se hubiese estado hablando de actos necesariamente violentos. Ya volveremos a este tema más adelante, pero lo que quiero resaltar por ahora es que muchos estudiosos del Corán indicaron que cuando el versículo habla del “pacto”, él está hablando sobre el juramento que muchos le dieron al Profeta (BP) de reconocerlo como la autoridad en Medina y de reconocer la constitución establecida para Medina, pero sobre esto tampoco hay evidencias en los reportes de la época.

De lo que está hablando el versículo se trata más bien del pacto innato que todos establecemos con Dios a través de nuestros dones intelectuales naturales. Estos son los dones de las potencialidades naturales codificadas que Dios nos ha otorgado, nuestra capacidad natural para hacer el bien, y nuestra capacidad natural para alcanzar un potencial moral específico. El fracaso en hacerlo resulta en la generación de corrupción en la Tierra.

Así que no es casualidad que, justo después de que Dios dice: “Sí, YO hablo de la naturaleza”, luego nos hable de ese pacto que, de nuevo, es innato en la naturaleza misma de la creación.

 

Luego la sura nos hace un breve recuerdo sobre el hecho de que Dios ha creado siete cielos. Sobre esto les puedo indicar que hay opiniones de eruditos del Corán que indican que la referencia al número “siete” no es literal en cuanto a que significa siete en cantidad, sino que en el lenguaje árabe el número siete también tenía una referencia a “muchos”, y por lo tanto el versículo se estaría refiriendo a que Dios ha creado muchos cielos.

 

A continuación, la sura se introduce en la historia de la creación.

 

(30) Y HE AHÍ que tu Sustentador dijo a los ángeles: “Voy a poner en la tierra a alguien que ha de heredarla.”

Dijeron: “¿Vas a poner en ella a alguien que extenderá la corrupción en ella y la corromperá - mientras que nosotros proclamamos Tu gloria infinita, Te alabamos y santificamos Tu nombre?”

[Dios] respondió: “Ciertamente, Yo sé lo que vosotros no sabéis.”

(31) Y enseñó a Adán los nombres de todas las cosas; luego se las mostró a los ángeles y les dijo: “Decidme los nombres de estas [cosas], si es verdad lo que decís.”

(32) Dijeron: ”¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has impartido. Ciertamente, sólo Tú eres omnisciente, sabio.”

(33) Dijo: “¡Oh Adán! Infórmales de los nombres de estas [cosas].”

Y cuando [Adán] les hubo informado de sus nombres, [Dios] dijo: “¿No os dije: ‘Ciertamente, sólo Yo conozco la realidad oculta de los cielos y de la tierra, y conozco todo lo que ponéis de manifiesto y todo lo que ocultáis’?”

(34) Y cuando dijimos a los ángeles: “¡Postraos ante Adán!” --se postraron todos, excepto Iblis, que se negó y se mostró arrogante: y así se convirtió en uno de los que niegan la verdad.

(35) Y dijimos: “¡Oh Adán! Habita con tu esposa en este jardín, y comed con libertad de lo que en él hay; pero no os acerquéis a este árbol, porque seriáis transgresores.”

(36) Pero Satán les hizo caer en eso, y precipitó con ello la pérdida de su estado anterior. Y dijimos: “¡Descended, [y sed en adelante] enemigos unos de otros; y en la tierra tendréis vuestra morada y bienes de que disfrutar por un tiempo!”

(37) Luego Adán recibió palabras [de guía] de su Sustentador, que aceptó su arrepentimiento: pues, en verdad, sólo Él es el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia. (38) [Pues, si bien] dijimos: “Descended todos de este [estado],” ciertamente, os llegará de Mí una guía, y los que sigan Mi guía nada tienen que temer y no se lamentarán; (39) pero los que se obstinen en negar la verdad y desmientan Nuestros mensajes --esos están destinados al fuego y en él permanecerán.

 

La historia de la creación de inmediato nos dice que Dios les dijo a los ángeles que había creado un "califa", un vice regente, un heredero por así decirlo, sobre la tierra. Ante esto los ángeles le respondieron a Dios que ÉL colocaría en la tierra a un ser con la capacidad de derramar sangre mientras ellos adoren y supliquen a Dios. Entonces Dios les respondió indicándoles que ÉL sabe lo que ellos desconocen.

Uno de los aspectos importantes acá es que los musulmanes observen el contraste de la historia de la creación en el Corán y la historia de la creación en la Biblia, ambas son muy diferentes. En la Biblia tenemos el tema que fue la mujer culpable al tentar al hombre para comer la fruta de un árbol que es descrito en varias partes de ella como el “árbol de la vida eterna”, y que luego Dios descubrió, por casualidad, que ellos habían desobedecido SU orden de no comer la fruta de ese árbol. Frente a ese pecado Dios los castigó sacándolos del paraíso, y a ese pecado se le denominó el “pecado original”. 

La forma en que la historia es tratada en el Corán es muy distinta. Se nos muestra esa dinámica en la cual Dios le enseña a Adán “los nombres”, y el término “los nombres” no se debe interpretar como “el nombre de las cosas”. El término “nombre”, especialmente en el mundo medieval, se refería a la “esencia” de algo, es por ello por lo que, en el cristianismo, particularmente en el exorcismo, cuando desean ganar control o dominio sobre el demonio, ellos le preguntan al demonio: “¿cuál es tu nombre?”, y cuando el demonio le indica su nombre ellos pueden exorcizarlo, porque cuando conocen su nombre conocen su esencia y pueden lograr dominio sobre él. Entonces el término “el nombre de algo” se refiere a “la esencia de algo”, y la “esencia de algo” era “la idea de ese algo”, entonces cuando Dios dice que Él le enseñó a Adán los “nombres” significa que le enseñó la esencia de las cosas. Luego Dios le muestra el conocimiento de Adán a los ángeles y les dice: “no les dije que YO sé lo que ustedes no saben”, y lo que esto significa es que Adán tenía la capacidad y habilidad de comprender y entender.

Este pensamiento no es mío, sino que muchos eruditos lo han indicado, como Razzi, Abul Jabbar, y otros. No es que Dios le dio a Adán un vocabulario de palabras que debió memorizar, sobre lo cual tampoco sabemos si Dios les dio a los ángeles mejor capacidad de memorizar que la dada a los seres humanos, no fue un tema de memoria, sino un tema de capacidad de comprensión de las cosas, particularmente el tipo de habilidad de comprensión que permite a los seres humanos asumir la responsabilidad de lo que eligen y hacen.

 

Ahora, ¿Qué tipo de comprensión tú necesitas para asumir la responsabilidad de lo que eliges y haces? Es lo que en nuestros tiempos llamamos “la capacidad racional”.  Si tú no tuvieras la capacidad de razonar sobre las cosas, si tú no tuvieras capacidad de razonar, si tienes una razón errónea, entonces podríamos decir que por ello estás tomando decisiones equivocadas.

Se supone que si las personas tienen buena capacidad de razonar entonces podrán tomar buenas decisiones.

 Todo esto está conectado con la idea asociada al orden natural de las cosas, y es todo parte de lo que posteriormente el Corán les dirá a los israelitas.

 

Desafortunadamente cuando mucha gente estudia sura La-Vaca la entiende como si ella tuviera versículos mezclados de distintos temas, sin conexión temática entre ellos.

La misma idea asociada a la elección racional, la idea de la capacidad racional de los seres humanos para llegar a ser los vice regentes y representantes de Dios en la tierra es un concepto singular del Corán, no se encuentra en la Biblia, no se encuentra en el antiguo testamento que es la Torá.

¿Por qué digo esto?, porque Maimónides, en el siglo XII DC, tomó prestada esta idea desde el islam. Si tú nunca has estudiado algo de la teología judía moderna, o de la filosofía judía moderna, mucho de ellas se fundamentan en la idea que los israelitas son la gente elegida de Dios porque suponen que ellos darán el ejemplo moral a la humanidad, y que el heredar la tierra significa que ellos son los ejemplos de Dios en la tierra, y que ellos son quienes deben constituir la consciencia de la humanidad, y que al ser parte de la consciencia de la humanidad ellos podrían testificar por medio de su sufrimiento.

Así entonces ellos indican que son el pueblo elegido de Dios pues ÉL los eligió para sufrir, especialmente para sufrir, a fin de que pudieran dar testimonio de lo que está bien y lo que está mal, como una especie de servicio a la humanidad. Muchos teólogos judíos modernos dicen: “La idea del pueblo elegido de Dios se ha comprendido de una forma completamente errónea. No se trata de una especie de aristocracia o privilegio, sino de una carga. Significa que el pueblo judío tiene la responsabilidad de dar un ejemplo moral a la humanidad, y a veces tiene que dar ejemplos morales a través de su sufrimiento.”

Pero aquí está la cuestión, y comprueben lo que les digo, busquen y miren donde quieran, y verán que toda esta teología y filosofía judía moderna se remonta a la figura clave de Maimónides, porque él teorizó sobre esto en el judaísmo. ¿Y de quién aprendió Maimónides esto? Maimónides se crio entre musulmanes, estudió la ley de la escuela de jurisprudencia Shafi, conocía muy bien la filosofía islámica, y cualquiera que haya leído a Maimónides —y lamentablemente estoy seguro de que muy pocos musulmanes lo han hecho, y mucho menos lo han leído en hebreo— no puede dejar de notar increíbles similitudes entre Maimónides y pensadores musulmanes claves como Al-Ghazali, por ejemplo, o incluso como Abdul Jabbar, y también con lo que dice el Corán.

¿Es importante que los musulmanes sepan esto? Por supuesto, porque nadie va a escribir la historia del islam por ustedes. Vayan a las bibliotecas y busquen cuántos libros se han escrito sobre Maimónides, y luego vean cuántos de estos libros fueron escritos por no judíos. Encontrarán que el 99% de todos los libros, toneladas de libros escritos sobre Maimónides, son escritos por autores judíos. Luego vean cuántos libros se han escrito sobre Al-Ghazzali por ejemplo, y vean cuántos de esos libros han sido escritos por musulmanes, y no me estoy refiriendo a esa basura apologética que surge de donde ustedes saben, sino que me estoy refiriendo a obras académicas serias.

Nadie va a hacer el trabajo por ustedes. La regla general es que las personas trabajan desde su consciencia profunda, y esta consciencia profunda les permite tener una visión clara de qué es parte de su ser, y qué es parte del ser de los otros. Los musulmanes siguen viéndose a través de los ojos de los otros, y lo han hecho desde la llegada de la modernidad.

 

Veamos el versículo 35 y noten la expresión en él sobre el término árabe “Al-jannah”, sobre el cual Rashid Rida, Muhammad Abdu, y algunos otros estudiosos del Corán indicaron que no necesariamente se refiere al cielo, o jardín, del cual Dios habla como recompensa después de la resurrección. El término “jannah” se refiere a cualquier estado de dicha, un estado de dicha, un entorno, en el que Adán y Eva gozaban de seguridad, tranquilidad, protección y paz. El ejercicio incorrecto de la voluntad fue la introducción, o la consciencia, de la evaporación de ese estado de dicha. Si este era el mismo "jannah" que nos espera después de la resurrección, o si era un "jannah" que significa un estado de dicha en algún jardín, pero no necesariamente el jardín del más allá, es una pregunta que queda abierta.

Estoy de acuerdo con la opinión de Muhammad Abdu, quien cita a varias autoridades de la tradición islámica, pero sí, es algo que queda en la ambigüedad.

Varios han interpretado el término en términos de la idea del edén que se encuentra en la Biblia, pero eso es porque mucha gente simplemente la tomó de la tradición bíblica y la asumió como idéntica en el islam, pero es importante reconocer que gran parte de lo que se menciona en el Corán sobre el "jannah" de Adán y Eva es como si fuera un estado mental, como si fuera una realidad que simplemente desconocemos.

Luego los versículos nos indican que Dios absuelve a Adán y Eva de ese pecado. En esto existe una diferencia importante con la tradición bíblica, en la cual toda la herencia del pecado original marca la vida en la tierra como una existencia impura, manchada por el pecado original. En el islam, la vida en la tierra es como una ficha de confianza que recibimos de Dios, y la tierra no es un castigo, sino una entrega de confianza, y eso resultará muy importante, como veremos más adelante en la sura.

 

Ahora la sura se dirigirá hacia los israelitas. Colocando este tema en forma simple y directa, la sura nos indicará las formas en las que los israelitas le fallaron a Dios, y qué fue entonces lo que justifica el envío del Profeta Muhammad (BP), porque todas las fallas, todos los pecados, todos los errores que sura La-Vaca indica que cometieron los judíos, no es solo un mensaje para ellos, sino que más importante que ello es un mensaje para los musulmanes.

Ya veremos que es como si la sura les dijera a los musulmanes que vean en los judíos un ejemplo de personas que recibieron un mensaje de Dios, personas que establecieron un compromiso con ÉL y que no cumplieron dicho compromiso, y que lo que ocurrió finalmente es que Dios envió a Muhammad (BP) y le estableció a los seguidores de Muhammad (BP) la obligación de honrar lo que es correcto para establecer el bien y resistir el mal y lo incorrecto. Entonces el mensaje es una indicación para los musulmanes que, si no aprenden de lo que el Corán está indicando sobre los errores de los judíos, habrán perdido un aspecto importante de lo que la sura quiere enseñarles.

Hay una tendencia en la tradición islámica de leer esta sura como si ella le estuviera hablando a los israelitas de la manera en la que la Biblia les habla, y esto ya lo veremos más adelante, y entonces se cree que el Corán solo está indicando que hay algo que está mal con la gente entre los israelitas, y en algunas ocasiones esas tendencias se tornan antisemíticas o racistas. Pero el Corán no está haciendo eso ni indicando aquello, no hay nada malo con los israelitas, hay algo malo con lo que ellos decidieron hacer en distintos tiempos, y el Corán entonces les dice a los musulmanes que, si ellos deciden hacer lo mismo que los israelitas hicieron, entonces también estarán en problemas.

No es una exageración decir que solo estudiando lo que esta sura dice sobre la forma en que el compromiso con Dios fue traicionado se logra un completo aprendizaje sobre lo que como musulmanes debemos hacer, y sobre lo que, si fallamos, caemos en la misma categoría de traicionar el compromiso con Dios.

Los injustos no pueden ser el recipiente de los compromisos y el pacto con Dios. Las personas que cometen los tipos de errores expuestos en esta sura no pueden ser el pueblo de Dios, independientemente de lo que afirmen o pretendan ser o de cualquier ritual que realicen.

Por esto es por lo cual es importante desde el inicio de esta sura observar la forma en que Dios le está diciendo a los israelitas que estaban equivocados, que el asunto no es que Dios toma un conjunto de personas para hacerlas SUS favoritas, no es así con los israelitas, no es así con los cristianos, y tampoco es así con los musulmanes, sino que hay exigencias para sostener el compromiso y el pacto con Dios.

Si Dios quiere, más adelante les mostraré algo que es realmente destacable, y es que la misma Biblia dice lo mismo. Bueno, solo Dios sabe cómo habría sido la Biblia si no se hubieran producido las alteraciones históricas que se produjeron, pero hay suficientes fragmentos que han sobrevivido y que conservan la misma idea básica.

 

Entonces sigamos con la sura en la parte que se dirige a los israelitas, y vean como el Corán les habla de forma directa. Esto es interesante porque parte de la dinámica de las tribus judías en Medina era que ellas asumían que el Profeta (BP) no sabía lo que la Torá decía, y lo que el Corán hace es mostrarles precisamente esos puntos.

 

(40) ¡OH HIJOS de Israel! Recordad las bendiciones que os dispensé y cumplid vuestro pacto conmigo, [entonces] Yo cumpliré Mi pacto con vosotros; ¡y temedme a Mí, solo a Mí!

 

Lamento insistir en este punto, pero como no existe en nuestra tradición es imperativo que se convierta en un hecho establecido.

Tenemos un mensaje, el mensaje comunicado por el Profeta (BP), que estaba intentando establecerse y arraigarse en Medina, y entre sus críticos más prominentes y, de hecho, los críticos con mayor autoridad en dicha ciudad eran las tribus judías, y eran ellas las que podían decir con autoridad si Muhammad (BP) era real o un fraude. Los otros grupos de la ciudad les otorgaban esa autoridad a los judíos, incluso los hipócritas obtenían de las tribus judías sus argumentos para atacar a los musulmanes, también lo hacían quienes se negaban a convertirse al islam. Entonces, lo que el Corán les dice a los israelitas, y la forma en la que lo hace, es sorprendente. Presten atención a lo que dice el versículo.

Dios les habla en forma directa, y les indica que recuerden las bendiciones que ÉL les ha otorgado, y luego hablándoles en tiempo gramatical presente, no en pasado, les indica que deben cumplir su compromiso con Dios para que ÉL cumpla SU compromiso con ellos.

Si el Profeta Muhammad (BP) hubiese sido solo un personaje político, hubiese dicho que Dios ahora tenía un compromiso solo con él, no con ellos. Les hubiera dicho que ellos, los judíos, ya eran una cosa del pasado, que ya no tenían un pacto ni un compromiso con Dios, ni Dios con ellos. Pero el hecho es que llega Dios y aún les sigue hablando a los judíos como si tuvieran una relevancia que continuaba.

Fíjense como hoy en día en muchos países se dice que el Corán es antisemita, pero este versículo muestra claramente que el Corán no lo es. Porque Dios les habla a los israelitas en los momentos en que Muhammad (BP) estaba allí, y les dice que cumplan sus compromisos y pacto con Dios para que ÉL cumpla SU compromiso con ellos. Si el Corán fuese de origen humano, decir esto sería una locura, porque tú estarías empoderando a tus enemigos u oponentes.

Nosotros los musulmanes no servimos al Corán como deberíamos hacerlo, porque si lo hiciéramos, el mundo entero tendría claridad sobre la posición moral que establece el Corán. El Corán no deshumaniza a los judíos, no los margina, no los deslegitima, sino que los menciona como una gente que aún tiene la posibilidad de cumplir su pacto con Dios.

 

La razón por la cual esto sorprendió a las tribus judías fue porque ellos sabían lo que la Torá decía sobre el pacto. Les daré algunos ejemplos de lo que se dice en la Torá.

En Éxodo 19:5 se menciona a Dios diciendo lo siguiente: “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra”. La Torá tiene muchas referencias asociadas a los israelitas siendo elegidos por sobre todas las otras personas.

Veamos ahora Levítico 26:46 donde se dice: “Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés.”

En Jeremías 31:31-32 se dice: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, entonces los desprecié, dice Jehová.” Es decir, de acuerdo a Jeremías los judíos rompieron su pacto con Dios y entonces ÉL los despreció, pero Dios habla de que habrá un día donde habrá un nuevo pacto. Luego continua Jeremías 31:33-34: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”

Otro ejemplo, Hebreos 8:7-10 dice: “Porque si el primer pacto hubiera sido sin defecto, no habría habido necesidad del segundo, pues los halló culpables y dijo: He aquí, viene el día, dice el Señor, en que perfeccionaré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto. No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano y los saqué de la tierra de Egipto, porque no permanecieron en mi pacto, los rechacé, dice el Señor. Porque este será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mi ley en sus mentes y la escribiré en sus corazones; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.” Luego en el versículo 13 se dice: “Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a su destrucción.”

 

Entonces vemos que primero la Torá habla de un pacto que fue roto, y que el rompimiento de ese pacto trajo la ira de Dios hacia los hijos de Israel, sin embargo, de acuerdo a la Torá, ellos siguieron siendo el pueblo elegido.

Especialmente en el nuevo testamento se habla del antiguo pacto que fue incumplido, y del nuevo pacto que fue ofrecido a los hijos de Israel, y se indica que si ellos aceptaban ese nuevo pacto volverían a ser amados por Dios nuevamente.

Los cristianos leyeron el lenguaje asociado al nuevo pacto, fundados en el nuevo testamento, como una referencia a la aceptación de Jesús (BP) como cristo, el mesías.

Es importante mantener en mente que la misma Torá no fue escrita en los tiempos de Moisés (BP), sino que fue escrita después de la destrucción del segundo templo y de la diáspora, en otras palabras, fue escrita en tiempos en los cuales los judíos fueron horriblemente oprimidos, y entonces se sostuvieron fuertemente a la idea de que ellos eran el pueblo elegido por Dios, y de que si ellos reestablecían el pacto con Dios, ÉL los libraría de la opresión que estaban sufriendo y los regresaría a lo que ellos llamaban “la tierra prometida”. 

Esta es una poderosa noción ideológica encontrada en la Torá, porque la forma en que ella fue escrita es como el sueño de una persona oprimida, personas que están subyugadas, personas que sueñan con liberarse de esa subyugación, y entonces la idea de ser la gente elegida por Dios fue muy necesaria para la preservación y elevación de sus almas y para sostenerse en ese estado de subyugación.

 

Por otra parte, como dijimos, el nuevo testamento llegó y reflejó claramente la idea de que ahora el tema era Jesús (BP), y que se debía aceptar a Jesús (BP) y que esa era la oportunidad para cumplir el pacto, pero como ya veremos, el nuevo testamento tiene algunas cosas muy malas que decir sobre los israelitas.

 

Ahora quiero leerles lo que se dice en el Levítico 27:1-8, en el cual se habla sobre el precio de venta de seres humanos para que sean esclavizados, algo que ustedes no podrían encontrar en el Corán. Dice lo siguiente: “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno hiciere especial voto a Jehová para la estimación del precio de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así: En cuanto al varón de veinte años hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario. Y si fuere mujer, la estimarás en treinta siclos. Y si fuere de cinco años hasta veinte, al varón lo estimarás en veinte siclos, y a la mujer en diez siclos. Y si fuere de un mes hasta cinco años, entonces estimarás al varón en cinco siclos de plata, y a la mujer en tres siclos de plata. Mas si fuere de sesenta años o más, al varón lo estimarás en quince siclos, y a la mujer en diez siclos. Pero si fuere muy pobre para pagar tu estimación, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio; conforme a la posibilidad del que hizo el voto, le fijará precio el sacerdote.”

¿Se pueden imaginar si algo así estuviera en el Corán?

Todos aquellos que desean hacerme pasar un mal rato diciéndome: “Mira lo que dice el Corán aquí, o lo que dice allá”, ¿se pueden imaginar si esto apareciera en el Corán? La Biblia está llena de cosas como esta, hay muchas cosas similares. Les podría hacer un seminario de seis meses sobre el contenido que se podría usar para indicar que la Biblia es judeofóbica o cristianofóbica. Pero los musulmanes están completamente despistados, y no enfrentan con esto a los islamofóbicos, la ignorancia es realmente una enfermedad horrible, de la misma forma que el conocimiento es una fortaleza impresionante.

La única religión que no puede ser demonizada, si la gente realmente comprendiera, es el islam. ¿Entonces que podemos hacer con la actual realidad de que los seguidores de la mejor religión resultan ser las peores personas? Tengo casi 60 años, y en todos estos años he conocido a una cantidad de musulmanes que puedo contar con una mano, no más de 5, que han estudiado la Biblia en profundidad, sus contextos, y los comentarios de los teólogos a lo largo de la historia sobre ella, y que pueden enfrentar a quien quiera para discutir sobre el Corán y la Biblia.

Los musulmanes aún creen que sí pueden dar sus discursos apologéticos sobre, por ejemplo, la poligamia, y dicen por ejemplo: "Bueno, no, lo que sucede es que en realidad no entiendes realmente lo que dice el Corán sobre la poligamia...", ese es un camino completamente equivocado, una metodología equivocada, un enfoque equivocado; es la metodología de un pueblo derrotado y destrozado, avergonzado de ser quién es.

Así no se combate la intolerancia ni el racismo.

 

Sigue la sura,

 

(41) Creed en lo que he revelado [ahora], que confirma la verdad de lo que ya tenéis, y no seáis de los primeros en negarlo; y no malvendáis Mis mensajes por un provecho insignificante; ¡y sed conscientes de Mí, solo de Mí!

 

Dios les indica a los judíos que este mensaje, el Corán, confirma lo que ellos ya han recibido. Entonces esto genera la siguiente pregunta: ¿Qué quiere significar Dios cuando indica que el Corán confirma lo que ellos han recibido?

Les daré solo un ejemplo mencionándole lo que se indica en el Deuteronomio 18:18, donde se dice: “Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare”. 

¿Cuál es el tema relevante acá?

Se indica que Dios levantará un profeta desde “sus hermanos”, se refiere a los hermanos de los israelitas.

Por lo tanto a lo que el Corán se está refiriendo es precisamente a versículos como el mencionado en la Torá, donde se menciona que habrá un profeta común que no vendrá de entre los israelitas sino de entre los hermanos de los israelitas, ¿y quiénes son los hermanos de los israelitas? ¡Los árabes! No un profeta de la línea de Isaac (BP), sino de la línea de Ismael (BP).

Hay reportes que indican que cuando este versículo fue revelado, los judíos en Medina quedaron impactados que el Corán hiciera una referencia a lo que decía el Deuteronomio en relación al profeta de entre sus hermanos, y entonces fueron donde el Profeta (BP) y le preguntaron: ¿Quién te dijo esto?, y luego fueron donde un judío y le preguntaron si él le había dicho al Profeta (BP) lo que salía en el Deuteronomio. Si estos reportes son o no son auténticos no es lo relevante, lo relevante es entender la interacción teológica que se estaba produciendo, porque el Corán estaba diciendo que los judíos habían recibido en su libro el mensaje de que entre sus hermanos, los árabes, Dios levantaría un profeta, mientras que los judíos de Medina les decían a los árabes que Dios solo enviaba profetas de entre los israelitas.

 

En la parte final del versículo el Corán les indica a los judíos de Medina que la razón por la cual ellos insistían que el profeta por venir tenía que ser un israelita, y de esa forma negaban lo indicado en el Deuteronomio, era porque en ello tenían involucrados intereses materiales. El Corán les indica que dejen de ser tercos, y que reconozcan lo que entre ellos saben que es verdad. 

 

 Sigue la sura,

 

(42) Y no cubráis la verdad con falsedad, ni ocultéis la verdad a sabiendas; (43) y sed constantes en la oración, y gastad en limosnas, e inclinaos en oración con los que se inclinan.

 

Nuevamente el versículo les indica que no deben ocultar la verdad, y entonces les habla del mismo tema.

Algunos estudiosos del Corán dentro de la tradición islámica, desafortunadamente no muchos, pero algunos como por ejemplo Zamakshari, notaron lo siguiente. Cuando estás hablando con tu oponente y le dices: “tú sabes cual es la verdad, y tú sabes que el próximo profeta no será un israelita, y tú sabes que aquí está ese profeta, y tú estás escondiendo lo que la Torá dice, entonces no lo ocultes. Además ten en cuenta que también debes ser justo, debes hacer tus oraciones, y debes dar limosna”, te debe quedar claro que este no es un mensaje generado por un ser humano. Si esto fuera generado por un ser humano, ¿se preocuparía que su oponente haga sus oraciones y de caridad?, ¿se preocuparía que su oponente fuera moral y justo? Ahora, dado que el AUTOR es Dios, sí se lo indica, y les indica que si deciden no aceptar el islam al menos hablen con la verdad, le recen a Dios y den caridad. De esa forma tal vez, tal vez, estarán bien con Dios, tal vez eso les permitirá mantener su pacto con Dios y así encontrar la protección de Dios.

 

Sigue la sura,

 

(44) ¿Ordenáis a otra gente que sean piadosos, olvidándoos de serlo vosotros mismos, que leéis la escritura divina? ¿Es que no vais a usar vuestra razón?

 

Nuevamente, esta no es la retórica que usaría un oponente humano, sino que claramente es el lenguaje de un SER superior que conoce lo que está dicho en las escrituras divinas, y que se las expone.

 

Sigue la sura,

 

(45) Buscad ayuda en la firme paciencia y en la oración: esto es ciertamente difícil, excepto para los humildes de espíritu, (46) que saben con certeza que encontrarán a su Sustentador y que a Él serán devueltos.

 

El versículo 45, en su última parte, nos habla de quienes son “jaashigín”, que es una palabra árabe que significa ser temeroso de Dios, humilde, y con una moralidad basada en los principios divinos. Entonces, ¿qué es lo difícil de hacer, cuál es el gran desafío por enfrentar, excepto para quienes sean como los “jaashigín”? El desafío es precisamente al cual el Corán está invitando a los judíos hacer, y eso es admitir la verdad aun cuando ella no sirva a tus propios intereses materiales.

Por supuesto que Dios sabía que para los israelitas era difícil llegar y decir: “Sí, en realidad el profeta por llegar será uno de entre los árabes, y sabemos que ya no es válido el asunto de ser el pueblo elegido por Dios”. Pónganse ustedes en el lugar de esas tribus judías, ¿ustedes habrían tenido la valentía de hacer lo que Dios les exigió a ellos? Porque aunque no se convirtieran al islam Dios les estaba diciendo que debían admitir aquello, y además rezar, y hacer caridad, en otras palabras, les pedía ser personas ética y moralmente guiadas por los principios divinos.

 

En esa época las prácticas de negocio prevalecientes en Medina eran completamente corruptas. Recuerden cuál fue la sura revelada justo antes de la emigración a Medina, fue sura Al-Mutaffifin, donde Dios dice: “¡Ay de los defraudadores!”, llamando la atención en forma directa a los musulmanes sobre el completo quiebre moral prevaleciente que encontrarían en Medina.

¿Quiénes fueron los que asumieron un real compromiso por transformarse moralmente en Medina? Fueron aquellos que decidieron convertirse al islam, mientras que los otros pretendieron seguir haciendo las cosas de la forma que las venían haciendo por mucho tiempo. Esta gente estaba viendo como cambiaban las cosas, como se producía una revolución frente a sus ojos, y esa revolución estaba siendo liderada por los “muhay-yirun” y los “ansar”, y esa revolución ética y moral estaba dejando fuera de ella a quienes eran hipócritas, esos que decían ser musulmanes pero no se comportaban como tales, y a quienes querían seguir haciendo las cosas como se hacían antes. Es por ello por lo que el desafío para los judíos era grande, y también es por ello por lo que el Corán no solo les dice que hagan una alianza con Muhammad (BP), sino que les enfatiza el aspecto moral y ético, y les exige honestidad en su discurso.

 

Les debo confesar algo. En parte, solo en parte tengo una deuda con los islamófobos, porque los islamófobos, especialmente los europeos, especialmente los que escriben en francés, adoran en insistir en críticas sobre lo que se dice en sura La Vaca. Cuando leía lo suficiente, hace mucho tiempo, cuando era más joven y paciente, solía leer muchos de los libros islamófobos que ellos publicaban constantemente, y al leer bastante sobre lo que escribían estos idiotas franceses, porque son idiotas, en parte, es lo que me hizo profundizar mucho en esta sura, y en lo que esta sura les decía a los judíos, y en las circunstancias y contexto de aquella época en Medina.

 

Sigue la sura,

 

(47) ¡Oh hijos de Israel! Recordad las bendiciones que os dispensé, y como os favorecí sobre todos los demás pueblos;

 

¿Es este el concepto del pueblo elegido? La respuesta es: ¡NO! Lo que está indicando el Corán es que Dios favoreció a los hijos de Israel por sobre todos los demás pueblos al enviarles a Moisés (BP) para que los librara de su cautiverio.

Los israelitas eran un pueblo que había sido oprimido por mucho tiempo, y mantenido en cautiverio, y entonces Dios envió un descendiente de Yahuda para liberar a los israelitas de su cautiverio. Eso es un acto de Dios de favorecer a unas gentes. De la misma forma Dios favoreció a los quraichitas enviándoles a Muhammad (BP).

A quien Dios envía un mensajero, Dios lo ha favorecido.

 

Sigue la sura,

 

(48) y sed conscientes de [la llegada de] un Día en el que ningún ser humano podrá beneficiar a otro, ni se aceptará intercesión o pago de rescate por ninguno de ellos, y nadie será auxiliado.

 

El versículo hace un énfasis sobre la responsabilidad individual en el Día del Juicio, y eso chocó directamente con lo que los judíos decían sobre lo que Dios haría con ellos en la otra vida.

Los judíos decían que las personas del pueblo elegido, incluso si algunas de ellas iban al infierno, su castigo en el infierno no sería ni serio ni severo. EL énfasis sobre la idea que Dios muestra en el Corán en muchas de las suras, sobre que no hay absolución del pecado, y que nadie absolverá a otro de sus pecados, y que nadie le quitará los pecados a otro, chocó directamente con la doctrina judía y la doctrina cristiana de la época.

 

Sigue la sura,

 

(49) Y [recordad] cuando os salvamos de las gentes de Faraón, que os afligían con duros castigos, degollando a vuestros hijos varones y dejando con vida [sólo] a vuestras mujeres --en esto os probó vuestro Sustentador duramente; (50) y cuando separamos a vuestro paso las aguas del mar, salvándoos y ahogando a las gentes de Faraón ante vuestros propios ojos; (51) y cuando emplazamos a Moisés durante cuarenta noches [en el monte Sinaí], y en su ausencia os entregasteis a la adoración del becerro [de oro], y os volvisteis transgresores: (52) luego, aun después de eso, os perdonamos este pecado vuestro, para que os moviera a ser agradecidos.

 

Ahora la sura comenzará a mencionar las fallas y faltas cometidas por los israelitas.

Moisés (BP) se dirigió al monte Sinaí donde permaneció cuarenta noches durante las cuales recibió los diez mandamientos, y cuando él regresó encontró que su gente había vuelto a una forma de adoración de ídolos. La adoración al ídolo que ellos estaban realizando se debió en parte, según una serie de reportes, debido a que Moisés (BP) se había retrasado en su regreso, y entonces ellos temieron que él se había perdido y había muerto, incluso algunos reportes indican que ellos le rezaron al ídolo con forma de becerro para que intercediera ante Dios para que ÉL permitiera que Moisés (BP) regresara a salvo. Pero en definitiva ellos tomaron un ídolo con forma de becerro y lo adoraron.

Por supuesto que esa acción fue una vuelta a la cultura de sus opresores, porque la reverencia a las formas de animales construidas con oro era una práctica cultural en el antiguo Egipto, algo que en esa época estaba muy bien establecida. 

 

Sigue la sura,

 

(53) Y [recordad] cuando dimos a Moisés la escritura divina --y [con ella] el criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso --para que así fuerais rectamente guiados; (54) y cuando Moisés dijo a su pueblo: “¡Oh pueblo mío! Ciertamente, habéis pecado contra vosotros mismos al adorar el becerro; volveos a vuestro Creador arrepentidos y haced penitencia; esto es mejor para vosotros ante vuestro Creador.”

Y Él aceptó vuestro arrepentimiento: pues, en verdad, sólo Él es el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia.

 

En estos versículos, el Corán se refiere al evento de cuando Moisés (BP) se encuentra con su gente adorando un ídolo.

En el versículo 54 está la expresión árabe: “faaqtulú anfusacum”, y que los islamofóbicos a menudo usan para criticar el islam diciendo que el Corán indica que los judíos se mataron entre ellos (En la traducción en uso no se hace la interpretación indicada por Sheij Khaled Abdou El Fadl). Pero veamos que dice la Biblia sobre la reacción de Moisés (BP) con respecto a este acontecimiento, para ello leeremos Exodo 32:26-28: “Se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.”

 

Con respecto a la expresión “faaqtulú anfusacum”, muchos estudiosos del Corán lo han entendido como una referencia a este evento indicado en la Biblia, ellos no lo inventaron. Sin embargo, y este es un gran “sin embargo”, un número de estudiosos del Corán dijeron que el relato bíblico se encuentra entre los injustificadamente sangrientos y asesinos. Porque se indica que según la Biblia los israelitas adoraron al becerro, luego Moisés (BP) regresó, se enojó, ellos abandonaron la adoración y pidieron perdón a Dios, quien lideró el movimiento para adorar al becerro fue castigado - en la Biblia se indica que fue torturado y asesinado mientras que en el Corán se dice que fue exiliado – y luego los hijos de una de las tribus masacraron a sus hermanos israelitas.

Comentaristas como Razzi dijeron que esto no tenía sentido, porque si Dios los había perdonado, ¿por qué ordenó luego esa matanza?, y entonces estos estudiosos del Corán rechazaron el relato bíblico. De hecho, algunos afirmaron que la inserción del relato bíblico en la tradición islámica se debió a la influencia de la tradición israelita generada por aquellos judíos que afirmaban haberse convertido al islam. Estos comentaristas argumentaron que la expresión en árabe “faaqtulú anfusacum” no significa que Dios realmente haya ordenado que alguien matara a alguien, y también rechazaron la idea de que Dios les dijera que se suicidaran.

Si bien el suicidio no está en la Biblia, algunos comentaristas del Corán afirmaron que como no podía ser cierto el relato bíblico sobre el asesinato, entonces lo que debería significar la expresión es que Dios les dijo que se suicidaran. Estos comentaristas afirmaron que Dios les dijo que se suicidaran para ver si alguno de ellos realmente demostraba su convicción, mostrando su disposición a hacerlo, y que luego Dios intervino en el último minuto y dijo que Él realmente no quería que se suicidaran. Sin embargo, la prueba de esta interpretación en las tradiciones es bastante débil, lo que significa que no hay nada auténtico que respalde esa opinión.

Otros estudiosos del Corán argumentaron, con lo que estoy de acuerdo, que esta expresión se refería a un procedimiento diferente, conocido como una forma de “muerte” en la época de los israelitas, y que la mejor palabra para ello es “auto mortificación”, y que corresponde a cuando uno se denuncia públicamente a sí mismo por haber pecado. Algunos dicen que el procedimiento consistía en tomar polvo y granizarlo sobre la cabeza como señal de vergüenza. Hasta hoy, por cierto, en algunas sociedades árabes tradicionales, cuando las mujeres pierden a un ser querido, todavía puedes observar que se echan polvo sobre la cabeza. Esta práctica se remonta a los israelitas, quienes, según se dice, lo heredaron de los egipcios, pero Dios sabe más.

En lo personal estoy de acuerdo con los comentaristas coránicos que dijeron que esta expresión se refiere a esto.

La idea de que Dios les hubiera dicho que cometieran suicidio para probarlos pero antes que lo hicieran les indicara que no lo hicieran, podría tener sentido, pero no hay fuentes confiables que avalen esa opinión, a lo menos después de investigarlo yo no las encontré.

La idea de que la expresión se refiera a la orden de Dios para que se mataran entre ellos, no tiene sentido porque la expresión misma no se ajusta a esa interpretación. Esto es algo muy usual en el Corán, y lamentablemente cuando se interpreta el árabe del Corán en base al árabe de uso moderno, y además sin considerar el contexto y la situación, se producen interpretaciones del Corán muy bizarras, algo que suele suceder en nuestros tiempos modernos.

(En la traducción en uso la interpretación de esta expresión es: “volveos a vuestro Creador arrepentidos”).

 

Sigue la sura,

 

(55) Y [recordad] cuando dijisteis: ”¡Oh Moisés, no hemos de creer en ti hasta que veamos a Dios cara a cara! --entonces os fulminó el rayo del castigo mientras mirabais.

 

Este versículo nos muestra la tendencia medieval de desear adorar algo que pueda ser visto. Si ustedes leen el antiguo testamento verán que se muestra repetidamente a los israelitas retornando hacia la idolatría. Toda la base o estado mental que hacía que la gente volviera a la idolatría era que necesitaban adorar algo concreto que intercediera en su nombre ante Dios. Entonces, el hecho es que algunos israelitas fueron donde Moisés (BP) y le dijeron: “¿cómo podemos adorar lo que no vemos?, necesitamos ver a Dios, si no podemos adorar a un ídolo que interceda por nosotros ante Dios entonces necesitamos ver a Dios”.

El versículo nos dice que ante esa solicitud, Dios, por medio de un evento natural, los atemorizó dado que su solicitud era inaceptable.

 

Sigue la sura,

 

(56) Luego, os resucitamos después de estar como muertos, para que os moviera a ser agradecidos.

(57) E hicimos que las nubes os dieran sombra y os enviamos el maná y las codornices [diciéndoos]: “Comed de las cosas buenas de que os hemos proveído como sustento.”

Y [todas sus transgresiones] no Nos causaron ningún perjuicio --sino que pecaron [sólo] contra sí mismos.

 

La razón por la cual haremos una pausa en estos versículos es para explicarles algo que aparece en los tafsir tradicionales. Ellos, asociados a estos versículos, toman muchas narraciones, algunas de ellas desde el Talmud, no de la Torá, con respecto al versículo 56. En ellas se indica que el rayo indicado en el versículo 55 dio muerte a una cierta cantidad de los israelitas presentes, y que luego de ello Dios los trajo de vuelta a la vida, y que después de resucitarlos Dios les permitió disfrutar de lo que en árabe se menciona, en el versículo 57, como: “al man-na ua as-salua”. En los tafsir tradicionales podrán encontrar muchos escritos asociado a lo que esta expresión en árabe significa.

Ahora, ninguna de las tradiciones que hablan de los israelitas que murieron por el rayo y que luego fueron resucitados, son tradiciones confiables. Todas ellas pertenecen a ese grupo de tradiciones conocidas como “tradiciones israelitas”, lo que significa que en la cadena transmisión de estas tradiciones hay individuos que se convirtieron al islam y cuya conversión fue sospechosa, y que ellos copiaron, o de la Torá o del Talmud, ciertas tradiciones y narrativas israelitas para introducirlas en ciertas interpretaciones del Corán.

Estudiosos del Corán como Muhammad Abdu o Abdullah Najar, que son eruditos modernos, o antiguos eruditos como Zamakshari, indicaron que la referencia en el Corán a: “os resucitamos después de estar como muertos”, no es necesariamente volverlos a la vida después de estar biológicamente muertos, sino que se refiere a la muerte de su forma de pensar y de lo que tenían en sus corazones. Ellos estaban en un estado de rebeldía contra Dios, y en el discurso coránico es normal la referencia al “rayo” como una forma de muerte, y entonces cuando Dios dice que los trajo de nuevo a la vida y les otorgó “al man-na ua as-salua”, significa que les otorgó la guía luego de haberla perdido.

Para mí, esta interpretación me deja bastante más satisfecho que aquellas basadas en las tradiciones israelitas que indican que un grupo de israelitas realmente perdieron la vida y que luego Dios los resucitó. No es que Dios no pueda hacer eso, de hecho creemos que Dios separó el mar en dos, y también que hizo dormir en la cueva a esos creyentes por años, Dios es todo poderoso, pero para aceptar una interpretación de ese tipo, mi opinión es que se necesita una fuente confiable, se necesitan tradiciones sobre las cuales uno pueda decir que hay suficientes antecedentes confiables para aceptarlas y tener fe en ellas, pero dado que en este caso eso no existe, estoy dispuesto a aceptar como válido el significado metafórico.

 

Sigue la sura,

 

(58) Y [recordad] cuando dijimos: “Entrad en esta tierra, y comed de lo que hay en ella como queráis, con libertad; pero entrad por la puerta con humildad y decid: ‘Alívianos el peso de nuestras faltas’, [entonces] os perdonaremos vuestras faltas y recompensaremos ampliamente a quienes hagan el bien.”

 

En este versículo hay algo que es muy importante destacar.

¿Cuál es la tierra que se indica en el versículo y a la cual se les dijo a los israelitas que entraran? Es Palestina.

Ustedes deben notar que si leen la historia de la entrada de los israelitas a Palestina en la Biblia, observarán que es una historia muy violenta y sangrienta. En la historia mencionada en la Biblia supuestamente Dios les dice a los israelitas que entren a esa tierra, que asesinen a quien quisieran, que esclavicen a quienes se les opusieran, y que vivieran allí.

El tratamiento que da el Corán a esta historia es completamente diferente. Dios los autoriza a que vivan en esa tierra, pero les ordena entrar en ella con humildad, no violentamente, no como conquistadores, sino como invitados.

Desafortunadamente hay musulmanes hoy en día, en los Emiratos, en Arabia Saudita, también en Egipto, que dicen: “Oh, sí, Palestina es la tierra prometida para los israelitas, de hecho el Corán lo menciona”, pero el Corán de ninguna manera dice eso, la idea de la tierra prometida para los israelitas no existe en el Corán. Lo que dice el Corán es que pueden entrar a esa tierra, pero Dios les ordena vivir en ella con humildad.

Hay una conexión que nos dice que hay un hilo común entre el AUTOR del Corán, de la Torá, y del Ingil, pero las diferencias te demuestran que no hay un proceso de alguien copiando de una fuente a otra, porque las diferencias son asombrosas.

He querido resaltar esto porque existe una confusión en la mente de algunos musulmanes de nuestros tiempos. Dios les permitió a los israelitas entrar a esa tierra después de estar perdidos, como castigo, en el desierto del Sinaí por cuarenta años. De acuerdo a muchas fuentes Moisés (BP) falleció durante esos años en el desierto del Sinaí. El período de castigo terminó cuando Dios les permitió entrar a esa tierra y vivir en ella, pero con la condición de que debían vivir en ella con humildad y arrepentimiento. Dios les indica a los israelitas que, si viven en esa tierra con humildad, y se arrepienten de los pecados cometidos, entonces Dios los perdonaría.

 

Sigue la sura,

 

(59) Pero los que estaban empeñados en la perversión cambiaron lo que se les había ordenado decir por otra cosa: e hicimos que cayera sobre esos perversos una plaga del cielo en pago a su maldad.

 

En las narraciones bíblicas se indica que algunos de los israelitas entraron a Palestina sin cumplir la actitud que Dios les había decretado.

¿Cuál fue esa actitud?

En las narraciones bíblicas se indica que esos israelitas entraron a Palestina matando personas en el nombre de Dios, y esa actitud es una manera posible de interpretar lo que dice el Corán en este versículo. (En la traducción en uso se indica que el incumplimiento de esos israelitas fue solo el cambiar las palabras ordenadas por Dios que debían decir al momento de entrar a la ciudad, pero la expresión en árabe también implica una actitud distinta a la de entrar con humildad a Palestina). Pero más que esto, en mi opinión, la misma idea que inventaron sobre la tierra prometida es la perversión que cometieron, la misma afirmación que hicieron sobre que Dios les había prometido esa tierra, con la exclusión de otros, e incluyendo en esa exclusión a los que vivían allí, es la perversión que cometieron.

 

¿Qué es lo que el Corán dice?, dice que ellos no siguieron la orden de Dios, que ellos corrompieron las instrucciones de Dios. ¿No es entonces la idea de la tierra prometida la corrupción que los israelitas hicieron de las instrucciones de Dios?, porque la idea de la tierra prometida no está en ninguna parte del Corán. Es verdad que dicha idea fue, forzosamente, introducida en la Biblia, pero ese es otro tema.

 

Sigue la sura,

 

(60) Y [recordad] cuando Moisés rezó pidiendo agua para su pueblo y respondimos: “¡Golpea la roca con tu vara!”--y brotaron de ella doce manantiales, y cada cual sabía de donde tenía que beber. Y [Moisés dijo:] “¡Comed y bebed del sustento que Dios os da y no obréis mal en la tierra sembrando la corrupción!”

(61) Y [recordad] cuando dijisteis: “!Oh Moisés! Ciertamente, no podremos soportar una sola clase de alimento; pide, pues, a tu Sustentador que haga brotar para nosotros algo de lo que la tierra produce --como hierbas, pepinos, ajos, lentejas y cebollas.”

[Moisés] dijo: “¿Vais a cambiar lo que es mejor por algo [mucho] peor? ¡Volved humillados a Egipto y tendréis lo que pedís!”

Por esto, la miseria y la humillación se abatieron sobre ellos, e incurrieron en la condena de Dios: todo por empeñarse en negar la verdad de los mensajes de Dios y en matar a los profetas contra todo derecho: y todo por rebelarse [contra Dios] y empeñarse en transgredir los límites de lo correcto.

 

El Corán no es un libro de historia, tampoco es como la Biblia donde puedes encontrar una narrativa histórica, el Corán entrega ejemplos históricos para resaltar algún aspecto moral.

EL Corán nos indicó que Dios les permitió a los israelitas entrar en Palestina y establecerse en ella, pero con las condiciones que Dios les estableció y que ya mencionamos, pero los israelitas no cumplieron lo mandado por Dios, y ese fue otro momento en el cual los israelitas rompieron el pacto establecido con ÉL.

Luego el Corán, en estos versículos, vuelve atrás en el tiempo y nos habla de un momento anterior a la entrada de los israelitas en Palestina, cuando ellos estaban perdidos en el desierto del Sinaí.

En esa situación Dios permitió que Moisés (BP) realizara el milagro de hacer brotar doce manantiales de agua de los cuales cada tribu de Israel podía beber.

 

El lugar asociado a los manantiales de agua de los cuales habla el versículo 60, Subhana Allah, aún existe en Egipto, pero los manantiales se secaron, ya no sale agua de ellos. Cuando visité ese lugar hace muchos años, lo triste fue ver que solo uno de los manantiales estaba limpio, y había muchos turistas visitándolo, pero el resto de los manantiales estaban con montones de basura, estaban completamente tapados de basura.

 

Luego del milagro de los manantiales Dios les indica a los israelitas que no deben obrar mal en la tierra ni sembrar la corrupción en ella, y esto es una referencia directa a lo que los israelitas hicieron posteriormente cuando entraron a Palestina según lo indicado por la misma Biblia.

Dios es claro en el Corán que cuando tú invades, y asesinas a la gente, y las esclavizas, estás generando corrupción en la tierra.

 

Luego tenemos el versículo 61.

Cuando tú estás en el desierto y tienes agua a tu disposición, lo que sucede es que el tipo de alimentos que puedes cultivar es bastante limitado, y por lo tanto tu estilo de vida es bastante más duro y difícil que el que podrías tener en una ciudad.

Ahora, lo que los israelitas estaban disfrutando con Moisés (BP) en esa situación era su libertad, el no ser esclavos, pero su condición de vida era difícil. Entonces muchos de ellos comenzaron a reclamar y a decirle a Moisés (BP) que él los había llevado al desierto, y que la vida que tenían antes era mejor, y en esto hay una gran lección.

¡Si solo los musulmanes reflexionaran sobre esto, lo entendieran, y lo incorporaran en sus vidas!

Los israelitas habían sido subyugados por generaciones, ellos habían llegado a estar acostumbrados a un estado de servilismo.

En ocasiones de la historia cuando los esclavos han sido liberados, los esclavos que habían trabajado en los campos valoraron su libertad, sin embargo, los esclavos que no deseaban abandonar a sus amos eran aquellos que habían vivido en la casa de sus amos y los servían. Sí, ellos eran esclavos, y vivían subyugados a sus amos, y también sufrían del racismo de sus amos, pero ellos estaban acostumbrados a su estilo de vida que les otorgaba un cierto nivel de comodidad material y estabilidad. La libertad no era del todo atractiva para ellos.

De forma similar es lo que sucede en lo que nos menciona el Corán, es que después de haber sido liberados muchos de esos israelitas, eventualmente, se agotaron de esa dura condición de vida en el desierto, y le dijeron a Moisés (BP) que efectivamente él les había conseguido la libertad, pero le indicaron que sus condiciones materiales de vida no habían mejorado. Ahora, observen lo que Moisés (BP) les responde: “¿Vais a cambiar lo que es mejor por algo [mucho] peor?”, es decir, les indica que si ellos extrañan su vida de servilismo en Egipto, que si ellos extrañan sus comodidades en Egipto aun cuando eran unos esclavos, entonces que regresen a Egipto. Luego de esto, en efecto, muchos regresaron a Egipto, y así voluntariamente eligieron volver a ser esclavos.

Al hacer esto ellos se ganaron la ira y el enojo de Dios.

 

Veamos lo que dice la Biblia sobre esto en Números 11:16-20: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?”.

La Biblia narra que el reclamo de los israelitas fue que cuando estaban en Egipto ellos comían carne, y que ahora en el desierto ellos no la comían, y entonces la Biblia narra que Dios les dice que ÉL bajará entre ellos y les permitirá comer carne hasta que ella salga por sus fosas nasales, lo que significa que se llegarían a enfermar de tanto comer carne, ¿por qué ellos llegarían a enfermarse de comer tanta carne?, porque ellos estaban reclamando que sus vidas en Egipto eran mucho mejor.

Noten la diferencia entre lo narrado por el Corán y la Biblia. El Corán no habla de que Dios bajaría para estar entre ellos, en la narrativa coránica se indica que el reclamo de los israelitas fue que su vida en Egipto era más cómoda y que tenían una variedad de alimentos para su comida. Esto lo menciono para aquellos musulmanes que escuchan decir que el Corán fue escrito basado en la Biblia. Las diferencias entre el Corán y la Biblia son enormes. En el Corán se indica que a esos israelitas que reclamaban se les indicó que si así lo querían, podían regresar a Egipto, mientras que en la Biblia se menciona que el enojo de Dios se tradujo en que ellos comieron carne hasta que se enfermaron.

 

La lección que nos entrega el Corán sobre esta situación tiene que ver con el servilismo y el vivir con dignidad.

 

Si los musulmanes entendieran esto, ¡solo esto!, los musulmanes rechazarían vivir en estado de servilismo en cualquier lugar. El Corán claramente nos indica que vivir en un estado de libertad es más importante que el llevar una vida con comodidades materiales.

Ahora, si tú quieres vivir en un estado degradado y humillado, por llevar una mejor vida material, ¡adelante!, ¡hazlo!, pero por esa determinación ganarás la ira y el enojo de Dios por someterte a vivir en un estado de servilismo.

Este mensaje para los musulmanes de Medina no pasó desapercibido. ¿Quién más había dejado atrás una vida mejor y cómoda para enfrentarse a una vida muy difícil? La respuesta es: Los musulmanes que habían emigrado a Medina.

Los judíos, los israelitas que volvieron a Egipto violaron el pacto que habían establecido con Dios, incluso después de todos los milagros que habían observado, y lo hicieron porque no fueron capaces de soportar un estilo de vida duro, y por ello se ganaron la ira de Dios.

Esto fue un mensaje fuerte y claro para los musulmanes. El logro de un estilo de vida más fácil no es una excusa, ni un motivo, para ser serviles. Es por ello por lo que les digo que el islam es un mensaje revolucionario para la liberación.

 

Observen el lenguaje para describir la situación de quienes caen en la ira de Dios y eligieron una vida de servilismo a cambio de una vida con más comodidades materiales: “Por esto, la miseria y la humillación se abatieron sobre ellos”. Esta expresión describe a la perfección a los musulmanes que hoy en día han elegido vivir bajo regímenes autoritarios. No podría encontrar dos mejores palabras árabes para describir la vida de la gente que vive bajo un régimen dictatorial: “thil-lah” y “masqanah”. La primera de ella es vivir en un estado de degradación, y la segunda es cuando la gente está en un estado servil permanente, siempre a la espera de recibir las instrucciones y las órdenes. Los egipcios viven en esa condición, los sirios, los sauditas, los iraníes, al país que mires, en todos lados, los musulmanes viven en un estado de “thil-lah” y “masqanah”.

¡Esto es algo aterrador!, es algo que debe tomar tu atención, ¡deben despertar!

 

Luego noten la referencia en el versículo 61 a los israelitas asesinando a los profetas de Dios, y esto se repite en esta misma sura en el versículo 87, donde se indica: “¿no es cierto que cada vez que llegaba a vosotros un enviado con algo que no era de vuestro agrado os mostrabais altivos, desmintiendo a algunos de ellos y a otros dándoles muerte?”.

Quiero resaltar esto porque si ustedes hacen seguimiento a los escritos de los islamofóbicos, e incluso de algunos orientalistas camuflados como académicos serios, ustedes a menudo podrán leer que ellos resaltan que el Corán acusa a los israelitas de matar profetas, y dicen que eso es una acusación horrible y sin precedentes, y además con ello quieren fundamentar que el Corán tiene una postura antisemítica. Bueno, esta acusación ustedes la pueden encontrar en la Biblia en muchas partes, y les daré un par de ejemplos. Veamos que dice la Biblia en Mateo 23:34-37: “Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!”.  Veamos otro ejemplo en Tesalonicenses 2:14-16: “Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo”.

Con estos dos ejemplos es claro que esta no es una acusación que solo aparece en el Corán.

 

Sigue la sura,

 

(62) CIERTAMENTE, los que creen [en esta escritura divina], los que profesan el judaísmo, los cristianos y los sabeos --todos los que creen en Dios y en el Último Día y obran con rectitud-- tendrán su recompensa junto a su Sustentador; y nada tienen que temer ni se lamentarán.

 

Es destacable que en este momento de la sura este mensaje fuese explícitamente manifestado en el Corán, en el preciso momento en el cual tú desearías incitar a todos a seguir a Muhammad (BP), pero en lugar de hacer esto viene el Corán y dice que los cristianos, los judíos, y los sabeos, que creen en Dios, y que hagan buenas acciones viviendo una vida con justicia, tendrán su recompensa.

Sobre este versículo, y otros versículos como este en el Corán, a menudo se argumenta que fueron abrogados, y entonces encontrarán a muchos musulmanes que cuando leen este versículo te indican que no es válido porque fue abrogado.

Lo que quiero destacarles acá es que el tema de la abrogación es un error metodológico en la lectura textual del Corán, esto debido a la tendencia de leer los versículos del Corán como versículos separados, versículo por versículo, y luego, cuando se encuentra lo que parece una inconsistencia entre un versículo posterior y uno anterior, se dice que el versículo posterior abrogó al anterior.

Supongamos que estás leyendo un texto filosófico o incluso un texto científico. Supongamos que estás leyendo este tipo de texto y ves que al principio de él se establece una proposición, sea cual sea esa proposición, y luego, mientras lees, encuentras otra proposición relacionada con la anterior, pero que parece diferir de ella en un aspecto u otro. Luego sigues leyendo el texto y encuentras una tercera proposición relacionada con las dos anteriores, pero que es diferente de ellas en un sentido u otro. Sigues leyendo el texto y ahora encuentras una cuarta proposición relacionada con las tres anteriores, pero que es diferente de ellas en un sentido u otro. En cualquier caso que leas un texto, lo que hace tu mente es partir de la primera proposición y ver la segunda proposición como una elaboración de la anterior. En otras palabras, no cancelas la proposición anterior, sino que consideras la segunda proposición a la luz de lo que leíste antes sobre el mismo asunto, y luego consideras la tercera a la luz de lo que leíste sobre las dos primeras, y luego consideras la cuarta, y consideras la cuarta a la luz de lo que leíste en las tres primeras. Así, cada proposición se superpone a la anterior como una elaboración adicional. De esta forma no dices que el autor ha cancelado la página del capítulo 1 porque la del capítulo 2 contradecía la del primero, sino que se comprende el argumento en conjunto, y el desafío intelectual, si se usa la mente, es decir: "Bien, ya que sé que este es un buen autor, un autor que no se contradice, ¿cómo puedo entender todas las proposiciones como una elaboración adicional? Es una sutileza sobre el tema, una variación sobre el mismo. De hecho, si me cuesta entender la tercera proposición a la luz de las dos anteriores, por ejemplo, entonces, como lector, debo haber pasado por alto algo, y no es que el autor haya cambiado de opinión o esté confundido".

Este es precisamente mi enfoque en el Corán. La idea de que Dios incluye esto en esta sura y luego leemos algo en una sura posterior que consideramos incoherente con lo que dice esta sura, y dado esto decimos que el versículo de esta sura debe haber sido abrogado, es una idea impropia.

Creo que tratar de esta forma al AUTOR divino del Corán es algo impropio. El AUTOR divino no actúa así.

En estos casos el reto es comprender lo que viene después en el Corán si parece contradecir de alguna manera lo que decía antes. La responsabilidad recae sobre nosotros como lectores. El declarar que Dios es incoherente y, por lo tanto, recurrir al principio de abrogación, es una evasión intelectual. De hecho, cada vez que he profundizado en una revelación posterior, la comprensión de la revelación posterior a la luz de la revelación anterior se ha vuelto muy obvia y clara, sin recurrir a la evasión intelectualmente perezosa de la abrogación.

Así pues, el versículo 62, como todo pronunciamiento coránico, sigue siendo válido, y lo es a la luz de todo lo demás revelado después de esta sura, y de hecho se reafirma en el Corán más de una vez. Por lo tanto, es significativo que, al mismo tiempo que el Corán les dice a los israelitas cómo han violado el pacto con Dios, que no son el pueblo elegido de Dios, o dicho de otra forma, que cualquiera puede convertirse en su pueblo al cumplir el pacto con ÉL, Dios les indica que quienes son judíos y siguen la fe judía —no solo los judíos étnicos, sino los que realmente creen en el judaísmo—, y también los cristianos y los sabeos, si creen en Dios y obran rectamente, no tienen nada que temer con relación a la recompensa divina.

 

Sigue la sura

 

(63) Y HE AHÍ que aceptamos vuestro solemne compromiso y levantamos el monte Sinaí por encima de vuestras cabezas, [y os dijimos:] “¡Tomad con [toda vuestra] fuerza lo que os hemos dado y tened presente lo que contiene, para que os mantengáis conscientes de Dios!”

 

En las narraciones bíblicas se menciona el tema de que Dios levantó el monte Sinaí sobre las cabezas de esos israelitas como un milagro para otorgarles una sombra.

Los estudiosos del Corán se dividieron en relación a este tema, algunos de ellos aceptaron las narraciones bíblicas y la expresión en árabe asociado a este tema la interpretaron como el levantamiento del monte sobre las cabezas de aquellos israelitas para otorgarles una sombra.  Otros dijeron que no había evidencia de que el Corán estuviese afirmando dicho milagro, y que la expresión en árabe de este versículo indica que esos israelitas vivieron bajo la sombra del monte Sinaí.

Si ustedes han vivido en el desierto conocerían el valor que tiene tener la posibilidad de vivir bajo la sombra de una montaña, es una gran bendición. Esta gran bendición fue otorgada a esos israelitas que decidieron no regresar a Egipto buscando una mejor vida material a costa de volver a ser esclavos.

 

Sigue la sura,

 

(64) Luego, después de eso, os apartasteis. Y de no ser por el favor de Dios hacia vosotros y por Su gracia, ciertamente, habríais estado entre los perdedores; (65) pues ya sabéis lo que les ocurrió a quienes de vosotros profanaron el Sábado, y les dijimos: “¡Convertíos en monos despreciables! --(66) y lo hicimos como castigo ejemplar para sus contemporáneos y sus descendientes, y como advertencia para todos los que son conscientes de Dios.

 

Nosotros hemos encontrado en otra sura esta referencia a la violación del Sábado, y el Corán en esta sura para referirse a lo que les sucedió a aquellos que lo hicieron usa la expresión árabe: “kunu qiradatán jaasi-ín”.  Algunos estudiosos del Corán han interpretado esta expresión en forma literal y han indicado que se transformaron en monos, otros han dicho que se transformaron en cerdos, y de hecho se pueden encontrar con interpretaciones muy extrañas como que los hombre entre ello se transformaron en cerdos y las mujeres en monos.

Otros intérpretes del Corán aceptaron lo que Muyahid dijo, y es que esta expresión en árabe significa que ellos llegaron a ser como si fueran monos. Idiomáticamente esta expresión en árabe, en el árabe de la época del Profeta (BP), implicaba que cuando tú le decías a alguien que era un “mono” le estabas diciendo que era una persona sin propósito en su vida, que era una persona sin rumbo, sin ética, sin moral. Por lo tanto la expresión árabe es una referencia a un estado moral, no es una referencia a una transformación física.

 

Ahora llegamos a la muy famosa historia sobre una vaca que nos presenta esta sura, pero antes les leeré como la Biblia presenta dicha historia. Esto es Deuteronomio 21:1-9: “Si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató, entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto. Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo; y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle. Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa. Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto. Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada. Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos de Jehová”.

Lo que básicamente la Biblia nos dice, y simplificando la historia, es que si tú encuentras a alguien que fue asesinado, y tú no sabes quién mató a esa persona, tú debes ver a que pueblo el cuerpo del fallecido está más cercano, y luego los mayores y los jueces deben venir y traer una vaca para sacrificarla, para que posteriormente los representantes de ese pueblo vengan y pongan sus manos sobre la sangre derramada por la vaca  y juren en nombre de Dios que ellos no mataron a esa persona y que tampoco saben quién la asesinó. Finalmente, la narración indica que solo después de hacer esto ellos pueden ser declarados como inocentes de ese derramamiento de sangre.

La historia nos muestra un procedimiento mediante el cual, si existe una persona que fue asesinada, y cuyo cuerpo fue encontrado pero no se sabe quién fue el asesino, las personas del pueblo más cercano al lugar donde fue encontrado el cuerpo, para evitar ser considerados colectivamente responsables por la muerte de esa persona, hacen un juramento de sangre por medio del cual son vindicados. Este no era un procedimiento poco común, de hecho existió en los antiguos sistemas legales de muchas culturas del cercano oriente, como también en la ley israelita.

 

Veamos los versículos de la sura sobre esta historia,

 

(67) Y HE AHÍ que Moisés dijo a su pueblo: “Dios os ordena que sacrifiquéis una vaca.”

Dijeron: “¿Te burlas de nosotros?”

Él respondió: “¡Dios me libre de ser tan ignorante!”

(68) Dijeron: “Pide de parte nuestra a tu Sustentador que nos aclare como ha de ser.”

[Moisés] respondió: “Dice que sea una vaca ni vieja ni demasiado joven, sino de mediana edad. ¡Haced, pues, lo que se os ordena!”

(69) Dijeron: “Pide de parte nuestra a tu Sustentador que nos aclare de qué color ha de ser.”

[Moisés] respondió: “Dice que sea una vaca amarilla, de color vivo, y agradable a la vista.”

(70) Dijeron: “Pide de parte nuestra a tu Sustentador que nos aclare como ha de ser, pues todas las vacas nos parecen iguales; así, si Dios quiere, seremos, ciertamente, bien dirigidos.”

(71) [Moisés] respondió: “Dice que sea una vaca no uncida para arar la tierra ni para regar los cultivos, intacta y sin manchas de ningún otro color.”

Dijeron: “¡Por fin has traído la verdad!” --y entonces la sacrificaron, aunque poco falto para que no lo hicieran.

(72) Porque cuando matasteis [Oh hijos de Israel,] a un ser humano y os recriminasteis mutuamente [del crimen] --aunque Dios desvelará lo que preferiríais ocultar-- (73) dijimos: “Aplicad este [principio] a algunos de esos [casos de homicidio no resueltos]: así salva Dios vidas de la muerte y os muestra Su voluntad, para que [aprendáis] a usar vuestra razón.”

(74) Y sin embargo, después de esto, vuestros corazones se endurecieron y se volvieron como piedras, o aún más duros, porque hay piedras de las que brotan arroyos; y otras que cuando son quebradas mana de ellas el agua; y otras que se vienen abajo por temor de Dios. ¡Y Dios no está desatento a lo que hacéis!

 

Hay muchas narraciones en la tradición islámica que hablan de esta historia, y muchas de ellas con varias variaciones, pero todas ellas tienen el mismo génesis y origen, y este es el juramento de sangre que solía practicarse entre los antiguos israelitas, y que era parte de la ley judía.

Entonces tenemos que un cuerpo fue encontrado, y de acuerdo a la ley una vaca debía ser sacrificada por los ancianos para que luego se hiciera el juramento de sangre. Lo que el Corán dice sobre esto es que se supone que el proceso en sí debería ser bastante sencillo. Ustedes deben haber notado que en la Biblia se especifica que la vaca debía tener una cierta edad, y ciertas cualidades, pero la historia indicada en el Corán nos dice que cuando Moisés (BP) le dice a la gente que deben hacer el procedimiento del juramento de sangre, ellos se pusieron a preguntarle sobre detalles y especificaciones de la vaca que debían elegir. Entonces, en lugar de hacer el proceso sencillo, que es sacrificar la vaca, poner las manos sobre su sangre, y hacer el juramento, ellos comienzan a pedirles detalles a Moisés (BP).

Como indica el versículo 67 primero ellos se resistieron a sacrificar la vaca dado que le preguntaron a Moisés (BP) si acaso él se estaba burlando de ellos, siendo que Moisés (BP) les estaba indicando lo que la ley les mandaba realizar, y es por ello por lo que Moisés (BP) les responde que Dios lo libre de ser un ignorante.

Luego vemos en los versículos siguientes una serie de interrogantes que aquellos israelitas le siguieron haciendo a Moisés (BP).

Varios estudiosos del Corán han indicado que esa seguidilla de preguntas de los israelitas a Moisés (BP) muestran que ellos estaban intentando retrasar el sacrificio de la vaca, y que en realidad ellos no querían sacrificarla. Sin embargo hay otra opinión, y es la que prefiero porque creo que está más cercana al espíritu de la narrativa coránica, y es que ellos siguieron planteando preguntas de la misma manera en que a menudo los seres humanos complican la ley y el mandato de Dios.

Déjenme darles un ejemplo, en todos los meses de Ramadán veo que aparecen en las redes sociales esos “eruditos” indicando las cosas que rompen tu ayuno, y por ejemplo salen algunos diciendo que si usas un bidet para lavarte, eso rompe tu ayuno, y lo mismo si te lavas la nariz o si te tragas la saliva, y cosas así, y yo me pregunto: ¿Quién puede odiar tanto su vida para pensar ese tipo de cosas?, y entonces hacen que las leyes lleguen a ser complicadas, no por preguntas del pensamiento mayoritario, sino que hacen que la ley llegue a ser complicada por preguntas realizadas por quienes son una minoría marginal en el pensamiento.

Déjenme explicarles lo siguiente, les explicaré la forma en que opera la ley, y esto es válido en todo sistema legal, no solo en la ley islámica o en la ley judía, sino en todo sistema legal. La mayoría de la gente no tiene ningún problema cuando recibe la orden de Dios, ellos aceptan la ley que Dios dicta, por ejemplo, Dios indica que hay que hacer "x", y la mayoría, las corrientes principales, harán "x". Pero las personas en los márgenes, en la periferia llegará, y quizás algunos de ellos podrían padecer algún tipo de neurosis, o algún tipo de problemas psicológicos, y planteará preguntas que la mayoría, o las corrientes principales no considera, y entonces preguntan: “¿y qué tal esto?”, o “¿qué tal aquello?”. Ahora bien, cuando el jurista responde a la pregunta, no sabe qué tipo de persona la hizo. El jurista simplemente responde. El jurista no sabe si la hizo una persona marginal, o si la hizo una persona que olía mal, o si la hizo una persona que vestía mal, o si la hizo una persona sin educación, o si la hizo una persona con educación superior. El jurista simplemente responde. Pero una vez que la pregunta se responde, se convierte en parte de los estratos que definen la ley. En la siguiente etapa, la mayoría, o las corrientes principales, llegan y encuentran que la ley tiene un nuevo obstáculo, pero ese obstáculo generará a su vez muchos otros, y el derecho se vuelve cada vez más complejo, pero no por la actividad de la mayoría, sino por la actividad de los sectores marginales.

Por supuesto que hay una manera de resolver este problema: que los juristas se nieguen a documentar respuestas que, según ellos, plantean una complicación que la mayoría de la gente no debería considerar. Es por eso por lo que, antiguamente, podías escuchar a esos juristas antiguos decir que sabían el 50% de lo que se les preguntaba, porque muchas veces respondían: “No lo sé”. No creo que realmente no lo supieran, sino que simplemente no querían responder debido a lo que les expliqué. Ellos decían: “No me preguntes eso, porque no es algo que nos hayan enseñado, y no es algo que te vaya a responder”. Desafortunadamente, este tipo de humildad y sabiduría falta en tantos expertos legales de nuestros tiempos, que se apresuran a dar una respuesta, pero no piensan si esta respuesta realmente preocupa a la mayoría o si se trata de una complicación planteada por alguien que piensa en algo que no debería pensar, o no piensa en que Dios no lo hizo un problema para nosotros.

 

De igual manera, en la historia de la vaca, los israelitas seguían planteando preguntas sobre la novilla; podría ser que en realidad no querían sacrificarla, pero también podría ser que el patrón recurrente entre los israelitas en la época de Moisés (BP) fuera que seguían recurriendo a las tradiciones y prácticas de las culturas que los subyugaron, como por ejemplo el becerro de oro que adoraron, sus exigencias de ver a Dios, el legalismo de los antiguos egipcios, sus reglas de adoración que eran notablemente complejas, sus formas altamente ritualistas.

 

Les dije que la historia de los israelitas está llena de lecciones para los musulmanes.

Aquellos que dijeron que deseaban una vida con comodidades y para lograrlo prefirieron una vida servil y la esclavitud, y Dios los condenó por ello.

Me pregunto si el Corán se estuviera revelando ahora, sobre nosotros los musulmanes, y sobre cómo hemos tratado con la ley de Dios. Es aterrador pensar en el ejemplo de la novilla y los israelitas preguntando: “qué color, qué tipo, qué edad”, porque eso me recuerda tantos ejemplos de legalismo, legalismo obsesivo, que ocupa gran parte del espíritu de los musulmanes.

Bueno, Dios es quién mejor lo sabe.

 

Noten el versículo 73. La mayoría de los comentadores clásicos del Corán dijeron que cuando la vaca fue sacrificada los israelitas tomaron una parte de ella y golpearon el cuerpo de la persona asesinada con ella, y que el cuerpo muerto volvió a la vida y testificó sobre quién lo había asesinado. Hay otros comentadores del Corán que rechazaron esta interpretación, de entre los antiguos podría mencionarles a Zamakshari, y entre algunos modernos podría indicarles el tafsir de Muhammad Abdu que está fundado en el tafsir de Abdullah Al Nayar, y que argumentaron que lo que el Corán está mostrando es el origen de aquel procedimiento entre los israelitas, y que lo que Moisés (BP) les indicó fue que el propósito de ese procedimiento era preservar y proteger la vida.

Moisés (BP) les dijo a los israelitas que este principio de responsabilidad colectiva por los cadáveres implicaba: o bien pagar el precio de la sangre por el cadáver, por no haber protegido su tierra dado que el cuerpo fue encontrado allí, o bien hacer un juramento que no implicaba arrepentimiento alguno ni condena a la persona si se mentía, sino un juramente donde se afirmaba que no se tenía idea de quién había asesinado a esa persona, que no se tenía información, que no se tenía conocimiento.

Este procedimiento se utilizó en todos los tiempos para alentar a tribus, clanes, aldeanos y pueblos a ser responsables de su territorio y a protegerlo.

Así, personas como Adullah Al Nayar, Muhammad Abdu y otros argumentaron que, de la misma manera que Dios dice: “Hemos decretado que quien mate a un ser humano habrá matado a la humanidad, y quien salve a un ser humano habrá salvado a toda la humanidad”, de igual manera, argumentaron que el Corán se refiere a que Moisés (BP) les dijo a los israelitas que el propósito de este procedimiento era preservar la vida, era protegerla. Es interesante notar que la forma en que el Corán habla de “salvar”, cuando dice “salva al ser humano”, no usa la palabra árabe que significa “salva”, sino que usa una palabra árabe que significa “quien devuelve la vida a un ser humano”.

De la misma manera el Corán más adelante les dice a los musulmanes que deben entender que en las medidas punitivas hay vida para ellos, es decir, que la forma de proteger la vida es a través de la aplicación de los castigos. De manera similar aquí les está diciendo a los israelitas que si usan su razón entenderán que este tipo de medidas, o estas medidas particulares con todos estos matices que encuentran en la Biblia, son necesarias para la preservación de la vida.

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